Las mil y una noches del turismo

14 Pages·2017·2.56 MB·Spanish

Verano 2017 | 09_Planur-e | ARTÍCULOS ISSN 2340-8235 1

Las mil y una noches del turismo
Concentración, dispersión y otras dimensiones del turismo urbano
Cynthia C. Pérez + Joaquín Sabaté
[email protected] | [email protected]
Cynthia C. Pérez. Arquitecta con estudios de negocios en Florida
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planificación, estrategia y turismo urbano. Tiene varios años de
Escribió para el periódico Reforma, fue editor de la revista Arquine y
experiencia en arquitectura y desarrollo de proyectos (2012-actual), y
consultor de la Subdirección General de Sustentabilidad y Técnica del
en gestión de negocios (2005-2015). Ponente y participante en varios
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bajo la dirección de Joaquín Sabaté, y trabaja como urbanista en
CEquultiuprBaC pyN . las Artes (FONCA), coordinador de Sustentabilidad en
Empresas ICA y profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y
CENTRO.
Joaquín Sabaté Bel. Licenciado en Ciencias Económicas, Doctor
Arquitecto y Catedrático de Urbanismo; profesor e investigador en la

Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) desde 1976. Coordinador del
Doctorado y del Máster de Investigación en Urbanismo (UPC); del
Postgrado Proyectar el Territorio y de un Programa ALFA de la
Comunidad Europea sobre gestión de recursos culturales como
fundamento de planes de desarrollo local. Entre 2005 y 2013 Chairman
del European Postgraduate Masters of Urbanism. Strategies and design
for cities and territories, consorcio de cuatro universidades (Delft,
Lovaina, Venecia y UPC). Entre 1992 y 1999 Director del Departamento
de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la UPC. Fundador del
Laboratorio Internacional de Paisajes Culturales y director de la revista
ID Identidades: Territorio, Cultura, Patrimonio. Conferencias, cursos de
Máster y doctorado en una cincuentena de universidades. Actividad
investigadora centrada en el estudio de los instrumentos, métodos y
teorías del proyecto urbanístico y territorial, y en la relación entre

recursos patrimoniales y desarrollo local. Autor de numerosos trabajos
de planeamiento urbanístico y territorial en Argentina, Brasil, Italia,

Chile y España. En tres ocasiones distinguido en las convocatorias del
Premio Nacional de Urbanismo de España (investigación, planeamiento y

rehabilitación); en 2007 con el Premio de Urbanismo de Cataluña y en
2011 con el Premio Especial de Patrimonio de Cataluña.
Palabras clave

Turismo urbano, HUT, viviendas de uso turístico
Abstract
La evolución del ocio y el turismo, primero como derecho y ahora como fuente inagotable de experiencias y
potencialidades económicas lo convierten en un fenómeno multifacético y cambiante, que requiere diversas
miradas que puedan entender su facilidad para mutar continuamente.
El rasgo predominante del turismo ya no es la exploración, ni su dimensión de ocio de masas, ni siquiera el low
cost o las experiencias, sino todo ello a la vez. Es capaz de ser de sol y playa en algunas zonas, low cost o
promotor de experiencias únicas en otras. Ya no solo se ubica en lugares determinados, sino que ocupa todo el
espacio. Se ha adueñado de nuestras ciudades, nuestras calles, y en muchos casos de nuestras casas;
desatando con ello diversos enfrentamientos entre residentes, promotores y ayuntamientos, quienes, a falta de
herramientas para gestionar los impactos, han optado por ir resolviendo a la velocidad que los instrumentos se
lo permiten.
La diversificación de este fenómeno plantea una urgencia de soluciones a conflictos relacionados con la
vivienda, la convivencia y la saturación de determinados espacios. En este artículo nos enfocaremos sobre todo
en los relacionados al mercado de alquiler, que viene proponiendo múltiples soluciones tanto a nivel local como
internacional.
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Introducción
En 2015 este tweet de un estudiante en Londres expresando su indignación al ofrecer alquilarle una
habitación/cama bajo de una escalera por 500 £ (figura 1), deviene viral y se recoge en diversos periódicos (1).
Un año antes, el documental byebyebarcelona (2), denuncia un grave y constante conflicto entre residentes y
turistas, a causa de la masificación del turismo en la ciudad. Y no muy lejos, en la ciudad de los canales, ya se
habla del síndrome de Venecia (3).
Al tiempo, Airbnb, plataforma que promueve la economía colaborativa, declara ingresos de2,62 millones de
euros (4) por el alquiler de viviendas y habitaciones para uso turístico. Algo parece estar cambiando en
ciudades con notable atractivo turístico, donde afloran conflictos relacionados con la vivienda, la convivencia y
la saturación de determinados espacios.

Figura 1. Imagen del tweet de Alex Lomas, denunciando la habitación que intentaron alquilarle en Londres. Fuente: Periódico
20minutos
La consolidación de nuevas tecnologías, que nos permiten reservar vuelo, habitación y tour con unos pocos
clicks, ha modificado nuestra forma de viajar, que ya nada tiene que ver con la que organizaba Thomas Cook
desde 1841 (5). La aventura, la sed de conocimiento, el viaje ilustrado o las motivaciones higienistas, cambian
radicalmente con la aparición del turismo de sol y playa. Esta etapa viene acompañada de modificaciones
notables en la configuración de los paisajes costeros o en la conquista del derecho al ocio vacacional.
Si hay algo que caracteriza al turismo desde sus inicios, es su facilidad para mutar continuamente. Su rasgo
predominante ya no es la exploración, ni su dimensión de ocio de masas, ni siquiera el low cost olas
experiencias, sino todo ello a la vez. Es capaz de ser de sol y playa en algunas zonas, low cost o promotor de
experiencias únicas en otras. Ya no se ubica solo en lugares determinados, sino que ocupa todo el espacio. Se
ha adueñado de nuestras ciudades, nuestras calles, y en muchos casos de nuestras casas. Porque hoy en día
todo es turismo, y, en un momento u otro, todos somos turistas. Pero si todo puede ser turístico, ¿qué es el
turismo? (6)
El carácter volátil del turismo provoca más preguntas que respuestas, más incertidumbres que certezas. No
pretendemos responderlas en este artículo, apenas nos conformamos con plantear alguna de dichas cuestiones.
Y es que un fenómeno tan poliédrico no puede ser aclarado en unas pocas páginas, ni ordenado con políticas
sencillas. El turismo nos afecta a todos y a todo lo que nos rodea. Ya no lo medimos con estrellas, tasas de
ocupación o rango de precios; sus múltiples dimensiones se valoran con tweets y diversidad de rankings y
comentarios. Este fenómeno tan cambiante demanda más actualizaciones que cualquier cuenta activa de
Instagram, y desde una perspectiva urbanística resulta imprescindible profundizar en aquellas dimensiones más
específicas, el uso del espacio y las formas construidas.
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La todo-fobia del todo-culpable
Cada mes las cifras récord del turismo en Barcelona son portada habitual en los periódicos locales, donde
además es frecuente encontrar artículos en que se denuncia la excesiva presión turística sobre la ciudad.
Algunas luces de alarma se encienden con desahucios o caceroladas de vecinos, cansados de abusos que
achacan al turismo. Las conversaciones habituales entre barceloneses incluyen comentarios sobre el turismo,
los apartamentos turísticos y las viviendas de uso turístico, la gentrificación, la turistificación o la turismofobia.
Conversaciones que siempre parecen encontrar al turismo como el gran culpable de todos los males,
atribuyéndole responsabilidades varias de las que todos hablamos, pero aún no conocemos suficientemente. La
riqueza que genera en ciudades como Barcelona, y la diversidad y complejidad de sus posibles abordajes, ha
multiplicado el número de profesionales dedicados a estudiar el turismo, y, particularmente el fenómeno del
turismo urbano.
Y si, cada vez es más común reconocer el peso y singularidad del turismo urbano, y resulta estéril abordar esta
actividad, con sus beneficios y sus impactos, desde una postura maniquea, de blancos y negros, ya que todo
son claroscuros .Ha demostrado ser un fenómeno que incorpora toda intervención sobre la ciudad y es capaz de
readaptar todo lo que encuentra y hacerlo suyo. Es un fenómeno tan complejo y global, que va muy por
delante de nuestro conocimiento del mismo, aunque desde diversos campos (sociología, economía, geografía,
antropología, arquitectura y urbanismo) estamos estudiándolo esforzadamente. Porque, además, tal y como
afirma Ricard Pie (7), las ciudades modernas o son turísticas o no son ciudad.
Esta nueva condición de la ciudad moderna se alimenta de dinámicas diversas, algunas incluso recurrentes,
como el encarecimiento de la vivienda o el desplazamiento de los vecinos (Figura 2). Pero a su vez viene
generando consecuencias antes nunca vistas, como la contaminación ambiental por residuos de cruceros o
aviones, la saturación del espacio o la gentrificación. Todas ellas son el resultado de un fenómeno nuevo,
impredecible y que reclama toda nuestra atención y estudio. Su singular complejidad aconseja diferenciar sus
efectos, según afecten a la vivienda, la movilidad, el espacio público o la convivencia. Seguramente en cada
una de estas manifestaciones es posible identificar dinámicas, escalas, factores y actores bien diversos. En este
artículo nos concentraremos en uno de los sectores que se considera más afectado, o más sensible al impacto
del turismo urbano, el de la vivienda, y, en particular, la vivienda tradicional de alquiler.

Figura 2. Pancartas en la Casa Buxeresen la calle Hospital y en el número 55 de la Rambla. Fuente: Ferran Aisa &Mei Vidal
(2011) El Raval, un espacio al margen
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¿Impacta el turismo residencial en el mercado de alquiler?
Luis Falcon, autor del informe “El impacto del alquiler de viviendas de uso turístico en el mercado de alquiler
residencial de Barcelona”, encargado por la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona, afirmaba que
le parecía evidente que las viviendas de uso turístico no impactan en el mercado en alquiler residencial de
Barcelona, ni en su precio. Y parece increíble que a él le resulte tan obvio, lo que no lo es en absoluto para
tanta otra gente.
Semanas después su empresa In atlas presenta un informe resumido de dicho estudio, donde se señala que el
principal factor que influye en la burbuja de precios de alquiler residencial es el incremento de una demanda
cualificada, fruto de la recuperación económica. Asimismo, el estudio muestra que los años de mayor
crecimiento del precio del alquiler (entre 2014 y 2016) coinciden con una notable reducción de viviendas
turísticas en la ciudad (fruto de las medidas del Ayuntamiento).

Figura 3. Captura de imagen de InsideAirbnb, donde figuran datos de enero de 2016, que refleja una oferta de 14.855
alquileres de viviendas turísticas (tanto habitaciones como de vivienda entera). Fuente: InsideAIrbnb, Consultado en
02/08/2016

Figura 4. Captura de imagen de InsideAirbnb, donde figuran datos de diciembre de 2016, que refleja una oferta de 17,369
alquileres de viviendas turísticas (tanto habitaciones como vivienda entera). Fuente: InsideAIrbnb, Consultado 21/11/2017
Verano 2017 | 09_Planur-e | ARTÍCULOS 5

Esta reducción del número absoluto de pisos turísticos es difícil de creer, puesto que en páginas como inside
airbnb, donde se recogen datos de Airbnb en las principales ciudades en el mundo, se siguen publicitando
viviendas y habitaciones de alquiler turístico en Barcelona, que en el transcurso de un año (de enero a
diciembre de 2016) han pasado de 14 mil a 17.369. (8)
Según el informe de InAtlas, los datos que utiliza InsideAIrbnb no son 100% fiables, puesto que incluyen
diversos apartamentos duplicados, resultando cifras mayores que en la realidad. Su informe recoge
personalmente cifras y datos únicos, por ahora no disponibles, ni verificables, públicamente.
Para dicho informe, todo va bien en la ciudad, nos estamos recuperando tanto, que los barrios se están
llenando de profesionales que ganan mejores sueldos, y simplemente, estos profesionales, ya no son los
antiguos vecinos. Pero además los apartamentos turísticos han disminuido y los precios siguen subiendo,
sugiriendo con ello que los HUT no tienen responsabilidad alguna en el alza de precios. Luis Falcón responde a
lo que APARTUR le ha preguntado y seguramente desea escuchar, que el turismo residencial no es responsable
del incremento en los alquileres. Sin embargo, no reconoce que esta situación se deriva de diversas
condiciones, entre las cuales, en algún momento, está el cambio de vivienda residencial a vivienda turística.
Pero el estudio de In Atlas no es el único que cuantifica estos cambios. María Buhigas, de Urban-Facts, presenta
el pasado septiembre de 2016otro informe titulado “El impacto del alquiler vacacional en el mercado de alquiler
residencial de Barcelona”, donde pone en una parte de la balanza la rentabilidad de quienes alquilan su piso
como vivienda de uso turístico, tanto de manera profesional como amateur. Asimismo, revela que el fenómeno
del alojamiento turístico (con todas las variables que conocemos ahora) ha tenido una incidencia importante en
los barrios centrales de la ciudad y que, al competir con el uso residencial convencional, está impactando sobre
el segmento de la vivienda en alquiler. Esta reducción, y la falta de oferta de vivienda, hace que se incremente
su demanda, impulsando una fuerte subida de los precios.
¿Entonces, en qué quedamos? ¿Son, o no son responsables las viviendas de uso turístico del incremento del
precio en la vivienda? ¿Qué supone el turismo para los residentes? ¿Qué medidas se están tomando para
mitigar los impactos sobre la vivienda? Analicemos una vez más el fenómeno.

Patrones de localización de las viviendas de uso turístico
Si partimos de la información del Ayuntamiento, recogida en el informe final que sirve de base del PEUAT (9), la
ciudad cuenta con una oferta aparentemente dispersa de alojamientos hoteleros (Ilustración 5), que, si bien es
más densa en el centro histórico, se distribuye, casi equitativamente, por toda la ciudad.
Hemos redibujado esta información (Ilustración 6),poniendo de relieve laconcentración de la oferta, en forma
de mancha que se extiende por todo el centro de la ciudad, dejando aparte el entorno, como si ésta fuera una
oferta esporádica y poco representativa. Este plano no muestra grandes concentraciones, sino más bien una
nebulosa de oferta hotelera que arranca del centro histórico y se extiende por el Paseo de Gracia y por parte de
la avenida Diagonal.
6 ARTÍCULOS | 09_Planur-e | Verano 2017

Figura 5. Establecimientos de alojamiento turístico en Barcelona. Fuente PEUAT.

Figura 6. Concentración de establecimientos hoteleros en Barcelona. Elaboración propia en base a planos del informe del
Ayuntamiento para el PEUAT
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Una mirada más detallada (Ilustración 7) nos permite entender que esta mancha es en realidad un continuo de
filamentos que se van dispersando desde las calles más transitadas hacia afuera. Y estas imágenes nos remiten
a un primer equívoco en el análisis habitual del turismo; puesto que no es posible determinar o agrupar los
conflictos y oportunidades de la ciudad por zonas, y menos por barrios, sino que en muchos casos se
manifiestan por ejes, calles, o enlaces de atractivos turísticos.

Figura 7. Detalle de conexiones de los alojamientos hoteleros en Barcelona. Elaboración propia en base a planos del informe del
Ayuntamiento para el PEUAT

Aplicando esta misma escala y metodología de agrupación analizamos la localización de las viviendas de uso
turístico recogidas en el mismo informe. Cabe recalcar que dado a que la información disponible es municipal,
tan solo recoge las viviendas turísticas legales, no reflejando buena parte de la oferta disponible en Airbnb y en
otras plataformas similares.
En la imagen (Ilustración 8), se evidencia una gran oferta de viviendas de uso turístico dispersas en gran
número por toda la ciudad. Si bien hay zonas con mayor concentración, visto en conjunto, tiene un mayor
grado de dispersión que la oferta de alojamiento hotelero. Podría incluso decirse que estas viviendas comienzan
a llenar los espacios vacíos que dejaban los hoteles, respondiendo a una demanda diferente.
Los HUT no siguen la misma lógica que los hoteles, sino que se pueden encontrar tanto cerca de los diversos
atractivos turísticos, como de cualquier boca de metro. El cambio de necesidades y prioridades de quienes se
alojan en los HUT, redefinen las prioridades establecidas por la oferta hotelera en Barcelona y en el mundo. Con
la aparición de la economía colaborativa, y las plataformas que la apoyan, se evidencia que el fenómeno
turístico vuelve a cambiar las reglas de juego.
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Figura 8. Distribución de las viviendas de uso turístico legales. Fuente: PEUAT
El dibujo de la localización de los HUT (Ilustraciones 9 y 10) las presenta como una extensa masa, concentrada
y dispersa a la vez; y que por su extensión física revela que esta oferta podría complementar la hotelera. Visto
desde lejos el plano demuestra un éxito de descentralización de la oferta, un complemento adecuado que
debería funcionar. La fusión de ambos planos (Ilustración 11) evidencia este carácter complementario.

Figura 9.Distribución global de los HUT en la ciudad. Elaboración propia en base a planos del informe del Ayuntamiento para el
PEUAT
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Figura 10. HUT agrupados según ubicación. Elaboración propia en base a planos del informe del Ayuntamiento para el PEUAT

Figura 11. Plano redibujado de HUT y alojamientos hoteleros, demostrando la complementariedad de oferta turistica en
Barcelona
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En el PEUAT encontramos asimismo un plano detallado de toda la oferta en la ciudad (Ilustración 12), donde si
bien tenemos la ubicación de cada una de las ofertas de alojamiento, no permite medir el número de plazas por
opción.

Figura 12. Plano de establecimientos existentes según tipologías. Detalle de hoteles, hostales, apartamentos turísticos,
albergues, residencias colectivas y HUT´s. Fuente: PEUAT
Como ya se viene discutiendo durante los últimos meses, no es lo mismo un piso turístico que tiene de 2 a 5
plazas (uno de estos puntos) que un hotel de 5 o 6 plantas con más de 200 plazas. En la ilustración 13
podemos ver el peso de las plazas de los HUT, donde se aprecia su escasa presencia en la ciudad. Reconocemos
su distribución espacial, pero no queda claro su posible impacto como oferta. Sería interesante poder medir el
entorno de los puntos más representativos de este plano, por ejemplo, aquello que sucede alrededor del barrio
de Gracia.

Figura 13. Plazas en viviendas de uso turístico. Elaboración propia en base a plano del PEUAT.