Table Of ContentEL SURGIMIENTO DE LA FILOSOFÍA
ANALÍTICA
Hans-Johann Glock
Círculo Ometeotl
Título
original: The rise of analytic
philosophy
En línea: www.en.bookfi.org/book/701893
Traducción: Ramiro Santa Ana Anguiano
Corrección de estilo: Laura Patricia Pizano Barragán
Revisión crítica: José Eduardo García Mendiola
Primera edición: mayo de 2013
Diseño y edición:
Círculo Ometeotl
Madero 415A, Col. Centro
Colima, México
www.circuloometeotl.org
Comentarios o sugerencias: [email protected]
Publicado en Colima
Bajo una licencia Creative Commons
ÍNDICE
Introducción
I. Filosofía analítica: ¿Qué es y por qué uno debería
involucrarse?
II. Sobre el significado en Frege
III. ¿Fue Russell un filósofo analítico?
IV. El surgimiento de la filosofía analítica del siglo XX
V. ¿Por qué a la filosofía analítica le importa el lenguaje?
Introducción
Los filósofos analíticos siempre se han enorgullecido de la naturaleza
ahistórica de su filosofar. A diferencia de la filosofía tradicional o continental, la
filosofía analítica es una ciencia o habilidad respetable; ésta usa técnicas
específicas para abordar problemas discretos con resultados definitivos, y por
esta razón no intenta refugiarse en discusiones sobre su propio pasado.
Irónicamente, después de Russell y el Círculo de Viena, muchos
filósofos analíticos han estado preocupados por los orígenes de su movimiento,
principalmente con el motivo de reclamar un sustrato filosófico de pensadores
como Leibniz o los empiristas británicos. En años recientes, el
debate acerca de los orígenes de la filosofía analítica ha sido reabierto por la
protesta de Dummett, donde indica que la filosofía analítica es una «filosofía
posfregeana», y se basa en la convicción de que la base de esta filosofía es la
filosofía del lenguaje.
Las contribuciones en esta colección se extienden en un rango del debate
que va después de Frege, tomando en consideración las contribuciones de
Russell, Wittgenstein y el Círculo de Viena. Los colaboradores identifican y
evalúan algunas ideas clave de la filosofía analítica del siglo XX, en particular,
las relacionadas con el lenguaje. Ellos también comparan varias definiciones de
la filosofía analítica con la metodología y práctica de eminentes filósofos
analíticos. Además, los colaboradores se aproximan a estos temas
desde diversos ángulos, ellos parecen estar de acuerdo que uno necesita
distinguir entre el nacimiento de la filosofía analítica por un lado, y el giro
lingüístico por el otro, pues de lo contrario, los filósofos analíticos
paradigmáticos, como Moore, Russell y quizá también el mismo Frege,
quedarían excluidos del movimiento.
En contraste, para Dummett el tema con relación al lenguaje es el único
factor, largamente buscado en vano en sus conferencias angloeuropeas,
factor, largamente buscado en vano en sus conferencias angloeuropeas,
donde distingue la tradición fenomenológica continental, fundada por
Husserl, de la filosofía analítica anglófona, que él la remonta a Frege. Dummett
define a la filosofía analítica basado en la idea de que un entendimiento
filosófico del pensamiento puede y debe ser dado por una explicación del
lenguaje. Esto contrasta con la filosofía del pensamiento, la cual tiene la idea
de que la filosofía debería de investigar el pensamiento, pero reclama que esta
investigación es independiente de, y antecedente a, un entendimiento del
lenguaje.1De acuerdo con Dummett, este punto de vista informa no sólo de
la fenomenología, sino también del trabajo reciente de la comunidad
filosófica anglófona; él menciona filósofos de Oxford, como Gareth Evans y
Christopher Peacocke, pero John Searle, Thomas Nagel y Colin McGinn
también vienen a la mente. Sin embargo, estrictamente hablando, estos
filósofos ya no cuentan como analíticos.
Dummett merece el crédito de haber reavivado la discusión acerca de los
orígenes de la filosofía analítica. Pero incluso si uno toma en cuenta el espacio
del lienzo sobre el que pinta, sus pinceladas son imprecisas. La preocupación
por el lenguaje no marca la diferencia entre la filosofía analítica y la filosofía
continental.2Los filósofos analíticos paradigmáticos, como Moore, Russell,
Hart y Rawls, no aceptarían que su principal labor filosófica es el análisis del
lenguaje. Igualmente, un trabajo de Heidegger, el discípulo más famoso de
Husserl, lleva el título De camino al habla.3Y, para bien o para mal, los
seguidores de Heidegger han llegado a este sendero. La idea de que la
experiencia humana es esencialmente lingüística, es un lugar común para los
filósofos hermenéuticos. Finalmente, la jerga de gran parte de la filosofía
continental está tomada, no de la metafísica o la psicología, sino de la
lingüística y la semiótica.4
Como sea, la definición de la filosofía analítica dada por Dummett es quizá
mejor comprendida, no como un intento de capturar un fenómeno histórico,
sino como una indicación dirigida a delimitar un tipo de filosofía que él
considera importante. En este sentido, Dummett es parte de un patrón
establecido. Con excepción de tratamientos demasiado prejuiciados por parte de
marxistas y popperianos, las discusiones acerca de los orígenes de la filosofía
analítica son un tema recurrente entre los filósofos que se enorgullecen de
ser miembros de esta tradición, y de ser representantes de los métodos
analíticos de la filosofía. Como resultado, las investigaciones en torno a los
orígenes de la filosofía analítica, siempre han estado muy cercanas a la pregunta
«¿qué es la filosofía analítica?», y esta cuestión siempre se ha relacionado a la
interrogante de «¿por qué uno debería hacer filosofía analítica?».
El trabajo de Dagfinn Føllesdal, «Filosofía analítica: ¿qué es y por qué uno
debería involucrarse?», está precisamente relacionado con estas dos preguntas
generales, y básicamente por las mismas razones de Dummett, Føllesdal está
convencido de la superioridad de la filosofía analítica en contraste con
otras alternativas. Sin embargo, su concepción de cuáles son estas
alternativas, y por ello de qué es la filosofía analítica, marcadamente difiere
de la de Dummett. Acorde a Føllesdal, la filosofía analítica difiere de las
diversas corrientes de la filosofía continental, como la fenomenología, el
neotomismo, el neokantismo o el neomarxismo, en que no puede definirse
en referencia a doctrinas particulares, y difiere de la hermenéutica, la cual
esencialmente se enfoca en la comprensión y en la interpretación, en que no
puede determinarse con relación a problemas particulares. Tampoco puede
ser delimitada en torno a un método, como el análisis conceptual o
lingüístico, porque prominentes filósofos analíticos, como Quine, no cabrían
en esta definición. Føllesdal también rechaza el intento de definir genéticamente
a la filosofía analítica, como una tradición de filósofos que han argumentado
entre ellos, y la cual se remonta a las mismas raíces históricas desde Bolzano,
quien en muchos aspectos es un filósofo analítico, aunque en
realidad no haya influido en el surgimiento de la filosofía analítica.
La definición de la filosofía analítica dada por Føllesdal es «que la filosofía
analítica está muy preocupada por el argumento y la justificación», con las
razones que hay para aceptar o rechazar una postura filosófica. Él critica la
objeción de que algunos filósofos analíticos, como Wittgenstein, no
mostraron mucho interés en esto, al insistir en una amplia concepción de lo
que cuenta como «argumento» o «justificación». Incluso, él está dispuesto a
asumir el riesgo de que, de acuerdo con esta definición, «es casi tautológico»
que todo «filósofo verdaderamente grande es un filósofo analítico». Concederle
a la filosofía analítica mayor consideración que a otras filosofías es una
equivocación. La distinción entre lo analítico y lo no-analítico atraviesa a las
otras distinciones. Fenomenólogos, existencialistas, hermeneutas,
tomistas, etc., son más o menos analíticos, dependiendo del peso que le den
a la argumentación racional. Y por esta preocupación central, la filosofía
analítica no sólo es «una buena filosofía», sino también, es una fuerza de
apoyo al diálogo y a la tolerancia.
En contraste con Føllesdal, Hans Sluga, en su ensayo «Sobre el significado
en Frege», se aproxima a la filosofía analítica no tanto como una causa que
se tenga que celebrar (o condenar), sino desde una perspectiva histórica más
se tenga que celebrar (o condenar), sino desde una perspectiva histórica más
distante. Para Sluga, la filosofía analítica no es definida en relación con su
preocupación por el lenguaje, tampoco como un heraldo de la razón, sino
como «un campo de discursos coincidentes y divergentes». Sluga está interesado
no sólo en las raíces históricas de las ideas semánticas de Gottlob Frege, sino
también, y a expensas de otros, en las raíces de nuestras actuales
preocupaciones por los aspectos del trabajo de Frege. Sluga contradice esta
perspectiva semántica al reclamar que Frege es un filósofo del lenguaje «sólo
en un sentido derivado». Hay «una jerarquía de preocupaciones en Frege
que va sistemática e históricamente desde las matemáticas, a través de la
epistemología, al diseño de la sintaxis de un lenguaje formalizado, y de ahí,
hasta finalmente preguntarse por el significado». De acuerdo con Sluga, las
ideas semánticas están ausentes en la Conceptografía;5su gradual urgencia
está significativamente influenciada por la corriente kantiana del suroeste
alemán y, por último, intensificada por sus ideas sobre las matemáticas.
Frege estuvo forzado a modificar su doctrina de los juicios debido a los
problemas sobre la situación de los enunciados de identidad. En la
Conceptografía, estos enunciados son tratados como sintéticos. Esto se volvió un
problema después del intento por probar la existencia autosubsistente de los
objetos lógicos en Los fundamentos de la aritmética,6viéndose Frege obligado a
introducir la noción de un rango de valor, y con ello, el desafortunado Axioma
V, en el cual, para cada concepto existe una clase que tiene para sus
miembros, precisamente los objetos que caen bajo el concepto.7 Para Frege, el
Axioma V es un enunciado de identidad, pero como uno de los
axiomas de su sistema lógico, es mejor que no sea sintético. Este trato fue
previsto en su distinción entre sentido y significado. Cuando los enunciados
de identidad, los cuales son dos expresiones que tienen el mismo significado,
poseen diferentes sentidos, son sintéticos, pero cuando guardan un mismo
sentido, son analíticos. A la luz de esto, el Axioma V es analítico, aunque
fundado en la paradoja de Russell. Como resultado de este deprimente
descubrimiento, las ideas semánticas, que previamente habían sido meras
herramientas para su programa lógico, toman un interés independiente en Frege.
Finalmente, el hecho de que Carnap y Wittgenstein hayan conocido a
Frege durante su final y «semántico» periodo, explica por qué primero fue
visto como teórico del significado, en lugar de verse que él tildó esa teoría
como imposible, y también, a despecho de su constante preocupación por
atacar la concepción empirista de las matemáticas.
El trabajo de Ray Monk, «¿Fue Russell un filósofo analítico?», toma su
provocativo título de la definición antes mencionada de la filosofía analítica
dada por Dummett. Siguiendo a Dummett, la filosofía analítica está basada
en tres principios: la meta de la filosofía es el análisis del pensamiento, el
estudio del pensamiento es bruscamente distinguido del estudio psicológico
del pensar, y el propio método para analizar el pensamiento es el análisis del
lenguaje. Monk intenta demostrar que, acorde a esta definición, incluso Bertrand
Russell no podría ser visto como filósofo analítico. Ciertamente, esto es un
intento de reductio ad absurdum de la caracterización dada por Dummett de la
tradición analítica, ya que éste considera a Russell como uno de sus fundadores.
Monk intenta mostrar que Russell, a través de sus muchas transformaciones,
tuvo la convicción de que la filosofía no debería de ocuparse del lenguaje,
sino del mundo y nuestro conocimiento de éste. Fue sólo hasta 1918 que
Russell vino a desarrollar un interés explícito por el lenguaje. Esto fue el
Description:Una traducción del libro editado por Hans-Johann Glock, The rise of analytic philosophy, que consta de cinco breves ensayos ideales para quien esté interesado en la filosofía analítica.