Table Of ContentISA1AH BERLÍN
CONCEPTOS Y
CATEGORÍAS
ENSAYOS FILOSÓFICOS
ISAIAH BERLÍN
CONCEPTOS
y
CATEGORÍAS
Ensayos filosóficos
F O N DO DE C U L T U RA ECONÓMICA
MÉXICO-ARGENTINA-BRASIL-COLOMBIA-CHILE-ESPAÑA
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA-PERÚ-VENEZUELA
Primera edición en inglés, 1978
Primera edición en español, 1983
Primera reimpresión, 1992
Título original:
Concepts and categories. Philosophical essays
© Isaiah Berlin, 1950,1960,1961,1962,1978
"Verificación" © The Aristotelian Society, 1939
"Traducción lógica" © The Aristotelian Society, 1950
"La igualdad" ©The Aristotelian Society, 1956
"De la esperanza y del miedo liberado" ©Aristotelian Society 1964
© Henry Hardy (compilador), 1978
"Introducción" ©Bernard Williams, 1978
Publicado por The Hogarth Press, Ltd., Londres
ISBN: 0-7012- 0440-0
D. R. © 1983, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA S. A. DE C. V.
Av. Picacho Ajusco, 227. 14200 México D. F.
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, SUCURSAL PARA ESPAÑA
Vía de los Poblados (Edif. Indubuilding-Goico, 4.°-15), 28033 Madrid
I.S.B.N.: 84-375-0322-1
Depósito Legal: M. 33.036-1992.
Impreso en España.
SECCIÓN DE OBRAS DE FILOSOFÍA
CONCEPTOS Y CATEGORÍAS
Traducción de
FRANCISCO GONZÁLEZ ARAMBURO
PRÓLOGO D EL A U T OR
ESCRIBÍ algunos de estos artículos hace más de un
cuarto de siglo, mientras enseñaba filosofía en Oxford;
cuando el doctor Henry Hardy me propuso formar con
ellos un volumen aparte, no me entusiasmó el pro
yecto. Aun cuando no crea que haya en ellos nada que
quisiera ahora suprimir o modificar a fondo (no mé
podía hacer a la idea de volverlos a leer), me pareció
que pertenecían demasiado al tiempo y al lugar en que
fueron escritos; es decir, que eran característicos de la
clase de controversias, en torno al positivismo sobre todo,
que tuvieron lugar en Oxford durante los años inme
diatamente anteriores y posteriores a la guerra, pero
consideré que contenían poco o nada que valiese la
pena resucitar, cerca de treinta años después. Tuve
dudas semejantes acerca de los artículos escritos pos
teriormente. El doctor Hardy tenía una opinión de es
tos trabajos mejor que la mía propia y, viendo que se
guía yo empecinado, me propuso que pusiéramos el
asunto en manos de un arbitro, y sugirió que recurrié
ramos al profesor Bernard Williams. Es éste un filó
sofo original, a la vez que crítico justo y sincero, por lo
que confié en que me diese la razón. Cuando dijo que
estaba en favor de la reedición de estos trabajos, no
pude menos de sentirme halagado, por supuesto, y
acepté su fallo, si bien pensé que quizá había sido más
generoso que justo. El doctor Hardy sacó partido de su
ventaja, y convenció al profesor Williams de que res
paldara su juicio escribiendo una Introducción al li
bro. Por esta acción, que me es forzoso calificar de
amistad heroica, quiero expresarle mi profunda gra
titud.
Se me ha preguntado a veces qué me hizo dejar de
impartir mis cursos de filosofía, según se enseña esta
disciplina en las universidades de habla inglesa, que
es como creo yo que debe enseñarse. La mejor manera
de explicarlo consiste en registrar una conversación
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8 PRÓLOGO DEL AUTOR
que tuve con el difunto profesor H. N. Sheffer, de Har
vard, a quien conocí a fines de la guerra mientras me
hallaba trabajando en la Embajada Británica en Wash
ington. Sheffer, que era uno de los más eminentes ló
gicos matemáticos de su tiempo, me dijo que, en su
opinión, no existían más que dos disciplinas filosófi
cas que pudiesen hacernos abrigar la esperanza de
contribuir a incrementar el conocimiento permanente:
una de ellas era la lógica, en la cual los descubri
mientos y las técnicas nuevos sustituían a los anti
guos -era éste el campo del conocimiento exacto
donde se efectuaba un auténtico progreso, afín al de
las ciencias naturales, o al de las matemáticas-; la otra
era la psicología, que para él seguía siendo, en algunos
de sus aspectos, filosófica -constituía esto un estudio
empírico, evidentemente capaz de un desarrollo cons
tante- Y, claro está, teníamos la historia de la filoso
fía, pero no formaba parte de la filosofía misma; y en lo
tocante a la lógica y la psicología, se distinguían de
la filosofía propiamente dicha, respecto de la cual -a
diferencia de la historia o de la erudición clásica- la
noción de crecimiento, de un conocimiento acumula
tivo, carecía al parecer de validez. "No tiene sentido
hablar de un hombre versado en epistemología, o de
un erudito en materia de ética -me confió-; no perte
necen a esa clase de estudio." Pasó luego a afirmar
que la filosofía constituía un maravilloso dominio del
pensamiento, al cual, en su opinión, no le había hecho
ningún buen servicio lo que los positivistas lógicos,
bajo la influencia de los lógicos simbólicos, como él
mismo, estaban haciendo entonces; el trabajo que
"Carnap y Cía." (como los llamó) estaban llevando a
cabo, le repugnaba; y acabaría por arruinar a la ver
dadera filosofía, según la concebían él y su maestro
Royce: "Si algún trabajo mío ha contribuido en algo a
estimular estas acciones, preferiría no haber nacido".
Aunque no estuve, ni estoy de acuerdo, con la amplí
sima condena que hizo Sheffer del valor y de la in
fluencia del positivismo lógico, ni con la rígida divi
sión trazada por él, y con la cual repudiaba sus pro-
PRÓLOGO DEL AUTOR 9
pias opiniones anteriores, entre la lógica y la filosofía,
sus palabras me causaron profunda impresión. En los
meses siguientes, me pregunté si deseaba consagrar el
resto de mi vida a un estudio, por más fascinador e
importante que fuese en sí mismo, que, a pesar de lo
transformadores que eran indiscutiblemente sus lo
gros, nada pudiese añadir, como la crítica o la poesía,
al cúmulo del conocimiento humano positivo. Llegué
poco a poco a la conclusión de que prefería un campo
en el cual pudiese tener la esperanza de llegar a saber
al término de mis días algo más que al principio de mi
existencia; y por eso abandoné la filosofía; para dedi
carme a la historia de las ideas, campo que desde ha
cía varios años había tenido para mí un interés absor
bente.
La razón que me ha llevado a contar este relato es
principalmente histórica, por la luz que arroja sobre
la concepción de la filosofía que había llegado a for
marse, hacia el final de sus días, uno de los padres de
la lógica moderna, acerca de cuyas opiniones genera
les, que yo sepa, poco o nada es lo que se ha publi
cado; y también he tenido como motivo las descripcio
nes algo inexactas de esta conversación que han
venido circulando, una de las cuales recientemente ha
sido puesta en letras de molde; me ha parecido opor
tuno poner las cosas en su lugar.
Febrero de 1978
PRÓLOGO DEL COMPILADOR
ÉSTE es el segundo1 de cuatro tomos que he reunido y
preparado para su reimpresión; en él se publican la
mayor parte de los ensayos dados a la imprenta hasta
ahora por Isaiah Berlin, con los que no se había po
dido contar en forma de colección. Sus muchos escri
tos estaban dispersos anteriormente, a menudo en
sitios mal conocidos; los más de ellos estaban agotados,
y sólo una media docena de ensayos se habían compi
lado y reeditado.2 Estos cuatro tomos, junto con una
bibliografía completa de lo que ha publicado hasta
la fecha,3 que será reimpresa en el tomo siguiente,
pondrán a disposición del público lector una parte
importante de su obra, lo cual, sin duda alguna, se me
rece.
Varios pasajes han sido redactados de nuevo por el
autor para esta antología, principalmente traduccio
nes. Por lo demás, aparte de las correcciones necesarias
y de la adición de referencias faltantes, los ensayos se
han reeditado en su forma original.
Este volumen contiene las aportaciones de Isaiah
Berlin a la filosofía, con excepción de "Inevitabilidad
histórica" y de "Dos conceptos de libertad", que ya se
reeditaron en Four Essays on Liberty, así como de "In
ducción e hipótesis",4 que es la segunda colaboración
a un simposio y, siendo como es, en gran parte, una
réplica a la primera colaboración, no se sostiene por sí
1 El primero fue Russian Thinkers (Londres y Nueva York, 1978)
[Pensadores rusos, FCE, 1980].
2 Four Essays on Liberty (Oxford, 1969; Nueva York, 1970) y Vico
andHerder (Londres y Nueva York, 1976). Otras antologías han apare
cido sólo en traducciones.
3 Véase Henry Hardy, "A Bibliography of Isaiah Berlin", Lycidas
(Revista del Wolfson College de Oxford), núm. 3 (1975), pp. 41-45; adi
ciones y correcciones, ibid., núm. 4 (1976), p. 42.
4 Proceedings of the Aristotelian Society, vol. complementario 16
(1937).
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