Table Of ContentLOS AUTORES
Manfred Hellmann
Nació en 1912. Estudió en Riga y en Konigsberg. Se doctoró
en 1938. Desde 1960 es profesor ordinario de Historia de Euro
pa oriental en la Universidad de Münster. Entre sus publicacio
nes destacan las obras: Das Lettland im Mittelalter (1954); Ges
chichte Litauens und des litauischen Volkes (1966); Ivan IV. der
Schreckliche. Russland and der Schwelle der Neuzeit (1968). Es
autor de los capítulos 1 y 2 de este volumen.
Carsten Goehrke
Nació en 1937. Estudió en Tubinga y en Münster (1957-1962).
Se doctoró en 1967. Docente en la Universidad de Münster y,
desde 1971, profesor extraordinario y titular de la cátedra de
Historia de Europa oriental en la Universidad de Zurich. Es
autor de la introducción y del capítulo 3 de este volumen.
Peter Scheibert
Nació en 1915. Se doctoró en 1939. Autor de la obra Von Ba
kunin zu Lenin (1957), primer volumen de una historia de las
ideas del movimiento revolucionario ruso. Desde 1959 es profe
sor de Historia de Europa oriental en la Universidad de Mar
burgo. En 1963 fue visiting professor en la Indiana University,
y en 1972-1973 en la Columbia University. Es autor del capí
tulo 4 de este volumen.
Richard Lorenz
Nació en 1934. Estudió en Leizip (1952-1956), en Berlín Oeste
(1957-1962), en Frankfurt y en Marburgo. Se doctoró en 1964.
Desempeñó actividades docentes e investigadoras en el Seminario
de Europa oriental, en Marburgo. Es autor de la obra Anfange
der bolschewistischen I ndustriepolitik ( 1965). Escribi6 el capí
tulo 5 de este volumen.
TRADUCTOR
María Nolla
DISEÑO DE LA CUBIERTA
Julio Silva
Historia Universal
Siglo veintiuno
Volumen 31
RUSIA
ManÍred Hellmann
Carsten Goehrke
Peter Scheibert
Richard Lorenz
historia
México
universal
Argentina
siglo
España
Primera edición, diciembre de 1975
Segunda edición, septiembre de 1979
@ SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES, S. A.
Calle Plaza, 5. Madrid-33
En coedición con
@ SIGLO XXI EDITORES, S. A.
Cerro del Agua, 248. México-20, D. F.
@ SIGLO X.XI ARGENTINA EDITORES, S. A.
Av. Perú, 952. Buenos Aires, Argentina
Primera edición en alemán, 1972
© FISCHER BÜCHEREI K. G., Frankfurt am Main
Título original: Russland
DERECHOS RESERVADOS CONFORME A LA LEY
Impreso y hecho en España
Printed and made in S pain
ISBN: 84-323-0118-3 (0. C.)
ISBN: 84-323-0206-6 (Vol. 31)
Depósito legal: M. 24.651-1979
Closas-Orcoyen, S. L. Martínez Paje, 5. Madrid-29
In dice
INTRODUCCION .. • • . • • . • • • • •• . • • • • . . • • • • •. 1
l. CONDICIONAMIENTOS GEOGRAFICOS DE LA HISTORIA DE
EUROPA ORIENTAL. PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 6
2. EL PERIODO DE KIEV . . . . . . • • • . . • •• • . . . • •• • • • • • • 22
l. Orígenes del Principado de Kiev (siglo IX y primera
mitad del x), 22.-II. El ingreso de Kiev en el sistema
de estados europeos en la Edad Media (desde mediados
del siglo x hasta mediados del siglo XI), 30.-III. El
reino de Kiev entre el centralismo y el federalismo (de
mediados del siglo XI a mediados del siglo xm), 47.-
IV. Decadencia y ocaso del reino de Kiev, 60.
3. EL PERIODO MOSCOVITA ••• ••• . . . ..• ••• ••• .•• 65
l. La época del dominio mongol directo y sus conse
cuencias para la historia de Rusia, 65.-a) La fase de
consolidación del dominio mongol, 65.-b) El sistema
mongol de dominio, 67.-c) El desplazamiento demo
gráfico y sus consecuencias, 70.--d) Consecuencias eco
nómicas del dominio mongol, 75.-e) El dominio mon-
gol: ¿Ruptura o continuidad en la historia de Rusia?,
79.-II. La consolidación económica de la Rusia primi-
tiva y el auge de los grandes duques de Moscú (desde
mediados del siglo XIV hasta mediados del siglo xv),
85.-a) Colonización campesina y vida económica del
campesinado, 86.-b) Urbanismo, comercio y economía,
92.-c) Evolución de la política exterior e interior, 96.-
d) Dominio político y propiedad inmueble, 101.-
III. Los comienzos de la autocracia y su repercusión
sobre la sociedad (desde mediados del siglo xv hasta
mediados del siglo XVI), 108.-a) Final de la unificación
de la Gran Rusia bajo el gobierno de Moscú y los co
mienzos de la agresión contra Lituania, 109.-b) Los
comienzos de la forma autocrática de gobierno, 113.-
c) Nobleza y autocracia, 118.-d) Transformaciones en
la estructura económica y sus consecuencias sociales,
123.-IV. Expansión imperial y transformación social
V
(desde mediados del siglo XVI hasta el año 1618), 126.
a) La expansión imperial y la smuta, 127.-b) La auto
crtJCÜl y los principios de la representación corpora
tiva, 132.--c) Las reformas internas, la crisis económica
y el período de «la gran despoblación», 135.-d) Cam
bios en la estructura social, 140.-V. Tradición mos
covita e indicios de la «europeización» (1618-1689), 145.
a) Reanudación de la política de expansión y entrada
en el sistema de alianzas europeo, 146.-b) Nueva con
solidación económica y endurecimiento social, 150.
c) Los comienzos de la «europeización», 158.
4. EL IMPERIO RUSO, DE PEDRO EL GRANDE A LA REVOLU-
CION DE FEBRERO • . • • • • • . • • . • • . • • . • . . . • . . • • • • • • • ••
l. La construcción del Imperio, 162.-a) Pedro el Gran
de y su obra, 162.-b) La época de Catalina JI, 177.
c) Política exterior en el siglo XVIII, 179.-d) La pro
blemática social, 182.-II. El apogeo de la autocra
cia, 189.--a) Rusia en la época de la Revolución fran
cesa, 189.-b) La época de Alejandro 1, 192.--c) Ale
iandro y Napoleón, 196.-d) El fin del reinado de
Aleiandro y el sistema de Nicolás 1, 199.-e) La polí
tica exterior en la época de Nicolás 1, 203.-III. En el
camino de la transformación, 205.-a) Nuevas perspec
tivas, 205.-b) La época de las reformas, 207.--c) La
lllltocrtlCÜI a la defensiva, 214.-d) Transformaciones
sociales tras las reformas, 221.--e) La política exterior
en la segunda mitad del siglo XIX, 227.-IV. El Im
perio ruso en la época del imperialismo, 233.-a) La
revolución de 1905, 233.-b) Consolidación, 246.
c) Rusia en la primera guerra mundial, 249.-d) La
revolución de febrero, 254.
5. LA UNION SOVIETICA (1917-1941)
l. De febrero a octubre de 1917, 259.-a) Las fuer
ZIIS políticas, 259.-b) Los movimientos sociales de ma
sas, 264.-II. El «comunismo de guerra», 269.-a) Los
comienzos del poder soviético, 269.-b) La dictadura en
los alimentos, 274.--c) La economía natural proleta
ria, 278.-III. La Nueva Política &onómica, 285.
a) La reconstrucción de la economía, 285 ,-b) La dife
renciación social del campesinado, 291.--c) El progftlma
de industrialización, 297.-d) La quiebra del mercado
de cereales, 303.-IV. El estalinismo, 310.-a) La co-
VI
lectivización, 310.-b) El sistema de la empresa agri
cola colectiva, 317.-c) La industrialización acelet-ada,
324.-d) La nueva clase obrera, 333.
NOTAS ...•••..• .341
BIBLIOGRAFIA CRITICA • • • . • • • • • • • • • • • • • • • • • ••• 360
INDICE ALFABETICO • • • • . • • • • • . • • • • • • • ••• ••• ••• 363
INDICE DE ILUSTRACIONES . . • • . • • • • • • • • • • • •• ••• ••• 369
vn
Introducción
Hasta el momento la mayoría de las exposiciones generales que
han hecho de la historia de Rusia los autores alemanes no mar
xistas han sido concebidas teniendo en cuenta la historia política
y cultural. Los autores del presente volumen han intentado, sin
embargo, anteponer el aspecto de la historia social a cualquier
otro, considerando que su cometido es el de exponer la historia
de Rusia a partir de su organización social, renovando los resul
tados de la historiografía soviética, sin por eso aceptar sus es
quemas ideológicos. Se trataba de poner de manifiesto la multípli
cidad de acción de las fuerzas históricas, según la intensidad,
intercomunicación y reciprocidad de sus distintos elementos -con,.
dicionamientos geográficos, fa.ctores económicos, sociales, políti
cos, religiosos e ideológicos-, así como también el impacto his
tórico de diversas y sobresalientes personalidades.
Un breve resumen de las principales fuerzas históricas y de los
problemas básicos de la historia de Rusia derivados de ellas no
sólo servirá al lector como introducción a la siguiente exposición,
sino que fundamentará con mayor amplitud la concepción socio
histórica de los autores.
El hecho de que los condicionamientos geográficos hayan des
empeñado a lo largo de todas las épocas un papel fundamental en
la historia de Rusia no nos permite hablar de un determinismo
geográfico. La localización de Rusia en el globo terráqueo, como
lugar de paso entre Europa y Asia, ha favorecido principalmente,
y según las relaciones de fuerza existentes, la agresión por parte
de potencias extranjeras, a la vez que su propia expansión. El
particularismo de los pequeños principados del último período de
Kiev -que sin duda resultó beneficioso para la penetración y
colonización de vastos territorios- fue, sin embargo, incapaz de
contener, a mediados del siglo XIII, el ataque mongol. Si bien
se han exagerado la importancia y consecuencias de estos acon
Ú!cimientos, no debe olvidarse que éstos, junto a otros factores,
han podido muy bien favorecer durante siglos el distanciamiento
entre la zona eslava oriental sometida al dominio de los tártaros
y Occidente. Tan sólo cuando en sus flancos meridional y oriental
la autoridad se vio debilitada, debido a la progresiva descompo
sición del poder tártaro y a la simultánea consolidación del prin
cipado moscovita, comenzó a mediados del siglo XVI -favorecida
1
por 1a estructura geográfica- la expansión territorial que vendría
a determinar a partir de este momento y de forma decisiva la
historia de Rusia en todos sus aspectos. Por tanto, la existencia
de amplios espacios como factor estimulante para la expansión
es un fenómeno que marca una pauta importante en el estudio
de 1a nueva historia social rusa. La rápida expansión del reino
contribuyó precisamente, y de forma considerable, a que las ta
reas estatales eclipsaran el progreso del producto social, y a que
el gobierno estableciera posteriormente los medios necesarios para
el desarrollo interior de las fuerzas económicas y culturales. Es
así como cuajó de forma progresiva una estructura económica y
social; Rusia conservó su carácter de país agrario, cada vez más
retrasado, hasta que la guerra de Crimea reveló finalmente a la
opinión pública mundial el abismo existente entre las preten
siones imperiales y las posibilidades reales, tanto económicas como
sociales, descubriéndose así que aquel gigantesco reino no era sino
«un coloso con pies de arcilla».
Este abismo, que perduró desde la Alta Edad Media hasta
entrado el siglo xx, entre los recursos económicos y los objetivos
estatales, incide directamente en el problema del desarrollo eco
nómico y su importancia para la historia de Rusia. Pero tampo
co en este caso puede ignorarse la importancia de su localización
geográfica, ya que debido al lento avance de los eslavos orienta
les, dedicados a actividades agrícolas, y a la tardía consolidación
estatal, 1a colonización alcanzó el mar cuando la actividad de co
merciantes extranjeros, ya fueran escandinavos, árabes, armenios,
griegos, búlgaros del Volga o posteriormente hanseáticos e ita
lianos, ya había acaparado el comercio exterior de la Europa orien
tal. De aquí que Rusia fuera, hasta muy entrada la Edad Moder
na, el pasivo hinterland continental de la activa Europa marítima.
Tuvo, pues, que renunciar en gran medida a los beneficios
obtenidos de 1a exportación de sus productos en barcos propios,
así como al control total del comercio de tránsito, beneficios que
hubieran permitido fomentar la economía interior y el desarrollo
urbano. Los autores han dedicado gran parte de este volumen al
problema de 1a insuficiencia de capital y a su repercusión sobre
el desarrollo económico del país, así como a cuestiones íntima
mente vinculadas a él, como la correlación existente entre inter
cambio de productos natur3les y economía monetaria, entre pro
ductos industriales y agrícolas, entre ciudad y campo.
El fenómeno del urbanismo, ya más débil durante la Baja Edad
Media que en 1a Europa occidental, debido a una colonización
tardía, a 1a extensión del terreno y a la relativamente escasa den
sidad demográfica, retrocedió aún más a causa del . ataque mon
gol, y el problema de la insuficiencia de capital se agudizó taro-
2
bién por los elevados tributos que se mantuvieron hasta finales
del siglo xv. Debido a esto, los Grandes Duques de Moscú se
vieron obligados a recompensar con tierras a su nobleza militar
en una época en la que en el resto de Europa ya casi se babfan
generalizado los ejércitos de mercenarios. Unido al reparto de 1as
tierras entre grandes propietarios impuesto desde el siglo XVI, esto
significaba que en adelante la vida económica y social se verla
determinada por una coalición de intereses de la nobleza terra
teniente y la autocracia, que el urbanismo y las clases medías
burguesas económicamente más fuertes no podrían desarrollarse y
que, en general, el nivel cultural seguiría siendo bajo. Sin embar
go, cuanto más trataban de cimentar la autocracia y la nobleza
terrateniente el statu quo, tanto más crecía la montaña de probJo.
mas a resolver si se pretendía alcanzar en economía, nivel de
vida e instrucción a los estados más avanzados. El zarismo su
cumbió finalmente en esta empresa, legándola, como pesada car
ga, a los bolcheviques.
En estrecha relación con los condicionamientos geográficos y
con el desarrollo económico se halla la historia demográfica y so
cial. La famosa -aunque sin duda conscientemente exagerada-
frase de V. O. Kljucevskij de que la historia rusa ~ «una histo
ria de colonización» parte ya de este reconocimiento. Con la pro
gresiva expansión de la zona de colonización de los eslavos orien
tales y más tarde del Estado de Moscú, y la incorporación de
diferentes territorios agrícolas y económicos, cada vez resultaba
mayor la tensión entre el bosque y la estepa, entre el campe
sinado y los pueblos nómadas, tirantez que ha determinado en
gran medida el avance y retroceso de la colonización campesina
hasta entrada ya la época moderna. Sobre la base de los condicio
namientos geográficos y bajo determinados factores económicos
y políticos el exceso de población, absoluto o relativo, se mani
festó una y otra vez como una fuerza explosiva capaz de sacudir
a la sociedad rusa, como, por ejemplo, en el caso de la adscripción
definitiva de los campesinos a la gleba a finales del siglo XVI dt>
bido a la emigración demográfica hacia las tierras negras, o bien
en el del problema agrario que tras la liberación campesina de
1861 seguía esperando solución.
Pero también el Estado, sus soberanos, impulsaban el desarro
llo social, si bien se veían obligados, ya por la expansión terri
torial, ya por determinadas esferas políticas, a exigir de sus súb
ditos demandas cada vez más gravosas. La necesidad, originada
por este problema, de un afianzamiento material de la cada vez
más extensa nobleza de espada provocó, junto con el reparto de
la tierra entre los grandes propietarios, la esclavitud campesina,
del mismo modo que en su momento las reformas hécticas de
3
Pedro el Grande aumentaron el abismo que desde el cisma de
1666-1667 se había abierto entre partes del pueblo llano y las
clases dirigentes. Fueron acumulándose las tensiones que desembo
caron fatalmente en desórdenes sociales y finalmente -en la me
dida en que cada vez se hacía más patente la incapacidad del
régimen zarista para superar las necesidades económicas sociales
de la época industrial que se anunciaba- alcanzaron su punto
culminante en las revoluciones de principios de nuestro siglo.
Por último habría que preguntarse sobre la importancia histó
rica de las fuerzas religiosas y espirituales, a su vez tan relacio
nadas con la vida social y constitucional. El hecho de que Rusia
aceptara el cristianismo en su forma ortodoxa, entrando así en la
esfera espiritual y cultural de Bizancio, ha tenido sin duda gran
des consecuencias en el desarrollo del pensamiento político y
constitucional ruso. En su evolución, la teología ortodoxa care
ció siempre de autonomía y originalidad, nunca conoció escolás
tica alguna ni creó los presupuestos espirituales necesarios para
el nacimiento de una filosofía secular propia que llegara a for
mar el pensamiento abstracto. La historiografía y el «periodismo»
tuvieron en Rusia un matiz religioso hasta entrado el siglo xvrr,
estando por ello al servicio de una autocracia ensalzada por la
teología; hasta la época de la Ilustración no se acepta por pri
mera vez el pensamiento secular de la Europa occidental sobre
el Estado; pero con ello se agravan las diferencias entre los anti
guos modos de vida y de pensamiento y las nuevas tendencias
«modernistas». La ausencia de una tradición cultural enraizada
en la antigüedad a través del humanismo explica en gran parte
la fe en la ciencia y el radicalismo con el que, desde mediados
del siglo XIX, la oposición espiritual y luego la revolucionaria
declararon la guerra, una vez perdidas las ataduras religiosas, al
Estado y a la sociedad vigentes.
Por otra parte, en la ideología de la Iglesia oriental la comuni
dad de creyentes desempeñó un papel mucho más importante que
el del individuo responsable únicamente ante Dios, y con esta
tradición no sólo enlazan en el siglo XIX los eslavófilos, sino
también, de forma indirecta, las ideas de los socialistas y mar
xistas rusos sobre la importancia de la colectividad.
En Rusia el Derecho romano encontró aceptación tan sólo a
partir de las reformas de Pedro el Grande, y por ello, al con
trario que en el Occidente latino, no pudo establecerse una le
gislación que sirviera de defensa contra los abusos de los podero
sos, y ni surgió un pensamiento corporativo ni aún menos un
urbanismo basados en una auténtica y legítima autonomía admi
nistrativa como fuerza social y política independiente.
Es difícil distinguir las raíces y la evolución de la autocracia,
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Description:Hasta el momento la mayoría de las exposiciones generales que han hecho de la historia de Rusia los autores alemanes no marxistas han sido concebidas teniendo en cuenta la historia política y cultural. Los autores del presente volumen han intentado, sin embargo, anteponer el aspecto de la historia