Table Of ContentDaniel Avendaño Caneo. Periodista de la Universidad
Católica de Valparaíso (2001). Nació en Valparaíso en julio
de 1976, estudiando en el Colegio Scuola Italiana de
Valparaíso.
Trabajó como reportero en programas de la señal de cable
de canal UCV y para Canal 13 Internet. En el 2001, crea
junto al coautor de este libro, la serie documental Los Hijos
del Silencio, proyecto que obtiene el fmanciamiento del
Tercer Concurso Nacional de Desarrollo de Proyectos para
Cine y Televisión, otorgado por Corfo, en donde actualmente
participa como investigador y guionista.
Es, además, diplomado en Corresponsal de Ejército, otorgado
por la Academia de Guerra del Ejército de Chile.
Mauricio Palma Zarate. Periodista de la Universidad
Católica de Valparaíso (2000), nació en Coquimbo en febrero
de 1976, estudiando en el Colegio Seminario Conciliar de
La Serena.
Ha trabajado para programas de la señal de cable del canal
UCV. revista Conace Informa y para las productoras
audiovisuales Nueva Imagen y Rivas & Rivas. donde
rcrualmente se desempeña como guionista e investigador
de la serie documental de su autoría Los Hijos del Silencio,
junto con la producción del largometraje Cinco, película
que tratará sobre los últimos días de Miguel Enríquez.
Además, es diplomado en Corresponsal de Ejército de la
Academia de Guerra del Ejército de Chile.
EL REBELDE
de la burguesía
La historia de Miguel Enríquez
DANIEL AVENDAÑO
MAURICIO PALMA
Ediciones
C E S O C
EL REBELDE
DE LA BURGUESÍA
© Daniel Avendaño / Mauricio Palma
© Ediciones Chile América - CESOC
Esmeralda 636, Santiago
Inscripción N° 122.941 (noviembre 2001)
ISBN: 956-211-095-8
Coordinadora de edición: Maider Etchevers
Diseño de portada: Mauricio Palma
Composición: Salgó Ltda.
Impreso en: Ventrosa S.A.
2a Edición / Enero 2002
3a Edición / Marzo 2002
Impreso en Chile / Printed in Chile
INDICE GENERAL
Capítulo I
Alerta Roja en la DINA......................................................................7
Capítulo II
Heredero del Bío-Bío, intelectuales y... radicales......................15
Capítulo III
El germen de un líder........................................................................30
Capítulo IV
Nace el MIR.........................................................................................53
Capítulo V
El carismático e incorregible Luciano...........................................70
Capítulo VI
El MIR comienza su “batalla”...........................................................89
Capítulo VII
El MIR DURANTE LA UNIDAD POPULAR.......................................................... 119
Capítulo VIII
La UP en crisis .z...........................................................................144
Capítulo IX
Días de Golpe ................................................................................161
Capítulo X
“Ahora le toca a Miguel”................................................................182
Capítulo XI
¡Se acerca la repre!...................................................................207
Capítulo I
Alerta Roja en la DINA
“Demos la última vuelta”, decía un ansioso Osvaldo Romo
Mena a los hombres de la Brigada Halcón, quienes merodeaban
por las cercanías de la calle Santa Fe 725, en la comuna de San
Miguel, refugio del principal líder del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR): Miguel Enríquez Espinosa.
-Señora, ¿conoce a alguna joven embarazada que viva por
este sector?, -preguntó el Guatón Romo a una de las vecinas, en
alusión a Carmen Castillo Echeverría -Catita-, compañera de
Enríquez y quien esperaba un hijo suyo, antecedente obtenido
durante sesiones de tortura a miristas.
-Ah, sí, vive por ahí -respondió la anónima mujer, y en ese
instante Romo supo que se encontraba a metros de su presa ma
yor, casi olfateando su sangre.
Era cerca de la una de la tarde del sábado 5 de octubre de
1974 y los hombres de la Dirección de Inteligencia Nacional
(DINA), principal aparato represivo del régimen militar, se po
nían en “alerta roja”. Todo indicaba que ese día podrían encontrar
al jefe mirista. J
En el centro de detención de José Domingo Cañas, los agen
tes de seguridad se movilizaban rápidamente, las camionetas se
aprestaban a salir, los teléfonos no paraban de sonar y por las
radios se vociferaban órdenes presurosas.
En el hogar de calle Santa Fe, se habían levantado tempra
no aquella mañana. Todos tenían tareas que realizar y la hora
para reencontrarse estaba fijada a las 17 horas. La Catita partió
en busca de una nueva casa donde refugiarse; Humberto
7
Sotomayor, Tito, segundo hombre del MIR y encargado de la segu
ridad de su líder, debía acudir a un contacto con Andrés Pascal
Allende, Pituto. Miguel Enríquez y José Bordaz Paz -El Cono
Molina-, encargado de la Fuerza Central (rama armada del mo
vimiento) y quien había pasado sólo la noche anterior en la casa
de Santa Fe, se quedarían trabajando en la misma.
Carmen Castillo regresó a la una de la tarde. Entró por una
puerta lateral y se sorprendió al ver a Miguel y Bordaz guardan
do documentos y preparando la defensa del hogar que les servía
de escondite.1
Al llegar Tito del encuentro con su enlace, quien se movili
zaba en bicicleta debido a que la DINA ya tenía “quemado” el Fiat
125 de color celeste en que se desplazaban, notó el nerviosismo de
Enríquez.
-¡La DINA anda dando vueltas! -alertó Miguel, aprestán
dose a un enfrentamiento que quizás, podría ser el último.
Al asomarse Sotomayor a la calle, observó que por ambos
lados se acercaban dos hombres, ajenos al barrio y cuyas fisono
mías, le parecían demasiado conocidas. Las temidas camionetas
blancas y sin patentes de la DINA comenzaban a pasar una y otra
vez, un movimiento poco usual en una calle en la que no transita
ban muchos vehículos, y menos aún en un día sábado. Era inevi
table: la “repre” los había detectado.
Según fuentes ligadas a esta investigación, el Servicio de
Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA), organismo que tenía a
cargo la persecución de los disidentes al régimen militar, desde
hacía semanas conocían el paradero de Miguel Enríquez en calle
Santa Fe 725, e incluso, habrían estado durante largo tiempo vi
gilando sus pasos desde una casa cercana al refugio del líder del
MIR, un dato que nunca ha podido ser confirmado, pero que por
las características de la información, y por la pugna interna entre
los organismos de seguridad por apresar lo antes posible al jefe
mirista, no hace sostenible su verosimilitud.
8