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Antropología
Traducción de
Teodoro Ortiz j/
~ !~)f,
por
CLYDE KLUCKHOHN
I
\2 9 KAYO 1985
Rq
- g'~-125
r
FONDO DE CULTURA ECONóMICA
MeXICO
Primera edición en inglés, 1949
Primera edición en español, 1949
Primera reimpresión 1951
Segunda edición) corregida, 1957
Primera reimpresión, 1962
Segunda reimpresión) 1965 Se considera a menudo la antropaJog!a como
Tercera reimpresión, 1967 una cola:ci6n de hechos curiosos, que narra el
aspecto peculiar de gentes ex6ticas y describe sus
Cuarta reimpresión, 1970
extrañas costumbres y creencias. Se la considera
Quinta reimpresión, 1971 como una divcrsi6n entretenida, evidentemente
Sexta reimpresión, 1974 sin nin¡una influencia sobre la manera de vivir
de las comunidada civilizadas.
Séptima reimpresión, 1977
Esta opini6n es equivocada. Y lo que es más,
Octava reimpresión, 1981 espero demostrar que una dara comprensi6n de
los principios do la antropologfa ilumina los pro
cesos sociales de nuestra propia época y puede
mostrarnos, si estamos dispuestos a escuchar sus
enseñanzas, lo que debemos hacer y lo que de
bemos evitar.
FaANZ BOAS (1928)
Titulo original:
Mirror for Man
©19:9, McGrawn-Hill Book, Inc., Nueva York
,
D. R. © 1949, Fondo de Cultura Económica
Av. de la Universidad 975, México 12, D. F.
ISBN 968-16-0870_4
Impreso en México
PREFACIO
t'su libro se destina al profano, no al profesional quisqui.
l/oso. A este último .re le ruega h"miláemente que t~ga
presente que Ji hubiera incluido toda la documentación
que tal ve~ duca, este libro comprenderla vanos volúmenes.
Si hubiera hecho todas las salvedades y maticCI propios de
un estt4dio técnico, el profano inteligente abandonarla ugu-'
famente St4 lectura antes de l/egar,aI linal del primer caplttllo.
No se pretende, en modo alguno, que todo lo que en él
le afirma uté "demostrado". La antropologla es una cien
cia ¡oven y hay que hacer todavla mucho, tanto en lo que
respecta a la compilación de dato! como a su clasificación.
Es un estudio honrado y minucioso de 1M pruebas qtte he
podido abarcar. En determinados' CaJOl otros han obtenido,
con igual honradez y tal vez mejor criterio, conclusionu
d,¡erentes de los mismos materiales. Pero me esforcé 1'01' lo
general en seguir /0 opinión acorde en la profesión. Cuando
expreso opiniones heterodoxas o personalu, la frase%gla
advierte en cierto modo al lector. Análogamente, mediante
el empleo de palabraJ como "algunos autores dicen", "tal
vezll Itprobablemente" y "quizá/(, indico mi elección
,
de tanteo entre los resultados o fas interprctacionu objeto de
controversia. Para todar las ajirmacionu, salvo pocas y mis
propios ucarceos con la bola de crútal del futtlro, hay alguna
prueba que considero rigurosa, Las upeculaciones de otros
o mlas se han indicado como tales o se deduce claramente
del contenido, que lo son,
CLYDE KLUCK1IOHN
COSTUMBRES EXTRAl'IAS, CACHARROS
y CRÁNEOS
La antropología proporciona una base científica para estu
diar el importante dilema a que se enfrenta c:l mundo de
hoy: ~o::ómo pueden pueblos de distinto aspecto, con len
guajes mutuamente ininteligibles y modos de v"ida diferen
tes, vivir pacíficamente juntos! Por supuesto, ninguna rama
del conocimiento constituye una panacea para todos los males
de la humanidad. Si cualquier afirmación hecha en este
libro pareciera apoyar esas pretensiones mesiánicas, rechácese
tan absurda pretensión como un desliz de un entusiasta que,
en realidad, sabe a qué atenerse. Con todo, la antropología
es un estudio con ramificaciones en las ciencias biológicas,
físicas y sociales e incluso en las humanidades.
Debido a su amplitud, a la variedad de rus métodos y
a su posici6n intermedia, es seguro que desempeñará un
papel central en la integraci6n de las ciencias que se ocupan
del hombre. Sin embargo, una ciencia comprensiva del
hombre tiene que abarcar habilidades, intereses y eonoci
mientos adicionales. Ciertos aspectos de la psicologfa, la me
dicina y la biologfa, la economía, la sociologfa y la geogra
fía humana tienen que fundirse con la antropología en una
ciencia general que asimismo tendrá que abarcar los instru
mentos que significan los métodos hist6ricos y estadfsticos
y sacar datos de la historia y las otras disciplinas humanistas.
Por consiguiente, la antropología del momento actual no
puede abrigar la pretensión de ser el estudio completo del
hombre, aunque tal vez se acerque más a serlo que cualquier
otra rama de la ciencia.
Algunos de los descubrimientos que consideraremos aquí
cOmo antropol6gicos s610 han sido posibles gracias a la cola
boraci6n con los que trabajan en otros campos. No obstante,
incluso la antropología "tradicional tiene Uil derecho especial
a ser oída por los que se interesan profundamente PQr el
problema de llegar a conseguir un mundo. Se debe a que
11
12 COSTUMBRES, CACHARROS Y CRÁNEOS COSTUMBRES, CACHAJtROS y CRÁNEOS 13
ha sido la antropología la que ha explorado la gama de la reunieron en museos objetos hechos por los sumerios, sus
variabilidad humana y es la que pu(:de contestar mejor las predecesores en Mesopotamia.
preguntas ¿Qu~ terreno común existe entre: los seres huma_ Aunque los antiguos aquí y allá mostraron que valía
nos de:: todas las tribus y naciones? ¿Qu~ diferencias? ¿Cuál la pena ocuparse de los tipos y las cos~umbres de los hom.
es el origen? ~ Qu~ profundid~d tienen? bres, fueron los viajes y las exploraciones a partir del si.
Hacia los comienzos del siglo xx los investigadores que glo xv los que estimularon el estudio de la variabilidad
se interesaban por los aspectos poco usuales. dramáticos y humana. Los contrastes observados con el compacto mundo
enigmáticos de la historia del hombre. se conocían con el medieval hicieron necesaria la antropologla. Por útiles que
nombre de antrop6logos. Eran los hombres que buscaban sean los escritos de este periodo (por ejemplo, las descrip.
los antepasados más remotos: la Troya de Homero, el pa's ciones de viajes de Pedro Mártir) no pueden considerarse
como documentos ciendficos. Con frecuencia fantásticos, se
nativo del indio norteamericano, la relaci6n entre la luz
escribieron para divertir o con fines prácticos. Las relaciones
del sol y el color de la piel, el origen de la rueda, los
minuciosas de observadores de primera mano se mezclaban
imperdibles y la cerámica. Quedan sabe:r "cómo el hombre
con anécdotas embellecidas y a menudo de segunda proce
moderno Ileg6 a ser como es hoy"; por qué algunos pue
dencia. Ni los autores ni los observadores tenían una ins
blos son gobernados por un rey, algunos por los ancianos,
trucción especial para registrar o interpretar lo que verano
otros por los guerreros y ninguno por las mujeres; por qu~ Contemplaban a otros pueblos y sus costumbres a través de
algunos pueblos heredan los bienes por línea masculina, otros
lentes toscos y deformadores fabricados con todos los prejuicios
por la femenina y otros, por igual, entre tos herederos de::
y todas las ideas preconcebidas de los europeos cristianos.
ambos seXOSj por qué algunos habitantes de nuestro planeta
No fue sino a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX
cnf(rman y mueren cuando creen que han sido embrujados
cuando empez6 a desarrollarse esa antropología científica.
y otros se ríen de esta idea. Buscaban los elementos univer. El descubrimiento de la relación entre el sánscrito, el latín,
sales en la biología y conducta humana, Demostraron que el griego y las lenguas germánicas dio un gran ímpetu al
los hombres dc diferentes continentes y distintas regiones se punto de vista comparador. Los primeros antrop610gos siste
paredan más que se diferenciaban. Descubrieron muchas máticos eran aficionados con dotes naturales: médicos, natu
semejanzas en las costumbres, algunas de las cuales podían ralistas, abogados, hombres de negocios para los cuales la
ser explicadas por los contactos históricos. En otras palabras, antropología constituía un entretenimiento. Aplicaban el
ta antropología se había convertido en la ciencia de las seme sentido común, los hábitos adquiridos en sus profesiones y
janzas y las diferencias humanas. las doctrinas científicas a la moda de su época, al aumento
La antropología es, en un sentido, un estudio antiguo. E! de los conocimientos sobre los pueblos "primitivos".
historiador griego Heródoto, llamado a veces el "padre de ¿Qué estudiaron? Se dedicaban a las cosas má~ extrañas,
la antropología" así como también el "padre de 1:\ historia", a materias que parecían ser tan triviales o tan especializadas
describi6 minuciosamente los caracteres físicos y las costum que los campos de estudio que habían sido establecidos ante.
bres de los esdtas, los egipcios y otros "bárbaros". Los eru riormente no podían acogerlas. Las formas del cabello hil.
ditos chinos de la dinastía Han dejaron monografías sobre mano, las variaciones en la conformaci6n del cráneo, los
los hiung-nu, la tribu vagabunda de ojos claros próxima a tonos del color de la piel no parecían ser muy importantes
la frontera noroeste de China. El historiador romano Tácito para los anat6micos, o los médicos que practicaban su pro
nos legó .su famoso estudio de los germanos. Mucho antes fesión. Los vestigios físicos 'de las culturas distintas de la
aun que Heródoto, los babilonios de la época de Hammurabi grec().romana no merecieron la atenci6n de los eruditos en
14 COSTUMBRES, CACHARROS Y Caí,NEOS COSTUNBUS. CACHAUOS y CJ..\NBOS 15
humanidades. Las lenguas sin relaci6n con el griego y el escapar del presente arrastrindose hasta las entradas del pa~
sánscrito no tenían interés para los que se ocupaban de la lado cultural. Debido a que el estudio tenía algo de aroma
lingüística comparada en el siglo XIX. Los ritos primitivos romántico, y porque no era una manera fácil de ganarse la
interesaban solamente a algunos curiosos, hasta que la prosa vida, atrajo a un número ins6lito de estudiosos que disponían
elegante y la erudici6n clásica, res~table, de Sir James G. de medios de vida jndependientes.
Frazer en su Golden Bough· obtuvo un público numeroso. Los comienzos no parecen ser muy prometedores, tanto
No sin alguna justificaci6n se ha designado a la antropología, desde el pumo de vista de los estudiosos que eran atrardos
"la ciencia de las sobras". . por el tema como del porqué eran' atraídos a su estudio.
Seda ir demasiado lejos llamar a la antropología del si Con todo, ese mismo pasivo proporcionó lo qu~ son las
glo XIX, "la investigación de cosas extrañas hechas por excén_ mayores ventajas de la antropología, si se compara con otros
tricos": El inglés Tylor, el norteamericano Morgan, el alemán procedimientos para estudiar la vida humana. Precisamente
.Bastian,. y otras figuras notables eran ciudadanos re.c:petados. porque los antropólogos del siglo XIX estudiaban las cosas
Con todo, compren1eremos mejor el desarrollo del tema si guiados por un interés puro .Y no para ganarse la vida o re
admitimos que muchos de los primeros antropólogos fueron, formar el mundo, se desarrolló una tradici6n de objetividad
desde el punto de vista de sus contemporáneos. un poco relativa. A los filósofos les imponía la poderosa historia
excéntricos. Se interesaban por las COSaS más extrañas de las de su tema y los i-ntereses creados de su profesión. Augusto
cuales el promedio de las personas no se preocupaban lo Comte, el fundador de la sociología, fue un' fil6sofo, pero
más mínim9 y que incluso el intelectual ordinario juzgaba trat6 de modelar la sociología siguiendo las ciencias naturales.
sin ninguna importancia. Sin embargo, muchos de sus disdpulos, que sólo eran filó
Si no se confunden los result:ldos de las actividades intelee. sofos de la historia ligeramente disfrazados, sentían cierta
tuales con los motivos que conducen 3; esas actividades, es parcialidad en favor del razonamiento, como opuesto a la
útil preguntar qué clase de personas sentirían curiosidad por observación. Muchos de los primeros sociólogos norteame·
esas cuestiones. La arqueología y la antropología propor ricanos fueron ~cerdotes cristianos, que anhelaban mejorar
cionan un terreno obvio de caza para los que son impulsados el mundo más que estudiarlo imparcialmente. El campo
por la pasión de encontrar y arreglO1r, que es tan común a los de la ciencia palltica estaba también afectado por el punto de
coleccionistas de toda clase de cosas, desde timbres po!otales vista fil0s6fico y por el celo reformista. Los psic610gos se
hasta armaduras de guerreros. La antropología ha tenido tamo absorbieron tanto en los instrumentos de latón y el laborato..
bién siempre en su favor 01 los románticos, a los que se llega. rio que encontraron poco tiempo para estudiar el hombre tal
ron a el101 porque sentí~n fuertemente la atracci6n de los lu. como queremos conocerlo realmente, esto es, no en el labo
gares lejanos y bs gentes exóticas. La atracción de 10 extraño ratorio sino en su vida de cada día. Debido a que la antro
y distante ejerce una influencia peculiOlr en los que están pología es la ciencia de las obras y a que éstas son muchas
descontentos de sí mismos o que no se sienten a gusto en su y variadas, evitó preocuparse por un :upecto de la vida, que
propia sociedad. Consciente o inconscientemente buscan otro!" le imprimía su sello, por ejemplo, la economía.
modos de vida en los cU:lles se comprendan y se O1cepten sus El ansia de saber y la energía de los aficionados consigui6
características o, por lo Inenos, no se critiquen. Como mu~ gtadualmente un lugar para su tema favorito como una
chos historiadores, el ¡¡ntropólogo histórico siente el deseo de ciencia independiente. En J850 se estableció en Hamburgo
un museo de etnología; d museo Peabody de Antropologia
• v&.~ JamC$ G. Frazer, 14 rllma dorada, ." ro., Fondo de y Etnologla de Harvard se fund6 en r866, el Real Instituto
Cultura Econ6mica. México, 1961. fE.) Antropol6gico de Inglaterra, en ,873; la Oficina de Et.olog!.
16 COSTUMBRES, CACHARRQS y CRÁNEOS COSTUMBRES, CACHARROS Y CRÁNEOS "
Americana en 1879. Tylor fue nombrado profesor de antro.. porción de objetos de aspecto extraño. A los que excavan
pología de Oxford en 1884. El primer profesor norteamerica. en las ruinas se les llama técnicamente "arqueólogos", a los
no se designó en 1886, Pero en el siglo XIX no había en. todo que estudian a los indios, "etnólogos" o "antropólogos so
el mundo un centenar de antrop6logos. ciales"; a los que miden los cráneos, "antropólogos físicos"¡
El número total de títulos 'de doctor en antropología pero todos ellos son variantes del término más general "an.
concedidos en los Estados Unidos hasta 1920 ascendfa sola tropólogo".
mente a 53. Antes de 1930 s610 hab(a cuatro universidades Ahora bien, ¿qué se proponen realmente? ¿Es '!implemente
nOrteamericanas que concedieran el doctorado en antropo. curiosidad por "las cosas bestiales de los paganos" o las
logía. Aún hoy solamente hay unas veinte. Ni se ha con excavaciones, las pregunt<ls y las medidas tienen <lIgo que
vertido tampoco la antropología en una materia fundamental ver con el mundo de hoy? ¿Producen simplemente los ano
de los programas de enseñanza subgraduada, Úniéamente trop6logos hechos ex6ticos y divertidos que no tienen nada
en dos o tres escuela~ secundarias se da con regularidad su que ver con los problemas efectivos de ahora?
enseñanza. La antropología es algo más que manosear cráneos o
Sorprende (si se tiene en cuenta el número insignifi_ buscar "el eslabón perdido" y tiene una utilidad mayor que
cante ·de antropólogos y la fracción minúscula de la pobla proporcionar medios para distinguir a los amigos de los
ción que ha sido objeto de una instrucción formal en el monos. Vistas desde fuera, las actividades antropológicas
tema) que durante el último decenio, poco más o menos, parecen, en el mejor de los casos, inofensivamente divertidas;
la palabra "antropología" y algunos de los' términos que en el peor de los casos, bastante idiotas. No es, pues,
emplea han salido de sus escondites en la bibliograf(a re extraño que más de un habitante del suroeste empiece
cóndita para aparecer con una frecuencia cada vez mayor a susurrar que "los indios van a empezar a poner precio a
en revistas como The New York"', Ufe, The Saturday E.~I estos individuos". La .reacción del profano la resume bien
;ng Post, las novelas de detectives e incluso el cine. Es la observación de un oficial del ejército. Nos habian pre
también sintomático de una tendencia el hecho de que mu sentado, y todo marchaba perfectamente hasta que me pre
chos colegios y universidades, y algunas escuelas secundarias, gunt6 cómo me ganaba la vida. Cuando le dije que era un
han hecho saber su intención de introducir la antropología antrop6logo se retiró de la conversaci6n y dijo: "Muy bien,
en sus cursos de estudios revisados. Aunque los antropólogos, no es necesario estar loco para ser antropólogo, pero creo que
como los psiquiatras y los psicólogos, se miran todavía con ayuda a serio." .
un poco de recelo, la socit:aad actual está empezando a creer El antropólogo es una persona que está lo bastante mal
que tienen algo útil, al mismo tiempo que divertido, que de la cabeza para estudiar a sus semejantes. El estudio cien_
ofrecer. dfico de nosotros mismos es relíltivamente reciente. En In.
glaterra había en 1936 más de seiscientas personas que se
ganab.1O la vida como estudiantes de una rama especializada
En el suroeste de los Estados Unidos una de las señales (bioqulmica) de la ciencia eJe las cosas, pero no llegaban a
de que se acerca el verano es la llegada de muchos "610gos" lO las que estaban empleadíls como antropólogos. En los
que perturban la tranquilidad de la campiña. Excavan en Estados Unidos no alcanzan en la actualidad a treinta los
las ruinas con el entusiasmo propio de los muchachos que puestos que pueden ocupar los especialistas en antropología
buscan "curiosidades indias" o de adolescentes retrasados física.
que ,buscan tesoros enterrados. Estudian a los pacíficos in. Con todo, no. cabe duda de que los hombres debieran
dios y se convierten en ul\a verdadera plaga enseñando una averiguar si los métodos científicos que han dado tan buenos
18 COSTUMBP.ES; CACHARAOS y CAÁNEOS COSTUMBRES, CACHARROS Y CRÁNEOS
resultados para descifrar los secretos del uni .... erso físico no de "naturaleza humana", Afirmamos con vehemencia que
poddan ayudarles también a comprenderse ellos mismos y es propio de la "naturaleza humana" hacer esto y no hacer
sus vecinos en este mundo que se .... a empequeileciendo con lo otro. No obstante, cualquiera que haya vivido en el
tanta rapidez. El hombre construye máquinas que son ver. suroeste de los Estados Unidos, para no citar más que un
daderamente maravillosas, sólo para encontrarse casi desva. ejemplo. sabe por experiencia que las leyes de esta misteriosa
lido cuando hay que tratar las enfermedades sociales que "naturaleza humana" no parecen funcionar exactamente 10
tan a menudo siguen a la introducci6n de esas máquinas. mismo para las gentes del Estado de Nuevo México que
Los procedimientos para ganarse la vida han cambiado hablan español, para la poblaci6n de habla inglesa y para
con una rapidez tan asombrosa que todos estll110S algo con. las diferentes tribus de indios. Aquf es donde entra en juego
fusas la mayor parte del tiempo. También han cambiado el antrop6Iogo. Es tarea propia de él registrar las \'ariaciones
nuestros modos de vida, pero no simétricamente. Nuestras y las semejanzas en el fbico humano, en las cosas que hace
instituciones econémicas, políticas y sociales no han progre. la gente. en los modos de vida. Sólo cuando averiguamos
sado a la par de nuestra tecnología. Nuestras creencias y c6mo resuelven sus problemas los hombres que h:m teniclo
nuestras prácticas religiosas y nuestros sistemas ideol6gicos una educaci6n diferente, que proceden de distintos troncos
tienen mucho que no es apropiado para nuestro modo actual físicos, que hablan lenguas diversas, que viven en condiciones
de vida y que no se ajusta a nuestros conocimientos cientí. físicas distintas, podemos estar seguros de 10 que los seres
ficos del mundo físico y biol6gico. Una parte de nosotros humanos tienen en común. S6Io entonc~. es posible la
vive en ,la época "moderna"¡ otra en la época medieval o pretensión de poseer un conocimiento científico de la mera
incluso a veces la griega. naturaleza humana. .
En lo que respecta al tratamiento de las enfetmedadc.:s Será una tarea larga. Pero tal vez antes de que sea
soditles, estamos viviendo todavía en la época ,de la magia. demasiado tarde nos acerquemos al conocimiento de lo que
Nos comportamos a menudo como si las ideas revoluciona. es realmente la "naturaleza humana", es decir,) le las reac
rias y perturbadoras pudieran conjwarse por medio de un ciones que tienen inevitablemente los hombres como tales
rito verbal, como los espíritus malignos. Buscamos brujas seres humanos, independientemente de su herencia biológica o
a las que cchar la culpa de nuestras dificultades: Roosevclt, social particular. Para descubrir la naturaleza humana, los
Hitler, Stalin. Nos resistimos a cambiar nuestro yo interior, aventureros científicos de la antropología estuvieron explo.
incluso cuando la alteraci6n de las condiciones hace que sea randa los senderos dd tiempo y del espacio. Es una tarea
evidentemente necesario. Nos lamentamos si otros pueblos absorbeme, tan absorbente que los antrop610gos han manifes
no nos comprenden o no entienden los motivos que nos im. tado cierta tendencia a escribir solamente para 105 demás
pulsan¡ pero si tratamos de comprenderlos a ellos, insistimos amropólogos o para 105 especialistas de otras profesiones,
en hacerlo solamente en funci6n de nuestros propios con Casi toda la bibliografía antropológica consiste en arúculos
ceptos sobre la vida que suponemos son inf",liblemente co publicados en revistas cie.ltíficas o en monografías imponen
rrectos. Buscamos todavía la piedra filosofal, alguna f6rmula tes. Los trabajos están erizados de nombres extraños y tér~
mágica (tal vez un sistema mecánico de organización inter. minos poco familiares y son demasi3do detallados para el
nacional) que haga que el mundo esté ordenado y pacífico lector general. Es posible que algunos antrop6logos hayan
sin que por nuestra parte tengamos que hacer otra cosa sentido cierta obsesi6n por el detalle como tal. Sea como
queN aod aptadones externas. fuere, hay muchas monografías dedicadas a temas como
nos conocemos muy bien a nosotros mismos. Ha. "Un análisis de tres redes de pelo procedentes de la regi6n
blamos de una cosa bastante vaga a la que damos el nombre de Pachacamac", Incluso para otros estudiosos del hombre. la
lO COSTUMRUS CACHARROS y CRÁNEOS COSTUMBRES, CACH .... UOS y CJ.ÁN!OS :U
1
enorme masa de los esfuerzos antropol6gicos ha parecido, para llegar a casa." La preocupación por pueblos insignifi.
como dice Robert Lynd, "solitaria y preocupada". cantes y analfabetos,· que es una de las características prin.
Si bien algunas investigaciones parecen, por consiguiente, cipales del trabajo antropológico, es la clave para su impor.
dejar a un lado al ant/¡ropos (el hombre), con todo, las tancia actual. La antropología surgió de la experiencia con
principales tendencias del pensamiento antropológico se han los pueblos primitivos y las herramientas del of.icio son poco
enfocado sobre unas cuantas cuestiones de interés. humano usuales porque fueron forjadas en este taller peculiar.
general, como: ¿cuál ha sido, biológica y culturalmente, el I El estudio de los pueblos primitivos nos permite vernos
curso de la evolución humana? ¿Existen algunos principios mejor a nosotros mismos. De ordinario, no nos damos cuenta
generales o "leyes" que rijan esta evolución? ¿Qué: conexiones de los lentes especiales a través de los cuales contemplamos
necesarias existen, si las hay, entre el tipo frsico, el lenguaje la vida. Difícilmente podría ser un pez el que descubriera la
y las costumbres de los pueblos del pasado y del presente? exi$tencia del agua. No podría esperarse de los investigadores
¿Qué generalizadones pueden hacerse sobre los seres hu. que no hubieran ido más allá del horizonte de su propia
manos en grupos? ¿H asta qué punto es plástico el hombre? sociedad que percibieran la costumbre que formaba la ma.
¿E n qué: grado puede ser moldeado por la instrucción o por teria de su propio pensamiento. El hombre de ciencia que es.
la necesidad de adaptarse a las presiones ambientales? ¿Por tudia las cuestiones humanas necesita saber tanto sobre el ojo
qué son ciertos tipos de la personalidad más característicos que ve como sobre el objeto visto. La antropologla pone ante
de algunas sociedades que de otras? (/ hombre un gran espejo y le deja que se vea a sí mismo
Sin embargo, para la mayoría de las personas, la antropo.. en su infinita variedad. Esto, y no la satisfacción de una
10g(a significa todavía medir cráneos, manejar trocitos de ca. curiosidad ociosa ni la búsqueda romántica, es lo que significa
charros rotos con gran cuidado, e informar sobre las cos[Um· el trabajo del antrop6logo con las sociedades analfabetas.
bres extrañas de tribus salvajes. El antropólogo es el ladrón Imaginemos al investigador sobre el terreno en una isla
de tumbas, el coleccionista de flechas indias, el individuo lejana de Jos Mares del Sur o entre una tribu de la selva
extraño que 'Vive con canIbales sucios. Como observa Sol amazónica. Suele estar solo. Pero se espera de él que tr4liga
Tax, el antrop6logo ha desempeñado en la sociedad una fun. un informe sobre las característic4ls físicas y las actividades
ción que es "algo entre la de un Einstein que se ocupa de de los pueblos que visita. Se ve obligado a observar la vida
lo misterioso y la de un artista de variedades". Sus muestras, humana como un todo. Tiene que convertiue en un maestro
sus dibujos o sus cuentos, es posible que nos distraigan de muchos oficios y 41dquirir suficientes y variados conoci
durante una hora, pero resultan aburridos si se comparan mientos para poder describir cosas tan diversas como la foro
con el mundo de monstruos grotescos procedentes de épocas ma de la cabeza, las prácticas sanitarias, los hábitos motores,
lejanas que el paleontólogo puede reproducir, las maravillas la agricultura, los animales domésticos, la músíc4l, el lenguaje
de la vida moderna vegetal y animal descritas por el biólogo, y IQS procedimientos para hacer cestos.
la excitaci6n producida por los universos situados a distancias
imposibles de imaginar y los procesos rosmicos mostrados por • NOlJliurate, que traducimos por analfabetOs, debe entenderse
el astrónomo. Sin duda, el antrop610go parece ser el más no en el sentido de gente que no sabe leer, sino que es imposible
inútil e impráctico de todos los ''ó10805''. En un mundo de que: sepa, ya que su sodtdati dnconoC( la ncri/tlra. En este caso
aviones.cohete y de organismos internacionales, ¿qué pnwe la sociedad es la analfabeta, no el individuo. Quizá poc.lría d((;irse
mejnr Jgra/ol, porque no tod.3 gr.3f1a es, ni mucho menos, de tipo
ofrecer el estudio de lo oscuro y lo primitivo para resolver
alfabético (escritura ic.1rográfiea, jeroglífica, cte.). Algunos dis·
los ptoblernas de actualidad?
tin~ue:n entre no-alfabetos -sociedades que no con(l(en la escritu·
"El rodeo más largo es a menudo el camino más corto ra- y analfabetos -indh'iduos que no saben leer. [E.)
22 COSTUMBRES, CACHAUOS y CRÁNEOS COSTUMBRES, CACKAIUl.OS y aÁNI!.OS 23
Puesto que no se han publicado infermes sobre la tribu, la obsesi6n del antrop610go por averiguar los hechos antes
o s610 se conocen algunos insuficientes, depende más de sus de que sea demasiado tarde.
ojos y de sus oídos que de los libros. Comparado con el La actitud científica tradicional es que el conocimiento
soci6logo de tipo medio, es casi un analfabeto. El tiempo es en sí mismo un fin. Hay mucho que decir a favor de
que el soci61ogo pasa en la biblioteca, el antrop6logo lo este punto de vista. Probablemente, las aplicaciones que fue·
pasa en el campo. Además, su manera de ver y de escuchar ron posibles gracias a la ciencia pura st,)n más ricas y más
adopta características especiales. Los modos de vida que ob. numerosas porque los hombres de ciencia no limitaron su
serva son tan poco familiares que es casi imposible interpre. interés a lo:; campos que prometían una utilidad práctica
tarlos a través de sus propios valores. No puede a;::tlizar en inmediaaf."""Pero en estos tiempos turbios muchos hombres
funci6n de las cosas que había decidido por adelantado que de ciencia se preocupan también por la justif.{?:a·ci6n social de
eran importantes, porque todo se sale de lo corriente. Es más su trabajo. Hay una cosa a la que puede darse el nombre
fácil para él contemplar' la escena con indifere:tcia y con una de diletanlisroo científico. Está bien que algunos museos
objetividad relativa precisamente porque es remota y poco ricos puedan permitirse el lujo .de pagar a. u.nos c~antos
familiar, porque él mismo no interviene sentimentalmente. hombres para que dediquen su VIda al estudiO IOtenslVO de
Ppr úJtimo, puesto que el lenguaje tiene que aprenderse o las armaduras medievales, pero las carreras de algunos antro
encontrar intérpretes, el antropólogo se ve obligado a con·
p6logos nos recuerdan aquel personaje de Aldous Huxley
ceder má'l atenci6n a los hechos que..a las palabras. Cuando que consagró su existencia a escribir la historia del tenedor
no comprende lo que se dice, lo úni~ue puede h:tc.er-es
de tres punl;).s. La SC?'iedad no puede permitirse, en ~n. pe
dedicarse a la tarea humilde, pero muy util;-de observar
riodo como el actua!, el lujo de mantener muchos espeCialistas
quién vive con quién, quién trabaja con quién en qué acti.
dedicados a estudios altamente esotéricos, a menos que pro
vidades, quién habla muy aho y quién con suavidad, quién
metan alguna utilidad práctica. Por fortuna, el estudio deta.
usa qué ropa y cuándo la usa.
ilado de los pueblos primitivos está comprendido en la cate
Una pregunta perfectamente natural al llegar aquí sería:
goda útil.
''Muy bien, tal vez los antropólogos trabajando en sociedades
Yo puedo decidir que lo que se necesita realmente es
analfabetas recogieron por casualidad algunas habilidades que
conocer las comunidades humanas como Cambridge, Massa
han dado buen resultado cuando se aplicaron al estudiar chusetts. Pero en la situaci6n presente de la ciencia social,
nuestra sociedad. Pero ¿por qué, si los antropólogos se inte. tengo que hacer frente a una multitud de dificulta.des prác:
resan realmente por la vida moderna, siguen ocupándose de ticas. En primer lugar, para hacer un ~trabajo completo,
esas tribus pequeñas y sin importancia?" necesitaría más colaboradores de los que poddan pagarse en
La primera respuesta del antrop61ngo podría ser que los las condiciones existentes para el sostenimiento de las inves
modos de vida de esas tribus forman parte de la historia tigaciones sobre el comportamiento humano. Después, debe
humana y que es tarea que le incumbe procurar que esas ría preguntar: en funci6n Oe las interacciones humanas actua- /
cosas las registre la historia. En realidad, los antropólogos les, ~dónde termina Cambridge y dónde empieza Boston,
han sentido muy vivamente esta responsabilidad. Han creí Watertown y Somerville? Muchas personas que viven en
do que no ten'an tiempo para escribir libros de carácter Cambridge nacieron y crecieron en diferentes partes de los
general cuando cada año se presencia la desaparici6n de Estados Unidos y en países extranjeros. Siempre correría
algunas culturas aborígenes que no han sido descritas aún. el peligro de atribuir a las condiciones existentes en CamA
El carácter descriptivo de casi toda la bibliografía antrvpo- bridge modo.s de conduela que ~n realidad se explican como
16gica 'y la masa abrumadora de detalles deben atribuirse a resultado de la educación en lugares ajenos. Finalmente,
Description:primero gracias a los experimentos de