Table Of Content83
Luis Fernández Gallardo
El humanismo renacentista
De Petrarca a Erasmo
Luis Fernández Gallardo
El humanismo renacentista
De Petrarca a Erasmo
132? aS
hW )
i¿)6«nd
ÍV ^ ‘
A
ARCO/LIBROS,S.L.
Cuadernos de Historia
Dirección: Alfredo Alvar Ezquerra
Antonio Fernández García
Miguel-Ángel Ladero Quesada
Julio Mangas Manjarrés
Ilustración de cubierta: Melozzo da Forli, El bibliotecario Platina ante Sixto V (ca.
1490). Pintura al fresco. Roma, Pinacoteca Vaticana.
Diseño cubierta: Towers.
© by Arco Libros, S.L., 2000
Juan Bautista de Toledo, 28. 28002 Madrid
ISBN: 84-7635-439-8
Depósito legal: M-38.616-2000
Printed in Spain - Impreso por Ibérica Grafic, S. A. (Madrid)
Vxori carissimae
INDICE
Pág.
I. Introducción. Humanismo: el término, el concepto ....... 9
II. Delimitaciones ................................................................................ 11
1. Humanismo y Renacimiento ................................................. 11
2. «Humanista». Perfil social ..................................................... 12
3. Los «studia humanitatis» ....................................................... 15
3.1. Raíces clásicas: el ideal de «humanitas» ........................... 15
3.2. El sistema y el método ......................................................... 16
3.3. Humanismo y escolasticismo .............................................. 18
III. Evolución y difusión .................................................................... 21
1. El marco social, político e intelectual italiano ................. 21
2. Los orígenes ............................................................................. 23
2.1. Los precursores. El prehumanismo paduano .................... 23
2.2. Petrarca ............................................................................... 24
2.3. Boccaccio ............................................................................. 29
3. Plenitud ..................................................................................... 29
3.1. La dimensión cívica. Salutati y Bruni ............................. 29
3.2. La vertiente filológica: Valla ............................................. 32
4. Crisis ........................................................................................... 34
4.1. Im especialización filológica. Poliziano ............................. 35
4.2. El neoplatonismo florentino. Fiáno y Pico ....................... 36
5. En las cortes principescas ...................................................... 41
5.1. La Roma papal .................................................................. 41
5.2. Milán. Nápoles ................................................................... 42
5.3. Las cortes menores .......................... ................................... 44
6. Las realizaciones venecianas ................................................. 45
7. El humanismo fuera de Italia .............................................. 47
7.1. Difusión y recepción. Alemania, Francia, Inglaterra ....... 47
7.2. El humanismo en España .................................................. 51
7.2.1. Los condicionamientos ............................................ 51
7.2.2. El humanismo catalán ........................................... 52
7.2.3. El humanismo castellano del siglo xv .................... 53
EL HUMANISMO RENACENTISTA
7.2.3.1. Ias precursores ......................................... 53
7.2.3.2. La consolidación. Nebrija ....................... 56
7.2.4. El siglo xvr ............................................................ 58
7.2.4.1. Las iniciativas de Cisneros ..................... 58
7.2.4.2. Los inicios del erasmismo ........................ 58
7.2.4.3. Vives ......................................................... 59
7.3. El humanismo portugués ..................................................... 60
8. Culminación: Erasmo ............................................................. 61
IV. Variantes ........................................................................................... 65
1. Humanismo cristiano ............................................................. 65
2. Humanismo vernáculo ........................................................... 66
V. Los GRANDES TEMAS DEL HUMANISMO .......................................... 69
1. El legado de la Antigüedad ................................................... 69
1.1. Etica, estética y política ....................................................... 69
1.2. Bibliófilos y anticuarios ...................................................... 70
1.3. Las realizaciones ................................................................. 71
2. La reflexión sobre el hombre ............................................... 73
2.1. La filosofía del hombre o la fisolofía del humanismo ...... 73
2.2. ¿Humanismo medieval1 .................................................... 74
2.3. Sobre la dignidad del hombre ............................................ 74
3. La cuestión del lenguaje ........................................................ 75
3.1. Temía humanística del lenguaje. lengua y cultura ........ 75
3.2. Latín y lengua vulgar ........................................................ 76
4. La historia .................................................................................. 77
5. Humanismo y religión ........................................................... 79
5.1. Paganismo y Cristianismo. De la defensa de la poesía a la
tolerancia ............................................................................. 79
5.2. La filología aplicada a los textos sagrados ....................... 81
5.3. Humanismo y Reforma ....................................................... 82
Textos ........................................................................................................ 85
Bibliografía 91
I. INTRODUCCIÓN.
HUMANISMO: EL TÉRMINO, EL CONCEPTO
Entre las principales corrientes del pensamiento europeo el
humanismo ocupa un lugar principal. Surgido en la Italia del Tres
cientos, como expresión de la ideología de las clases dominantes
en el contexto de una sociedad urbana, su inherente vocación uni
versalista superaría las limitaciones y los condicionamientos socia
les originarios para erigirse en referente de las más nobles aspira
ciones del ser humano. De ahí que esa suerte de mayoría de edad
moral que representa la concepción del hombre de la Ilustración
y que se plasma en formulaciones como la Declaración de los Dere
chos del Hombre, uno de los fundamentos del orden político y jurí
dico occidental, sea difícilmente comprensible sin la previa apor
tación de la exaltación de la dignidad del hombre, que constituye
una de las vetas más valiosas de la antropología humanística.
La historia del vocablo humanismo es reciente. Se documenta
por vez primera en francés (humanisme), ya en 1765, con el signi
ficado de «amour général de l'Humanité». En rigor, el término fue
acuñado por Friedrich Immanuel Niethammer en su obra Der Strát
des Philanthropismus und Humanismus in der Theorie der Erziehung-
Unterrichts unserer Zeit (1808), donde viene a designar aquella
filosofía de la educación que favorecía los estudios clásicos opo
niéndose a Philanthropismus, el conocimiento que favorece mate
rialmente a la humanidad, esto es, las ciencias y la tecnología.
Será en la obra de G. Voigt, Die Wiederbelebung des classischen Alter-
tums oder das ersteJahrhundert des Humanismus (1859), donde el voca
blo en cuestión denomine por primera vez un período histórico,
que se asocia al «renacer» de la Antigüedad.
No hay unanimidad en cuanto a la caracterización de este
movimiento cultural. Kristeller, ateniéndose a la expresión que
designa el conjunto de saberes cultivados por los humanistas, stu-
dia humanitatis, y al perfil semántico del término humanista, sostu
vo una concepción restricta: el humanismo como movimiento
10 EL HUMANISMO RENACENTISTA
puramente retórico y literario. Ya Garin se opuso a esta visión limi
tadora, reivindicando una filosofía humanística que estaría en la
base de las nuevas ciencias que cultivarían Galileo y Vico. Una de
las más recientes síntesis sobre el humanismo, la obra colectiva
coordinada por Kraye, aboga por una concepción amplia que a
más de las disciplinas propias de los studia humanitatis, incluye las
contribuciones a los estudios bíblicos, al pensamiento político, al
arte, a la ciencia y a las distintas ramas de la filosofía. Conforme
a esta línea interpretativa, entendemos por humanismo un amplio
movimiento intelectual que se propuso la renovación del saber y
del ideal humano por medio de la palabra elocuente, la renovación
de la latinidad, basada en el estudio y la imitación de los clásicos.
El fondo retórico originario determinó una orientación emi
nentemente práctica del saber, una fuerte impronta ética y peda
gógica, a la vez que una gran flexibilidad en su perfil intelectual
y doctrinal, lo que permitirá su desarrollo en contextos sociales y
políticos muy diversos: desde las ciudades-estado italianas del Tres
cientos hasta las Monarquías europeas del siglo xvi.
En este volumen se aborda el período que va de los orígenes
a Erasmo, que presenta el ciclo completo del humanismo italiano
y el relevo en su liderazgo por los humanistas nórdicos. Dadas las
estrechas relaciones que mantuvo Erasmo con los principales
humanistas europeos, sus coetáneos más ilustres marcarán el final
de la exposición en los distintos países: Reuchlin, Budé, Moro,
Vives. Para España, aun incluyendo a Vives, se considerará como
límite 1520, conforme a la cronología de Asensio.
II. DELIMITACIONES
1. Humanismo y Renacimiento
Si la característica esencial del Renacimiento es el intento de
revivir la Antigüedad clásica en los diferentes órdenes de la cultu
ra, el humanismo constituiría su manifestación intelectual y litera
ria (Bildungsbewegung); es más, su conciencia, pues la idea misma
de Renacimiento se debe a los humanistas. Entre sus precursores
se constata la noción misma de resurgir; Benvenuto Campesani
de Vicenza (1255-1323) compuso un breve poema que celebraba
el descubrimiento de un manuscrito de Catulo, intitulado «Versus
domini Benvenuto de Campexanis de Vicencia de resurrectione
Catulli poeme Veronensis». El entusiasmo por los autores clásicos
y el afán por recuperar sus textos se integran así en una metáfora
que lleva implícito el concepto de renacimiento. Mas correspon
de a Petrarca el mérito de articular el fervor y admiración que
suscitaba la antigua Roma en una concepción de la historia en la
que aquélla asume una decisiva centralidad: encarnación de una
edad brillante a la que siguió un período de oscuridad y tinieblas.
En su gran poema épico Africa se anuncia un futuro inmediato que
recobrará el esplendor del pasado. A la visión cristiana de la his
toria como evolución lineal, Petrarca opone dos grandes etapas
de auge y decadencia, contempladas desde un presente que atis
ba esperanzado el renacer de la Antigüedad. La historia ya no es
el escenario en que se despliegan los designios de la Providencia,
sino el ámbito en que se desarrollan destinos humanos; de ahí
que la perspectiva escatológica cristiana ceda a una sucesión de
ciclos de esplendor y declive.
Con Boccaccio, el renacer de las excelencias antiguas incluye
a la pintura. En su Decamerón, pondera las excelencias de Giotto
sobre la base del esquema histórico trazado por Petrarca: vuelta a
una calidad antigua que contrasta con la inepcia presente. El plan
