Problemas actuales de Moral

236 Pages·2010·22.95 MB·Spanish

ANTONIO HORTELANO
PROBLEMAS
ACTUALES
DE MORAL
III
ETICA Y RELIGIÓN
EDICIONES
SIGÚEME
ANTONIO HORTELANO
PROBLEMAS ACTUALES
DE MORAL
III
ETICA Y RELIGIÓN
EDICIONES SIGÚEME
SALAMANCA
1984
CONTENIDO
Introducción 9
1. La moral exige no dejar pendiente el tema religioso 13
2. La moral exige conocer en profundidad el tema religioso 21
3. Definición de la religión y diferentes ciencias que se ocupan
de ella 109
4. Existencia de Dios e historia de las religiones 171
5. Opción por la confianza vital. Reflexión en profundidad. 265
6. Constatación histórico-salvífica 323
7. Coherencia moral 421
Conclusión 437
Etica y religión: Proposiciones finales 441
© Ediciones Sigúeme, 1984 Bibliografía 445
Apartado 332-Salamanca (España)
ISBN: 84-301-0951-X (Vol. III) índice general 453
ISBN: 84-301-0766-5 (obra completa)
Depósito legal: S. 93-1982
Printed in Spain
Imprime: Gráficas Ortega, S.A.
Pol. Industrial El Montalvo-Salamanca, 1984
INTRODUCCIÓN
«Tarde te he amado, ¡oh Bondad!, tan antigua y tan
nueva, tarde te he amado. Estabas conmigo, y yo estaba
fuera. Aquí es donde yo te buscaba y me dirigía, defor
me, sobre estas cosas bellas que Tú has hecho.
Tú estabas conmigo, y yo no estaba contigo, detenido lejos
de Ti por esas cosas que nada serían si no estuvieran en
Ti. Tú me has llamado, y tu grito ha forzado mi seguri
dad; Tú has brillado y tu luz ha iluminado mi ceguera;
Tú has exalado tu perfume y he aquí que tras de Ti, yo
respiro. Te he gustado y tengo hambre de Ti, sed de Ti.
Tú me has tocado y ardo por la paz que Tú me das».
S. Agustín, Las confesiones
«Enséñame a buscarte, oh Dios, y muéstrame a mí que te
busco; porque yo no puedo buscarte si Tú no me instru
yes, y no puedo encontrarte, si Tú no te muestras a mí».
S. Anselmo, Proslogion
Nadie ha visto a Dios, pero los hombres, desde que aparece el
«homo sapiens» hasta ahora, se han ocupado de Dios. Es cierto que
con la llamada modernidad irrumpe en la historia un tipo de hombre,
ateo, que niega la existencia de Dios y hasta se despreocupa de él.
Pero la conciencia de Dios rebrota una y mil veces después de las crisis
y los hombres terminan por reconocer que no se puede impunemente
marginar a Dios, como dice el profeta Isaías: «No os contentáis con
alienar a los hombres, sino que pretendéis también alienar a Dios» (Is
7, 13).
«¿Existe Dios? Y, por extensión: ¿quién es Dios?... ¿Sí a Dios?
Hace tiempo que para muchos cristianos ya no es evidente. ¿No a
Dios? Para muchos creyentes tampoco lo es.
¿Sí o no? Muchos entre creer y no creer están perplejos, indecisos,
escépticos. Dudan de su fe, pero también dudan de su duda. Otros
muchos están orgullosos de sus propias dudas. Pero el anhelo de
certeza permanece. ¿Certeza? Sean católicos, protestantes u ortodo
xos, sean cristianos o judíos, creyentes o ateos, la discusión recorre a
10 Etica y religión Introducción 11
lo largo y a lo ancho las viejas confesiones, como las nuevas ideolo En el estado actual de secularización a que está sometido el
gías»1. mundo moderno, el hombre ha ido tirando por la borda en sucesivos
«Sea cual fuere la actitud de los creyentes, hay algo que debemos momentos importantes valores religiosos.
aceptar: que las cuestiones acerca de Dios, e incluso acerca de su En primer lugar se rechaza a las iglesias institucionales, con el
misma existencia, son debatibles por la sencilla razón de que muchos peligro de que la religión se gaseosifique y pierda densidad social y
las debaten. Y todos los creyentes saben, a veces por propia experien tangible. Al mismo tiempo se echa una cortina de humo sobre la
cia, que la fe en Dios resulta tremendamente difícil —si no imposi divinidad de Cristo, de suerte que, al final de cuentas, el hombre de la
ble— para una gran parte de la humanidad. Claro que cabe resistirse calle termina por no saber si el Cristo que le presentan los teólogos es
a la discusión, porque, considerándola excesivamente complicada y verdaderamente Dios o sólo su más esplendoroso reflejo en la tierra.
peligrosa, se teme zozobrar en ella. Pero el elegir esta actitud evasiva En íntima relación con esto nos encontramos con el eclipse de la
significa alinearse con quienes no creen en Dios. Trinidad. Dios es un ser solitario y no una comunidad interpersonal.
Si Dios es Dios, exige ser comprendido en referencia a cuanto Jesús no es Dios y el Espíritu santo es sólo un aspecto personalizado
sucede en el mundo y a cuanto nos sucede a nosotros. De hecho se de la divinidad.
está desarrollando una intensa discusión sobre la existencia de Dios y Pero la demolición no termina ahí, sino que llega al mismísimo
sobre las implicaciones de la fe en Dios. A la mayoría nos abruman Dios. Algunos piensan que la palabra «Dios» está gastada y que
grandes dificultades y serias dudas: muchos sufren con ellas más hemos de prescindir de ella durante un largo período de tiempo hasta
dolorosamente que nosotros mismos; y otros muchos ya no sufren que recupere su valor original. Otros piensan que hay que reconcep-
porque han dejado de creer que Dios existe. Si los creyentes nos tualizar la idea de Dios porque la imagen del mismo que presentamos
mantenemos al margen de estas realidades por miedo a ahogarnos en los creyentes es la caricatura de Dios más que el Dios de verdad. Y en
ellas, quiere decirse que consideramos al Dios de nuestra fe como algo ese sentido algunos llegan a hablar equívocamente de «muerte de
irreferible o irrelevante respecto a una extensa área del pensamiento y dios». Pero otros hablan de la muerte de Dios en sentido estricto.
de la vida; quiere decirse que somos ateos prácticos o quizás auténti Como dice Heine, el viejo Yahvé, después de intentar adaptarse
cos idólatras, lo que es peor, pues idolatría es una forma especialmen vanamente al mundo occidental, se muere sin remedio y hay que darle
te perniciosa de ateísmo, ya que los ídolos no son dioses, pero sus el viático.
adoradores ignoran su propia condición de ateos. Decir que creemos El hombre no necesita para nada de este Dios moribundo. Todo
en un ser cuyos designios no lo abarcan todo es como prestar lo contrario. Gracias a la muerte de Dios, el hombre llega a ser él
fidelidad a un dios local o tribal representado por un ídolo. Consi mismo, un dios en la tierra.
guientemente, el desentenderse del debate en curso es admitir que La descomposición religiosa acarrea gravísimas consecuencias. El
nuestro Dios tiene un poder limitado, con lo que colocamos a nuestro hombre sin Dios no es el superhombre que se soñaba, sino un pobre
Dios al nivel de otros ídolos religiosos. hombre. El estructuralismo pone en la picota todas las veleidades
Si, por el contrario, creemos realmente que Dios es Dios, esta antropoteístas. El hombre no es más que una manifestación entre
nuestra fe obliga a participar en la discusión y a exteriorizar la lucha otras de la energía inicial. No es alguien, sujeto de la historia, sino
que se lleva a cabo en la intimidad de nuestros corazones» 2. algo, una oscura fuerza arrastrada por el azar y la fatalidad.
De ahí a decir que el hombre y el mundo son radicalmente nada
1. H. Küng, ¿Existe Dios?, Madrid 1979, 19. no hay más que un paso. Nada, cósmicamente, socialmente, psicoló
2. D. Jenkins, Guía para el debate sobre Dios, Madrid 1968, 19-20; cf. G. Szcensny, gicamente y metafisicamente. ¡Nada!, ¡Nada!, ¡Nada! Por lo que los
Die Zukunft des Unglaubens, München 1959; A. Schaefer, Der Gottesgedanke im Abend-
land, Stuttgart 1964; J. M. Paupert, Peut-on étre chrétien aujourdhui?, Paris 1966; A. M.
Greeley, Religión in ihe year 2.000, New York 1969; L. Dewart, El futuro de la fe, cristianas, Buenos Aires 1971; P. Schoonenberg, Un Dios de los hombres, Barcelona 1972;
Barcelona 1969; H. Stem, Sentido y no sentido de la religión, Barcelona 1970; R. Lay, J. Pikaza, Las dimensiones de Dios, Salamanca 1973; J. Kopperschmidt, Der fragliche
Zukunft ohne Religión, Freiburg B. 1970; G. Morel, Dios: ¿alienación o problema del Gott. Fünf Versuche einer Antwort, Dusseldorf 1973; K. Rahner, Ist Gott noch gefragt?
hombre?, Barcelona 1970; R. Panikkar, El silencio de Dios, Madrid 1970; H. Ott, Gott, Zur Funktionslosigkeit des Gottes-glaubens, Dusseldorf 1973; J. Ratzinger, Dios como
Stuttgart-Berlin 1971; E. Schillebeeckx, Dios y el hombre, Salamanca 31969; Id., Dios problema, Madrid 1973; K. Krenn, Die wirkliche Wirklichkeit Gottes. Gott in der Sprache
futuro del hombre, Salamanca 31971; O. Schatz, Hat die Religión Zukunft, Graz 1971; J. C. heutiger Probleme, Paderborn 1974; Varios, El futuro de la religión, Salamanca 1975; J.
Barreal, Qui est Dieu, Paris 1971; L. Kolakowski, Vigencia y caducidad de las tradiciones Martín Velasco, La religión en nuestro mundo, Salamanca 1978.
12 Etica y religión
1
ácratas, coherentes hasta sus últimas consecuencias, quieren que
LA MORAL EXIGE
paremos el mundo para bajarse de él.
NO DEJAR PENDIENTE EL TEMA RELIGIOSO
Frente a este movimiento involutivo, los creyentes responsables
pretenden hacer un proceso al revés partiendo de la nada, en la que
estamos hundiéndonos, para llegar al Todo, que es Dios. Pero este
proceso quieren hacerlo teniendo críticamente en cuenta la historia
del pasado, viendo la realidad presente en profundidad y desde todas
las perspectivas y reconceptualizando el lenguaje religioso de acuerdo
con las exigencias de nuestro tiempo.
Frente a Dios el hombre siente una serie de exigencias morales
fundamentales. Ante el tema de Dios el hombre no puede inhibirse
éticamente. Hay que optar por él o contra él, por el sí o por el no. Y
esta opción es la más fundamental y trascendente que el hombre
puede y debe hacerse a lo largo de su vida. Llama en este sentido la
atención el hecho de que los moralistas modernos, incluso católicos,
no aborden explícitamente el tema de Dios como imperativo moral.
En los volúmenes anteriores de Problemas actuales de moral
1. Importancia de la religión
hemos estudiado la introducción a la teología moral y su fundamenta-
ción responsable, el problema de la violencia y la agresividad (respeto
En teoría existen tres posibles actitudes ante el fenómeno religio
a la vida) y todo lo relacionado con la sexualidad, el amor y la familia.
so. Hay hombres que creen en Dios y se ponen en relación con él de
En este tercer volumen vamos a tratar la extensión vertical de la
un modo u otro. Son los «creyentes». Otros niegan la existencia de
moral con el estudio sobre ética y religión, dejando para el cuarto
Dios o, por lo menos, piensan que no puede saberse nada de él y por
tomo el tema de la ética y la política, que constituye la extensión
lo tanto prescinden de Dios en su vida. Pero, en cambio, se ocupan del
horizontal de la moral.
hombre y todo lo relacionado con el hombre. Fuera del hombre no
Hoy, como siempre, el tema candente y apasionante de la muerte
hay nada que merezca la pena. Son los ateos humanistas. Y, final
nos enfrenta con la realidad de Dios. La vida pasa volando y hace
mente, existen los nihilistas para los que Dios no existe y el hombre no
agua por todos los costados. Y después ¿qué? Lo mismo que el
merece realmente la pena.
protagonista de «Blow-up» los hombres de nuestro tiempo, ante el
Según esto, es evidente que para los creyentes la vida tiene un
problema de la muerte, con el que no quieren enfrentarse, tratan de
sentido trascendental y absoluto al apoyarse en Dios. Para los ateos
aturdirse mediante el trabajo, la música y todo tipo de diversiones,
humanistas la vida es valiosa, pero su valor es relativo y precario, ya
pero al final se dan cuenta que la vida así es una partida de tenis en
que el hombre, a pesar de su dignidad, es frágil desde todos los puntos
que todos juegan apasionadamente, pero sin pelota. Esta no existe.
de vista: biológico, psicológico-social y metafisico, estando como está
De un modo absurdo están dando raquetazos en el aire. Entonces con
abocado a la nada. Para los nihilistas el hombre no está condenado a
angustia miran furtivamente al cielo para encontrar allí algo o al
desintegrarse sino que es realmente nada y su vida no tiene en
guien. Pero ¿lo encontrarán?
absoluto sentido.
No cabe la menor duda que ante estas preguntas resulta trascen
dental para el hombre ser creyente, humanista ateo o nihilista. No se
trata de cuestiones periféricas o intrascendentes. En realidad lo que
aquí está en juego es saber si la vida carece de sentido o si, por el
contrario, tiene un sentido precario o trascendental.
¿No puede el hombre tomarse la vida en serio? ¿O se la puede
tomar en serio? Más todavía ¿se la puede tomar absolutamente en
serio? La cuestión es decisiva y no podemos tratarla con frivolidad.
14 Etica y religión La moral exige no dejar pendiente el tema religioso 15
«Alguien pensaba que el hecho no creyente debía ser aceptado como estos temas trasnochados a no ser por pura curiosidad histórica. Pero
algo perfectamente cotidiano, trivial, banal. Tan banal que ni siquiera el hecho de que la humanidad haya creído siempre en Dios y que
se llega a hablar de ello. Siendo lo importante la unión de los todavía hoy en todo el tercer mundo los hombres sigan creyendo en la
creyentes y de los increyentes en la praxis. La verdad es que estas religión y que en el mundo occidental, tanto en el primer mundo,
expresiones nos suenan muy superficial o muy pragmáticamente. como en el segundo, según sondeos fiables de opinión pública, el 80
Porque la creencia y la increencia señalan la diferencia más radical por ciento más o menos de la población no se atreva a negar que Dios
entre los hombres. Que no es una simple variedad de conducta social, existe, demuestra fehacientemente que el problema está sobre el
una diferenciación de programas sociales, o de prácticas culturales, tapete y que no podemos eludirlo frivolamente.
sino de ser o no ser moral con una moralidad absoluta, que está por En estas circunstancias dejar «pendiente» el tema de Dios es de
encima de las relatividades de la persona, de la sociedad y de sus una inconcebible frivolidad e indica una notable falta de sentido
correspondientes intereses útiles del momento. En la cuestión del crítico y de sensibilidad.
hombre teísta y del hombre ateo está implicada la presencia o la En una encuesta realizada en España, en 1979, por «Informacio-
ausencia del valor absoluto, no profanable, en la historia. nes-EFE», los que se declaran ateos no llegan al 10 por ciento. A la
Lo que nos jugamos con esta decisión en torno a la existencia de pregunta ¿Cree Vd. que Dios existe? el 84,5 responde que sí; el 8,2 dice
Dios es realmente trascendental para el hombre. «Si Dios existiera, la que no; y el 7,2 no sabe o no contesta.
realidad no estaría últimamente infundada..., no carecería en último Esto no quiere decir que no exista el ateísmo o que éste sea un
término de meta... La realidad, suspendida entre el ser y el no ser, ya fenómeno insignificante. «El papa Pablo VI en la encíclica Ecclesiam
no sería últimamente sospechosa de inanidad» l. suam y el concilio Vaticano II en la constitución pastoral Gaudium et
spes coinciden en considerar religiosamente al ateísmo como «el
fenómeno más grave de nuestro tiempo».
2. Posibilidad de la religión El ateísmo contemporáneo se distingue de otros ateísmos históri
cos ante todo por su universalidad. En otras épocas los ateos eran
No cabe la menor duda de que la vida del hombre «con Dios» es hombres aislados, que vivían frente a la sociedad creyente en una
infinitamente más interesante que «sin él». Si Dios no existe, el actitud de autodefensa o de lucha. Hoy día, en cambio, los hombres
hombre tiene que escoger entre sentirse radicalmente nada, como que viven teórica o prácticamente al margen de Dios y de todo
piensan los nihilistas, o ser algo en marcha hacia la nada, de suerte compromiso religioso no son ya individuos aislados. Ni siquiera
que tiene que contentarse con una existencia precaria y frágil, de la constituyen una minoría de intelectuales rebeldes, desligados de la
que al final no le va a quedar nada. realidad social que los rodea. En el este y en el oeste, en los países
Como han dicho varios pensadores de nuestro tiempo: «Si Dios comunistas, como en las democracias capitalistas, nos encontramos
no existiera, habría que inventarlo». Pero esto es un consuelo de con grupos numerosos de hombres que se saben y se quieren ateos.
tontos. No se trata de que me convenga o no que Dios exista, sino de Más aún, que consideran al ateísmo como la única actitud humana
saber si existe o no en realidad, prescindiendo de si a mí me gusta o digna y constructiva. Su postura no constituye siempre una excep
no. ción, sino que en ciertos ambientes llega a considerarse como normal.
El ciudadano creyente coincide con sus conciudadanos ateos en la
mesa de estudio, como en el puesto de trabajo, el lugar de reunión y el
a) Estadísticas religiosas mismo techo familiar2.
Por vez primera en la historia existe un ateísmo de masas y hasta
Si hoy nadie creyera en la existencia de Dios, después de muchos hay un bloque de países, el comunista, en el que el ateísmo tiene de
siglos, quizás no merecería la pena plantearnos la cuestión de si Dios hecho carácter oficial o, por lo menos, oficioso. Incluso ha habido
existe o no. Hoy, por ejemplo, nadie cree en los fantasmas o los dentro de las iglesias cristianas un movimiento que ha defendido la
duendes y no estamos dispuestos a perder el tiempo en el estudio de «muerte de Dios» para poner de relieve al hombre. Algunos han
1. H. Kung, o. c, 111-111. 2. E. Colomer, El ateísmo de nuestro tiempo, Barcelona 1967, 15-16.
16 Etica y religión La moral exige no dejar pendiente el tema religioso 17
querido separar a la teología de Dios, como se ha separado la eclipse aparente de la religión ha ido creando en el mundo occidental.
astronomía de la astrología o la química de la alquimia. No se dan «Parece que una parte considerable del viejo impulso (religioso) está
cuenta que Dios (Theos) es a la teología lo que los astros son para la secularizado. Así encontramos en Nietzsche los rescoldos de la anti
astronomía o los cuerpos químicos para la química. Pero todo esto es gua religiosidad cósmica, representada por Apolo y Dionisos, bailan
un índice de la extensión e importancia del fenómeno social del do en la fiesta del retorno de los tiempos. Los devotos de Zen o de los
ateísmo. yogas parecen un injerto secular de las tendencias religiosas del
camino de oriente. Finalmente, los marxistas y utopías de aquéllos
El problema de Dios, hasta hace pocos años al margen del interés teológico y más
que se afanan por lograr un mundo nuevo de justicia y trasparencia
bien pacientemente soportado que tratado como cuestión vital, ha vuelto de
pronto a ser el centro de atención de la teología. Parecía que sobre el tema «dios» encienden con fuego desacralizado las viejas esperanzas israelitas.
ya se había interrogado y pensado todo; desde las pruebas de la existencia de Dios ¿Quiere esto decir que la religión ya se ha perdido y sólo quedan
hasta el tratado de trinidad parecían andados todos los caminos y ensayadas
ramas descartadas de la vieja viña misteriosa? ¡De ninguna manera!
todas las posibilidades. Las energías teológicas se concentraron visiblemente en la
eclesiología y en todo aquello que guardaba relación con ella. Aquí existían La experiencia religiosa sigue viva en miles de comunidades, en
quehaceres concretos; aquí aguardaba un extenso material de investigación millones de personas. Sigue viva a pesar del bombardeo de la crítica
histórica, y también aquí se acertó con el interés del hombre de hoy respecto al implacable, de los pensadores de la sospecha, de Feuerbach y de
problema de la sociedad y su orden. Por cierto, que ya en 1942 había llamado H.
de Lubac la atención insistentemente sobre el peligro latente en esta línea de Marx, de Nietzsche y Freud, de todos aquellos que pretenden disol
pensamiento3 y recordaba que A. Comte creyó descubrir en la historia de los verla como expresión de un desajuste social, indicio de impotencia o
dogmas una evolución del interés desde la trinidad hasta la eclesiología, pasando de neurosis. Pues bien, por encima de esa crítica, la religión sigue
por la cristologia. Comte expresó su convicción de que por este camino iría
ofreciendo ante la humanidad el ideal de una existencia infinitamente
cayendo la iglesia en el positivismo callada y lentamente, sin darse cuenta de ello.
De este modo, la iglesia ya no se ocuparía de Dios, sino del hombre 4. abierta, libremente creadora y llena de misterio en medio de un
mundo amenazado por el positivismo de la ciencia, los mesianismos
El concilio Vaticano II se ha preocupado de intento sólo de sociológicos y la angustia de la vida»5.
problemas pastorales, dejando a un lado o entre bastidores las cues Nada de extraño por eso la enorme influencia que sacerdotes,
tiones dogmáticas propiamente dichas. Lo que interesó sobre todo al exsacerdotes y seminaristas han tenido en los movimientos revolucio
Vaticano II era estudiar cómo la iglesia podría llegar a ser una narios. «Es un seminarista descontento, escribe Dostoievski en una de
comunidad más abierta, más al día, más ecuménica. Por eso no estaba sus cartas a su mujer. Imagínate el carácter y seguridad de estos
previsto en modo alguno el tema de Dios aunque se estudió el hecho seminaristas... Nos están haciendo daño». Se refería Dostoievski al
del ateísmo del mundo moderno. matrimonio Elissein, que había encontrado en Ems y que le disgustó
Sin embargo, poco a poco, se ha visto que para hacer las reformas profundamente por su espíritu negativo y su ateísmo. Es sabido que
de la iglesia con madurez y equilibrio hay que tocar fondo en la vida este tipo de seminarista fue muy frecuente en la historia del movi
del cristianismo y ese fondo no es otro que Dios. En estos momentos miento revolucionario ruso. El caso más importante y conocido es el
Dios está de moda y nadie puede en nuestros días superarle en de Stalin.
capacidad de convocatoria. Ningún poder político o fáctico puede De ahí la aparición últimamente de un movimiento neoateo que
convocar las masas que, por ejemplo, el cristianismo reúne todos los pretende acabar no sólo con el fenómeno religioso, sino con sus
domingos en las iglesias, o con motivo de las visitas que el papa Juan sucedáneos.
Pablo II ha hecho a diferentes países.
El rechazo de Dios por parte de los filósofos —dice E. Morin— no me conduce a
una concepción humanista y positivista del mundo. Creo, incluso que si se
b) Sucedáneos religiosos prosigue el movimiento de la crítica de la religión, se llega a criticar la noción
del«hombre-Dios» del humanismo; es decir, la concepción del hombre sujeto del
Otro hecho que demuestra la vigencia del sentimiento religioso en mundo que debe convertirse en Dios, que debe llegar a ser, en efecto, el dueño y el
el mundo moderno es la importante creación de sucedáneos que el rey del mundo. En otras palabras: mi posición me conduce a no oponer esquemá
ticamente un humanismo-positivista a la religión. Igualmente, el profundizamien-
3. H. de Lubac, El drama del humanismo aleo, Madrid 1967.
4. J. Ratzinger, Dios como problema, Madrid 1973, 11. 5. J. Pikaza, Experiencia religiosa y cristianismo. Introducción al misterio de Dios,
Salamanca 1981, 305-306.
18 Etica y religión La moral exige no dejar pendiente el tema religioso 19
to de la crítica de la religión me lleva a desvelar la componente religiosa existente plantearnos seriamente la cuestión de si Dios existe y si nuestras
fuera de las religiones. Se encuentra la componente religiosa —en particular la relaciones con él por medio de la religión responden sí o no a la
deificación— en los sentimientos nacionales, en los partidos políticos, en las
realidad o con sólo un producto de la imaginación popular o de ¡a
relaciones amorosas (en las que se deifica al compañero, y se deifica uno a sí
mismo cual «Dios celoso»), finalmente en todo el tejido de las relaciones sociales e sugestión fabuladora del hombre angustiado por la fragilidad de la
interpersonales. Igualmente, el profundizamiento del mito nos obliga a encontrar existencia y el miedo a la muerte.
el mito en el corazón de todas las realidades humanas. A este camino, yo lo
Todo es posible antes de que analicemos críticamente la cuestión.
llamaría neoateísmo. El neoateísmo quiere decir que nosotros sabemos que la
Lo que no es posible a un hombre consciente y responsable es
necesidad religiosa traduce algo profundo y fundamental. Y más todavía, una
estructura de la realidad humana. El neoateísmo quiere decir que nosotros ya no desentenderse del tema y dejar el problema de Dios «pendiente».
encuadramos la mitología únicamente en el plano sobrenatural, sino que existe en
el corazón de lo real y esto quiere decir que a diferencia de los filósofos del siglo
Nada hay menos escéptico que el ateísmo contemporáneo. Es una negación
XVIII, no reducimos el mito a una mistificación, es decir, a un engaño subalterno
tajante y radical. No niega la existencia de Dios, sino su posibilidad. No coloca a
de los sacerdotes o de los poderosos6.
Dios en el dominio de lo incognoscible, lo que aún dejaría a salvo su misterio,
sino que considera inconcebible la misma idea de Dios. No destruye ninguna
Pero, a pesar de estos esfuerzos del neoateísmo, el hombre moder prueba demostrativa, sino que prescinde de ellas. No rechaza la realidad de Dios,
no sigue usando sucedáneos de la religión, uno detrás de otro, como si sino su misma noción. Ya antes de la formulación de los argumentos clásicos, el
debate queda zanjado como consecuencia de un problema previo.
el espíritu humano quisiera vengarse por el abandono de algo tan
Ante esta negación brutal el cristianismo no puede evadirse. Debe afrontar el mal
esencial como la religión y tuviera que crear a prisa y corriendo y aplicar el remedio a lo más vivo de la llaga. Y la herida está precisamente en que
sustitutos más o menos convincentes de Dios. para los ateos contemporáneos la existencia de Dios es un problema secundario,
Por eso «desechamos deliberadamente cualquier gesto polémico o del que prescindieron por la previa negación de la misma noción de Dios.
Dedicarse a demostrar que Dios existe es, pues, llegar tarde a la cita y no
inquisitorial» en relación a las tendencias antropoteístas, por ejemplo, encontrar a nadie 9.
en el caso del marxismo ateo. Quisiéramos principalmente mostrar la
verdad profunda de que es portador el ateísmo marxista actual aun
Nosotros, en cambio, pensamos que antes de decir si Dios existe o
cuando él no se percate claramente.
no, hemos de estudiar a fondo el tema sin prejuicios ni frivolidades.
De este modo creemos ser fieles al espíritu del doctor común, que,
Ninguna otra cuestión se merece como ésta nuestra atención. El que
como muy bien observa E. Gilson, era guiado por la idea «de que
no quiera afrontar seriamente y de un modo responsable el tema de
cuando un hombre enseña un error no se le libra de él diciéndole que
Dios no puede sentirse tranquilo en lo más profundo de su conciencia.
está equivocado, sino haciéndole ver la verdad que él se esforzaba en
Algo habrá siempre que le duela en lo más íntimo de su yo, allí donde
enseñar»7. El propio Tomás de Aquino plasmó felizmente esta sabia
uno mismo no se siente manipulado por nada ni por nadie.
norma de exégesis intelectual en sus comentarios a la metafísica de
Nada, en efecto, ganaremos dejando «pendiente» el tema de Dios,
Aristóteles, al escribir a propósito del pensamiento del filósofo griego
y podemos perderlo todo, es decir, el sentido último y trascendental
Anaxágoras: «Se equivocó en lo que dijo, acertó en lo que quiso
de la vida y de la muerte, si «pasamos» de él.
decir» 8.
La existencia de estos sucedáneos nos obliga a estudiar en serio la
causa profunda de los mismos. No se puede tomar a la ligera un
hecho como el religioso, que se resiste ferozmente a desaparecer y
que, cuando algunos hombres se deciden por fin a negarlo, da lugar a
una serie importante de sucedáneos más o menos solapados. Sin decir
todavía que la religión responda a la realidad y que Dios exista
verdaderamente, la persistencia de la creencia en el mundo y la
creación de sucedáneos cuando aquélla se obnubila, nos obliga a
6. E. Morín, Dios hoy, Barcelona 1968, 34-35.
7. E. Gilson, El filósofo y la teología, Madrid, 181.
8. R. Belda, Ateísmo y marxismo occidentales de hoy, en Dios-ateísmo, III Semana
de teología Universidad de Deusto, Bilbao 1968, 239-240. 9. H. Dumery, El ateísmo en nuestro tiempo, Barcelona 1967, 277.
2
LA MORAL EXIGE CONOCER
EN PROFUNDIDAD EL TEMA RELIGIOSO
1. Planteamiento radical
Un planteamiento radical del tema religioso nos obliga en primer
lugar a no ver en Dios un medio para conseguir algo, por ejemplo, la
seguridad existencial, sino un fin en sí mismo, prescindiendo del
hombre que vive en un mundo concreto e histórico.
Dios no es un instrumento del que se pueda apreciar su utilidad, tampoco es un
instrumento de explicación del mundo, ni un instrumento de acción o de presión
sobre el mundo. Estoy convencido de que no es posible creer en la existencia de
Dios por otro motivo que no sea Dios mismo. No es para dar un fundamento a la
moral, para explicar unos fenómenos que escapan a la investigación científica o
para poseer un poder sobre las cosas o sobre los hombres, que no fuera capaz de
aportarme la técnica por lo que yo creo en Dios. Tal fe me parecería forzada y
finalmente blasfema. Sería mitología, magia o, en el mejor de los casos, un sentido
equívoco de lo sagrado. No sería la fe en el Dios vivo, espíritu y verdad. En una
palabra, creo en Dios, porque existe. Esto es todo 1.
a) Estudio afondo del problema
Tanto los creyentes como los ateos, si quieren ser honrados
consigo mismos hasta el fondo, tienen que prescindir metodológica
mente de sus actitudes previas, para plantearse radicalmente el tema
de Dios.
1) Actitud crítica de los creyentes
En estos momentos muchos creyentes, empezando por los teólo
gos, están dispuestos a plantearse el tema de Dios de un modo crítico.
1. A. Brien, Dios hoy, Barcelona 1968, 88-89.