Table Of ContentObras completas de
SAN AGUSTÍN
XXX
eos (l.°)
Escritos a
Las dos almas. Actas del debate con
Fortunato. Réplica a Adimanto. Réplica a
la carta llamada «del Fundamento». Actas
del debate con Félix. Respuesta a
Secundino
BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS
BIBLIOTECA
OBRAS COMPLETAS
DE
AUTORES CRISTIANOS
DE SAN AGUSTÍN
Declarada de interés nacional
_ 487
ESTA COLECCIÓN SE PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA EDICIÓN BILINGÜE
DIRECCIÓN DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
Promovida por la Federación
LA COMISIÓN DE DICHA PONTIFICIA UNI
VERSIDAD ENCARGADA DE LA INMEDIATA Agustiniana Española (F.A.E.)
RELACIÓN CON LA BAC ESTÁ INTEGRADA
EN EL AÑO 1986 POR LOS SEÑORES
SIGUIENTES:
COMISIÓN RESPONSABLE
PRESIDENTE:
Emmo. y Rvclmo. Sr. D. ÁNGEL SUQUÍA GOICOECHEA, MIGUEL FUERTES LANERO
Cardenal Arzobispo de Madrid-Alcalá y Gran Canciller
. MARÍA TERESA INIESTA
de la Universidad Pontificia.
PÍO DE LUIS
VICEPRESIDENTE: limo. Sr, Dr. JUAN LUIS ACEBAL MOISÉS M.a CAMPELO
LUJAN, Rector Magnífico. TEODORO C MADRID
VOCALES: Dr. ALFONSO ORTEGA CARMONA, Vicerrector JOSÉ OROZ RETA
Académico; Dr. GABRIEL PÉREZ RODRÍGUEZ, Decano
de la Facultad de Teología; Dr. JUAN SÁNCHEZ Y SÁN
CHEZ, Decano de la Facultad de Derecho Canónico;
Dr. MANUEL CAPELO MARTÍNEZ, Decano de la Facultad
de Ciencias Políticas -y Sociología; Dr. ANTONIO PINTOR
RAMOS, Decano de la Facultad de Filosofía; Dr. JOSÉ
OROZ RETA, Decano de la Facultad de Filología Bíblica
Trilingüe; Dr. JUAN ANTONIO CABEZAS SANDOVAL, Deca
no de la Facultad de Pedagogía; Dra. M.a FRANCISCA
MARTÍN TABERNERO, Decana de la Facultad de Psicología;
Dr. JOSÉ SÁNCHEZ VAQUERO, Secretario General de la
Universidad Pontificia.
SECRETARIO: Director del Departamento de Publicaciones
LÁ EDITORIAL CATÓLICA, S. A. — APARTADO 466
MADRID • MCMLXXXVI
ORDEN SISTEMÁTICO
OBRAS COMPLETAS
DE LA PRESENTE EDICIÓN
DE
SAN AGUSTÍN
CARTAS: T. VIII, Xla, Xlb.
CONFESIONES: T. II.
XXX
ESCRITOS APOLOGÉTICOS: T. IV, V, XVI, XVII.
ESCRITOS BÍBLICOS: T. XV, XVIII, XXVII, XXVIII,
Escritos antimaniqueos (i"J
XXIX.
ESCRITOS FILOSÓFICOS: T. I, III.
Las dos almas.—Actas del debate con Fortu
ESCRITOS HOMILÉTICOS: T. VII, X, XIII, XIV, XIX, nato.—Réplica a Adimanto.—Réplica a la carta
XX, XXI, XXII, XXIII, XXIV, XXV, XXVI. llamada «del Fundamento».—Actas del debate
con Félix.—Respuesta a Secundino.
ESCRITOS MORALES: T. XII.
ESCRITOS ANTIMANIQUEOS: T. XXX, XXXI. INTRODUCCIONES, TRADUCCIÓN, NOTAS E ÍNDICES DE
ESCRITOS ANTIDONATISTAS: T. XXXII, XXXIII,
PIÓ DE LUIS
XXXIV.
ESCRITOS ANTIPELAGIANOS : T. VI, IX, XXXV, XXXVI,
XXXVII.
ESCRITOS ANTIARRIANOS Y OTROS : T. XXXVIII, XXXIX,
XL.
ESCRITOS ATRIBUIDOS: T. XLI.
BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS
MADRID • MCMLXXXVI
El texto latino del presente volumen está tomado del Cor
pus Scriptorum Ecdesiasticorum Latinorum (CSEL 25/1-2), ÍNDICE GENERAL
revisado por MIGUEL FUERTES LANERO.
Págs.
INTRODUCCIÓN GENERAL: San Agustín y el maniqueísmo 3
I. Agustín en el umbral del maniqueísmo 3
II. Agustín dentro del maniqueísmo 19
1. La época del entusiasmo 19
2. La época del desengaño 75
III. Agustín abandona el maniqueísmo 83
IV. Crítica agustiniana del maniqueísmo 85
1. El hecho y las motivaciones 85
2. Crítica general 91
3. Crítica específica .' 100
V. Pervivencia del maniqueísmo en Agustín 158
BIBLIOGRAFÍA 164
- LAS DOS ALMAS
Introducción 171
Tomado de las Revisiones I 14 (15) 175
Todas las almas tienen su origen en Dios 184
El alma procede de Dios con más razón que la luz solar 185
El alma mala de los maniqueos es mejor que la luz 187
El alma de una mosca, superior a la luz sensible 189
Hasta las almas malas son mejores que esta luz 190
Los mismos vicios son superiores a esta luz sensible 191
Cómo el pecador procede y no procede de Dios 197
Los maniqueos y el origen del mal 200
Datos autobiográficos 202
No hay pecado sin voluntad 203
Definición del pecado 208
Conclusiones de la definición de pecado 209
La deliberación no prueba la existencia de dos almas 214
La utilidad del arrepentimiento muestra que las almas no son
malas por naturaleza 218
Oración por sus amigos, antiguos compañeros en el error 221
Con licencia del Arzobispado de Madrid-Alcalá (19-XI-1986)
© Biblioteca de Autores Cristianos, de La Editorial Católica, S. A.
ACTAS DEL DEBATE CON FORTUNATO
Madrid 1986. Mateo Inurria, 15
Depósito legal: M. 43.341-1986 Introducción 225
ISBN: 84-220-1276-6 Tomado de las Revisiones (I 15) 231
Impreso en España. Printed in Spain
VIII índice general
índice general IX
Pógs.
REPLICA A ADIMANTO Págs.
Introducción 273 Prov 6,6-8 y Mt 6,34 no se oponen 364
Tomado de las Revisiones I 21 (22) 278 Os 9,14 y Mt 22,30 no se oponen 365
Gen 1,1-5 y Jn 1,10 no se oponen 282 Am 3,3-6 y Mt 7,17 no se oponen 367
Gen 2,2 y Jn 5,17 no se oponen 284 Is 45,7 y Mt 5,9 no se oponen 369
I 6,1-2 y Tim 1,17 no se oponen '. 370
Gen 2,18-24 y Mt 19,29 no se oponen 286
Tres clases de visiones 372
El Evangelio no se contradice 287
San Pablo confirma el Antiguo Testamento 289
Coincidencia entre Isaías y San Mateo 290
REPLICA A LA CARTA LLAMADA
Gen 4,10-12 y Mt 6,34 no se oponen 291 «DEL FUNDAMENTO»
Gen 1,26 y Jn 8,44 no se oponen 295
Ex 20,12 y Le 9,59-60 no se oponen 297 Introducción 379
Cuándo castiga Dios a los hijos de padres pecadores 298 Tomado de las Revisiones II 28 (2) 384
Ambos Testamentos proclaman la bondad y severidad de Dios ... 299 Hay que buscar la curación, no la perdición de los hombres 385
Nada puede afirmarse dignamente de Dios 300 Los maniqueos han de ser tratados con dulzura 386
Acuerdo de ambos Testamentos en la paciencia y misericordia Agustín, maniqueo en otro tiempo 387
de Dios 301 Qué le sujeta a la Iglesia católica 388
Ex 21,24 y Mt 5,38-40 no se oponen 301 Contra el título de la carta de Manes 390
Gen 3 y Jn 1,18 no se oponen 303 Por qué Manes se designa «apóstol de Cristo» 393
Ex 25,2-8 y Mt 5,34-35 no se oponen 306 Los maniqueos creyeron que Manes era el Espíritu Santo 394
Ex 20,5 y Jn 17,25 no se oponen 307 La fiesta de la muerte de Manes 396
Dt 12,23 y Mt 10,28 no se oponen 311 Cuándo fue enviado el Espíritu Santo 398-
Incongruencias de los maniqueos 312 Doble donación del Espíritu Santo 400
El cuerpo celeste 314 Primeras declaraciones de la carta 401
Carne y cuerpo 317 Manes dice cosas no sólo inciertas, sino también increíbles 403
Dt 4,23-24 y Me 10,17-18 no se oponen 319 Las dos sustancias contrarias 405
«Encarnación» en la palabra humana 320 Manes impone la fe 406
Dios, fuego devorador: ¿por qué? 321 Manes no dice sólo cosas inciertas, sino falsas 408
Si se leyese el Nuevo Testamento como los maniqueos leen el El alma, aunque inmutable, no se extiende espacialmente 410
Antiguo 322 Capacidad de la memoria 412
Dt 12,15-16 y Le 21,34 no se oponen 324 El alma juzga de la verdad de las cosas y de sí misma 413
Motivos para la abstinencia cristiana 325 Si el alma no se extiende en el espacio, menos Dios 414
Lev 11 y Me 7,15 no se oponen 330 Fantasías sobre la doble tierra 415
Interpretación acomodaticia de Adimanto 332 La tierra de la luz sería corpórea 416
Aunque Agustín no fuera capaz 335 Figuración plástica 418
Dt 5,12-15 y Mt 23,15 no se oponen 336 El antropomorfismo, más tolerable que el maniqueísmo 419
Significado de la circuncisión 339 El número de naturalezas en la imaginación de Manes 422
Ex 23,22-24 y Mt 5,44 no se oponen 342 Dios creó de la nada 424
Venganza con amor 346
Tres hipótesis sobre la forma de contacto 426
La venganza de los apóstoles carecía de odio 348
Belleza y sustancia 428
El ejemplo de David 351
Manes pone cinco naturalezas en la tierra de las tinieblas 430
Dt 28,1-6 y Mt 16,24-26 no se oponen 352
Refutación de tales fantasías 432
Prov 6,11 y Mt 5,3 no se oponen 355
Bienes presentes en las naturalezas malas 433
Lev 26,3-10 y Mt 10,9-10 no se oponen 357
Bienes en las naturalezas malas 435
Dt 21,23 y Mt 16,24 no se oponen 360
Origen délas fantasías de Manes 437
Núm 15,35 y Mt 12,10-13 no se oponen 362
Toda naturaleza en cuanto tal es buena 440
Sal 127,2-4 y Mt 19,12 no se oponen 363
No hay naturalezas sin algún bien 442
El mal y la corrupción 445
índice general xi
x índice generé
Págs.
Págs.
Origen de la capacidad de corrupción 597
Origen del mal, es decir, de la corrupción 447 El Dios maniqueo, sujeto a corrupción 601
Sólo Dios es sumamente bueno 448 Contra el sello del vientre 605
La naturaleza proviene de Dios; la corrupción, de la nada 451 Contra el sello de la boca y del vientre 606
En qué sentido vienen los males de Dios 452 Valor profético de las palabras de Abrahán 608
La corrupción tiende al no ser 453 El demonio católico y el maniqueo 610
La corrupción procede de nosotros con el permiso de Dios 455 Manes, veraz; Cristo, mentiroso 611
Exhortación a buscar el sumo bien 456 El falso argumento del reducido número 614
Conclusión 457
ÍNDICE DE CITAS BÍBLICAS 618
ÍNDICE DE MATERIAS 622
ACTAS DEL DEBATE CON FÉLIX
Introducción 461
Tomado de las Revisiones II 34 (8) 467
Libro primero 468
Libro segundo 503
RESPUESTA A SECUNDINO
Introducción 543
Tomado de las Revisiones II 36 (10) 549
Carta del maniqueo Secundino a San Agustín 550
Defensa contra el mal 550
Pecado y arrepentimiento 551
Invitación a Agustín a que se convierta 553
El salvador espiritual 556
Nueva llamada a la conversión 558
Dejar espacio al misterio 559
Halagos finales 561
Respuesta a Secundino 562
Agustín abandonó el maniqueísmo por temor de Dios y ansia
de su honor 563
Jesucristo, Rey de las luces 566
Dios hizo las cosas de la nada, pero buenas 568
Jesucristo, unigénito y primogénito 569
Las emanaciones, salidas y ocasos se dan sólo en la criatura
mutable 572
La criatura no es prole de Dios, pero tampoco ajena a El 574
La criatura es mutable; Dios, inmutable 575
Encarnación e inmutabilidad de la palabra de Dios 578
Contra quién combate el justo 579
Tender hacia la nada 584
Pecado y consentimiento voluntario 585
Si el mal es una sustancia, ¿qué es el consentimiento al mal? 586
Si el consentimiento es una sustancia, habrá tres naturalezas ... 588
El mal, no sustancial, en una sustancia buena 590
Amar una cosa buena con un amor no bueno 592
Amar mal una cosa buena 594
Sugestión y consentimiento al pecado 596
OBRAS COMPLETAS DE SAN AGUSTÍN
XXX
ESCRITOS ANTIMANIQUEOS (!.")
INTRODUCCIÓN GENERAL
SAN AGUSTÍN Y EL MANIQUEÍSMO *
I. AGUSTÍN EN EL UMBRAL
DEL MANIQUEÍSMO
A sus diecinueve años, en un momento no mejor precisa-
ble, Agustín abraza el maniqueísmo. El hecho no fue pura
casualidad. Detrás de él queda la lectura del Hortensio de Ci
cerón con la nueva situación interior que originó en el joven;
queda también la decepción que le originó el contacto con la
Biblia; queda, sobre todo, la hábil y profusa propaganda ma-
niquea, que Agustín debió asumir como la respuesta a los anhe
los que en su interior había despertado la lectura de la obra
ciceroniana; propaganda que a su vez, muy probablemente,
había sido en parte la causante tanto de los efectos positivos
que originó en él la lectura de la mencionada obra, como de
la decepción que siguió a su encuentro con la Biblia.
Esta propaganda no era resultado de acciones de particula
res, sino más bien un capítulo importante de la vida de la secta
maniquea, de todo maniqueo incluso'. Sea que resultase de
* Las abreviaturas utilizadas en este volumen corresponden a las siguientes obras:
Coslum — has costumbres de la Iglesia católica y las de los maniqueos (Be moribus
Ecclesiae catholicae et de moribus manichaeorum); Libre alb — El libre albedrío (De
libero arbitrio); Genes = Comentario al Génesis en réplica a los maniqueos (De Ge-
nesi contra manichaeos); Útil — La utilidad de la je (De utilitate credendi); Alma = Las
dos almas (De duabus animabus); Fortun — Actas del debate con Fortunato (Contra
Fortunatum disputatio); Adiman = Réplica a Adimanto (Contra Adimantum); Fund =
Réplica a la carta llamada «del Fundamento» (Contra epistulam quam uocant «fun-
damenti»); Conf — Confesiones (Conjessionum I.X11I); Faust = Réplica a Fausto el
maniqueo (Contra Faustum manichaeum) ; Félix = Actas del debate con Félix (Contra
Felicem); Naturaleza = La naturaleza del bien (De natura boni); Secund = Carta del
maniqueo Secundino a Agustín (Secundini manichaei ad S. Augustinum Epistula);
Contra Secund = Respuesta a Secundino (Contra Secundinum); Herejías — Las herejías,
dedicado a Quodvuldeo (De heresibus ad Quoduultdeum); Revisiones ~ Las Revisiones
(Retractationum l.II: edic. CSEL 36).
1 Manes fue personalmente un gran misionero durante gran parte de su vida y en
vió a otros discípulos suyos a esa misma tarea. (Véase H. C. PUECH, Le manichéisme.
Son fondateur. Sa doctrine [Paris 1949] p.44ss.63ss.) La fidelidad a la vida y al man
dato del maestro imponía a los maniqueos la obligación estricta de continuar su obra
misionera. Así lo indica un tratado maniqueo descubierto en Tun Huang (Un traite
manichéen retrouvé en Chine, traduit et annoté par E. Chavannes et P. Pelliot, en
Journal Asiatique [1911] 499-617, en concreto p.572). Más aún, el Kephalaion 80, con
sagrado a los mandamientos de la justicia, considera la difusión de la sabiduría como
el segundo mandamiento. En traducción alemana, éste es el texto: «Die zweite Ge-
rechtigkeit, die er tut, ist diese: Er solí ..., Weisheit und Glaube auf sich geben, damit
er durch seine Weisheit alien Menschen, die sie von ihn horen, die Weisheit gebe. Durch
semen Glauben aber solí er den Glauben geben denen, die zum Glauben gehóren...»
(Kephalaia, ed. por C. SCIIMIDT-H. J. POLOTSKY, I [Stuttgart 1940]; el texto citado en
4 Introd. gral. San Agustín y el maniqueísmo Agustín en el umbral del maniqueísmo 5
principios programados, sea de la sola praxis, las páginas agus- éstos acosar e introducir en las redes de sus falacias (Faust
tinianas nos presentan un tipo de propaganda bien definido en XIV 8).
cuanto al destinatario, en cuanto a la actitud del propagandista No podemos poner en duda la verdad de estas afirmacio
y en cuanto al método y a los contenidos de la propaganda nes3. Así lo testimonia por un lado la Habilidad del testimo
en sí. nio agustiniano en general; lo testimonia también lo que ates
El maniqueísmo, como religión universal, estaba abierto a tigua personalmente sobre el propio proceder en su período
todas las personas. En África del Norte, su acción se dirigía maniqueo (Útil 2,4); y una vez convertido ya en apologista de
tanto a paganos como a cristianos. Conocemos varios mani la causa católica, el que ha de componer un comentario al Gé
queos que procedían del paganismo. El primero de ellos, el nesis en lenguaje sencillo para que lo puedan entender precisa
obispo Fausto, quien hasta presumía de ello (Faust XIII 1); mente los que más sufrían los envites de los maniqueos. El
Honorato, el amigo de Agustín, pasó directamente del paga dato adquiere mayor fuerza cuando se sabe que ha sido una
nismo al maniqueísmo (Útil 1,2), igual que Nebridio (Conf petición que le han hecho otros (Genes I 1,1). Pero ello es
IX 3,6). El mismo Agustín nos indica además que ciertos ma sólo parte de la verdad, pues la verdad completa es otra. Los
niqueos habían sido antes católicos, otros nunca (Faust IX 2). maniqueos se dirigían también a los cultivadores de la inteli
Pero sobre todo se dirigía a los cristianos, ya fuesen simples gencia. Este dato Agustín lo deja en la penumbra, pero no lo
catecúmenos, ya incluso bautizados, católicos o donatistas2. calla. Expresamente dice que se dirigían también a los hombres
En este sentido Agustín aplica a los maniqueos el texto de cultos (Genes I 1,1). Aunque no lo hubiera afirmado explíci
Jeremías: Perdiz que empolla huevos que no ha puesto (Faust tamente, nos lo dejó entrever en lo que cuenta de su historia
XIII 17). Por otra parte, las obras de maniqueos que conoce personal. Agustín no era en verdad uno de esos imperiti. El
mos, la de Adimanto y la de Fausto, son obras «anticristianas» fue a caer en las redes que le tendieron justamente en su pe
o mejor anticatólicas. Las páginas agustinianas quieren hacer ríodo universitario, diríamos hoy. El mismo hizo su campaña
nos ver que intentaban vender su mercancía religiosa no a entre amigos y compañeros de estudios, universitarios como él.
cualquier cristiano, sino particularmente al carente de forma Además, las razones que aducirá como causantes de su caída
ción, aunque a veces con gran entusiasmo, siendo este tipo en la secta, no son precisamente razones para imperiti; antes
de cristiano precisamente el mejor aliado de los propagandistas bien, para gente pagada de su capacidad intelectual, y que no
de la secta. En efecto, al aceptar el debate caía pronto en las se contentaba con la fe de Mónica, equivalente a pura supers
redes de sus opositores mejor preparados que él. Al mencionar tición para él y cuantos pensaban como él, sino que exigían
los destinatarios habituales de la propaganda maniquea, el obis razones o, con palabras suyas, la verdad clara y desnuda (Faust
po de Hipona habla constantemente de los indoctos, de cris XV 5). Pero Agustín, ya propagandista católico, pone en prác
tianos ignorantes y de escasa formación, de tardos e «imbéci tica la sabia pedagogía que le habían enseñado sus antiguos
les», de la gente perezosa y negligente que constituye la gran correligionarios, para «reconvertir» a los maniqueos, cosa más
masa (Útil 2,4), y sobre todo de los imperiti. Es éste el tér bien difícil, o, al menos, para impedir que otros católicos ca
mino más frecuentemente repetido, ya aludiendo a una imperi yeran. El recurso consiste en presentar a los seducidos como
cia específica (Almas 8; Adiman 14,2), ya a una indeterminada gente inculta, sin preparación, sin las suficientes luces perso
(passim). Esta impericia de los cristianos se convierte en ga nales, y que se dejan llevar por otros. En este sentido no le
rantía de caza para los maniqueos. Es a ellos a quienes suelen importa tirar piedras sobre el propio tejado.
Refiriéndose, sin duda, a aquellos de indiscutida calidad
p.192). Véase también J. RÍES, Commandaments de la justice et vie missionnaire dans intelectual que sucumbieron a los reclamos de tal propaganda,
l'Église de Mani, en Gnosis and Gnostichm. Papers read at the 7th International Con-
ference of Patristical Studies (Oxford 1978). Edit. por M. Krause. E. J. Brill (Leiden Agustín habla de los «incautos» (Adiman 15,2; Costum I 12),
1977). entre los cuales se cuenta él mismo, pues nunca habría caído
2 No abundan los datos sobre las relaciones de los maniqueos con los donatistas
y es comprensible dado que las fuentes maniqueas del norte de África nos llegan todas
de parte católica. No obstante, es muy significativo el dato que nos aporta Posidio 3 De la opinión contraria es L. J. R. Ort, quien escribe: «Manicheism had then
de que fueron los donatistas, junto con los católicos, los que pidieron a Agustín que and there the form of a Christian sect to which intellectuals only where admited»
se enfrentase en debate público a Fortunato (Vida de Agustín 6). Señal segura de que (Mani. A religio-historical Vescription of his Personality [Leiden 1967] p.41). El
los maniqueos cosechaban éxitos tanto en una como en otra parte. «then» y «there» se refieren al final del siglo iv en África del Norte.
Agustín en el umbral del maniqueísmo 7
6 Introd. gral. San Agustín y el maniqueísmo
quien tomaba siempre la iniciativa, lo que jugaba a su favor
si sus pensamientos hubiesen estado guiados por la piedad y
al coger al adversario desprevenido, mientras él tenía la res
la cautela (Almas 3,24). En descarga propia, recurre incluso al
puesta preparada para la posible contrapregunta del interlocu
atenuante de la edad: le sedujeron cuando aún era muy joven
tor. En esas discusiones, que a veces eran formales y solem
(Libre alb I 2,4). Que no eran sólo ni preferentemente los
nes, pero casi siempre callejeras *, ellos solían constituirse en
indoctos y los imperiti quienes centraban la atención de los pro
grandes doctores, a pesar de que —según la crítica de Agus
pagandistas maniqueos, lo prueba también la afirmación repe
tín— solían ser ellos más ignorantes que el interrogado y sólo
tida de Agustín de que eran presa fácil los hombres llenos de
llevaban la ventaja de haber preguntado primero lo que ellos
curiosidad por saber; a éstos los capturaban fácilmente con
mismos desconocían (Almas 10). Siempre según la crítica de
la promesa de mostrarles grandes descubrimientos (Genes II
Agustín, confunden el preguntar con el saber, realidades a to
26,40; Fund 21.23).
das luces distintas, pues, en caso contrario, nadie habría más
Quizá lo más acertado sea dar la vuelta al orden de prio sabio que él (ibid.).
ridades ofrecido por Agustín. El maniqueo se dirigía primaria'
La propaganda buscaba primero destruir las posiciones con
mente a los doctos y a los espíritus de mayores exigencias, y
trarias, para presentar y defender a continuación las propias.
sólo en un segundo momento a los hombres sin excesivas pre-
Esta realidad la expresa hermosamente el mismo Agustín recu
tensiones intelectuales.
rriendo a la imagen del cazador a que antes hicimos referencia.
Agustín nos presenta al maniqueo propagandista con la
«Y así hacían con nosotros lo mismo que suelen hacer los ca
imagen predilecta del cazador, que se sirve de dulcísimos cebos
zadores de pájaros: clavan cañas untadas con liga junto al agua
para capturar sus presas (Faust XXII 13). Su lenguaje se re
para cazar a los que van a ella sedientos, pero antes ocultan y
fiere habitualmente a esa imagen. Así habla de hacer presa, de
en cierto modo tapan las restantes aguas de las cercanías, o
capturar (Faust XVII 2; Útil 1,2), de rodear sin dejar salida
bien espantan de ellas a los pájaros para que vayan a caer en
(Faust I 2; Adiman 14,2) o de acosar (Genes I 1,1). Dicha ima
su trampa, no por libre elección, sino por falta de otra cosa»
gen conlleva como es evidente un juicio negativo, al estar aso
(Útil 1,2). Tal era, siempre según Agustín, la táctica: cerrar
ciada a la crueldad, a la búsqueda del interés personal y al uso
todas las demás posibilidades y luego poner la trampa en la
del engaño y de la trampa (Útil 1,2). El mismo juicio negativo
propia. La imagen, pues, nos indica que obraban en dos direc
queda evidenciado al presentarlos sistemáticamente como se
ciones: una consistía en destruir las otras posibilidades, en
ductores (Útil 9,21; Faust XVI 10, etc.), y obviamente con concreto la posibilidad católica y la donatista5, y la otra en
seducción dañina (Costum I 17,20).
ofrecer la propia. Son las dos caras de una misma moneda.
Agustín nos indica también cómo para hacer presa y sedu
Dos eran los principales recursos de que se servían los ma
cir no tenían mejor arma que la palabra. No consta que ofre
niqueos para engañar a los incautos y para que les considerasen
ciesen sus libros, aunque sí que alardeaban de ellos y que los
maestros: uno, el censurar las Escrituras, y otro, el aparentar
mostraban. Eran grandes discutidores, y ello les proporcionaba
una vida casta y de admirable continencia (Costum I 1,2). Son
abundantes éxitos, sobre todo cuando elegían sus interlocutores
sin duda dos muy importantes, pero no los únicos. El primero
entre los imperiti de que antes hablamos. Incluso se les prepa
intentaba minar la fe en la Iglesia, el segundo ofrecerse como
raba para ello. En los años de su fervor maniqueo, Agustín
alternativa. Veamos lo primero. Su crítica exacerbada a la Es
experimentaba cómo se le encendía cada día más con la leña
critura, en particular al Antiguo Testamento, era el arma más
de esos triunfos (Útil 1,2; Almas 11; Conf IV 1,1). El escrito
usada para combatir a la Iglesia. En este terreno la victoria les
contra Fausto nos ha dejado constancia estupenda del método
resultaba fácil. Las críticas las veremos más adelante en detalle,
que utilizaban. La dialéctica solía ser vigorosa, con frecuencia
en base a dilemas que dejaban sin salida al inexperto (Faust 4 De los debates formales y solemnes, con notarios incluidos, conocemos dos: los
XVIII 3; XXII 5). El cuestionario-guía de la discusión estaba tenidos con Fortunato y con Félix, cuyas actas se hallan en este volumen. En cuanto
a los debates callejeros baste recordar Conf V 11,21; Costum II 8,11; Útil 6,13).
ya fijado de antemano en sus líneas generales tanto por la Anótese también el dato de Agustín sobre sus triunfos, que sin duda eran callejeros
(Almas 11).
praxis, como por los «Manuales», cual el escrito por Fausto, 5 No olvidar que los donatistas forman causa común con los católicos contra los
que nos ha transmitido Agustín al refutarlo. El maniqueo era maniqueos. Véase nota 2,