Table Of Contentsociología
y
política
traducción de
ISABEL VERICAT NÚÑEZ
CÓMO MANTENER A RAYA
A LA PLEBE
por
NOAM CHOMSKY
entrevistas realizadas por
DAVID BARSAMIAN
siglo
veintiuno
editores
siglo veintiuno editores, s.a. de c.v.
CERRO DELAGUA248, DELEGACIÓN COYOACÁN, 04310, MÉXICO, D.F.
siglo xxi editores argentina, s.a.
LAVALLE 1634, 11 A, C1048AAN, BUENOS AIRES, ARGENTINA
portada de maría luisa martínez passarge
primera edición en español, 2001
© siglo xxi editores, s.a. de c.v.
isbn 968-23-2320-7
primera edición en inglés, 1994
© by noam chomsky and david barsamian
all rights reserved. originally published in english as keeping the rabble in
line: interviews with david barsamianby common courage press, p. o. box
702, monroe, me. 04951, usa
derechos reservados conforme a la ley
impreso y hecho en méxico / printed and made in mexico
INTRODUCCIÓN
Cómo mantener a raya a la plebe constituye la continuación de Chroni-
cles of dissent, pero también un cambio de rumbo. En la colección de
entrevistas que presentamos ahora Noam Chomsky concentra su
atención en temas económicos y comerciales, así como en el orden
económico mundial que está surgiendo. Mientras los medios de co-
municación, alentados por un creciente sentido del espectáculo, nos
ofrecen un menú en el que no pueden faltar O. J. Simpson, Tonya
Harding ni cualquier otra distracción pasajera, en la escena interna-
cional ocurren cambios de gran importancia. Como señala Chomsky,
los estados-nación están enfrentando desafíos cada vez mayores por
parte del poder y de las corporaciones transnacionales. Éste podría
ser el rasgo característico de los tiempos por venir. Nuestra respues-
ta será decisiva. Como lo hace en muchos de sus textos, Chomsky
plantea en estas entrevistas la necesidad de organizarse y convertirse
en agentes activos. No basta con que consumamos pasivamente la in-
formación que se nos ofrece. Esperemos que este libro impulse a la
gente y le muestre alternativas prácticas, sean éstas la protesta directa,
la creación o participación en radios comunitarias, la producción y
distribución de videos, la creación de nuevas librerías, la publicación
de boletines o, simplemente, la discusión con amigos en casa.
Creo que la contribución de Chomsky reside en que no únicamen-
te subraya sin cesar nuestra necesidad de estar informados y de actuar,
sino también nuestra capacidad para hacerlo. Un ejemplo de ello es
su propio compromiso, su participación y su disponibilidad. Chom-
sky es un cartógrafo. Nos ofrece un detallado mapa de caminos que
puede ayudarnos a descubrir dónde está lo que buscamos y a trazar
nuestras rutas. Pero Chomsky es también un banco de memoria.
Mientras la “expertocracia” urde la historia, el discurso de Chomsky
se nos presenta como un correctivo permanente que nos recuerda,
por ejemplo, el empeño que Estados Unidos ha tenido en destruir
las organizaciones populares que surgieron en Europa después de la
segunda guerra mundial, los monstruosos crímenes de la guerra de
Indochina, o los logros reales de los Nixon, Kissinger, Clinton y otras
luminarias que encabezan el saqueo global.
[7]
8 INTRODUCCIÓN
Las entrevistas que se recogen en este libro fueron grabadas en la
oficina de Chomsky en el MITo por teléfono. “Delincuencia y control
de armas” es la transcripción de una entrevista radial en vivo de la
KGNU de Boulder. Los títulos de los capítulos expresan el tema cen-
tral de las entrevistas pero, como se advertirá, cada una de ellas abor-
da asuntos muy diversos. Desde diferentes lugares muchas personas
me piden que haga a Chomsky ciertas preguntas. Sería imposible re-
conocer aquí todas sus contribuciones, pero debo a Carlos Otero en
particular una importante ayuda a través de sus críticas, sugerencias
y estímulos. Agradezco a Sandy Adler la transcripción de las entrevis-
tas. Finalmente, expreso a Noam Chomsky todo mi agradecimiento
por el tiempo y el esfuerzo que dedicó a estas entrevistas.
DAVIDBARSAMIAN
1 de agosto de 1994
EL BANCO MUNDIAL,
EL GATT Y EL LIBRE COMERCIO
20 de abril de 1992
DB. En 1944, durante la Conferencia de Bretton Woods celebrada en New
Hampshire, se crearon el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacio-
nal. ¿Qué función desempeñan estas importantes entidades financieras?
Su primera función consistió en apoyar la reconstrucción de las
sociedades capitalistas industrializadas que habían quedado arruina-
das por la segunda guerra mundial. Después se concentraron en pro-
mover el “desarrollo”, nombre que se suele dar a una forma de sub-
desarrollo controlado en el tercer mundo. Esa tarea implica el
diseño y sostenimiento de programas especiales para el tercer mun-
do. Aquí se origina la controversia. Aunque la intención de esos pro-
gramas pueda discutirse, su efecto, aplastante sin duda, es la integra-
ción del Sur, de las viejas regiones coloniales, a la sociedad global
dominada por sectores del Norte que concentran la riqueza, es decir,
la sociedad opulenta.
DB. Quizá conozca la vieja canción que pregunta “¿Adónde se fueron todas
las flores?” Bueno, ¿dónde han ido a parar los miles de millones de esas insti-
tuciones? El Banco Mundial ha prestado decenas de miles de millones de dóla-
res. ¿Quién le prestó a quién exactamente? ¿Qué se ha hecho con ese dinero?
No existe una respuesta simple. En las sociedades industrializadas
avanzadas ese dinero contribuyó a la reconstrucción, a la reparación
de los daños causados por la guerra. En el tercer mundo los présta-
mos han tenido efectos combinados. Han ejercido influencia en la
transformación de la agricultura, en el desarrollo de infraestructura,
en la orientación de proyectos hacia determinadas áreas en detri-
mento de otras. Han desempeñado un papel en el largo proceso de
sustitución de importaciones y de desarrollo de la agricultura de ex-
portación. En gran medida estos préstamos han sido un complemen-
to de las políticas de quienes los controlan. Debido a su riqueza y po-
der, Estados Unidos desempeña una función abrumadora en el
Banco Mundial. Estados Unidos y sus aliados inmediatos han diseña-
[9]
10 EL BANCO MUNDIAL, EL GATT Y EL LIBRE COMERCIO
do programas de “desarrollo” para todo el mundo. Los fondos pue-
den haber ido a parar a cualquier cosa, desde la construcción de pre-
sas hasta el apoyo a la agroexportación, pasando ocasionalmente por
algún proyecto de desarrollo campesino.
DB. El Fondo Monetario Internacional ha sido vilipendiado en el tercer mundo
debido a las medidas draconianas que ha impuesto a los países en desarrollo.
Pensemos en cualquier país latinoamericano en nuestros días. To-
dos sufren una terrible crisis de deuda externa. Recordemos que el
sistema diseñado en Bretton Woods fracasó en lo fundamental a
principios de los años setenta. Ese sistema promovía la regulación
monetaria, la convertibilidad del dólar en oro y todo tipo de medi-
das asociadas con ello, que convirtieron a Estados Unidos en un ban-
quero internacional. Hacia 1970 Estados Unidos ya no podía soste-
ner por más tiempo el papel de banquero internacional que le había
resultado muy ventajoso durante los años cincuenta y sesenta, por-
que había permitido que corporaciones norteamericanas realizaran
inmensas inversiones en el exterior. El presidente Nixon desmanteló
el sistema en 1971. Eso trajo como consecuencia la existencia de in-
mensas cantidades de divisas no reguladas que fluían sin control por
los canales internacionales. El mundo fue inundado por capital no
regulado, especialmente después del aumento de los precios del pe-
tróleo. Los banqueros querían prestar ese capital, y lo hicieron. Lo
prestaron principalmente a países del tercer mundo o, mejor dicho,
a sus élites. Las dictaduras latinoamericanas, por ejemplo, se atraca-
ron de préstamos. Los resultados de esos atracones fueron conside-
rados en Occidente “milagros económicos”, como el de Brasil, país
que bajo el dominio de los generales quedó abrumado por la deuda.
Desde principios de los años ochenta las tasas de interés en Estados
Unidos se elevaron y comenzaron a atraer dinero hacia el país, incre-
mentando los intereses sobre la deuda. Las economías latinoameri-
canas comenzaron a caer en picada. El capital se les escapaba a gran
velocidad. No podían controlar a sus propias clases adineradas. El
monto de los capitales fugados de América Latina puede no haber
llegado al nivel del de la deuda, pero probablemente no estuvo muy
por debajo de ella. Cientos de miles de millones de dólares fluyeron
desde el Sur hacia el Norte. Eso se debió en parte al servicio de la
deuda, que sobrepasó con mucho la nueva ayuda del exterior que co-
menzó a correr hacia los países del Sur a finales de los años ochenta,
y en parte a otras formas de fuga de capitales. Hoy en día incluso los
EL BANCO MUNDIAL, EL GATT Y EL LIBRE COMERCIO 11
países africanos profundamente depauperados exportan capital ha-
cia las instituciones internacionales de préstamo.
El efecto neto de este fenómeno es lo que, en broma, algunos de-
finen como un programa para que los pobres que habitan en los paí-
ses ricos paguen a los ricos que habitan en los países pobres. En rea-
lidad eso es lo que ocurre. Ahí es donde entra en acción el Fondo
Monetario Internacional, dirigido por los países ricos, que tienen
ciertas reglas que imponer a los débiles. Éstas consisten en que, si el
país padece un alto nivel de inflación, su moneda es inestable y no se
satisfacen otras condiciones económicas, es preciso asumir formas
extremas de austeridad: equilibrar el presupuesto, recortar los servi-
cios, controlar la moneda, etc. Ésa es la economía neoliberal de libre
mercado, que resulta típicamente desastrosa para la inmensa mayo-
ría de la población. Y ésa es la razón por la que los países ricos nun-
ca acatarán esas reglas, a menos que se vean forzados a hacerlo. Por
ejemplo, hubo una época a finales de los años setenta cuando, debi-
do a su debilidad, Gran Bretaña se vio obligada a adoptar ciertas di-
rectrices del Fondo Monetario Internacional. Pero ningún país sufi-
cientemente rico y poderoso haría eso jamás. Es lo que ocurre con
Estados Unidos, por ejemplo, que tiene una deuda increíblemente
grande pero no acepta las “sugerencias” del FMI. Somos demasiado
poderosos como para estar obligados a seguir esas reglas. Los países
del tercer mundo, que son mucho más débiles —en especial los que
están bajo el control de élites sometidas a Occidente, las cuales sue-
len beneficiarse de la situación—, sí siguen las directrices, con conse-
cuencias desastrosas para la población. A ello obedecen las acusacio-
nes contra el FMI. Lo mismo está ocurriendo ahora en Europa
Oriental. Todo este cuento del libre mercado neoliberal ha sido escri-
to, en lo fundamental, para beneficiar a quienes ganan el juego. Só-
lo los perdedores siguen las reglas. Occidente no las acata ni siquiera
cuando carece de perspectivas de ganar. Por ejemplo, el Banco Mun-
dial estima que hoy en día las medidas proteccionistas impuestas por
los países ricos cuestan al tercer mundo más del doble de la ayuda to-
tal que el Norte presta al Sur, y esa “ayuda” es, en su mayor parte, una
forma disfrazada de promoción de las exportaciones.
DB. ¿Ante quién deben rendir cuentas el Banco Mundial y el FMI?
Ante los que ponen el dinero, es decir, el grupo de países ricos,
principalmente Estados Unidos, que desempeña ahí el papel domi-
nante. Esas instituciones son financiadas principalmente por los esta-
Description:Otra serie de entrevistas realizadas por David Barsamian sobre temas de actualidad: Tensiones globales; libre comercio y capital internacional; atencion a la salud; el fascismo y la estructura corporativa; China, comercio y derechos humanos; control de armas y pena de muerte, entre ellos.