Table Of ContentBRANT PITRE
BRANT PITRE es profesor de Sagrada Escritura en el Seminario de Jesús y las raíces
Notre Dame (Nueva Orleans). Es autor de varios libros y conferenciante
muy solicitado en Estados Unidos y en programas católicos de radio
y televisión. Ha producido docenas de audiovisuales sobre estudios
judías de la Eucaristía
bíblicos, donde explora las raíces bíblicas de la fe católica. Vive en
Luisiana con su esposa y sus cinco hijos.
¿Cómo era la Pascua en la época de Jesús? ¿Cuáles eran las
esperanzas judías en el Mesías? ¿Cuál era la intención de Jesús
al instituir la Eucaristía durante la fiesta de la Pascua? Y, lo más
importante de todo, ¿qué quiso decir con las palabras: «Esto es mi
cuerpo... Esto es mi sangre»?
Para responder a estas preguntas, el autor explora las antiguas
creencias judías sobre la Pascua del Mesías, el milagroso Maná del
cielo y el misterioso Pan de la Presencia. Estas tres claves desvelan
el significado original de las palabras de Jesús. Pitre también explica
cómo Jesús unió la Última Cena a su muerte ya su Resurrección.
Ofrece así una obra innovadora que seguramente iluminará uno de
los mayores misterios de la fe cristiana: el misterio de la presencia de
Jesús en «la fracción del pan».
RELIGIÓN
ISBN 978-84-32 -6070-7
II
1 1
9 78843 2 160707
www.rialp.com
PATMOS
LIBROSDEESPIRITUALIDAD
BRANT PITRE
JESÚS Y LAS RAÍCES
JUDÍAS DE LA EUCARISTÍA
Los secretos desvelados
de la Última Cena
•
EDICIONES RIALP
MADRID
BRANT PITRE
JESÚS Y LAS RAÍCES
JUDÍAS DE LA EUCARISTÍA
Los secretos desvelados
de la Última Cena
•
EDICIONES RIALP
MADRID
Titulo original: Jesus and the jewish roots of the Eucharist
2011 /y Image, un sello de Random House, una división
de Penguin Random House LLC.
2022 de la traducción realizada por DIEGO PEREDA SANCHO
by EDICIONES RIALP, S.A.,
Manuel Uribe 13-15, 28033 Madrid
(www.rialp.com)
Para Elizabeth
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tra-
tamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cual-
quier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopias, por registro
u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del
copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográfi-
cos, www.cedro.org) si necesita reproducir, fotocopiar o escanear algún
fragmento de esta obra.
Preimpresión: produccioneditorial.com
ISBN (edición impresa): 978-84-321-6070-7
ISBN (edición digital): 978-84-321-6071-4
Depósito legal: M-56-2022
Impreso en España Printed in Spain
Estilo Estugraf, S.L. Ciempozuelos (Madrid)
Titulo original: Jesus and the jewish roots of the Eucharist
2011 /y Image, un sello de Random House, una división
de Penguin Random House LLC.
2022 de la traducción realizada por DIEGO PEREDA SANCHO
by EDICIONES RIALP, S.A.,
Manuel Uribe 13-15, 28033 Madrid
(www.rialp.com)
Para Elizabeth
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tra-
tamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cual-
quier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopias, por registro
u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del
copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográfi-
cos, www.cedro.org) si necesita reproducir, fotocopiar o escanear algún
fragmento de esta obra.
Preimpresión: produccioneditorial.com
ISBN (edición impresa): 978-84-321-6070-7
ISBN (edición digital): 978-84-321-6071-4
Depósito legal: M-56-2022
Impreso en España Printed in Spain
Estilo Estugraf, S.L. Ciempozuelos (Madrid)
ÍNDICE
•
PRÓLOGO. Por Scott Hahn 11
INTRODUCCIÓN 15
1. EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA CENA 25
Jesús y el judaísmo 25
No beberás su sangre 27
Mirar como los judíos de la Antigüedad 31
2. ¿QUÉ ESPERABA EL PUEBLO JUDÍO 37
¿Qyé clase de Mesías? 37
La esperanza judía en un nuevo éxodo 38
3. LA NUEVA PASCUA 65
Raíces bíblicas de la Pascua 67
¿Cómo se celebraba la Pascua en tiempos
de Jesús? 76
Jesús y la nueva Pascua 85
Debéis comer el cordero 92
4. EL MANÁ DEL MESÍAS 97
El maná en el Tabernáculo 98
El pan del mundo venidero 106
9
ÍNDICE
•
PRÓLOGO. Por Scott Hahn 11
INTRODUCCIÓN 15
1. EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA CENA 25
Jesús y el judaísmo 25
No beberás su sangre 27
Mirar como los judíos de la Antigüedad 31
2. ¿QUÉ ESPERABA EL PUEBLO JUDÍO 37
¿Qyé clase de Mesías? 37
La esperanza judía en un nuevo éxodo 38
3. LA NUEVA PASCUA 65
Raíces bíblicas de la Pascua 67
¿Cómo se celebraba la Pascua en tiempos
de Jesús? 76
Jesús y la nueva Pascua 85
Debéis comer el cordero 92
4. EL MANÁ DEL MESÍAS 97
El maná en el Tabernáculo 98
El pan del mundo venidero 106
9
Jesús y el nuevo maná 112
«Es duro este lenguaje» 125
5. EL PAN DE LA PRESENCIA 139
El pan del rostro 141
«Mirad qué amor nos ha tenido el Padre» 148 PRÓLOGO
Jesús y el nuevo pan de la Presencia 157 Por Scott Hahn
La presencia Real 167
6. LA CUARTA COPA Y LA MUERTE DE JESÚS 171
El ritual de la comida judía de Pascua 173
¿Concluyó Jesús la Última Cena? 181
Tengo sed 189
7. LAS RAÍCES JUDÍAS DE LA FE CRISTIANA 197 A DOS MIL AÑOS DE DISTANCIA, parece natural con-
Pascha significa paso 198 templar la crucifixión de Jesús como un sacrificio.
La sombra del maná 206 Los cristianos son herederos de una larga tradición
En memoria mía 214 que se expresó, rezó y pensó así. Pero los judíos del
8. CAMINO DE EMAÚS 223 siglo 1 que la presenciaron no habrían podido enten-
derlo de este modo, porque no mostraba ninguno
AGRADECIMIENTOS 231
de los signos sacrificiales del mundo antiguo. En el
NOTAS 233 Calvario no hubo altar ni sacerdotes identificables
y, aunque se produjo una muerte, lo hizo lejos del
templo, único lugar válido para los sacrificios entre
los judíos, e incluso fuera de las murallas de la ciu-
dad santa.
Sin embargo, san Pablo estableció esa conexión
ya en los primeros tiempos, sobre todo para sus
compañeros judíos. En la Primera carta a los Co-
rintios, tras hablar de la cruz (1, 18), llama a Cristo
«nuestro cordero pascual» que «ha sido sacrificado»
(5, 7), vinculando así la Pascua celebrada durante la
Última Cena con la crucifixión del Calvario.
Fue esa primera Eucaristía la que transformó
la muerte de Jesús de ejecución en ofrenda, y en
10 11
Jesús y el nuevo maná 112
«Es duro este lenguaje» 125
5. EL PAN DE LA PRESENCIA 139
El pan del rostro 141
«Mirad qué amor nos ha tenido el Padre» 148 PRÓLOGO
Jesús y el nuevo pan de la Presencia 157 Por Scott Hahn
La presencia Real 167
6. LA CUARTA COPA Y LA MUERTE DE JESÚS 171
El ritual de la comida judía de Pascua 173
¿Concluyó Jesús la Última Cena? 181
Tengo sed 189
7. LAS RAÍCES JUDÍAS DE LA FE CRISTIANA 197 A DOS MIL AÑOS DE DISTANCIA, parece natural con-
Pascha significa paso 198 templar la crucifixión de Jesús como un sacrificio.
La sombra del maná 206 Los cristianos son herederos de una larga tradición
En memoria mía 214 que se expresó, rezó y pensó así. Pero los judíos del
8. CAMINO DE EMAÚS 223 siglo 1 que la presenciaron no habrían podido enten-
derlo de este modo, porque no mostraba ninguno
AGRADECIMIENTOS 231
de los signos sacrificiales del mundo antiguo. En el
NOTAS 233 Calvario no hubo altar ni sacerdotes identificables
y, aunque se produjo una muerte, lo hizo lejos del
templo, único lugar válido para los sacrificios entre
los judíos, e incluso fuera de las murallas de la ciu-
dad santa.
Sin embargo, san Pablo estableció esa conexión
ya en los primeros tiempos, sobre todo para sus
compañeros judíos. En la Primera carta a los Co-
rintios, tras hablar de la cruz (1, 18), llama a Cristo
«nuestro cordero pascual» que «ha sido sacrificado»
(5, 7), vinculando así la Pascua celebrada durante la
Última Cena con la crucifixión del Calvario.
Fue esa primera Eucaristía la que transformó
la muerte de Jesús de ejecución en ofrenda, y en
10 11
la Última Cena entregó su cuerpo para que fuese víctima de suave aroma» (Ef 5, 2) siendo sacerdote
quebrantado, y su sangre para que fuera derramada y víctima. Eso es el amor: la entrega completa de sí.
como en un altar. La Eucaristía nos infunde ese amor, uniendo
Al narrar lo sucedido durante esa Cena (1 Cor 11, nuestro amor al de Cristo y nuestros sacrificios al
23-25), Pablo empleó términos sacrificiales, y citó suyo, tal y como lo enseriaba san Pablo: «Os exhor-
las palabras de Jesús «esta es la nueva alianza en mi to, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que
sangre» evocando la frase de Moisés al ofrendar un ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva,
buey: «Esta es la sangre de la alianza» (Ex 24, 8). La santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiri-
alianza quedó ratificada por la sangre, en un caso por tual» (Rom 12, 1). Vemos cómo habla de «cuerpos»,
las palabras de Moisés y en el otro por las de Jesús. en plural, pero de «sacrificio» en singular. Porque
San Pablo también aludió a la última Cena de Je- somos muchos, pero nuestro sacrificio es uno con
sús como «conmemoración», que era otro término el de Cristo, de una vez y para siempre (cfr. Hb 7, 27;
específico para referirse a una clase concreta de sa- 9, 12; 9, 26; 10, 10).
crificio en el templo (una ofrenda conmemorativa). Pablo nos enseña que la Eucaristía se ordena a la
Por si a alguien se le habían escapado esos para- cruz, y esta a la resurrección. Lo que los cristianos
lelismos, el apóstol también compara la Cena cris- consumimos en la Sagrada Hostia es la humanidad
tiana (la Eucaristía) con los sacrificios del templo crucificada y resucitada de Jesús, a la que llegamos
(1 Cor 10, 18) e incluso con los sacrificios de los mediante el sufrimiento. Pero recibimos la Comu-
paganos (1 Cor 10, 19-21). Todo sacrificio, subraya, nión como prenda de la gloria eterna, y contamos
suscita una comunión, una hermandad. Las ofren- con la gracia para enfrentarnos a todo lo demás.
das idólatras establecen una comunión con los de- Pero no lo apreciaremos en plenitud hasta que no
monios, mientras que el sacrificio cristiano lo hace aprendamos a verlo «como era en un principio»
con el cuerpo y la sangre de Jesucristo (I Cor 10, 16). para esos primeros cristianos judíos, que contem-
La visión de la Pascua de san Pablo es deslum- plaron el fin de un mundo antiguo y familiar, y
brante, ya que no solo muestra cuánto sufrió Jesús, el comienzo de uno nuevo, que descendía de lo alto
sino cuánto nos amó. El amor transforma el sufri- como la Jerusalén celeste.
miento en sacrificio. Este hermoso libro del profesor Pitre nos ofrece
La muerte en el Calvario no fue solo una ejecu- todo lo que necesitamos para asimilar lo que ocu-
ción brutal y sangrienta: se había transformado, al rrió, y contemplarlo con una claridad aún mayor,
ofrecerse Jesús en el cenáculo. Era ahora la ofrenda «ahora y siempre, por los siglos de los siglos».
de la víctima pascual sin defecto, el sacrificio perso-
nal del sumo sacerdote, que se entregó a sí mismo
por la redención de los demás «como oblación y
12 13