Table Of ContentAño l. Núm. 1. 1.° Mayo 1888
REVISTA TRIMESTRAL
DE
HI~TüLOGIA PATOL~GICA
NORMAL Y
ESTRUCTURA DE LOS CENTROS NERVIOSOS DE LAS AVES.
Las investigaciones de Golgi sobre la textura de los centros nervio
sos han abierto una nueva era de investigaciones cuyo término no se.
vislumbra, pues si bien el método analítico descubierto por este autor
permite resolver algunos problemas de estructura, ha servido también
para poner sobre el tapete cuestiones nuevasy dificilísimas.Tai es, por
ejemplo, la conexiónde las células, imposible de discernir en las mejo
res preparaciones de los centros, y tal es también ladisposición ytermi
naciones de la"ramitaslaterales de la prolongación nerviosa, ora sensi
tiva, ora motriz, que todos los corpúsculos ofrecen.
No tenemos nosotros lapretensión deresolverestosproblemas:cúrn
plenos por ahora solamente exponer el resultado de nuestras investiga
cienes sobre el sistema nervioso de las'aves, particularmentedelcerebe
lo, que será objeto de esta primera comunicación.
El método analítico utilizado es el que Golgi recomienda en su me
morable trabajo (1) Yel que han seguido para susnotablesinvestigacio-
nes Fusari (2), Tartuíeri (3) y Petroue (4). .
De los tres métodos de induración que Golgi recomienda para que
las piezas puedan recibir la acción delnitrato deplata, el quemejoresre
sultados nos ha dado es el tercero (5) (maceración de las piezas frescas
(1) SullafinaAnatomiadegliorganicentrali delsistemanervioso;1885.Milano.
(2) UntersuchungenüberdiefeinereAnatomiedesGehirneder Teleostier.Juzeru.
Monatscb,f.Anat,1I1ld Phvs, 1887.
()) SuIl' anatomia deIla retina. International Monatsscbrift,fur Anat. und Phy
siol. 1887.
- (4) Sur lastructuredes nerfs cerebro-rachídieus, Intern,Monatscbrift,f. .Anat,
und Pbysiol, 1888.
(5) Loe. cit. p. 20I. 6.
2 REVISTA :r.RI.MESTRAL DE
en líquido de Müller por dos ó más días; luego sumersión por 2-+ ó más
horas en una mezcla de ácid~ ósmico ylíquido de Müller).Este método
es muy propio para Ú impregnación 'de las pequeñas células de la capa
molecular, asícomo desus prolongaciones nerviosas.Hemosusado tam
bién algunavezelsegundométododeinduración(1)(maceraciónpor dos
días de las piezas frescas en una mezclade solucióndebicromatoyácido
ósmico) elcual es el único que tiñede una manera aceptable las espan
siones de los corpúsculos enanos de la capa granulosa. Finalmente el
primer método de Golgi, usado con oportunidad, tiñe muy bien las cé
lulas de Purkinje y sus prolongaciones nerviosas. Por lo demás, tam
bién el tercer método puede utilizarse para impregnarlas, pero a condi
ción de prolongar por muchos días lamaceración preliminar en ellíqui
do de Müller. En ocasiones, hemos halladoventajosoañadiralgunasgo
tas de ácido acético a las soluciones argénticas, así como el empleo de
mezclas ósmico-bicrómicas más flojasque las recomendadas por Golgi.
En la conservación de las preparaciones seguimos con leves varian
tes los acertados consejos-deldescubridor de este método de impregna
ción. Lavamos reiteradamente los cortes en alcohol; los impregnamos
luego con esencia de trementina; los aclaramos después con bencinaan
hidra, y finalmente, los montamos al descubierto sobreunalaminilla lu
brificada con un barniz compuesto'de goma capal, almalciga, colofonia
y bencina. Este barniz que es muy fluido, lo aplicamos por capas sucesi
vas para facilitar la rápida desecación. Suprimimos'como medio aclara
dor la creosota cuyo empleo no lo juzgamos inofensivo, sobre todo en
las impregnaciones finas, y evitamos la esencia de clavo que mancha y
granula prontamente la superficie de los cortes. Para el montaje.defini
tivo, todos los barnices son buenos con tal sequen rápidamente y ten
gan un índice elevado de refracción. La circunstancia mas importante,
la verdaderamente fundamental para la conservación de las preparacio
nes, no es emplear éste ó el otro barniz, sino procurar la perfecta y rá
pida desecación de los cortes. Y como esto no puede lograrse sino en
las preparaciones al descubierto, de aquí que ésta es lá {micaforma ra
cional de conservarlas. Obtenida la desecación, puédeseen'rigorence
rrados cortes entre dos cristales, como se ejecuta-enlas preparaciones
ordinarias, y para ello no hay mas quecalentarligeramenteelbarnizque
los cubre y, una vez licuado, aplicar.una laminilla. Para este montaje
definitivo puédese también emplear elbálsamo del Canadá seco derre
tido a la'lámpara. La prontitud con que las preparaciones conservadas
en barnices semi-líquidos pierden la impregnación fina, tornándose di-
(1) Lac. cit. p. 200. a.
HISTOLOGÍA NORMAL Y PATOLÓGICA. 3
- . .,-
fusa e irregular (Yt~sto,sobreviene,contodaclase de barnices"pero rá-
pidamente conlosá base de aleo'hOly cloroformo), da á entenderque
la materia ~egi::a dela impregnación es atacable por'lasesencias y aleo-
. . . " I .' ,
hales, los cuales la remueven de su situación, esparciéndolapor el pre-
parado, inconveniente que solo puede evitarse rodeando la materia ne
grJ de las células 'de un medio sólido, como vitreo, que impida toda
movilidad ~10Iecular.Esta solidificación delmedio'estambiénuna condi- '
ción preciosa de conservación de las,preparaciones teñidas por las ani
linas. Así las preparaciones 'de microbios del cólera y de otras especies,
montadas en bálsamo seco,'sé nos hanconservadoperfectamente;niieri- '
encerrada~
tras que ras. enba;nices líquidos al xylol ó á la bencina han
~lo'utacias
palidecido ya, aunqÍ1e nó tanto corno la's en soluciones balsa- '
micas clor<?fónnié~s,.Análogamente, los cortes de,tejidos teñidos 'por la
fud1ÍrÍa'ádd,l':y'có~servados' en' Bárnices se;11isólidosa la';esencia de
treme~tina:ó
xylolse han decolorado, mientras que'idénticas prepara-
ci~'nes,mo~tadas:al des~ub~e'rtO'T~q' l~a~ r~sistido.
seco '
··f.··
Cuarn".d'o.j..~.o:·s.).,c'..o..~(~~.~.~_ se."a.~r,n,~'..g'.¡.a.•.nJ,~~A.,' a.b•arquil.Iai1 .;~l'c,po<~i:1;f.:;rl¡~'os>6'b,r,~"el
cristal, los,ba,rnices comunes no I~~pr.est,an, planimetría,,ylá ~?bs~,~Va
ción yafocan1Íet'to'~e hacen p~nósos. J;:ií ~sie' C.1S0 üsanlos nosotros, :'
p'r¡~~éra J ca'n'¡'pue~to di.d~~
para la ,capa de barniz, unlíquido' partes de '
bálsamü6'barniz á Ía bericin~ .y'ura de cdoi~i~a 'al "3'~por i¿¡o~' Si'
la.mezcla fuera poco líquida: ,~~ 'le añaden' algunasgota~'de'bencina.'
Este licor seca,rápidamente, aplanandolos cortes y fijandolos ,fL!erte-
.1 ~ ,'... ¿ . ~ . _ ¡, ; •.• •_ '.. •
mente al cristal. ~"
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d~'.las a\~~~
.Con.stá:el cerebelo de una corteza gris delgada y de,un.
'qu~ ~u~inistra"bminiILis
núcleo blanco transversales irradiadas hacia
ad<01elja:nte'., arJriba~ yJ..aJtr-aÓs:.....La<fo¡ii....mjla",~y'~·.d",is~pos,,i1'ció¡n,l". d, ~e .estas lamin"illas'"r"e:..'"
• . ..." ~• " ., c;• •," .• .-.l.. ,• • •. :- •• : , ,,. ~
cuerdan las del lóbulo medio á eminencias vermiformes de los mamí-
p:u~li6~d05e c~~sidefa~':~~~~~'homólogo'(l~
feros, es'tas el,cerebelo de"
las aves. .. : .. " , ."':,":',' .': " :" "",', "',
Los cortes más instructivos 'del cerebelo son los aurero posteriores
perpendiculares a las laminillas, las cuales aparecen en la superficie de
sección constituyendo un verdadero drbol de la vida. Por lo demds, la
disposición'de.las capas-gris y-blanca dé cada lámina, asícomolaforma
y conexiones desus elementos.-recuerdan perfectamente elcerebelode
los mamíferosy'lasdescripcio'ne~'.que de las células de este han hecho
.~ '. j/>., ...;.~.. _J r..':'-';. :..:.... ::., _~'._.< "'~" .,' ,;, ;.' ~.
4 REVISTA TRIMESTRAL DE
Golgi (1) YFusari (2). Solamente que en las aves (gallina, pato, palo
ma, etc.), ciertos elementos aparecen másclaramente,y algunasdisposi
ciones que sería difilicísimo apreciar en el hombre se exageran y modi
fican de un modo notable.
En cada lámina cerebelosa admitimos: 1.0 una capa superficial ó '
molecular; 2..0 una zona subyacente granulosa, y 3.0 un eje ó capa-de
sustancia blanca.
. .
a-Capa superficial 6 molecular. Es la más espesadelastres
y de aspecto finamente granuloso á bajos aumentos. Su grosor es en la'
paloma de 0,45 á 0,50 de milím. En ella el proceder de Golgi revela
tres clases de corpúsculos: Ias grandes células de Purkinje, las pequeñas
células estrelladas y los corpúsculos neuróglicos en horquilla.
l.o Células dePurklnje. Yacen en la unión de la capa molecular
con lazona granulosa. Su tamaño oscila en la paloma entre 18 á 20
milésimas de anchura por 32 á 36de longitud. Su forma es deperacon
el extremo grueso mirando abajo, y presentan dos prolongaciones: un
cilindro eje ó expansión inferior, y el tallo protoplasmático ó expansión
superficial. El eilinder ó prolongación nerviosa (fig. 1. B) comienza por
ligero abultamiento conoideo, atraviesa la zonagranulosa de unamane
ra oblicua y se continúa sin disminuir de espesor, antes bien engrue
sándose, con una fibra de la sustancia blanca. A una.distancia variable
.de su origen, emite dos más expansiones de curso frecuentemente
ó
retrógrado, las cuales, despues de tornarse varicosas y de ramificarse
varias veces, terminan libremente (aparentemente al menos debajo de
losfleeosdescendentes (véase más adelante). La prolongación superficial
es gruesa, siempre única (á diferenciade la de los mamíferos que suele
ser múltiple) y, á una distancia variable desuorigen,sedivide en dos
ó
más ramas á su vez descompuestas en otras más delgadas, que después
de un trayecto ascendente y flexuoso rematan, ora por ligeroensancha
miento, ora sin el,'en· la misma superficie cerebelosa. Muchas fibras
llegadas á esta'superficie se doblan, terminando más abajo y constitu
yendo arquitos de terminación. Distínguense estas fibras de las que
ofrecen las células de Purkinje de los mamíferos, por ser más gruesas y
menos .numerosas y carecer de ramificaciones transversales Ósecun
darias. Además, la superficie de aquellas aparece erizada de puntas ó
espinas cortas'que en las últimas están representadas por ligeras aspe
rezas (3).
(r) Sul1afinaanatomiadegliorganieentrali del sistema nervoso. Milano, r885.
(2) Sul1'origine del1e fibrenervosenello strato moleculare del1ecirconvoluzio
ni cerebel1aridell' uomo. Attidella 7{. .Acc;delleScien. Torino, Vol. XIX.
(3) Al principio creiamos que estas eminencias eran resultado de unaprecipita-
HISTOLOGÍA NORlIlAL y PATOLÓGICA. 5
\
2 Célulasestrelladas. Son pequeñas; globulosas, irregulares, yacen
á diversas alturas en e! espesor de lacapa molecular y suministran nu
merosas prolongaciones protoplasmáticas. Pero lo que especialmente
caracteriza á estas células; es la disposición singularísimade su filamen
to nervioso. Nace del cuerpo celular, pero muy i menudo también dé
cualquiera expansión protoplasmdticagruesá, y se coloca enseguidaho
rizontalmente marchando durante largo trecho por la sustancia mole
cular, y suministrando numerosas ramificaciones, unas ascendentes y
otras descendentes. Las ascendentes son finas, ydespués de variasrami
ficaciones, se terminan 'en la capa molecular de un modo desconucido,
quizás por extremidades libres, pues jamas hemos podido hallar anasto
mosis entre estas fibrillas y las ramas del cilinder de las células mas
superiores. Las ramitas descendentes proceden casi siempre de! vértice
de ciertos ángulos que presenta el trayecto de las prolongacioncs ner
viosas (íig. I,B), bajan engrosando visiblemente y, ramificándose en
angulas agudos, terminan formando penachos de fibras cortas y vari
cosas que envuelven-por completo los cuerpos de las células de Purkin
[e, Estos flecos forman, por su abundanciayapretamiento, una verdade
ra capa en la'zona de transición de la zona molecular con la granulosa.
Las fibras quelos forman no se anastomosan entre síy, alparecer,rema
tan libremente hacia abajo,después de engrosarse fuertemente y tornar-
se varicosas (fig. I C). . .
Jamas,en numerosísimaspreparaciones, hemos podidosorprender la
prolongación de una de estas fibras varicosas de los flecos por la zona
granulosa subyacente. En cuanto á la terminación del cilinder, parece '
tener lugar por un fleco descendente algo más robusto que los otros,
pero sin que ofrezca ninguna nueva particularidad. Esta singular manera
de terminar e!ciiindery estas mismas disposiciones en flecos ó borlas
descendentes, son apreciables en el hombre, sólo que en éste los flecos
contienen pocas fibras (dos ó tres algo gruesas y desiguales), y los
arcos formados por el cllinder en su trayecto horizontal,sonmuchomás
suaves ó faltan por completo. Así que no nosextraña que Golgi no ha
ya mencionado estas disposiciones,~~~es nosotrcsmismos hemos apren
dido á verlas en los mamíferos sólo después de descubiertas enlasaves.
.Añadamos aun para ser completos una disposición muy frecuente'del
cilinder, Inmediatamente después de su origen, traza en torno de 1:1
célula un círculo completo y horizontal; otras veces es un semicírculo,
marchando luego la fibra en opuesta dirección; en fin, en alguna oca-
ción tumultuosa de laplata;pero la.constancia de su existencia y supresencia, hasta
enlas preparacionesen quela reacción aparece congrandelicadezaen losdemásele
mentos, nosinclina á estimarlas como disposición normal.
~ .~ . ,-' 1 ., ",:_r.
6 ItBVISTA TRIMESTRAL'DE ,"'.,
sióne'stos dr¿~lo~ 6are'os másÓ meri'os '~xtéhso~''¿ói1 t'ra.;ados P9r el
cili1t3d.~r cCeérlcualadselz.seuurió:egrlim.c.~a,ins.~cSioánn (pfeigqu.:'e~2.ñ,~;"a6s~ )i.71-e:1mi."tre:/n;''u.¡.n',,o:,-.oó~..,Id,'·or-~Ós:<.f'"i'.la;":m'•.c~n-
tos que,'desde el'iímitede la'zona, molecular donde"a:qu'ellásresiden,
se extienden en trayecto flex~oso hasta'la~¿uperficie. cerebélos'á:";COrÍlO
'p'or
'seve 'estos elementos sonc:is(idénticos'a',1os,figurados Gólgi;en"el ,
J 'Ay. ,;
cerebelo'de los mámiferos'(fig. 2 L';;;"1,', ':\' " ';' • ¡~
b Capa granulosa. CO;ltiene tres"clases 'de células: c¿lulas
globulosas pequeñísimas, célulasestrelladasgrtlesas,y célula;'1leuróglicas.
, ' ;~Los,granos ódlulasenanasde estacapasonnumerosísimosy tan
pequeñas que no 'pasan en la gallina de 6 a8 ~" Se''tiñen' dirícilm~~'te
por el procederdeGolgiordinario (primer métod~)'-¡:iero se~cóloran eón
bastante frecuencia'utilizando ~ll1létodo segunde/de éste autor (rÍ1a'ce
~ezcla ía~gbirí~pregnad6n ~r
ración primero e:tl' óS1111co-bicráinica y
génticl).El cuerpode'estascélulases ¿sféi'i~o ~ Ó~al}t:ara:vez~hiáügulár,
&lg~das':
y de élparten tres ó cuatro expansiones pt:otoplhsb-ia& as que
.terl11in~n .1. c'orta distan~'ia por una arbOt:izaciári pequ'efIísi;~~,a'};' varicosa
"que recuerda perfectamentela ramificác'ián del ~iliilder ~nunaplaca mo
,triz impregnada por cloro. Golgi ha visto sin duda en eí hombre esta
arborización, pero la ha tomado por un grumo de materiagranulosa lo
.;:
que no es de extrañar, pues en los mamíferos esta arborización es deli-
,cadísima y con frecuencia se muestra discontinua. Además de estas sin-
~.• .:.¡ ~. \ .. ''.
'. gI;lEues'expansiones,se ve una fibra delgadísima que presenta el aspecto
"~o d~ ~h cili~dro ~a
eje. Esta fibra nace con frecuencia de la raíz de una
~;'¡~9~'¡t~·~,~~~~:o'pl~.sbl,1tica, ~urso y
y después de,un flexuoso ascendente,ter
,~{!Uil}.~, ~e:ces, J
á, dicotomizdndose debajo de las células de Purkinje. a-
'más hemos visto penetrar tales fibras en la zona molecular ni 'doblarse
hacia.abajo como en busca de lasustancia blanca, por lo cual nos incli
namosá pensar que, de tener estas prolongaciones conexión'con alg ún
elemento, 'éstos deben ser los de Purkinje, quizás por i;ltennediode las
ramitas laterales de sus prolongaciones nerviosas. Pero esto no pasade
ser sino una mera conjetura.
b Las células estelaresgrandes yacen algunas en la misma hilera
de las células de Purkinje, y por consiguiente se las podría considerar
también corno elementos de la capa molecular, y otras á distintas al-,
turasen' el espesor de la capa granulosa;lashay quetocan materialmen
te la sustancia blanca. Como Golgi ha hecho notar, estas células se ca
racterizan por laelegancia delaarborizacióndelaprolongación nerviosa.
Las fig. 1 Y2 muestran dos de estas célulasy sus cilindros ejes. Se ve
cada,uno de éstos ramificarse en dngulo casi recto y originando un nú
meró'casi infinito de filamentos tenuísimos'que llenan materialmente la
zona granulosa y cuyo curso es ondeado para acomodarse'sin duda a la
"
HISTOLOGÍA NORMAL Y PATOLÓGICA. 7
superficie de los corpúsculos enanos. En.esta arborización,laindividua
lidad del cilinder se pierde y quedan dos ó-tres ramitas algo volumino
sás que, llegando álasustanciablanca,sediseminanentresusfibras, sien
do probable que continúen con los más finostubosconductores. Lasra
mitas laterales terminan al parecer libremente por una fibra arqueada y
\ .,punteada, y con más frecuencia por una arborización varicosaen herra
dura. Con todo,¡es imposible afirmar positivamente que estas arboriza
ciones granulosas son la terminación de dichas ramitas; pudiera suceder
\
que continuaran más allá y el método analítico 'empleado fuera impo-
tente para diseñarlas en su nuevo curso.
l I .
3 Las células'deneuroglia se dividen en dos especies:' estelares y
\ arboriformes. Las estelares yacen dentro'de la capa granulosa, casisiem
pre insertas por un pedículo grueso ála superficie de loscapilares, álos
cuales siguen formándoles un revestimiento discontinuo: Sus prolonga
-ciones son granugientas, muy-flexuosas y ramificadas, acomodándoseá
lascurvas deloscorpúsculos enanos(fig.izB). Las arboriformes (fig.2C)
'habita~ en parte en la sustancia blanca y en parte en la gris, ó también
en el limite que separa estas dos zonas. Ofrecen'una parte ancha defor
ma irregular cuyas expansiones penetran entre lasfibras conductrices,y
.una parte estrecha prolongada en tallo arbóreo que cruza, dandorami
tas cortas.y delgadas, casi perpendicularmente la capa granulosa.
c~Capa de sustancia blanca. La construyen fibras con
ductrices apretadas de vario espesor que en ciertos puntos penetran en
la zona granulosa esparciéndose hasta la zona molecula~. Las fibras que
abandonan la sustancia blanc; y recorren la zona granulosa son de
4especies: 1.0prolongacionesnerviosas delascélulas dePurkinje;2.0fibri
Has nudosas ramificadas; 3.0 filamentos varicosos perpendiculares, y
4.0 filamentos axiles continuos con el cilinder de.las grandes células es
trelladas.
l.o Fibrasdelascélulas dePurkinje. Son gruesas, de curso ligera
mente flexuoso y ordinariamente oblicuo con relación al plano de la
sustancia blanca, de contornos puros, las cuales) una vez llegadas á la
parte superior de la. zona granulosa, se continúan con el filamento de
Deiters de las células de Purkinje (fig. 1 B).
2.0 Fibrasnudosas. Son las más recias de todas las que marchan
'por la capa granulosa y se caracterizan por presentar, de trecho en tre
cho, unos abultamientos.nudosos que se diría están constituidospor un
acúmulo irregular de plata precipitada. Examinadas dichas nudosidades
(fig. 2 P), en los cortes más finamente impregnados, se echa de ver
que son verdaderas arborizaciones, cortas y varicosas, que guarnecen
ciertos parajes de las fibras á la manera de un musgo ó maleza de re
vestimiento. En muchos sitios, esta arborización granulosa está sosteni-
8 ,REVISTA TRIMESTRAL DE
da por un tallo corto y delgado que tieneelaspecto deunafiar (fig.2 F).
Las fibras nudosas se ramifican repetidamente en ángulos muy abiertos,.
,abarcando la arborización una gran extensión de.la zona granulosa.
Frecuentemente, el tallo principal de donde emergen las ramitas secun
darias corre casi paralelamente á la zona granulosa durante un trecho
considerable. En cuanto á lasramas hijas (cuyo número puede pasar de
#
15 20), son mucho más delgadas que el tronco, ofrecen tambiénen
ó
(
su trayecto arborizaciones musgosas, y después de algunas dicotomías, '
I
'seadelantan hasta la zona de los flecos ó borlas descendentes donde, ó
I
terminan realmente, cesa la impregnación de un modo constante,
ó /
pues nunca hemos logrado seguirlas hasta el estrato molecular. Consi )
deramos .como cosa probable la unión de tales fibras conlos extremos
de las borlas; ó que 'de no existir continuidad haya estrecha contigui
dad entre aquéllas y estas; pues lo cierto es que las fibras nudosas son
las más abundantes de la zona granulosa y lasúnicasque por suextraor
dinario número guardan alguna relación con la .notable cantidad de
fibras descendentes emanadas del cilinder 'de las células estrelladas de
la zona molecular.
3. Fibrillasvaricosasverticales.Sonfibrasfinísimas,varicosas,diri
o
gida.sdesde la sustancia blanca hasta la capa molecular,dondeterminan
á diversas alturas. Durante'su trayecto por la zona granulosa son casi
rectilíneas y no se ramifican, pero llegadas á la zona molecular por
cima de las células piriformes, parecen engruesarse y se dividen en dos
más ramas que marchan horizontalmente, terminando de un modo
ó
que no hemos podido descubrir (fig. 2 G). Casi todas estas fibras ofre
cen á su paso por 1<1 zona granulosa y'en un punto próximo á las celu'
las de Purkinje un engrosamiento elipsóide que parece una varicosidad
algo más gruesa. '
4.° Lasfibrlllasdelascélulasestrelladas son muy finas y se pierden
entre las fibras de la sustancia blanca sin que sea posible seguirlas sino
durantebrevísimo espacio.
5.° Célulasneuróglicas.Loselementos de esta naturalezacontenidos
en la sustancia conductriz son recios, de fibras prolongadas y lisas, y en
un todo semejantes á los de la sustanci. blanca del cerebelo de los ma
míferos(fig. 2).
Por último, en la sustancia blanca del punto de convergencia gene
ral de las laminillas existen células gruesas (de 34 á 40 ¡.t) provistas
de espesas expansiones protoplasmáticas que dan al cuerpo celular for
ma estrellada ó triangular. Estos elementos poseen una prolongación
nerviosa que parece conservar su individualidad y corre á juntarse con
las fibras pedunculares.
HISNOLOGÍA NORMAL Y PATOLÓGICA. 9
Conexiones de los elementos cer-ebelosos. He aquí una
cuestión árdua para cuya solución no poseeinos sino escasos datos'y
sobremanera incompletos. El proceder de'Golgi, tan excelente para
impregnar las expansiones protoplasmáticas de las celulas nerviosas; es
sumamente inconstante con relación á la coloración de las prolongacio
nervi~sas,
nes sucediendo casi siempre, que sólo aparecen estas teñidas
en una corta extensión. El juicio acerca del curso y conexiones de la
fibra no puede hacerse sinó estudiando comparativamente un gran nú-
mero de buenas preparaciones. .
El primer.resultado que hemos recogido en las preparacíones del
cerebelo de las aves es el de que en estos seres, lo mismo que en los
mamíferos, las células nerviosas no se anastomosan directamente, es
decir, por sus expansiones protoplasmáticas. Este fenómeno, que tanto
contraríanuestras hipótesis fisiológicas yanatómicas, sobre las conexio
nes de los centros nerviosos, no se ha escapadoáGolgi, que en alguna
manera procura explicarlo,' estableciendo en elseno de la sustancia gris
delos centros, una red de expansiones axiles·(las ramitas de las prolon
gaciones de Deiters) que denomina reddifusa, y por lacualpodrían en
lazarse·las células de un modo indirecto. Nosotros hemos hecho proli
jas investigaciones sobrelamarcha y conexiones de las fibras nerviosas,
de las circunvoluciones cerebrales ycerebelosas del hombre, mono, pe
rro, etc., y no hemos logrado nunca ver una anastomosis entre ramifi
caciones de dos prolongaciones nerviosas distintas,nitampoco entre los
filamentos emanados de una misma expansión de Deiters; las fibras se
entrelazan por modo complicadisimo, engendrando un plexo intrincado
y tupido, pero jamás una red. Las observaciones que acabamos de ex
poner sobre la estructura del cerebelo de las aves apoyan también esta
manera de ver: nada de relaciones entre los corpúsculos enanos y los
y
estrellados limítrofes; jamás anastomosis entre las células de Purkinje
las estrelladas pequeñas; diríase que cada elemento es un cantónfisioló
gico absolutamente autónomo. No es esto negar las anastomosis indi
rectas (por ramos de losfilamentos de Deiters), sino asegurar simple
mente que}pues nunca se las ve, hay que suspender sobre este punto
nuestro juicio, ó inclinarse á que no las hay, abandonando nuestrospre-
juicios anatómicos. .
Un problema no menos difícil e íntimamente enlazado con la ante
rior cuestión, es la averiguación de las conexiones qu~, las prolonga
ciones de Deiters que pierden su individualidad, tienen con lasfibrasde
la sustancia blanca. Sabido es que en el cerebelo existen células de ca
tegoría motriz (las de Purkinje) cuyo cilinder conserva su 'personalidad
hasta la sustancia blanca; ycélulas donde ésta no se conserva (células
estrelladas pequeñas) células estrelladasgrandes y corpúsculos enanos),
10 REVISTA TRIMESTRAL DE .
las que, aceptando la hipótesis de Golgi,,pueden estimarse como sen
sitivas. Mas, ¿por dónde los flecos descendentes se continúan con las
fibras de la sustancia blanca? y ¿cuál de las infinitas,fibras en que se
reparte el cilinder de:las grandes células 'estrelladas, se continua con
'una fibra nerviosa?Esto es lo que no hemos podido determinar. Es in
dudable que muchas de las fibras'de los flecos descendentes, varicosas
y ramificadas, son arborizaciones terminales, pues se presentan cons
tantemente del mismo modo y con ese aspecto de esferulas discontí
nuas propio de las terminaciones nerviosas; y, es positivo también, que
casi todas las expansiones varicosas y arciformes que presentan los fila
mentos laterales de la prolongación nerviosa de las grandes células es
trelladas, muestran una arborización terminal.(análoga álaque ofrecen
los pies delas células bipolares de la retina) más alla de la que jamás el
proceder de'Golgi revela ulterior continuación. Aquí, una de dos hipó
tesis: ó el proceder de Golgi es insuficiente para demostrar las puentes
d'e unión de estas fibras con las de la sustancia blanca; ó la conexión
entreéstas y los cilindros ejes puede ser mediata y verificarse la trasmi
sión de la acción nerviosa como las corrientes eléctricas de los hilos
inductores sobre los inducidos.
(Secontinuará).
EXPLICA:::IÓN DE LAS FIG. 1 Y2• .
Fig. l.- Corte verticaldeuna circunvolución cerebelosadela gallina.- Impreg
nación'por el método de Golgi. De lastresllaves, A,representala zona molecular,
B,designa la capagranulosa y C, lasustanciablanca.
- A. Cuerpo de unacélula de Purkinje.- B prolongación de Deiters de esta
célula....:..D, célula estrelladapequeña- L,prolongación nerviosade estoselementos.
-C,flecodescendenteenqueterminan las'ramitas emanadas deloscilindros ejes,
S, hueco que dejan los.flecosdescendentesparaalojar elcuerpo delas célulasdePur
kinje.- H,corpúsculo enano de la capa granulosa con un cilindroeje L dirigido '
háciaarriba. F, célulaestrelladagrandedela capa granulosa; y G su prolongación
nerviosa sumamenteramificada.
Fig. 2-Cortede una circunvolución delcerebelo de la paloma.c-dmpreguación .
,argentica por elmétodo deGolgi.- (Para mayorclaridad sehaprescindido en esta
figura de lascélulasdePurkinjeydealgunascélulasestrelladas,asícomo desuscilin
dros ejes).-Lastres llaves representan las mismascapas queen la figura anterior.
- A, células neuróglicasdela capa molecular.-B, corpúsculos neuróglicos de
lazonagranulosa.-C,célulaneuróglica arboriforme.- D, célula estrellada grande
con sucilindro eje E, abundantísimamente ramificado. Se vequemuchasdelasra
mitas deéste terminan por arborizaciones varicosas. - E,.fibras nudosas con una
ramitaarborescente F.-G, fibrasverticalesvaricosas.- P, elementos estrellados de
la cap~ molec~lar.-O, un cilindro eje perteneciente á la célula P.