Table Of ContentREVISTA DE MÚSICA
Año XXVII - Nº 271 - Febrero 2012 - 7 €
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DOSIER
Sergiu Celibidache
ENCUENTROS
Antón García Abril
ACTUALIDAD
Michael Nyman
REFERENCIAS
Primera de Brahms
Próximos conciertos
Madrid
Jueves, 02 de febrero de 2012
Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música · 19:30h
Príncipe de Vergara, 146 · Madrid
Reserva de invitaciones: [email protected]
Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea
Fundación BBVA 2011-2012 PluralEnsemble
Retrato IV Mauricio Kagel / Matthias Pintscher
Director invitado: Matthias Pintscher
Madrid
Sábado, 11 de febrero de 2012
Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música · 19:30h
Príncipe de Vergara, 146 · Madrid
Final
Tercer Concurso Internacional de Composición
Auditorio Nacional de Música
Bilbao
Martes, 14 de febrero de 2012
Sede de la Fundación BBVA · 20:00h
Plaza de San Nicolás, 4 · Bilbao
Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea
Fundación BBVA Bilbao 2011-2012
Ensemble Kuraia / Elena Gragera
Obras de Stravinsky, Gubaidulina y Erkoreka
Madrid
Sábado, 18 de febrero de 2012
Sede de la Fundación BBVA · 19:30h
Paseo de Recoletos, 10 · Madrid
Ciclo de Conciertos de Solistas
Fundación BBVA 2011-2012
Recital de Alberto Rosado y Carlos Apellániz (dos pianos)
Entrada libre hasta completar aforo · Imprescindible confirmar asistencia: [email protected] · 91 374 54 00 · 94 487 52 52
Para informarse sobre otras actividades o darse de alta en el sistema de alertas de la Fundación BBVA, visite www.fbbva.es
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AÑO XXVII - Nº 271 - Febrero 2012 - 7 €
2 OPINIÓN DOSIER 77
Sergiu Celibidache
CON NOMBRE
A la sombra del oráculo
PROPIO
78
6 Michael Nyman Arturo Reverter
Pensador, intérprete y
David Rodríguez Cerdán
director
82
Juan García-Rico
8 AGENDA
Fieramente humano
86
Juan Antonio Llorente
12 ACTUALIDAD
NACIONAL ENCUENTROS
Antón García Abril
90
28 ACTUALIDAD David Rodríguez Cerdán
INTERNACIONAL
EDUCACIÓN
34 ENTREVISTA Pedro Sarmiento 93
Hilary Hahn
JAZZ
Ana Mateo
94
Pablo Sanz
38 Discos del mes
LA GUÍA 95
41 SCHERZO DISCOS
CONTRAPUNTO
Sumario
96
Norman Lebrecht
Colaboran en este número:
Daniel Álvarez Vázquez, Íñigo Arbiza, Emili Blasco, Alfredo Brotons Muñoz, Jacobo Cortines, Patrick Dillon, Pierre Élie
Mamou, José Luis Fernández, Fernando Fraga, Joaquín García, José Antonio García y García, Juan García-Rico, José
Guerrero Martín, Fernando Herrero, Bernd Hoppe, Paul Korenhof, Norman Lebrecht, Juan Antonio Llorente, Bernardo
Mariano, Santiago Martín Bermúdez, Joaquín Martín de Sagarmínaga, Enrique Martínez Miura, Blas Matamoro, Ana Mateo,
Juan Carlos Moreno, Antonio Muñoz Molina, Rafael Ortega Basagoiti, Josep Pascual, Enrique Pérez Adrián, Javier Pérez
Senz, Pablo del Pozo, Francisco Ramos, Elisa Rapado Jambrina, Antonio Lasierra, Arturo Reverter, Pablo L. Rodríguez,
David Rodríguez Cerdán, Barbara Röder, Leopoldo Rojas-O’Donnell, Ignacio Sánchez Quirós, Pablo Sanz, Pedro Sarmiento,
Bruno Serrou, José Luis Téllez, Eduardo Torrico, Jesús Trujillo Sevilla, Asier Vallejo Ugarte, Claire Vaquero Williams, Pablo
J. Vayón, José Luis Vidal, Albert Vilardell.
PRECIO DE LA SUSCRIPCIÓN: Esta revista es miembro de ARCE, Asociación de Revistas Culturales
por un año (11 Números) de España, y de CEDRO, Centro Español de Derechos Reprográficos.
SCHERZO es una publicación de carácter plural y no pertenece ni
España (incluido Canarias) 70 €.
está adscrita a ningún organismo público ni privado. La dirección
Europa: 105 €. respeta la libertad de expresión de sus colaboradores. Los textos fir-
EE.UU y Canadá 120 €. mados son de exclusiva responsabilidad de los firmantes, no siendo
Méjico, América Central y del Sur 125 €. por tanto opinión oficial de la revista.
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OPINIÓN
EDITORIAL
N
INDUSTRIA Y CULTURA
Ó
Los recientes nombramientos de altos cargos en la Secretaría de Estado
de Cultura corresponden a un perfil decididamente técnico, acorde al
desarrollo de funciones que implican un marcado carácter de gestión.
Casi íbamos a continuar con el tópico: pura y dura. Pero quizá ahí esté
I el matiz, en que pureza y dureza no están reñidas con un material de delicada
manipulación como es la cultura —de su creación a su difusión—, un derecho
N de los ciudadanos que, no se olvide, nuestra Constitución contempla en su
Prólogo y, en sus diferentes aspectos, en los artículos 9, 44, 46, 48 y 50.
Parece evidente que los nombramientos a que aquí nos referimos —la Direc-
ción General de Industrias Culturales y la del Instituto Nacional de las Artes Escé-
I nicas y de la Música— tienen que ver con la reorganización económica de las
relaciones entre el Estado y la cultura. Y que a veces se opina con demasiada
P ligereza sobre lo que la economía general debe aportar a las empresas culturales,
cayendo en el doble error de considerar que éstas debieran dejarse a su suerte y
que aquélla las ha apoyado hasta el exceso. Ya se ha oído un término peligrosí-
O simo por parte de un responsable de cultura autonómico: “la burbuja cultural”. Y
lo inmediato es hablar del modelo norteamericano como ejemplo a seguir sin
saber que las condiciones de uno y otro ámbito han sido tradicionalmente, y lo
son todavía, bien distintas y sin advertir el debate creciente en Estados Unidos
acerca de las bondades del modelo europeo como democratizador del acceso a
la cultura y como capaz de hacer más libre el funcionamiento programador de
las instituciones dependientes por completo del capital privado.
En el nuevo organigrama de la Dirección General de Industrias Culturales
figura sumida la extinta Dirección General del Libro, que es de quien dependían
las ayudas a las revistas culturales. Vaya por delante que la pérdida de su deno-
minación ya clásica no debiera suponer la caída de una actividad necesaria, se
llame como se llame. Y también es verdad que será difícil objetivar ahora como
subvención lo que era una administrativamente mal articulada compra de ejem-
plares de aquellas revistas que, sin embargo, estaba destinada a un consumidor
final que no era otro sino el usuario de las bibliotecas públicas, tan en su dere-
cho a ser ayudado a leer como el asiduo a un restaurante de lujo o a una tienda
de moda a consumir un proyecto nacido de una empresa igualmente apoyada
por la Administración. No parece, tampoco, que las revistas culturales tengan
menos derecho a ser subvencionadas que otros sectores editoriales o del mundo
de la comunicación ni que deban resignarse, culpables de nada, a formar parte de
ese chocolate del loro que tantas cosas útiles suele llevarse por delante. Y si la
moda o la cocina —tan apoyadas institucionalmente— son industrias culturales,
no parece que lo sea menos la mucho más barata edición de revistas especializa-
das, una industria pequeña, sí, mínima en algunos casos, pero que contribuye a
otra mayor con una presencia importante en nuestro PIB, que sostiene unos
cuantos puestos de trabajo y que algo aporta a la educación de los españoles.
Así, pues, lo conveniente sería que la Administración y las revistas culturales
—agrupadas en su mayoría en ARCE— llegaran lo antes posible —el tiempo
aquí vuela peligrosamente— a un acuerdo acerca de cómo articular unas sub-
venciones que suponen un porcentaje importante en las posibilidades de super-
vivencia de aquéllas. En un modelo en el que la subvención es fundamental para
el mantenimiento de la oferta cultural y, al mismo tiempo, en una época de cri-
sis, dejar caer a las revistas frente a otros sectores más caros carece de sentido, y
más si tal caída es inmerecida. Hace poco el experto en temas de edición Joa-
quín Rodríguez exponía sensatamente cuál puede ser el criterio: “la calidad del
producto y contenido propuesto; su regularidad; el impacto generado; el grado
de consolidación de la empresa y la posible creación de empleo cualificado y
estable”. Y es que esa es la única forma de devolver a la sociedad lo que ésta
aporta a una parte de su desarrollo cultural. Y bienvenidas sean a la vez las nue-
vas leyes de patrocinio y mecenazgo en un contexto en el que se rumorea —y
algo más que eso— el fin del compromiso de algunas instituciones con sus obras
sociales, o para decirlo más concretamente, con sus programas culturales, es
decir, con aquello que les distinguía en su relación con esa misma sociedad que
confiaba en ellas su dinero precisamente por eso.
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OPINIÓN
La música extremada
EL FIN DEL SILENCIO
Diseño
de portada J
usto en un momento en
Argonauta
Foto portada: el que la música está tan
Peter Miller / DG cerca del silencio que el
oído humano casi no
Edita: SCHERZO EDITORIAL S.L. puede distinguirlos entre sí,
C/Cartagena, 10. 1º C
igual que la pupila no distin-
28028 MADRID
Teléfono: 913 567 622 gue entre la noche y el día en
FAX: 917 261 864 un cierto instante del crepús-
Internet: www.scherzo.es
E mail: culo o entre el agua y el cielo
Redacción: [email protected] en el horizonte del mar, justo
Administración: [email protected]
entonces, cuando Alan Gil-
Presidente:Santiago Martín Bermúdez bert dirigía a la Filarmónica
de Nueva York casi al final
del Adagio de la Novena de
Mahler, se oyó en el patio de
REVISTA DE MÚSICA butacas del Avery Fisher Hall
el sonsonete de marimba de
Director:Luis Suñén
un iPhone. Y siguió sonando
Redactor Jefe: Enrique Martínez Miura
con impertinente insistencia
Edición: Arantza Quintanilla hasta que ni el director ni la
orquesta pudieron ya fingir
Maquetación: Iván Pascual
que no oían nada, de modo
Secciones que Alan Gilbert paró el con-
Discos: Luis Suñén cierto, y esa música que
sobrecoge el alma y detiene
Educación: Pedro Sarmiento y
Joan-Albert Serra el tiempo cada vez que uno la escucha patatas que una señora —eso sí, con
quedó desbaratada. los ojos brillantes de lágrimas— escar-
Jazz: Pablo Sanz
Se ve que no hay remedio. Que baba a mi lado. Julian Barnes tiene un
Libros: Enrique Martínez Miura
cada vez hay menos espacios y menos cuento magnífico en el que un apacible
Consejo de Dirección: Manuel García Franco,
oportunidades para disfrutar de verdad melómano inglés se convierte en asesi-
Santiago Martín Bermúdez, Barbara McShane,
Enrique Pérez Adrián, Pablo Queipo de Llano la música o para disfrutar el silencio, o no en serie para vengarse de los auto-
Ocaña, Arturo Reverter lo que es mejor todavía, disfrutar más res de ruidillos que saben elegir infali-
Departamento Económico: José Antonio Andújar de la música porque se es consciente blemente el momento en que su activi-
del silencio que hay tras ella, antes del dad hará más daño. El cuento lo leí en
Departamento de publicidad principio y después del final, o disfrutar una época en la que aún no había
Cristina García-Ramos (coordinación) del silencio porque la referencia a un comenzado la invasión universal de los
[email protected]
Magdalena Manzanares sonido musical nos lo hacen más per- tonos de llamada de los móviles: en
[email protected] ceptible. Parece que casi nadie quisiera una versión más actual el melómano
estar nunca en silencio. Parece que homicida y distinguido de Barnes ten-
Relaciones externas: Barbara McShane amar una música que exija atención dría que actuar como uno de esos ase-
Suscripciones y distribución: Choni Herrera plena y recogimiento es una prueba de sinos con hachas o sierras eléctricas de
[email protected] anacronismo. Y hasta es más insultante las películas gore.
Colaboradores:Cristina García-Ramos que ese percance de la musiquilla inva- Hace poco, en un restaurante
sora del iPhone haya sucedido en un moderno de Barcelona, la conversa-
Impresión concierto de la Filarmónica de Nueva ción sobre música que estábamos
GRÁFICAS AGA York, que tiene un vínculo tan estrecho teniendo el compositor Benet Casa-
Depósito Legal: M-41822-1985
con Mahler: con él mismo en esos años blancas y yo nos la saboteaba el
ISSN: 0213-4802
de enfermedad y presentimiento de la estruendo de la música ambiental. Le
muerte que culminan en la Novena, y sugerimos a la camarera la posibilidad
Scherzo Editorial, S. L. , a los efectos previstos en el
también con su discípulo Bruno Walter de bajarla: nos miró de arriba abajo
artículo 32.1, párrafo segundo del vigente TRLPI, se
opone expresamente a que cualquiera de las páginas de y con Leonard Bernstein, a quien debe- como a dos penosos carcamales. Benet
Scherzo-Revista de música, o partes de ellas , sean mos que Mahler sea un compositor de me contaba que para desquitarse de la
utilizadas para la realización de resúmenes de prensa.
la segunda mitad del siglo XX. mala música o del ruido al volver a
Cualquier acto de explotación (reproducción,
distribución, comunicación pública, puesta a disposición, Pero no hay escapatoria. En el Car- casa escucha cantatas de Bach: cuanto
etc.) de la totalidad o parte de las páginas de Scherzo- negie Hall, durante esos instantes fina- peor la música, cuanto más desagrada-
Revista de música, precisará de la oportuna autorización, les en que el violín se desvanece en ble el ruido, más cantatas, como un
que será concedida por CEDRO mediante licencia dentro
de los límites establecidos en ella. silencio al final del concierto de Alban depurativo. Quizás él, cuando compo-
Berg, el móvil empezó a sonarle a ne, compone también contra el ruido,
alguien en la misma fila en la que yo igual que el escritor escribe contra la
estaba. En la Metropolitan Opera, años infección aturdidora y embustera de las
© Scherzo Editorial S.L.
Reservados todos los derechos. atrás, el adiós a la vida de la pobre Vio- palabras.
Se prohíbe la reproducción total o parcial por ningún leta de Verdi me lo amenizó el crujido
medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,
grabados, o cualquier otro sistema, de los artículos de la masticación y el de la bolsa de Antonio Muñoz Molina
aparecidos en esta publicación sin la autorización expresa
por escrito del titular del Copyright. 3
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OPINIÓN
Música reservata
EL LATIDO DE ÁFRICA
Como se sabe, György Lukács sostenía que el ritmo, la trada (más de cuarenta horas) en el rodaje. De este modo, y
materia básica de cualquier realidad musical, nacía de sin decirlo, el arranque del film invoca a Lukács justamente
la necesidad de crear patrones de repetición que faci- para refutarlo: es la música el verdadero elemento que orga-
litaran el trabajo y mejorasen su rendimiento. A pri- niza, no ya el sentido, sino, sobre todo, la ontología de la
mera vista parece una idea convincente, en la medida en discursividad, la lógica misma de lo mostrado. Africa the
que cualquier actividad productiva que requiera un esfuerzo beat se subtitula Música y vida en el corazón de los wagogo:
continuado y repetido (desde clavar un clavo a asentar ladri- la música (es decir: el ritmo) se reivindica así como materia
llos) acaba generando un patrón rítmico particular: en los primordial de la aventura humana, que el pueblo wagogo
tiempos del telar manual, un tejedor experto era capaz de encarna como jubilosa sinécdoque.
identificar determinado dibujo sin necesidad de verlo, tan El film prescinde por completo de la voz en offque justi-
sólo con escuchar el ritmo establecido por la lanzadera y los fique el orden de las imágenes, obligada en esta clase de tex-
pedales al fabricarlo (es decir: por la músicainherente al tra- tos: tan sólo escuetos intertítulos que o bien suponen meros
bajo). Pero la realidad es que la hipótesis resulta especiosa, indicadores temporales (el ciclo de las estaciones o las horas
toda vez que Lukács prescinde de del día) o bien aportan diminutas
los ritmos consustanciales con la meditaciones sobre la naturaleza de
propia existencia humana, ritmos ese mismo transcurrir, tales como
primigenios como la respiración o refranes y dichos en torno a los tra-
el pulso, anteriores, si cabe, a cual- bajos y los días que sintetizan el
quier acción creativa. Es obvio que pensamiento que vertebra el film: la
la oposición rítmica básica frase “el tiempo no transcurre: late”
alzar/dar es equivalente al ritmo constituye un ejemplo de singular
derecha/izquierda del paso huma- representatividad. Un tiempo ahis-
no: la propia velocidad del caminar tórico, circular, el tiempo del mito,
corresponde, en sí misma, al tempo siempre igual y siempre diferente,
musical. el tiempo como una corriente que
Ese mismo ritmo binario, en su baña y envuelve la vida, siempre
versión más inmediata como ritmo idéntica y siempre renovada. El úni-
de majar el cereal mediante una co elemento diegético a lo largo de
clava en un mortero asentado en el los 59 minutos de la cinta es el pro-
suelo, es el punto de partida de ceso de manufactura de un tambor
Africa, the beat, un notabilísimo (instrumento, por cierto, y sorpren-
documental sobre la música del dentemente, destinado entre los
pueblo wagogo de Nzali, en Tanza- wagogo exclusivamente a las muje-
nia, que pudo verse el pasado 10 res) sin otra herramienta que una
de enero en la parisina Cité de la azuela a partir de un rollizo de
Musique, en La Villette, y que, madera sin desbastar, proceso que
cuando el lector se asome a estas no pretende ser una medida del
líneas, estará ya camino del Goethe tiempo real ni suplantarlo, sino que
Institut de Dakar, la Universidad de articula una especie de micro-relato
Princeton (USA), la MacGill School interno cuyo referente es el propio
of Music y la Universidad de Mon- tiempo fílmico cuyo desarrollo y
treal, realizando un periplo académico restringido a especia- clausura puntúa, comenta y anticipa.
listas previo a su presentación pública en diversos Festivales. Todo lo dicho hace que el film tenga un carácter real-
El film parte del trabajo etnomusicológico de Polo Vallejo, mente singular: no hay la menor pretensión de didactismo,
de quien ya se habló en estas mismas páginas (SCHERZO, se refuta toda posibilidad de contemplar el texto desde fuera
julio de 2004) con motivo de la edición de su magnífico libro de sí mismo en un plano intelectivo presuntamente superior
sobre el folclore infantil de esta cultura tanzana (Mbudi, al de la propia realidad descrita, una realidad socio-estética
mbudi na mhanga: el universo musical infantil de los wago- compacta e independiente de la realidad fílmica a partir de
go de Tanzania, edición del autor, Madrid, mayo de 2004. ella obtenida. Ni la vida ni la música (ni el propio film) se
www.polovallejo.com). Africa the beat aparece firmado con explican: simplemente, suceden. Por lo demás, incluso las
el pseudónimo colectivo Samaki Wanne (que en el dialecto limitaciones presupuestarias trabajan a favor del texto: tal
local significa Cuatro peces) y que, junto al propio Polo sucede con la fascinante secuencia nocturna, cuyo ambiente
Vallejo, agrupa al también compositor Javier Arias Bal, el irreal y casi onírico es una consecuencia directa del hecho
cineasta Pablo Vega y el pintor Manuel Velasco. de no disponer de otra iluminación que la producida por los
Se trata de un trabajo de verdadera categoría, no ya etno- faros de los vehículos todoterreno del propio equipo de
musicológica, sino, y sobre todo fílmica: el ritmo propio de rodaje.
la molienda del maíz que abre el relato es presentado, no Africa the beat es un portento de sensibilidad y respeto
tanto como el punto de partida de la música (que, paulatina- enunciativo carente del menor vestigio de paternalismo: un
mente, derivará de esa pulsación básica para desplegar a lo verdadero documental en el sentido más elevado del térmi-
largo de la cinta toda su admirable complejidad) sino, y no que, como la música que contiene, es de un refinamiento
sobre todo, como carácter de pertinencia (en tanto que se y una belleza sorprendentes, espontáneos y conmovedores.
trata de un patrón rítmico autosuficiente) que permita orga-
nizar el material seleccionado entre la ingente cantidad regis- José Luis Téllez
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CON NOMBRE PROPIO
El minimalista en progreso
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MICHAEL NYMAN
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Aunque al filósofo Richard Woll- tal: John Cage en adelante), pero entre
heim se le tiene por el acuña- tanto el máximo exponente del mini-
dor del “minimalismo”, fue el malismo británico escribió un libreto
compositor Michael Nyman de ópera (el de Down By The Green-
(Londres, 1944) quien se apropió el wood Side de Harrison Birtwistle
término para catalogar las piezas hirsu- [1969]), hizo sus pinitos en el videoarte
tas de Cornelius Cardew. Luego el tér- subversivo (Pot Legalise Rally, 1968) y
mino saltó el charco y el resto es histo- estableció las bases de su música,
ria. Esta contribución de Nyman a la apuntalada en un neotonalismo pulsá-
musicología se produjo en 1968; des- til inspirado en la estética isabelina, el
pués vendrían otras (como el bombazo barroco de Purcell, la ópera mozartia-
ensayístico de 1974 Música experimen- na y el jazz de posguerra y vanguardia.
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CON NOMBRE PROPIO
MICHAEL NYMAN
Tomando ejemplo de sus homólogos Winterbottom (Wonderland, El rada con su banda y su piano o crear
norteamericanos, no tardó Nyman en perdón) o Neil Jordan (El fin del álbumes conceptuales perfectamente
organizar un organicum estable para romance) los que ha saldado con sus inclasificables (La Traversée de Paris,
interpretar su música, fundando en páginas más indisputables. Operista de Michael Nyman). No obstante, este
1976 el ensemble-consort The Campie- corazón, que no de raza, Nyman ha inquieto políglota del arte ha escrito
llo Band —más tarde metamorfoseado escrito para este género obras tan también su música con imágenes; tanto
en The Michael Nyman Band y des- especulativas como El hombre que es así que su maleta de impresiones
pués en The Michael Nyman Orches- confundió a su mujer con un sombrero fotográficas —inspiradas en la “música
tra—, un trasunto de las bandas rústi- (1986) —sobre una experiencia neuro- visual” de los montajes de Dziga Ver-
cas inglesas de finales del XVIII dotado lógica de Oliver Sacks—, Facing Goya tov— le ha dado ya para un fotoálbum
del mismo timbre bochinchero gracias (2000) —“una ópera de ideas”— o —Sublime (2008)—, una exposición de
a su trío de saxofones, bombardino y Man and Boy: Dada (2003) —sobre el videoarte (Videofile) y no pocos discos
trombón bajo. Egotista consumado, artista Kurt Schwitters—, basándose en temáticos. Si a eso le sumamos la crea-
loco del fútbol (uno de sus discos más la irreverente premisa de que “la ópera ción de una discográfica que preserva
vendidos, After Extra Time, contiene debería ser tan aséptica como la cien- su catálogo entre algodones y un
tres piezas sobre el balompié) y provo- cia” y en una preocupación bioética reciente documental sobre su persona
cador infatigable (sus actualizaciones por el carácter de la individuación, las (Mychael Nyman: Composer in Pro-
en Facebook y Twitter suelen ser abominaciones ideológico-científicas y gress) no cabe duda de que de mini-
incendiarias), Nyman se ríe del puris- las reificaciones históricas (el Holo- malista Nyman ya sólo tiene las gafas.
mo y vindica la condición posmoderna causto, las purgas estalinistas). Pero
y abierta de toda idea musical, siendo Nyman siempre ha sido un outsiderde David Rodríguez Cerdán
precisamente uno de sus rasgos estilís- la música culta, y a pesar de sus nume-
ticos más definitorios el reciclaje à la rosos conciertos, cuartetos y ciclos líri-
os: Francesco Guidicini Hrmtleaéon acúb pneslaianiieccr d,zaac a ”euaq, lad Iuhnl(q e“a duT r eiiedoarm iildDcorpo,hgo l oernaleó o ecpG ponqrioon ouarvd e llagup anhu rcicannimrégai leo oe(or b1 aecr9r esaev7 cs e7ui“izó)cas nlare—ai)rnar,, cdeLlpaoixiaz s-sscacB oraunld nuroessrtn ,oa h Deo laaclar sotamse no pnoE urinfsodlimt ggorAurea laprnlbmalr aaosDra bnMcdal,ivee oolimlandr epe abMnso ae tpncdenA de, c ca lomata eFbmmomlrynobipirt nis oaeoger-l NSS2Mia0xyún1tmsh 2Si ac.Pe naBba. raaB2tsr a3otcni-efá dIltnIo.-h.2nN eK0a yW1u. m2rPos.aaa rMlnlaad,lu. i.Vc 2dhe2eart- eoIlIlav-’s
ot del catálogo” mozartiana— y que des-
F
arrolló con gran refinamiento en la
DISCOGRAFÍA SELECCIONADA
banda sonora de la película de Peter
Greenaway El contrato del dibujante
(1982). Como músico de cine, precisa- MICHAEL NYMAN. THEMICHAELNYMANBAND/ Director: MICHAELNYMAN. MN.
mente, se inicia de la mano de este THE PIANO.Edición Remasterizada.MICHAELNYMAN, piano: JOHNHARLE, saxos alto y
polémico cineasta galés, para cuyas soprano;DAVIDROACH, saxos alto y soprano;ANDREWFINDON, saxos tenor y barítono, flauta y
películas (vg.: El vientre de un arqui- flauta contralto. MIEMBROSDELAFILARMÓNICADEMÚNICH. Director:MICHAELNYMAN.Virgin.
tecto, El cocinero, el ladrón, su mujer y CONCERTOS.JOHNHARLE, saxofón; JULIANLLOYDWEBBER, violonchelo; ELISABETH
su amante, Conspiración de mujeres, CHOJNACKA, clave; CHRISTIANLINDBERG, trombón. ORQUESTAPHILHARMONIA. SINFÓNICADELA
Los libros de Próspero) escribe unos BBC. MICHAELNYMANSTRINGORCHESTRA. Director: MICHAELNYMAN.EMI.
números idiosincrásicos, si bien son MGV / THE PIANO CONCERTO.KATHRYNSTOTT, piano. MICHAELNYMANBAND. REAL
los trabajos para Jane Campion (El pia- ORQUESTAFILARMÓNICADELIVERPOOL. Director: MICHAELNYMAN.MN.
no), Volker Schlöndorff (El ogro), NYMAN/GREENAWAY REVISITED.THEMICHAELNYMANBAND. Director: MICHAEL
Andrew Niccol (Gattaca), Michael NYMAN.MN.
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AAAGGGEEENNNDDDAAA
A Primera grabación de sus obras
LAS FUGAS DE PABLO QUEIPO DE LLANO
D
Pablo Queipo de Llano
(Bilbao, 1971) no es
N sólo un experto vival-
diano —ahí está su
libro El furor del Prete Rosso
o sus reconstrucciones de
conciertos incompletos del
E veneciano— sino, además,
un compositor que vincula
su creación a la música anti-
G gua. El sello discográfico
español Enchiriadis acaba
de lanzar con la colabora-
ción de la Fundación Scher-
A zo la primera grabación de
sus obras con el título de
Fugas, recogiendo veinticin-
co de ellas compuestas para
cuatro partes de cuerda y
bajo continuo en estilo
barroco. Los intérpretes son
el Ensemble Fisarchi, cuar-
teto florentino —dos violi- cuerda y bajo continuo, que Sæculorum, sociedad inter-
nes, fisarmonica y violon- recrean y exploran el len- nacional de compositores
chelo— dirigido por el vio- guaje musical del barroco contemporáneos consagra-
linista Daniele del Lungo y tardío —entre 1700 y da a la recreación de la
que emplea instrumentos 1750— mediante un empleo música barroca y a la reivin-
de cuerda modernos si bien riguroso y fidedigno de las dicación del lenguaje tonal
tañidos con arcos barrocos. técnicas compositivas de la como corriente de plena
Pablo Queipo de Llano es época, con un especial cul- vigencia. Sus obras han sido
autor también de dos colec- tivo del contrapunto y la estrenadas en Austria, Espa-
ciones de conciertos para fuga. Es miembro de Vox ña e Italia.
Un libro de Armando Alfonso
PADRE E HIJO
El compositor y director su relación intensísima con
de orquesta Armando la Orquesta Sinfónica de
Alfonso (París, 1931) Tenerife, Armando Alfonso
ha escrito unas memo- cuenta su vida al hilo de la
rias que son también un de su padre primero pero
recuerdo, una biografía si luego con la soltura que da
se quiere, de su padre, el la voluntad de recopilación
igualmente compositor, y reflexiva y un bien logrado
pianista además, Javier deseo de entretener. Se opi-
Alfonso. Se trata, pues, de na con pasión de lo que ha
ofrecer el panorama de dos pasado, se citan muchos
vidas cruzadas —“entre mi nombres, y se ofrece una
padre y yo hemos vivido buena selección de ilustra-
más de cien años”, dice el ciones. En un país que tiene
autor en la introducción del tanto miedo a la memoria
volumen—, de dos vocacio- por escrito, siempre son de
nes unidas y ligadas a épo- agradecer libros así.
cas distintas de la peripecia
musical española. De su
formación como director a Armando Alfonso:
su jubilación como catedrá- Recuerdos de dos vidas
tico, pasando por su trabajo de músico. Madrid,
en el ballet de Pilar López o Alpuerto, 2011. 496 págs.
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Description:confundió a su mujer con un sombrero Estreno de Candide de Bernstein en la Ópera de Roma .. bir las obras. da en Japón, constituye el.