Table Of Content1
Mons. Tihamér Tóth
Obispo Coadjutor de Veszprém (Hungría)
LOS DIEZ
MANDAMIENTOS
Texto resumido y adaptado por
Alberto Zuñiga Croxatto.
2
Este libro fue directamente traducido del original húngaro
«A TIZPARARNCSOLAT»
por el M. I. Sr. Dr. D. Antonio Sancho,
Magistral de Mallorca
Nota del Editor:
Se han añadido algunas notas a pie de página, con algunas
citas actualizadas del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC).
3
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 7
CAPÍTULO 1º: ¿TIENE TODAVÍA EL DECÁLOGO ACTUALIDAD? ................................. 9
CAPÍTULO 2º: EL DECÁLOGO Y LA VIDA TERRENA ................................................ 15
CAPÍTULO 3º: EL DECÁLOGO Y LA VIDA ETERNA .................................................. 19
CAPÍTULO 4º: LA INFRACCIÓN DEL DECÁLOGO, EL PECADO ................................. 26
CAPÍTULO 5º: ¿FELICIDAD SIN DIOS? .................................................................... 34
EL PRIMER MANDAMIENTO
CAPÍTULO 6º ........................................................................................................ 39
CAPÍTULO 7º: «NO TENDRÁS OTROS DIOSES DELANTE DE MÍ» .............................. 45
CAPÍTULO 8º: «HONRARÁS AL SEÑOR DIOS TUYO» ............................................... 50
CAPÍTULO 9º: ¿POR QUÉ NO REZAS? ................................................................... 55
CAPÍTULO 10º: CONTRA LA SUPERSTICIÓN ........................................................... 61
CAPITULO 11º: DEL CULTO DE MARÍA ................................................................... 64
CAPÍTULO 12º: ¿CON QUÉ TÍTULO HONRAMOS A LOS SANTOS? ............................ 71
SEGUNDO MANDAMIENTO
CAPÍTULO 13º: NO TOMARÁS EN VANO EL NOMBRE DEL SEÑOR TU DIOS .............. 76
CAPÍTULO 14º: RESPETA EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO .............. 83
CAPÍTULO 15º: «NO DEIS A LOS PERROS LAS COSAS SANTAS»............................. 89
CAPÍTULO 16º: ¡CÓMO HEMOS DE ESTIMAR EL NOMBRE CRISTIANO! .................... 97
TERCER MANDAMIENTO
CAPÍTULO 17º: EL DESCANSO DOMINICAL ........................................................... 104
CAPÍTULO 18º: LA ASISTENCIA A LA MISA DOMINICAL ......................................... 107
CAPÍTULO 19º: LA SANTIFICACIÓN DEL DOMINGO ................................................ 112
CAPÍTULO 20º: ¿POR QUÉ HEMOS DE IR A LA IGLESIA? ....................................... 116
CAPÍTULO 21º: EL VALOR DE LA LITURGIA ........................................................... 122
4
CAPÍTULO 22º: CONSONANCIA DE LA LITURGIA CON LA NATURALEZA HUMANA ... 128
CAPÍTULO 23: EL SIMBOLISMO DE NUESTRA LITURGIA ........................................ 133
CAPÍTULO 24º: LA INFLUENCIA DE NUESTRA LITURGIA EN EL ALMA ..................... 142
CUARTO MANDAMIENTO
CAPÍTULO 25º: «HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE» .......................................... 151
CAPÍTULO 26: ¡HIJOS, HONRAD A VUESTROS PADRES! ........................................ 157
CAPÍTULO 27º: ¡PADRES, ESTIMAD A VUESTROS HIJOS! ...................................... 164
CAPÍTULO 28º: DEL RESPETO A LA AUTORIDAD ................................................... 170
QUINTO MANDAMIENTO
CAPITULO 29º: LA DEFENSA DE LA VIDA CORPORAL (I) ........................................ 177
CAPÍTULO 30º: LA DEFENSA DE LA VIDA CORPORAL (II) ....................................... 183
CAPÍTULO 31º: MÁS FERETROS QUE CUNAS ........................................................ 187
CAPÍTULO 32º: PECADO O HEROISMO (II LA DEFENSA DE LA VIDA DEL NIÑO.) ...... 193
CAPÍTULO 33º: EL SUICIDIO ................................................................................. 202
CAPITULO 34º: EL VALOR Y EL GOZO DE LA VIDA ................................................ 209
CAPÍTULO 35º: EL CUIDADO DEL CUERPO ........................................................... 215
CAPÍTULO 36º: ¿URNA O ATAUD? ........................................................................ 222
CAPÍTULO37º: "SUFRIENDOOS LOS UNOS A LOS OTROS MUTUAMENTE" .............. 229
CAPÍTULO 38º: "AY DEL MUNDO POR RAZON DE LOS ESCÁNDALOS" ................... 236
CAPÍTULO 39º: «AY DEL MUNDO POR RAZON DE LOS ESCÁNDALOS» ................... 244
CAPÍTULO 40º: «AY DEL MUNDO POR RAZÓN DE LOS ESCÁNDALOS» .................. 251
SEXTO Y NOVENO MANDAMIENTOS
CAPITULO 41º: EL PLAN DE DIOS Y LA REBELDIA DEL HOMBRE ........................... 260
CAPÍTULO 42º: LA GRAVEDAD DEL PECADO DE LA IMPUREZA ............................. 266
CAPITULO 43º: PUROS DE CORAZÓN HASTA EL MATRIMONIO .............................. 271
CAPÍTULO 44º: FIELES HASTA EL SEPULCRO ....................................................... 276
CAPÍTULO 45º: ¡LA LUCHA POR LA PUEREZA! ...................................................... 284
CAPÍTULO 46º: ¡EDUCAR PARA UNA VIDA PURA! .................................................. 291
5
CAPÍTULO 47º: EL CELIBATO DE LOS SACERDOTES (I. OBJECIONES.) ................... 300
CAPÍTULO 48º: EL CELIBATO DE LOS SACERDOTES (II. ARGUMENTOS.) ...................... 308
CAPÍTULO 49º: ¿ES POSIBLE GUARDAR EL SEXTO MANDAMIENTO? ..................... 316
SÉPTIMO Y DÉCIMO MANDAMIENTOS
CAPÍTULO 50º: .................................................................................................... 323
CAPÍTULO 51º: LOS DEBERES DE LA PROPIEDAD PRIVADA .................................. 331
CAPÍTULO 52º: LOS PELIGROS DE LA PROPIEDAD PRIVADA ................................. 335
OCTAVO MANDAMIENTO
CAPÍTULO 53º: NO MENTIRÁS .............................................................................. 343
CAPÍTULO 54º: NO HERIRÁS EL HONOR DE TU PRÓJIMO ...................................... 351
CONCLUSIÓN
CAPÍTULO 55º: AÚN ESTÁ EN PIE EL MONTE SINAÍ ............................................... 360
6
INTRODUCCIÓN
Copiamos a continuación el texto de los diez Mandamientos de la ley de
Dios como se lee en el libro del Éxodo. Presentamos la versión castellana
de Torres Amat, traducción de la versión latina de la Vulgata.
ÉXODO (Capítulo XX)
DIOS PROMULGA EL DECÁLOGO
1.— Y pronunció el Señor todas estas palabras:
2.— Yo soy el Señor Dios tuyo, que te he sacado de la tierra de Egipto,
de la casa de la esclavitud.
3.— No tendrás otros dioses delante de mí.
4.— No harás para ti imagen de escultura, ni figura alguna de las cosas
que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni de las que hay en las aguas
debajo de la tierra.
5.— No las adorarás ni rendirás culto. Yo soy el Señor Dios tuyo, el
fuerte, el celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos hasta la
tercera y cuarta generación, de aquellos que me aborrecen;
6.— y que uso de misericordia hasta millares con los que me aman y
guardan mis Mandamientos.
7.— No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios: porque no dejará
el Señor sin castigo al que tomare en vano el nombre del Señor Dios
'
tuyo.
8.— Acuérdate de santificar el día del sábado.
9.— Los seis días trabajarás, y harás todas tus labores:
10.— Mas el día séptimo es sábado del Señor, Dios tuyo. Ningún
trabajo harás en él, ni tú ni tu hijo, ni tu hija, ni tu criado, ni tu criada,
ni tus bestias de carga, ni el extranjero que habita dentro de tus
puertas.
11.— Por cuanto el Señor en seis días hizo el cielo, y la tierra, y el
mar, y todas las cosas que hay en ellos, y descansó el día séptimo:
por esto bendijo el Señor el día del sábado y lo santificó.
12.— Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años
sobre la tierra que te ha de dar el Señor Dios tuyo.
13.— No matarás.
14.— No fornicarás.
15.— No hurtarás.
16.— No levantarás falso testimonio contra tu prójimo.
7
17.— No codiciarás la casa de tu prójimo: ni desearás su mujer, ni
esclavo, ni esclava, ni buey, ni asno, ni cosa alguna de las que le
pertenecen.
Estos mandamientos la Iglesia los ha resumido de la siguiente manera1:
1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º No tomarás el nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas.
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No diras falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos.
1 Según el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC):
2065: Desde S. Agustín, los "diez mandamientos" ocupan un lugar
preponderante en la catequesis de los futuros bautizados y de los fieles. En el siglo
quince se tomó la costumbre de expresar los preceptos del Decálogo en fórmulas
rimadas, fáciles de memorizar, y positivas. Estas fórmulas están todavía en uso
hoy. Los catecismos de la Iglesia han expuesto con frecuencia la moral cristiana
siguiendo el orden de los "diez mandamientos".
2066: La división y numeración de los mandamientos ha variado en el curso de
la historia. El presente catecismo sigue la división de los mandamientos establecida
por S. Agustín y que se hizo tradicional en la Iglesia católica. Es también la de las
confesiones luteranas. Los Padres griegos realizaron una división algo distinta que
se encuentra en las Iglesias ortodoxas y las comunidades reformadas.
8
Capítulo primero
¿TIENE TODAVÍA EL DECÁLOGO ACTUALIDAD?
Hace veinte años estudiaba yo en la Universidad de Viena. Cierto día
en una esquina, una viejecita pordiosera, de cara arrugada, me tendió la
mano. Caso frecuentísimo en las grandes ciudades... Pero la vieja
mendiga se dirigió a mí en francés: «Avez pitié de moi...» «Tenga lástima
de mí...» ¡Vaya!, pensé: no es normal que en Viena te pidan limosnas en
francés. Me volví a ella. «Parlez-vous français?» «¿Habla usted francés?»
Me contestó con buen acento: «Sí, lo hablo, y también el inglés.»
—Do you speak english? —le pregunto con curiosidad creciente.
«¿Habla usted inglés?»
—Yes, I do —es su respuesta. «Sí, lo hablo.»
No pude quedarme callado. Me puse a conversar con ella, y me contó
recuerdos de su juventud..., del bienestar de que disfrutaba..., que estudio
idiomas extranjeros... «Yo entonces era joven, guapa y tenía mucho
dinero..., y ya ve hasta donde he venido a parar...».
Hasta aquí la pequeña historia...
Y ahora veo ante mí a otra mendiga vieja, muy gastada: la sociedad
moderna, que también tiende la mano pidiendo limosna. Después de
increíbles revoluciones ideológicas, del avance de la ciencia, de la
democratización de la educación, y de disfrutar de un gran bienestar,
hemos llegado, parece, a nuestro ideal. Vamos a la universidad, sabemos
ingles...; tenemos muchos adelantos técnicos, aviones, toda clase de
diversiones y fiestas; música de todos los tipos, supermercados... ¿Qué
más necesitamos? ¿Qué más? ¿No basta todo esto para la felicidad?
En realidad..., no basta. Porque este hombre moderno, embriagado con
la cultura técnica, conquistador del universo, se agita de continuo en su
lecho del dolor. Sentimos todos que nuestro mundo está desquiciado:
«Fuimos jóvenes y ricos», decimos, como aquella pordiosera al hablar de
su juventud; y alucinados por nuestra propia ciencia, por nuestra técnica,
hemos creído que la técnica y la ciencia lo es todo, que podíamos
fundamentar exclusivamente sobre ellas la vida del hombre, el bienestar
de la sociedad. Pero nos hemos llevado una gran decepción…
9
Antiguamente no estábamos tan engreídos. Las cosas de este mundo
eran importantes, el trabajo, el bienestar…, pero sólo si se cimentaban en
Dios, en el respeto de sus leyes, en hacer lo que a El le agrada… Hoy
notamos con espanto la grave amenaza que se cierne sobre una
humanidad a la deriva… y descubrimos de nuevo que el fundamento, la
piedra angular de la sociedad, no es la máquina, ni la ciencia, ni el dinero,
sino la recta conciencia, el hacer el bien y no el mal. Y hemos de
reconocer que no nos queda otro remedio que volver a fundamentar la
sociedad sobre los cimientos que fueron tildados de superfluos y, con
insensatez, abandonados: los diez Mandamientos de la ley de Dios.
* * *
Antes de comenzar el estudio de cada Mandamiento quiero contestar a
una pregunta, que tal vez se habrán hecho muchos lectores: El Decálogo,
¿puede ser todavía un tema importante, vital, para la Humanidad? Hace ya
tres mil quinientos años que la divina voluntad dio fuerza de ley a estos
Mandamientos, ¿es posible ordenar con viejas leyes milenarias la vida
moderna, radicalmente cambiada, y que se desarrolla en circunstancias
completamente distintas?
O hablando con mayor claridad: El Decálogo, ¿tiene aún actualidad?
¿No es una cosa del todo anticuada? No son pocos los que suelen
expresar a cada paso este pensamiento; o si no lo pregonan abiertamente
con sus labios, lo afirman implícitamente con su forma de vivir y de
comportarse.
«No mentir», manda el Decálogo, y muchos preguntan: ¿Es posible hoy
vivir sin mentir? ¿Se puede abrir uno camino en la vida sin recurrir a
estratagemas? ¿Puede uno avanzar en ella sin echar mano de la astucia?
¿Cómo gobernar un país sin cierta hipocresía?
«No hurtar», grita el Decálogo. Pero... ¿es dado vivir hoy sin sobornos?
¿Llevar una vida de lujo, conservando las manos limpias? ¿Hacer
negocios sin engañar?
«No fornicar», manda el Decálogo. Pero ¿quién puede hoy pasar
castamente su juventud? ¿Se puede vivir puro hasta el matrimonio y ser
guardar fidelidad hasta la muerte después? ¡No, no!, exclaman muchos;
éstas no dejan de ser leyes de hace siglos, anticuadas, inservibles. No
pueden obligar al hombre moderno.
Justamente por todo esto que se piensa y se dice y, por desgracia, se
practica, me parece que antes de entrar en la explicación del Decálogo es
mi deber aclarar este problema. Más aún: no pienso encerrar este
pensamiento en un solo capítulo. Lo juzgo tan fundamental e importante,
que volveré a él una y otra vez en el estudio detallado de cada Man-
damiento.
10