Table Of ContentRam ón X irau
Textos Universitarios
Introducción a la historia
de la filosofía
COORDINACIÓN DE HUMANIDADES UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
México, 2011
Programa Editorial
Ram ón X irau
Textos Universitarios
Introducción a la historia
de la filosofía
COORDINACIÓN DE HUMANIDADES UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
México, 2011
Programa Editorial
Primera edición: 1964
Decimotercera edición corregida: 1998
Decimosexta reimpresión
de la Decimotercera edición: 2011
Nota a la décima edición
En esta décima edición he intentado poner brevemente al día el conte
nido del libro. Para hacerlo me pareció necesario referirme a tres movi
mientos especiales desarrollados en los últimos diecinueve y, sobre
todo catorce años; el materialismo de la relación mente-cuerpo; el
estructuralismo; el innatismo nacido de la lingüística de Chomsky. Es
pero que estas páginas sean útiles para tener una idea general de cada
uno de tales movimientos y lleven a los que lean este libro a más deta
lladas discusiones.
San Ángel, julio 1987
Ilustración de la portada: detalle de Bailarina oyendo tocar
el órgano en una catedral gótica (1945) de Joan Miró
Diseño de portada: Rafael López Castro
DR © 2011 Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad Universitaria 3000, Col. Copilco Universidad,
Del. Coyoacán, 04360 México, D.F.
COORDINACIÓN DE HUMANIDADES
Programa Editorial
Impreso y hecho en México
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio, sin la
autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
ISBN 978-968-36-8036-5
Primera edición: 1964
Decimotercera edición corregida: 1998
Decimosexta reimpresión
de la Decimotercera edición: 2011
Nota a la décima edición
En esta décima edición he intentado poner brevemente al día el conte
nido del libro. Para hacerlo me pareció necesario referirme a tres movi
mientos especiales desarrollados en los últimos diecinueve y, sobre
todo catorce años; el materialismo de la relación mente-cuerpo; el
estructuralismo; el innatismo nacido de la lingüística de Chomsky. Es
pero que estas páginas sean útiles para tener una idea general de cada
uno de tales movimientos y lleven a los que lean este libro a más deta
lladas discusiones.
San Ángel, julio 1987
Ilustración de la portada: detalle de Bailarina oyendo tocar
el órgano en una catedral gótica (1945) de Joan Miró
Diseño de portada: Rafael López Castro
DR © 2011 Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad Universitaria 3000, Col. Copilco Universidad,
Del. Coyoacán, 04360 México, D.F.
COORDINACIÓN DE HUMANIDADES
Programa Editorial
Impreso y hecho en México
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio, sin la
autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
ISBN 978-968-36-8036-5
INTRODUCCIÓN
Los hombres empezaron por saber que el hombre tenía historia; los
cristianos afirmaron que nuestra vida en esta tierra -vida de paso-
es un transcurso histórico en el cual cada instante es una decisión
radical entre la salvación eterna y la eterna condena. Hemos apren
dido después que no sólo el hombre, sino todos los seres vivos
proceden en una historia que es creciente desarrollo, creciente
complejidad, creciente evolución hacia más conciencia; hemos
aprendido, por fin, que no sólo la vida, no sólo el hombre son
seres históricos. Lo es también el universo, paso de las formas
más primitivas de la preconciencia a la vida, de la vida al pensa
miento, del pensamiento a la conciencia. El concepto de historia
se ha extendido a cuanto existe y cuanto existe se ha extendido
más allá de la tierra, más allá del sistema planetario, más allá de
nuestra galaxia, hasta alcanzar lontananzas imperceptibles, tan
lejanas que se nos antojan infinitas.
Ante este crecimiento del mundo histórico, en el cual estamos
en un estar que es transcurso, el hombre -ya lo observaba Pascal,
y lo ha vuelto a observar recientemente Teilhard de Chardin-puede
sentirse perdido. Decía Pascal que somos una nada en compara
ción con el todo. Pero si el universo ha crecido en grandezas ya
apenas descriptibles, ha crecido también en minucias ya apenas
observables. Nos rodea lo infinitamente pequeño -electrones, áto
mos. fuerzas, energías. Pascal hubiera añadido que somos un todo
por comparación con la nada. Mínimos y grandes, somos seres
que se preguntan por el sentido de su ser. Vemos que los demás se
mueren, nos sabemos destinados a la muerte, nos sentimos en
un mundo que es, en esencia, misterioso. Ante nuestro propio
misterio siempre surge la misma pregunta: ¿por qué, por qué la
vida? Y con esta pregunta, una segunda pregunta: ¿para qué, para
qué nuestra vida? Hombres a la vez perdidos y encontrados en un
mundo que desconocemos, nos vemos llevados por la inquietud.
INTRODUCCIÓN
Los hombres empezaron por saber que el hombre tenía historia; los
cristianos afirmaron que nuestra vida en esta tierra -vida de paso-
es un transcurso histórico en el cual cada instante es una decisión
radical entre la salvación eterna y la eterna condena. Hemos apren
dido después que no sólo el hombre, sino todos los seres vivos
proceden en una historia que es creciente desarrollo, creciente
complejidad, creciente evolución hacia más conciencia; hemos
aprendido, por fin, que no sólo la vida, no sólo el hombre son
seres históricos. Lo es también el universo, paso de las formas
más primitivas de la preconciencia a la vida, de la vida al pensa
miento, del pensamiento a la conciencia. El concepto de historia
se ha extendido a cuanto existe y cuanto existe se ha extendido
más allá de la tierra, más allá del sistema planetario, más allá de
nuestra galaxia, hasta alcanzar lontananzas imperceptibles, tan
lejanas que se nos antojan infinitas.
Ante este crecimiento del mundo histórico, en el cual estamos
en un estar que es transcurso, el hombre -ya lo observaba Pascal,
y lo ha vuelto a observar recientemente Teilhard de Chardin-puede
sentirse perdido. Decía Pascal que somos una nada en compara
ción con el todo. Pero si el universo ha crecido en grandezas ya
apenas descriptibles, ha crecido también en minucias ya apenas
observables. Nos rodea lo infinitamente pequeño -electrones, áto
mos. fuerzas, energías. Pascal hubiera añadido que somos un todo
por comparación con la nada. Mínimos y grandes, somos seres
que se preguntan por el sentido de su ser. Vemos que los demás se
mueren, nos sabemos destinados a la muerte, nos sentimos en
un mundo que es, en esencia, misterioso. Ante nuestro propio
misterio siempre surge la misma pregunta: ¿por qué, por qué la
vida? Y con esta pregunta, una segunda pregunta: ¿para qué, para
qué nuestra vida? Hombres a la vez perdidos y encontrados en un
mundo que desconocemos, nos vemos llevados por la inquietud.
10 Ramón Xirau Introducción 11
por el desasosiego y por la esperanza. Las preguntas acerca del Esta introducción es, así y al mismo tiempo, una presentación
sentido de la vida son un hecho. Se las han planteado, desde lo histórica y una presentación temática donde los temas vuelven a
más antiguo de la historia, todos los hombres, se las han plantea repetirse, como tantas nuevas variaciones, en los diversos filóso
do los poetas, se las han planteado los artistas. Se las plantean, fos, de Grecia a nuestros días.
desde que la filosofía es filosofía, los filósofos. ¿Por qué esta presentación histórica? Las razones son varias.
Hay que entender la filosofía como una cuestión de vida que La primera de ellas es que hombre, vida, mundo, son historia. La
es también cuestión de supervivencia más allá de la vida. A la segunda es que la filosofía verdadera es un convivir con el pensa
pregunta acerca del sentido de la vida, a la necesidad de interro miento pasado, a veces un coincidir con este pensamiento pasado
gamos acerca de nuestro propio modo de ser para encontrar una y es, sobre todo, respeto por las tradiciones. Una filosofía sin
razón de ser, responde la parte más antigua, también fundamen tradición es tan inconcebible como una vida sin tiempo o una
tal, de la filosofía: la metafísica. No es de extrañar que la mayor civilización sin historia. A estas dos consideraciones primeras y
parte de este libro introductorio se refiera principalmente a cues fundamentales, debemos añadir una tercera que constituye la hi
tiones de orden metafísico. Ello no quiere decir que dejemos a un pótesis sobre la cual se fundan nuestros desarrollos. A esta hipó
lado otros aspectos de la filosofía íntimamente vinculados a la tesis -que no es obligatorio aceptar- y a algunas consideraciones
metafísica: el método, la teoría del conocimiento, la moral. Y, en y advertencias quiero dedicar las páginas que siguen.
efecto, si nuestras preguntas son de orden metafísico es necesa La filosofía se presenta como historia. Ello no quiere decir que
rio, previamente, saber si es posible conocer, saber si podemos o la filosofía valga solamente como hecho histórico y que los pen
no podemos contestar a las preguntas que nos atosigan. A investi samientos del pasado sean reliquias más o menos curiosas. Todo
gar esta posibilidad se dedica el método y la teoría del conoci lo contrario. Quiere más bien decir que si bien la filosofía se da
miento. Y si la metafísica no es una pura teoría abstracta -no en la historia, hay formas de pensamiento que van más allá de la
puede, no debe serlo- está íntimamente vinculada a la vida; y es historia y, a través de todas las épocas, conservan su validez y su
el fundamento de nuestro comportamiento, es decir, de nuestra verdad. Podemos, en ciertos casos, sentimos más cercanos de
vida moral. Platón que de Sartre, de san Agustín que de Max Scheler. Quien
Saber si se puede saber; estableced una metafísica después de así no lo crea es que en el fondo no piensa que la filosofía es cosa
fundar las bases del saber; establecer una moral, una forma de vida de vida ni que las cosas de vida sobrepasan a una vida particular,
después de haber ordenado el mundo, después de haber hecho del limitada por un cuerpo, un cerebro, un tiempo y un espacio.
caos un cosmos, tal es la línea general de todo gran pensamiento; La filosofía es, fundamentalmente, búsqueda de la verdad y
tal es también el plan general que hemos seguido al explicar cada esta búsqueda puede encontrarse en periodos bien definidos del
uno de los filósofos que en este libro aparecen. Y, al hacerlo, no pensamiento occidental. El pensamiento de Occidente, al cual se
prescindimos de la historia ni de los principales temas de la filo dedica este libro por simple razón de que es el pensamiento de
sofía. Tratamos de presentar la filosofía en su historia siguiendo nuestro mundo (por la razón también de que el pensamiento
los tres grandes temas -en realidad un solo tema vital- en todos los de otras civilizaciones no está al alcance de quien esto escribe),
grandes pensadores. Y si algunos de los campos de la filosofía -la puede dividirse en tres grandes periodos: el grecorromano; el cris
lógica, la estética principalmente- aparecen aquí apenas esboza tiano-medieval, y el renacentista-moderno. En cada uno de estos
dos, ello se debe a una doble razón. La teoría del conocimiento, periodos encontramos una evolución similar. En el inicio de ca
la metafísica y la moral constituyen el meollo de la filosofía; la da uno de ellos (filósofos preplatónicos en Grecia, filósofos ante
estética y la lógica son ciencias tan especializadas que sería nece riores al siglo xii en el cristianismo, filósofos anteriores a Kant y
sario escribir un libro aparte para tratar con alguna justicia cada a Hegel en el periodo renacentista-moderno), encontramos siem
uno de los campos que respectivamente abarcan. pre una serie de intuiciones que son como las aguas afluentes que
10 Ramón Xirau Introducción 11
por el desasosiego y por la esperanza. Las preguntas acerca del Esta introducción es, así y al mismo tiempo, una presentación
sentido de la vida son un hecho. Se las han planteado, desde lo histórica y una presentación temática donde los temas vuelven a
más antiguo de la historia, todos los hombres, se las han plantea repetirse, como tantas nuevas variaciones, en los diversos filóso
do los poetas, se las han planteado los artistas. Se las plantean, fos, de Grecia a nuestros días.
desde que la filosofía es filosofía, los filósofos. ¿Por qué esta presentación histórica? Las razones son varias.
Hay que entender la filosofía como una cuestión de vida que La primera de ellas es que hombre, vida, mundo, son historia. La
es también cuestión de supervivencia más allá de la vida. A la segunda es que la filosofía verdadera es un convivir con el pensa
pregunta acerca del sentido de la vida, a la necesidad de interro miento pasado, a veces un coincidir con este pensamiento pasado
gamos acerca de nuestro propio modo de ser para encontrar una y es, sobre todo, respeto por las tradiciones. Una filosofía sin
razón de ser, responde la parte más antigua, también fundamen tradición es tan inconcebible como una vida sin tiempo o una
tal, de la filosofía: la metafísica. No es de extrañar que la mayor civilización sin historia. A estas dos consideraciones primeras y
parte de este libro introductorio se refiera principalmente a cues fundamentales, debemos añadir una tercera que constituye la hi
tiones de orden metafísico. Ello no quiere decir que dejemos a un pótesis sobre la cual se fundan nuestros desarrollos. A esta hipó
lado otros aspectos de la filosofía íntimamente vinculados a la tesis -que no es obligatorio aceptar- y a algunas consideraciones
metafísica: el método, la teoría del conocimiento, la moral. Y, en y advertencias quiero dedicar las páginas que siguen.
efecto, si nuestras preguntas son de orden metafísico es necesa La filosofía se presenta como historia. Ello no quiere decir que
rio, previamente, saber si es posible conocer, saber si podemos o la filosofía valga solamente como hecho histórico y que los pen
no podemos contestar a las preguntas que nos atosigan. A investi samientos del pasado sean reliquias más o menos curiosas. Todo
gar esta posibilidad se dedica el método y la teoría del conoci lo contrario. Quiere más bien decir que si bien la filosofía se da
miento. Y si la metafísica no es una pura teoría abstracta -no en la historia, hay formas de pensamiento que van más allá de la
puede, no debe serlo- está íntimamente vinculada a la vida; y es historia y, a través de todas las épocas, conservan su validez y su
el fundamento de nuestro comportamiento, es decir, de nuestra verdad. Podemos, en ciertos casos, sentimos más cercanos de
vida moral. Platón que de Sartre, de san Agustín que de Max Scheler. Quien
Saber si se puede saber; estableced una metafísica después de así no lo crea es que en el fondo no piensa que la filosofía es cosa
fundar las bases del saber; establecer una moral, una forma de vida de vida ni que las cosas de vida sobrepasan a una vida particular,
después de haber ordenado el mundo, después de haber hecho del limitada por un cuerpo, un cerebro, un tiempo y un espacio.
caos un cosmos, tal es la línea general de todo gran pensamiento; La filosofía es, fundamentalmente, búsqueda de la verdad y
tal es también el plan general que hemos seguido al explicar cada esta búsqueda puede encontrarse en periodos bien definidos del
uno de los filósofos que en este libro aparecen. Y, al hacerlo, no pensamiento occidental. El pensamiento de Occidente, al cual se
prescindimos de la historia ni de los principales temas de la filo dedica este libro por simple razón de que es el pensamiento de
sofía. Tratamos de presentar la filosofía en su historia siguiendo nuestro mundo (por la razón también de que el pensamiento
los tres grandes temas -en realidad un solo tema vital- en todos los de otras civilizaciones no está al alcance de quien esto escribe),
grandes pensadores. Y si algunos de los campos de la filosofía -la puede dividirse en tres grandes periodos: el grecorromano; el cris
lógica, la estética principalmente- aparecen aquí apenas esboza tiano-medieval, y el renacentista-moderno. En cada uno de estos
dos, ello se debe a una doble razón. La teoría del conocimiento, periodos encontramos una evolución similar. En el inicio de ca
la metafísica y la moral constituyen el meollo de la filosofía; la da uno de ellos (filósofos preplatónicos en Grecia, filósofos ante
estética y la lógica son ciencias tan especializadas que sería nece riores al siglo xii en el cristianismo, filósofos anteriores a Kant y
sario escribir un libro aparte para tratar con alguna justicia cada a Hegel en el periodo renacentista-moderno), encontramos siem
uno de los campos que respectivamente abarcan. pre una serie de intuiciones que son como las aguas afluentes que
12 Ramón Xirau Introducción 13
habrán de desembocar en los ríos caudales. En estos periodos momentos en los cuales todos los acarreos anteriores vienen a
iniciales, los pensadores intuyen la verdad, llegan a ella, pero es convergir para pronto dividirse en creencias relativas que se pre
casamente la sistematizan dentro de un todo orgánico y ordena tenden absolutas.
do. A estos periodos iniciales siguen periodos de grandes síntesis Claro está que si la filosofía es encuentro con la verdad -la
que, por emplear la palabra medieval, llamaremos periodos de verdad absoluta que, en última instancia, es siempre religiosa-,
summae. Estas summae -Platón y Aristóteles en Grecia, santo el encuentro habrá de realizarse sobre todo en las summae. Ello
Tomás y Duns Escoto en el siglo xill, Kant y Hegel a fines del no quiere decir que en los filósofos previos a ellas -Sócrates,
siglo xvm y principios del siglo xix- recogen mucho de los pen san Agustín o Vico- no se perciban encuentros tan verdaderos
samientos que los precedieron y añaden a éstos nuevas ideas para y a veces más hondos que los que nos dan las summae. No exis
construir sistemas armoniosos donde el mundo aparece claramente ten aquí preferencias sino hechos y las preferencias dependen
ordenado y jerarquizado. Pero las summae del pensamiento -grie de las inclinaciones y éstas de las simpatías y las simpatías de
go, medieval, moderno- suelen,presentarse cuando ya está a la cada uno pueden estar adheridas a un sistema o a una intuición,
vista la crisis de la civilización que les dio origen y nacimiento. a una explicación completa o a una forma más bien visionaria.
Cuando escriben Platón y Aristóteles se avecina el derrumbe del Claro está también que existen grandes síntesis previas a las
Estado-ciudad; cuando escriben santo Tomás o Duns Escoto se grandes summae. Así en las filosofías de san Agustín, Descar
avecina la crisis del Renacimiento; cuando escriben Kant y Hegel tes, Spinoza o Locke. Pero estos sistemas previos son, si bien a
está por salirles al encuentro la crisis más aguda de todos los tiem veces más penetrantes que las summae decisivas mismas, for
pos, la crisis de nuestro tiempo. Surge entonces un tercer perio mas aún abiertas al futuro, afluentes máximos que desemboca
do del pensamiento, un periodo en el cual reina muchas veces la rán en el río totalizador.
desorientación y reinan también los nuevos deseos de búsqueda y Este concepto de la historia de la filosofía se asemeja a aque
encuentro. Pero los filósofos de estos periodos -epicúreos o es lla idea de los corsi e ricorsi que obsesionó a Vico, a principios del
toicos en Grecia, nominalistas a fines de la Edad Media, hu siglo xvm. Y es que, en efecto, al hablar del crecimiento, la ma
manistas como Marx, Comte, o el mismo Nietzsche a fines del durez y la caída del pensamiento no estamos afirmando que los
siglo xix- no dejan de buscar el todo, no dejan de pensar que es pensamientos se acaben en un momento dado de la historia para
necesario encontrar soluciones absolutas. Se encuentran, sin em que empiecen nuevos pensamientos. En realidad todo sucede de
bargo, con fragmentos de realidad y tienden a hacer que estos manera mucho más compleja y más rica. En el cristianismo y en
fragmentos sean todo el edificio, a hacer que estas partes sean el la Edad Media están también Platón y Aristóteles; en la filosofía
todo. Así, para Epicuro, el placer, que en Aristóteles era una parte moderna están san Agustín y santo Tomás. Y es que si la verdad
del todo armonioso de la vida, es toda la vida; para Ockham la es una (la verdad que nos revela el cristianismo) esta verdad no es
ciencia, separada de la fe, se edifica como un conocimiento autó perecedera, sino permanente. Profetas de esta verdad de Cristo
nomo y se instituyen dos absolutos incomunicados e inconcilia fueron, según san Justino mártir, Sócrates y Platón; profetas que
bles: el de la ciencia y el de la revelación; para Marx, para Comte. no sabían que eran profetas. Y si alguna validez tiene el pensa
para Nietzsche, hay que afirmar el hombre, pero al hacerlo, se miento de nuestro tiempo, esta validez está en la verdad, siempre
niega a Dios -y máxima imposibilidad entre todas las imposibili renovable en cuanto a las vías del conocimiento, siempre la mis
dades-, se llega a hacer que el hombre o el superhombre sean los ma en cuanto verdad.
únicos dioses del hombre mismo. A los afluentes han seguido No se acaban las civilizaciones, no son las civilizaciones cotos
los ríos; a los ríos las gotas que se pretenden río y afluente. cerrados. Son, como diría Whitehead, “inmensas permanencias”,
En resumidas cuentas: los grandes sistemas filosóficos se rea inmensas y vivas. Diríase que de las cenizas de un modo de vida
lizan en momentos especialmente dotados de la historia, estos social renacen, renacen siempre a fin de cuentas, las mismas ver
12 Ramón Xirau Introducción 13
habrán de desembocar en los ríos caudales. En estos periodos momentos en los cuales todos los acarreos anteriores vienen a
iniciales, los pensadores intuyen la verdad, llegan a ella, pero es convergir para pronto dividirse en creencias relativas que se pre
casamente la sistematizan dentro de un todo orgánico y ordena tenden absolutas.
do. A estos periodos iniciales siguen periodos de grandes síntesis Claro está que si la filosofía es encuentro con la verdad -la
que, por emplear la palabra medieval, llamaremos periodos de verdad absoluta que, en última instancia, es siempre religiosa-,
summae. Estas summae -Platón y Aristóteles en Grecia, santo el encuentro habrá de realizarse sobre todo en las summae. Ello
Tomás y Duns Escoto en el siglo xill, Kant y Hegel a fines del no quiere decir que en los filósofos previos a ellas -Sócrates,
siglo xvm y principios del siglo xix- recogen mucho de los pen san Agustín o Vico- no se perciban encuentros tan verdaderos
samientos que los precedieron y añaden a éstos nuevas ideas para y a veces más hondos que los que nos dan las summae. No exis
construir sistemas armoniosos donde el mundo aparece claramente ten aquí preferencias sino hechos y las preferencias dependen
ordenado y jerarquizado. Pero las summae del pensamiento -grie de las inclinaciones y éstas de las simpatías y las simpatías de
go, medieval, moderno- suelen,presentarse cuando ya está a la cada uno pueden estar adheridas a un sistema o a una intuición,
vista la crisis de la civilización que les dio origen y nacimiento. a una explicación completa o a una forma más bien visionaria.
Cuando escriben Platón y Aristóteles se avecina el derrumbe del Claro está también que existen grandes síntesis previas a las
Estado-ciudad; cuando escriben santo Tomás o Duns Escoto se grandes summae. Así en las filosofías de san Agustín, Descar
avecina la crisis del Renacimiento; cuando escriben Kant y Hegel tes, Spinoza o Locke. Pero estos sistemas previos son, si bien a
está por salirles al encuentro la crisis más aguda de todos los tiem veces más penetrantes que las summae decisivas mismas, for
pos, la crisis de nuestro tiempo. Surge entonces un tercer perio mas aún abiertas al futuro, afluentes máximos que desemboca
do del pensamiento, un periodo en el cual reina muchas veces la rán en el río totalizador.
desorientación y reinan también los nuevos deseos de búsqueda y Este concepto de la historia de la filosofía se asemeja a aque
encuentro. Pero los filósofos de estos periodos -epicúreos o es lla idea de los corsi e ricorsi que obsesionó a Vico, a principios del
toicos en Grecia, nominalistas a fines de la Edad Media, hu siglo xvm. Y es que, en efecto, al hablar del crecimiento, la ma
manistas como Marx, Comte, o el mismo Nietzsche a fines del durez y la caída del pensamiento no estamos afirmando que los
siglo xix- no dejan de buscar el todo, no dejan de pensar que es pensamientos se acaben en un momento dado de la historia para
necesario encontrar soluciones absolutas. Se encuentran, sin em que empiecen nuevos pensamientos. En realidad todo sucede de
bargo, con fragmentos de realidad y tienden a hacer que estos manera mucho más compleja y más rica. En el cristianismo y en
fragmentos sean todo el edificio, a hacer que estas partes sean el la Edad Media están también Platón y Aristóteles; en la filosofía
todo. Así, para Epicuro, el placer, que en Aristóteles era una parte moderna están san Agustín y santo Tomás. Y es que si la verdad
del todo armonioso de la vida, es toda la vida; para Ockham la es una (la verdad que nos revela el cristianismo) esta verdad no es
ciencia, separada de la fe, se edifica como un conocimiento autó perecedera, sino permanente. Profetas de esta verdad de Cristo
nomo y se instituyen dos absolutos incomunicados e inconcilia fueron, según san Justino mártir, Sócrates y Platón; profetas que
bles: el de la ciencia y el de la revelación; para Marx, para Comte. no sabían que eran profetas. Y si alguna validez tiene el pensa
para Nietzsche, hay que afirmar el hombre, pero al hacerlo, se miento de nuestro tiempo, esta validez está en la verdad, siempre
niega a Dios -y máxima imposibilidad entre todas las imposibili renovable en cuanto a las vías del conocimiento, siempre la mis
dades-, se llega a hacer que el hombre o el superhombre sean los ma en cuanto verdad.
únicos dioses del hombre mismo. A los afluentes han seguido No se acaban las civilizaciones, no son las civilizaciones cotos
los ríos; a los ríos las gotas que se pretenden río y afluente. cerrados. Son, como diría Whitehead, “inmensas permanencias”,
En resumidas cuentas: los grandes sistemas filosóficos se rea inmensas y vivas. Diríase que de las cenizas de un modo de vida
lizan en momentos especialmente dotados de la historia, estos social renacen, renacen siempre a fin de cuentas, las mismas ver