Table Of ContentPRINCIPIOS DE ORIENTACIÓN PARA LA ALIMENTACIÓN
DE NIÑOS NO AMAMANTADOS ENTRE LOS 6 Y LOS 24
MESES DE EDAD
ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 1
Organización Panamericana de la Salud. Principios de orientación para la alimentación
del niño no amamantado entre los 6 y los 24 meses de edad. Washington, D.C.: OPS,
@ 2007
I. TÍTULO
1. FISIOLOGÍA DE LA NUTRICIÓN INFANTIL
2. CIENCIAS DE LA NUTRICIÓN DEL NIÑO-normas
3. ALIMENTOS INFANTILES
4. NECESIDADES NUTRICIONALES
5. CONDUCTA ALIMENTARIA
6. PAUTAS
ISBN 978-92-7-532795-1 (NLM WS 120)
© Organización Mundial de la Salud, 2007
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2 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS
INDICE
6
Introducción
8
Cantidad necesaria de alimentos
9
Consistencia de los alimentos
10
Frecuencia de comidas y densidad energética
12
Contenido nutricional de los alimentos
18
Uso de suplementos de vitaminas y minerales o de productos fortificados
20
Necesidades de líquidos
21
Preparación y almacenamiento seguros de los alimentos
24
Alimentación perceptiva
25
Alimentación durante y después de la enfermedad
26
Uso de estos principios de orientación
27
Referencias
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AGRADECIMIENTOS
Este documento fue escrito por Kathryn Dewey utilizando como base las conclusiones
de una reunión informal sobre la Alimentación de niños no amamantados, convocada
por los Departamentos de Salud y Desarrollo del Niño y del Adolescente (CAH) y de
Nutrición para la Salud y el Desarrollo (NHD) de la Organización Mundial de la Salud,
en Ginebra entre el 8 y 10 de marzo del 2004. Kathryn Dewey y Roberta Cohen
prepararon el informe técnico que sirvió como referencia para la reunión. El personal
de la OMS/CAH delegó la preparación de este documento y proporcionó asesoría
técnica. Los participantes de la reunión informal revisaron e hicieron comentarios en
varias versiones en borrador del documento.
4 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS
CUADROS
32
Cuadro 1
Cantidades de alimentos en una muestra de dietas regionales que satisfacen las
necesidades de energía, según intervalo de edad
34
Cuadro 2
Requisitos de energía, frecuencia mínima de comidas y densidad energética mínima
para niños no amamantados entre los 6 y los 24 meses de edad
ANEXOS
35
Anexo 1
Elaboración de recomendaciones alimentarias apropiadas al nivel local basadas en
estos principios de orientación
40
Anexo 2
Temas clave sobre la interrupción temprana de la lactancia materna para lactantes y
niños pequeños no amamantados de madres VIH-positivas: momento oportuno,
transición segura y cuidado
ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 5
INTRODUCCIÓN
La nutrición adecuada durante la infancia y niñez tempranas es fundamental para el pleno
desarrollo del potencial humano de cada niño. Es bien reconocido que el periodo entre el
nacimiento y los dos años de edad es una "ventana de tiempo crítica" para la promoción
del crecimiento, la salud y el desarrollo óptimos. En estudios longitudinales se ha
comprobado sistemáticamente que esta es la edad crítica en la que ocurren fallas de
crecimiento, deficiencias de ciertos micronutrientes y enfermedades comunes de la niñez
como la diarrea. Después que un niño alcanza los dos años de edad, es muy difícil revertir
la falla de crecimiento ocurrida anteriormente (Martorell y col., 1994). Las consecuencias
inmediatas de la desnutrición durante estos años formativos incluyen una morbimortalidad
significativa y un desarrollo mental y motor retrasado. A largo plazo, las deficiencias
nutricionales tempranas están ligadas a impedimentos en el rendimiento intelectual,
capacidad de trabajo, la salud reproductiva y la salud general durante la adolescencia y la
edad adulta. Como consecuencia, el ciclo de desnutrición continúa, ya que la niña desnutrida
al crecer tiene mayores posibilidades de enfrentar mayores riesgos de dar a luz a niños
desnutridos y con bajo peso al nacer. Las prácticas deficientes de alimentación, junto con
un índice elevado de enfermedades infecciosas, son las causas principales de desnutrición
durante los primeros dos años de vida. Por esta razón, es esencial asegurar que las
personas a cargo del cuidado y salud de los niños reciban orientación apropiada sobre la
alimentación óptima de lactantes y niños pequeños.
Algunos lactantes no pueden gozar de
los beneficios de la lactancia materna
en los primeros meses de vida.
Según las recomendaciones actuales de las Naciones Unidas, los lactantes deben ser
amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de vida, introducir
alimentación complementaria adecuada a partir de los seis meses de edad y continuar con
la lactancia materna hasta los dos años o más. Sin embargo, algunos lactantes no pueden
gozar de los beneficios de la lactancia materna en los primeros meses de vida o interrumpen
la lactancia materna antes de la duración recomendada de dos años o más. Un grupo que
llama la atención de forma particular es el de los lactantes cuyas madres son
comprobadamente VIH-positivas. Para reducir el riesgo de transmisión, se recomienda
que cuando la alimentación de sustitución sea aceptable, factible, asequible, sostenible y
6 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS
segura, las madres deben evitar la lactancia desde el nacimiento. De lo contrario, deben
amamantar exclusivamente y hacer la transición a la alimentación de sustitución tan pronto
como otras opciones de alimentación sean factibles. Otras circunstancias que pueden
prevenir que un niño sea amamantado incluyen muerte o enfermedad severa de la madre,
o incapacidad o falta de deseo por parte de la madre de dar el pecho. Las pautas sobre la
alimentación de sustitución del nacimiento a los seis meses para lactantes de madres VIH-
positivas ya han sido publicadas (OMS/UNICEF/UNFPA/UNAIDS, 2003). El presente
documento contiene orientación para la alimentación de niños no amamantados después
de los primeros seis meses de vida. La intención de estos Principios Orientadores es de
servir de guía para las normas y las acciones programáticas a nivel mundial, nacional y
comunitario.
La publicación de la OPS Principios de Orientación Para la Alimentación Complementaria
del Niño Amamantado (2003) provee orientación para la alimentación apropiada para
lactantes amamantados a partir de los seis meses de edad. Algunos de estos principios
orientadores son aplicables a niños no amamantados, pero otros no lo son, o requieren de
algún tipo de adaptación. Para identificar un grupo análogo de principios orientadores
para niños no amamantados entre los 6 y los 24 meses de edad los Departamentos de
Salud y Desarrollo del Niño y del Adolescente (CAH) y de Nutrición para la Salud y el
Desarrollo (NHD) de la Organización Mundial de la Salud organizaron una reunión informal,
la cual se llevó a cabo entre el 8 y 10 de marzo del 2004 en Ginebra. Los principios
orientadores incluidos en esta publicación fueron elaborados considerando las bases
científicas presentadas en un documento de referencia preparado para la reunión (Dewey
y col., 2004) y en el consenso de los participantes de la reunión (Grupo Informal de Trabajo
sobre la Alimentación del Niño No Amamantado, 2004). Estos principios son aplicables a
lactantes normales, nacidos a término (incluyendo lactantes nacidos con bajo peso al nacer
después de las 37 semanas de gestación). Los lactantes o niños que están recuperándose
de desnutrición aguda o de enfermedades graves pueden requerir de una alimentación
especial; que se encuentra descrita en diferentes manuales clínicos (por ejemplo, el manual
de la OMS "Manejo del Niño con una Infección Grave o Desnutrición Severa", 2000). Los
prematuros también pueden requerir de una alimentación especial. Los principios
orientadores contenidos en este documento pueden ser utilizados como base para la
elaboración de recomendaciones para dichos grupos.
ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 7
o
CANTIDAD NECESARIA DE ALIMENTOS
n A. Guía: Asegurar que las necesidades energéticas sean satisfechas. Estas necesidades
son de aproximadamente 600 kcal al día a los 6 a 8 meses de edad, 700 kcal al día a los 9
a 11 meses de edad y 900 kcal al día a los 12 a 23 meses de edad.
u
B. Razonamiento científico: Los requisitos totales de energía del niño amamantado sano
son de 615 kcal/d a los 6 a 8 meses, 686 kcal/d a los 9 a 11 meses, y 894 kcal/d a los 12 a
23 meses de edad (Dewey y Brown, 2003). Los valores son ligeramente mayores cuando
se basan en un grupo combinado de lactantes amamantados y lactantes alimentados con
fórmula (634, 701 y 900 kcal/d a los 6 a 8, 9 a 11 y 12 a 23 meses, respectivamente; Butte
y col., 2000), debido a que la tasa metabólica en reposo es más elevada para lactantes
alimentados con fórmula. Sin embargo, ya que estas pautas están dirigidas primordialmente
a poblaciones en las cuales el uso de fórmula infantil comercial después de los seis meses
de edad no sería común, se han utilizado los requisitos de energía para lactantes
amamantados como referencia.
En la práctica, las personas que cuidan a los niños no medirán el contenido energético de
las comidas que serán ofrecidas. Por lo tanto, la cantidad de comida ofrecida debe estar
basada en los principios de alimentación perceptiva (pauta #8), mientras que a su vez, se
debe asegurar que la densidad energética y la frecuencia de comidas sea adecuada para
satisfacer las necesidades del niño (ver #3, abajo). El cuadro 1 describe ejemplos de
muestras de dietas y cantidades aproximadas de comidas locales que satisfacen las
necesidades energéticas descritas anteriormente. Sin embargo, es importante no ser
demasiado preceptivo en cuanto a esta orientación y reconocer que las necesidades de
cada niño variarán debido a diferencias en el tamaño corporal y la tasa de crecimiento.
Es probable que los niños convalecientes o que viven en ambientes donde el gasto
energético es mayor requieran de más energía que el promedio de las cantidades aquí
descritas.
8 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS
CONSISTENCIA DE LOS ALIMENTOS
A. Guía: Aumentar la consistencia y variedad de los alimentos gradualmente, a medida
que crece el lactante, adaptándose a sus requisitos y habilidades. Los lactantes pueden
comer purés, papillas y alimentos semisólidos a partir de los seis meses de edad. A los
ocho meses la mayoría de lactantes pueden también consumir alimentos que se comen
con los dedos (meriendas que pueden ser consumidas por los niños sin supervisión). A los
12 meses, la mayoría de niños pueden comer los mismos tipos de alimentos que el resto
de la familia consume (teniendo en cuenta la necesidad de alimentos densos en nutrientes,
según lo descrito en el #4, abajo). Deben evitarse alimentos que pueden causar que los
niños se atoren o atraganten (es decir, alimentos cuya forma y/o consistencia implica el
riesgo de que pudieran bloquear la tráquea, por ejemplo nueces, uvas, zanahorias crudas
enteras o en trozos, etc.).
B. Razonamiento científico: El desarrollo neuromuscular de los lactantes determina la
edad mínima en la cual pueden consumir ciertos tipos de alimentos (OMS/UNICEF, 1998).
Los alimentos semisólidos o purés son necesarios al comienzo, hasta que aparezca la
habilidad de mordisquear (movimientos de la mandíbula hacia arriba y abajo) o masticar
(uso de los dientes). Las edades descritas anteriormente representan las habilidades
comunes de lactantes normales y sanos. Cuando se ofrece alimentos de consistencia
inapropiada, es probable que el niño no sea capaz de consumir más de una cantidad
insuficiente, o que demore tanto en comer que la ingesta de alimentos se vea afectada.
Los resultados de varios estudios (Dewey y Brown, 2003) demuestran que a los 12 meses,
la mayoría de lactantes son capaces de consumir los alimentos familiares de consistencia
sólida, aunque a muchos aun se les ofrece alimentos semisólidos (presuntamente debido
a que los pueden ingerir de forma más eficiente y por ende, significa una demanda más
baja del tiempo requerido para alimentarlos). Algunas pruebas sugieren que existe una
"ventana crítica" para la introducción de alimentos sólidos "grumosos": si estos no son
introducidos antes de los diez meses de edad, es posible que aumente el riesgo de
dificultades para la alimentación en el futuro (Northstone y col., 2001). Por lo tanto, aunque
la alimentación con alimentos semisólidos ahorre tiempo, para el desarrollo óptimo del
niño se recomienda aumentar la consistencia de los alimentos gradualmente de acuerdo
con la edad del niño.
Aumentar la consistencia y variedad de los
alimentos a medida que crece el lactante. A los
12 meses, la mayoría de los niños puede comer
los alimentos de la familia.
dos
ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS 9
FRECUENCIA DE COMIDAS Y DENSIDAD ENERGÉTICA
A. Guía: Para el lactante sano promedio, se debe proveer comidas 4 a 5 veces al día,
además de meriendas nutricionales (tales como pedazos de fruta o pan o "chapati" [pan
sin levadura] con pasta de nueces) ofrecidas 1 a 2 veces al día, según lo desee el lactante.
El número apropiado de comidas depende de la densidad energética de los alimentos
locales y de las cantidades comúnmente consumidas en cada comida. Si la densidad
energética o cantidad de alimento por comida es baja, es posible que se requiera una
mayor frecuencia de comidas.
B. Razonamiento científico: La pauta descrita anteriormente está basada en estimados
teóricos del número de comidas requeridas, calculado a partir de los requisitos de energía
(ver #1 arriba), asumiendo una capacidad gástrica de 30 g/kg de peso corporal/comida y
una densidad energética mínima de las comidas de 0.8 kcal/g (Dewey y Brown, 2003).
Las comidas están compuestas sólo de leche, sólo de otros alimentos, o de una combinación
de leche y otros alimentos. Las meriendas se definen como alimentos consumidos entre
comidas - siendo generalmente alimentos que los niños pueden consumir sin ayuda,
convenientes y fáciles de preparar. El cuadro 2 demuestra un número mínimo de comidas
requeridas con tres estimados diferentes de densidad energética (0.6, 0.8 y 1.0 kcal/g).
Para la densidad energética más baja (0.6 kcal/g) se necesitarían 5 o 6 comidas/día. Esto
disminuye a unas 4 comidas/día cuando la densidad energética es por lo menos de 0.8
kcal/g y a 3 cuando la densidad energética es por lo menos de 1.0 kcal/g. Si un niño
normalmente consume cantidades menores que la capacidad gástrica asumida en cada
comida, la frecuencia de alimentos necesaria será mayor que los valores en el cuadro 2.
s
En cambio, la densidad energética mínima de la dieta requerida depende de la frecuencia
de comidas. El cuadro 2 demuestra que la densidad energética mínima es de 0.65 kcal/g
e cuando se trata de cinco comidas al día, 0.75 kcal/g cuando se trata de cuatro comidas al
día y 1.0 kcal/g cuando se trata de tres comidas al día.
r
Se debe proveer cuatro o cinco comidas al día
t compuestas sólo de leche u otros alimentos, o
combinaciones de leche y otros alimentos.
Estos estimados proveen un margen de seguridad puesto que se han añadido 2
desviaciones estándar (DE) al requisito promedio de energía para satisfacer las necesidades
de casi todos los niños. Por lo tanto, no todos los niños necesitarán del número de comidas
descrito en el cuadro 2. Como no es posible saber cuáles niños tienen requisitos mayores
o menores de energía, las personas que los cuidan deben estar atentas a sus señales de
hambre para decidir la frecuencia y cantidad de alimentos que les deben dar.
10 ALIMENTACIÓN DE NIÑOS NO AMAMANTADOS
Description:www.who.int/foodsafety/publications/consumer/en/5kys_Spanish.pdf). niño a consumir alimentos suaves, variados, apetecedores y que sean sus