Table Of Content© Felipe Gómez Isa
© De la presente edición: Departamento para los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social
de la Diputación Foral de Gipuzkoa
Edición a cargo de Alberdania, S.L.
Impreso en: Itxaropena S.A. Araba k. 45 -Zarautz-.
ISBN: 84-96310-85-X
Lege Gordailua: S.S. 57/06
EL DERECHO A LA MEMORIA
FELIPE GÓMEZ ISA (Director)
INSTITUTO DE DERECHOS HUMANOS PEDRO ARRUPE
UNIVERSIDAD DE DEUSTO
Bilbao, enero de 2006
DERECHOS HUMANOS 5
2003. urtean Giza Eskubideetarako, Enplegurako eta Gizarteratzeko Foru
Departamentuak bere eginbehar zehatz bat hartu zuen bere gain: lehenengo aldiz
Gipuzkoako Lurralde Historikoan Giza Eskubideetarako politika martxan jartzea.
Gaur arro esan dezaket politika hori jadanik martxan dagoela eta bere helburu
nagusienen arrean hasieratik bat oso argi izan genuen: Gipuzkoan Giza Eskubideen
inguruan dagoen debatea gure lurraldeak jasaten duen gatazka politikoagatik kutsatuta
dago erabat. Beraz Giza Eskubideak gure eginkizuna eta gure eginbeharra direlako, Giza
Eskubideen kontzepzio irekiago eta aberasgarriago batengatik apustu egin nahi dugu,
alderdi politikoen debate itotzailetik kanpo.
Porque el horizonte de los Derechos Humanos es mucho más abierto que lo que la
situación de conflicto político nos deja ver, este Departamento Foral quiere trasmitir un
mensaje muy claro a la sociedad guipuzcoana:
NUESTRO RETO Y NUESTRO COMPROMISO SON TODOS LOS DERE
CHOS HUMANOS Y PARA TODAS LAS PERSONAS
Este mensaje lo estamos trasladando a través de tres grandes ejes de acción: la gene
ración de un espacio de conocimiento sobre los Derechos Humanos, la denuncia de las
vulneraciones y la sensibilización de la sociedad ante las mismas y la puesta en valor de
todas las personas que desde Gipuzkoa trabajan a favor de los Derechos Humanos.
Para responder a esos tres ejes decidimos crear una nueva colección de obras
sobre derechos humanos que con este trabajo que tiene en sus manos, llega ya a su
quinta publicación. Investigaciones todas ellas que aspiran a dotar a la sociedad de
más recursos y contenidos escritos sobre el tan necesario conocimiento de los dere
chos humanos.
Mari Carmen Marín
Giza eskubideetarako, Enplegurako eta Gizarteratzeko Foru Diputatua
Diputada Foral para los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social
EL DERECHO A LA MEMORIA
ÍNDICE
PRESENTACIÓN 15
PROLOGO
La forma moral de la memoria. A manera de prólogo.
Carlos Castilla del Pino 15
I. EL DERECHO A LA REPARACIÓN EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL
El derecho de las víctimas a la reparación por violaciones graves y
sistemáticas de los derechos humanos.
Felipe Gómez Isa 23
Derecho a la reparación y género en los conflictos armados.
Gaby Oré Aguilar 77
Comisiones de la Verdad y Memoria.
William A. Schabas 101
Las sesiones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica:
perspectivas desde las víctimas.
Ruth Picker. 113
La Memoria Histórica en la Conferencia de Durban contra el Racismo.
José Luis Gómez del Prado 139
II. UNA MIRADA INTERDISCIPLINAR A LA MEMORIA
Memoria histórica: revertir la historia desde las víctimas.
Mauricio Gaborit 195
Memoria y Víctimas: una perspectiva ético-filosófica.
Xabier Etxeberria 223
Justicia y Memoria. Aproximaciones.
Reyes Mate 251
De la ausencia de recuerdos y otros olvidos intencionados. Una lectura
política de los secuestros de la memoria.
Asier Martínez Bringas 267
"Lugares de memoria" y políticas de memoria.
Carme Molinero 295
12 ÍNDICE
Literatura desestabilizadora y memoria protegida.
Jordi Gracia 311
El "derecho a la memoria" y el caso del exilio vasco: la construcción de
una geografía emocional.
José Ángel Ascunce Arrieta y Edurne Muñoz Muñoz 325
El Cine como Arte de la memoria.
Fernando Bayón 351
III. MEMORIA(S) DESDE LA EXCLUSIÓN
Mujer y memoria.
María Jesús Cava 387
La Memoria de las Tierras Antiguas, Tocando a las puertas del derecho.
Políticas de la memoria mapuche en la transición chilena.
Víctor Toledo Llancaqueo 421
Sobre memoria, minorías nacionales y nacionalismos sin Estado: algunas
hipótesis exploratorias.
Xosé Manuel Núñez 441
Memoria y Homosexualidad: sufrimiento, olvido y dignidad.
Nikolaos Tsinonis 461
IV. EL DEBATE SOBRE LA MEMORIA HISTÓRICA EN ESPAÑA
El marco legal de la represión en la dictadura franquista durante el periodo
1939-1959.
Marc Carrillo 501
La recuperación de la memoria histórica en España.
Enrique Pinilla Martín 529
Exhumaciones y políticas de la memoria en la España contemporánea.
Francisco Ferrándiz 547
V. SOCIEDAD CIVIL Y RECONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA
El despertar de la memoria histórica en España: el papel de la sociedad civil.
Emilio Silva 571
Abuelas-Madres de Plaza de Mayo: la construcción social de la memoria.
Ana González Bringas 579
NOTA SOBRE LOS AUTORES 617
PRESENTACIÓN
En los últimos tiempos estamos asistiendo tanto en nuestro país como en la esfera inter
nacional a un interés creciente por las cuestiones relacionadas con el derecho a la repara
ción y el papel que puede jugar la memoria como elemento necesario para que florezca la
verdad, se haga justicia y, así, se pongan las bases para una auténtica reconciliación.
La memoria se ha convertido en una categoría ético-filosófica, política y jurídica,
convirtiendo al recuerdo en un auténtico deber moral, en un antídoto contra la barba
rie y el olvido en que han caído muchas veces las víctimas de las violaciones de los dere
chos humanos más básicos. Lejos de creer que el olvido y la amnesia histórica son un
mal necesario y el precio que hay que pagar para superar situaciones conflictivas, nos
enfrentamos cada vez más a "la presencia provocadora de la memoria", por utilizar unas
acertadas palabras de Reyes Mate, uno de los máximos exponentes del intento de cons
truir una auténtica cultura de la memoria.
Este proyecto de investigación pretende una aproximación interdisciplinar y global
al complejo fenómeno de la reparación y la memoria histórica, con sus diferentes rami
ficaciones e implicaciones. Tras la aproximación moral que figura en el prólogo del psi
quiatra Carlos Castilla del Pino, nos adentramos en el análisis del derecho a la repara
ción en el ámbito internacional, que ha sufrido una espectacular evolución en los últi
mos tiempos de la mano de las Naciones Unidas, con repercusiones en algunos proce
sos nacionales tan significativos como el de Sudáfrica. El segundo capítulo aborda una
mirada interdisciplinar al complejo fenómeno de la memoria, con atalayas tan diversas
como la filosofía, la ética, la psicología social, la literatura o el cine. A continuación,
cedemos la voz a las memorias excluidas, aquéllas que se han visto marginadas desde las
narrativas oficiales de la historia y de la memoria; las mujeres, los pueblos indígenas, las
minorías nacionales o los homosexuales son algunos de los grupos a los que hemos que
rido convocar a este proceso de recuperación furtiva de memorias políticamente inco
rrectas. En el cuarto capítulo hemos querido arrojar luz sobre el actual debate en torno
a la memoria histórica en España, un tema de una enorme actualidad que está cono
ciendo desarrollos importantes tanto en la esfera académica como en la estrictamente
política. Finalmente, hemos querido otorgar un cierto lugar preferente a la auténtica
protagonista en todo proceso de reparaciones y de recuperación de la memoria: la socie
dad civil y, en particular, las víctimas. El análisis del caso de las Abuelas-Madres de Plaza
de Mayo y del proceso reciente de creación de diferentes asociaciones para la recupera
ción de la memoria histórica en España tratan de desentrañar las luces y las sombras de
los marcos sociales de la memoria en los que no pueden faltar las voces de las víctimas.
No quería acabar esta breve presentación sin dar las gracias al Departamento para
los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social de la Diputación Foral de
Guipúzcoa que encabeza Mari Carmen Marín por haber mostrado su confianza desde
14 PRESENTACIÓN
el principio en la realización de este proyecto de investigación. El Instituto de Derechos
Humanos Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto ha acogido como suya esta inves
tigación y la ha impulsado de diferentes formas: Xabier Etxeberria y Asier Martínez
desde el piano académico; Pilar Diez y Juan Luis Lapuence desde el apoyo técnico nece-
sario para labores de esta envergadura. A todas las personas que conforman el equipo
humano del Instituto les quiero agradecer el entorno académico y vital que hacen posi
ble labores de investigación como la que a continuación les mostramos. Lo que real
mente pretendemos es que estas páginas contribuyan a generar el caldo de cultivo nece
sario para un debate sereno, racional y comprometido con la extensión de una auténti
ca cultura de la memoria.
Felipe Gómez Isa
Diciembre de 2005
LA FORMA MORAL DE LA MEMORIA. A MANERA DE PRÓLOGO
Carlos Castilla del Pino
1
Los seres humanos se definen por lo que hacen y se les recuerda por lo que hicie
ron. Hay quien actúa con el sólo propósito de dejar memoria de su existencia. La razón
profunda de este comportamiento con esa expresa o inexpresa finalidad es que ser recor
dado es una forma de existir tanto en vida cuanto después de haber vivido1, una forma
nada ilusoria de seguir vivos, no biológica sino biográficamente. Sólo cuando se es olvi
dado por aquéllos que nos recordaban, o cuando éstos han perecido, se puede afirmar
que inexistimos. El olvido en vida de uno es una tragedia, porque es la inexistencia, la
muerte biográfica; con otras palabras, vivir, pero no existir. Sabemos algo de ello por la
experiencia dramática de los que, aun estando vivos, no son "identificados" por nadie,
y más todavía si, habiéndolo sido, dejaron de serlo y ya "no se les reconoce". Por eso,
aunque no podemos tener experiencia de lo que será el olvido en que quedaremos sumi
dos después de nuestra muerte, no lo deseamos de ninguna manera. El hombre está
hecho para ser inmortal, y, como no lo es, o hace el intento, o fábula con serlo.
Ahora bien, es obvio que aquellas actuaciones por las que se es recordado por un
tiempo mayor o menor, sólo se pueden llevar a cabo mientras vivimos: los muertos no
hacen nada por ellos mismos. Si algunos de estos merecen ser recordados, los que aún
viven son los que han de hacer que se les recuerde. El olvido sella la muerte de todo ser
que alguna vez existió. Por el contrario, sobrevive -sobrevivir: la palabra justa para la tesis
que expongo2- por el tiempo que sea, mientras se le recuerde. Por eso, cuando los que le
recuerden hayan desaparecido también, ha muerto por última vez, y definitivamente.
La conciencia de que tenemos la responsabilidad de hacer que sigan existiendo
aquéllos que ya muertos juzgamos que deben sobrevivir, se trata de subsanar de muchas
maneras. Habitualmente con el luto3 (ya en desuso), la placa conmemorativa, el busto,
el nombre de una calle o hasta una estatua ecuestre. De esta forma, alguien murió, otros
1 Hay dos formas de existencia, la biológica, referida al hecho de vivir, y la biográfica, que alude a la cons
trucción de la propia existencia. A la primera corresponde el vivir en sentido estricto, "tener vida", estar
con vida"; a la segunda, el existir. Mantendré esta doble acepción de vivir a lo largo de estas páginas.
2 En el Diccionario del Estudiante, R.A.E, Madrid, 2005, supervivencia y sobrevivencia aparecen como sinó
nimos. Pero en este contexto, la sobrevivencia sólo puede aplicarse a la existencia, no al vivir biológico, para
el cual el vocablo adecuado es supervivencia.. De Aristóteles puede decirse que sobrevive entre nosotros,
pero resultaría extraño decir que supervive. Pero de alguien que es liberado de entre los escombros en un
terremoto se dice que "ha sobrevivido" (no hay "supervivido"), que es "un superviviente". El vocablo sobre
vivencia ha sido introducido para la próxima edición del Diccionario de la R.A.E.
3 La función del luto es la de exhibir ante los demás el cumplimiento del deber de sentir y recordar al ser
ya perdido. No importa que ese cumplimiento, en la intimidad, no se lleve a cabo como deber: los senti
mientos se tienen o no, pero si se tienen no es por obligación. Pues bien, cualquiera fuera el comporta
miento durante su vida, el muerto tuvo un "sitio" (como padre, madre, hijo, etc.). Por eso, el luto estaba