Table Of ContentLa Súrá en al-Audalus
DAVIDPELÁEZPORTALES
La realidad de la Ñtirá en al-Andalus ha sido objeto en los últimos años de
excelentespáginas porpartedeorientalistas occidentales, hastaelpunto -quizá-de
queresultaríadifícilcualquier nuevoestudiodelamismaqueno se limiteareiterar
lo que es hoy patrimonio común enel conocimientode las instituciones del Islam
hispano.
Al hilodelexamen deunconjunto defuentesjurídicasandalusíes comprendidas
entre los siglos VIIIy XII de nuestraera, el autorde este trabajo ha reparado, sin
embargo,en algunasfacetasnovedosas-o al menosnoexplícitamentereseñadas-del
funcionamiento del consiliuni de los cadíes hispano-musulmanes, que querría
proponera laconsideración de losespecialistas enlahistoriadelas instituciones y
elderecho en al-Andalus, con lamodestia obligadadelquesehaadentradoeneste
terrenosin el conocimientodel árabe.
Conestepropósito,el presenteartículoabordará-trasunapequeñaintroducción
histórica y explicativa- la actuación de la ~2rñen el contexto más amplio de la
tramitación delproceso, paradespués analizar ciertos pormenores de su régimen
interno.
1. INTRODUCCIÓN
El muflEhasidodefinido comoel alfaquíespecializado enlainterpretaciónde
laLeyyen laelaboración delfiqhpráctico,que teníacomocometido labúsqueda de
soluciones yrespuestas alosproblemaslegalesplanteados, conbaseen lostextosde
los maestros de las respectivas escuelas. Se trataba, por tanto, de un operador
jurídico que ejercía una suerte de ñu respondendí. Carecía de jurisdicción -a
diferenciadel cadí-; de aquíque nopudieradirimir-comojuez-controversiasentre
particulares.
Libremente establecidos como tales, o mediando un nombramiento del
soberano estos jurisconsultos estaban a disposición de los particulares (en las
,
mezquitas oensu domicilio)parala resolucióndelascuestionesdecarácterjuridico
o ritual que quisieran someterles, mediante la expedición de dictámenes o fetuas
2. Apartirdel reinado de ‘Abd al-Ralman II, ydurante el
(fatwá, pl.fatawñ,fuiya)
periodoomeya, habíaal menosun muftí3 enlas principalesciudades ocapitales de
cora de al-Andalus, aun cuando su radio de acción soliera extenderse a todo el
Enestoscasos,elloleshabilitabaparaelejerciciodesus funcionesconuncarácterencienomodo
oficial.
Sobrelas condiciones de aptitud parael ejercicio dela fetua, cfr. E. TYAN, Lorganisarion
judiciaire, 224-228.
SegúnJ. Manos, ‘elnúmerononnaldemuftlescontemporáneosdeunaciudadoscilabaentreuno
-
y tres, posiblemente,y nunca más decinco, teniendo encuenta queuna personaejercíacomo muflí
prácticamentetodasuvida’ (J.MARTOSQUESADA,Los~nuf(tes, 253).
AnaqueldeEstudiosÁrabesIX(1998)
130 La=flráenal-Andalus
4
territoriodelas mismas
El muftí tenía otra faceta -podría considerarse pública- que lo vinculaba
estrechamente alaadministracióndejusticia: aquélqueerarevestidodelacondición
de mu=Élwirestaba destinado, además, a proyectar su actividad consultiva en la
audienciadel magistrado, integrándoseen el organigrama del personal adscrito al
5.
serviciodeltribunal
En estesentido,el cadídisponía en elejercicio de sus funcionesjudiciales -y
comocorrectivodel sistemadejuez único-delosserviciosdeunórganoconsultivo
(~z7rá)al quesehaatribuidounorigenromano-bizantino6. EnlaEspañamusulmana,
las primerasreferencias ala =ñráen este sentido preciso y técnico arrancan del
reinadode‘Abd al-RabruanII.Su funcionamientoseconsolidaráen lasegundamitad
delsiglo 1X7.
Laasistenciadeeste consejo fuedesdemuypronto indispensable dentro de la
escuelamalikT, adiferenciadel carácter noobligatorio queteníaen otras, como la
~afi’Tohanaff.Esta exigenciaconstituía, en elplano institucional, unaconsecuencia
del deberde consultaque se imponíaal magistrado8. SegúnIbnHiáam, querecoge
una cita de Malik, si el cadí ‘todavía siguiese un caso dudoso, consulte.., a los
alfaquíesyalgún miembrodel Consejodejuristas(ma~flra) queseade susmismas
ideasydesu mismomodode veryentenderlas cosas”9. IbnAbTZamaninseñalaba,
porsuparteque,“noes recomendable queunjuezpidaconsejo entodoslosasuntos
litigiosos, sinotan sólo en aquéllos que escapan de su conocimientoa la hora de
‘o
dictarsentencia
Comocontraposiciónaestefenómenoderamificación,enlos siglosposteriores severificaráun
procesodeconcentracióngeográficadelos muftíesenlos ndcleosurbanosimportantes delasdistintas
regiones,cfr.ibid. Ill,l13,249,252,311,566-567,573. 664-665.
VéaseD.SANTILLANA.Istituzioní, II, 559~J.LÓPEZORTIZ,Derecho ,nusulnión,77-78;E.
TYAN,Lorganisationjudiclaire,220-224, 232-233.
lafiguradelconsilium,véaseM.GAIJDEFROY-DEMONBYNES.“NotessurIhistoire”. 127;
E.TYAN,L’organisationjudiciaire,84, 108.213,214.
Conanterioridad,acrónica deal-Ju~an¡parecealudiralaSaraenalgunosincisosdelacredencial
denombramientodelsupuestocadíMahd¡b.Muslim(s.VIII): “Cuandocijuezhayaadquiridoconvicción
proffindayestésegurodelaverdad,nodebedemorarlaresolución:inmediatamenteque tengaevidencia,
conoc!m,entociertoyfirme, élylosfaquiesde su consejo, debepronunciarsentencia” (AI-JU~ANl-
RIBERA, 29). Véase ibid. 27. M. Marín, sin embargo, atribuye un valor meramente teórico aestas
referencias, pues,ensuopinión,essóloenépocade Abd al-RahmánlIcuandolasfuentescomienzana
daradeterminadosalfaquíes(fiiqahá’)ladenominación técnicade“consejeros”(mnuiásvorun),cfr,“=ñró
et ahíal-Sfir& daris al-Andalus”. 28, 31-33, Sl. Véase AL-NUBAHI-CUELLAS, Marqaba, 1, 9; J.
LALINDEiÚRSS~,”Unabistoriadelosjueces”, 702; E.L Vl-PROVEN~AL.Espagnemnu,tulmaoeau
Xsiéle,83;A.CARMONAGONZÁLEZ, “LosadabaI-qudút, onormasdeconducta dcljuezislámico”,
237;R. BRUNSCHVIG, “Lesystémedelapreuveendroilmusulman”,206.
VéaseIBN ‘ASIM-HOUDASyMARThL, Tohfat,9,y. 7yn.9;E.NUNE, “IIpareregiuridico
Játw&) delntuflfneldirittomusulmano”,33,34;M. MARíN. “Saróetah!al-Mirádansal-Andalus”.26;
E.TYAN,L’organisationjudiciaire,230, 231;. MARTOSQUESADA,Losmojtíes,66.
IBN HISAM-CARMONA,Mufid,1,216-217). Véaseibid.220,241.356:JALIL-SANTILLANA,
Mujiasar,II,593.
lOlEN AB!ZAMANIN-ARCAS.Muntajab, 1.229.VéaseAL-JUSANI-RIBERA,27.29, 134-135;
R.BRUNSCHVIG. Berbérieorientale,II, 129:E.LEVI-PROVEN4AL,¡11sf E\p. V.74;iL. MICHON,
Laciudadislámica,40;E. NUNE,“IIpareregiuridico(faNtA)delmufl¡neldirittoinusulmano”,34,35.
DavidPeldezPoTtales 131
II. LA ~URAENELCONTEXTO DELPROCESO
La~z2ráestabaconstituida,pues, porunnúmerovariabledealfaquíes (alosque
11 queteníancomomisión auxiliaraljuez
sedenominaba mu&dwir, pl. m¡ddwiran)
en los supuestos en queéstedudaba acercade un puntode derecho yrequería sus
dictámenes(o, deun modomásgeneral,suasesoramiento’2)enorden alaaclaración
12 14
deaspectossustantívos oprocesalesoscuros o,simplemente,endemandadeuna
,
sugerenciarespectodelmodode procedermás adecuadoencadacaso15.
11.1Solicitud de lafetua
El cadí disponía de la libertad necesaria para, en cualquier momento del
proceso, solicitar de Los muftíes de su consejo (muÑdwinin) la emisión de estos
dictámenesjurídicos (fetuas/fatawñ,pl.fuiy¿)’6.
VéaseE.TYAN,L’organisationjudiciaire,217. HastaelsigloXlasfuentesconservanejemplos
deconsejosconstituidosporlafiguradeunúnicoalfaquí,cfr.AL-JU~ANT-RtBERA, 107. Sinembargo.
apartirdeestemomentolousualseráqueelnúmerodeconsejerososcileentrecuatroydos, segúnlos
tiempos y las ciudades, contendencia acristalizar eneste últimonúmero, cfr.¡EN ABDON-LÉVI-
PROVEN4ALyGARCÍAGÓMEZ, Sevilla, acomienzosdelsigloX¡L 53;E. TYAN,Lorganisacion
judiciaire,231-232;E.LÉVI-PROVENq&L,Hist. Esp.V,74;P.CHALMETA,¡¡itt. GraL Esp.yAmér.
III,535;J.MARTOSQUESADA,Losmuftíes,257;D.S.POWERS, “Kadijuseizorqádf-justice?”.332-
333. Enlaépocadelosreinosdetaifas(mulñkal-lawa’~f),“en Toledonopasabandecuatro,yenCórdoba
decinco”(M. JALLAF, 111sf. Esp. Vtll-t, 181). Asíporejemplo,enelaño 1064d.C. -momentodela
incoacióndelfamosoprocesoentabladocontraelheterodoxoIbnHatim-losconsejerosdeToledoeran
cuatro, cfr.MaL.FtERRO, “ElprocesocontratbnHátimal-TulaytulV’, 191,203-204;V.LAGARDÉRE,
Histoireetsociété,59-61,n. 222;IBN SAELDAGA,Organizaciónjurídica,1,326.
12
VéaseM.GAUDEPROY-DEMONBYNES “NotessurUhistoire”, 128;E. flAN, Lorganisatian
judiciaire, 215,235-236.
3 Aspectoéstedeespecialimportanciaparaelfallo.Unareclamaciónplanteadaanteelvisirsaizib
al-ahkamdeCórdobapordoshermanoscontraunavecinasuya(enlaquesedenunciabaquedesdelacasa
de lademandada podían obtenerse vistasdel interiorde lade los actores)dio lugara laconsiguiente
consultadel magistrado.Larespuestadelmu/tiIbn Fara5 fl~edel siguiente tenor: sóloesnecesarIo
ordenaraPótimaquecoloqueenlapuertamencionada unacelosfaf,rmeyaltaparagarantizarque no
sesubedesdeellaalaterrazaquedavistasalacasadeAbcBakrysuhermano. Estafuelaopinióndel
cadíMuhammadb. YabqA6. Zarb,puessedioestamisma cuestión ensusdios” (LENSAHL-DAGA,
Organi~aciónjurídica, 1, 102). Véaseibid?488489,)
Véase M. MARÍN, “S,3rñ etahíal-sarA dans al-Andalus”,42. Heaquí los términos de una
consultaplanteadaalmuftíA1-~artfaI-Mazdagt(enlaGranadadel sigloXIV): “Faut-ilfaireétablirpar
tétnoignagesquedeadonnéprocuration(Asonfrére)etqueladat,ptireieaucotnpeantetpanieAterme,
a étéacceptée?”(H.R, IDRIS, “LemariageenOccidenrmusulman”,92,n. l98).
‘5 VéaseM. MARÍN, “SarAetahíal-jarAdaas al-Andalus”,42. Undocumentorecogidoenlos
AhkamdelbnSahí versasobreunareclamación quefijepresentadaanteelEmir(quizá AbdAll~h)por
variosextranjeros,contraunamujerllamadaAsma’bintibnHayan.Lacédulaescritafueremitidaalcadí
conlaindicacióndequeseestudiaraelasunto,Elmagistradodiotrasladodelamismaalosmuftíes tbn
LubabaelbnWalrd,quienes, enfetuaconjunta,lesugirieronenprimerlugarordenaselacomparecencia
de la demandada; que los actores ratificaran su pretensión en presencia de ésta; que la demandada
contestase,y, encasodenegarloshechos,que losdemandantespresentaransuprueba.Trasello,habíaque
interpelar(i‘dar)alademandada,dándoleaconocerelnombredequiéndeclarócontraella,elcontenido
deltestimonioylaaceptación delcadí,otorgándoseleunplazoparasudefensa.Sóloentonces,asujuicio,
elmagistradodebíadictarsentencia,véaseIBNSAHL-DAGA, Organizaciónjurídica,!, l69-170.Véase
tambiénPp.413423.
UndocumentodelosAhkñmdelbnSahí (fechableantesdel año1068d. C.)muestraalvisirsñhib
132 LaSara en al-Andalus
Lasconsultas deestemagistrado (mustaftt,encuantodemandantede unafetua
jurídica) solíanhacerseporescrito. Lapregunta(ruq~o istifta’)usabair precedida
de los antecedentes de hecho del proceso, queel magistrado podía resumir o dar
cumplida información, mediante el traslado de las actuaciones. Conello, el cadí
proporcionabaelementosdejuicio suficientes a losconsejerosenorden alaemisión
t7.
de larespuestalegal solicitada
Elmaterial delque seelevabacopiaalosjurisconsultosconsistía habitualmente
en las actas de lasdeclaracionestestificales.
Asíloacreditaunaconsultadirigida porel visir~v7bibal-mazalimdeCórdoba
Ibo Adlam a la =ñráde la capital -segunda mitad del siglo XI d. C.-: “Creí
conveniente consultar vuestra opinión sobre el caso. Os escribí, adjuntando el
escritoque contiene todoloque cada una delaspartesprobóantem4 despuésde
confrontaresta copia. Examinadesto, porfavor, yrespondedme. Osdeseoeléxito,
larecompensa y lapazde Dios”It
No obstante,también erafactibleel traslado de actasde las alegaciones (o de
unas yotras).
Otrodocumento delosAbkamde lbnSahírecoge, aestosefectos, unadenuncia
presentadaanteel encargadode losabkdm al-sflqdeCórdoba (elvisirAbil ‘AlTb.
Dakwan)contraun almuédano que molestaba a lavecindad consus llamadas a la
oraciónen horasintempestivas.El dictamendeuno delos muftíes consultadossobre
elparticular,al-Mursil!,parecealudiralatranscripcióndelcontenido deladenuncía,
asícomo aladelacorrespondientecontestación delalmuédano: “He leídoloquese
presentócontra Sulaymíín al-Saqqdqy loque éste declaró”’9.
Más prolijamente, una fetua conjunta, tomada por Ibn Sahí de cierto litigio
incluido en losAhkámdel cadíIbn Ziyád(m. 924 d. C.), reproduce eltenor delas
alegaciones que,posiblemente,habían sidoremitidas a losjurisconsultos mediante
acta: “Estudiamos -Diostedééxito- ellitigiodeljudíoy eljovenqueseconvirtióal
Islamyfuesacado de casa deljudío. El muchacho afirmó queera únicamente su
servidor, pues era libre,hijo depadres libres;dijo tambiénquecuandoquiso salir
desuservicio, eljudío loaprisionóhasta quegritóyfuesacadodela casa. Eljudío
dijo: -Es misiervo; locompréde unjudíode Toledo hacecuatroanos,,20
TE,, e,,I-t -,1..A~. ,,.~t ..~,,~c.crrihin o Inc
Bttufrnuevcwpasajedesu urna,‘uitorn.. aiuuc a~n,ata tolla
muflesdeCórdobaen ga‘handelaño457 h.(1064), mientrasdesempeñabael cargo
al-abkam lbn aI-Layt dirigiruna consulta a los musawarun lbn Attab e lbn al-Qattan acercade la
admisibilidaddelapeticióndeexpulsióndeunmuh¡asibdelzoco,presentadaporunoszapateros(alosque
aquél habíarecriminadosumaltrabajo). Laconsultasesitúaaquíenlosmomentosinicialesdelproceso,
antesdequese hubieradadolugaralasalegacionesdel demandado ypracticadolaprueba, véasetBN
SAHL-DAGA,Organizaciónjurídica,1,413-423.
7VéaseD.S. POWERS,“Kadijustiznrqñd¡-justice7”,333,342.
tBNSAHL-I5AGA,Organizaciónjurídica, 1,380-381.Véaseibid. 34-39,51-52. 110-111. 173-
175. 185-186, 195,223-232,347,349, 358,377, 392-393,397,432-433,488,492,534,539.
¡bid? 12.Véasepp. t2,50-Sl,65,66, 107, 154-155,159, 189,200,238,242.244,255,251424-
425,523-525, 536,537-538.
20Ibid. 1. 159. Véaseigualmenteibid. 1,424425,523-525,536,537-538.
DavidPeldezPortales 133
t. En ella les
de secretario (kátih) del cadí de Toledo (Abfl Zayd al-Hassa’9
consultabaacercadeun litigioposesorioenel queelactordemandabaalvecinopor
laedificaciónquehabíalevantadoal ladodesucasa. Lacartaincluíalasalegaciones
de aquél,talycomoprobablementefueron transcritasenelmomento delademanda:
“-El espacio aéreo meperteneceporque estáen paralelo alespacio de mi casa.
Solamente disponesdelsalientedelalero queentradentro deloqueesmiparte,y
nada más”22
Sinembargo,estedeberdeconsultaseobservabadeunmodomuyflexible.Los
cadíespodían dirigirseen todo momento aalfaquíes de reconocido prestigiode la
propiaciudad,ode fueradeella, ya ocuparancargosoficialesenla administración
dejusticia, ya desempeñasen sulaborde asesoramientojurídico privadamente; no
faltaban casos,incluso, en que lasconsultas ibandirigidas a otras regionesdel dar
al-Islam, másalládeal-Andalus.
Con ello, el magistrado podía rastrear nuevos puntos de vista cuando las
opiniones delos consejeros no conseguíanaclarar susdudas23. Así, porejemplo, al-
Jusani refieredel cadi Yalyá b. Ma’limar que “cuando lepresentabanalgún asunto
de dificilresolución y losfaquiesdesu consejo no seponíande acuerdo, escribía
a Egipto, a Asbag ben Fárech y otros, para que éstos le informaran de lo que
deseabasaber Yo mismo heleídoalgunas canasmuybien escritasqueAsbagben
Párech dirigióa YahiabenMaama~juezde laaljama de Córdoba, contestandoa
lasconsultasqueéste lehacía. Enellassecontiene extensainformacióndealgunas
causas”24. El Muntajab al-Abkam de Ibn Abt Zamanin, por su parte, recoge la
respuesta de ‘Isáb. DTnAralaconsultaque lefuedirigidaporuncadídeAlgeciras25
acerca decómodebíaactuarenel asuntodeun esclavoquereivindicabasulibertad,
y si eraconveniente enviarlo a Córdoba parasolicitar laobtención de lamisma26
-
2tVéaseibid.II, 15.
22Ibid 1.66.
23 “In diff.cult,unusual.orpoliticallysensitive cases,aqA4rmightsupplement theauthorityofbis
persona advisors bysoliciting afatwafrom adistinguishedlocalmufiroronelivingelsewhere” (D.S.
POWERS,“Kad,justizorqadr-justice?”, 333),Véase ibid355-356;E.l..ÉVI-PROVENCAL,¡lis:. Esp.
V,76;R.BRUNSCHVIG,Berbérieorienlate,II,140;0, SERRANO,Laobradeprocedimientosjurídicos
delcadí‘Iyñ~, 157,203;V.LAGARDÉRE,“Lahautejudicanire”, L4L,
24 AL-JU~ANT-RLHERA, IOL.Véaseibid 150-151;AL-NUBÁHT-CUELLAS,Marqaba, t, 102,
109, 191, 192.Lacrónicadeal-iu~anTproporcionaotrasreferenciasdeconsultasdecadíescordobesesa
alfaquíes andalusíes u orientales durante los reinados de‘Abd al-Ral,m~n 1, Hi~Am 1 y al-Hakam 1
(momentoenelque-segúnM,Marín-laMirAaúnnoexistíacomotal, puestoquelas fuentescomienzan
adaralos,/i¿qaha’elapelativodemuMiwarapartirdelreinadode‘Abdal-RahmanII). Asíporejemplo,
deMubammadb. BaMrseindicaquesolíaacudiraafamadossabiosegipcios,comotbn al-Qasimetbn
Wahb,cfr. AL-JUtANI-RIBERA,27.77-78;M.MARÍN, “SúrAetahlal.¡arñdansakAndajus’ 31-33,
42,
25 M. Arcas supone que se trata del cadí ‘Abbas b. Na~ll
3 al-TaqafT al-SAir, que ejerció la
magistraturaenestaciudadentiemposdeal-Ijakam1,véaselEN AHíZAMANIN-ARCAS.Muntajab,
1, 141,294,n, 140; M,ARCASCAMPOY, “LacorrespondenciadeloscadíesenelMuntajabal-Ahkdm
delbn AhíZanianin”,57,n. 30.
26 Véase LEN AB! ZAMANIN-ARCAS, Munrajab, L, 294; M. ARCAS CAMPOY, La
correspondenciadelos cadíesenelMun:ajabaPAhkatndelbnAbíZamanin”,51-52,Lasrespuestas de
losjuristasdeCórdobaeranapreciadasdemodoparticular,encuantoexponentesdelasdoctrinasseguidas
enelcentrodelsaberjurídicodelaépoca, véaselENSAHL-DAGA,Organizaciónjurídica,1, 4043, 66-
69.70-74,252-254, 585-596(consultasdirigidas portbnSahídesdeToledoyBaeza-comomuftíocadí-
134 LaSara enal-Andalus
Estas consultas ajuristasde otras localidades podían ser dirigidas igualmente
27, o la
como confirmaciónpostlitem delasolución adoptada en la propia sentencia
de laresolución que, procedente de otro magistrado,hubierade ejecutarel órgano
exhortado.
Es elcaso deun litigioquese planteóenCórdoba amediados del sigloXI, y
enelqueelcadídeestaciudad(Ibn al-Saqqa’ notificó asu colegadeToledo(Abo
Zayd al-Hassa’)la sentenciaquehabíaemitido, porlaque otorgaba lalibertad aun
esclavo.El cadídeToledo debíahacerla valercontraelvendedor (queresidíaen esta
ciudad), en interésdelcompradorperjudicadoporlaevicciónen elesclavo. Unavez
ejecutada,el vendedorpidió testimoniode lasentenciaal cadídeToledo para, asu
vez, dirigirse aBadajoz con el findehacer lomismo frentealque le había vendido
el esclavo. Llegadosa estepunto, el cadí deBadajoz(Aba ‘Abd al-MalikMarwán
b. Mufrsmmad)noatendió el exhorto “prétendantque, pourlui, lesjugementsd’lbn
al-Saqqd’ étaient sans valeur”. El vendedor regresó a Toledo informando de la
situación,Ellodeterminóqueelcadíal-Hassa’ comisionaraposiblementeal mu=awar
Ibn ‘Attab paraque setrasladase aCórdoba, afin de consultaralos jurisconsultos
de laciudad sobre lavalidezdelassentencias deIbn al-Saqqa’ (quehabía fallecido
entretanto).La respuestade los mufties fue afirmativa,ysucontenidocomunicado
porel cadi de Toledoal de Badajoz28.
11.11.Despacho de la fetua
El muftí,después de examinarel caso, emitíaunarespuestaescrita (yawab
alaSúrádeCórdoba):V.LAGARDÉRE,llistoireetsociété,405,n. 13.5 (consultaplanteadaporuncadí
deToledoalcadímayordeCórdoba,Muhammadb.BaArr-m.813-14d.C.),413,n, 173(elcadídcToledo
-AboZayd b.al-l-lassá’- envíaal muftíIbn AttábaCórdobaparaque preguntealosjurisconsultossobre
lavalidezdelassentenciasdelcadícordobéslbnaJ-Saqqa’,traslamuertedeéste).Unagran partedelas
consultasdirigidas por 1y881(cadídeCeuta)albn Ruid(cadiomuftíenCórdoba)han pasadoaformar
partedeunaobradenawazildeperiodo almorávid,losMao’ñhiba!-hukkám (elaboradaporun hijodel
primero,Mul3ammadb. lyad),véaseD.SERRANO,Laobrodeprocedimientosjurídicosdelcadíiyñd.
20-21.
27 Deellotenemosunclaroejemploenellargoprocesoqueacabóconlavidadelheterodoxo(zindiq)
toledanotbnHátim, amediadosdelsigloXl,véasey.LAGARDÉRE. Histoireelsociété,59-61,n. 222:
M1, FIERRO,“Elprocesocontratbn Hátimal-Tulay¶nlV’, 191-196; IBNSAHL-DAGA, Organización
jurídica.1, 326-334.VéasetambiénR.BRUNSCHVIG,“Urbanismemédiévaletdroitmusulman”,26,33.
28VéaseV. LAGARDÉRE.Histoireetsociété,413, n. 173.
29 AI-iutanlseñalaque-al menosdesdeelaño 903d. C.-lasrespuestas delos consejeros debían
evacuarseporescrito y serconservadas enlos archivos: “Al ser nombradojuez Elhabib Ahmedben
MohamedbenZiad(sucesoquetuvolugarenelaño291), tíoquisoaceptardictamenjurídicodeningún
juristaa quien élcontultara sinque eljurisconsulto redactaseporsíníismo, porsupropia mano, la
respuestajurídica. Élfiiee!primerjuezqueobligóalosalfaquíesdequienescorrespondíapedirconsejo
~,,&srel¿onesjudkial«s,.a.reacartla8.re.spM6SWSX.Q.fei«ti5,.¡ta.kcnosÉtuQm4b.rUedieoregístrar
lasopiniones queellosemitíanescritasporsuspropiasmanos, sinencomendarlatareadeinscribirlas
a!secretarioni siquieraalmismojuez” (AL- JtJ~ANT-RlBERA, 217-218). Véase ibid. 103, 108: AL-
NUBÁHI-CUELLAS, Marqaba. 1, 125; IBN SAHL-DAGA, Organización jurídica. 1, 408. V
LAGARDÉRE, Hhstoire et société, 59-61, n. 222; M1. FIERRO, “El proceso contra lbn Hálitn al-
TulaytulV’, 191-196:i.LÓPEZ ORTIZ, “Lajurisprudencia”. 217. 229; E. NUNE, “IIparere giuridico
(fatwñ)delmufirneldirittomusulmana”, 31;M. MARÍN. “Súróetahlal-iñrAdansal-Andalus”,44:R.
BRUNSCHVLG, “Justicereligieuseetjusticelaíque”,48;R LEVl-PROVEN~AL, Hin.Esp. V,74;E.
DavidPeldez Portales
135
30
que remitía al cadíjunto conel texto de laconsulta Una yotra conformabanel
.
31, laincorporabaal propio
dictamenjurídico. Siel magistrado basabaenellasufallo
textodelaejecutoriao, almenos -con elrestodelas fetuas-,aladocumentacióndel
proceso32
Así, en unmodelodesentencia que recogeel Formularionotarial del toledano
Ibn Mugfl(m. 1066d.C.) quedareflejadoel trámitede laconsultadelcadí, trasla
pruebade unade laspartes,endemandadeaclaración deunpuntodeduda(eneste
caso se tratadeunafetuaconjunta detodos los miembros desuconsejo): “Peroel
esposono aducelas pruebasquedebieraaducir, porlocualle resultaevidenteal
cadísufalta de razón en laspretensionesformuladas; yfulano pide quefulana
prestejuramentoacercadelo queélreclama en contradeella, basadoen loqueel
testigoidóneo ha declarado, consultandoentonceselcadíelindicado asunto, que
esdigno de toda atención, con los doctores que le merecen confianza, a lo cual
contestaron ellos: ‘Nosotros creemos.., que debes requerir testimonio de la
resoluciónpor lacualdeclaresquefulanono tiene razónyrechacessu demanda
contrafulana, yque el esposo no tiene derecho a exigirjuramento a su esposa,
porque el matrimonio no tiene pleno valor sino en virtuddel testimonio de dos
testigos idóneos’; opiniónseguidapor elcadífulano, quelapusoenprácticay en
ejecución, dandosentencia con arregloa ella”33.
El acta en la que el cadí de Toledo Abu Zayd al-Hassa’ hizo consignarsu
sentencia contrael heterodoxoIbn Uatimtambiénrecogía losdictámenesqueen ese
proceso emitieron los jurisconsultos de esta ciudad (conforme a los que había
fallado), asícomo lasdeclaraciones testificales presentadas contraéste. Detal acta
sehicieron variascopias, quefueronpresentadasala consideracióndejurisconsultos
de otras ciudades. Quizáen elmismodocumento figuraban las cuestionesen que se
articulaba laconsultadel magistrado34.
11.111 Significaciónprocedimental de la fetua
Estos dictámenes, cuando eran obtenidos nada másterminadas lasalegaciones,
brindaban al cadí la posibilidad de disponer de un término de referencia para
TYAN,Lorganisationjudiciaire,229,236;D.SERRANO, Laobradeprocedimientosjarídicosdelcadí
‘Iyod. 14-15. Enotrolugardesuobra,lbnSahíseñalaquelassentenciasdeinstanciacontralosausentes
constítsiían“lopinion unanimedesjurisconsalzes, etlaprariquesenestintroduitedansleurvconsulíation
écri¡es”(ap. AL-WAN~AR!ST-BRUNOyGAUDEFRoY Leliuredesmagistratures,92).Acomienzos
delsiglo X,sehablayadeuncuadernodeferuasredactadoporelsevillanoAsad b. tisriscfr.J.LÓPEZ
ORTIZ,“Fatwasgranadinas”,76.
30 Véase lENSAHL-DAGA,Organizaciónjurídica,1, 101, 327,433-444,533,
3tEl cadí-debí—aindicarconarregloaquéfetuahabíadictadosentencia, Asíporejemplo,enunlitigio
enelque ciertoesclavo reclamabasu libertad,el cadícordobés lbn aI-Saqqa’, “dans le libelléde son
jugement.. disair avoir¡ugé conthrmément aux fatwa-s que les docteurs consultís parfui avaient
délivrées”(V.LAGARDERE Histoire etsociété,412,n. 173). Véaseibid. 457,n. 147.
32 VéaseD,S.POWERS,“Kad¡jusíizorqadt-justice?”,passim;E.TYAN,Lorganisationjudictaire,
2l9,229: 0,SERRANO, Laobradeprocedimientosjurídicosdelcadí‘Iyad, l4-l5.
33 5. VILA, “Abenmoguit”,129, VéaseJ.LÓPEZORTIZ, “Lajurisprudencia”,235yn, 66
34Véasey.LAGARDÉRE, Histoireetsociété,59-él,n. 222;M9.FIERRO, “Elprocesocontralbn
Hatimal-Tulaytuli”, 191-196;lENSAHL-DAGA,Organizaciónjurídica,1, 326-334.
136 LaSurá en al-Andalus
contrastar la actividad probatoria de las partes, y, en su caso, para moldearla
conformeal tenordelos mismos.Dichodeotromodo,la fetuapodíatrazarentonces
el iter probatorio adecuadoa lapretensiónplanteada.
Ibn Sahí consigna una fetua propuestaal cadi de Córdoba en cierto litigio
posesorio queteníacomo objeto unmuromedianero (primercuartodelsiglo X), y
que contiene algunas afirmaciones en este sentido: “El litigante, Ahnwd, debe
presentar laprueba, un testigoadulo una presunción, que obligueporencima de
cualquier razón que tenga este constructor; debe hacer esto, porque ha de
demostrarante tiloqueha dicho... Sielcadíenviasea examinarlaconstruccióna
“35
una personadesu confianza, sería mejor
-
Una fetuaque el cadí, tras las alegaciones de las partes, solicitó al muftíIbn
Lubabaenun pleitoen el quesecontrovertía laexistenciadeun vicioanterior ala
compradeunesclavo, indicaque“la ventade losmusulmanestiene unperiodocon
derecho a devolución;asípues, quien pretende la venta con exoneración debe
presentarlaprueba. Sifreseincapazdepresentarla,juraríael comprador,ytendría
derecho aque revirtieseeljuramentosobre elvendedor Elcompradordebeprobar
los defectos que afirmaba; si fuesen antiguos y no fue correcta la venta con
exoneración, debe devolver la mercancía; si fuese correcta la venta con
exoneración, el vendedordebe jurar que no sabía que tenía este defecto. Si se
abstuviese, revertería contra éleljuramento, y sijurase, el compradorquedaría
36.
obligado”
Otrafetua(esta vez de al-Satibt-m. 1388 d.C.-) vuelve ailustrar estemismo
aspecto: “La veuve dun marchandde vétementsrevendique certains vétements de
femmescomme luiayantétédonnésparledéfuntá titred’apport nuptial. Reponse.
Lafemmedevraétablirparpreuve testimoniale(bayyina)que ces vétemenisontfait
partiede l’apportnuptial”37.
Lafetuapodíaigualmente sersolicitadaporel magistrado tras laprácticadela
prueba,afindeasesorarseacercade lanormadefiqh sobrelaque sustentarel fallo,
o bien, en demanda de una solución en materia de valoración de las pruebas
realizadas.Enestoscasos, noerainfrecuenteque laaplicacióndel dictamenescogido
conllevaselanecesidaddeacordaruncomplemento delaactividadprobatoriadelas
partes en el sentido sugerido por el jurisconsulto (de modo similar a nuestras
diligencias paramejorproveer), antesdedictar sentencia38.
Los Ahk&rndeIbn Sahí aportan numerososejemplosdedictámenesen losque
serecomiendaal cadí, ante locontradictorio de laspruebasde laspartes, quehaga
39
Inspeccionarel objetolitigiosoporalgunos testigosinstrumentalesdesuconfianza
~Ibid,57VéasetambiénPP.65,210~211,239,242~243,244~246,251,424425,523,536,537~538;
y. LAGARDÉRE.Histoireetsociété,423, n.222;lIR.InRIS, “LemasiageenOccidentmusuln3an”, 136,
VI, n’222.
36IBN SAEL-DAGA,Organizaciónjurídica,1,239.Véase tambiénibid. 65,2l0-211242-243,244
246, 251,424425, 523-525, 536,537-538.
“ V. LAGARDÉRE,Histoiree;société,423,n. 222.VéaseM.MARÍN,“Éúr&etahíal-Mirñdans
al-Andalus”,42.
VéaseJ, MARTINOSTOS,Lasdiligenciasparamejorproveerenelprocesocivil, 197.
VéaseIBN SAHL-DAGA,Organizachinjurídica,!, 107-108,165-166.
DavidPeldez Portales 137
Elpropio Ibn Sahí recogeuna fetua suya, emitidatras lapruebadelas partesen el
senodeunpleito -sustanciadoanteel sd/yibal-ma?dlim deCórdobaIbn Adl~Am- en
el que se pedía ladevolución de una esclavacondefecto. En estecaso el famoso
jurista recomendó al magistrado quehiciera volver a declarar a los médicos para
determinar si efectivamente el defecto era anterior a la fecha de la venta de la
esclava40
-
Unnuevo documentode estaobrarecoge cómoeljurisconsultoMuljammad b.
Fara5’razonasobrelaconvenienciade quelapretensión de uno delos litigantessea
confirmadaconsujuramentoantesde lasentenci-a41
En cualquier caso,el cadí no estaba obligado a seguir ciegamente cuanto le
fueraindicadoporelconjunto delosjurisconsultosoenlas fetuasindividuales;antes
42. Un
bien, debía decidir según laopinión que le parecieramás adecuada al caso
principio tradicional del ~ar’le recomendaba, sin embargo, atenerse en caso de
discrepancia ala opinión del muftímás autorizado, y aseguir eldictamen de los
jurisconsultos en los casosde unanimidad43. Por lo demás, el cadi disponía de la
libertad necesaria para requerir los servicios de los alfaquíes que le fueran más
afines, prescindiendo de lacolaboración deotros consejeros enfuncionest
40 Véase ibid228.
4t Véase ibid381-386.
42 “Estabayo ciertodía en casadeAben Maamareljuez, dentro desu propiahabitación, la
segundavezquedesempehóeljuzgado,altiempoquepidiópermisoparaentrarAbdelntélicben Habib).
Unaveziniciada laconversacióndíjoleAbdelmélic: Yodesearíaquelasentenciadelpleitodefi¿lanose
-
ajustase alinformequeyohepresentado:esoesloqueenjusticiacorrespondehacer, ElcasoesqueAben
Moamarqueríaresolverlacausadeacuerdoconla doctrinadeAbenalcó.sim,yAbdelmélicqueríaque
sedecidieseconformealadoctrinajurídicadeAxhab. Yahia le contestó:-No,no,porDios,no loharé;
no quieroalterarlacostumbredelpaís:aquíenCórdobaheencontrado queelpuebloseconformo o
acepto ladoctrina deAbenalcósim, ytú quieresqueyocambieaceptando ladoctrinadeAxhab’ (AL-
JUSANT-RIBERA, 108). Véase IBN lIISÁM-CARMONA, Mujtd, 1, 217. 236; D. SANTILLANA,
Istituzioni, 11,572;E.TYAN,L’organisationjadiciaire,214-215, 235-236;E.NUNE.“IIpareregiuridico
(fatwñ) delmufirnel diritto musulmano”,33-34; A. CARMONAGONZÁLEZ, “Losadabal-qudát, o
normasdeconductadeljuezislámico”,237,243.
Véase 1’. MARTY, “Lajusticecivilemusulmane auMaroc”, SOl; H. YANAOIHASHI. “me
judicialfunctionsofthesul(anincivilcases”,70.UnareferenciadelMi~ormuestraalcadí Mubammad
b. Altdeclarando-conformealaopiniónmayoritariadelos consejeros-lavalidezdeunafundaciónpía
(habas)constituidasobre partedeun horno,cfr. V,LAGARDÉRE, Histoireetsociété, 273,n. 219 (la
información secontieneenunafetuadeljuristacordobéslbna-Hayy -m. 1135d. C.-).Un fragmenlode
losAhkátndelbnSubíresaltaelvalordelasentenciaapoyadaeneldictamendelosjurisconsultos(sobre
todosiésteeraunánime).ElcontextodelacitaeslacríticaquehaceIbn Subíalaactuacióndelosmuftíes
cordobeses Ibn Attube Ibn al-Qattan enelproceso contraelheterodoxo lbn l-Iatim: “Ninguno delos
alfaquíes semostródiscrepanteenlaconcesióndelijarynoeslícito infringiresa sentenciadandouna
nueva,puestoqueAbcZayd(elcadídeToledo)yahabíaemitidouna, mostrando supreferenciapor el
ijarylahabíarubricado. Seríadistintosielcadíhubiesesentenciadoenalgoacercadeloquelos ulema.t
hubiesenmostradodiscrepacia,yaunasíno tenalicitoparaelquevienedetrásdiscrepardeélniechar
abajo susentencia”(M1,FIERRO,“ElprocesocontraLhn llAtimal-Tulaytnlr’.95). VéasetambiénlEN
SAHL-nAGA,Organizaciónjurídica, 1,332-333; V.LAGARDERE,op. cli 59-61,n. 222.
TMVéaseE.TYAN,L’organisationjudiciaire,233-234yn. 1.“Cuando Elhabibnotóeldesvíode
ambosysecercioródequelosdosesquivabanpresentarteenlacuria, resolvióutilizarlosserviciosde
MohótnedbenGualidelfaqu4ydeMohámedbenAbdelrnélicbenAyman, comoconsejeratprescindiendo
durantemuylargoespaciodetiempo,delos dosmaestrosantedichos(IboLitabaelbnSulayinan)’(AL-
JUSANT-RIBERA, 218),Véaseibid. 102,103,107, 112,137-138,209.
138 LaSaró enal-Andalus
III. ALGUNAS PARTICULARIDADES DE SU FUNCIONAMIENTO
INTERNO
Las deliberaciones de la ~ñró podían tener lugar en el propio tribunal, a
presencia del cadí.45
-
Asípor ejemplo, ‘UbaydAllahal-Ra~Jd, herederopresunto de al-Mu’tamid y
designadoporéstecadí de Sevilla, celebrabaa mediadosdel sigloXIlas audiencias
“asistido porlos principalesalfaquíes yulemas,exponiéndose anteél loslitigios, que
46.
éljuzgabaasesoradoporfetuas”
Existen otrasreferenciasandalusíesen lasque se insinúaestapresenciade los
jurisconsultos en el tribunal del cadí: “Fárech ben Selma me refirió el siguiente
suceso:Estabayopresenteen la curiadeAslam(b. ‘Abdal-’AzTz); una mujerhabía
venido reclamandocontrasu maridola cuota legalqueéste ledebía; eljuezAslam
dijo a Abuabdala Mohámed ben Cásim: -SeíIdlale la cuota que deba
corresponderle”47. Delmismo modo, un documento dc losAhkdm deIbn Sahírecoge
un pleito que fue sustanciado anteelcadí de Córdobacon motivodeunareclamación
planteada por losdaños queproducían unas colmenas de abejas en una coloniade
palomas. La fetua colectiva de los jurisconsultos parece estar aludiendo a la
presenciade los mísmosenel tribunal durantelasustanciación de las actuaciones:
“Los ulemasque estábamospresentes hemosexaminadoelpleitoquehabíapuesto
una gentedelcampodeldistritode Córdoba”45
-
No obstante, y dado sucarácter consultivo, (A) la~i7róadmitía deliberaciones
en su seno, no circunscribiéndose su funcionamiento necesariamente al horario (a)
o a lasede física del tribunal (b)49. Por lo demás, tambiénexiste basedocumental
“Laconsulearionjuridique estunescience, etlaprésencedeconseils,dans leprétoiredesjuges
est utile el féconde en expérience” (AL-WAN~ARTST-BRUNO y GAUDEFROY, Le livre des
magiarotures,44.LacitaesdeAboSati~Ayyúbb.Sulaymanb. Salib).“Debeelcadihacerquecadadía
sesientenporturnoensucuriadosalfaquíes, aquienespuedaconsultar, locualdarámayores ventajas
alpúblicoymayoreficaciayjusticiaalassentencias. Elcadíexantinarásusproposicionesyla.taprobará
o no. Estosalfaquíes consejerosno deberánsermás de cuatro, dose,t lacuria delcadiy dos en la
mezquitantayor, cadadíayporturno”(IBN ARDON-LEVI-PROVENL yGARCÍA00MW.Sevilla,
acomienzosdelsigloXII, 53).Cfr. igualmente ibid. 14;jALIL-SANTILLANA, Mujtasar, II, 597;D.
SANTILLANA, ¡stituzioni. II, 572; E. TYAN, Lorganisation judiciaire, 216. 235, 236. 281; R.
BRUNSCHVIG. Berbérieorientale,II, 141:V. LAGARDÉRE,“Lahautejudicature”, 141-142;E.LEVI-
PROVENL, h’ist.Esp. V,74.
46M.JALLAF, Hist.Esp. VIII-l, 170.Lanoticiaprocededelbnal-Ahbar.
~ AL-JUSANI-RIBERA,242,Véaseibid54. 134-135, 138, ¡68, 169,200,223-224; AL-NUBAHT-
CUELLAS,Marqaba,1, 101.
IBNSAHL-DAGA.Organizaciónjurídica. 1, 141.Ciertamente.elsentidodelafraseesequivoco,
ymerecería-parasaJirdedudas-unaconfrontaciónconeloriginalárabe.Véaseibid ¡05.
“IIgiudicefa assistere allaudienza idottigiureconsulti, pergiovarsidelloro consiglio, o Ii
consultafuoridudienza”(JALTL-SANTILLANA,Mujtasar,II,597).VéaseD.SANTILLANA,l?sri¡uzioni,
II,572.Algunosautores-comoSaiinonoAM,ab-pensabanque lapresenciadejuristas eneltribunalpodía
distraerymolestaralcadíenelejerciciodesutarea.lbnal-M~9is0n,incluso,recomendabaqueconsultara
con su consejo una vez que hubiera terminado las audiencias, cfr. AL-WAN~ARIST-BRUNO y
Description:doctrina legal, y pusieron claramente de manifiesto el errordel zabazoque. El juez aceptó esa doctrina de los faquies y derogó la sentencia de