Table Of ContentHISTORIA
MUNICIPIO iBUOTECA HOSPITÍ
GRANAD/
Y COLONIA ROMANA
3. ISIZDZESO D EL CLA-l^Z^
Mil
SANTIPONCE, SEVILLA
POR
AURELIO GALI LASSALETTA
\'d....
DE I,A. REDACCIÓN DE El Comercio de Andalucía
;
SEVILLA
Tipografía y Encuademación de Enrique Bergali
Sierpes 104 y Monteros 19
1892 ^!?5*-5í??3fes
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N A D*
ES PROPIEDAD.
Al Recuerdo Glorioso
DE ITÁLICA
DE SUS NÚMENES INMORTALES
Silio Itálico, Trajano, Adriano y Teodosio
DE SUS MAESTROS SUBLIMES
S. O O B N E L IO -3T S. G E R O W O IO
SEPULCROS DE SAN ISIDORO
Y DEL
héroe grandioso de Tarifa y Gaucín, Guzmán el Bueno;
EL AUTOR DE ESTAS PÁGINAS, EN TESTIMONIO
de respeto y consideración, se las dedica
í la Exorna. Diputación Provincial j Exorno, Ajuntamisnio
SEVILLA
poniéndolas bajo su protección y amparo.
URÓLOGO
Precisamente en Sevilla, á una legua corta de esta
ciudad, existe el Monasterio de San Isidro del Campo,
é inmediato á Santiponce. Y por cierto, que fué en un
día que tuve el peor humor de todos los de mi vida.
Yo quería visitar á la vez que este Monasterio las rui
nas de Itálica, que cerca se hallan; del primero algo
me decían los guías, aunque fuese poco; pero del se
gundo sólo media docena de renglones, y empecé á
buscar algún libro referente á la historia y estado de
ese desaparecido Municipio, como los obtuve cuando
fui á Pompeya y Herculano, y cuando he tratado de
estudiar ciudades famosas que desaparecieron por acci
dentes extraños ó por el trascurso de los siglos. Que
Itálica fué gran cosa no hay que dudarlo, aunque sólo
se tuviese en cuenta que en ella vieron la luz empera
dores cual Trajano, Teodosio y Adriano; poetas cual
Silio y capitanes tan esforzados cual Quinto Pompeyo
Niger, vencedor del célebre Antistio Turpión. Pero na
da encontré, ni aun la canción á sus ruinas del admira
ble poeta Francisco de Bioja, acerca de la que un li
brero me dijo que estaría en algún tomo del Parnaso
Español; y de aquí mi mal humor, pues tuve que irme
de Santiponce sin antecedentes, donde un mozuelo que
se me presentó en calidad de cicerone, me lo quiso re
mediar todo con manifestar que aquélla era Sevilla la
Vieja, añadiéndome algún que otro dato tan igualmen
te erróneo que el anterior, pues sabido es que Sevilla
(Hispalis) es más antigua que Itálica. En resumidas
cuentas, me contenté con pasear aquellas ruinas vene
rables, á la manera de ignorante viajero, SIN LUZ Y
SIN GUIA, suceso que aún estoy lamentando y la
mentaré.
(Del librito Sevilla, por Eduardo Caro, pág. 229,
impreso en Madrid, 1892).
Instintivamente al trazar sobre la mesa de una redacción
las difíciles líneas de esta obra, la primera idea que evoca mi
espíritu es un tributo de admiración, respeto y cariño, hacia
las dignas personalidades que componen la prensa sevillana,
VI PRÓLOGO
entre las cuales vengo militando há más de treinta años, si
quier como soldado de estos Leónidas, que combaten en unas
Termopilas de afanes no galardoneados, contra Jerjes de con
trariedades y decepciones, al vaivén de este período de tran
sición en que vivimos y que, poniendo á contribución sus ener
gías, realizan el bien progresivo en la tierra, divulgando la
palabra creadora de la cultura diariamente, y llevando el sus
tento cuotidiano á muchísimos hogares, que los bendicen.
A ellos saludo, impetrándoles para el fin moral que des
envuelve esta obra sus valiosos predicamentos, consecución
que va en pos del bienestar de Sevilla, al promover el touris-
mo de propios y extraños.
Necesario es inculcar en el ánimo de nuestros gobiernos
y corporaciones oficiales, protección y amparo para estas rui
nas de Itálica, que continuados estudios me dan títulos más
que suficientes para proclamar que pueden parangonearse
con las monumentales Eoma, Atenas, Pompeya y Herculano.
Arrogancia suma sería en mí querer probar que en estas
páginas se condensa una historia inédita y concluida de Itá
lica, cuando en ningún tiempo la han podido escribir todos
sus conspicuos historiadores y arqueólogos.
Y no la han podido historiar por encontrarse casi todos
sus datos velados por una oscuridad casi completa, pues apar
te de los muchos documentos que se han perdido ó destruido,
su verdadera trama yace soterrada bajo aquellas ruinas, no
exhumadas aún en nuestros días, para desdoro de la cultura
patria.
Pero si esto es una verdad ostensible, también es pal
mario que esta obra, sin jactanciosos jaeces, viene á llenar
un vacío en Sevilla, pues en todo este siglo no se ha dado á
la estampa ningún libro que trate de Itálica con sus últimos
descubrimientos é historia no dicha.
He afrontado esta serie de trabajos, luchando con un
sinúmero de obstáculos insuperables, que con gusto he tra
tado de vencer, en holocausto de este pedazo de nuestra al
ma, que se llama la Metrópoli andaluza.
Description:nes, inventor del arpa y conductor de las almas que salían de las moradas de los ya en rectángulos, ya en romboides y varios cañones aboveda-.