Table Of ContentTelevisa
El quimo poder
1
Fernando Mejía Barquera
Florence Toussaint
José Luis Gutiérrez Espíndola
Fátima Fernández Christlieb
Carola García Calderón
Alberto Rojas Zamorano
Humberto Musacchio
Patricia Ortega Ramírez
y Raúl Trejo Delarbre
Leticia A rgüelles Romo
Raúl Trejo Delarbre (coordinador)
Televisa
El quinto poder
fndice
Prólogo de la 2a. edición 1 Raúl Trejo Delar!!_re 1
Presentación 1 Raúl Trejo Delarbre 9
50 años de televisión comercial en México (1934-1984) j
Cronología J Fernando Mejía Barquera 19
Televisa: una semana de programación / ¿Mente sana
en cuerpo sano? / Florence Toussaint 40
Información y necesidades sociales / Los noticiarios
Cuidado de la edición: María del Carmen Merodio de Televisa j José Luis Gutiérrez Espíndola 62
Disefto de la portada: Fernando Rodríguez Televisa en la Universidad Nacional Autónoma
de México f Fátima Fernández Christlieb 99
Primera edición: junio de 1985 El cable de Televisa J Carola Gorda Calderón 111
11 Primera reimpresión: agosto de 1985 Televisión y educación 1 Alberto Rojas Zamorano 125
Segunda reimpresión: diciembre de 1985 Octavio Paz en Televisa 1 El laberinto
Segunda edición: marzo de 1987 de la impunidad 1 Humberto Musacchio 150
Tercera edición: ju'nio de 1988. Televisa y sus trabajadores 1 El sindicalismo
Cuarta edición: abril de 1989 inmovilizado 1 Patricia Ortega Ram{rez
y Raúl Treja Delarbre 160
DR (e) Claves Latinoamericanas S.A. de C.V. La nueva política de masas de la derecha mexicana 1
Río Niágara 40 bis Col. Cuauhtémoc Un vistazo a Televisa 1 Raúl Treja Delarbre 180
c.p. 06500 México, D.F. Anexos
La red de Televisa 197
ISBN 968-843-028-5 Para seguirle la pista a Televisa 222
Los autores 236
Impreso y hecho en México.
--------..-
Uno d~ los signos más deprimentes de la actual crisis es la in·
capacidad del gobiemD para enfrentar las demandas de la opi· Prólogo a la 2il edición
nión pública con una adecuada estrategia de comunicación co
lectivó ...
En esta táctica de arrinconar al gobierno y de hacer retroce
der históricamente al Estado, nada comparable al casa de Televi
sa. Esta empresa, que rm el fondo depende de la voluntad de un
solo hombre, se ha erigido en el Quinto Poder, y quizá aspira
a srr llamada en México simplemente El Poder.
1 Todos los medios, absolutamente todos, hasta el diario más
importante, dependen de Televisa de una forma u oua. Si, por
ejemplo, el gran cacique decide mostrar su disgwto contra un
diario y ordma que se suspenda la transmisión de su campaiio
puhlicilaria o el sorteo para los suscriptores, aquel diario tiem La primera edición de Televisa, el quinto poder, despertó un in
bla de pies a cabt'za, por poderoso que sea o parezca. terés que el editor y los autores hablamos previsto sólo parcial
Los políticos y funcionarios se disputan las ocasiones de ren mente. Sablamos que nuestro libro contribuirla a llenar una muy
dir pleitesía a Televisa ... Tristes funcionarios del gobierno han
amplia laguna en los estudios sobre comunicación, sociedad Y
declarado -y ahí están, impresas, tales declaraci011.es-que el
1 polftica en el México contempordneo, pero no imaginamos la
modelo para los canales del Estado debiera ser Televisa ..
atención que suscitarla en franjas muy amplias tanto en el mun
do académico como entre lectores de una u otra manera invo
lucrados, como productores, trabajadores o espectadores, en el
Manuel Buendía, Memorándum presidencial (documento so
bre la ausencia de una política de comunicación social del go muy amplio mundo de relaciones formado en torno a la empresa
bierno mexicano enviado al presidente Miguel de la Madrid y Televisa.
publicado por la revista Nexos en noviembre de 1984 como ho El interés convocado por Televisa, el quinto poder lo hemos
menaje al periodista asesinado el JO de mayo de ese año). entendido, fundamentalmente, como resultado de la muy escgsa
atención académica que habla recibido, hosta hace poco, la tele
visión privada en México. A pesar de su indudable y creciente
influencia, hablan sido muy pocos los trabajos de investigación
sobre su trayectoria y, menos aún, acerca del efecto de sus
programas. El libro, cuya segunda edición (después de dos
reimpresiones) aparece ahora, fue un primer acercamiento a ese
conglomerado de negocios, intereses, contradicciones e influen
cias, que es el principal consorcio de comunicaciones en idioma
espaflol en el mundo de nuestros dlas.
Este acercamiento ha tenido que ser, necesariamente, colecti·
vo, interdisciplinario, general, y sobre todo inicial. No pretende
mos que aquf se explique toda la situación actual de Televisa, pe
ro sf que el lector se encuentre con un panorama suficientemente
amplio para acceder, entonces, a una ~exión critica sobre ef
contenido cotidiano de la televisión privada. Tampoco aspira
mos a que en estas páginas se presente una actitud imparcial, en
el sentido más estricto del término, y no sólo por el compromiso
1
1
---,
social que colectiva o individualmente quieran qfirmar los auto había recibido tantos y tan persistentes cuestionamientos. Nunca
res de/libro, sino porque la influencia y el crecimiento de Televi tampoco, había alcanzado a consolidar un poder tan notorio co
sa han sido tales, frente a una complacencia estatal y a un a/etar mo el que le ha permitido hacer gala de renovada impunidad y
'?"
gamien~o ~ocia/ preocupantes, que resultarfa imposible pre de ampllsima influencia. Televisa no es ya únicamente uno de los
tender mdiferencta al estudiar ese desarrollo. Posiblemente Te más formidables negocios, en términos de réditos financieros
levisa, el. q~nto poder, haya contribuido a forjar concepciones que, a pesar de la crisis económica, han podido desplegarse en
menos dtspllcentes, en la sociedad civil y especfjicamente en el México. Se trata ahora, además, de una de las fuentes de
mundo académico, en torno a ese consorcio de la comunicación. influencia ideológica y política mejor consolidadas en la so
Esperamos que haya servido para documentar algunas certi ciedad mexicana de nuestros días.
dumbres Y para relativizar otras. Sobre todo, puede haber Pero ese poder no es inmune a los cuestionamientos. Para le
cumplido alguna función importante en la siempre vigente tarea gitimarse ha tenido que experimentar, o pretender al menos, la
1'
de desmitificar a Televisa. Algunos crfticos de/libro nos han in renovación en muchos de sus aspectos. La insistencia de Televisa
'
dicado qu~, a f~erza de insistir en los negocios, la impunidad, la en divulgar una idea de entretenimiento sustentada a menudo en
frecuente tlegohdad y los deleznables efectos sociales de ese con la chabacanería, la desinformación y la estulticia incluso, ha
sorcio, corremos el riesgo de aumentar, en lugar de reducir el propiciado la búsqueda de nuevos esquemas para hacer televi
mito de Televisa. Creemos que algo de razón tienen, pero les he sión y que se traducen en algunas experiencias de la TV auspi
mos contestado que la importancia de Televisa no es responsabi ciada por el gobierno federal, asr' como en nuevos Y promisorios
lt'dad de quienes la analizamos, sino de las autoridades que desde intentos de televisión pública, a nivel regional, en diversos sitios
el gobierno han permitido ese incontrolado crecimiento y de una del país. La orientación conservadora o el sesgo parcial y des
sociedad desprevenida ante él. Por lo demds. no quisiéramos, contextua/izado que han asumido sus principales noticieros, le
por supuesto, contribuir a una sacralización (ni siquiera fuera si merecieron a Televisa crr'ticas dentro y fuera del país, por
acaso. desde la izquierda) de uno empresa a la que considera,;, os ejemplo a propósito del proceso electoral en Chihuahua durante
necesario conocer, diseccionar, desmitificar, para. entendiéndo !986. La insistencia en hacer negocio a despecho de la situación
la, es~ar en capacidad de enfrentar mejor sus efectos nocivos y, del país, le permitió al consorcio "vender" la fiesta del Cam
ta~~tén, de opro~echa_r crfticamente lo que de rescatable pueda peonato Mundial del futbol al pueblo de México; pero, aunque
extsttr en el amplro umverso laboral, ideológico y técnico que la con ganancias financieras extraordinarias, Televisa perdió algo
compone. Televisa, el quinto poder, de esta manera, ha querido de credibilidad por su afán en magnificar, a despecho de la cri-
ser una contribución seria, con todo y sus muchas limitaciones, a sis, aquel evento deportivo. .
un proceso que ya ha comenzado a avanzar en la sociedad mexi El sentimiento de rechazo a la orientación general de Televrsa,
cana que tiende a ser más crftica frente a la televisión. que se ha extendido en diversos sectores, ha encontrado respues
ta en el consorcio que, de acuerdo con su notable sensibilidad
para recuperar-y a menudo asimilar, desvirtuándolas-expre
Ante los cuestionamientos, siones y propuestas de la sociedad mexicana, ha pretendido res
Televisa ha querido cambiar ponder con cambios en su propia estructura y orientación. En
parte por esos motivos y también debido a desacuerdos internos
Ese proceso de discusión social, si bien aún precario, ha genera sobre la manera de conducir sus negocios, a mediados de /986
do un nuevo rechazo, particularmente en ámbitos importantes tuvo lugar en las cúpulas de Televisa una escisión que se tradujo
del mundo político y en espacios académicos, a la orientación en el alejamiento de su hasta entonces presidente, Emilio Az
del consorcio Televisa. Nunca, desde que Te/esistema Mexicano cárraga Milmo, quien se dedicarr'a entonces, según se dijo, a
apareció a comienzos de los años cincuenta, lo televisión privada atender, desde el extranjero, los negocios internacionales de Te-
ll IIl
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Presentación
leviso. Pareció terminar, así, lo férrea e internamente casi indis
putada conducción de lo dinastla Azcárraga. Pero eso no ha sig
nificado que la orientación de Televisa sea realmente nueva, ni
en la calidad de sus programas ni en su contenido educativo, in
formativo o cultural. Para iniciar los cambios, Televisa quedó a
cargo de Miguel Alemán Ve/asco, quien asumió la presidencia
del consorcio en agosto de ese alfo, dicho funcionario ofreció
una po/{tica de apertura que buscaba una imagen más flexible,
de menor intransigencia, pero que en un principio, al menos, en
contró un reiterado escepticismo en el mundo po/ltico y cultural.
La pretendida metamorfosis de Televisa también ha tropezado
con la incapacidad interna de esa empresa para renovarse. Uno
de los cambios más importantes dispuestos por la administra
ción de Alemdn Ve/asco habla sido el desplazamiento del equipo
encabezado por Jacobo Zabludovsky en la conducción de los
principales noticieros. Sin embargo, menos de seis meses des
pués de haber dejado 24 horas, ese periodista vuelve a hacerse
cargo de la información del consorcio.
Es pronto para evaluar la eficacia o las dificultades de la pre Forjadora y distorsionadora de conciencias, conocidísima Y ~x
tendidamente nueva polftica de Televisa. Han quedado de tendida en todo el continente. autoelogiada y vituperada, Televisa
mostradas, al menos, las muchas resistencias internas y externas es, a pesar de su importancia. una enorme desco~~cida. _T~dos
que encuentra la administración del consorcio para emprender vemos, y aplaudimos o censuramos, su programacton colldtana.
cualquier innovación que involucre a su presencia po/ltica. Ha Todos padecemos o nos beneficiamos. según sea el caso, de 1~ so
sido eviten/e, además, que Televisa es un conglomerado de berbia y la oportunidad de Zabludovsky. de la falsa modest!a de
contradicciones, más que un bloque mono/meo. Esos rasgos, Raúl Ve/asco, de los artistas, conductores. hombres Y mujeres
que ya adelantaba nuestro libro en su primera aparición, han po espectáculo, que Te/e_visa forma, promue~e y, cuan~o qui~re, d:~
dido ser documentados en los últimos dos allos. Para seguir el p/aza y relega al olvido. Todos presenctamos, quten.'!fas, qUien
desarrollo de Televisa, lo mismo que para fortalecer un esplritu menos, el futbol. Jos festivales, el cine, la programacwn de Tele
critico y por eso creativo en su recepción, este libro puede resul visa. Todos la vemos, pero escasamente la conocemos. .
tar/e útil al lector que sea, además, televidente. Ése es el propósi A Televisa, aunque se le admire o cuestion_e much~, s~ le_ anal~
to que anima esta nueva aparición de Televisa, el quinto poder. za poco. Fuera de críticas que descansan mas en cmerws tde_olo
El libro, sigue insistiendo en que la sociedad (consciente de las gicos que en exámenes detallados, existe muy poco sobre ~a htsto
enormes posibilidades, as! como de los riesgos que orientada co ria, las prácticas, la estructura. la realidad del consorao. Por
mo hasta ahora representa la televisión comercial) llegue a con eso hicimos el presente libro.
seguir que Televisa deje de ser "el poder" y que la televisión no Este volumen reúne trabajos sobre problemas específicos en la
sea obstáculo, sino fuerza en favor de un desarrollo nacional. situación actual de Televisa. La mayor parte de estos textos fue
ron escritos especialmente para este libro. En algunos casos se
leccionamos materiales que habiendo aparecido en publicaciones
R.T.D. periódicas contribuían a llenar laguna~ dentro de _nuest~a c?lec
ción de artículos. No se trata, en ningun caso, de mvesllgacwnes
Marzo de 1987.
IV 9
'' exhaustivas, porque deliberadamente hemos preferido elaborar píndola se mtpannta con/a cronologfa de Mejía Barquera. Apa
t~xtos de divulgación que rescaten algo de Jo poco que se ha estu· recen, t!n ambos textos, títulos y nombns que ya no conocid la
dwdo_ .sobre Te~evisa y que contribuyan a esclarecer dudas, y, generaci6n que es ahora mayoritaria en nwstro pals y que no
tam~t~~· a pr~cJSar interrogantes, demandas y proyectos sobre Ja vio, porque no había nacido aún, la televisión dt! los años cin
televwon mexicana. cuenta y de comienzos de los sest!nta. Todo t!ra semiheroico en
Esa e~presa _tan poco conocida como omnipresente en la cul tonces. También abrmdaba la improllisación. Los primeros noti
t~~a, fa Id~ologta,_la xocie'!ad ~·aunque se nota menos, en fa po ciarios, como los primeros programas de 'IClriedades, eran simplo
ht~ca mextcana, uene su hJStona. Inclusive recientemente se cum nt!S, más bien grises, casi sin producción. Pero tenían el encanto,
P!t~~on, aunque nadie se ocupó de celebrarlo, 50 años de la tele hoy casi extraYiado, de la no~d. y en ellos había más lugar
vwon comercial en México. Ésa es la crónica que a la manera para el ingenio personal. Ahora, cuando en los noticiarios se imi
de_ detallada cronología, rescata Fernando Mejía Barquera en el ta, pero mal. el estilo aséptico de la teleYisión norteamericana,
pnme_ro_ de los ensayos de este libro. No es asunto meramente las noticias son espectáculo, aunque con frecuencia aburrido.
acade_rmco comp_endiar la vastfsima y contradictoria hislOria de Hasta para copiar, la televisión comercial mexicano ha sido in
TeleVISa. Se advterte en el/~, siempre, el afán por hacer negocio, hábil. El profesionalismo que distingue, aparte de sus contenidos
por a_~anzar ante la rectorta del Estado, por diferenciarse. Pero que no dejan de ser tendenciosos, a la costosa teleYisión de los
tambten,_ desde las primeras innovaciones técnicas, en los con Estados Unidos no tiene reflejos ni siquiera pálidos en la televi
frecu_e~;w esforzados logros de los técnicos y trabajadores de la sión comercial de ouestro país.
televts~on, f!uede. enco.ntrarse un nunca exaltado pero casi cons T eleYisa, como es bien sabido, ni se cruza de brazos ni se con
tante tnteres nacwnaltsta, por hacer una TV mexicana. Eso, que fomu~ ante las múltiples criticas a su comercialismo y la banali~
es un da.to nada m_enor, explica las resistencias que, aun dentro dad de la mayor parte de sus programos. El mds acabado esfuer
del propw c?nsorcw, han ex~~ti_do, aunque poco venturosas, fren zo para disimular esa orientación fue la cnación de su "caMI
te a las ~cfltudes poco pamottcas, desnacionalizadoras y hasta t:~~ltural", el 8, del Valle de México, con la valiosa complicidad
pror_anqws en la programación de Televisa, y en las actitudes y de la Uniursidad Nacional. • Los at:~~erdos entre la U N A M y la
el dtscurso de muchos de sus funcionarios. teleYisión comercial datan de varios lustros, pero nunca hasta
Para muestra basta un botón, o una semana de programación. 1977, cuando esa institución educati'ICI estul'O en huelga, tal cola
Eso fue ~o ~ue analizó Florence Toussaint, para describirnos có boración había sido tan wrgonzante y deswmtajosa para los uni
m_o se dwnb~yen los horarios de los canales de Televisa en la ursitario.f. TeleYisa, a cambio de dar difusión a las opiniones de
c~~dad de Mexico. Tal vez hay pocas sorpresas en esta indaga fa burocracia unilltrsilaria, recibfa un insustituible y muy valioso
cwn, pe:o siempre es. ~ti/ documentar en qué medida, con qué awd que la convertía en promotora de la cultura -atributo nun
proporct?~es, se eqw1tbra una programación que ya sabemos ca demostrado. pero fehacientemente pub/icitado por ese consor
"!erc;mttlJsta Y casi siempre chabacana. Es interesante por lo cio-. De la trayectoria de esa nlación entn la UNAM y Tefe·
~~mas, observa_r la d~"versidad de l!éneros que hay, por eje~1plo, en llisa se ot:Upa Fótima Femández Christlieb. Y de manera más
p
s pr~g:a~~1as _mfanttles. la vaTJedad de películas que conforman amplia, documentando opiniones sobn los efectos (que son Jos
· exhiblct~n. Cl~ematogrr:ifica de Televisa, o el decisivo peso que tie peores) que la tele11isión comercial tiene enll'e los niños de nues
nen lo.s notlCJarw.s dentro de la programación reciente. tro pafs y en general en la educación formol, escribe. Alberto Ro
Lo~ noticiario.~ son, precisamente, el tema que en un detallado jOs Zamorano. También dentro del grupo de ensayos re/ati!IOS a
es~udw abo:da José Luis GutiéTTez Espfndo/a. No sólo compara la influencia cultural de T eleYisa hemos incluido el de Humberto
metodos, diScursos y técnicas, sino que además se pregunta por
la r~sponsabili~ad social (frecuentemente incumplida) y por las • En abril f"Uado, # IJ th Tf'lt~isa ¡xuó a str caMf 9. co11 ,.¡ prop6.1ito th despejar la
functones polft1cas (muy a menudo evidentes) de los noticiarios bandtl dt' trrmsmUiOtWs y rkJr paw a IIIIIJWl'Q CQJtQ/ dtl Estado. ft 7, qiU! t:tJnWII:6a
de Televisa. En más de un momento, el andlisis de Gutiérrez Es- /llllfiOIIQrt'/18 dtnwyodt' /9/Jj.
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Musacchio sobre el fontificador y difícilmente soportable (aun en el despliegue propagandístico, en las transmisiones continenta
?ue ~xcele!'te Y admirable escritor) Octavio Paz: pocos persona les y sobre todo en e/ afán de Televisa por llegar a públicos mu
jes ejemplifican tan bien en los años recientes la capacidad enal cho más amplios y por hacer del público parte de la escenografía
tecedora pero a la vez degradadora que tiene Televisa. Primero de sus programas se halla la nueva y moderna política de masas
el consorcio u~ó a figuras intelectuales relativamente menores. de la derecha mexicana. No confundimos, por supuesto, el de
Pero en Octavto Paz, poeta de grandes méritos y ensayista bri sempeño modernizador, glamoroso inclusive, de Televisa, con la
ll?flfe, aunque mu!. controvertible, halló un colaborador excep derecha mexicana tradicional, acostumbrada a las catacumbas y
Cional, cuyo presugw. pareciera disimular las torpezas en que in a la oposición a priori. La de Televisa es una política de derecha
curre durante sus catedras televisadas. No disimuló tanto, en por sus rasgos conservadores, porque no busca cambios sino el
cambio, al c~e~tio~ar al gobierno democrático de Nicaragua y al mantenimiento de una situación donde esa empresa y sus dueños
cens~rar ast, mdtrectamente, la política exterior del gobierno han sido gananciosos indiscutibles.
mex1cano durante su discurso en Francfort, Alemanla Federal Pero es indispensable insistir en el pragmatismo político de
lransmitido Y reiteradamente vuelto a programar por Televisa. ~ Televisa. que a menudo adopta formas de mimetismo y oportuni
fines de 1984. dad tan interesantes como sintomáticas. Televisa, a diferencia de
Un par de ensayos más hace énfasis en sendos aspectos parti lo que se ha llegado a sostener desde la crítica contestataria, no
culare.f en el desarrollo reciente de Televisa. Carola García Cal se enfrenta permanentemente al Estado mexicano ni despliega un
derón examina la extensión de los sistemas privados de cable. proyecto exclusivamente propio, al margen de otras fuerzas de
controlados por el multicitado consorcio. La posibilidad de cubrir nuestro sistema político. Aunque, por ejemplo, durante el echeve
=~?as q~e de_ otra forma estarían marginadas de la comunica rrismo los dirigentes de Televisa se enfrentaron al gobierno para
CI.on. e md~t~ la oportunidad de emplear el cable para propi oponerse a una eventual intervención estatal en sus negocios,
ctar la telev/Sion comunitaria y la participación de la sociedad nunca rompieron lanzas con todo el aparato gubernamental. En
-como ha ocurrido exitosamente en otros países-, en México otro de los momentos de mayores fricciones con la burocracia
han estado ausentes (quizá, con algunas pequeñas excepciones a política. cuando la nacionalización de la banca decretada por Jo
cargo de concesionarios en provincia) debido al predominio de sé López Portillo (oportunidad en la que se llegó a decir, aun
Tef~visa. Otro texto más aborda el complejo problema de las re cUando ilusoriamente, que podría arribarse a una nacionalización
lact?nes laborales en ese consorcio. De ninguna manera puede de la radio y la TV), Televisa, aunque fue evidente que discrepa
dectrse que la situación de los trab(!jadores de Televisa sea des ba de esa decisión presidencial. procuró publicitaria bien y no an
ventajosa, en términos salariales o de prestaciones. Allí reside el tagonizar públicamente. Inclusive en esos dfas la empresa tenía
secret.o de la aparente .estabilidad en el trato entre empresa y motivos para congraciarse con el gobierno, pues había asegurado
trabajad~re~. Pero detras de la cordialidad que, también formal preferencia en la transmisión de señales vía satélite gracias al
m.ente, diStmgue esta relación existe todo un mundo de escollos, convenio que el gobierno de López PortiJ/o había suscrito poco
dificu~tad~s Y muchas presiones que mantienen aherrojadas a las antes (para más detalles remitimos al lector a la cronología de
organtzacwnes ~remiales de los trabajadores de Televisa. En esa Fernando Mejía en las páginas siguientes).
e'!lpresa hay, sm lugar a dudas, un sindicalismo blanco cuyas ac Televisa se ha constituido, no cabe duda. en adalid de la inicia
tttudes forman complicidades e incurren en complacencias res tiva privada. No son casuales los empeños de sus directivos para
pecto de la empresa. encabezar proyectos privatizadores como el que adoptó las siglas
Tambi~~· por ~/timo, nos ocupamos de algunas implicaciones LESA (Libre Empresa, S.A.), constituido en abril de 1984 y cu
de la poltttca rectente de Televisa que, a todas luces, resulta más )'OS propósitos reveló el periodista Manuel Buendía muy poco an
agre~¡va, Y? no. se esconde y tampoco soslaya la vocación por tes de morir. La extensión en las áreas donde Televisa se encuen·
prestonar, ~nflwr y proponer respecto de la situación política en tra involucrada. que ya no se reducen al negocio de las comuni·
nuestro pats. Creemos que no exageramos cuando decimos que caciones sino que incursionan en la alianza cvnfabricantes de di-
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1
--r -------------
1•er.ws productos comerciales, explican esa preocupación por aba
cir, ni de crear empleos, ni mucho menos de fonalecer la ec;ono
tir la intervención estatal en la economía y lograr mayores pre
mía del país, sino esencialmente el de aumentar sus gananctas al
rrogativas para la empresa privada. Televisa tiene un proyecto de
costo que sea. . . . . ,
país, aunque sea un proyecto escasamente explicito. Se trata de
En esa pragmálica acmud. Televua puede negoctar !ambt~n
un proyecto privotizador, de mayor inregración a la órbita de las
con algunos de Jos sectores q~e ~la cuestionan_ y que '?c~ustve
economías de mercado, que involucra a grupos privados de diver
han demandado la nociona/¡zacwn del consorcw. En ;ulw de
so.s países en el área latinoamericana y que, por todo ello, tiende 1984 el presidente de Televisa suscribió un convenio de colabora
a debilitar la consolidación de México como nación. Es. de tal ción 'nada menos que con Fidel Velázquez, cuya CTM ha sido
forma, un proyecto que tácticamente pasa por apoyos al gobier
particularmente crítica hacia la radiotelevisión privada. La cen
no e inclusive por la reivindicación de algunos fundamentos ideo tral obrera, aparentemente, podría producir series de programas
p
lógicos del Estado mexicano, pero que estratégicamente combate de educación sindical y para propagandizar sus posicione.s.
contra principios como la reivindicación de demandas populares y consorcio, aunque no se dijo explícitamente, ganaría mucho mas:
la solidaridad con el derecho de autodeterminación de otras na un nuevo espaldarazo, esta vez de uno de los pilares del Esta_d~
ciones. Por eso, cuando se ocupa de asuntos que afectan su con mexicano. De ese negocio, claramente desventajoso para la dm
cepción a largo plazo, Televisa se vuelve profundamente agresiva, gencia obrera, no se dijo nada más (por lo menos hasta cuon_do
como ha ocurrido cuando reseña huelgas o acciones obreras, o, redactamos estas líneas), pero dicha colaboración ha podtdo
de.ftacadamente, cuando se ocupa de la política exterior mexica apreciarse en las frecuentes entrevistas que los líderes cete~istas
na hacia regiones como Centroamérica. Pero fa mayoría de las conceden a Televisa (especialmente en el programa Reportaje, del
veces el consorcio privado de fa radiotelevisión puede y busca
inteligente periodista Ricardo Rocha).
contemporizar con el gobierno mexicano. Después de todo. tiene Si Televisa logra acuerdos con la CTM . más fácilmente pu~de ha
más cosa.s para agradecerle que la.s que podría reprocharle. Si cerlo con otros grupos del Estado y el sistema político mexicanos.
Televisa se ha desarro/Jado con tanta facilidad (impunidad, po Su influencia ( transnacional, contundente, tan amplia que a veces ~e
dría decirse también) ha .sido por la complacencia de los gobier sulta difícilmente perceptible) obliga a agudizar el análisis Y a '!'e;o
no.~ recientes, que han ob.sequiado concesiones, han regalado di rar fa discusión sobre ella. A tales propósitos quiere contribuiT este
nero que deberían recaudar por concepto de impuestos y han pre libro. Hay que conocer y discutir la historia y la actualidad de Tele
ferido a Televisa, inclusive por encima de la televi.sión del propio visa, pero también es preciso debatir, de.sde ya, sus proyectos para. el
Estado. No es un .secreto que mucho.s funcionario.s públicos pre futuro. Estamos en la era de las comunicaciones electrónicas y nm
fieren anunciar su.s proyecto.s a travi.s del noticiario de "Jacobo" gún sector ha podido aprovechar en México (y quizá en Latinoa_m_~
que en la tediosa y menos vista televisión manejada por el gobier rica toda) con tanta diligencia y eficacia como Televisa las postbtb:
no. Tampoco Jo es que Televisa dedica espacio y recursos para dudes de las nuevos tecnologías. Cuando este libro aparezca. estora
difundir fas declaraciones y los anuncios oficiales. dentro de un muy cercana la colocación en órbita del primer .fatélite mexicano de
inestable pero nunca cancelado equilibrio entre el consorcio y el comunicaciones (el Morelos-1 ), cuyo apro~chomiento Ita asepra
gobierno mexicano. Como indicamos en el texto final de este li do, a pesar de algunas reticenCias gubernamemales Y las que;~~ t}e
bro, Televisa se ha convertido en prototipo de un empresariado diversos grupo.s sociales, el consorcio privado de la radiotel~vi~wn.
moderno, realista. que apoya al gobierno cuando le conviene. que Estamos también cerca del Mundial de Futbol de 1986, que mdiscu
establece acuerdos con quien se pueda, pero siempre a condición tiblemente trasciende al ámbito deportivo y para el cual el gobierno
de no perder. Sin embargo, es. paradójicamente. un empresariado mexicano ha prodigado licencias, concesiones y posibilidad de ga
egasamente emprendedor, como no .sea para especular o para nancias multimillonarias al consorcio T e/evisa.
negociar con criterios exclusivamente rentista.s. Los negocios de Pero más allá de la coyuntura, a Televisa le interesa garantizar .su
Televüa. como los de una cada vez más extendida generación de expansión y su influencia. Más que los satélit~s.del sistema ~o~e
empresarios mexicanos. no tienen el propósito esencial de produ- los, el consorcio tiene la mira puesta en un sateltte de comumcacw-
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