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La actitud de los hablantes biling(cid:252)es
guaran(cid:237)-castellano en la zona guaran(cid:237)tica
del territorio argentino hacia la pol(cid:237)tica ling(cid:252)(cid:237)stica
de la Argentina
1. Los usos del idioma en la Argentina, el Uruguay, el Paraguay
y el Brasil
En la socioling(cid:252)(cid:237)stica es bastante general afirmar que casi todos los
pa(cid:237)ses de AmØrica del Sur y, en particular, la Argentina son monolin-
g(cid:252)es. Sin embargo, y para comenzar por la Argentina, efectivamente
existe un monoling(cid:252)ismo expandido desde alrededor de 1920, a pesar
de la inmigraci(cid:243)n masiva y a ra(cid:237)z de una pol(cid:237)tica castellanizadora que
se canaliz(cid:243) a travØs de la escolaridad primaria obligatoria, el servicio
militar y ciertas manifestaciones culturales como los sainetes, que
ridiculizaban al inmigrante que hablaba cocoliche. AdemÆs, precisa-
mente la inmigraci(cid:243)n de muy diversos pa(cid:237)ses hac(cid:237)a necesario conocer
el idioma comœn para entenderse y conseguir trabajo (Bein 2002).
TambiØn contribuy(cid:243) a la rÆpida castellanizaci(cid:243)n la composici(cid:243)n
social de varios grupos de inmigrantes, que hac(cid:237)an que el castellano
fuera la primera lengua escrita en la familia. Sin embargo, resulta fÆcil
comprobar que el panorama no es tan sencillo, por mÆs que la Argen-
tina estØ entre los pa(cid:237)ses con menor diversidad ling(cid:252)(cid:237)stica (se seæalan
unas once lenguas usadas como lenguas del hogar):
1. Hay grupos de inmigrantes antiguos que siguen cultivando sus
idiomas de origen (alemanes, franceses, ingleses, italianos, arme-
nios, jud(cid:237)os de Europa oriental, japoneses, rusos, polacos, entre
otros). No hay cifras fiables pero se puede suponer que mÆs de un
mill(cid:243)n de personas conserva la lengua de origen como lengua del
hogar, con diversos grados de mezcla con el castellano (como los
jocosamente llamados (cid:147)Belgrano-Deutsch(cid:148), la mezcla de alemÆn y
castellano que hablan los numerosos inmigrantes alemanes en ese
barrio porteæo).
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2. Algunas lenguas abor(cid:237)genes conservan su presencia en determina-
das provincias, aunque es cierto que son pocos los monoling(cid:252)es
(probablemente unas decenas de miles). Sin embargo, a estos
hablantes hay que sumarles tanto los migrantes internos como los
inmigrantes paraguayos, bolivianos y peruanos, en parte agrupa-
dos en barrios perifØricos de grandes ciudades, con grados diver-
sos de empleo de las lenguas ind(cid:237)genas.
3. Tienen presencia lenguas de inmigrantes recientes, a saber, inmi-
grantes brasileæos, del sudeste asiÆtico y, œltimamente, del este
europeo (los inmigrantes coreanos se estiman en unos 30 mil; los
de la ex Uni(cid:243)n SoviØtica, en varios miles) (Bein 2002).
4. En las zonas de frontera, sobre todo en Misiones, se dan formas
h(cid:237)bridas de portuguØs y espaæol (el llamado (cid:147)portuæol(cid:148)) y hay
hablantes de portuguØs como primera lengua; en las provincias de
Formosa, Corrientes, Chaco, Misiones y tambiØn parte de Santa Fe
es notoria la incidencia del guaran(cid:237).1 Estos hablantes siguen
aprendiendo el guaran(cid:237) como idioma familiar pero por falta de una
enseæanza de dicho idioma se van perdiendo elementos lØxicos,
as(cid:237) que se va mezclando con el castellano, lengua dominante en
todos los Æmbitos sociales, y se produce as(cid:237) el llamado (cid:147)joparÆ(cid:148),
que tambiØn forma parte de la realidad ling(cid:252)(cid:237)stica del Paraguay.
Un panorama similar existe en Uruguay. Las lenguas ind(cid:237)genas han
desaparecido completamente. El portuguØs tiene mayor difusi(cid:243)n, y es
fuerte el fen(cid:243)meno de los llamados (cid:147)DPU(cid:148) (dialectos portugueses del
Uruguay), sobre todo en la zona de Rivera.2
La situaci(cid:243)n de Brasil es muy distinta: por una parte, no basta con
cambiar (cid:147)castellano(cid:148) por (cid:147)portuguØs(cid:148) en la caracterizaci(cid:243)n ling(cid:252)(cid:237)stica,
porque la norma brasileæa es sentida como absolutamente vÆlida:
nadie tiene la idea de que el portuguØs brasileæo sea una deformaci(cid:243)n
del (cid:147)verdadero(cid:148) portuguØs europeo, a diferencia de lo que suele ocu-
1 La situaci(cid:243)n ling(cid:252)(cid:237)stica de dichas provincias se estÆ describiendo en el ALGR
(`tlas Ling(cid:252)(cid:237)stico Guaran(cid:237)-RomÆnico), cuyo objetivo (cid:147)[...] es proporcionar una
base de datos ling(cid:252)(cid:237)sticos para la descripci(cid:243)n de la realidad ling(cid:252)(cid:237)stica en la
regi(cid:243)n del Paraguay colonial, regi(cid:243)n que abarca el actual Paraguay y zonas lim(cid:237)-
trofes de la Argentina y del Brasil(cid:148). <http://www.uni-muenster.de/Romanistik/
ALGR/ Welcome.htm> (2004).
2 Para mÆs informaci(cid:243)n sobre la situaci(cid:243)n ling(cid:252)(cid:237)stica as(cid:237) como sobre las pol(cid:237)ticas
ling(cid:252)(cid:237)sticas del Uruguay, vØase Barrios et al. (1993).
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rrir en los pa(cid:237)ses hispanohablantes con relaci(cid:243)n a la Real Academia
Espaæola. Ello se debe a varios factores, entre ellos el hecho de que
Brasil tenga 160 millones de habitantes, y Portugal s(cid:243)lo 10 millones.
Por otra parte, algunas fuentes afirman que se hablan en Brasil mÆs de
200 lenguas, con una gran diversidad de lenguas abor(cid:237)genes (Bein
2002).
Paraguay es uno de los raros casos en que los vencedores adop-
taron la lengua de los vencidos por razones cuya explicaci(cid:243)n excede
esta nota: el guaran(cid:237) se convirti(cid:243) en la lengua cotidiana de los descen-
dientes de espaæoles, sigue siendo lengua vehicular entre ind(cid:237)genas de
otras lenguas maternas e, incluso, lo conocen los menonitas, un grupo
ultrarreligioso que tiene como lengua primera un dialecto alemÆn del
siglo XIX. Durante mucho tiempo, existi(cid:243) una fuerte diglosia, es de-
cir, una diferencia de uso y jerÆrquica segœn la cual el espaæol era la
lengua de la educaci(cid:243)n, la literatura, la administraci(cid:243)n, la justicia y
demÆs funciones (cid:147)elevadas(cid:148), mientras que el guaran(cid:237) era la lengua del
hogar, la cotidianeidad, la amistad, la mœsica popular, es decir, la len-
gua oral por excelencia. Sin embargo, era s(cid:237)mbolo de identidad nacio-
nal. Esta situaci(cid:243)n ha cambiado en los œltimos aæos: el guaran(cid:237) ha sido
declarado lengua co-oficial junto con el castellano, se ha dotado de
una ortograf(cid:237)a unificada y se enseæa en las escuelas.3 Aun as(cid:237), Para-
guay ha aceptado por ahora que los œnicos idiomas oficiales del Mer-
cosur sean el espaæol y el portuguØs.
Con todo, la diversificaci(cid:243)n ling(cid:252)(cid:237)stica de la regi(cid:243)n, que de esta
manera sumar(cid:237)a mÆs de 250 lenguas, no se debe exagerar. El discurso
pol(cid:237)ticamente correcto, que prescribe la defensa de las minor(cid:237)as, no
debe ocultar el hecho de que el espaæol es un v(cid:237)nculo efectivo entre la
mayor(cid:237)a de las naciones desde Tierra del Fuego hasta MØxico e inclu-
so mÆs allÆ, puesto que hay unos 25 millones de hispanohablantes en
Estados Unidos. Tampoco se debe pasar por alto que el portuguØs es
la sØptima lengua entre las 3.500 o 4.000 que hoy en d(cid:237)a se hablan en
el mundo. MÆs aœn: una defensa efectiva de las minor(cid:237)as Øtnicas y
ling(cid:252)(cid:237)sticas debe partir de datos certeros, y lo cierto es que Argentina,
Brasil y Uruguay, se hallan entre los que tienen una sola lengua domi-
3 Para mÆs informaci(cid:243)n sobre la situaci(cid:243)n ling(cid:252)(cid:237)stica en el Paraguay, vØase
DEGEEC (2004): Resultados Finales del Censo Nacional y Viviendas. Paraguay.
Aæo 2002.
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nante, y Paraguay, s(cid:243)lo dos, a diferencia de pa(cid:237)ses como la India, en el
que se hablan centenares de lenguas y varias de ellas cuentan con mi-
llones de hablantes (Bein 2002).
2. La pol(cid:237)tica y planificaci(cid:243)n ling(cid:252)(cid:237)sticas: cuestiones complejas
Ante esta situaci(cid:243)n se pueden adoptar dos actitudes: dejar que las co-
sas sigan su curso (lo cual en sociolog(cid:237)a del lenguaje se denomina
pol(cid:237)tica ling(cid:252)(cid:237)stica liberal), o tomar medidas como prescribir lenguas
oficiales, defender lenguas de minor(cid:237)as, determinar quØ lenguas se
deben estudiar en el sistema escolar, fijar estÆndares de conocimientos
exigibles a inmigrantes, imponer regulaciones sobre las lenguas, ayu-
dar a la difusi(cid:243)n de la lengua propia en otros pa(cid:237)ses, etc. (lo cual se
denomina pol(cid:237)tica ling(cid:252)(cid:237)stica dirigista). En este segundo sentido, hubo
en aæos recientes varias iniciativas: proyectos de leyes de Jorge As(cid:237)s,
Jorge Vanossi y Leopoldo Moreau en defensa del castellano, una or-
denanza municipal de Norberto Laporta sobre la necesidad de que los
comercios indiquen su rubro en castellano, leyes para la defensa de las
lenguas ind(cid:237)genas. Pero, sobre todo, surgi(cid:243) una pol(cid:237)tica emanada de la
reforma escolar en curso, que incluye las lenguas extranjeras en la
escolaridad obligatoria en todo el pa(cid:237)s (cid:150)antes s(cid:243)lo eran obligatorias en
la Ciudad de Buenos Aires(cid:150) y presenta iniciativas sobre la enseæanza
del espaæol con metodolog(cid:237)a de lengua segunda para grupos cuya
lengua materna sea otra. Y, œltimamente, han surgido iniciativas para
la enseæanza del espaæol en el Brasil (Bein 2002).
Ahora bien, te(cid:243)ricamente uno puede adoptar cualquier pol(cid:237)tica lin-
g(cid:252)(cid:237)stica; por ejemplo, que la lengua extranjera a enseæar en la Argen-
tina sea el hœngaro. Sin embargo, como cualquier otra, una pol(cid:237)tica
ling(cid:252)(cid:237)stica puede triunfar o fracasar. Un ejemplo de Øxito es la imposi-
ci(cid:243)n del hebreo en Israel para inmigrantes que ven(cid:237)an de decenas de
pa(cid:237)ses con centenares de lenguas distintas; un ejemplo de fracaso, la
conversi(cid:243)n del hindi en lengua general de la India.
¿CuÆles son las condiciones para que una pol(cid:237)tica ling(cid:252)(cid:237)stica
muestre buenos resultados?
Por un lado, un buen conocimiento de la realidad de partida. Esto
incluye, en primer lugar, un conocimiento de las lenguas usadas en el
territorio. Para ello hace falta un censo ling(cid:252)(cid:237)stico, con todas las difi-
cultades que comporten las preguntas acerca del uso y el conocimiento
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de lenguas, porque las representaciones acerca de lo que es dominar
una lengua var(cid:237)an mucho, y porque inciden factores como el prestigio
y la cohesi(cid:243)n grupal (para dar un ejemplo: es posible que un biling(cid:252)e
castellano-lengua ind(cid:237)gena no declare esta œltima, por mÆs que la
domine; mientras que un biling(cid:252)e castellano-alemÆn, aun cuando su
alemÆn sea rudimentario, lo exhiba orgullosamente). Aqu(cid:237) interviene,
precisamente, un segundo factor: el discurso circulante acerca del
prestigio y la utilidad de las distintas lenguas. TratÆndose de un dis-
curso, es posible modificarlo a travØs de un contradiscurso. Hay que
tener en claro que la lengua es un elemento vigoroso de la identidad
social, pero las identidades se construyen discursivamente (Bein
2002).
Por eso, se debe considerar que existe una relaci(cid:243)n mutua entre
discurso identitario y lengua: si se quiere que, por ejemplo, triunfe la
enseæanza del portuguØs en la Argentina, no s(cid:243)lo habrÆ que crear las
condiciones tØcnicas (cid:150)formaci(cid:243)n de docentes, materiales de estudio,
legislaci(cid:243)n, etc.(cid:150), sino que tambiØn habrÆ que (cid:147)propagandizar(cid:148) esa
enseæanza. Pero ni siquiera eso serÆ suficiente: habrÆ que combinar la
enseæanza de la lengua con una enseæanza de la historia comœn de los
pueblos latinoamericanos, de la geograf(cid:237)a, de la cultura; en suma,
habrÆ que enmarcarla en la construcci(cid:243)n de una identidad que rivaliza
con la identidad hispÆnica y la panamericana. AdemÆs, la pol(cid:237)tica y la
planificaci(cid:243)n ling(cid:252)(cid:237)sticas requieren de especialistas, ya que se trata de
cuestiones complejas (Bein 2002).
Con todo, una cuesti(cid:243)n central para que una pol(cid:237)tica ling(cid:252)(cid:237)stica
triunfe es la voluntad pol(cid:237)tica de llevarla a cabo. Toda pol(cid:237)tica ling(cid:252)(cid:237)s-
tica se enmarca en proyectos pol(cid:237)ticos mÆs amplios, y cuando hay
sectores que preferir(cid:237)an que la Argentina se integrara al Tratado de
Libre Comercio de las AmØricas (ALCA) en lugar de fortalecer el
Mercosur, se comprende que hay aqu(cid:237) varios proyectos competidores.
Si bien sus consecuencias pol(cid:237)tico-ling(cid:252)(cid:237)sticas no son directas ni me-
cÆnicas, resulta evidente que el apoyo al segundo de ellos debilita en
el imaginario social la necesidad de la enseæanza del portuguØs y que,
en cambio, la enseæanza mÆs extendida de este idioma contribuir(cid:237)a a
forjar la identidad latinoamericana y fortalecer(cid:237)a la voluntad de inte-
graci(cid:243)n en el Mercosur (Bein 2002).
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3. La investigaci(cid:243)n en el nordeste de la Argentina
PresentarØ ahora los resultados de mi investigaci(cid:243)n socioling(cid:252)(cid:237)stica
entre los informantes biling(cid:252)es de las provincias de Corrientes y For-
mosa. Se han tomado en cuenta las respuestas de casi 64 informantes:
48 de Corrientes y el resto de Formosa. Siendo la provincia mÆs im-
portante en cuanto al uso y la presencia del guaran(cid:237), Corrientes fue la
provincia donde se investigaron mÆs lugares, o sea diez en compara-
ci(cid:243)n con Formosa donde se investigaron s(cid:243)lo cuatro. AdemÆs, Co-
rrientes se muestra muy coherente y homogØnea en cuanto a la varie-
dad del guaran(cid:237) que se usa en esta provincia y tambiØn con una larga
tradici(cid:243)n guaran(cid:237)tica, mientras que otras provincias guaran(cid:237)ticas, como
por ejemplo Formosa, Chaco y sobre todo Misiones, han experimen-
tado cambios demogrÆficos mucho mÆs graves y hubo a veces una
interrupci(cid:243)n en la tradici(cid:243)n guaran(cid:237)tica. En esta investigaci(cid:243)n se han
considerado dos tipos de grupos de informantes: los mayores (que
tienen mÆs de 50 aæos de edad) y los j(cid:243)venes, con una edad entre 17
y 35. Las edades intermedias no se consideran para as(cid:237) poder compa-
rar mejor los datos de dos generaciones muy diferentes. AdemÆs se
consideran dos clases: las clase baja, con una formaci(cid:243)n escolar muy
bÆsica y ademÆs no existente, y la clase alta, con una formaci(cid:243)n alta, a
veces con formaci(cid:243)n universitaria.4
3.1 La existencia o no de la enseæanza del guaran(cid:237) en los lugares
investigados
Una de las preguntas que hacemos a nuestros informantes en la prime-
ra parte de la entrevista es si hay enseæanza del guaran(cid:237) en su pueblo o
ciudad. Veamos ahora el resultado de las dos provincias juntas en
cuanto a esta pregunta:
4 Esta contribuci(cid:243)n sigue con los parÆmetros socioling(cid:252)(cid:237)sticos del ALGR.
La actitud de los hablantes biling(cid:252)es guaran(cid:237)-castellano 193
La enseæanza del guaran(cid:237) en las dos provincias
92,2
100,0
90,0
80,0
70,0
e 60,0
aj
ent 50,0
c
por 40,0
30,0 7,8
20,0
10,0
0,0
hay enseæanza del guaran(cid:237) no hay enseæanza del guaran(cid:237)
Se ve en este diagrama que la gran mayor(cid:237)a de los informantes nos
respondi(cid:243) que no hay o que no sab(cid:237)an si hab(cid:237)a enseæanza. La mayor(cid:237)a
de los que nos dieron la respuesta negativa afirmaron que no s(cid:243)lo no
la hay sino que ademÆs nuestra pregunta les parec(cid:237)a irrelevante. Ahora
se van a presentar las respuestas segœn las provincias:
La enseæanza del guaran(cid:237) en Corrientes
89,6
90,0
80,0
70,0
60,0
e
aj 50,0
nt
e
orc 40,0
p
30,0 10,4
20,0
10,0
0,0
hay enseæanza del guaran(cid:237) no hay enseæanza del guaran(cid:237)
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La enseæanza del guaran(cid:237) en Formosa
100,0
100,0
90,0
80,0
70,0
e 60,0
aj
ent 50,0
c
por 40,0
30,0 0,0
20,0
10,0
0,0
hay enseæanza del guaran(cid:237) no hay enseæanza del guaran(cid:237)
Se ve que s(cid:243)lo en la provincia de Corrientes hay algunos esfuerzos
para introducir la enseæanza del guaran(cid:237). Como ya he mencionado, se
trata aqu(cid:237) de una provincia con una larga y profunda tradici(cid:243)n guaran(cid:237)-
tica. Si, de todas maneras, nos fijamos en las respuestas y en los
comentarios de nuestros informantes, nos damos cuenta de que se trata
de iniciativas locales, privadas o de la municipalidad, o sea de las
mismas personas que han vivido en la tradici(cid:243)n de la lengua y la cul-
tura guaran(cid:237) y prefieren que no se pierda.
3.2 El deseo para una enseæanza biling(cid:252)e
Ahora pasemos a otro diagrama que es muy interesante porque com-
prueba el deseo de los entrevistados de una educaci(cid:243)n en la que tam-
biØn se considere el guaran(cid:237) como lengua enseæada (y ello sin que
nosostros preguntaramos por ello). El deseo se expres(cid:243) en los comen-
tarios adicionales de los informantes hablando sobre el guaran(cid:237), el cual
la mayor(cid:237)a de ellos aprendieron en casa:
La actitud de los hablantes biling(cid:252)es guaran(cid:237)-castellano 195
Enseæanza del guaran(cid:237) deseada
34,4
En las dos provincias
25,0
En Formosa
37,5
En Corrientes
0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0 40,0
porcentaje
Se ve en este diagrama que una parte considerable de los entrevistados
tiene el deseo de aprender o que sus hijos aprendan en la escuela el
guaran(cid:237). Es un porcentaje muy alto dado que no se les hace este tipo
de pregunta durante la entrevista sino que ellos por s(cid:237) mismos expre-
san este deseo. Las razones que se dan en general son: porque forma
parte de su cultura, para poder comunicarse con los paraguayos, por-
que es un idioma oficial en el Paraguay y porque se tiene que dar mÆs
importancia a la integraci(cid:243)n en el Mercosur, etc. Comparando los
resultados en las dos provincias, se observa otra vez que Corrientes es
la provincia con el porcentaje mucho mÆs alto en cuanto al deseo de la
enseæanza del guaran(cid:237), debido a las razones ya expuestas. Interesantes
son aqu(cid:237) los comentarios de los informantes explicando por quØ no
hay enseæanza del guaran(cid:237):
a) un informante dice que no le parece necesaria la enseæanza del
guaran(cid:237)
b) no existe persona que podr(cid:237)a dar clases de guaran(cid:237)
c) hay personas que no quieren que se hable el guaran(cid:237)
d) son pocos los que tienen interØs en aprenderlo
e) (cid:147)como no saben no quieren dar a conocer(cid:148)
f) prohibici(cid:243)n del guaran(cid:237) en la escuela porque podr(cid:237)a entorpecer al
castellano
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g) desprecio hacia el guaran(cid:237) porque se considera como una mar-
ca social.
4. Conclusi(cid:243)n
La situaci(cid:243)n ling(cid:252)(cid:237)stica en el nordeste del territorio argentino es muy
especial dada la historia de las provincias ah(cid:237) situadas. DespuØs de la
guerra de la Triple Alianza gran parte de este territorio, que original-
mente pertenec(cid:237)a al Paraguay, pas(cid:243) a formar parte de Argentina. El
hecho de que los habitantes de estas regiones hablaran el guaran(cid:237),
la lengua del enemigo de la guerra, era un problema pol(cid:237)tico para el
gobierno centralista de Buenos Aires. La pol(cid:237)tica ling(cid:252)(cid:237)stica que se
aplic(cid:243) en estas provincias fue una pol(cid:237)tica castellanizadora. Todos los
habitantes del territorio argentino ten(cid:237)an que hablar un solo idioma, el
castellano, para darles as(cid:237) a todos los habitantes el sentido de unidad
territorial y nacional. El uso de otro idioma no fue tolerado sino re-
chazado y esto se observa en el hecho de que los maestros y profeso-
res ven(cid:237)an muchas veces de otras provincias y por eso no ten(cid:237)an cono-
cimientos del guaran(cid:237). No estaban ademÆs preparados para enseæar a
alumnos cuya primera lengua era el guaran(cid:237) y no el castellano. Una
situaci(cid:243)n as(cid:237) debe ser muy dif(cid:237)cil tanto para un profesor que tiene que
dar clase a alumnos que s(cid:243)lo entienden muy poco (cid:150)a veces nada(cid:150) del
idioma de enseæanza y por otro lado para los alumnos mismos que,
por no entender, fracasan frecuentemente por no poseer las mismas
oportunidades que sus compaæeros monoling(cid:252)es castellano-hablantes
en otras partes de la Argentina. As(cid:237) surgi(cid:243) con el tiempo un rechazo de
los hablantes mismos en dichas provincias hacia la pol(cid:237)tica de la capi-
tal en general. Hasta hoy se diferencian a s(cid:237) mismos en cuestiones
culturales pero tambiØn ling(cid:252)(cid:237)sticas de los habitantes de la capital, a
los que llaman ir(cid:243)nicamente porteæos o, en el propio idioma guaran(cid:237),
kurep(cid:237). Esto no se debe s(cid:243)lo a su actitud negativa hacia todo lo que
viene de la capital sino tambiØn al hecho de que cada una de las pro-
vincias argentinas tiene una tradici(cid:243)n cultural diferente al resto del
territorio.
La pol(cid:237)tica ling(cid:252)(cid:237)stica aplicada en la enseæanza supon(cid:237)a una prohi-
bici(cid:243)n del guaran(cid:237) dentro y fuera de las aulas. Casi todos los informan-
tes de esta investigaci(cid:243)n afirman que existi(cid:243) dicha prohibici(cid:243)n, aunque
tambiØn constan muchas veces que hoy en d(cid:237)a esta prÆctica ya no se
Description:Haralambos Symeonidis. La actitud de los hablantes bilingües guaraní-castellano en la zona guaranítica del territorio argentino hacia la política