Table Of ContentJeffrey Burton Russell
El Diablo
rcrapciones del mal
desde la Antigüedad
basta el cristianismo primitivo
Traducción de Rufo. G. Salcedo
EDITORIAL LAERTES
TÍTULO ORIGINAL
The Devil
Copyright O 1977 by CORNELL UNIVERSITY
C DE LA TRADUCCIÓN
Rufo G. Salcedo
© LAERTES, S.A. DE EDICIONES
Montseny, 43. bajos
08012 Barcelona
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IMAGEN DE CUBIERTA
Adaptación fotográfica en base a la placa de Lilitu, Sumer, segundo
milenio a.d.C, reproducida Integra en p. 95 de la presente edición
Para pertelope
índice
Prefacio...................................................................... U
1. La cuestión del mal................................................... 17
2. En busca del diablo................................................... 37
3. El diablo en Oriente y Occidente....................... 57
4. El mal en el mundo clásico................................ 125
5. Personificaciones hebreas del mal............................ 176
6. El diablo en el Nuevo Testamento..................... 222
7. El rostro del diablo............................................... 250
Bibliografía selecta..................................................... 261
índice alfabético......................................................... 275
índice de ilustraciones
M. C. Escher, El chivo expiatorio.................................... 21
Víctima de un campo de concentración........................ 33
El andrógino alquímico. Alemania, siglo XV................. 41
Cabeza de Dionisos. Escultura romana.......................... 47
Gustave Moreau, ZeusySemele..................................... 55
Quetzalcóatl. México, 900-1250..................................... 59
El asura Sumbha. India, siglo XV11I...........
Shiva y su familia. India, siglo XVIII..........
Kali. India, siglo XVIII...............................
La rueda del devenir. Tibet, siglo XVIII.....
Uroboros. Dahomey, siglo XIX.................
El hechicero danzante. Francia, Paleolítico
Carnero o macho cabrio. Ur, tercer milenio a.d.C.......... 74
Infierno budista. Japón, siglo XVI....................................
Setos I con Sel y Horus. limpio. Dinastía XIX ................ «0
El tilos dual Homs-Set. Egipto.......................................... 83
Isis. Egipto. Dinastía XIX.................................................. 84
Hathor. Egipto. Dinastía XXVI.......................................... 87
Sejmel. Egipto.................................................................... 88
Deidad. Asiría, siglo IX a.d.C............................................ 90
Liliiu. Suiner, segundo milenio a.d.C................................ 95
Pazuzu. Mesopotamia, segundo milenio a.d.C................ 96
Anath. Ugarit. hacia 1400-1200 a.d.C................................ 99
Un shitenno. Japón, siglo VIII.......................................... 103
Diosa parta. Persia, siglo 1 o II a.d.C................................ 105
Ahura Mazda. Persépolis, siglo VI o V a.d.C.................... 109
Nacimiento de Ormuz y Arimán. Luristán, siglo VIII
a d.C................................................................................ 112
Zurván. Escultura helenística............................................ 113
El Puente Chinvat. India, siglo XVI.................................. 120
Pan. Relieve cóptico, siglo V I........................................... 129
Artemisa. Grecia, siglo IV a.d.C., y Éfeso, siglo I a.d.C.. 131
Hécate. Roma..................................................................... 133
Dionisos. Beoda, comienzos del siglo IV a.d.C............... 141
Ménade. Relieve cóptico. siglo V I.................................... 143
Pan y ninfas. Pompeya, siglo I a.d.C. o d.C..................... 153
Cabeza de Mitra. Romano-británica.................................. 155
Mitra matando al toro. Relieve romano, siglo II d.C..... 157
Carun. Fresco etrusco, siglo IV a.d.C................................ 159
Cabeza de Carun. Tárenlo, siglo IV a.d.C......................... 161
Tetradracma de Demetrio. Moneda helenística, siglo II
a.d.C................................................................................. 171
Pan y Olimpo. Pompeya. siglo I d.C................................. 173
Moisés lleva la ley a los judíos. Francia, siglo X IV ...... 178
William Blake. Satán ante el trono de Dios...................... 189
Eugéne Delacroix, Jacob luchando con el ángel............ 203
Gustave Doré. Satán entronizado en el Infierno............ 211
Cristo exorcisa un demonio. Armenia, siglo XIII............ 231
La trilla del infierno. Alemania, siglo X ............................ 235
Exorcismo. Alemania, siglo XV.......................................... 241
La adoración de la Bestia. Inglaterra, siglo XIII.............. 245
M. C. Escher, F.I encuentro.................................................. 259
Der Teufcl. der íst alt
Goethe
He whojtlucks a flou>er
disturbe thela’ nhcst star
(El que arranca una flor
perturba a la estrella más lejana)
Thomas traherne
PREFACIO
Ésta es una obra de historia, no de teología. Es un estudio
de! desarrollo de un concepto en la mente humana, no una
exposición metafísica. La erudición histórica no puede decidir si'
el diablo existe objetivamente. Pero el historiador sí puede
sugerir que los hombres y las mujeres han parecido comportarse
como si el diablo sí existiera. El mal (la inflicción de daño a seres
capaces de sentir) es uno de los problemas más perdurables y
graves de la existencia humana. Frecuentemente y en muchas
culturas, el mal ha sido personificado. Este libro es una historia
de la personificación del mal que, por claridad, he denominado
•el diablo-.
Soy medievalista pero, cuando hace unos años abordé el
concepto del diablo en los siglos X y XI, vi que no podía entender
el diablo medieval más que en términos de sus antecedentes
históricos; y más importante todavía: no podía entender al diablo
en absoluto más que en el contexto del problema del mal. Debía
encararme decididamente a la cuestión del mal, como historia
dor y como ser humano. La historia del mal y de su personifica
ción es larga, y tengo que terminar este libro al final de período
del Nuevo Testamento. Seguirá un segundo volumen, que tratará
del diablo en la Edad Media.
Ésta es una obra de síntesis que trata del gran problema de
la personificación del mal en un amplio panorama de tiempo y
en numerosas culturas. La corriente actual de la erudición
histórica se orienta más hada el análisis que hacia la síntesis.
Pero un enfoque equilibrado admite la necesidad de ambas
cosas. Necesitamos estudios detallados; también necesitamos
12 El Diablo
estudios que sitúen las detalles en sus contextos y relacionen los
datos históricos con la vida y la experiencia humana en su
conjunto.
El historiador se enfrenta a una dificultad especial en una
historia de valores, que fluyen constantemente, y la dificultad se
multiplica en un estudio intercultural, porque los términos
relativos a los valores deben traducirse de un lenguaje y un
contexto cultural a otro. La inevitabilidad del error y lo debatible
de las interpretaciones no deberían, sin embargo, impedir que
un autor aborde lo que entiende como un problema central para
la humanidad y para él mismo. Una obra de erudición ha de ser
más que un ejercicio. El escritor mismo cambia al escribir y debe
aspirar a que también cambie el lector.
Quisiera dejar muy claro en este libro un punto que a veces
se ha entendido mal en mi historia de la brujería. Es éste: los
datos históricos no serán nunca lo bastante claros para que
sepamos lo que ocurrió realmente (uñe es eigentlicb gewesen),
pero los datos sobre lo que la gente creta que ocurría son
relativamente claros. Este concepto, el de lo que la gente cree
que ocurre, es más importante que lo realmente ocurrido,
porque la gente actúa en función de lo que considera cierto.
En una obra amplia como es ésta he tenido que recurrir
necesariamente a la ayuda de muchos colegas, estudiantes,
amigos y parientes. Cada cual entenderá el modo especial en que
le estoy agradecido. Ninguno de ellos es responsable de ningún
error en este libro, y no ha de suponerse que ninguno de ellos
suscriba mis interpretaciones. Mi sincero agradecimiento, pues,
a Cari T. Berkhout, Joseph K. Blenkinsopp, Edmund Brehm,
Helen E. Conrad, Frank Cook, Clara Dean, Edwin S. Gaustad,
Norman Girardot, Barbara Hambly, Bemhard Kendler, Helen
Logue, Donald M. Lowe, Eileen MacKrell. León McCrillis. Ralph
Mclnerny, Francis J. Marcolongo, William Mathews, June
O'Connor, Douglas Parrott, Johnnie Ann Ralph, Diana Russell,
Jennifer Russell, Kay Scheuer y Mark W. Wyndham. También
debo gratitud a las siguientes instituciones, que me han propor
cionado ayuda financiera y de otros tipos: el Comité de Inves
tigación de la Universidad de California, Riverside; la Cátedra
Michael P. Grace de Estudios Medievales de la Universidad de
Prefacio
Notre Dame; el Index of Christian Art, el National Endowment
for the HumanRies y el Warburg Institute.
El Capítulo I se publicó en primera versión en Lisletiing/
Journal of Religión and Culture, vol. 9. no. 3 (1974), 71-83- El
Capítulo 2 se publicó en primera versión en Indiana Social
Science Quarterly, vol. 28 (Invierno 1975/76), 24-37. Agradezco
a los editores su autorización para su edición en forma revisada
en este libro.
JEFFREY 13URTON RUSSELL
Notrc Dame, Indiana
EL DIABLO