Table Of ContentEdiciones Nueva Visión
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PROLOGO
En su tarea actual él doctor Liberman postula una fundomen-
tación epistemológica para el quehacer psicoanalítico, la que se
lograrw. a través de la construcción de un método evaluativo.
Este consiste en la indagación de la sesión psicoanalítica como
diálogo, en el investigar la secuencia de los circuitos comunica-
cionales que en ella se cumplen. Elabora para ello un modelo
operativo en el que quien en un primer momento es observador
participante, operador comprometido activamente en el campo,
pasa a posteriori y por la apertura de un segundo circuito, a
convertirse en el evaluador de la situación con la finalidad de
estructurar una estrategia de complementaridad entre terapeuta
y paciente. Esta complementaridad apunta al logro de un diálo
go progresivamente provisto de sentido, en el que se dan suce
sivos acercamientos a una lectura correcta de la realidad.
Proponer un método evaluativo para el psicoanálisis que per
mita establecer una conexión entre los hechos o datos de la base
empírica y los enunciados psicoanalíticos, implica un compromiso
con una praxis en la que la experiencia del descubrimiento ana
lítico, de esa totalidad que es la sesión, conceptualizada a partir
de una crítica y una autocrítica, logra una realimentación y afuste
de la organización conceptual, lo que revertirá necesariamente
en una mayor operatividad de las técnicas instrumentales.
Elige el doctor Liberman la vía de abordaje más apropiada
al centrar su atención en el análisis de los procesos de feed-back
en el circuito de interacción comunicativa. Es precisamente por
esa modificación mutua de emisor y receptor, manifiesta a través
de distintos códigos expresivos, que podemos determinar si se
ha logrado o no ese acontecer dialéctico, totalizante y operativo
que constituye la sustancia de la relación bicorporal y tripersonal
a la que denominamos vínculo analítico.
Con este libro, al que su autor considera una continuidad y
profundización de su trabajo anterior y al que yo encuentro,
quizás precisamente por ser una profundización, cualitativamen
te diferente, penetra el doctor Liberman en el campo de la pla
nificación, a la que definimos como la concepción estructural
que integra las técnicas operacionales para provocar una situa
ción de cambio. Es decir que el terapeuta abandona el azar,
evalúa logísticamente su acción y la regula tácticamente para
hacerla eficaz. Se convierte así en un artesano que con la capa
cidad crítica que emerge del campo mismo de su tarea práxica
perfecciona cotidianamente su instrumento.
No puede resultar extraño que hablemos de planificación en
psicoanálisis, ya que el terreno de la terapia psicoanalítica es
el campo en el que se enfrentan dos estrategias: la de la enfer
medad y la de la salud.
El doctor Liberman propone él uso de un instrumento desti
nado a impedir que el tratamiento se convierta, como muchas
veces sucede, en la lucha estéril y dilemática de dos estrategias
suplementarias, que tienen el común denominador de la omni
potencia y la enfermedad. La tarea consiste, por el contrarió,
en la convergencia de esfuerzos para la configuración de una
estrategia conjunta y complementaria.
Soy consciente de no mencionar en este prólogo muchas de las
ideas originales desarrolladas por el doctor Liberman en esta
obra que se inscribe dentro de una nueva línea del pensamiento
psicoanalítico, destinada a darle continuidad y autonomía en el
contexto de las ciencias del hombre. Aperturas como las que
plantea el doctor Liberman, al cumplir los postulados básicos
configuradores de una ciencia, al hacer la tarea analítica situa-
cional y operativa, arrancan al psicoanálisis de la mitología y
de la estereotipia a la que desafortunadamente una generación
insistió en condenarlo.
He insistido en el tema de la evaluación y la planificación,
ya que me impactó la coincidencia de la actual orientación de
mi indagación en psicoanálisis; la construcción de una criteriolo-
gía analítica.
La continuidad que da a sus investigaciones el doctor Liberman
hacen prever una progresiva profundización de su tarea, con un
esquema conceptual enriquecido por aportes interdisciplinarios.
Hace nueve años, al prologar “Comunicación en terapéutica psi
coanalítica” dije que esperaba para el doctor Liberman una nue
va vuelta de espiral, La lectura de esta obra me permite com
probar que mi espectativa se na cumplido. Esto no me impide,
sino que por el contrario me estimula a esperar para él y para
mí nuevos desarrollos en el proceso dialéctico al que aspira lle
gar nuestro pensamiento.
Dr. Enrique Pichón - Riviere
Buenos Aires, octubre de 1970
UNA NOTA INTRODUCTORIA
Desde hace aproximadamente quince años el centro de mi in
terés lo constituye la investigación en psicoanálisis. Efectúo esta
tarea en forma individual y en el contexto de las supervisiones
de mis colegas, pero en esta exposición psicoanalítica deseo hacer
saber que son fundamentales mis experiencias con grupos de co
legas que me hicieron posible ensayar diversas formas de abor
dar este tipo de investigación en el psicoanálisis que preconizo.
Mantengo desde los comienzos de esta labor un supuesto bá
sico que consiste en considerar s la “sesión psicoartelítica" co
mo la ún jca ..manera de Indagación, Esto permite a la vez com
plementar la investigación que, nasta un limite determinado, re
alizamos los psicoanalistas cuando indagamos y operamos con
otra metodología en la que nos hallamos incluidos al establecer
un circuito de interacción comunicativa con el paciente. Quedan
entonces netamente diferenciadas 1) la investigación del incons
ciente del analizando mediante la aplicación <ie ur> metódjy en
la besío\ üooa■ znTaMí/tIiTcaT,T e n li*a q__u__e_ están* i7u'1vi olu__ _____j -tus p__e__r_s•o
gas —pacientely analista- realizando un diálogo en un contexto
determinado, y 2) este otro métouo —indag torio de la sesión
psicoanalítica- que permite la prueba de v 'li^ación de la labor
que cada una de los -participantes ha realizado en la sesión.
A poco de comenzar con esta investigación tomé clara cons
ciencia de que la evolución de un paciente depende en sumo
grado (además de las condiciones en que se presenta al trata
miento) del esquema con el cual el analista indaga y opera du
rante el curso de las sesiones. Los resultados obtenidos de estas
experiencias aparecieron publicados, al cabo de varios años de
trabajo, en mi libro sobre La comunicación en terapéutica psi-
coanalítica. Pude corroborar así las ideas que al respecto sos
tenía en nuestro medio Enrique Pichón Riviére.
Fueron para mí un estímulo notorio para proseguir con esta
línea de trabajo las respuestas favorables que encontró mi pu
blicación en los trabajos de muchos de mis colegas argentinos
y también en los medios psicoanaliticos de algunos otros países.
Pero lo que me resultó gratamente inesperado fue que las ideas
allí expuestas resultaron también de utilidad para médicos clíni
cos, psiquíatras y psicólogos en sus mas variadas áreas de tra
bajo. Todo esto fue lo que me decidió a efectuar esta otra pu
blicación que yo considero como un desarrollo de la anterior.
Han transcurrido ocho años de la aparición de La comunica
ción en terapéutica psicoanalítica y en este lapso creo haber lo
grado enriquecer y sistematizar las múltiples hipótesis de traba
jo a las que tuve que recurrir para alcanzar el grado de organi
zación y coherencia que exige una exposición psicoanalítica del
tipo que desarrollaré.
En La comunicación en terapéutica psicoanalítica inicié mi ex
posición ubicando a un agrupamiento de disciplinas que permi
tían investigar en la comunicación humana las relaciones entre
las "personas” que emiten mensajes (fuentes) y las “personas”
(destinos) que los reciben y que por el hecho de recibirlos ya
están comprometidas en el circuito comunicativo. En el caso de
recibirlos (decodificarios) tienen que acusar recibo de haberlos
captado utilizando para ello una respuesta (encodificación) que
de alguna manera tiene que indicar al emisor que los mensajes
han sido recibidos, y también qué sentido les adscribe la “perso
na” receptora (destino) del mensaje. El proceso comunicativo
termina siempre y cuando la primera de ellas (fuente, ahora
transformada en destino) a su vez acuse recibo de haber reci
bido la respuesta. De esta manera tenemos tres pasos en un
ciclo de interacción comunicativa: X envía un mensaje a Z; si
el mensaje llega a Z (destino de dicho mensaje), éste último
debe hacer saber a X que lo recibió y además qué sentido le
adscribió al mismo. Una vez que este segundo paso ha sido
efectuado, se completa el proceso comunicacional, debiendo X
acusar recibo de haber recibido dicho mensaje. Esto fue estable
cido por C. E. Shanon por medio de un circuito que se denomina
“modelo de comunicación”, de esta manera:
ruido
i
Fuent« del mensaje --------->ub“ n en ---------.elección de canales par*
1 un código transmitir la comunicación
destino dei mensaje---------> desciframiento
De acuerdo a lo dicho anteriormente estos pasos se repiten tres
veces: 1) X es fuente y Z es destino; 2) Z es fuente y X des
tino, y 3) X es nuevamente fuente y Z es nuevamente destino.
Estos pasos, aplicados a la comunicación en el contexto de
la terapéutica psicoanalítica, me permitieron en mi libro ante
rior tomar en consideración las perturbaciones que, por motiva
ciones inconscientes, podrían ocurrir en los distintos momentos
del proceso comunicativo; de allí que el subtítulo del primer ca
pítulo de mi publicación de entonces llevase este encabezamien
to: “Teoría de la comunicación y teorías psicoanalíticas de las
neurosis'’. En dicho capítulo, entre otras cosas, formulé lo que
transcribo a continuación:
“El psicoanálisis tiene una manera específica de fundamentar
las construcciones que son utilizadas para interpretar los hechos *;
la historicidad de la situación analítica acerca un tanto el método
psicoanalítico al experimento de las ciencias naturales (Ezriel).
“El investigador formado adecuadamente posee cierto grado
de objetividad y puede establecer formulaciones descriptivas ba
sándose en los múltiples matices que va descubriendo día a día
en el curso de los tratamientos psicoanalíticos.
“Esto, a su vez, le permite desarrollar un conjunto de for
mulaciones explicativas mediante la discriminación de lo que es
realmente significativo como expresión de fuerzas inconscientes
comprometidas en el fenómeno que se está estudiando y del
cual el propio investigador es partícipe.
“La transposición del enfoque a-histórico predominantemente
descriptivo al enfoqué genético-evolutivo da lugar a este des
arrollo de formulaciones predominantemente explicativas. Freud
■las denominó construcciones, e involucran una constelación causal."
Más adelante afirmé: “La naturaleza del objeto de investiga
ción en psicoanálisis, así como también su método, son incom
patibles con las leyes sencillas de causa-efecto; además, la cuan-
tificación de los fenómenos no puede ser hecha por medio de
números, aunque sí, como luego veremos, por medio del estudio
de las respuestas a las interpretaciones transferenciales, estable
ciendo series comparativas entre las capacidades de simboliza
ción previa y posterior a un esclarecimiento interpretativo.
“A pesar de la especificidad del psicoanálisis como ciencia, éste
no permanece aislado de las otras disciplinas; por el contrario,
Nota <le 1970: En la actualidad no utilizo esta denominación, sino que
recurro en cambio al término “datos iniciales de la base empírica”.
se halla profundamente influido e influye a su vez en muchas
disciplinas psicológicas de la actualidad...
'Huesch estableció una clasificación de tipos psicopatológicos,
basados en la modalidad de recepción y de transmisión de in
formación en la relación bipersonal. Estas denominaciones se
ajustan mucho mejor al carácter dramático de los fenómenos, tal
cual se nos presentan en la situación analítica. (...) Veamos cuá
les son las equivalencias entre la nomenclatura de Ruesch basa
da en los fenómenos de comunicación, con la nomenclatura psi
coanalítica clásica basada en los enfoques histórico-genéticos tal
como aparece en el texto de Fenichel:
"Persona demostrativa.................. Histeria de conversión
(carácter histérico).
’Tersona atemorizada y huidiza Histeria de angustia
(carácter fóbico).
"Persona lógica ........................... . Neurosis obsesiva
(carácter obsesivo).
’Tersona de acción ...................... Personalidades psicopáticas
(perversiones e impulsión neurótica).
"Persona depresiva ...................... Ciclotimia. Depresión neurótica.
Psicosis maníaco-depresiva.
Persona observadora y no parti
cipante ........................................ Esquizoidía. Esquizofrenia.
"Persona infantil ........................... Órgano-neurosis
(enfermedades psicosomáticas).
"Basándome en las características tipológicas que Ruesch seña-
Ja para cada uno de estos tipos de persona, realizaré en los ca
pítulos que siguen una descripción de cada una de ellas, que
sobrepasa la descripción original del autor, ya que éste no ha
tomado en cuenta determinados postulados psicoanalíticos fun
damentales, tales como la fantasía inconsciente, las relaciones ob
jetales y las ansiedades básicas.”
En el mismo capítulo me referí a la situación analítica como
método y objeto de investigación. Tras destacar el interés sur
gido después de la Segunda Guerra Mundial por los problemas
de investigación psicoanalítica, aludo a las ideas de Escalona al
respecto. En mi síntesis de sus ideas incluí estos conceptos que
considero oportuno transcribir:
“Los postulados psicoanalíticos tienen significado sólo en rela
ción con otros factores, y pierden su sentido original si no se
los considera dentro del contexto de muchas otras formulaciones
psicoanalíticas. Así, por ejemplo, no se puede pensar en la re
presión independientemente de las relaciones de objetos y de los
impulsos instintivos que se dirigen hacia estos objetos, y a su
vez, para terminar de entender éstos, se hace necesario relacio
nar aquélla con el concepto de angustia.
"Para que una hipótesis tenga validez, es necesario que cada
concepto tenga una clara relación con uno o varios conceptos
subordinados, los cuales a su vez pueden ser referidos a aconte
cimientos concretos observables. Sin embargo, señala Escalona,
la naturaleza misma de la teoría psicoanalítica implica que unos
tipos de conducta totalmente diferentes puedan referirse al mis
mo factor psicológico. De manera semejante unas conductas idén
ticas pueden ser la manifestación de estados psicológicos total
mente diferentes, en distintas personas o en la misma persona
en épocas o momentos diferentes.
"Escalona llega a la conclusión de que, dadas las característi
cas intrínsecas de los fenómenos psicológicos, éstos requieren for
mulaciones que los legitimen, diferentes de las acostumbradas;
formulaciones que requieren métodos de validación diferentes a
los que conocemos.
"Sugiere tres caminos como solución, aunque todavía no puede
afirmar si alguno de ellos o los tres juntos pueden ser adecuados.
"El primero de ellos estaría constituido por una exploración y
confirmación sistemática de la teoría psicoanalítica, utilizando los.
métodos psicoanalíticos mismos. Benjamín y Kris llamaron la
atención sobre las posibilidades del tratamiento psicoanalítico co
mo instrumento de investigación.
"Si bien no desmerece la sesión analítica como método de inves
tigación, no llega a señalar, a pesar de la profundidad de sus
ideas, que el análisis exhaustivo de la fantasía inconsciente en
la transferencia del interjuego de roles que inconscientemente el
paciente adjudica a sí mismo y al terapeuta, es la fuente prin
cipal de conocimientos de la angustia que moviliza las estruc
turas psíquicas permitiendo conocer simultáneamente lo univer
sal y lo particular de la personalidad humana.
"Como segundo camino propone una investigación exploratoria
con el fin de verificar o deducir nuevas hipótesis. Este camino
exigíría la aceptación de una serie de postulados básicos. Es
calona ejemplifica este tipo de trabajo citando los estudios sobre
los trastornos postraumáticos durante la última guerra, sobre ob
servación de juegos infantiles con fines de diagnóstico y trata
miento y los estudios psicosomáticos sobre diabetes de Mirsky.
Sin embargo, disponemos diariamente de un terreno mucho más
amplió para la indagación exploratoria. Es el estudio profundo
de determinadas producciones artísticas, especialmente de las tea
trales, literarias. Personalmente he realizado experiencias de este
tipo con producciones teatrales y cinematográficas. Revisando
luego la obra de Freud me encontré precisamente con el hecho
de que éste comparó el desarrollo del Edipo de Sófocles a lo que
ocurre en un tratamiento psicoanalítico. Sin embargo, el valor
de este terreno es secundario con respecto a los anteriores, por
que al no estar incluido el observador como participante en el
campo, se elimina un elemento muy importante, al cual luego
me referiré jcon mayor amplitud y que es registro de la contra
transferencia.
”E1 tercer camino que postula Escalona consiste en realizar
estudios experimentales que conducirían al descubrimiento de
muchas relaciones válidas entre los fenómenos, pero adolece del
defecto de que solamente se consideran dos variables.
"Escalona llega: a la conclusión de que su presentación sobre la
validación del psicoanálisis consiste en un proceso gradual de
aproximación de los tres caminos que señala, a saber: la situa
ción analítica, la observación de estudios realizados en otros cam
pos basándose en postulados psicoanalíticos para verificar y ex
traer nuevas hipótesis, y por último los estudios experimentales.
Finalmente considera que ninguno de estos tres caminos puede
completar dicho proceso de validación.
"En esta publicación busco un propósito que supera a estas
conclusiones. En primer lugar concedo a la situación analítica
un papel central como método y como objeto de indagación.
"Los estudios realizados en otros campos tomando como punto
de partida postulados psicoanalíticos tienen también, a mi juicio,
enormes perspectivas, siempre y cuando se tome en consideración
el cambio cualitativo que significa el pasaje de las conclusiones
obtenidas de la situación analítica a otros campos de la activi
dad humana. Los estudios experimentales deben ser desestimados
como métodos de verificación de las hipótesis analíticas, porque
entran en flagrante contradicción con los esquemas de trabajo
del investigador psicoanalítico, provocando estereotipias en su
mente, llevándolo a buscar causalidades lineales, alejándolo de
las concepciones pluricausales necesarias para comprender la per
sonalidad humana y su comportamiento en función de un mo
mento y de una situación dada, condicionada a su vez por toda
una constelación causal genética.”
En La comunicación en terapéutica psicoanalítica creo haber