Table Of ContentDichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los 
antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque 
en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro 
tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa 
sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella 
vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío.
Don Quijote De la Mancha 
Miguel de Cervantes saavedra
ÍNDICE
44 LA LIBERTAD EXPROPIADA 
Luz Mely Reyes
52 AUTOR, EDITOR, LECTOR: 
UNA SANTÍSIMA TRINIDAD
5 EDITORIAL Alberto Manguel  
Guadalupe Nettel
55 LA BALADA TRISTE  
DEL LECTOR FIEL
DOSSIER
BEF
6 MURAL 62 DE TONELADAS DE 
Mahmud Darwish PIEDRA A BITS ETÉREOS
Antonio Martínez Velázquez
8 SI LO PROPIO  
DEL CUERPO ES AJENO 68 SEMBRANDO EL FUTURO 
Jesús Ramírez-Bermúdez Y LA LIBERTAD, UNA 
SEMILLA A LA VEZ 
15 ¿QUÉ ES LA PROPIEDAD? Vandana Shiva
Pierre-Joseph Proudhon
75 RICHARD STALLMAN Y LA 
16 PROPIEDAD DE TODOS,  PROPIEDAD INFORMÁTICA
SOCIALISMO DE NADIE Jorge Comensal
Carlos Manuel Álvarez
80 ROUSSEAU EN CIUDAD 
21 LOS ZOMBIS Y PROUDHON UNIVERSITARIA
Gabriela Alemán UN VAGABUNDEO POR EL PAISAJE 
DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL
26 LOS DIVERSOS ROSTROS   Sara Schulz
DE LA DESIGUALDAD
Jorge Eduardo Navarrete 87 LAS RUINS OF MEXICO,  
ENTRE PEDACERÍA  
34 TENGO Y TEPALCATES
Nicolás Guillén Saúl Hernández-Vargas
36 LOS DESPOSEÍDOS 94 EL GENOMA HUMANO: 
(FRAGMENTO) ¿PROPIEDAD PRIVADA  
Úrsula K. Le Guin DE INTERÉS PÚBLICO?
María Emilia Beyer
ARTE CRÍTICA
100 FORENSIC ARCHITECTURE / 136 MADRES Y PERROS 
EL PODER DE   FABIO MORÁBITO
LA RESISTENCIA Eloy Urroz
UNA CONVERSACIÓN  
CON EYAL WEIZMAN   140 LA GENERACIÓN 
Enrique Díaz Álvarez FLOTANTE 
APUNTES SOBRE LA NUEVA 
LITERATURA CUBANA
PANÓPTICO
Rafael Rojas
PALCO
148 MAC Y SU 
114 MODERNIDAD Y VIGENCIA   CONTRATIEMPO 
DE UNA REVUELTA SONORA  ENRIQUE VILA-MATAS
Bradford Bailey Diego Rodríguez Landeros
ALAMBIQUE 153 LA DRAMATURGIA DEL 
ESPACIO EN DOS FILMES 
118 BESTIARIO DE 
SUDAMERICANOS
FIERAS PSICOTRÓPICAS 
Jorge Ayala Blanco
Andrés Cota Hiriart
156 ELEVARSE AL 
ÁGORA
ENCUENTRO  
123 COLAPSO  DEL CAMINO
Luis Muñoz Oliveira Carlos Rojas Urrutia
PERSONAJES 161 NUESTROS AUTORES
SECUNDARIOS
127 MAGALLANES:
EL PRIMERO QUE NO FUE 
Antolina Ortiz
OTROS
MUNDOS
131 UN CIEGO EN EL 
METRO NOS VIGILA 
Jesús Vicente García
DOSSIER 4 TÍTULO DEL TEXTO
EDITORIAL
Pocas cosas despiertan tanto la ferocidad del ser humano como la amenaza a su 
propiedad. El deseo de poseer, ya sea un territorio, una persona, un trono o una 
fortuna, pero también el impulso de defender nuestros bienes personales o colecti-
vos o de recuperar lo perdido, han motivado la mayoría de las guerras y de los crí-
menes, desde un asalto inocuo, hasta los genocidios.
Este impulso no sólo propiciado, sino aplaudido por el capitalismo, tiene conse-
cuencias graves. La desigualdad abismal que caracteriza a nuestro país y a nuestro 
continente, el control de los recursos médicos por la industria farmacéutica, la apro-
piación y destrucción de la naturaleza, son sólo algunos ejemplos.
Reflexionar sobre la propiedad es fundamental para comprender el estado del 
mundo y, como es nuestra costumbre, hemos querido abordarlo desde ángulos muy 
diversos. El neurólogo y escritor Jesús Ramírez-Bermúdez comienza por lo más ele-
mental. ¿Nuestros cuerpos realmente nos pertenecen? ¿Tenemos el poder de elegir su 
destino o son las leyes y las religiones quienes mandan sobre él?, se pregunta el autor 
de Un diccionario sin palabras. En un texto muy revelador, Jorge Eduardo Navarrete 
explica el fenómeno de la desigualdad económica, y en otro Richard Stallman expo-
ne su filosofía acerca de un internet verdaderamente libre y de la importancia de usar 
un software que también lo sea. El fragmento de la novela Los desposeídos firmado 
por Úrsula K. Le Guin habla del deseo de apropiarse del ser amado. La activista y 
autora india Vandana Shiva describe los desastres que ha ocasionado la dictadura 
del uno por ciento no sólo en la ecología mundial sino en las relaciones humanas. 
Carlos Manuel Álvarez y Luz Mely Reyes nos explican las contradicciones respecto 
a la propiedad en los socialismos de Cuba y Venezuela. Alberto Manguel, por su par-
te, reflexiona sobre la relación mercantilista entre escritores y editores.
Proudhon aseguraba que toda propiedad es un robo. ¿Podemos realmente afirmar 
que un árbol o un animal nos pertenecen? Cuando una empresa se apodera de un 
río, ¿no está desposeyendo a otros más de un pedazo del planeta que heredaron? ¿Se 
aplica esto también a la propiedad intelectual y al arte? ¿Y la apropiación cultural? 
Saúl Hernández-Vargas discurre acerca de este tema centrándose en los coleccio-
nistas de objetos prehispánicos.
Las tensiones entre lo colectivo y lo individual, lo valorable y lo inconmensurable, 
lo libre y lo privativo, están en los fundamentos de utopías, modelos y prescripciones 
de todos los tiempos, desde los esenios, los franciscanos y comunidades nómadas de 
la Antigüedad, hasta los anarquistas, los neoliberales y los comunistas modernos. 
Las páginas de nuestro dossier giran en torno a estas preguntas atemporales.
Guadalupe Nettel
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POEMA
MURAL
(FRAGMENTO)
Mahmud Darwish
Traducción de Rosa Isabel Martínez Lillo
Es mío este mar,
es mío este aire húmedo,
esta acera
y mis pasos y semen sobre ella... son míos.
Y la vieja estación de autobuses es mía. Y mía es
mi silueta y su dueño. La vasija de cobre,
y la Aleya del Trono, y la llave,
la puerta, los guardianes y los timbres son míos.
La herradura del caballo
que voló de los muros... y es mío
aquello que fue mío. Las hojas
arrancadas de La Biblia... mías,
los restos de lágrimas saladas
en la pared de casa... míos.
Y mi nombre, incluso si fallo al pronunciarlo
con sus seis letras dispuestas en la línea:
“eme”: mano de aventurero, moribundo marchando
             hacia la muerte
“a”: amigo de la vida, amante, amado, adiós 
“hache”: hermano, humano, huerto y huérfano de
               hambre
“eme”: un manojo de rosas
“u”: uno, único, unidad
“de”: destierro, dirección, directriz que me dirige y
me desangra,
este nombre es el mío...
y es de mis amigos allá donde se encuentren,
y es mío, en presencia o ausencia, mi cuerpo prefijado...
Me bastarían tan sólo dos metros de esta tierra
(uno setenta y cinco para mí...
y el resto para la flor de colores confusos
que, despacio, me sorbe). Y es mío
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aquello que fue mío: mi ayer y lo que será mío,
mi mañana lejano, la vuelta de mi espíritu errante.
Como si nada hubiera sido.
Como si nada hubiera sido,
una pequeña herida en brazos del frívolo presente...
mientras se ríe la Historia de sus víctimas
y sus héroes...
a quienes mira de reojo, y se va...
Este mar, mío,
Este aire húmedo, mío
y mi nombre
—incluso si fallo al pronunciarlo sobre el ataúd—
es mío.
Mas ahora, tras haberme llenado
de todos los motivos de la marcha,
no soy mío.
Yo no soy mío,
no soy mío.
Tomado de Mural, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 
2003, pp. 199-207.
François Olislaeger, sin título, 2009
DOSSIER 7 MURAL
SI LO PROPIO DEL CUERPO ES AJENO
Jesús Ramírez-Bermúdez
LOS OJOS 
Un paciente de mi hospital insiste en arrancarse los ojos. Una vez casi 
lo logra; lesionó gravemente sus párpados y globos oculares. Ahora pa-
dece cataratas que le impiden ver bien: un resultado permanente de 
aquel traumatismo.
Asegura que los ojos no son suyos. Son de alguien más. De un robot. 
Se los pusieron con una máquina. Se los incrustaron con una opera-
ción. Piensa que son ajenos porque al mirar hacia arriba y a la izquierda 
aparecen rostros que jamás ha visto, espectros, fantasmas. Esos ros-
tros no son parte de su vida. Los ojos son de otro, de alguien más.
LO PROPIO Y LO AJENO DEL CUERPO
¿Cómo puede una persona negar una parte de su cuerpo y atribuirla a 
alguien más? Podemos imaginar las circunstancias trágicas de Edipo 
cuando decidió mutilarse por odio a sí mismo. Pero hacerlo al pensar 
que los ojos propios son ajenos es un acto que pone en crisis nuestro 
sentido común más elemental. La certeza primera de todo ser humano 
consiste en disponer de una corporalidad propia (de la que nadie pue-
de escapar), a partir de la cual se forma la memoria emocional y auto-
biográfica que da soporte a la identidad. Pero la relación con el cuerpo 
puede frustrarse por dos circunstancias. Por una parte, la neuropsi-
quiatría nos informa acerca de problemas clínicos que nos muestran 
cómo se construye “el sentido común” de la propiedad corporal. Por 
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otra parte, todo indica que el orden social está  cadas, no tenemos una respuesta definitiva a 
configurado a partir de restricciones en los  cada enigma planteado por él. En el caso des-
derechos del individuo sobre su cuerpo, me- crito el paciente rechaza partes corporales 
diante preceptos religiosos, convenciones mo- como si fueran ajenas. No podemos explicar 
rales y límites jurídicos. Este ensayo discute  esta convicción que contradice la lógica coti-
ambas frustraciones. diana. Aunque también me pregunto: ¿sabe-
La viñeta inicial corresponde a una perso- mos cómo se construye ese sentido común 
na real que ha recibido el diagnóstico de es- según el cual nuestras partes corporales nos 
quizofrenia en el Instituto de Neurología de  pertenecen?
México. La esquizofrenia (una categoría cien- Con el propósito de observar un panorama 
tífica provisional, a mi juicio) es concebida  más amplio, la neuropsiquiatría estudia tam-
como un trastorno mental crónico, asociado  bién a personas sin esquizofrenia, pero que 
a un riesgo genético y a anormalidades en la  presentan fallas en el reconocimiento de par-
arquitectura del cerebro. Aunque las inves- tes de su cuerpo debido a lesiones cerebrales 
tigaciones científicas han cambiado nuestra  (por ejemplo, tumores o infartos). Esto abre 
imagen de este trastorno en las últimas dé- una nueva vía para investigar el sentido de 
Charles Bell, Soldado herido de Waterloo, s. XIX
DOSSIER 9 SI LO PROPIO DEL CUERPO ES AJENO
propiedad sobre nuestro cuerpo: un tema ex- Es un trastorno infrecuente. Un estudio im-
clusivamente filosófico antes del advenimien- prescindible al respecto se publicó en 2010 en 
to de las neurociencias.  la revista Stroke. En Alemania, el doctor Bern-
hard Baier estudió 79 casos de personas con 
UNA MANO INCÓMODA infartos cerebrales en el hemisferio derecho. 
El señor H coloca su brazo izquierdo en una  Dentro de este grupo de 79 pacientes, 11 per-
posición extraña, flexionada por detrás de la  sonas tenían alteraciones en el sentido de pro-
espalda, como si quisiera ocultar algo. Al pre- piedad corporal (decían, por ejemplo, que un 
guntarle por las razones de esa postura in- brazo o una pierna no les pertenecía, que era 
usual, sostenida por días enteros, asegura que  de alguien más). Las imágenes cerebrales de 
la mano se gobierna sola y que no es de él,  este subgrupo fueron comparadas con estu-
sino de alguien más. La familia lo ha llevado  dios de pacientes que también tenían lesiones 
a un hospital psiquiátrico, donde le diagnos- del hemisferio derecho, pero no estaba alte-
tican esquizofrenia, pero una convulsión lo  rado el sentido de propiedad. Esta compara-
conduce posteriormente al Instituto de Neu- ción arroja datos que permiten averiguar qué 
rología de México. regiones cerebrales son indispensables para 
Lo atiendo en la sala de urgencias. generar un sentido de propiedad corporal. La 
—Cierre los ojos —le pido. Tomo su mano  investigación del doctor Baier mostró que los 
derecha y escribo en la palma una letra, lue- daños responsables se localizaban en el ló-
go otra; un número detrás de otro. Reconoce  bulo de la ínsula del hemisferio derecho. ¿Qué 
perfectamente cada signo. Escribo números  puede significar esto? En primer lugar, el he-
y letras en la palma de la mano izquierda:  misferio derecho parece ser dominante en 
esta vez, el señor H es incapaz de reconocer- cuanto a las funciones del autorreconocimien-
los. Tampoco identifica los dedos de su mano  to. ¿Y qué podemos decir de la ínsula? Esta 
izquierda. No percibe la diferencia entre la  estructura contribuye a crear estados emo-
inmovilidad o el movimiento de sus dedos;  cionales, acoplando información táctil acer-
ignora si están flexionados o extendidos. El  ca de la superficie corporal con información 
paciente no tiene esquizofrenia, sino un pro- acerca del estado interno del organismo (por 
blema de cáncer en la piel con extensión al  ejemplo, datos de las vísceras torácicas, ab-
hemisferio cerebral derecho, donde se ha for- dominales y pélvicas). Este procesamiento de 
mado un tumor en los meses recientes.  datos neurales parece sustentar ese elusivo 
componente emocional ubicado en la base de 
HACIA UNA NEUROCIENCIA   nuestra experiencia de propiedad corporal: 
DEL SENTIDO DE PROPIEDAD  el sentimiento de que mi cuerpo es realmen-
El caso del señor H plantea problemas rele- te mío y de nadie más.
vantes para estudiar el sentido de propiedad 
corporal desde las neurociencias. Cuando un  CAMINOS IMPREVISTOS  
paciente con una lesión cerebral atribuye sus  A LA RECUPERACIÓN 
propias extremidades a otras personas deci- El desciframiento de las conexiones cerebra-
mos que hay un delirio somatoparafrénico.  les involucradas en el sentido de propiedad 
DOSSIER 10 SI LO PROPIO DEL CUERPO ES AJENO
Description:Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron  Xi Jingpin, “Report to the  cribía porque un reportaje de investigación.