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Lenin
y la actualidad
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EDITORIAL PROGRESO • MOSCO
Traducido del ruso por O. Razinkov
B. M. ReApoe:
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Impreso en la URSS
© Traducción al español
Editorial Progreso
1976
10501-306
R 014(01)-76-297- 75
Introducción
LENIN Y EL PROBLEMA
DE LA CLASIFICACION DE LAS CIBNCIAS
V. I. Lenin no se ocupó especialmente de la clasificación de
1a s ciencias, pero sus obras filosóficas contienen indicaciones de
(ixtraordinaria importancia acerca de cómo debe desarrollarse la
clasificación marxista de las ciencias y emplearse con espíritu
creador el método de Marx para resolver este problema concreto
PII las nuevas condiciones históricas, en medio del progreso im
petuoso de toda la ciencia.
Con arreglo al nivel actual del desarrollo científico, los tra
hajos de Lenin permiten plantear y resolver este problema en dos
aspectos. En primer lugar, Lenin analizó a fondo el progreso
ele las ciencias naturales y de toda la ciencia contemporánea
cin general, mostrando los rasgos que la distinguen de la ciencia
1le la fenecida época histórica en que vivieron y crearon su obra
los fundadores del marxismo. En segundo lugar, al seguir elabo
rando la lógica dialéctica marxista, desarrolló y enriqueció sus
principios más importantes, sus tesis y métodos fundamentales,
sin cuyo empleo sería imposible incluso plantear y resolver el
~randioso problema de la sistematización de todo el conjunto
1le los conocimientos científicos modernos.
Es importante añadir que Lenin hizo lo uno y lo otro en un
período de exacerbada lucha contra aquella filosofía que trataba
1le interpretar, por lo común, todos los problemas de la ciencia
moderna, desde las posiciones idealistas y metafísicas. Entretanto,
111 desarrollo de la ciencia confirma cada vez con mayor fuerza
1a veracidad de la dialéctica materialista y la necesidad impe
riosa de resolver todos los problemas del conocimiento científico
111oderno, con ayuda de ella como teoría y método generales de
i 11vestigación científica.
Por eso, aunque en los trabajos de Lenin no encontremos alu
siones directas a los problemas de la clasificación de las ciencias,
t 1inemos pleno derecho de hablar de la etapa leninista también
3
en este dominio de la filosofía marxista, igual que en la teoría
general del conocimiento científico. Más abajo estudiamos con
mayor detalle los dos puntos mencionados, mostrando que las
obras filosóficas de Lertin dan la clave metodológica para elaborar
el problema de la clasificación de las ciencias modernas.
1. LENIN ACERCA DE LA CIENCIA EN LA EPOCA
DEL IMPERIALISMO Y DE LAS REVOLUCIONES PROLETARIAS
La revolución contemporánea
en las ciencias naturales
Continuando la obra de Marx y Engels, Lenin analizó a fondo
y sintetizó filosóficamente las particularidades del desarrollo
de las ciencias naturales a partir de los últimos años del siglo XIX.
Puso de relieve los rasgos distintivos del nuevo período histórico
en la evolución de las ciencias naturales que, en la época prece
dente, o no existían en general o eran apenas predicciones. El
nuevo período se caracteriza por la penetración de la física en el
interior de los átomos y por el descubrimiento de su estructura
compleja, de su divisibilidad y desintegrabilidad. Para la cien
cia se abren las puertas al campo del micromundo o, más exacta
mente, de la física subatómica. Los átomos y los elementos quí
micos dejan de ser la última frontera del conocimiento de la
materia; las ciencias que estudian la naturaleza y sus leyes se
extienden a nuevas esferas de fenómenos, desconocidas anterior
mente. Se necesitaba hacer las conclusiones metodológicas de los
hechos de la «descomposición de las partículas de la materia, que
hasta hoy se creían indescomponibles» y del «descubrimiento
de nuevas formas, hasta hoy desconocidas, del movimiento de
la materia»1•
Estas conclusiones se referían, ante todo, a las nocionesi
principios, teorías, hipótesis y formulaciones de leyes, que domi
naron en las ciencias naturales hasta fines del siglo XIX. Comen
zó, según dijera Lenin, su «ruptura fundamental», la revisión
radical de las viejas ideas teóricas para que se pudiese elaborar
con .el tiempo nociones adecuadas a los nuevos descubrimientos
científicos. Lenin llamó esta ruptura fundamental «revolución
contemporánea en las ciencias naturales>>. Ella comenzó en el
dominio de la física, pues esta ciencia fue precisamente la que
destruyó la base misma de las viejas ideas metafísicas sobre la
materia, sus propiedades, sus tipos («últimas partículas») y la
forma supuestamente universal de movimiento, por la cual se
1 V. l. Lenin. Matertaltsmo y emptrtocritictsmo. Obras Completas, 5ª ed.
en ruso, t. 14, pág. 260. · ·
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P11lendía el movimiento mecánico. Se reveló a la sazón el carácter
1i mitado de la acción de las leyes de la mecánica, aclarándose
a la vez que otras leyes -las de la física- tenían una extensión
111cís amplia y profunda.
Mas por muy rara que parezca esta «limitación de las leyes
,11ecánicas del movimiento a una sola esfera de los fenómenos
,le la naturaleza y su subordinación a las leyes más profundas
do los fenómenos electromagnéticos, etc., todo ello no es más
que una nueva confirmación del materialismo dialéctico» (ibíd.,
1•,íg. 248).
La penetración en el dominio del micromundo o, más exacta
onte, del mundo subatómico se operó merced al descubrimiento
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de la destructibilidad y divisibilidad del átomo, a la revelación
de sus partículas estructurales, integrantes, de carácter más ele
mental. Estos descubrimientos confirmaron brillantemente la
justeza del materialismo dialéctico, ya que probaron la mutabi-
1i dad y la transformabilidad de cualesquiera objetos materiales
:l'ísicos) por muy simples, absolutamente estables y perpetuos
que pareciesen antes. «La destructibilidad del átomo -escribía
l .onin-, su inagotabilidad, la mutabilidad de todas las formas
,ie la materia y de su movimiento han sido siempre el pilar del
111aterialismo dialéctico» (ibíd., pág. 268).
Desde este punto de vista tuvieron importancia decisiva dos
descubrimientos físicos que significaron el comienzo de la revo-
111ción de las ciencias naturales. Trátase de los descubrimientos de
la radioactividad (Becquerel, año 1896) y del electrón (J. J. Thom
:-:on, año 1897). Les precedió el descubrimiento de los rayos Roent
~en (1895), que abrió a los físicos el camino al interior del átomo.
l ,os dos primeros descubrimientos destruyeron la vieja idea
111etafísica de un átomo absolutamente invariable, indestructible
y, a la vez, completamente simple, elemental, en el sentido lite
ral de la palabra.
El descubrimiento de la radioactividad condujo al descubri
miento de un nuevo elemento químico, del radio, que es uno
110 los agentes materiales de aquélla. El radio, descubierto por
los esposos Curie en 1899, ofreció el material experimental nece
~ario para la generalización teórica, según la cual la radioactivi-
1lad es la desintegración espontánea de los átomos,- la transforma
ción espontánea de los elementos (Rutherford y Soddy, año 1902).
l•:sta sintetización y explicación teóricas del nuevo fenómeno
físico (la radioactividad) estimularon más que nada la «revolución
.-011temporánoa en las ciencias naturales».
Lenin tuvo pleno derecho de afirmar que el radio era un gran
rovolucionario (véase ibíd., pág. 239). El radio destruye la
11loa metafísica sobre la eternidad de los átomos y los elementos,
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la elimina en su base misma, decidida o irrevocablemente, como
ocurre siempre en un proceso de destrucción revolucionaria de lo
viejo y del nacimiento de lo nuevo, que viene en su remplazo.
No menos revolucionario fue el descubrimiento del electrón,
que mostró que el átomo tenía una estructura compleja, que
dentro de él se operaban complicados movimientos relacionados
con su organización interna. Con el descuhrirnionto del electrón
se vinculaban nuevos fenómenos y propiod1ules singulares, que
estaban en desacuerdo con la vieja mecánica clásica, en parti
cular, el hecho de que la masa del cuerpo rnotOl° ,lopendo de la
velocidad de su movimiento. Así salía a flote qno las leyes de la
mecánica clásica se limitan, como se ha mencionado ya, sólo
al dominio de los movimientos lentos, a d iforencia ,le la física
moderna, que descubre las leyes do los movimientos rápidos.
Lenin hacía constar que da mecánica era 1111 calco ,lo Jos movi
mientos lentos reales, mientras que la física moderna os un calco
de los movimientos reales que se producen a prodigiosas veloci-
11 ades» (ibíd., pág. 252).
Entre los numerosos descubrimientos hechos 011 las ciencias
naturales, ante todo en la física, a finales 1lol si~lo XIX y co
mienzos del XX, Lenin destacó precisamente ]os ,los descubri
mientos mencionados, o, mejor dicho, dos grupos ,le éstos, rela
cionados con el electrón y la radioactividad. Estos dos descubri
mientos (o grupos de descubrimientos) abrieron paso a las dos
usforas principales del átomo: su envoltura (doscuhrimionto del
electrón) y su núcleo (descubrimiento de la radioact.ividad). Se
puede decir sin exageración que tollo el desarrollo 1111.orioi- de la
física atómica ha sido, en definitiva, una conti1111aci1111 y pro
fundización de estas dos líneas de penetración de ]a rísica en el
interior del átomo. Esto quedó claro, particularmento, después
riel descubrimiento del núcleo atómico (Rutherford, aiío H.1'11).
En las obras posteriores, al resumir su análisis del «lo.-;anollo
y estado de las ciencias naturales modernas, Lenin decía que
«el radio, los electrones y la transformación de los elementos>>
eran «novísimos descubrimientos de las ciencias naturales>>, que
«han confirmado de un modo admirable el materialismo dialéc
tico de Marx ... >>2 Desarrollando¡ las opiniones de Engels con
arreglo a un nivel nuevo, superior, de la ciencia, Lenin escribía:
si Engels señalaba que el viejo materialismo era «mecánico por
excelencia», sin tomar en consideración el desarrollo contempo
ráneo de la química y la biología, «en nuestros días habría que
añadir la teoría eléctrica de la materia»ª.
8 V. l. Lenin. Las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo.
o. c.,
t. 19, pág. 4.
3 V. l. Lenin. Carlos Marx, O. C., t. 21, pág. 36.
ü
Cambios de las conexiones entre las ciencias
De lo expuesto dimanan conclusiones de suma importancia
para resolver el problema de la clasificación de las ciencias desde
las posiciones marxistas, en conformidad con los resultados de la
n~volución contemporánea en las ciencias naturales»: el esquema
do Engels, que tomó en consideración por necesidad el nivel de
1I P sarrollo de las ciencias naturales de la segunda mitad del
-i~lo XIX, actualmente es anticuado y exige una revisión radical
1·11 los puntos donde Engels colocó, en primer lugar, los átomos
.,·, en!segundo lugar, el movimiento mecánico, como el movi-
111iento más simple, comprendido como elemental traslado de
111asas. Según previó el mismo Engels, la «revolución contempo-
1·;·1 nea en las ciencias naturales» introdujo en estas ideas enmiendas
1a n serias que seguir conservando intacto su esquema equivaldría
una desviación del marxismo y de la dialéctica materialista en
;1
; ras de preservar y canonizar lo escrito por él en otras condiciones.
Con los descubrimientos hechos en física a fines del siglo XIX
, comienzos del XX comenzó una revisión radical de la idea
,obre el punto inicial, de partida, de las formas del movimiento
,· los tipos de la materia y, en correspondencia con esto, también
-ohre el miembro inicial de la sucesión de las ciencias naturales
_,·, a la vez, sobre la sucesión general de todas las ciencias. Estas
rnnclusiones para la clasificación de las ciencias dimanaban di
nicLa e inmediatamente del análisis de las ciencias naturales
1
l1ocho por Lenin.
Lenin decía que repetir simplemente, en las nuevas condi-
1·.iones, lo escrito y reconocido anteriormente era inadmisible
sólo para las ciencias naturales, sino también especialmente
110
para las ciencias sociales. Debido a las nuevas condiciones histó
ricas de la evolución social, en la época del imperialismo y de
1a s revoluciones proletarias, era necesario considerar cada una
do las tesis anteriores del marxismo concretamente, con arreglo
estas nuevas condiciones históricas. Por eso, en los primeros
o1
.,iios posteriores al triunfo de la revolución proletaria en Rusia,
l .onin escribía que, en una situación radicalmente nueva, todas
1; 1s tesis del marxismo sonaban de manera distinta, refractándose
.1 1r avés de ella.
Así pues, tanto las ciencias naturales como las sociales entra
en el siglo XX en un período histórico nuevo -por princi
rn11
pio- de su desarrollo. Lenin fue el primero en descubrir y expli
.-ar este hecho. En indisoluble ligazón con ello, también la filo~
· 111'ía marxista se elevó a un peldaño más alto de su evolución,
ic iando una nueva fase, leninista, de desarrollo del materia
, 11
lismo dialéctico e histórico. Por consiguiente, en el siglo XX
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