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EL MEDICO
DEL ALMA
OBSERVACIONES EXPERIMENTALES DE DOCE
AÑOS DE DESDOBLAMIENTO CONSCIENTE
EN LOS MUNDOS INVISIBLES
EDITORIAL KIER BUENOS AIRES
LIBRO DE EDICION ARGENTINA Queda hecho el depósito que marca la ley
11.723 Copyright @ 1959 by EDITORIAL KIER S.R.L - Bs. Aires IMPRESO
EN LA ARGENTINA.PRINTED IN ARGENTlNE
LIBERTAD en la. búsqueda del bien religioso.
IGUALDAD en la búsqueda de la verdad científica.
FRATERNIDAD en la búsqueda de la belleza filosófica
PREFACIO
Esta obra reemplaza los tres Volúmenes destinados primitivamente a aparecer
sobre este asunto. Después de la publicación de "Amaos los unos a los atros" he
juzgado que todos los esclarecimientos no convencerían. al individuo obstinado
en sus utopías. .
Algunas resultados de la experiencia, expuestos de una manera metódica,
algunas deducciones sobre ciertos problemas oscuros de nuestra destino,
bastarán, ampliando los estudios, para los que quieran libertarse de
supersticiones y errores de la vida actual.
Dejemos a los seres que están todavía en un período elemental de
investigacianes, las enseñanzas del sufrimiento.. Para nosotros, que no
consideramos la vida como un negocio, ensayaremas realizar una vida mejor,
más consciente, libre lo más posible de los inconvenientes de toda clase, que.
son otros tantos obstáculas a la Paz que deseamos.
Todos los tratados de moral se pueden reducir a un esquema de organización
racional de nuestros motivos de acción. En. el choque de los apetitos, el buen
sentido y la lógica no bastan ya para apreciar como conviene el valur de esos
motivos. Una confianza segura, sin vaci1aciones, en los Principios de nuestra
destino, es ella sola capaz de dar a nestros motivos de acción el impulso
necesario para ponerlos en actividad.
El conocimiento experimental de la vida, juera del mundo físico, da a esta
confianza un carácter de seguridad desconocido desde hace muchos siglos. Sin
exagerar, se puede decir que la propagación de este conocimiento va a hacer
entrar a la humanidad en un nuevo períado de evolución. Para el prafano habrá
siempre personas honestas y deshonestas. Para el iniciado, cuya mirada penetra
otra dimensión, esta onda evolutiva se traduce por una progresión de la
conciencia, y ve una multitud de seres humanos franquear las regiones
superiores de la substancia eterna. Ésos no volverán más. Liberados de las
obligaciones de tomar un cuerpo material, dejarán su lugar a otros menos
adelantados.
Y de aquí a varios decenas de siglos, el ignorante de entonces exclamará
como el de hoy que todos los esfuerzos destinados a mejorar al individuo son
vanos, porque el sufrimiemo y el desorden serán todavía, en cierta. medida, lo
común de los habitantes de la tierra.
París, 13 de abril de 1926.
PRIMERA PARTE
LA BASES EXPERIMENTALES DE LA UNIDAD CIENTíFICA,
FILOSÓFICA Y RELIGIOSA DE LAS OPINIONES y CREENCIAS
I
UNA NUEVA BASE CIENTíFICA DE PROGRESO
Entre los conocimientos generales de nuestra época es extremadamente difícil
formarse una opinión racional sobre la propia existencia. Esta ignorancia
comporta una cantidad de errores en todos los otros dominios del conocimiento.
Para mucha gente el progreso social representa la sola realidad, y la política
actual consiste en imaginar un régimen donde cada uno pueda hacer lo que le
plazca.
Esta utopía, alimentada cuidadosamente por mercaderes de toda categoría, ha
determinado una especie de cristalización del pensamiento moderno. Ciencia,
religión y filosofía se agitan en vano sin adelantar. Se escribe mucho pero se
piensa menos y en cuanto una obra aborda cuestiones que demandan un esfuerzo
de reflexión, está irremisiblemente condenada al fondo de una gaveta.
Hoy todo el mundo tiene prisa. Cada uno quiere obtener resultados
inmediatos, sin preocuparse de las causas que los determinan.
Y, sin embargo, en la historia de nuestra raza, jamás la hora ha sido más
favorable para la reforma de nuestras ideas, para un progreso más grande hacia
un bienestar social.
¿Dónde encontrar la idea madre, fuente de las transformaciones futuras?
¿Cuál es el nuevo elemento cuya energía va a fecundar nuestros conocimientos
con sus potencialidades radiaciones? ¿Sobre qué se va a basar la sana realidad
para equilibrar la diversidad de opiniones y creencias?
Hipótesis, hay demasiadas. La guerra de 1914 ha derribado en muchos el frágil
castillo de las ilusiones generosas. Las religiones no están ya a la altura de sus
fundamentos. A la mayor parte les falta el más elemental sentido común. En
cuanto a los argumentos de la filosofía científica, nos conducen a la edad de las
cavernas, exaltando el principio de nuestro origen animal.
El razonamiento puro y simple no basta. A pesar de la perfección de nuestra
civilización, al pensamiento moderno le falta alimento. Las bases de la moral son
desconocidas y el alma humana erra en el vacío de las ilusiones y las esperanzas
quiméricas.
El gran proble:rna que se yergue y siempre se ha planteado a la imaginación
humana es el de la Sobrevivencia. Si pudiéramos conocer exactamente en qué
nos convertimos después de la muerte, si pudiéramos saber de una manera cierta
si es posible vivir, sentir, ver, pensar y comprender en otro mundo, con la misma
facilidad que en la tierra, ¡ qué progreso formidable realizaríamos!
Sin exageración, se puede decir que sería la más grande revolución que jamás
haya sido cumplida en todos los dominios de nuestra actividad. Y si hay un
hecho capaz de disminuir una parte de los sufrimientos humanos, se puede decir
que el conocimiento de este enigma secular sería para la humanidad lo más
bienhechor que se le pudiese aportar.
Os vengo a dar los medios de obtener este hecho, esta seguridad, este
conocimiento.
No es necesario que tengáis fe. No vengo como misionero encargado de
popularizar una idea nueva. Os expongo simplemente los resultados obtenidos,
diciendo: "Lo que yo he hecho no tiene nada de misterioso. He aquí la manera
como he procedido, repetid la experiencia en las mismas condiciones y
obtendréis los mismos resultados".
Es evidente que a priori parece increíble. El conocimiento de un misterio tan
importante, develado como seguro, sin ninguna duda posible, por un
desconocido, no puede ser más que una generosa quimera, hija de lecturas
místicas; ¡Cuántas inteligencias superiores se han dedicado al gran Problema sin
poder resolverlo! ¡ Y si fuera posible a cualquiera penetrar tan fácilmente en un
dominio juzgado hasta aquí inaccesible, "eso se sabría". ¡No hubiéramos
esperado siglos y siglos para conocer ese misterio, en cuyo nombre tantos seres
humanos se han masacrado.
Si no hubiera resuelto el enigma yo mismo, es seguro que me haría las mismas
reflexiones, y agregaría: "Este señor ha tenido seguramente en su juventud una
fiebre cerebral, y le ha quedado algo".
El lector será probablemente'más indulgente y pensará que la sugestión y la