Conversaciones con Dios 3

241 Pages·2016·1.17 MB·Spanish

by  Domingo Iván

Conversaciones con Dios, 3 Walsch
Conversaciones con Dios
3
(tomo III)
(Neale Donald Walsch)
(La traducción de este libro ya estaba disponible en internet en varias versiones muy similares hasta donde he
podido encontrar.
Aunque estas se pueden entender bastante bien, la que aquí presento es una versión completamente revisada
de la traducción, para mejorar pequeñas cosas y corregir algunos errores más grandes en la traducción de este
libro tan útil.
Para eso he recurrido al texto en inglés.
Está realizada para la web www.UnPlanDivino.net
La primera versión de esta revisión detallada fue terminada en el mes de enero, 2016. Y en septiembre de
2016 terminé los audios haciendo muy pequeñas correcciones a este texto.
Para ver un índice con enlaces a estos textos revisados o traducidos, y también con lista de enlaces a los
audios realizados en 2016: http://unplandivino.net/5-walsch )
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
Índice
Introducción a la edición de 2003....................................................................................................3
1.......................................................................................................................................................5
2.....................................................................................................................................................29
3.....................................................................................................................................................41
4.....................................................................................................................................................48
5.....................................................................................................................................................61
6.....................................................................................................................................................70
7.....................................................................................................................................................83
8.....................................................................................................................................................92
9...................................................................................................................................................104
10..................................................................................................................................................110
11..................................................................................................................................................111
12.................................................................................................................................................120
13.................................................................................................................................................140
14.................................................................................................................................................162
15.................................................................................................................................................170
16.................................................................................................................................................172
17.................................................................................................................................................182
18.................................................................................................................................................190
19.................................................................................................................................................204
20.................................................................................................................................................214
21.................................................................................................................................................226
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
Introducción a la edición de 2003
No ha habido nunca un momento en la historia de nuestra civilización en el que los humanos
anhelaran más profundamente encontrar respuestas para las cuestiones más amplias de la vida.
Todo en la vida parece estar del revés. Todo parece estar patas arriba. Y lo más divertido es
que comprendemos perfectamente que las cosas no son como “deberían” ser, que nuestra vida no
está siendo vivida como se suponía que debía serlo, pero no parecemos saber cómo “poner las cosas
al derecho”. Y entonces, buscamos. Buscamos respuestas, soluciones, buscamos a los demás, o nos
buscamos a nosotros mismos, y buscamos a Dios.
Todo esto es lo que hace que la serie de libros de Conversaciones con Dios (CCD) sea un
regalo tan profundo. Pues en este material, con ocho volúmenes extraordinarios (*), nuestras
preguntas son respondidas. Ahora, esas respuestas no son solo las únicas, ni tampoco tienen por qué
ser las mejores, pero sí proporcionan un imponente panorama de la Nueva Espiritualidad, y un
punto de comienzo maravilloso para una exploración más profunda de las cuestiones más amplias
de la vida. También, y por la misma naturaleza del propio diálogo, animan a realizar más
indagaciones, que es lo que la espiritualidad tiene que hacer –y lo que muchas religiones no hacen.
Este libro cierra la trilogía original de CCD, y da un impulso enorme a ese proceso de
investigación haciendo un comentario extraordinario sobre todos los aspectos de la vida. Será muy
difícil acabar este libro sin haber sido retado. Y eso es bueno, porque lo que a este mundo le serviría
ahora mismo es verse retado en sus creencias actuales.
Estoy convencido de que si continuamos creyendo lo que la mayor parte de la raza humana
cree actualmente sobre Dios y sobre la vida, la especie humana alterará el curso de su historia de
una manera que parecerá una pesadilla, y quizá al final produzca su propia autodestrucción. Esto se
debe a que nuestras creencias actuales sobre Dios y sobre la vida no son sostenedoras de la vida.
Lo que sostiene la vida produce automáticamente paz, alegría, y armonía. Las creencias
humanas obviamente no lo hacen. Lo llamativo de esto es que, aunque todos podemos reconocerlo,
solo unos pocos de nosotros parecen estar dispuestos a hacer algo con ello. Estoy asumiendo que tú
estás entre ellos, o si no, no estarías con este libro ahora. Aunque solo hayas echado un vistazo a
todo esto, ese hecho me sugiere que tu mente está abierta a posibilidades que la mayor parte de la
humanidad no va a tener en cuenta.
Este libro es para valientes, no para tímidos. Es para los atrevidos, no para los cautos. Es
para los visionarios, no para los cortos de miras, pues en él se concibe un mundo en el que el amor
es la respuesta a toda cuestión; en el que el miedo a Dios ha sido para siempre abandonado como
fundamento de la teología; y en el que el miedo a los demás ha sido rechazado completamente
como fundamento para las convenciones sociales, políticas y económicas.
En sus páginas hay descripciones de los Seres Muy Evolucionados y de las Sociedades Muy
Evolucionadas. Son sugerencias maravillosas para empezar a ver cómo podrían reorganizarse a sí
mismas nuestras propias culturas humanas, de modo que por fin alcancemos las metas más elevadas
y el sueño más grandioso de la humanidad.
Así que toma este libro y léelo cuidadosamente. Y luego léelo de nuevo, y todavía otra vez
más. Absorbe su contenido. Examina profundamente su sabiduría. Abraza fuertemente su sagrado
secreto: que la verdad está dentro de ti, como lo está todo el poder que jamás vayas a necesitar para
cambiar la dirección de tu vida y el curso de la historia humana.
Si hay algún momento en que dar un giro en su curso le vaya a servir a la historia humana,
es ahora. ¿Hacia dónde vamos? ¿Hacia más de aquello de lo cual acabamos de salir? ¿Hacia más
conflicto, ira, violencia y asesinato? ¿Más sufrimiento y miseria para las masas mientras unos pocos
viven vidas de obsceno derroche? ¿Más disfunción y caos, a medida que los sistemas que hemos
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
creado continúan colapsando, uno a uno?
Permite que estas cuestiones sean las que te plantees el día de hoy. Entonces, permite que las
respuestas vengan a través de ti, como tú, como tu propio ser. Y utiliza todos los recursos a tu
disposición, todas las herramientas que tengas, todas las intuiciones que puedas reunir, y toda la
sabiduría que puedas recibir (como has hecho con este libro) para recrearte a ti mismo, y para
recrear tu mundo de nuevo, en la siguiente versión más magnífica de la visión más grandiosa que
hayas podido tener jamás sobre Quien Tú Eres.
Sé el milagro que esperas, sé la fuerza que imploras, sé el amor que anhelas, y sé el cambio
que quieres ser.
Que así sea.
Sé tú todo lo que intentas que este mundo sea, y termina por fin tu búsqueda, reconociendo
que todo aquello que buscabas, ya lo poseías, y simplemente no lo podías experimentar hasta que no
lo revelaras tú, hasta que no lo dieras.
Embárcate, aquí y ahora, en el viaje de Conversaciones con Dios, 3, un libro que tú has
atraído hacia ti en este preciso momento como un medio para poder recordar todo esto, y más.
Viaja de regreso en el tiempo conmigo ahora, al momento en que este libro fue dado por primera
vez a la humanidad, y saborea el hecho de que su sabiduría te ha sido dada como un regalo para ti,
por ti mismo, en este momento, pues su sabiduría es más relevante ahora que lo que lo ha sido
nunca antes.
Neale Donald Walsch
Ashland, Oregon
Julio, 2003
___
(*) Nota: Los ocho libros a los que se refiere el autor son los dados en conversación con la misma
“voz” que habla en la trilogía primera. Aparte, Walsch tiene muchos más de su cosecha propia, con
resúmenes, meditaciones, etc.
Por tanto, son 5 aparte de la trilogía.
El resto de libros que no son la primera serie de la trilogía (esos 5) también tienen traducción,
encontrable en internet (menos creo que el último, El Dios del mañana).
De todos ellos intentaré hacer una versión nueva corregida teniendo en cuenta el original en inglés. Sus
títulos son: Amistad con Dios, Comunión con Dios, En Casa con Dios, Las nuevas revelaciones, y El
Dios del mañana.
Aparte están, por supuesto, los 3 de esta trilogía de CCD, de la que ya he completado la revisión de los
tres primeros libros. Para encontrarlos, ver en el título de este libro, arriba, los enlaces al índice de la
web.]
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
1
Es Domingo de Pascua de 1994 y estoy aquí con la pluma en la mano, tal y como me
indicaron. Estoy esperando a Dios. Prometió presentarse, como lo hizo en las dos Pascuas pasadas,
para iniciar otra conversación de un año, la tercera y por ahora la última.
Esta comunicación, este proceso extraordinario, empezó en 1992, y será completado en la
Pascua de 1995 –tres años, tres libros. El primero trató de asuntos principalmente personales, como
el de las relaciones románticas, o encontrar el trabajo adecuado, tratar con las poderosas energías
del dinero, el amor, el sexo y Dios; y también trató sobre cómo integrar todo eso en nuestras vidas
cotidianas. El segundo libro amplió esos temas, tratando sobre temas geopolíticos importantes,
como la naturaleza de los gobiernos, o cómo crear un mundo sin guerra, o la base para una sociedad
internacional unificada. Esta tercera parte final de la trilogía se enfocará, según se me dijo, en los
asuntos más grandes que afronta el hombre: conceptos que tienen que ver con otros ámbitos, otras
dimensiones, y cómo hacer encajar toda la intrincada trama.
La progresión ha sido esta:

Verdades Individuales
Verdades Globales
Verdades Universales
Al igual que con los dos primeros manuscritos, no tengo ni idea de hacia dónde se dirige
este. El proceso es simple. Coloco la pluma en el papel, formulo una pregunta y veo qué
pensamientos llegan a mi mente. Si no hay nada, si no recibo palabras, dejo todo hasta otro día.
Todo el proceso duró aproximadamente un año para el primer libro, y más de un año para el
segundo. (Y ese libro todavía está en proceso cuando este tercero comienza.)
Espero que este sea el libro más importante de todos.
Por primera vez desde que empezó este proceso me siento muy cohibido respecto a él. Han
transcurrido dos meses desde que escribí los primeros cuatro o cinco párrafos. Dos meses desde la
Pascua, y no ha habido nada, nada que no sea mi vergüenza, mi inhibición.
He pasado semanas revisando y corrigiendo errores en el manuscrito del primer libro de esta
trilogía, y apenas esta semana recibí la versión final corregida del Libro 1, para enviarla en seguida
nuevamente a que corrijan los 43 diferentes errores que encontré. Mientras tanto, el segundo libro,
todavía en manuscrito, se terminó apenas la semana pasada con dos meses de “retraso”. (Se suponía
que estaría terminado para la Pascua de 1994.) Este libro, que comenzó el Domingo de Pascua a
pesar del hecho de que el Libro 2 no estaba terminado, ha permanecido olvidado en su carpeta
desde entonces. Ahora que el Libro 2 está terminado, reclama atención.
No obstante, por primera vez desde 1992, cuando todo esto empezó, parece que me resisto
ante este proceso, o incluso que hasta me molesta. Me siento atrapado por la tarea y nunca me ha
gustado hacer nada que tenga que hacer. Más aún, después de haber distribuido entre algunas
personas copias no corregidas del primer manuscrito, y de haber escuchado sus reacciones, estoy
convencido de que estos tres libros serán ampliamente leídos, examinados, analizados por su
relevancia teológica y apasionadamente discutidos durante docenas de años.
Esto dificultó mucho llegar a esta página y considerar a este bolígrafo como mi amigo,
porque, aunque sé que este material debe publicarse, también sé que me estoy exponiendo a los
ataques más soeces, al ridículo, y quizá incluso al odio de muchas personas por atreverme a dar esta
información –y ello sin contar con que estoy diciendo que Dios me la dio directamente.
Creo que mi mayor temor es que demostraré ser un “portavoz” de Dios inadecuado e
inapropiado, debido a la serie aparentemente interminable de errores y de transgresiones que han
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
marcado mi vida y que han caracterizado mi comportamiento.
Quienes me conocieron en el pasado, incluyendo mis ex-esposas y mis propios hijos,
tendrán todo el derecho de dar un paso hacia delante y denunciar estos escritos, basándose en mi
desempeño sin brillo como ser humano en las funciones más simples y rudimentarias de esposo y
padre. Fracasé miserablemente en estas, así como en otros aspectos de la vida relacionados con la
amistad, la integridad, la diligencia y la responsabilidad.
En resumen, soy muy consciente de que no soy digno de presentarme como hombre de Dios
o mensajero de la verdad. Debería ser la última persona en asumir dicho papel, o ni siquiera en
atreverme a sugerirlo. Cometo una injusticia con la verdad al suponer que la expreso, cuando toda
mi vida ha sido un testimonio de mis debilidades.
Por estos motivos, Dios, te pido que me releves de mis deberes como Tu escriba, y que
encuentres a alguien cuya vida lo haga digno de tal honor.
Me gustaría terminar lo que empezamos aquí, aunque no tienes ninguna obligación
de hacerlo. No tienes “deberes”, ni conmigo ni con nadie más, aunque comprendo que el
hecho de considerar que sí los tienes te ha llevado a sentir mucha culpa.
Le he fallado a la gente, incluyendo a mis propios hijos.
Todo lo que ha sucedido en tu vida sucedió perfectamente para que tú, y todas las
almas relacionadas contigo, crecierais precisamente de la manera en que necesitabais y
deseabais crecer.
Esa es la “salida” perfecta construida por todos los que en la Nueva Era desean huir de asumir
responsabilidad por sus acciones, y desean evitar los resultados desagradables.
Siento que he sido egoísta, increíblemente egoísta la mayor parte de mi vida, y que he hecho
lo que me agrada, sin importar el impacto que esto causara en los demás.
No hay nada de malo en hacer lo que te agrada...
Pero, tantas personas resultaron lastimadas, decepcionadas…
Lo único que importa ahora es lo que más te agrada. Y parece que dices que lo que
ahora te agrada más son los comportamientos que causan poco o ningún daño a los demás.
Hablas demasiado amablemente.
Por cierto, debes aprender a ser amable contigo mismo, y a dejar de juzgarte.
Eso es difícil, en particular cuando los demás están tan dispuestos a juzgar. Tengo la sensación de
que voy a ser una vergüenza para Ti y para la verdad; tengo la sensación de que si insisto en
terminar y publicar esta trilogía, seré un pobre embajador de Tu mensaje, y lo desacreditaré.
No puedes desacreditar la verdad. La verdad es la verdad y no puede ser probada ni
rebatida. Simplemente es.
La maravilla y la belleza de Mi mensaje no pueden ser afectadas ni se verán
afectadas por lo que la gente piense de ti.
En realidad, eres uno de mis mejores embajadores porque has vivido tu vida de una
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
manera que llamas menos que perfecta.
Las personas pueden relacionarse contigo, incluso cuando te juzgan. Y si
comprenden que eres verdaderamente sincero, pueden incluso perdonar tu “sórdido pasado”.
No obstante, te diré esto. Mientras estés preocupado por lo que los demás piensen de
ti, ellos serán tus dueños.
Solo podrás ser dueño de ti mismo cuando no necesites la aprobación exterior.
Mi preocupación era más por el mensaje que por mí. Me preocupaba que el mensaje pudiera ser
mancillado.
Si te preocupa el mensaje, entonces líbrate de él comunicándolo. No te preocupes por
la posibilidad de mancillarlo. El mensaje hablará por sí solo.
Recuerda lo que te enseñé. No es tan importante lo bien que se recibe el mensaje,
sino lo bien que se emite.
Recuerda también esto: enseñas lo que tienes que aprender.
No es necesario haber logrado la perfección para hablar sobre ella.
No es necesario haber logrado la maestría para hablar de ella.
No es necesario haber alcanzado el nivel más elevado de evolución para hablar de
ello.
Solo trata de ser genuino. Esfuérzate por ser sincero. Si deseas deshacer todo el
“daño” que imaginas que hiciste, demuéstralo en tus acciones. Haz lo que puedas hacer, y
después déjalo estar.
Resulta más fácil decirlo que hacerlo. En ocasiones me siento demasiado culpable.
La culpa y el temor son los únicos enemigos del hombre.
La culpa es importante. Nos indica que actuamos mal.
“Mal”... no hay tal cosa. Solo hay lo que no te sirve; lo que no dice la verdad acerca
de Quién Eres y de Quién Eliges Ser.
La culpa es el sentimiento que te mantiene bloqueado en la identidad que no eres.
Pero la culpa es el sentimiento que al menos nos permite notar que erramos el camino.
Estás hablando de conciencia, de discernimiento, de reconocimiento. Eso no es
culpa. Te diré esto. La culpa es una plaga en la Tierra, el veneno que mata la planta.
No crecerás a través de la culpa; solo te marchitarás y morirás.
El discernimiento es lo que buscas. No obstante, el discernimiento no es culpa, y el
amor no es temor.
Repito que el temor y la culpa son tus únicos enemigos. El amor y la conciencia son
tus verdaderos amigos. No debes confundirlos entre sí, puesto que uno te matará, mientras
que el otro te da vida.
Entonces, ¿no debo sentir “culpa” por nada?
Nunca, jamás. ¿Qué bien hay en eso? Únicamente te permite no amarte a ti mismo y
eso mata cualquier posibilidad de que puedas amar a otra persona.
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
¿Y no debo temer nada?
El temor y la precaución son dos cosas diferentes. Sé precavido, sé consciente, pero
no seas temeroso. El temor solo paraliza, mientras que la consciencia moviliza.
Debes movilizarte, no paralizarte.
Siempre me enseñaron a temer a Dios.
Lo sé, y desde entonces te has sentido paralizado en tu relación Conmigo.
Solo cuando dejes de temerme, podrás crear cualquier clase de relación significativa
Conmigo.
Si pudiera darte cualquier don, cualquier gracia especial que te permitiera
encontrarme, sería la falta de miedo, el arrojo.
Benditos sean los que no temen, porque ellos conocerán a Dios.
Eso significa que debes ser lo bastante osado como para olvidarte de lo que piensas
que sabes acerca de Dios.
Debes ser lo suficientemente valiente como para alejarte de lo que otros te han dicho
sobre Dios.
Debes ser tan intrépido como para osar entrar en tu propia experiencia de Dios.
Y entonces, no debes sentir culpa por eso. Cuando tu propia experiencia esté
contrariando lo que pensabas que sabías y lo que todos los demás te han dicho sobre Dios,
no debes sentir culpa.
El temor y la culpa son los únicos enemigos del ser humano.
Aun así, hay quien dice que hacer lo que Tú sugieres hacer, es negociar con el diablo; pues solo el
diablo sugeriría algo así.
No hay diablo.
Eso es algo que también diría el diablo.
El diablo diría todo lo que Dios dice, ¿no es así?
Solo que más inteligentemente.
¿El diablo es más inteligente que Dios?
Digamos que más astuto.
Entonces, ¿el diablo “confabula” al decir lo que Dios diría?
Con un pequeño “giro”, solo lo suficiente como para sacarnos del camino, para conducirnos por el
camino equivocado.
Creo que tenemos que hablar un poco sobre el “diablo”.
Hablamos mucho sobre esto en el Libro 1.
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
En apariencia, no lo suficiente. Además, quizá algunas personas no leyeron el Libro 1
o el 2. Por tanto, creo que un buen comienzo sería resumir algunas de las verdades que
aparecen en ellos. Eso establecerá una base para las verdades universales más grandes en
este tercer libro. Hablaremos sobre el diablo de nuevo, pronto. Deseo que sepas cómo y por
qué se inventó esa entidad.
Muy bien, de acuerdo. Tú ganas. Ya estoy en el diálogo y en apariencia va a continuar. Sin embargo,
hay algo que la gente debe saber ahora que entramos en esta tercera conversación: ha transcurrido
medio año desde que escribí las primeras palabras aquí presentadas. Hoy es 25 de noviembre de
1994, el día siguiente al de Acción de Gracias. He tardado 25 semanas en llegar hasta aquí; 25
semanas desde tus últimas palabras que aparecen arriba, hasta mis palabras en este párrafo. Han
sucedido muchas cosas durante esas 25 semanas. No obstante, lo que sí que no pasó es que este
libro avanzara ni un solo centímetro. ¿Por qué esta llevando tanto tiempo esto?
¿Te das cuenta de cómo puedes bloquearte? ¿Ves cómo te puedes sabotear? ¿Ves
cómo puedes detenerte de pronto cuando estás a punto de lograr algo bueno? Llevas
haciendo esto toda la vida.
¡Ey, espera un minuto! No soy yo quién está obstruyendo este proyecto. No puedo hacer nada, no
puedo escribir ni una sola palabra, a no ser que me sienta –odio emplear esta palabra, pero supongo
que tengo que hacerlo– inspirado a acercarme a este bloc de papel amarillo y continuar. ¡La
inspiración es cosa tuya, no mía!
Comprendo. Entonces, piensas que Yo me he estancado, no tú.
Sí, algo parecido.
Mi maravilloso amigo, esto es algo tan tuyo... y tan de los demás seres humanos. Te
sientas de brazos cruzados durante medio año, no haces nada acerca de tu mayor bien, o en
realidad, lo apartas de ti, y después culpas a alguien o a algo ajeno a ti porque no llegas a
ninguna parte. ¿No ves un patrón aquí?
Bueno...
Te diré esto: no hay un momento en que no esté contigo; nunca hay un momento en
que no esté “preparado”.
¿Acaso no te dije ya esto antes?
Bueno, sí, pero...
Siempre estoy contigo, incluso hasta el final del tiempo.
No obstante, no impondré Mi voluntad sobre ti... nunca.
Elijo el mejor bien para ti, pero principalmente, elijo tu voluntad para ti. Esta es la
medida de amor más segura.
Cuando quiero para ti lo que tú quieres para ti, entonces, en verdad te amo. Si quiero
para ti lo que Yo quiero para ti, entonces, me estoy amando a Mí, a través de ti.
Por tanto, con esa misma medida puedes determinar si otras personas te aman, y si tú
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Conversaciones con Dios, 3 Walsch
realmente les amas a ellos. El amor no elige nada para sí, sino que solo busca hacer posibles
las preferencias de la persona amada.
Eso parece contradecir de forma directa lo que dijiste en el Libro 1 acerca de que el amor no se
preocupa por lo que la otra persona es, hace o tiene, sino solo por lo que el Yo está siendo, haciendo
y teniendo.
Esto me lleva a plantear otras preguntas, como... ¿qué hay acerca de la madre que le grita al
niño, “¡aléjate de la calle!”, o, más aún, que arriesga su propia vida al correr entre el tráfico para
quitar de allí al niño? ¿Qué hay acerca de esa madre? ¿Acaso no está amando a su hijo? Sin
embargo, impuso su propia voluntad. Recuerda que el niño estaba en la calle porque quería estar
allí.
¿Cómo explicar estas contradicciones?
No hay contradicción. Sin embargo, no puedes ver la armonía. Si no comprendes que
para Mí, mi elección más preciada es la misma que la tuya, no comprenderás esta doctrina
divina acerca del amor. Esto se debe a que tú y Yo somos uno.
Ves, la Doctrina Divina es también una Dicotomía Divina, y esto es así porque la
vida en sí misma es una dicotomía, una experiencia dentro de la cual dos verdades
aparentemente contradictorias pueden existir en el mismo espacio y al mismo tiempo.
En este caso, las verdades en apariencia contradictorias son que tú y Yo estamos
separados, y que tú y Yo somos uno. La misma contradicción aparente se presenta en la
relación que hay entre tú mismo y todos los demás.
Sostengo lo que dije en el Libro 1: el error más grande que cometen las personas en
las relaciones humanas es preocuparse por lo que el otro desea, es, hace o tiene. Deben
preocuparse únicamente por el Yo, por el Ser. ¿Qué está siendo, haciendo o teniendo el Yo?
¿Qué desea, necesita o elige el Yo? ¿Cuál es la elección más elevada para el Yo?
Sostengo también otra afirmación que hice en ese libro: La elección más preciada
para el Yo se convierte en la elección más preciada para la otra persona cuando el Yo se da
cuenta de que no hay nadie más.
Por tanto, el error no está en elegir lo que es mejor para ti, sino en no saber lo que es
mejor. Esto deriva de no saber Quién Eres Realmente, y mucho menos quién estás tratando
de ser.
No comprendo.
Permite que te dé un ejemplo. Si intentas ganar las 500 millas de Indianápolis, tu
mejor elección sería ponerte a 240 kilómetros por hora. No obstante, si tu intención es llegar
a salvo al supermercado, no es la elección correcta.
Estás diciendo que todo es contextual.
Sí. Todo en la vida lo es. Lo que es “mejor” depende de quién eres y quién intentas
ser. No puedes elegir con inteligencia lo que es mejor para ti, hasta que inteligentemente
decidas quién y qué eres.
Yo, como Dios, sé lo que intento ser. Por tanto, sé lo que es “mejor” para Mí.
¿Y qué es eso? Dime, ¿qué es lo “mejor” para Dios? Esto debe ser interesante...
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