Table Of ContentMia Segal y Gaby Yaron
Lecciones de:
Autoconciencia a través
del movimiento ®
1977 y 1978
San Francisco, California
Feldenkrais Resourses
PO Box 2067
Berkeley, C.A. 94702
Traducido por:
Primera generación del Entrenamiento
Profesional en el Método Feldenkrais.
Colima, México 1998-2002
Edición:
Sofía Barrón Meléndez
Lynette Reid
Rose Eisenberg Wieder
Colima, México 2000
P r i m e r a
p a r t e
1 9 7 7
S e g u n d a
p a r t e
1 9 7 8
Índice primera parte
Lección 1 Usar los flexores del estómago para levantar la cabeza.
1
Lección 2 Una exploración de levantar un brazo, pierna y cabeza. Las extremidades y
cabeza juntas.
6
Lección 3 Sobre un costado con los brazos estirados, llevar un brazo en arco.
13
Lección 4 Cruzar una pierna sobre la otra dejándola caer al lado y triángulo de brazos.
Coordinación de músculos flexores y extensores.
19
Lección 5 Organizar músculos extensores para levantar la cabeza desde abajo.
25
Lección 6 De boca abajo ir a posición de sentado, con flexión de pierna llevándola hacia
atrás.
32
Lección 7 Organización del tórax. Sobre un costado, flexión lateral y rotación de
columna con movimientos de brazo y rodilla adelante/atrás
38
Lección 8 Organizar las costillas incrementado la flexibilidad de las caderas. Hacer
círculos con la pelvis.
44
Lección 9 Sobre un costado levantar la pierna e ir de boca abajo a boca arriba.
50
Lección 10 Sobre un costado hacer movimientos circulares de hombro y cadera.
57
Lección 11 Levantar una cadera con la mano abajo del pie. 63
Lección 12 Conexión de costillas, pelvis y espalda baja, tomando como referencia el
movimiento de rodillas.
69
Lección 13 Boca arriba inclinar las piernas hacia un lado. 75
Lección 14 En posición boca abajo y boca arriba, estirar brazos y piernas en diagonal.
81
Lección 1
Usar los flexores del estómago para levantar la cabeza
6 de julio de 1977.
Clase dirigida por Mia
Acuéstate boca arriba, abre las piernas cómodamente con los brazos a lo largo del cuerpo.
Cierra los ojos, imagina cómo está tu cuerpo mientras estás acostado sobre el piso. Observa la parte
posterior o atrás de la cabeza ¿cuál punto toca el piso, la mitad entre el cuello y la parte de encima de la
cabeza? ¿un poquito a la izquierda, a la derecha? ¿qué tan pesada es la cabeza en este punto? Observa la
manera en que tu cuerpo descansa, ¿está en el piso el cuello, las vértebras, los hombros? ¿cómo descansa
el pecho? ¿qué sucede detrás de la espalda? ¿cómo está la pelvis en el piso? ¿qué sucede detrás de las
rodillas? ¿están tocando el piso? ¿están en el aire? Observa si puedes imaginar la dirección en que
descansan los pies. ¿Están en línea recta? ¿hacia los lados? Ahora piensa en ambos lados del cuerpo. ¿El
lado izquierdo abarca tanto como el derecho? Observa tu respiración. ¿Qué partes se están moviendo
adentro y cuáles se estás moviendo afuera durante la respiración? ¿tiene que ver con el pecho? ¿con el
estómago? Ahora imagina ¿qué vería yo parado así?: las líneas de los brazos, de las piernas, la línea de la
espina hacia la cabeza. Visualiza las cinco líneas.
Ahora, muy despacio levanta la cabeza un poco. Regrésala muy despacio. Observa qué tan
pesada se siente la cabeza de esta manera. Levántala de nuevo y regrésala. Ahora observa cuáles partes
del cuerpo cambian mientras la levantas ¿el pecho? ¿la espalda? ¿dónde cambian? No hagas demasiado,
es muy difícil.
Ahora flexiona las rodillas, apoya los pies, separa las piernas y los pies. Coloca la mano derecha
detrás de la cabeza. Levanta la cabeza con la mano. Mira la rodilla izquierda. Hazlo pocas veces, observa
si esto hace que la cabeza se sienta un poco más ligera.
Coloca la mano izquierda por debajo de la rodilla izquierda sobre la pantorrilla. Haz un
movimiento pequeño. El codo derecho hacia la rodilla izquierda y la rodilla hacia el codo. No hagas
demasiado esfuerzo, hazlo tan fácil y suave como sea posible. Levanta la cabeza, tan despacio que puedas
observar cuáles partes de la espalda descansan más claramente. No es importante hacer el movimiento.
Haz los movimientos pequeños y suaves, tan suaves, que puedas sentir lo que sucede con nuestra
respiración. Mientras llevas la cabeza, ¿el aire está adentro o afuera? Al iniciar hazlo exhalando mientras
levantas la cabeza. Cuando vayas hacia abajo, deja que entre el aire. Continúa haciéndolo muy
suavemente. Observa realmente cómo el aire sale al momento que el cuerpo se organiza para levantarse.
Haz tanto como puedas dentro de los límites de la comodidad. Deja todo.
Descansa por un momento, estira brazos y piernas. Mientras continúas acostado, observa si
puedes sentir algún cambio en relación con las costillas y el cuerpo. Recuerda cómo se encontraba tu
cuerpo al principio cuando te acostaste.
Flexiona de nuevo las rodillas, la mano izquierda detrás de la cabeza, la mano derecha por
debajo de la rodilla de la pierna derecha. Exhala mientras mueves el codo izquierdo hacia la rodilla
derecha. Con movimientos suaves. No es importante alcanzar la rodilla, es más importante observar. Haz
varios movimientos. Si te esfuerzas demasiado, te sentirás mal. Si te quedas dentro de los límites de la
comodidad, te sentirás mucho mejor. Si retienes el aire, suéltalo.
Si sientes mucho esfuerzo después de levantar la cabeza, puedes estar seguro de que estás
usando demasiado los músculos del cuello para levantar y estás reteniendo la respiración.
Lentamente deja todo, estira todo.
Flexiona las piernas, pies apoyados, la mano derecha detrás de la cabeza, la rodilla derecha
tomada con la mano izquierda. Exhala mientras te mueves, ¿qué parte presiona sobre el piso? Observa
cómo la espalda es prácticamente la parte principal que está claramente en el piso cuando llevas la rodilla
hacia el codo.
Estírate y descansa.
Flexiona las rodillas, la mano izquierda por detrás de la cabeza, la pierna izquierda sostenida con
la mano derecha por debajo de la rodilla. Haz de nuevo el mismo movimiento, observando lo que sucede
ahora en la espalda. Se relaja cuando bajas. Descansa. Nota cómo los hombros y las piernas descansan
en el piso, ¿qué sucede en la parte baja de la espalda?
Descansa.
Flexiona las rodillas, entrelaza las manos juntas, colócalas por detrás de la cabeza. Levanta la
cabeza, y mira hacia las rodillas, dejando que salga el aire. Regresa hacia atrás suavemente, sin presión,
deja que el aire salga tan lentamente que aún puedas notar lo que haces con lo pies. No hagas demasiado
esfuerzo, abre las rodillas no es tan importante alcanzar las rodillas. Si retienes el aire, puedes estar
seguro de que lo estás haciendo muy difícilmente, deja que el aire salga suavemente. Siente que en cada
elevación la parte baja de la espalda presiona. Cada vez que regresas, se relaja. (Abre las rodillas, hazlo
con las rodillas abiertas). Si lo estás haciendo con los codos abiertos, inténtenlo con los codos cerrados.
Permanece con las rodillas flexionadas, la cabeza en el suelo. Esta vez, a medida que te levantes
observa ¿qué hacen las vértebras del cuello, qué hace la parte baja de la espalda? Haz el movimiento
principal, presionando con la espalda, entonces agrega un poco con la cabeza. Exhala. A medida que
presionas con la espalda, los músculos del estómago se contraen, ayudando a jalar las rodillas y los codos.
Cada vez que exhales el aire, los músculos del estómago ayudan, llegando a estar más cortos al frente.
Estira los brazos, las piernas.
Descansa.
Flexiona las rodillas, la mano derecha detrás del muslo derecho, por atrás de la rodilla, la mano
izquierda por debajo de la cabeza. Suavemente, mientras dejan que salga el aire, nota cuáles partes estás
presionando. Deja la cabeza volteando hacia la derecha. Nota cómo el lado derecho de las costillas
presionan el piso. No retengas el aire. Deja el aire adentro o afuera. Estírate y descansa. Si jalas en el
cuello, te dolerá. No importa si no alcanzas la rodilla. Es más importante sentir cómo se organiza el
cuerpo. Nota lo qué hace la espalda.
Flexiona de nuevo las rodillas, la mano derecha por debajo del muslo izquierdo, la mano
izquierda por debajo de la cabeza. Dirige el codo hacia la rodilla. No jales el cuello, hazlo con la espalda.
Deja salir el aire, siente la espalda presionar el piso.
Descansa.
Coloca la mano derecha detrás de la cabeza, la mano izquierda detrás de la rodilla derecha. Muy
suavemente, lleva el codo hacia la rodilla. Deja que la cara voltee hacia la izquierda. Observa cuáles
costillas presionan contra el piso. Ahora, deja salir el aire mientras vas hacia la rodilla y empiezas a
levantarte del piso.
Descansa.
Flexiona las rodillas, coloca la mano izquierda por debajo del muslo izquierdo, la mano derecha
por detrás de la cabeza. Mueve el codo hacia la rodilla. Observa cómo las costillas presionan contra el
piso. ¿Dónde sienten más presión? ¿En el lado derecho? ¿En el izquierdo? ¿En la mitad?
Descansa. Observa cómo descansa el cuerpo sobre el piso, ¿el área de la espalda que cubre el
piso, es de alguna manera diferente que al inicio? ¿la manera como descansan las piernas?, ¿hacia dónde
apuntan los pies?
Flexiona las rodillas, entrelaza las manos, colócalas por detrás de la cabeza mientras dejas salir
el aire; ambos codos hacia las rodillas, y rodillas hacia los codos. Mientras vas, deja salir el aire. Mientras
regresas, inhala. Nota cómo presiona la parte baja de la espalda y las costillas libres a medida que lo
haces. Siente que la parte frente al pecho se hace más suave. Siente que el pecho, el estómago y las
costillas se hacen más suaves al frente. Siente cómo al regresar se ensancha el pecho y el aire entra.
Observa qué hace la espalda. No presionen en el cuello.
Descansa.
Flexiona las rodillas. Piensa en el primer movimiento de levantar la cabeza. Piensa en cómo
descansa el cuerpo, la parte posterior de la cabeza, el cuello, la espina, entre los hombros, a lo largo de la
espalda, hasta el hueso del coxis.
No hagas nada, pero piensa en exhalar y presionar algunas partes sobre el piso. Piensa en
levantar la cabeza para mirar entre las piernas. Piénsalo solamente. Piensa en regresar al piso y descansa.
De nuevo, piensa en levantar la cabeza mientras exhalas. Presionando la espalda, contrae el
pecho de manera que el aire pueda salir. Ve si mantienes la respiración mientras piensas. Ve si puedes
exhalar mientras lo piensas. Después de haberlo pensado tres veces, realmente deja salir el aire, presiona
la espalda al piso, levanta la cabeza, ve entre las piernas, debes presionar la espalda al piso. Primero, deja
salir el aire, presiona la espalda al piso. Ve qué tan fácil es de esta manera. Un par de movimientos.
Asegúrate de empezar presionando con la espalda dejando que el aire salga.
Estírate y descansa.
Tú ves, que cuando tratas de llevar una cosa pesada, como la cabeza, sólo con los músculos del
cuello, necesitas la columna vertebral y necesitas sentir la cabeza pesada unida al resto del cuerpo.
De nuevo con las piernas estiradas, levanta la cabeza una vez. Siente cómo los músculos fuertes
del estómago levantan la cabeza.
Muy lentamente, rueda hacia un lado y siéntate.
Coloca las piernas al frente de un modo cómodo. Baja la cabeza y observa lo que haces.
Regrésala, levanta la cabeza y mira hacia el techo. Coloca la mano derecha en la espalda. A medida que
inclinas la cabeza, empieza redondeando la parte que presionó al piso. A medida que empiezas a mirar
hacia arriba, curvando esta parte de la espalda. A medida que miras hacia abajo, redondea la espalda,
entonces deja la cabeza abajo. Lo sentirás cuando trabajes en armonía, los músculos grandes harán el
trabajo grande, entonces los músculos del cuello dan la dirección.
Muy lentamente, acuéstate boca arriba. Observa de nuevo cómo descansa el cuerpo en el piso.
Sigue de nuevo en la imaginación las cinco líneas: la espina, el coxis, la pelvis, la espalda entre las
costillas, entre las escápulas, a lo largo del cuello hasta la cabeza. Siente los hombros a lo largo de ambos
lados de la espina, los brazos a lo largo del cuerpo desde los hombros. Siente los dedos. Sigue la línea de
las piernas desde la articulación de la cadera hasta los talones. ¿Puedes sentir el aire entrar y salir? ¿todo
el camino detrás de la garganta, llenando el pecho y el estómago?
Muy lentamente abre los ojos, rueda hacia un lado, levántate. Cuando camines, ve si algo se
siente diferente.