Scherzo. Núm. 65

148 Pages·2008·24.89 MB·Spanish

el poder de la voluntad
f
CLASSICS
La
esencia de
lo clásico
M O Z A K '1
Edita
© SCHERZO EDfTORIAL SA
OManjués de Mondéjar. 11 -1° D
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Orozco. Jazz: Ebbe Traberg. Música contemporánea;
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Javier Alfaya, Julio Andrade Malde. Roberto Anóiade
Malde, Rafael Banús Injsta, Alfredo Brotóns Muñoz,
Francisco Busno Camejo, Santiago Suero Salinas.
Dominio del Campo Castel, BJas Cortés, jacobo Cor-
tmeí. Pedro Elias, Femando Fraga, Tomas Garrido,
Florentino Gracia Utnllas, Marc Heilbron, Henry-Louis
de La Grange, Enrique Matías, Nadir Madriles, Santia- Año Vil - n ° 65 - Junio 1992 - 500 ptas.
frj Martfri Bennúdez, Joaquín Martín de Sagarinlnaga.
nnque Martínez Miura. Francesc K Mata, Blas Mata-
moro. Ángel P. Mayo, Luis Morales Giatomán, Rafael
Nebot, Rafael Ortega Basagoiti, Ennque Pérez Adnán,
(osé Luis PérE¡ de Arteaga, Luigi Pestalozza, Teresa
Pneto PaJomo, Arturo Reverter, Manel Rodeiro. Car-
Im Ruiz Siíva, José Simó, leffrey C Smrth, Luis Surten, OPINIÓN 4
Gustavo Támbaselo, Ebbe Traberg, Maximiano Trape-
ro, losé Luis Vidal, Albert Vilardell, Rafael Yánez Pérez. TRIBUNA UBRE:
- La reina y el demonio, S/os Matnmoro 7
Coordina el Dosier de este número:
Ajtunj Reverter
ACTUALIDAD 10
Diserto de p
- Entrevista con Peter Maxwell-Davies,_/ov(erA//ó/o 28
Arquetipo
FMO de portada- ENTREVISTA:
|org Reichardt/D.G.G.
Publiodod, redocoon y odmnistiaoón: - James Levine, el poder de la voluntad José Luis Pérez de Afteogo 41
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- Nacido el 18 de julio (Kurt Masur), José Luis Pérez de Arteaga 54
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ción. JAZZ:
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PORTUQAL: 700 Esc. USA. 71 - Episodios, Ebbe Trvberg. 144
SCHERZO 3
EDITORIAL
Impresiones
de un desbordamiento
E
n un conocido soneto al Guadalquivir, uno que tuvieron la oportunidad de ver actuar a uno de los
de los poetas más elegantes de Sevilla, Don compositores vivos más interesantes: Krzysztof
pan de Arguijo, pedia al rio que respetase Penderecki. Pocos, aquellos a los que vio desde el
humilde los antiguos muros de la ciudad, escenario alguien que está acostumbrado a divisar
pero las impetuosas aguas cubrían ios multitudes: Narciso Yepes, y así tantos y tantos otros,
campos mal seguros y terminaban por inundar las como el mogo Yuri Temirkanov construyendo una
calles y las plazas. Algo de esto -en el plano de lo Sinfonía con ios mejores materiales: los de la
musical- es lo que viene ocurriendo en Sevilla Filarmónica de San Petersburgo.
últimamente, aunque no ha habido ningún Arguijo que
Si este naufragio afecta a los que están en Sevilla, a
haya vertido su súplica, no ya en esculpidos versos,
los que pensaban ir es preferible dedries: «Láscate
sino en llana prosa. Las ondas musicales no han
ogni speranza..», pero no porque vayan a entrar en el
encontrado el cauce adecuado y se han desbordado,
infierno, sino porque no hallarán una humilde entrada
pereciendo en la corriente numerosas victimas.
de paraíso, aunque éste esté más vacío que el terrenal
Muchos ante el tenor de la riada optaron por
después de la expulsión de nuestros primeros padres.
quedarse en sus casas. No dejaba de ser arriesgado
En Sevilla parece que no saben que en el mundo
tener que cruzar el río, pagar el preciadísimo óbolo al
civilizado se adquieren las entradas con torjetas de
Caronte de tumo para ir a la Isla de la Cartuja y no
crédito, o se reservan desde el lugar de origen por
conseguir el objetivo: comprar la entrada para el
medio del teléfono o del fax, pero en Sevilla ni fu ni fa.
espectáculo elegido, pues dentro de los muros no podía
Lo único que vienen a decir es que coja usted un avión
realizarse la operación. El resultado ha sido catastrófico:
o un tren (si es que hay billete), busque un hotel y
los teatros vacíos, a excepción de algún día
despilfarre una fortuna, y luego póngase en la cola,
determinado en el que el acontecimiento, más que
pero sólo el día del concierto y sólo unas horas o unos
musical, venía revestido de acto social.
minutos antes, pues durante toda la jomado le habrán
repetido que nado queda a la venta, aunque quede
Aduchos sevillanos, y entendemos por éstos a los
desmentido por la realidad.
que ahora están en Sevilla, ya sean de Japón, Suecio,
Madrid o de la misma Triana, se han lamentado de Y si por fin consigue traspasar el umbral, se
haberse visto inmolados por una equivocada política encontrará con la sorpresa de que no hay programas
canalizadora. Esas benéficas aguas se han perdido de lo que va a oír, o están equivocados e incompletos,
inútilmente, o sólo han disfrutado de ellos unos pocos o, por paradójico que parezca, le regalan una
privilegiados. Es de suponer que ante tal calamidad, lujosísima edición del libreto de Carmen, y relegan a
los ingenieros tomen cartas en el asunto y en adelante un invisible rincón la que había preparado la propia
lo que hoy es un desbordamiento incontrolado pose a Expo en colaboración con una prestigiosa editorial
ser un apacible logo en el que todos disfrutemos de como inicio de la colección de las óperas de la
una melodía que, si no ha de ser infinita, durará aún Muestra.
más de cinco meses.
Tras tantos excesos -como diría retóricamente
Pocos han sido, pues, los que pudieron oír la algún personaje de un drama- no queda duda de que
espléndida versión de Las Bodas de Stravinski, el único que se está divirtiendo en este Diluvio
celebradas por el Coro del Cran Teatre del üceu, bajo Universal es el diablo. Y el que fue o se fue de Sevilla
la dirección de su titular. Romano Gandolfi. Pocos ios perdió su silla.
4SCHERZO
PRIMAVERA
S O NY C L k S S I C A L
1992
NewYear's Concert
Wiener Philharmoniker
CARLOS KLEIBER
1992NewYeafsCom:ert
Wiener Philbarmoniker
CARLOSKLEIBER
SONY
MUSIC IS
OUR VISION SK 48376
OPINIÓN
FN MI MENOR EL DISPARATE MUSICAL
£1 simio La mala, la peor y la nuestra
P
Hay gentes en los conciertos ara cuando estas líneas vean la una forma o de otra, la horterada segu-
que, para demostrar la darwi- luz, faltará algo más de un mes ro que sale a relucir.
niana afinidad entre el hom- para el comienzo de las Olim-
bre y el mono, ponen en práctica la piadas. Olimpiada con baílela. Olimpiada En este año de fastos, ha comenza-
teórica afición de éste hacia la imita- con estropajo, relucirá su vajilla con detedr-o la Expo y prosigue también el Ma-
ción de lo que los humanos hacen. gente Cascajo, que dirían Mortadelo y drid Cultural, y la cosa no es para en-
Así, un amigo me contaba que en Fitemón. La ceremonia inaugural de las tusiasmar, porque parecemos empeña-
cierta ocasión su vecino de butaca le susodichas va a ir a ritmo de pasodo- dos en jibaria. En ambos se produce
rompió el astrégalo al remedar el pe- ble, al parecer con el fin de que los un caos con las entradas, con mención
daleo de un insigne pianista al que, ya atletas vayan marchosos y no aburran especialmente sangrante para la Expo,
muy anciano, parecía querer ayudar, demasiado al personal con la cosa del en la que entre corte oficial, agencias de
como esos copilotos de ocasión que, desfile. La clausura también va a tener viaje, dimes, diretes, flautas y pitos, re-
cuando temen el choque, frenan ima- su tela marinera, ponqué se desarrollara sulta prácticamente imposible conse-
ginariamente sobre el suelo del auto- a ritmo de rumba, Peret incluido. No guir una localidad (el caso del Madnd
móvil mientras sobresaltan el ánimo sabemos si también saldrá a relucir Mi Cultura! merece capítulo aparte, y lo
del conductor verdadero. O aquel carro o, con un poco de suerte, eí Po- tendrá).
amante del trombón que afligía de rrvmpompero. O sea, que la nota folcló-
continuo con golpes y salibazos a rica, la de la España cañí, la very typkal
quien hubiera tenido la desgracia de spanish - yes, very welt, Manuel, ya está Sospechosamente, los donsimones
ofrecerle la nuca. O ese timbalero asegurada. Dice también la prensa que de tumo han hecho su aparición en
frustrado que acabó un día con su los tenores, los que se están zurrando Sevilla, cómo no, y se han llegado a pa-
propia virtualidad reproductora y vio la badana y los que no, junto a las mas gar 40.000 del ala por ver la Carmen
al poco tiempo cómo su mujer se iba renombradas voces femeninas, inter- de Berganza-Carreras-Domingo. Para
con un pequeño industrial de Tan-asa. pretarán un popurrí de dieciséis arias... más inri, las televisiones públicas y pn-
En el reciente ciclo Chaikovski ofreci- en doce minutos. El asunto, ya lo diji- vadas, cegadas por los voluminosos cu-
do por Temirkanov y sus heroicos mos, se va a hacer por el sistema del los y tetas, corozones-de-melones y
petersburgueses resistentes aún a los pececito, o sea playback, pero franca- otras horteradas al uso, se han dormi-
cantos de sirena del capitalismo galle- mente no acabo yo de entender el do en los laureles y han dejado los de-
go, un joven movíase de tal guisa, irresistible atractivo que todas estas fi- rechos de retransmisión de estos
mientras marcaba el compás con el guras tienen por abrir y cerrar la boca acontecimientos sin interés para las
índice de la mano derecha y daba to- como los pececitos. que van y hasta se emisoras extranjeras, con lo que aquí
das las entradas con el de la izquier- dicen cosas fuertes y todo. De todas nos quedamos con un palmo de nari-
da, que sus adláteres -dos correctas formas, lo del playback no sé, pero lo ces fen este caso con dos palmos de
y bellas señoritas- hubieron de aper- de las dieciséis anas en doce minutos ubres), como de costumbre. El otro
cibirle de que o paraba de sacudir la no lo hacen ni soñando sin Luisito Po- día me preguntaba alguien cómo era
fila entera o avisaban al acomodador. necajas-chin-pun-codapermanente, ma- que no se retransmisten por TV ni los
Amostazóse el simio reconvenido, y estro en empalmes, doctor en popurris grandes conciertos del Madrid Cultural,
volvió a la perdida posición de repo- y experto en mercado por todas las ni los de la Expo, ni nada de nada. Mi
so. Sólo algún espasmo contenido instituciones que ustedes quieran. Unos contestación: las TV están dispuestas a
trufaba aquí y allá la linealidad de su empalmes tan comprometidos y ajusta- pagar lo que sea menester (y bastante
pasiograma. Pero debió ser tal el es- dos de tiempo no pueden salir bien sin más) por retransmitir toros y fútbol
fuerzo por mantenerse inmóvil, tan la labor de un empalmista como Luisi- (aunque sea de la liga suiza, a este pa-
grande la acumulación sanguínea, que to, que vamos, yo creo que ha nacido so), que es lo que arrastra público en
nada más cerrarse el calderón postre- para esto. Además, si se trata de dar este país. Para lo otro, es más barato
ro, lanzó tal alarido -casi semejante a marcho al asunto, Luisrto da más mar- que lo produzca otro y comprarlo
un bravo- que todos los orangutanes cha que si ponen Soldadito español. Y elaños después en vídeo, a precio de sal-
del mundo, el chimpancé de Guinea, caso es que me intriga sobremanera do. En resumen, hay tres maneras de
el macaco de Marruecos, el gorila de (¿sera imperdonable descuido de la or- hacer las cosas: la mala, la peor, y la
Kenia, el tití de Malasia, el mandril de ganización?) que Luisito es la única nuestra, que es punto y aparte.
Zimbabue, sintieron a la vez cómo su guinda que falta en este pastel, o por lo
espíritu se llenaba de una mezcla agri- menos su participación no está anun-
dulce de compasión y orgullo. Mien- ciada. Pero no desesperemos, que de
tras a la misma hora todas las botellas
de Anís del Mono de todos los bares Rafael Ortega Basagoití
de la piel de toro se rompían por la
etiqueta, justo allí donde reza: «Soy el
mejor La ciencia lo dice y yo no
miento».
2
Nuevo Fax de seh&foo N. 726 18 64
Luis Suñén
£>SCHERZO
OPINIÓN
TRIRUNA LffiRE
La reina y el demonio
N
o descubrí la música. Ella vino hacia mi y me descubrió como
uno de los suyos. Ocurrió en dos viñetas sin fecha precisa,
aunque si probable, de mi infancia. Una: escucho por la radio a
una señora que canta y mi madre me pide atención. Es una célebre
coloratura que ella vio en su adolescencia, en el teatro Colón de Bue-
nos Aires. Quizá fuera Uly Pons. «Lily cantaba como desmayándose»
evocaba mi madre. La señora canta ¡a Reina de la Noche. Hace voca-
les. Digo: no se entiende lo que dice. «Es que está cantando» explica
mi madre. Las madres son expertas en esos oscuros lenguajes cuyo
dominio perdemos al nacer.
Dos: vamos al cine, ponen Fantasía del Wart Disney. Unos elefantes
bailan el can-can; unas monjitas de blanco se pierden en las brumas
del Ave Marta; el ratón Mickey, vestido de aprendiz de brujo, agradece
a Leopoldo Stokowski que lo haya salvado de ahogarse en una inun-
dación desatada por una chapuza suya (de Mickey). De pronto, unos
monstruos se pelean y una música infernal me da miedo. Muchos años
después sabré que se trata de La consagración de la primavera.
Estas músicas no tienen nada que ver con las que oigo a diano, en
casa o en la escuela. Son tangos diáfanos, algunos me los sé de memo-
ria. Tienen nidos de pájaros pampeanos y cuentan un aguacero en el
campo. La señora que dice cosas incomprensibles y el vocerio diabóli-
co son otra cosa.
Las astucias, las noticias, las distancias, los sorprendentes entusias-
mos y el sabio aburrimiento que traen tos años no me han movido de
aquel momento inicial. Quiero decir cada vez que una música me
atrapa y me somete, me limpia la mente de palabras y memorias, vuel-
vo al instante en que aparecen la reina nocturna y los animales ante*
ñores al hombre. Tengo tras de mi unos años olvidadizos, el tiempo
inédito de un niño. Puedo juzgar y, entonces, se organiza mi memoria
de aficionado, desfilan algunas lecturas especializadas, viejas lecciones
de solfeo y el oficio del comentario que me trae hasta estas lineas. Pe-
ro el momento de confusión deleitosa es aquel mismo momento, un
secuestro que me da miedo y me abre las puertas del otro lado, En
los sonidos cotidianos anida la otra escena, con esas reinas y esos de-
monios, que quizá posean el secreto de todo el juego, y lo digan a vo-
ces, al precio de no ser descifradas.
Se dice lo mismo del éxtasis místico y de la visión que proveen los
alucinógenos. Entonces, somos capaces de ver cómo circula la savia de
una minúscula hoja de hierba y oír el paso isócrono de una hormiga.
No siempre, aunque variadamente, el orgasmo es también un rápido
paseo por las bambalinas de esta escena, donde tal vez esté represen-
tándose la divina comedia que sólo percibimos a rachas o a tropiezos.
No soy yo quien escucha la música. Dentro de siglos, alguien que
tampoco será él mismo, habrá de escucharía. Reinará sobre él la voz
sin palabras de una señora que canta como desmayándose. Lo aterra-
rá una bocina infernal. Volverá, volveremos, al instante imbatible, insis-
tente, que es la mueca de la eternidad.
Blas Matamoro
SCHERZO 7
AUDITORIO THOMASMOHD ftntow
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DE MÚSICA
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que se desarrollará en la temporada
O oaoe LOWON CHAMiR PIAVBS
1992/1993. consto de cincuenta y
BEGONA USABIE Y KAKI HBMVM MONGPOBUS Orecía ADOIAN SUNSW4E cuatro conciertos, divididos en tres
ciclos (A. B v C), de dlociocho concier-
HCH. CaiüBKi en Do Frem Ktttm HUIWI MOL CorewiD cb htttantugo nün í. tos cada ciclo.
Concertó en Os noio
UM MOMMUMIK Qrcfrtrvj i j. Los abonos para el XV Ciclo ae
LOsJuerr.
O Cámara y Polifonía se venderán en las
oooc taquillas del Auditorio Nacional de
WJMSA TANZWL f*no Música, a partir del 19 de mayo, en
SANIUGO D£ IA BWA.
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HBMC CHOfH. Boicaiaa en Fa Hlen>K de los abonos puede hacerse en me-
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LDWT DtTMOWCH, Las localidades en venta libre se
caos msrmi) ponen a disposición del público con
TlfO VHDB* M MICHIHOAN una antelación de dos semanas a la
^ CCLOC fecha del concierto. Los precios que
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BuTrmpvw.no PEPnACEg«BAYItRESINAJOB[Aoüoataaanoi regirán para estas localidades, son las
siguientes:
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C*BClDrAlfONSO SAUBA cada concierto.
&wca CBISItW ANGtLtSCO tJom O0.0C El avance de conciertos de la tem-
JOAQUÍN PARRA.
porada 1992/93 es susceptible de mo-
1MOUH. Cercan pío «* v aausso IUM» VM MIHOW. Señala r^m lt ocm í la sn M «M dificación. Cualquier cambio produci-
rün 5. en la maia. K W> do posteriormente, salvo la suspensión
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del concierto en su integridad, no
ABRIL L MCO. Cenan* Oo pucuo i «caiOD supondrá derecho para la solicitud de
O SUMK. lerna y wocerffi devolución del importe de las locali-
Illir. «UÉB. N dades.
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ACTUALIDAD
Dos cantores vieneses
E n el corto espacio de unas sema- arte del acompañamiento, que, en su ca-
nas han dejado este mundo dos so como en el de otros grandes (Rau-
artistas de talla, dos vieneses, dos cheisen, Moore), era el de coprotagonis-
verdaderos cantores y difusores de la ta y máximo colaborador del cantante,
mejor música: el pianista, compositor, De su musicalidad y conocimiento de los
musicólogo, crítico y profesor Erik Wer- estilos supieron algunos de los más insig-
ba y el barítono Eberhard Waechter. nes cantantes de la postguerra: Irrngard
Él primero, que habla nacido en Ba- Seefried, Christa Ludwig, Walter Berry,
dén, al lado de la capital, el 23 de mayo Rita Streich, Nicolai Gedda y, más mo-
de 1918, era una personalidad de gran ri- dernamente, Peter Schreier y Evelyn Lear
queza, un artista completísimo y sabio, (con la que, en los años setenta, en una
que había estudiado el piano con Dachs de las decenas de Toledo, dio un ejem-
y la composición con Marx y Wetlesz. Su plar recital). Era hombre serio pero afa-
interés por cualquier disciplina -no ya ble y su mirada, detrás de unas gruesas
musical, sino literaria, científica o filosófi- gafes de concha, otorgaba confianza a sus
ca- le habían proporcionado una vasta pupilos. Algo que podría de seguro con-
cultura, tan útil para profundizar en el firmar uno de ellos, el pianista español
sentido de las cosas y de la vida, y que él Miguel Zanetti, que tuvo la oportunidad
administraba magistralmente a sus alum- de seguir sus cursos en Viena y de apre-
nos, Impartía clases de lied y oratorio en
el Conservatorio de Viena desde ,1949.
Pasó fuego a Graz y compaginó la do-
cencia con la crítica (que ejerció en los Eberhani Waecbter
años cincuenta en varias publicaciones, la
de Schumann), como en la ópera: Wag-
üsterreischische Musikzeitung sobre to-
ner. Strauss (éste sobre todo), Verdi y
do) y la musicología, aunque su vocación
Mozart habían sido sus caballos de bata-
pianística y su amor por la voz le llevó a
lla. Ciertos personajes del salzburgués
dedicarse, cada vez mas intensamente, al
fueron, desde una óptica quizá algo ruda
pero válida, vivificados por él. Recorde-
mos su Don Giovanni, su Conde o su
Guglielmo. En relación con éste hay una
5QENCUENTRO anécdota madrileña: una compañía vie-
nesa, a las órdenes de Heinz Wallberg,
CON LA MÚSICA ofrecía en el Real, en versión concertan-
te, un muy cortado Cosí fan Curte (en tor-
CIUDAD DE
no a 1970). Tras su aria Non s/ote ritrosi,
LA BAÑEZA que cantó excelentemente, Waechter se
sentó satisfecho y, en ademán involunta-
(León)
rio, estiró las piernas en posición no muy
E/ik. Werba ortodoxa. La cosa no tenia mayor impor-
tancia, pero un susceptible espectador
Del 27 de julio al 8
hender muchas de sus valiosas enseñan- elevó la voz: «¡Esos no son modales!» ¡La
de agosto de 1992.
zas. Werba había publicado, entre otros, que se armó! «¡En España, no!», gritaron
un espléndido trabajo dedicado a los lie- otros. El reaccionario público arremetió
der de Wolf (Osterreichischen Bundes- contra el sorprendido cantante. El con-
- Iniciación a la música. verlags, Viena, 1984, traducido al italiano cierto estuvo suspendido media hora y
- Niños desde 5 años. por La Nuova Italia Editrice, Florencia, en sólo continuó tras acordarse la ausencia
- Piano. 1988). del autor de tamaña ofensa, con lo que
- Violín. Bastante más joven era Waechter la ópera se hizo sin uno de sus esenciales
(1929), que ha perecido, según las noti- personajes. ¡Ver para creed Lo que no
- Clave.
cias, a consecuencia de un infarto. Un pasara en este país...
- Órgano.
desenlace que nadie presagiaba en un Pero lo que importa señalar de nuevo
- Canto.
hombretón de más de 1,85, fornido y aquí son las excelencias de este barítono
- Dirección de Coros. aparentemente sano. Como sano había vienes, que hizo su primera aparición en
- Percusión. sido siempre su canto, dotado de la na- la Volksoper en 1953 con Sih/io de Poyo-
- Flauta de pico. turalidad, energía, potencia y amplitud sos y que ha muerto como intendente
- Clarinete. que da una buena salud vocal. Su instru- de la Staatsoper, puesto al que había ac-
- Trompa y similares. mento, de barítono lírico, era robusto, cedido en 1987.
extenso y bien timbrado, aunque no
- Guitarra. Werba y Waechter, pianista y baríto-
siempre manejado con elegancia ni del
no, que es posible que llegaran a actuar
todo homogéneo. El vigor de sus acen-
juntos, se han ¡do. Escuchemos sus discos
Profesores de prestigio naciona- tos, faltos de exquisiteces pero convin- y recordémoslos.
les e internacionales. centes, se apreciaba tanto en el lied (en
Tel. [phone] y 64 09 52. el nD 61 de SCHERZO se analizaba su
notable interpretación de Amor de poeto
10 SCHERZO