Table Of ContentSINOPSIS
Ellie Haworth ya está harta de esperar
como una tonta a que John dé señales de
vida o cuente con ella para sus planes, y
de que, cuando finalmente se digna a
hacerlo, se limite a un escueto sms, un
breve mensaje de correo o un simple
«Nos vemos. X». Cierto que desde el
principio fue consciente de dónde se
estaba metiendo al liarse con un hombre
casado, pero la sensación de estar
siempre a la espera resulta cada vez
peor. Un día, a raíz de un encargo de su
redactora jefa del Nation, Ellie tropieza
entre los archivos del periódico con un
tesoro inesperado: unas cartas de 1960
en las que un hombre relata su amor
imposible a su amante, una tal Jennifer.
Al leer frases como «Quiero que sepas
que en algún lugar de este mundo hay un
hombre que te ama» o «Tú me haces
querer convertirme en una versión mejor
de mí mismo», los ojos se le anegan de
lágrimas, pues intuye que jamás nadie le
dirigirá a ella palabras de amor
verdadero como aquéllas.
Tales cartas permitirán a Elli
retroceder cuarenta años en el tiempo y
adentrarse en una relación de adulterio,
pasión y pérdida: ella, Jennifer, una
mujer casada sometida al yugo de un
marido que no la valora; él, B., el
hombre que despertó en ella una pasión
que creía perdida... y luego el grave
accidente, que truncó la promesa de una
vida feliz. Convertida ahora en un
personaje más de aquella historia, Elli
Haworth sabe que está ante su última
oportunidad de enderezar el rumbo de su
propia vida.
La escritora y periodista británica
Jojo Mojes nació en 1969 y se crió en
Londres. Trabajó en oficios tan diversos
como redactora en braille para clientes
invidentes de un banco antes de
graduarse en la London University. En
1992 consiguió una beca para un máster
de periodismo en la City University.
Excepto por un corto período en que
trabajó para el Sunday Morning Post en
Hong Kong, su carrera profesional
estuvo ligada durante diez años al The
Independent, hasta que en 2002,
coincidiendo con el éxito cosechado por
su primera novela, Regreso a Irlanda,
decidió dedicarse por entero a la
literatura. Con posterioridad ha
publicado Música nocturna, La casa de
las olas, El bazar de los sueños, El
viaje de las novias y Hasta siempre, mi
amor, distinguida en su país con el
premio a la mejor novela romántica del
año. En la actualidad, Jojo vive en una
granja en Essex, con su marido y sus tres
hijos.
www.jojomoyes.com
JoJo Moyes
Hasta siempre, mi amor
Traducción de Gemma Deza Guil
A Charles, quien lo inició todo con
una nota escrita
¡Feliz cumpleaños! Te adjunto tu
regalo de cumpleaños. Espero que te
guste...
Hoy no he dejado de pensar en ti...
porque he decidido que, aunque te
quiero, no estoy enamorada de ti. No
creo que seas mi media naranja. De
todos modos, espero de verdad que te
guste el regalo y que pases un
magnifico aniversario.
Mujer a hombre, por carta
Prólogo
Nos vemos x
Ellie Haworth divisa a sus amigos a
través de la muchedumbre del bar y se
dirige hacia ellos bamboleándose.
Deposita el bolso en el suelo y deja el
teléfono móvil sobre la mesa, a la vista
de todos. Están ya algo entonados; se les
nota en la voz, en el histrionismo de los
movimientos de brazos y en la risa
estentórea. Y se nota también en las
botellas vacías que hay sobre la mesa.
—Llegas tarde —la reprende Nicky,
alzando su reloj e indicándole la hora
con un dedo—. Y no nos vengas otra vez
con ese cuento de: «Tenía que acabar un
artículo».
—Entrevista con la esposa ofendida
de un parlamentario. Lo siento. Tenía
que aparecer en la edición de mañana —
se disculpa, deslizándose en el único
asiento vacío que queda. Se sirve los
posos de una botella en una copa y
empuja el teléfono hacia el lado opuesto
de la mesa—. Vamos allá. La frasecita
de turno a debate de esta noche: «Nos
vemos».
—¿«Nos vemos»?
—A modo de despedida. ¿Nos vemos
cuándo: hoy, mañana o en un futuro
incierto? ¿O es otro ejemplo más de esa
espantosa afectación adolescente que en
realidad no significa nada en absoluto?
Nicky echa un vistazo a la pantalla
resplandeciente.
—Pone «Nos vemos» seguido de una
«X», un beso. Es como darte las buenas
noches. Yo diría que se refiere a
mañana.
—Sin duda, mañana —corrobora
Corinne—. «Nos vemos» es siempre
mañana... —hace una pausa— o incluso
podría referirse a pasado mañana.
—Es muy informal.
—¿Informal?
—Algo que le dirías al cartero...
—¿Tú le enviarías besos a tu cartero?
Nicky sonríe.
—Pues no me importaría. Es
guapísimo —responde.
Corinne examina el mensaje.
—No me parece justo. Podría