Table Of ContentRichard David Prechl
¿Quién soy y... cuántos?
Un viaje filosófico
Traducción de MarcJiménez Buzzi
Ariel
l."edición:ocwbrede2009
Títulooriginal:
Ittrhi"irh- urntWI'tl"fti, lUievit~r
02007,Wilhehn Goldmalln Verlag
e
dela traducción: MareJiménel:Buw
Derechosexclusivosdeedición en esp,,'uiol:
reservadospara todoel mundo
)'propiedad dela uaducción:
e
2009: EdilOrialAriel.S.A.
A\'da. Diagonal.662.ffi4•0803~ Barcelona:
ISBN: 97&84-344-8831-0
Depósitolegal: B. 32.728-2009
Impresoen F_'paliapor.
IndustriagráficaCayfosa,s.a.
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yladiJtrib"ciónd....je"'plar...dedlarn...:!iantealquileroIm:stamollublicQt.
Índice
Introducción ..........••......•......•..•.....••..... 9
¿Qué puedosaber?
Anim.aksinlLligmusni d univer:so
¿Qué es la verdad? ..................•......•........ 19
_Luq in 1MSJry,.
¿De dóndevenimos?..............•.................. 27
ElcosmosthlespírilU
¿Cómo funciona mi cerebro? . 37
Una nochedeinvin7lQen laguerra ehlo$ Tmnta Años
¿Cómo sé quién soyyo? .........................•.... 47
Laexperiencia th Mach
¿Quién es "'Yo»? . 57
MT: Spockama
¿Quéson lossentimientos? .....•......•..•........... 67
Una casasin dumo
¿Qué es mi subconsciente? .....•..•...•..•......•.... 77
lCómomJ tu¡ULl/or
¿Que"es1a memon.a., .............•......•........... 87
LA /1I.llSla en la botLlÚl
¿Qué es el lenguaje? ......••••••.••••••.••..••.••.... 97
¿Qué debo hacer?
ElerrordelWusseau
¿Necesitamos a otras personas? ........••.....••...... 111
La espada f.kl maladorf.k dragones
¿Porqué ayudamos a losdemás? .....•..•...•..•... _... 117
La leydentrof.k mí
¿Porqué deboserbueno? ..........•.........•....... 123
5
El~Jnimnlto deLilwt
¿Puedo querer 10que quiero? ...........•.....••..... 131
ElClUO Cage
¿Hay moral en el cerebro? .........•...••...•.••.•.... 141
Simioalgoqllelú tambiin sinltes
¿Vale la penaserbueno? .......•....•.•...••.•....... 147
t:1hombredelP1Wl"
¿Es innala la moral? ... 153
Lll /ia BertJw rkbtvivir
¿Es lícito matara ciertas personas? ........•......•..... 161
El "aámimlodein (ligllidad
¿Es moral el abono? ........................•..•. 167
Momentofinal
¿Debería permitirse la eutanasia? ......•......•........ 179
Nicarne 1'¡~ado
¿Es lícito comer animales? ...................•........ 191
Elsimioen laselVII de la cultura
¿Cómo debemos tratar a los antropoides? ......•... 201
Ellonnento(k lasbalúmas
¿Porqué debemos protegerla naturaleza? . 211
Dpi,liOlles de un don
¿Es lícito hacercopias de losseres humanos? . 221
Hijos a la clIr/a
¿Adónde lleva la medicina reproductiva? ...........•... 231
Elpllellu/wcill d rPinok€ losespirilus
¿Qué puede hacer la investigación del cerebro? . 243
¿Qué me cabe esperar?
La mlÍsgrandedetodaslasideas
¿Existe Dios? . 255
El reloj delllrudül1Io
¿Tiene sclltido la nalUl-aleza? .....•...••••...••.•... 265
Una improbabilidadtrivial
¿Qué es el alnor? .................•......•...... _... 275
Dohedobedo
¿Qué es la libertad? 287
Elaceite wado de Robil/So1/
¿Necesitamos la propiedad? .........•......•...•...... 299
Eljuego deRawl5
¿Qué esjusto? ...................••••...•••• _•.•.... 307
Islas de fa bie1/,wf!1ltlITlIl11.l1
¿Qué es una vida feliz? ....... .........•......•...... 317
6
Eljardín lejarlo
¿Se puede aprender la felicidad? 327
/..a máquina ehMalrix
¿Tiene sentido la \ida? .. 335
Apéndice ..................•...••.•...••......•...... 345
Índice de nombres .....•.........•......•......•..... 363
7
Introducción
La isla griega de Naxos, en el mar Egeo, es la mayorde las
que componen el archipiélago de las Cíclicas. En el centro de la
isla, el monte Zas se eleva hasta los mil metros. En los campos
aromáticos pacen lascabrasylas ovejasycrecen la vid ylasverdu
ras. En los años ochenta, Naxos todavía conservaba una playa
maravillosaen Agia Ana. Lasdunasde arenacubrían una exten
sión de kilómetrosdonde unos pocos turistas pasaban el tiempo
sesteando ala sombra de unascabañas que ellos mismos habían
construido con bambú. En el verano de 1985,dos veinteañeros
se encontraban debajo de un saliente rocoso. Uno de ellos, de
nombreJurgen, era de Diisseldorf; el otro era un servidor. os
habíamos conocido en la pla)'a pocos días antes y hablábamos
sobre un libroque)'0 habíacogido de la biblioteca de mi padre
para las vacaciones, un libro de bolsillo ajado ydesteñido porel
sol, cuya portada mostraba un templogriego ydos hombresata
viados con trajes griegos: Losdiálogos socráticosde Platón.
El ambiente de las discusiones en las que intercambiába
mos nuestros pensamientosapasionadosdejó en mí una huella
L:'ln profundacomo la del sol en mi piel. Por la noche, sentados
alrededor del queso, el vino yel melón, nos aislábamos de los
demás y retomábamos el hilo de nuestras reflexiones. Sobre
todo, nos fascinaba el discurso de defensa que, seglm Platón,
había pronunciado Sócrates tras ser condenado a muerte, acu
sado de corromper a losjóvenes. Ese discurso me impresionó,
pues el temor a la muerte era un tema que me causaba honda
desazón.Jiirgen se mostró más escéptico.
Ya no recuerdo lacard deJiirgen. Nunca más me lo hevuel
tO a encontrar. Si hoy me lo cruzara por la calle, seguramente
no lo reconocería. La playa de Agia Ana, a la que tampoco he
9
vuelto, es hoy,según fuentes fiables, un paraísoturísticosembra·
do dc hotc1cs, vallas, sombJillasytumbonas pueslaS en alquiler.
Pas-ues enteros de la apología de Sócrates, en cambio, se me
han quedado grabados en la memoria, yesos pasajes sin duda
me acompañarán hasla el asilo de la terCel'-d cdad...• veremos si
conservan entonces la misma capacidad para sosegarme.
El interés y la pasión por la filosofTa siguen vi\'os en mí
desde los días de Agia Ana. A la vuclla de Naxos, tuve que rea
Iil..a.r un sel'...,icio civil poco estimulante como ayudante parro
quial, lo cual noera el mejoracicate para alumbrar pensamien
tos audaces. (AJ ver por dcntro la Iglesia cv<mgélica me volví
partidario del catolicismo.) Era una época marcada por cues
tiones morales: el doble acuerdo de la OTAN yel movimiento
pacifista enardecieron los ánimos, por no hablar de ideas tan
descabelladas, y hoy apenas imaginables, como el plan norte
americanode lanzar una guerra nuclear limitadaa Europa. Por
aquel enLOnces ya me sentía impelido a la búsqueda dc la vida
correcta y respuestas convincentes a las grdndcs preguntas de
la vida. Resolví estudiar filosofia.
Sin embargo, el inicio de la calTera en Colonia me deparó
una decepción. Hasta entonces me había imaginadoa losfilóso
fos como personas fascinantcs, CUYdvida debíade ser tan excitan
le como su pensamicnto, personajes imponentes como Theodor
W. Adorno, Ernsl Bloch OJcan-Paul Sartre. Pero esa coherencia
idcal cntrc los pensamienlos audaces yla vida intrépida se esfu
mó nada más \'er a mis profesores: aburridos señores mayores
que vestían trajes marroneso azulesque semcjaban laveslimen
la de un conducLOr de aUloblls. Me acordé de la extrañeza que
había sentido el escritor Roben Musil al descubrir que los inge
nieros de la época impcrial -hombres modernos y de ideas
avanzadas que conquistaban nuevos mundos por tierra, mar y
aire- gastaban unos mostachos tan anlicuados como sus chale
cos yrelojes de bolsillo. Asimismo me pareció que los filósofos
de Colonia no aplicaban a sus vidas la libertad de espíritu que
ejercían en su profesión. Con lodo, uno de ellos me enseiló a
pensar; esto es, a pregullt."lrme por el «porqué,. de las cosas y
a no confonnanne con respueslaS expeditivas. Me inculcó la
exigencia de que mis razonamientos debían carecerde fisuras y
lagunas, y que cada paso que dierd en mis argumentaciones
debía reposar firmemente sobre mi argumenlo anlerior.
,o
Mis años de estudiante fueron maravillosos. En mi memo
ria componen unasecuencia de lecturas apasionadas, platosde
pasta regados con vino tintO barato, conversaciones de sobre
mesa, fen~entesdiscwiones en los seminarios e interminables
tertulias en el bar de la universidad, piedra de toque de nues
tras lecturas filosóficas, nuestros conocimientos en torno a la
verdad yla mentira, la vida buena, sobre fútbol y, porsupuesto,
sobre porqué--como sostenía Loriot- el hombre yla mujer no
están hechos el uno para el otro. Lo bueno de la filosofTa es
que no es una materia que uno termine alguna vez de cSlUdiar;
en rigor, ni siquiera cabe calificarla de materia. Eso parecía
hablar a favor de la opción de seguir en la universidad para
ampliar estudios, pero la vida que llevaban mis profesores se
meantojaba, como digo, de un insulso espantoso. También me
descorazonaba la falta de repercusión de la filosofía universita
ria. Losúnicosque leían losartículosyloslibrospublicados por
los profesores eran sw colegas, yen la mayoría de los casos lo
hacían únicamente para poder discrepar de las ideas allí
expuestas. Finalmente, los simposios ycongresos a los que asis
tí como doctorando me hicieron abandonar toda ilusión res
pecto al afán de entendimiento de sus panicipalllcs.
No obstante, las preguntas ylos libros me han acompaña
do a lo largo de toda mi vida. Hace un ailO caí en la cuenta de
que hay muy pocas introducciones a la filosofTa que sean bue
nasyamenas. Es cierto que existen libros másOmenos ingenio
sos que presentan problemas lógicos yacertijos mentales; pero
no me refiero a eso. Tampoco me refiero a los libros inteligen
tes y útiles que describen la vida yla obra de un selecto puña
do de filósofos: lo que echo en falta es una aproximación siste
mática a las grandescuestiones transversales de la filosoITa. Las
introducciones a la filosofia pretcndidamentesistemáticas, con
un enfoque histórico articulado en torno a una secuencia de
cOITientes o «islnos" filosóficos, constituyen unos libracos ama
zacotados y eSlán escl;tas con un estilo sequizo.
La razón de que la escritura filosófica sea tan desabrida es
sencilla: la universidad no fomenta el estilo propio. La ense
ñanza académica, en su mayor parte, todavía concede más
valor a la reproducción exacta de los contenidos que a la crea
tividad intelectual de los estudiantes. La definición de la filoso
ITa como «materia- acarrea algunos efectos secundarios absur-
"
dos, entre los cualesdestaca su delimitación antinatural respec
lO a Otl<lS materias. Mientrds mis profesores echaban mano de
Hegel y Kant para explicar la conciencia humana, sus colegas
de la facultad de medicina, a tan sólo ochocientos metros de
distancia, realizaban experimentos sumamente interesantes
con pacientes con lesiones cerebrales. En una universidad,
ochocientos metros significan un mundo: los profesores vivían
en dos planetas totahnenle diferentes y no conocían siquiera
los nombres de sus colegas.
¿Qué relación guardan entre sí los conocimientos filosófi
cos, psicológicos y neurobiológicos sobre la conciencia? ¿Son
antagónicos o, por el contrario, se complementan? ¿Existe un
"yo»? ¿Qué son los sentimientos? ¿Qué es la memoria? Las pre
guntas más fascinantes no aparecían en el plan de estudios de
filosofia y, por lo que yo sé, hasta ahora bien poco ha cambia
do a este respecto.
La filosofia no es una ciencia histórica. No cabe duda de
que tenemos el deber de consenrar la herencia y revisar conti
nuamente los antiguos edificios erigidos en el ámbitode lavida
intelectual... y de saneados si es preciso. Sin embargo, en la
actividad académica la filosofia orientada al pasado ejerce un
predominio excesivo sobre la filosofia referida al presente. Por
otro lado, debe tenerse en cuenta que la filosofía no se engar
za tan sólidamente como muchos creen con la base de su pasa
do. La historia de la filosofía es, en gran parte, la historia de
modas ycomentes epocales, del conocimiento que se ha ido
olvidandou ocultandoyde un buen númerode nuevoscomien
zos que, si parecieron tales. ello se dcbió únicamente a la pos
tergación previa de muchas cosas que se habían pensado con
anterioridad. En la vida, rara vez se construye algo con piedras
que no provengan de Otra parte.
La mayoría de los filósofos ha construidosus edificios inte
lectuales con los escombros de sus predecesores, y no, como
pretendían, sobre las ruinas de toda la historia de la filosofía.
En este proceso eterno de demoliciones yreconstnlcciones no
sólose han cxtraviado muchas ideasypuntos de vista inteligen
tes, sino que continuamente se han repensado y resucitado
conceptos peregrinos yextravagantes. En los propios filósofos
también observamos esla ambib"Üedad. Por c::jemplo, el escocés
David Hume fue en el siglo XVIII un pensador incrcíblemente
moderno en muchos aspectos. pero, en relación con los otros
pueblos, en especial con los africanos, SOStuvO unas opiniones
chovinistas y racistas. El siglo XIX alumbró, en la persona de
Friedrich Nietzsche. a uno de los críticos de la filosoña más
perspicaces, lo que no fue óbice para que sus ideales del ser
humano fueran cursis, presuntuosos yestólidos.
Por Olro lado. la repercusión de un pensador no se halla
necesariamente en relación de correspondencia con el grado
dejusteza yverdad de sus ideas. El susodicho ietzsche tuvo
una inmensa repercusión en la filosofia, pese a que la mayor
pane de las cosas que dijo no eran en modo alguno tan nue
vas yoriginales como parecían. Sigmund Freud fue considera
do legítimamente un hombre importante, uno de los más
grandes fundadores intelectuales, aunque muchas cosas del
psicoanálisis eran erróneas. Asimismo, la enorme importancia
filosófica y política de Georg Wilhelm Friedrich Hegel casa
malamente con las numerosas incongruencias que presentan
sus especulaciones.
Unaojeada panorámicaa la historiade lafilosoña occiden
tal pennile apreciarque la mayoría de las escaramuzas que han
tenido lugar en ella reproducen unos pocos esquemas de pares
antagónicos, Posiblemente el más fecundo de lodos ellos es el
que ha alimentado la querella de materialistas e idealistas -o,
según la terminología inglesa, de empiristasyracionalistas-. En
la práctica, estos puntos de vista aparecen en todas las combina·
ciones imaginables y con ropajes siempre nuevos, pero, en el
fondo, el esquemase repite. El materialismo-lacreenciadeque
no hay nada aparte de la naruraJeza aprehensible por los senti
dos, ningún dios, ningún ideal-se pusode moda porvezprime
ra en el siglo XVIII con la llustración fr.rncesa. Dio un segundo
paso al frente en lasegunda mitad del siglo XIX, a raízdel éxito
de la biología y de'la teoría evolucionista de Darwin. Yactual
mente vive su tercer apogeo en relación con los conocimientos
de la moderna investigación sobre el cerebro.
Entre estos tres hitos, sin embargo, se produjeron fases en
las que llevó la vozcantante el idealismo en sus distintas moda
lidades. En correlación antagónica con el materialismo. el idea
lismo tiene escasa confianza en el conocimiento del mundo
que puede obtenerse a tr<lvésde lossentidos y. en cambio, con
ña en la virtud, en buena medida independiente, de la razón y
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Description:Convertido en un fenómeno sin precedentes, esta obra es una original introducción a la filosofía, divertida y erudita a la par, que entremezcla pensamiento clásico con cultura popular y que transita con soltura de Descartes a Star Trek, de Freud a los Monty Python. Inspirada en las tres grandes