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j ' VICENTE LECUNA
Crónica Razonada
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Guerras de Bolívar
TOMO III
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EDICIONES DE LA FUNDACION VICENTE LECUNA
NEW YORK, N. Y.
THE COLONIAL BOOK.S
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VICENTE LECUNA
Crónica Razonada
de las
Guerras de Bolívar
Formada sobre documentos, sin utilizar consejas ni versiones im
propias. Conclusiones de acuerdo con hechos probados, y Ja natu-
raleza de las cosas.
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TOMO III
Segunda edición
NEW YORK, N.Y.
THE COLONIAL BOOKS
1960
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PRINTEo IN THE UNITED STA TES OF AMERICA
IV lHE COLONIAL PRESS INC., CLINTON, MASS.
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Del natural en 1825, por Jo~é Gil
Retrato mio hecho en Lima .:on
la mayor exactitud y ~t·nH~jauz::i.
Uolivar
CAPITULO XIX
CAtvIPAÑA DE CARABOBO
1
Preliminares.
1
En púginas anteriores hemos expuesto la pobreza de las tropas
independientes y a cada paso de~cmos recorc,Iar su indigencia,
pues solo teniendo presente el fenomcno economico, se explican
los de Ja <ruerra. La miseria buena escuela del soldado si Ja
<:'S
ración estúb asegurada y la esperanza en la Yictoria promete me-
jores tiempos. Tal era el caso de nu~~tros prineipales ejércitos, y
su efectivo limitado estaba en relnc10n con los escasos recursos
y Ja débil densidad de población del país. La Guardia, formada y
;1tendida personalmente por el Libertador, y el ejército de Apure,
regido por Páez, se consen·aban en pie de guerra. La primera
recibía de cuando en cuando ganados de Apure, las contribu
ciones de Pamplona, el Socorro y Tunja. administradas directa
mente por Bolh·ar. hasta principios de 1821, Y algunas remesas
de dinero del Vice-Presidente Santander; y el segundo disponía
de carnes y caballos en abundancia, de escasos socorros enviados
por el Vice-Presidente Soublette y unos cuantos de Cundina
marca. Bien dirigidos y bien mantenidos ambos cuerpos adquirie
ron disciplina y cohesión. En cambio el ejército del Sur, era muy
débil y el de Oriente para subsistir se había diseminado ( 1).
Cartagena y Santa Ivfarta sostenían medianamente sus tropas.
Desde su entrada en Venezuela, en setiembre de 1820, Ja
Guardia sacaba Ja mayor parte de sus gastos del país ocupado.
El gobierno de Cundinamarea le t'm·ió $32.000 t'll noviembre,
$16.000 c11 febrero y $25.000 en abril, insufici<'ntes para el prest
y paga Je soldados y oficiales. Santander, en estos meses debía
( 1 ) Lccuna. Cartas e.le! Libertador. A Púcz, Bogotá, 18 <le enero, JI,
300.
2 CRONICA RAZONADA DE LAS
cumplir una contrata de fusiles celebrada por el agente Mufioz
en Chile, socorrer las tropas de su departamento y reunir fondos
para atender al Congreso, y Soublette apenas podía cubrir las
contratas de armamentos recibidas en Guayana, y encaminadas
en seguida por el Apure a la Nueva Granada, y las de veshrnrios
para el ejército de Oriente y el de Apure, a cuyo pago también
contribuyó Cundinamarca con $20.000 incluyendo $10.000 ofre
cidos por Santander a Páez a fines del año y destinados por el
Libertador, cuando se hallaban en camino, al pago de los vestua
rios.
Por no alcanzar los recursos disponibles para llevar el ejér
cito reunido contra el enemigo, ~!.Libertador exigió con anticipa
ción al jefe de Apure, el 11 de diciembre, empotrerar 10.000 reses
para la campaña, además de l~s ganados pedidos para el consumo
durante el armisticio; más Paez, desesperado por el encargo, le
planteó esta disyuntiva, o se c.onservab~n los caba1Ios mansos
para reemplazos en las operac10nes activas, 0 se destinaban a
coger ganados, cada vez más indó.~itos, por falta de trabajo re
gular; y para esto requedase sacnficar hombres Y caballos ( 2).
15
Bolívar contestó oficialmente el de enero recomendándole
adoptar otras medidas sin tocar los_ caballos de reserva; el 18 en
ª
otra comunicación manifestábase dispuesto arrostrar la miseria
del ejército con tal de conservar inta~tos l~s caballos destinados
a la campaña, y enfadado por la resistencia de Páez a cumplir
sus órdenes le añadía: "Mande Vd._ el ganado que se pueda coger,
y si no se puede hacer la campana por falta de ganados no la
haremos y llevaré a Quito las tr~~as que no se puedan mantener
en Venezuela" ( 3). Reconvenc10n severa, de I~ cual no hizo
mayor ca so e1 1.e f e de Apure' seg, uro de .s u .a scendiente en 1o s ll a-
nos dond d" podía enfrentarsele m disputarle su infl .
' e na ie uencia.
Las amenazas de Bolívar en realidad eran simples bravatas de
despecho pues no podía dirigirse ~ Quito sin destruir primero
al ejército real de Venezuela, el mas fuerte por su composición
y disciplina del imperio español en América. A Páez, bastante
astuto, y aleccionado ya en varios años de mando, no se escapa
ban estas ideas.
( 2) Archivo de Púez. Publicado por Enrir¡ue Ortega Ricaurte B t-'
93 d · ogo .t,
19:39. Cartas a Bo lív ar d· e - e diciembre, 334 y 336.
( 3) Carta citada. Lecuna. Cartas del Libertador, JI, 300.
~ -
GUERRAS DE BOLIVA R 3
Desde su punto de vista lugareño el jefe de Apure tenía ra
zón, más la necesidad era imperiosa, y bien podía hacer mayores
esfuerzos como los hicieron él y otros más adelante, en cumpli
miento de repetidas órdenes del Jefe Supremo. Las divergencias
entre el Libertador y sus tenientes, se explican por diferencias de
tensión espiritual. Ni Páez, ni Santander, ni Soublette a pesar de
sus eximias dotes, poseían como Bolívar la fuerza moral necesaria
para tomar incesantemente medidas extremas, sin las cuales no
se realizan grandes hechos. El jefe de 1a revolución para triunfar
con gloria y trasmitir a la posteridad campmias dignas de admira
ción y <le estudio, necesitaba reunir las cualidades de sus compa
ñeros de armas y superarlos en todas.
Poco antes de recibir Ja contestación de Páez, considerando
el Libertador la dificultad de mantener a todo el ejército reunido,
dictó a Briceño Méndez y a Sucre unas instrucciones para la
próxima campaña, partiendo de la b?se de no poder vencer tan
gran inconveniente. En ellas proyecto el avance de las tropas en
varias líneas de operaciones, bajo la dirección del general Urda
neta, mientras él marchaba al Cauca a salvar esa región de la
anarquía, y a levantar un ejérci.to. Aunque Bolívar pensaba regre
sar a Barinas en el mes de abril, a la apertura ele la campaña, en
previsión de llegar tarde, encomendaba el mando superior al ex-
presado general.
Estas instrucciones existen en el archivo como borradores en
dos apuntes de letra de Briceño Méndez, minish·o de Guerra, y
de Sucre jefe de estado mayor ( 4). En el primero, con indica
ciones generales, se expresa que el Vice-Presidente de Colombia,
en viaje desde Guayana para establecerse en el Rosario de Cú
cuta, denunciaría el armisticio el 16 de abril al general en jefe
español, con 40 días de anticipación, como lo prescribía el tra
tado, y de este modo coincidirían en el 26 de mayo, los términos
del plazo y del armisticio. A los comandantes de ejército o divi
siones se les daría el mismo aviso, recomendándoles tener todo
preparado de manera de no faltar nada, mover con tiempo sus
( 4) O'Leary XVIII, 5 a 9. Esta trascripción tiene ligeros errores de
imprenta que no alteran el sentido de las órdenes. Citamos, siempre a
O'Leary para facilidad de los que quieran comprobar las citas, pero nos
guiamos por Jos originales de los Copiadores del Libertador, existentes en su
archivo, corno hemos dicho ya.
