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CUESTIONES
NATURALES
I
L.  ANNAEI  SENECAE
NATVRALES  QVAESTIONES
TEXTO REVISADO Y TRADUCIDO POR
CARMEN  GODOÑER  MERINO
CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
VOLUMEN  I
(LIB. I-III)
CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS 
MADRID 
MCMLXXIX
COLECCIÓN  HISPÁNICA  DE  AUTORES 
GRIEGOS  Y  LATINOS
PUBLICADA
POR
EL CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS
Consejo asesor:
Manuel C. Díaz y Díaz,  Manuel Fernández-Galiano, 
Jesús Lens, Sebastián Mariner, Antonio Tovar, 
bajo la presidencia de Francisco R. Adrados
©  G. S. I. G.
Depósito Legal: S. 446 - 1979 
ISBN 84-00-04500-9  Obra completa 
ISBN  84-00-04501-7 'lomo 1 
Impreso en España 
Printed in Spain
Gráficas EUROPA.  Sánchez Llevot, 1.  Teléfono  22 22 50.  Salamanca, 1979
Ha colaborado en la revisión de este volumen 
D. Manuel Segura Moreno, Catedrático del 
Instituto Nacional de Bachillerato de Jaén.
RESERVADOS  TODOS  LOS  DERECHOS  DE  PROPIEDAD
A  Miguel y  Juan,  curiosos 
universales.
INTRODUCCIÓN
Para  alguien  que  posea  un  conocimiento  superficial  de la 
obra  de  Séneca  el  encontrarse  con  las  Naturales  Quaestiones 
pudiera  significar  una  sorpresa.  Una  obra  ‘científica’  es  un 
producto  inesperado,  para  una  visión  actual,  dentro  de  la 
actividad  de un  filósofo.  Y  sin  embargo,  quizá  hubiera  que 
pensar que está dentro de lo más representativo de su obra, y 
que el conjunto de su labor se comprende mejor incluyendo esta 
muestra de un género del que, entre los romanos, no contamos 
con ningún  ejemplo.  Las constantes  alusiones a problemas de 
este tipo en otras producciones de nuestro autor (De prouidenlia, 
Epistulae Morales)  son indicio de una absorbente preocupación 
por el tema;  no  es casual la presencia de las  Naturales  Quae
stiones dentro de la producción senequiana,  sino más bien una 
consecuencia  lógica  de  sus  planteamientos  filosóficos,  de  su 
concepción del  hombre y  del  mundo.
DAmeiÓN DE  LA OBRA
El  fechar  una  obra  como  las  Naturales Qiiaestiones resulta 
relativamente fácil ya que contamos con dos  tipos  de  datos: 
objetivos y subjetivos.  Son datos del primer tipo  los conteni
dos en los siguientes pasajes: 6, 1, 2; 7,  1,  13; 7, 28, 23.
Veamos cada uno de ellos. En el primero se nos data el te
rremoto de Campania, adscribiendo tal suceso al 5 de febrero
[IX]
INTRODUCCIÓN
del año 63 d. C., bajo el consulado de C. Memmius Regulus y 
M. Verginius Rufus. No habría dudas, por consiguiente, sobre 
la datación del libro, si no fuera porque Tácito nos ofrece una 
fecha distinta para este mismo suceso:  el año 62 i.
E.  Chabert2 y  R.  Lecocq 3 coinciden en  aceptar  el  dato 
de  Tácito,  considerando  como  una  adición posterior  al  texto 
de  Séneca la  referencia  al  consulado,  dato  disonante  con  la 
fecha  ofrecida  por  Tácito;  tal  alusión  a  los  cónsules  resulta 
innecesaria, si se piensa que está aludiendo  a un hecho acae
cido ese mismo año en que escribe 4.
Si a pesar de lós problemas planteados, consideramos que la 
fecha de composición del libro puede ser mediados del año 62, 
es evidente su coincidencia con el alejamiento de Séneca de la 
vida política;  y suponiendo  que. el libro 6  corresponda  al pe
ríodo  intermedio  de  redacción  del  total,  podría  pensarse  que 
comenzara  esta obra a principios de dicho  año,  no  pudiendo 
precisarse  la  fecha  final,  debido  al  distinto  orden  que  cada 
uno de los investigadores acepta para los libros5.
1  Ann.  15, 22.
2  «Le tremblement de terre à Pompei et sa véritable date (5 fév. 62 H. J. C.)», 
Mélanges G. Boissier, Paris 1903, 115-119.
3  «Quelle date assigner à la première catastrophe de Garnpanie, 62 ou 63 d. 
C.?», Ant. Clas.  18, 1949, 85-91.
4  Aceptando el 62 d. C. tampoco se resuelve el problema que, con relación 
a esta fecha, plantea el pasaje 6, 1, 13, que se refiere a los terremotos de Acaya y 
Macedonia con los términos anno priore;  de acuerdo con Tácito, que atribuye el 
terremoto de Campania al año 62, habría que situarlos en el año 61, año que tam
poco coincide con el temblor de tierra, que tiene lugar en el año 60, bajo la in
fluencia de un cometa aparecido durante el consulado de Paterculus y Vopiscus en 
Macedonia: 7, 28, 23. Cf. Act. Apost. 16, 26, 1; Tac., Ann. 15, 22.
5  Herrmann, L. en  «Chronologie des oeuvres en prose de Sénèque», La
tomus 1, 1937, 94-112, mantiene que la redacción de las Naturales Quaestiones co-
[xj
INTRODUCCIÓN
En cuanto  al segundo  tipo  de  datos,  aquellos  que  hemos 
denominado  subjetivos,  no  hacen  sino  corroborar  la  fecha 
tardía  de  redacción,  establecida  anteriormente:  alusiones 
constantes  a  la vejez  (3,  praef.  1,  etc.),  su  dedicatoria  a  Lu
cilius  Iunior,  el mismo destinatario de  las  Epistulae  Morales  y 
del De prouidentia 1.
Si  aceptamos  como  válidas  las  noticias  que  sobre  Lucilio 
nos ofrece Séneca, en los momentos de redacción de esta obra 
Lucilio  está  desempeñando  el  cargo  de  procurator  en  Sicilia 
(4a, praef.  1).  Es  autor  de un  poema  al  Etna  (Ep.  79),  y  se
mienza en el año 59, basándose en comparaciones con sucesos historiados por 
Tácito. El fuego del país de los ubios (Ann. 13, 57) del año 59 daría origen al pasaje 
1, 15 sobre fuegos celestes con aspecto terreno; la cita de versos de Nerón en 1, 5, 6 
correspondería a los ensayos poéticos del emperador en el año 59 (Ann.  14, 16). 
Gomo Herrmann parte del supuesto de que el orden de composición de los libros 
es el que actualmente se suele aceptar en las ediciones, la fecha 59-62 es la que 
concluye para la redacción de la obra. No se ocupa de ella P. Grimal en  «Est-il 
possible de ‘dater’ un traite de Sénèque?». REI, TI,  1949,  178-188,  centrándose 
en el problema del De breuitatc uitae.
1  Ahora bien, deducida por distintos caminos la fecha de las Naturales Qiiac- 
stiones, Epistulae Morales y De prouidentia (aunque Waltz, R., Sénèque. Dialogues, IV, 
Paris 1927, 7 es partidario de una redacción mucho más temprana para el De 
prouidentia : 41 d. C.), resulta curioso comprobar cómo pueden establecerse vínculos 
entre las tres obras, vínculos de carácter temático y formal, que nos llevan a concluir 
una relativa simultaneidad en la redacción. En efecto en De prou. 1, 2 ss. se men
cionan los mismos temas que han sido objeto de tratamiento en las' Naturales Quae
stiones, si bien se invierte el orden de rayos y terremotos, añadiendo los volcanes. 
Una serie de expresiones (2, 1; 2, 8; 3,4) nos recuerdan expresiones similares en
contradas én los libros 3 y 4 de las Naturales Quaestiones. Lo mismo sucede con una 
parte del epistolario —aproximadamente de la epístola 57 a la 80.
[xij
INTRODUCCIÓN
piensa que puede ser identificado con el  poema  Aetna,  conser
vado como parte del Appendix  Vergiliana.
Número de libros y orden de  los mismos
Uno  de  los  problemas  con  que  tropieza  el  editor  de  las 
.Naturales  Qiiaestiones,  casi  de inmediato,  es  el orden en que  se 
nos han transmitido los libros y la relación del mismo  con el 
orden original en los manuscritosx.
Ultimamente  existe  coincidencia  en  lo  que  se  refiere  a la 
opinión sobre el número  de libros de que constaba  en origen 
la obra de que estamos tratando. Tal como nos han llegado, las 
Naturales Qiiaestiones constan de ocho libros, dos de ellos incom
pletos,  a los que se ha.convenido en dar una misma numera
ción: 4a y 4b. Esta convención conduce a dar como  libro final 
de la obra el libro  7, aun siendo ocho en realidad.  Los libros 
4a y 4b carecen  de final y principio respectivamente.  No hay 
por qué pensar en un mayor número de  libros,  basándose  en 
que  Séneca,  repetidas  veces,  introduce  frases  como:  ...cum  de 
ista re agetur, dicam quemadmodum, manente fato,  aliquid  sit  in  ho-
1  Un resumen muy claro de las distintas soluciones ofrecidas por los inves
tigadores se encuentra en  Stahl,  G., Aufbau, Darstellungsform und philosophischer 
Gehalt der Naturales Quaestiones des L. A. Seneca, Kiel 1960, 1-19. La exposición de 
las teorías ajenas supone, a su vez, una crítica de las mismas y el enunciado de 
su propio punto de vista: acepta el actual orden de las ediciones. Es asombroso, 
sin embargo, que la discusión no se apoye más que en el confrontamiento  y es
tudio de pasajes, dejando al margen los datos que puede proporcionar el estudio 
de la trasmisión manuscrita. Una exposición abreviada de la tesis puede consi
derarse:  «Die  ‘Naturales  Quaestiones’  Senecas.  Ein  Beitrag  zum  Spiritualisi- 
rungsprozeíi der romischen Stoa», Hermes 92, 1964, 425-4-54.
[xii]