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CÉSAR LOMBROSO
LOS FENÓMENOS DE HIPNOTISMO
Y ESPIRITISMO
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CESAR LOMBROSO
LOS FENÓMENOS
DE HIPNOTISMO
Y ESPIRITISMO
TRADUCIDA DEL ITALIANO
FERNANDO WEYLER
ABOGADO - VICEPRESIDENTE DE LA
SOCIEDAD DE ESTUDIOS METAPSÍQUICOS
M. AGU1LAR
EDITOR
MARQUÉS DE URQUIJO, 39
MADRID
PREFACIO
... combien de dioses nous servaient hier
d'articleg de foi qui nous sont fables
aujourd'hui.
MONTAIGNE.
ES PROPIEDAD
Cuando al término de una carrera pródiga, si no en victorias
si en tenaces batallas en pro de las modernas corrientes del pen
samiento en Psiquiatría y en Antropología criminal, inicié la
investigación primero y la publicación de un libro después, acer
ca de los llamados fenómenos espiritistas, por doquiera me
asaltaba el amigo cariñoso para decirme:«Va usted a empañar
un nombre honorable, una carrera en la que, después de tanta
lucha, llegaba por fin a la meta, poruña teoría que todo el mun
do no sólo repudia, sino, lo que es peor, desprecia y hasta en
cuentra ridicula.»
Pues bien, todo esto no me hizo titubear un solo instante en
proseguir el camino emprendido. Me sentí más bien poderosa
mente impulsado, porque me parece inevitable coronar una exis
tencia vivida en la pesquisa de nuevos ideales, combatiendo por
la idea más controvertida y quizá la que más burlas ha provo
cado en nuestro siglo, y me parece un deber conducirme así has
ta el fin de mis días, ya contados, precisamente porque son más
escabrosos y desagradables los obstáculos y más encarnizados
los adversarios.
Bien sé que nadie es culpable;yo no lo era cuando formaba
Imp. J. Pueyo. Luna, 29, en las filas de los más implacables enemigos, porque tal como
Teléf 14-30 - MADRK
HIPNOTISMO Y ESPIRITISMO '
CÉSAR I.OMBROSO
Por lo demás, después de lo manifestado, estoy bien lejos de
eran concebidos a menudo los fenómenos espiritistas, nos pare pretender que he alcanzado una completa certidumbre; la hipó
cía que querían abatir aquel gran concepto del monismo, que es tesis espiritista aparece tras tanta fatigosa rebusca como cuan
uno de los más preciados frutos de la moderna cultura, y porque do en el inmenso océano vemos emerger aquí y allá islotes más
ante la precisión, la continuidad de los fenómenos experimen elevados, que ajuicio del geógrafo dan la resultante de un an
tales, siempre iguales a si mismos en el tiempo y en el espacio y tiguo continente, mientras el vulgo se burla de hipótesis tan
siempre concordantes entre sí, las observaciones y los experi
audaz en apariencia.
mentos espiritistas, con frecuencia tan variantes según los mé
Antes de terminar esta página envío la expresión de mi más
todos, según la hora del dia, según la disposición de ánimo de
cordial gratitud a los que me aconsejaron y ayudaron en esta
los presentes; por muy repetidos y por muy comprobados que
obra: al profesor Mazzorati, a Ockorowicz, a Imoda, a Richet y
fueran con instrumentos de precisión; por muy examinados que
a De Vesme.
sean por experimentadores severísimos (bastará nom brar a Mor-
selli, Di Vesme, Crookes, Richet, Lodge, James, Hislop, Walla- CÉSAR LOMBROSO.
ce, Botazzi, De Rochas, Herliztka, Foa, Arsonval, etc.), tienen
Octubre de 1909.
siempre aquel aire de incertidumbre, de imprecisión de las anti
guas observaciones medievales.
Pero si cada una de ellas puede ser o parecer incierta, el con
junto de todas forma un mosaico tan compacto de pruebas, que
resiste al más duro ataque de la duda, y con más razón ahora,
que ante el gran principio de que «no existe función sin órgano,
ni manifestación de energía sin pérdida de substancia', halla
mos en el estudio de la radioactividad una excepción, al menos
aparente.
Con ¡as nuevas conclusiones espiritistas no vienen a derro
carse las principales leyes del monismo, porque, reduciéndose
el alma a una materia fluídica, que es visible y palpable en de
terminadas circunstancias, continúa perteneciendo al mundo de
la materia, y así, por vez primera aparece la observación cientí
fica concillándose con la multiplicada en el tiempo y el espacio
desde los pueblos más antiguos y salvajes a los más civilizados,
y cristalizada, por último, en la leyenda religiosa, que si no la
calidad, indudablemente la cantidad y uniformidad de los su
fragios le confiere una autoridad igual o superior al pensamien
to de los grandes filósofos.
Por ello, en esta investigación me he mantenido alejado de
toda teoría; he querido que ésta surja espontánea, en el ánimo j
del lector, del conjunto de hechos remachados por la autoridad
emanada del asentimiento universal.
PRIMERA PARTE
HIPNOTISMO
^
y
DE ALGUNOS FENÓMENOS HIPNÓTICOS
E HISTÉRICOS
Si hubo en el mundo un hombre, por educación científica y
casi por instinto, hostil al espiritismo, fui yo, que de la tesis de
«ser toda fuerza propiedad de la materia y el pensamiento una
emanación del cerebro», hice la más constante preocupación
de mi vida. ¡En el transcurso de tantos años me he reído de las
mesas parlantesl
Mas si siempre sentí verdadera pasión por mi bandera cien
tífica, abracé otra con más fervor; la adoración a la verdad y
la comprobación de los hechos.
Fui adversario del espiritismo, al extremo de no querer asis
tir a ninguna experiencia, hasta que en 1882 tuve que presen
ciar como neuropatólogo fenómenos psíquicos singulares, que
la ciencia no podía explicar, limitándose a decir que provenían
de la histeria o de la hipnosis.
1.—Transposición de los sentidos en la histeria
y en la hipnosis.
Una mañana del citado año 1882, me llamaron cerca de la
señorita C. S., de catorce años de edad, hija de uno de los
hombres más activos e inteligentes de Italia y de una madre
sana, inteligente y robusta; tenía dos hermanos que, próximos
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CÉSAR LOMBROSO
HIPNOTISMO Y ESPIRITISMO 13
a la pubertad, habían crecido extraordinariamente, no sin tur
baciones pulmonares. para defender el lóbulo y la nariz y así estaba varios minutos
Ella tenía gentil aspecto, talla de 1,54 metros, pupila un Igual transposición tenía del olfato; el amoníaco, la asaféti-
poco midriática, tacto normal y normal sensibilidad dolorífica da, no le producían en la nariz la más leve reacción, mientras
y a los colores; próxima a la pubertad, creció bruscamente que otra substancia ligeramente odorífica, puesta bajo la bar
15 centímetros, sufriendo con la primera regla graves síntomas billa, le provocaba una impresión viva y una mímica caracte
de histeria en el estómago (Vómitos, dispepsia), por lo que en rística. Si el olor era grato, sonreía, guiñaba los ojos, respiraba
un mes no pudo ingerir más que alimentos sólidos, y en otro con libertad; si desagradable, llevaba rápidamente la mano al
sólo líquidos, presentando en el tercero accesos de convulsio repliegue del mentón, convertido en centro del olfato, y me
nes histéricas e hiperestesia tan acentuada, que un hilo puesto neaba con rapidez la cabeza.
encima de la mano le daba la sensación de una pesada barra Más tarde, el olfato se transportó al talón, y entonces, cuan
de hierro. do el olor le desagradaba, meneaba la pierna a derecha y a iz
Al mes siguiente se manifestó la ceguera, puntos histéricos quierda y hasta todo el cuerpo; cuando le era grato, quedaba
en el dedo pequeño y en el recto, que bastaba tocar para obte inmóvil, sonriente, respirando con frecuencia.
ner convulsiones en unión de movimientos reflejos intensos en Aparecieron después fenómenos de lucidez profética, pues
las piernas, espasmos, contracción y energía muscular tan preveía con rigor matemático, a veces quince o diez y seis días
aumentada, que el dinamómetro pasaba de 32 kilogramos antes, el día del acceso, la hora en que le sobrevendría y el
a 47, sólo a la presión de la mano. metal que lo haría cesar. El 15 de junio predijo que el 2 de ju
lio tendría delirio; después, siete accesos catalépticos que cu
Y aquí comenzaron a presentarse en ella fenómenos extra
ordinarios. rarían con oro, y para el 25 de julio faringitis y dolores en los
miembros; para el 6 de julio, catalepsia a la primera gota de
Durante el sonambulismo denotaba singular actividad en las
agua que la echaran, y calma hasta el 12, en el que sería presa
labores domésticas, gran afectuosidad a sus parientes y des
de un acceso a las seis de la mañana, con tendencia a morder
treza musical; más tarde, la mutación de su carácter ofreció
y a.romper, que no se calmaría sino con media cucharada de
una audacia viril e inmoral; pero el hecho más extraño era que,
quinina y tres gotas de éter. Y todo sucedió como había pre-
mientras perdía la visión con los ojos, veía, en cambio, con el
dicho. El día 14 predijo que los cuatro accesos del día 15 se
mismo grado de agudeza (el 7.° de la escala de Jager) con la
rían curados con plomo, y, a decir verdad, éste no hizo mucho
punta de la nariz y con el lóbulo de la oreja izquierda; leyó así
efecto, aunque menos hizo el oro; pero no se equivocó ni en la
una carta que recibí por correo mientras le vendé los ojos, y
hora, que predijo exactamente, ni en el número de los accesos.
pudo distinguir las cifras de un dinamómetro. I
Más tarde predijo sucesos que afectaban a su padre y a su
Era curiosa la nueva mímica con que reaccionaba a las ex
hermano, que se verificaron al cabo de dos años. Vio también,
citaciones sobre estos órganos ópticas, transitorios y trans
desde su lecho,¡como era cierto, que su hermano estaba a la
puestos. Aproximando, por ejemplo, un dedo a la oreja o a la
sazón en un teatro que distaba más de un kilómetro de
nariz, o amenazando tocarlas, o, mejor aún, haciendo con una
su casa.
lente relampaguear un rayo luminoso a distancia, aunque fue
se una fracción de segando, se resentía vivamente, e irritada Estos fenómenos no son únicos ni aislados. Ya, en 1808,
gritaba: «Queréis cegarme.» Después, con mímica instintiva, Petetin (1) estudió a ocho mujeres catalépticas, en las que los
tan nueva como nuevo era el fenómeno, levantaba el brazo
(1) Electricité animóle, Lyon, 1808,
i
14 CESAR LOMBKOSO
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HIPNOTISMO V ESPIRITISMO
sentidos externos se transpusieron a la región epigástrica y a
cierta G. L., de catorce años, dispépsica y amenorreica a con
los dedos de los pies y de las manos.
secuencia de un disgusto; presa de sonambulismo, hacia me
En 1840, Carmagnola, en el Giornale dell' Accademia di Me
dia noche distinguía las monedas aproximándoselas a la nuca,
dicina, refería un caso análogo al nuestro. Se trataba de una
y percibía los olores por el dorso de la mano; más tarde, a
joven de catorce años, que tuvo la regla pocos meses después,
fines de abril, la vista y el oído se transfirieron a la región epi
que sufría tos convulsiva, cefalalgia, delirio y sollozaba cuan
gástrica, leyendo un libro a pocos pasos de distancia de dicha
do bebía; espasmos, disnea, convulsión facial cuando cantaba,
región, con los ojos vendados.
sueño que duraba tres días y verdaderos accesos de sonam
El mismo doctor observó a una tal Piovano, de veintidós
bulismo, durante los cuales veía distintamente con la mano,
años, con catalepsia histérica y con accesos epilépticos, que
escogía cintas y colores y leía en la obscuridad.
en sonambulismo provocado veía con la nuca o con el epigas
Quería mirarse al espejo y poniendo la mano delante sólo
trio y olía con los pies; pretendía ver en su propio cuerpo 33
veía ésta; la bajaba para mirarse la cara, y, enfadada por no
lombrices, que expulsó al cabo de algún tiempo. Aunque no se
lograrlo, pateaba el suelo y huía; acto, el primero, espontá
advertía, estos hechos son análogos a los ya sabidos de los
neo e instintivo, que reproduce el de nuestra C. S. cuando
sonámbulos comunes, que ven perfectamente mientras tienen
ocultaba el lóbulo de la oreja herido por el rayo de luz im
los ojos vendados e insensibles, los párpados cerrados o los
previsto y que basta para excluir toda simulación. Nótese que
ojos en blanco, como en el sueño. Ven así, evidentemente,
en éste, como en el caso de Petetin (y no se diga que es cosa
con cualquier parte del cuerpo y no con los ojos. Preyer y Ber-
descubierta hoy), la aplicación del oro y de la plata la calma
ger, que también observaron, como no ha mucho Heidenhain,
ba, devolviéndola la alegría; así es que durante los accesos
hechos similares, creyendo interpretarlos por la hiperestesia
buscaba dichos metales con avidez; un día tocó bronce cre
táctil y visual, verdaderamente acentuada en estos casos. Pero
yendo que era oro; mas por completa que la ilusión fuese, no
ésta puede explicar, a lo sumo, la visión en una estancia obs
halló ningún alivio. La seda y las pieles le restaban fuerza.
cura, pero no la transposición en los casos en que observamos
Mejoró poco a poco, pero recayendo en cada regla.
absolutamente idénticos, dentro y fuera del acceso, la sensibi
Despine nos habla de una cierta Estela, de Neuchátel, de lidad táctil y la agudeza visual. Aquí la percepción visual tiene
once años de edad, paralítica a consecuencia de una herida en lugar en los puntos de la piel, mientras que la sensibilidad
la espalda, y que mejoró en los baños de Aix, que con la mag táctil es mediocre y de ningún modo puede explicar la lectura
netización presentaba la transposición del oido a varias partes de un manuscrito.
del cuerpo, como la mano, el codo, la espalda; y durante la
Si los autores más modernos no han tenido en cuenta estos
crisis letárgica, al epigastrio, a la par que notaba facilidad
casos, y si Hasse los califica de ilusiones, es porque con una
para los ejercicios de natación y equitación, y su fuerza aumen
tendencia loable, aunque exagerada, no querían admitir más
taba extraordinariamente con la aplicación del oro.
que los hechos que científicamente podían explicarse. Por
Frank (1) habla de un Baerkmann, que tenía la transposición
esto se ha tardado en admitir la acción de los imanes y de nu
del oído, tan pronto en el epigastrio, como en el frontal o el
merosos hechos que empíricamente obtenían los magnetiza
occipital.
dores (catalepsia, hipnosis, hiperestesia), ahora admitidos y,
El doctor Angonoa estudiaba en Carmagnola, en 1840, a
hasta cierto punto, explicados (Heidenhain).
La verdad es que no puede darse una explicación absoluta
(1) [ Praxeos Medicae Univ, Turín, 1821.
mente científica de estos hechos, que entran en el vestíbulo
^Má
HrMlOTrSMO T ESPIRITISMO 17
16 CESAR LOMBROSO
observé, en unión de Grimaldi jr de Azdu (1), en E. B., de No-
de aquel mundo que todavía debe llamarse oculto, porque no cérá, de veinte años, que se tornó histérico a los quince, por
se ha explicado (1). un amor contrariado; tenía el cráneo dolicocéfalo, índice 76,
Así, la lucidez sólo en parte pudo explicarse como una es faz extraordinariamente asimétrica, aspecto afeminado, agu
pecie de autosugestión, como una conciencia más aguda que deza visual y tacto normal, pero mayor en la izquierda; sensi
la instintiva del moribundo cuando la concentra en su último ble a todos los metales, especialmente al cobre y al oro, que
instante. Pero hay más: se advierte mejor el desenvolvimiento le calmaban las palpitaciones del corazón y la mialgia.
sucesivo de los fenómenos nerviosos porque en la excitación Sentía exageradas simpatías y antipatías, fobía de la obscu
extraordinaria del éxtasis sonambúlico adquirimos mayor con ridad, hasta temer una sombra en un ángulo obscuro; de hu
ciencia de nuestro organismo, en cuyas condiciones, como en mor variable, tan sugestionable que se le pudo imponer no
el engranaje de un reloj, están inscritas en potencia, en ger sentir los dolores agudísimos producidos con una aguja o con
men, las varias sucesiones morbosas. un hierro caliente. Presentaba transposición de los sentidos y
Precisa conocer, a este propósito, un hecho que reveló por transmisión del pensamiento. Adivinaba una palabra, un nú
primera vez nuestro compatriota Salvioli (2), y es que en el mero que otro pensaba, y podía reproducir la figura que se di
sonambulismo la fluxión de la sangre en el cerebro es mayor señaba detrás de él, a gran distancia, mientras tenía los ojos
que en estado de vigilia, y mayor es, por lo tanto, la actividad vendados.
psíquica, del mismo modo que allí tiene incremento la excita Si se dibujaba, por ejemplo, un rombo, lo reproducía grosera
bilidad muscular. mente, con mucha excitación e inexactitud; mejor, en cambio;
En efecto; nuestra enferma, que adquiría en estado sonam un círculo.
búlico una fuerza mayor de 12 kilogramos en el dinamómetro, Manifestaba dificultad en la reproducción de un triángulo
me decía que en este estado no podía tener la mente tranquila después de una excitación prolongada, en la primera prueba
y le precisaba estar siempre elaborando nuevos pensamientos. diseñó claramente dos lados; el tercero, el de la base, era abi
Pero esta explicación no es satisfactoria cuando la lucidez garrado, incierto y en vez de una recta aparecía una línea,
aumenta, al extremo de profatizar lo que sucedería a su padre quebrada en zigzag.
y a su hermano dos años después, ni tampoco puede explicar Apenas terminado este experimento, el sujeto, que tenía el
científicamente la transposición de los sentidos. rostro un poco encendido, se lamentaba de un gran peso en la
El solo hecho que resalta de un modo característico es que cabeza.
los fenómenos se producen en sujetos histéricos y en los ac Le quitamos la venda y lo dejamos reposar, prosiguiendo las
cesos hipnóticos de la gran histeria. experiencias a los diez minutos.
Un polígono que podría ser el perfil de una choza, lo hizo
sin dificultad; un cono, en cambio, pidió reproducirlo por se
2.—Transmisión del pensamiento.
gunda vez.
Aquí, de pronto, se manifestaron fenómenos de agotamiento,
Otro tanto se nota en los casos, hasta hace pocos años in
con el rostro encendido y torpeza de movimientos.
explorados, de transmisión del pensamiento. Tal es el que
(1) Ahora con las nociones acerca del Doble (v. cap. Do 0). Lombroso, Grimaldi ed Azdu; Sulla transmissione del
bles) puede intentarse una explicación. pensiero, Turín, 1881.
(2) Archlvio di Psichiatria e scienze penali, vol. II, pág. $jL5i