Table Of ContentESCRITOS DE SAN
Evangelio, Cartas, Apocalipsis
FELIPE F. RAMOS
Cursos Bíblicos / A DISTANCIA
CURSOS BÍBLICOS
A DISTANCIA
ESCRITOS DE SANT JUAN
Evangelio, Cartas, Apocalipsis
Felipe F. Ramos
/1
CONTENIDO
I. EVANGELIO
I. CUESTIONES INTRODUCTORIAS. Págs.
1.°) Características 13
2.°) Tendencias 18
3.») Juan y los Sinópticos 21
4.») Juan y Pablo 29
5.°) Composición del 4.» evangelio ... 30
6.») Ambiente religioso y mentalidad. 32
7.°) Reto para dos mundos 36
8.») Lengua, estilo, movimiento del
pensamiento 37
9.°) Autor 39
10) Tiempo y lugar de composición. 42
11) Interpretación existencial del
4.» evangelio 43
II. VISIÓN GENERAL DEL EVANGELIO.
1.°) Prólogo 46
2.°) Libro de los signos 48
3.°) Libro de la pasión 54
4.°) Apéndice del Evangelista - re
dactor 56
III. TEOLOGÍA.
A) Visión sistemática: 57
1.») Aspecto cristológico 57
2.°) La doctrina salvífica 62
3.°) Escatología actual 64
4.°) Sacramentos, mística, ética. 67
5.°) Iglesia y misión 70
6.») El Espíritu 72
B) Grandes temas teológicos 74
1.») Signos y "obras" 75
© PPC. Edicabi. 2.o) La fe 76
Editorial PPC, 1971. 3.°) El amor 80
Enrique Jardiel Poncela, i.—Madrid-16.—Teléfono 259 2300.
4.») La vida 82
Nihil obstat: Dr. Lamberto de Echeverría. Censor.
Imprimatur: Constancio Palomo. Vicario General. 5.°) La verdad 84
Salamanca, 21 de marzo de 1972. 6.») La luz 86
I.S.B.N.: 84.288-0191-6. 7.°) La gloria 88
Depósito legal: M. 7.017 - 1973.
8.°) La hora 89
Printed in Spain - Impreso en España.
Impreso en Marsiega, S. A.—Enrique Jardiel Poncela, 4.—Madrid-16. 9.») La fórmula "YO SOY" 90
NOTA BIBLIOGRÁFICA
, , , Págs.
10) La permanencia 93
11) La Eucaristía 95
12) El mandamiento ... ... ... ... 97
13) El concepto de "cosmos" ... 98
14) La predestinación y la deci
sión 99
15) La vid 101
IV. ENSAYOS EXEGÉTICOS. ENCICLOPEDIA DE LA BIBLIA, Barcelona, 1964. El volumen TV ofr<
1.») El Prólogo (1, 1-18) 103 interesantísimo, columnas 679-707, en la palabra "Juan,
2.°) Comienzo de los signos: Cana donde se tratan desde diversos puntos los problemas, teolo¡
(2,1-11) 108 to evangelio. El autor de dicho articulo es J. E. MENARD.
3.») El pan de vida (cap. 6) 114
BOISMARD, M. E., El prólogo de San Juan, traducido en "Ac1
II. CARTAS ca, 8, ediciones FAX, Madrid, 1967.
Primera carta de Juan
J. M. CASABÓ, La teología moral en San Juan, ediciones FAX,
1.°) Contenido 125
2.°) Aspectos literarios 126 D. MOLLAT, Iniciación espiritual a San Juan, ediciones Sigue
3.») Finalidad 127
4.°) Autor y relación con el 4.° evangelio. 128 DE TUYA, M, Biblia comentada, Evangelios, BAC, 1964.
5.a) Tiempo de composición 129
LEAL, J., Evangelio de San Juan, traducción y comentario (L
Segunda y tercera carta de Juan critura, Evangelios), BAC, 1961.
1.») Contenido 131
2.°) Forma, destino, finalidad 131 MALDONADO, J., Comentario al evangelio de San Juan, BAC, 19
3.°) Autor ... 133 tratarse de un comentario antiguo, sigue siendo útil sobre
4.») Tiempo de composición 133 punto de vista teológico).
III. APOCALIPSIS ROBERT, A. y FEUILLET, A., Introducción a la Biblia, II, Barce
I.») Género literario 137
WIKENHAUSER, A., El evangelio según San Juan, de la colección
2.°) Características fundamentales 137
Regensburgo", traducida en la editorial Herder, 1967.
, 3.°) Características secundarias 138
4.») Forma de narración 138
MARTÍN NIETO, E., El Evangelio de San Juan, en "Manual Bíbli
' 5.°) Métodos de interpretación 139
Biblia, 1967.
6.°) La estructura como determinante de
la interpretación 140
7.») Esquema general 142
Las obras que citamos a continuación son de estricta espet
8.°) Orígenes del pensamiento e imagine
ría del Apocalipsis 143
BRAÜN, F. M., Jean le théologien, 3 vol., sobre todo sobre la tec
9.°) Contenido doctrinal 143
editado en la colección "Etudes Bibliques".
10) Mensaje: teología de la historia 145
-, 11) Tiempo de composición 147
, 12) Autor 148 9
Gospel According John, en la colección "The Anchaor Bi-
rolúmenes, el segundo de los cuales apareció en 1970.
\., Das Johannesevangelium. Este gran comentario está en
ición. Han aparecido dos volúmenes, el segundo de los cua-
¡e espera que termine pronto esta magna obra. Está edita-
ción "Herders theologischer Kommentar zum Neuen Tes-
ite importantes para el estudio de San Juan son los gran-
IOS de Bultmann, Dodd, Barret...
as Cartas y el Apocalipsis pueden consultarse las obras de
ue hemos citado.
I
E VA N G E L IO
10
I. CUESTIONES INTRODUCTORIAS:
El evangelio de Juan es el peor comprendido. Y esto
obedece, por paradójico que parezca, a su mayor proxi
midad a nosotros, a nuestra manera de pensar y de ex
presarnos. Al leer los Sinópticos tenemos la impresión de
entrar en un mundo distante y distinto al nuestro. La
lectura del 4» ev. nos resulta más familiar. Su forma de
expresarse se halla más cercana a la nuestra. Y ahí está
precisamente el peligro, en dar a sus expresiones el mismo
sentido que tienen en nuestro lenguaje.
Dos ejemplos para aclarar lo licho. La verdad os hará
libres (7, 32). Al leer esta frase la entenderemos lógica
mente en el mismo sentido que tiene entre nosotros: la
sinceridad, la lealtad con nosotros mismos, la fidelidad
a los propios principios nos libera. Esto puede ser cierto,
pero, ¿es lo que afirma el evangelista? Evidentemente,
que no. La "verdad", según el evangelio de Juan, es la
realidad divina manifestada en plenitud en Cristo.
Otra frase: Hemos visto su gloria (1, 14). Ante estas
palabras nosotros pensamos inmediatamente en lo más
vistoso, en lo sensacional y milagroso de la vida de Cristo.
Juan piensa de manera muy distinta, ya que la glorifica
ción de Jesús comienza con su pasión.
Puede ocurrir, por tanto, que, al utilizar una frase del
evangelio, no captemos el sentido que el texto tiene en sí
mismo, sino que hagamos decir al evangelista lo que, con
esa frase, pensamos nosotros, falseando así el pensamien
to del autor sagrado. Entonces nos expresamos con las
palabras del evangelio, pero nada más. El principio que
acabamos de enunciar es válido para todos los libros de
la Biblia, pero tiene particularísima aplicación al 4.» ev.
l.«) CABACTEHÍSTICAS.
Una lectura serena del evangelio nos producirá la im
presión de que estamos ante un libro cuya intención no
T3
se centra en la narración, sino en la enseñanza. Diríamos Son particularmente significativas a este respecto las
que la narración es simplemente como el vestido del cuer discusiones de los cap. 5 al 10.
po doctrinal. El interés no es, al menos primariamente, Otra característica de nuestro evangelio es la unifor
histórico, sino, teológico. Nos hallamos ante un escrito midad del lenguaje. En él hablan lo mismo Jesús, el Bau
doctrinal en forma de evangelio. tista, el evangelista y las demás personas que intervie
A modo de prueba de lo que hemos dicho hagamos un nen. Tanto es así que algunas partes de los discursos po
recorrido por el mismo evangelio. En la narración de los drían cambiarse de lugar sin que el evangelio sufriese la
milagros-"signos"', aparece siempre como en primer pla más mínima alteración. Aquí tenemos una de las razo
no su sentido alegórico. Ya el número (son siete en total), nes más importantes de la grandiosa monotonía que ca
es significativo. Aunque, es preciso reconocerlo, el evan racteriza al 4.» ev. Monotonía que su autor ha intentado
gelista los presenta como hechos realmente ocurridos romper recurriendo frecuentemente a explicaciones o in
(ver 4, 52-53; 6, 22). terpretaciones personales de lo narrado (ver 2,19; 11, 50;
12, 32). Indicaciones preciosas porque, al mismo tiempo,
Por otra parte, es esencial a los milagros-signos su
nos descubren el verdadero interés del evangelista.
carácter de interpelación, en cada uno de ellos el lector
debe sentirse llamado o interpelado a la decisión frente Esta uniformidad aparece sobre todo en las discusio
a Jesús. nes con los "judíos" donde nos encontramos siempre con
unos rasgos comunes: la tensión o división, el desacuer
En la consideración de los milagros resulta interesante
do entre ellos, la incomprensión (7, 33-35; 8, 32 ss...).
la comparación con los Sinópticos. En éstos la fe precede
El evangelista recurre frecuentemente a la incompren
al milagro, en Jn la fe debe ser una secuencia del mismo.
sión de los oyentes de Jesús para provocar las explicacio
Entendiéndolo rectamente podríamos decir que en los Si
nes necesarias del misterio o asunto tratado en cada caso.
nópticos el milagro es causado por la fe (lo realiza Jesús,
Al mismo tiempo esta incomprensión sirve para caracte
pero donde encuentra la fe); en Jn la fe es causada por
rizar a las personas. Incomprensión que se da también en
los milagros.
los discípulos (ver 14, 8-9). Aunque esta incomprensión de
En otras escenas, por ejemplo, el diálogo con Nicode-
los discípulos obedece también a una razón teológica que
mo (cap. 3) y con la Samaritana (cap. 4), las discusiones
podría formularse así: imposibilidad de comprender a Je
con los judíos (en los cap. 7 y 8), en los debates provoca
sús durante el tiempo de su vida terrena.
dos con ocasión de los milagros (cap 5. 6. 9 y 11), lo im
En la presentación que el evangelista hace de las per
portante no son ni las personas ni los hechos o lo ocurrido,
sonas está profundamente influenciado por su intención
sino lo que se habla entre Jesús y dichas personas.
teológica, más que por un interés histórico por ellas. La
Lo más característico del evangelio son los discursos
figura del Bautista es completamente distinta a la que
de Jesús; en ellos tenemos la interpretación o precisión
nos ofrecen los Sinópticos; no se describe su aspecto de
del sentido de las narraciones o hechos de los que brotan
asceta, no se dice que bautice a Jesús (aunque no resulte
espontáneamente. En los diálogos se abandona siempre
difícil suponerlo).
el acontecimiento o la persona en cuestión (por ejemplo,
La figura de Piloto es particularmente significativa:
¿qué fue de Nicodemo, de la Samaritana...?), se prescinde
es casi amigo de Jesús; insiste una y otra vez en su ino
del hecho histórico concreto para remontarse a las cues
cencia; se halla maniatado por los "judíos". La verdad es
tiones más profundas e inquietantes en cuyo contexto se
que resulta inverosímil que un procurador romano actúe
comunica lo esencial del mensaje cristiano y el signifi
como lo hace en el caso de Jesús. Y es que la presentación
cado de la persona de Jesús. En realidad, estas escenas
que el 4.» ev. nos hace de él se halla influenciada por ras
se parecen mucho a los discursos ya que, del diálogo, se
gos claramente apologéticos.
pasa inadvertidamente al monólogo.
En este evangelio tiene gran importancia Judas. No
Tenemos la impresión de que se trata de composicio por sí mismo, sino porque su forma de actuar pone de
nes literarias, desarrollos dogmáticos en la descripción relieve el conocimiento sobrehumano de Jesús. Se trata,
de la persona de Jesús: su interés es siempre cristológico. diríamos, de una figura "funcional"; cuando aparece en
14 15
período de reflexión teológica al estilo de la llevada a cabo
escena es aprovechado por el evangelista para afirmar
por S. Pablo?
que El (Jesús) ya sabía de antemano quién lo iba a entre
La forma como Jesús habla de sí mismo resulta casi
gar. Es decir, que la persona de Judas se halla también al
inimaginable. Desde el principio anuncia su elevación (3,
servicio o en función de la cristología del 4.» ev.
14; 8, 28). Ahora bien, la "elevación" incluye, al menos, la
Una figura nueva es la del discípulo a quien amaba
muerte; también la resurrección y la exaltación a la glo
Jesús. Como cosa sorprendente esta persona la encontra
ria. Y se habla de todo esto, desde el comienzo de su ac
mos siempre en el contexto en que también aparece Pedro.
tividad, con la mayor naturalidad del mundo. ¿Quién po
Se intenta destacar así su autoridad (junto a la indiscuti
día entender este lenguaje? Compárese este modo de ex
ble de Pedro) de testigo ocular cualificado y fidedigno ya
que a él, directa o indirectamente, se remonta el evan presarse con el utilizado por los Sinópticos.
gelio. También pertenece a la peculiaridad de este evange
lio la duplicidad o, más bien, la polivalencia de sentidos
A pesar de la importancia de las diversas figuras que
de algunas palabras o expresiones. Acabamos de mencio
aparecen en el evangelio, el autor las hace desaparecer
nar una, la "elevación" del Hijo del hombre (que puede
tan a tiempo que da la impresión de que están allí fun-
significar su elevación a la cruz, a la resurrección o la
cionalmente, con la finalidad única de enmarcar la per
sonalidad de Jesús. En este aspecto el evangelista es un exaltación a la gloria; y no puede aceptarse un sentido
artista insuperable. Nos presenta en Jesús una personali con exclusión de los otros, porque todos han sido o han
dad sobrehumana de la que desaparecen todas las debili podido ser intentados por el evangelista). Puede pensar
dades que como hombre tenía y de las que nos dan buena se también en palabras como las que encontramos en 3,
cuenta los Sinópticos (se buscaría en vano, en este evan 3. 7 (¿debe traducirse "de nuevo" o "de arriba"? Tal vez
gelio, la descripción de la escena de Getsemaní, por ejem sea más acertado aceptar ambos significados, porque el
plo). Y esto a pesar de que ningún otro evangelista haya autor ha utilizado intencionadamente una palabra con
insistido tanto en la humanidad de Cristo. esa duplicidad de sentido) o en 12, 32.
En la presentación de los acontecimientos existe una Otro punto importante es el modo como se habla de
gran imprecisión: las situaciones en que los encuadra son los enemigos de Jesús. En este evangelio son los judíos
difusas, imprecisas, carentes de contornos. Piénsese, por (no los escribas y los fariseos, como en los Sinópticos). La
ejemplo, en los diálogos con Nicodemo o la Samaritana; palabra "judíos" designa las "autoridades o dirigentes del
las discusiones con los judíos carecen por completo de pueblo" (lo aclara perfectamente un texto como el que
vida, no parecen tomadas de una circunstancia vital, sino, leemos en 7, 13). Por otra parte, los problemas en torno a
más bien, del terreno de los debates puramente académi los cuales giran las discusiones con estos enemigos no
cos. Y en estos diálogos o discusiones las personas no apa son los existentes en tiempos de Jesús (según la infor
recen "individualizadas", sino como tipos de algo, de de mación objetiva que nos dan los Sinópticos estos proble
terminas actitudes. Son arrancadas del terreno de lo in mas eran la Ley, la limosna, el ayuno, la oración...), sino
dividual y concreto y convertidas en tipos con significado los que surgieron posteriormente a la ruptura entre el ju
universal de tal modo que el lector del evangelio puede daismo y el cristianismo.
ver reflejada su propia personalidad y actitud o la de otras Naturalmente, y en honor a la verdad, junto a esta
personas o grupos en las figuras del evangelio. Las perso imprecisión hay que colocar una serie de datos bien con
nas del 4.° ev., los acontecimientos, las discusiones... se cretos y precisos pero, a pesar de ello, no debe ser exage
convierten en predicación e interpelación para todos los rado su valor en el conjunto del evangelio.
tiempos. Sin duda alguna que lo más característico es la doc
A veces, nos resulta difícil imaginar que algunas per trina: doctrina sobre Cristo. Pero, de nuevo, fuera del
sonas hablen como lo hacen en el evangelio. Por ejem horizonte israelita. Se presenta lo que es Jesús para el
plo, el Bautista que presenta a Jesús, al principio de su mundo, no para Israel. Jesús es el Hijo de Dios, el Salva
vida pública, como el Cordero de Dios que quita el pecado dor del mundo, la luz, la verdad, la vida, la palabra. Cristo
del mundo. Una afirmación como ésta, ¿no supone ya un vino de arriba para comunicar la verdad a los hombres.
16 17
El y el Padre son uno, el uno refleja al otro. Jesús es el gética es tan antigua como la Iglesia; desde el principio,
revelador del Padre. los cristianos sintieron la necesidad de defender sus
Sin embargo, cuando nos preguntamos qué es lo que creencias y prácticas de las acusaciones de sus enemigos.
Jesús revela del Padre no hallamos respuesta alguna, a Ya en los Sinópticos encontramos rasgos suficientes de
no ser ésta: Dios envió a su Hijo para la salvación de los esta apologética, pero en el evangelio de Juan esta ten
hombres, es decir, Cristo no es sólo el aportador del men dencia se halla acentuada con más fuerza. En este primer
saje que el Padre nos envía; El mismo es el contenido de frente los ataques proceden del judaismo y la defensa
dicho mensaje. puede observarse en varias ocasiones.
Pero, ¿qué significa la verdad (traída por el Revela
Son claras las controversias con los judíos en torno a
dor) para el hombre? La verdad lo significa todo; signi
la persona de Jesús. Y estos debates no reproducen sola
fica la vida, cuya característica más acusada en este evan
mente, y tal vez tampoco primariamente, los tenidos di
gelio es su presencia, es decir, se trata de una vida que
rectamente por Jesús con los judíos de su tiempo, sino los
ya se ha manifestado y puede ser vivida aquí y ahora por
que enfrentaban a judíos y cristianos a fines del siglo
el creyente, a pesar de que tenga un aspecto futuro que
primero, cuando fue escrito el evangelio.
se revelará en el "último día".
En esta revelación y en las consiguientes exigencias Una de estas disputas giraba, sin duda, en torno a los
éticas que implica para el hombre destacan las célebres sacramentos; de ahí la importancia que el ev. de Juan da
antítesis que contraponen el mundo de Dios y el mundo a los dos grandes sacramentos de la Iglesia, el bautismo y
anti-divino: luz-tinieblas, verdad-mentira, vida-muerte, la Eucaristía (también, aunque en menor escala, al per
Dios-mundo, cielo-tierra, de arriba-de abajo. ¿De dónde dón de los pecados).
procede este lenguaje, tan distinto del que encontramos
El racionalismo judío acusaba a Jesús, y en él a los
en los Sinópticos? ¿Quién podía entenderlo y quiénes son
cristianos, de ser simplemente un juez. A esta acusación
sus destinatarios inmediatos?
responde el evangelio diciendo que Jesús no ha venido a
Después de estudiar el 4.» ev. se nos impone como juzgar, sino a salvar al mundo.
inevitable la conclusión recibida en una primera lectura:
no hay progreso alguno ni en el pensamiento ni en la ac Pero no basta afirmar una cosa. Es necesario probar
ción: el Logos divino, el Hijo de Dios, Jesús, se manifiesta la. Eso es lo que pretende el evangelista al introducir el
en plenitud desde el principio. Y no puede haber progreso tema del "testimonio" {martina), o el dar testimonio
porque los hilos que conducen la historia están goberna (mártirein). La intención del evangelista es clara: son
dos desde arriga. Y esto se afirma claramente desde el muchos los testigos y los testimonios a favor de Jesús: la
principio. Escritura, profetas, Moisés... además de los "testigos" in
mediatos del acontecimiento de Jesús. Más aún, este tes
timonio adquiere, a veces, la forma jurídica de un proceso
(un caso bien claro tenemos en 8, 17).
2.o) TENDENCIAS.
A partir del año 70 el conflicto con el judaismo se agu
Prescindimos ahora de las tendencias teológicas. Que
dizó hasta el extremo y adquirió la forma de ruptura de
remos fijarnos aquí en el ambiente histórico y preocupa
finitiva con la decisión, por parte de las autoridades ju
ciones que reflejan la situación vital, el entorno, el "Sitz
días, de excomulgar definitivamente a los cristianos. No
im Leben", en el que escribió el evangelista. Destacamos
las tres principales. pueden ser más claras las afirmaciones de 9, 22; 12,
42; 16,2.
De todos estos datos apenas podrá ponerse en duda
a) Frente al judaismo.
una cierta tendencia antijudía en el 4." ev. Lo cual no
En frase, que ya no es nueva, podemos afirmar que excluye una intención misionera, sobre todo frente a los
el evangelio nació de la lucha y para la lucha. La apolo- judíos helenistas de buena voluntad en la Diáspora.
18 19
b) Frente a la secta del Bautista. error afirmaría el 4.° ev. la función creadora del Logos.
S. Ireneo menciona también a Marción y a otros, que ten
Los discípulos del Bautista habían supravalorado la dría delante el autor del 4.» ev.
persona de su Maestro. Tenemos indicios de la existen Por supuesto, debería verse una tendencia anti-gnós
cia de esta secta del Bautista precisamente en Efeso (ver tica en aquellos pasajes o expresiones que excluyen toda
Act 18, 24-19, 7). En el evangelio de Juan puede compro clase de docetismo (por ejemplo, en 1,14; 6, 53-54; 19, 34).
barse una tendencia apologética (por supuesto, que no la En esta misma línea podrían orientarnos todos aque
principial, como han afirmado algunos autores), frente a llos textos que atribuyen a Jesús, en exclusiva, una serie
esta secta. Argumentos de lo que decimos pueden verse de títulos o predicados salvíficos que los gnósticos atri
allí donde el Bautista es presentado como: buían a su revelador (por ejemplo, ser el pastor, la vid,
el enviado). Pero este argumento no es definitivo ni mu
— testigo de Jesús, con la única razón de ser precisa cho menos ya que dichos títulos podrían provenir igual
mente en su testimonio sobre él (ver 1, 6-8. 15). mente del Antiguo Testamento o del judaismo.
Frente al valor de Juan como testigo nótese la afir Lo que parece que puede afirmarse con seguridad es
mación de la preexistencia de Jesús; que el evangelista utiliza el lenguaje de la gnosis (entre
— negando ser lo que sus discípulos afirmaban de él: las palabras clave hay que mencionar los verbos "oír",
no era ni el Mesías, ni Elias ni el profeta... (1, 19- "ver", "conocer", la presentación del revelador "que vie
28). Que los miembros de esta secta consideraban ne de arriba", característico todo tanto de la terminología
a Juan como el Mesías aparece con mayor claridad de la gnosis como del 4.° ev.), precisamente para demostrar
en 3, 27-30; a los cristianos que Jesús es el verdadero y único Reve
— dando testimonio sobre Jesús pero, al mismo tiem lador.
po, dejando bien claro que su testimonio no es el
único ni el definitivo; él era una lámpara, no la luz
(5, 33-35);
3.°) JUAN Y LOS SINÓPTICOS.
— el evangelista acepta el testimonio que la gente
daba del Bautista (10, 41: nótese la intención del Comencemos por afirmar que Juan pertenece, como
autor). los Sinópticos, al género literario llamado "evangelio":
describe la actuación de Cristo desde el tiempo de sus
Otros textos que a veces se aducen al respecto son más contactos con el Bautista hasta su muerte y resurrección.
que problemáticos. Pensamos en 3, 31-32; 10, 8 (y la ra Contiene igualmente información sobre sus milagros y
zón de no considerar como anti-bautistas estos textos la actividad doctrinal. A pesar de este cuadro general, más
vemos en que Juan no es rechazado en este evangelio, sino o menos común, es preciso una revisión más detallada.
que es valorado en su calidad de testigo de Jesús).
1) Afinidades y divergencias en la materia narrada.
c) Frente a la gnosis.
Juan tiene en común con los Sinópticos unas pocas
Esta tendencia "anti-gnóstica" depende del ambiente narraciones:
religioso y mentalidad que se presupone en el 4.» ev. (vol
veremos más abajo sobre esta cuestión). — La actividad del Bautista.
Desde luego, ateniéndonos a los testimonios de la tra — La vocación de los primeros discípulos.
dición (S. Ireneo en su obra contra las herejías, III, 11, 7) — La expulsión de los vendedores del templo.
debemos admitir que Juan polemiza con el gnóstico Cerin- — La secuencia: multiplicación de los panes, marcha
to. El error se centraba en la creación, que no habría sido sobre las aguas, petición de señales, confesión de
realizada por Dios, sino por un "f abricator". Frente a este Pedro.
20 ai