Table Of ContentMaría Celina Chavarría G.
Marianela Pérez A.
El reto de la
educación preescolar
en una sociedad
cambiante
Editorial de la Universidad de Costa Rica
Edición aprobada por la Comisión Editorial de la Universidad de Costa Rica
Primera edición: 1991 Primera reimpresión: 1995
Revisión filológica: Maritza Mena C.
Diagramación y corrección de pruebas: Ana Isabel Sáenz T.
Levantado de textos en artes finales: Franklin Mora
Diseño de portada: Sonia Calvo Ch.
Coordinación de producción: Jorge Cuadra R.
Jefe de la Editorial: Gilbert Carazo G.
Dirección Editorial y Difusión de la Investigación: Mario Murillo R.
Las fotografías fueron generosamente cedidas por la Prof. Lavinia Arguedas, Casa del
Niño, Pavas, Costa Rica.
© Editorial de la Universidad de Costa Rica
Ciudad Universitaria Rodrigo Facio Apdo. 75-2060 San José, Costa Rica, 1995
372.21 Ch512r Chavarría González, María Celina.
El reto de la educación preescolar en una sociedad
cambiante / María Celina Chavarría G., Marianela
Pérez A. --1 ed. -- San José, C.R.: Editorial de la
Universidad de Costa Rica, 1991
Reimpresiones: 1995 ISBN9977 -67-156-7
1. Educación preescolar, educación inicial I. Marianela, Pérez
Abarca coautora. H Título
CCC/BUCR-249
Prohibida la reproducción total o parcial
Todos los derechos reservados
Hecho el depósito de ley
Lo único que sabe el niño es vivir su infancia.
Conocerla corresponde al adulto. Pero, ¡qué es
lo que va a predominar en este conocimiento,
el punto de vista del Adulto o el del niño?
Henri Wallon. La evolución psicológica del niño.
(México: Grijalbo, 1977, p. 13).
Asuntos prácticos: traspaso de harina
A las maestras de preescolar, quienes
tanto esfuerzo ponen en los niños,
quienes con tanta
apertura nos recibieron
en sus centros.
AGRADECIMIENTO
Como todo trabajo de esta índole el presente es, realmente, un producto
social; imposible es hacer un reconocimiento a los múltiples apoyos recibidos.
Sin embargo, una calurosa palabra de reconocimiento a las maestras y
directoras que con tanta generosidad nos abrieron las puertas de sus clases.
A Virginia Sandoval, un cálido agradecimiento por su excelente trabajo
de mecanografía del primer borrador. A las asistentes de investigación, las
licenciadas Norma Brito, Sandra Chaves, Mana del Milagro Gómez, Hilda
Pizarra, Eliette Soto y Carmen Venegas, un reconocimiento muy especial por
su cuidadosa labor de investigación.
Queremos también dar muestras de gratitud a las colegas que han
participado con sus valiosas ideas, en particular, la M.Ed. Sonia Abarca, Dra.
María de los Ángeles Jiménez y Lic. Eleonora Badilla.
Finalmente, esta investigación se llevó a cabo gracias al apoyo del
Departamento de Psicología de la Universidad Nacional, la Vicerrectoría de
Investigación, el Centro de Evaluación Académica y el Instituto de
Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Costa Rica.
PROLOGO
La presente investigación fue concebida para describir y analizar, en su
conjunto, algunas tendencias de los sistemas costarricenses de atención al
niño en edad preescolar, como contribución a las luchas por mejorar las
condiciones de atención. Valga señalar que las directrices psicológicas y
sociales cobran gran importancia para instrumentar estas luchas.
En este proceso de investigación se estudian y se analizan tres grandes
temas:
a. La necesidad de que la educación preescolar tome conciencia de
los "roles" cambiantes de la mujer en nuestras sociedades, y de este modo
sirva realmente como instrumento de transformación humana y social.
b. La necesidad histórica de romper con estructuras
predeterminadas de atención para buscar, activamente, soluciones creativas
en este campo.
c. La necesidad de incorporar al niño y a sus padres en una
educación problemtizadora, es decir, que les permita tomar parte,
colectivamente, de su vocación ontológica e histórica de humanizarse.
Surge la presente, de este modo, de una concepción de análisis
histórico del carácter progresivo del desarrollo social que es, a la vez,
conciencia de la responsabilidad del requerimiento histórico que nos compete
asumir: un papel activo en este quehacer participando con conciencia alerta,
corazón abierto y acción certera en esta labor.
Capítulo I
ANTECEDENTES
La herencia cultural, que es inconcebible sin la sociedad,
proporciona contenido y forma a la existencia humana; indica
caminos por los que el hombre puede cumplir su particular destino.
Ya que este destino es interpretado en diferente forma de cultura a
cultura, los seres humanos se necesitan uno a otro para darse cuenta,
colectivamente, de las posibilidades de la humanidad. Los grandes
valores humanos, tales como la fe, la justicia, la belleza y la verdad,
son creados y apoyados por la comunidad. Dentro de ella tienen
validez general como objetivos indisolublemente relacionados con
talento humano. Tienen una naturaleza suprapersonal y
supraindividual y no pueden, por lo tanto, ser comprendidos o
explicados partiendo del individuo.
Mario Montessori, La educación para el desarrollo humano. (México: Diana,
1976).
Interrogantes
Se partió del análisis de que la educación preescolar debía servir una
importante función como instrumento de transformación humana y social, al
tomar conciencia de los "roles" cambiantes de la mujer en la sociedad actual y
de la educación problematizadora como necesidad para el futuro.
Con esta perspectiva en mente, en 1981 se planteó una investigación
que se abocara a brindar un panorama general de las respuestas del Estado
costarricense ante el dilema de la mayor participación social de la mujer. Las
preguntas se plantearon en torno a las siguientes interrogantes:
¿Qué sucede con nuestros hijos antes de ser éstos asumidos por la
escuela?
¿Cómo se fortalece o violenta el concepto de la mujer trabajadora
en su sentir como madre?
¿Qué sucede en las polémicas guarderías?
Para enfrentar estas interrogantes se utilizó un modelo sistémico.
Partimos de la firma creencia de que la educación de los niños es una
tarea de inestimable importancia para la evolución social. También partimos
del principio de que la mujer, al igual que el hombre, tiene el derecho de
realizarse como persona; a la vez, no es para ninguno de los dos sexos
necesariamente natural el trabajo dentro o fuera del hogar. Aunque a la mujer,
por razones históricas, se le ha asignado el "rol" de crianza de los niños, las
condiciones sociales han evolucionado lo suficiente como para que
cuestionemos ese "rol", que obedece a una estereotipia fundamentada por
razones que ya han variado.
Es pertinente mencionar aquí que consideramos como "educación" toda
la experiencia del niño; es mediante la interacción con los adultos y con el
medio que el niño aprende acerca del mundo y acerca de sí mismo. Por lo
tanto, creemos artificial hablar del "cuidado del niño", por un lado, y de
"educación preescolar" por otro. El considerarlos como actividades paralelas e
independientes una de la otra solamente deja traslucir una conciencia
enajenada con respecto a la realidad social. Es por eso que el tema se abordará
conjuntamente.
El contexto histórico y social
Como parte de la investigación a nivel macro social, se analiza que la
organización de los sistemas de guardería y educación de los niños en grupos,
o sea, colectivamente, depende de modo importante de la oferta y demanda de
fuerza de trabajo. Por otro lado, en las economías occidentales, depende
también del tipo de régimen político (cf. Chavarría, 1983).
Se analiza también que la incorporación de la mujer en la fuerza de
trabajo cumple con importantes funciones económicas; de depresión de
salarios, a la vez que apoya la subsistencia familiar y amplía la capacidad de
consumo de las familias. Indirectamente, con su trabajo, apoya además un
mejoramiento de las condiciones de vida y de educación familiares, lo que
resulta en beneficio para una economía cuando aumenta la composición
orgánica del capital (cf. Diercxsens, 1979 (a), 1979 (b); Quevedo, 1976).
Como reflejo de estas funciones poco visibles del trabajo de la mujer y
como un síntoma más de las características de país dependiente, en nuestras
sociedades el trabajo de la mujer tiende a ser subvalorado. Asimismo, a pesar
de indicaciones verbales en contra, también se subvalora la importancia del
desarrollo temprano y armonioso del niño.
Estos aspectos quedan plasmados en los sistemas de atención del niño,
como se corrobora en el análisis sistémico en que incurre la presente
investigación.
Se analiza que la atención del niño debe considerarse como un aspecto
de la colectivización de las condiciones generales del proceso social de
producción (Lojkine, 1979), condiciones necesarias a la producción
contemporánea pero cuyos efectos, a largo plazo, no son medibles en función
del mantenimiento inmediato de la fuerza de trabajo, por lo que su desarrollo
se ve limitado desde su inserción misma en la estructura social.
Por otro lado, se cumple la importante función, en el seno de una
democracia política, de protección de las clases marginales por parte del
Estado, factor indispensable para mantener una estabilidad política no
sostenida militarmente. Asimismo, cobra importancia la transmisión
ideológica, función que también se cumple con la organización de los
servicios sociales infantiles.
En el caso de Costa Rica, los antecedentes de la educación preescolar
datan del período de Estado oligárquico liberal (1890-1938), período de
consolidación de la burguesía agroexportadora. Sin embargo, son otros los
niveles educativos que reciben atención en un intento por mejorar la
productividad y por modernizar y centralizar las instituciones costarricenses
(Monge Alfaro y Rivas Ríos, 1978).
No es sorprendente que no sea sino hasta 1929 que se establezca el
primer jardín de infantes, bajo una filosofía Montessori. Este centro dirigido
por Carmen Lyra, Lilia Ramos y Matilde Carranza, funciona como guardería
para las familias que en condiciones paupérrimas se encontraban en la capital.
Sin embargo, a pesar de su necesaria función social, encontró mucha
oposición por su carácter revolucionario, es decir, orientado al cambio social.
Al surgir al poder los nuevos grupos empresariales representados por el
Partido Liberación Nacional (1948), se hace necesario dar nuevos rumbos al
papel del Estado costarricense (cf. Camacho, 1977,1978; Vega Carballo,
1979).
A partir de 1960, con el ingreso de Costa Rica en el MERCOMUN
Centroamericano, conjugado con una tasa de crecimiento nacional favorable y
claras políticas de expansión estatal, se da auge a los Centros de Nutrición que
se habían fundado en 1953. Sin embargo, mientras se universaliza la primaria
y se fortalece la secundaria, la educación preescolar continúa con una tasa de
incremento más bien baja, de 4% a 5% anual (MEP, 1971, 1973,1974).
Los años setentas representan un salto cualitativo para la educación
preescolar. Los jardines públicos experimentan una rápida expansión de su
cobertura. A partir de 1975, durante la administración liberacionista de
Oduber y bajo la influencia de la Asociación de Mujeres Costarricenses, se