Table Of ContentEditorial CIMS 97 (Barcelona).
La rebelión de los metecos.
Andreassi Cieri, Alejandro.
Cita:
Andreassi Cieri, Alejandro (1997). La rebelión de los metecos.
Barcelona: Editorial CIMS 97.
Dirección estable: https://www.aacademica.org/alejandro.andreassi.cieri/12
ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pvSk/FFZ
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LA
REBELIÓN
DE LOS
METECOS
Alejandro
Andreassi Cieri
A
~
EBELION
DEL S
METECOS
Conflictividad laboral y social
en Buenos Aires, 1895-1910.
Alejandro
Andreassi Cieri
Prólogo de
Jose Luis Martín Ramos
-
:::l'"
ÍNDICE
Agradecimientos ................................................ 11
© 1997 Alejandro Andreassi Cieri Prólogo ............................................................... 13
Primera Edición: abril 1997.
Introducción ....................................................... 17
Editorial CIMS 97, S. L.
Apartado de Correos, 9551
CAPÍTULO I. La sociedad del capitalismo
08080 -Barcelona
Distribución exclusiva: agroexportador y la consolidación del
MlDAC Llibres S.L.
estado oligárquico: instituciones políticas,
Gran Vía de les Cons Catalanes, 160
08004 -Barcelona
patronales y obreras .......................................... 25
Dep. Legal: B-6588-97
ISBN: 84-89643-27-X LA CRISIS DE 1890 y EL IMPACTO SOCIAL Y POLÍTICO
DE LA LARGA ETAPA DE RECUPERACIÓN: 1890-1902 __ .. __ 28
Impreso en España -Printed in Spain
Repro Disseny S.A. POLÍTICA y SOCIEDAD DURANTE LA PLENITUD
Camp, 23 -25. 08022 -Barcelona. AGROEXPORTADORA: 1903-1910. ____________. ___ ._.. .. _.. . ___.. .. 39
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este li
bro puede ser reproducida, almacenada en un sistema in CAPÍTULO 11. La economía urbana:
formático, o transmitida de cualquier forma, o por cual
quier medio electrónico, mecánico, fotocopia, grabación escenario principal de los conflictos
u otros métodos, sin previo y expreso permiso del propie-
tario del copyright. laborales y sociales ............................................ 53
El mercado de trabajo .............................................................. 58
El aporte de la inmigración externa al mercado de
trabajo ...................................................................................... 69
Condiciones de trabajo ..................................................... _. ...... 77
Jornada de trabajo ................................................................... 79
Los reglamentos de trabajo ....................................................... 80
Destajo, subcontrata y sweating system ..................................... 87
7
CAPÍTULO III. Conflictividad laboral
entre la crisis de 1890 y la primera huelga
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
general ................................................................. 93
La primera huelga general. .................................................... 124
CAPÍTULO IV. La conflictividad laboral
Ilustración l. Movimiento migratorio e inversiones británicas en
durante la "década prodigiosa" del
Argentina, 1882-1914. ................................................................ 7]
capitalismo agroexportador: 1903 - 1910 ........ 131 Ilustración 2. Variaciones estacionales de las huelgas en la
La huelgas generales de 1907. ............................................... 162 ciudad de Buenos Aires en 1881-1890,1899-1902 y 1907-
La Semana Roja: la huelga general de mayo de 1909. ........... 172 1910. ........................................................................................ ]86
CAPÍTULO V. Sumario de las huelgas del
período .............................................................. 183
Motivos, tipos de desarrollo y resultados ............................... 183
ÍNDICE DE TABLAS
El papel del estado en los conflictos laborales:
"policía laboral" ................................................................... 191
Conclusiones ..................................................... 201
Tabla I. Exportaciones e importaciones argentinas por grandes
Bibliografía ....................................................... 209 rublos, 1885 - 1914 (promedios anuales por quinquenios) .......... 30
A) PUBLICACIONES DEL MOV1MIENTO OBRERO ............. 209 Tabla n. Quebrantos financieros en la República Argentina, 1901
-1914. ........................................................................................ 40
al) Periódicos (Las fechas indicadas son las que han
Tabla IIl. Sociedades de resistencia asistententes a congresos de
sido consultadas) .................................................................... 209
a2) Revistas y folletos * ......................................................... 210 FORA y UGT. ............................................................................. 45
Tabla IV. Distribución porcentual en los distintos sectores
a3) Otros periódicos ............................................................... 210
económicos del crédito del Banco de la Nación, 1894 -
B) PUBLICACIONES OFIClALES ..................................... 211
1930. .......................................................................................... 54
C) LIBROS, ARTÍCULOS Y FOLLETOS .............................. 211
Tabla V. Estructura industrial en la ciudad de Buenos Aires,
D) ARCHIVOS .............................................................. 219 1853 -1913. ............................................................................... 55
ABREVIATURAS ........................................................... 220 Tabla VI. Salarios de peones ru rales y ferroviarios, 1898 -1909 ....... 60
Tabla VII. Salarios de hombres y mujeres en algunas industrias
Referencias ....................................................... 221
de la ciudad de Buenos Aires, 1907. ........................................... 63
Tabla VIII. Distribución salarial de mecánicos ajustadores y
tipógrafos en la ciudad de Buenos Aires, 1897 y 1904 ................ 64
Tabla IX. Salarios de trabajadores urbanos y rurales, 1888, 1903
y 1908. ....................................................................................... 65
Tabla X. Mecánicos ajustadores, salarios comparados por
empresas y horarios, 1897. ......................................................... 65
8 9
I
Tabla XI. Salarios de varios oficios en Buenos Aires, 1888-
1910 .......................................................................................... 67
Tabla XII. Nacionalidad de propietarios y trabajadores de
establecimientos industriales en la ciudad de Buenos Aires, Agradecimientos
1910 -1911 ............................................................................... 70
Tabla XIII. Trabajadores inmigrados por sector económico. 1876 Aunque parezca retórico, cualquier trabajo tiene siempre un compo
-1909 ......................................................................................... 75 nente colectivo. Y éste no constituye una excepción ya que en su elabo
Tabla XIV. Huelgas y huelguistas anuales en Buenos Aires, 1878 ración han contribuido varias personas a las que desde aquí quiero dejar
-1921 ...................................................................................... 132 constancia de mi agradecimiento.
Tabla XV. Resultados de las huelgas en la ciudad de Buenos
Al querido amigo, Dr. Jorge Beinstein, profesor de la Universidad
Aires, 1906 -1909 ................................................................... 168
Nacional de La Plata (Argentina), quien me proporcionó el acceso a
Tabla XVI. Motivos de las huelgas en Buenos Aires, 1878 -1909. .. 184
numerosa documentación existente sobre la clase obrera y sus organi
zaciones, en archivos pertenecientes tanto a dicha universidad como al
Ministerio de Trabajo de la República Argentina.
En segundo término pero no menor importancia, al estimado Fivaller
Seras, a quien su afán por mantener viva la memoria del proletariado
socialista me facilitó la consulta de numerosos documentos pertenecien
tes al Partido Socialista Argentino.
También quiero expresar mi gratitud a Mieke Ijzermans, del Instituto
de Historia Social de Amsterdam (1. 1. S. G.), en quien encontré el
asesoramiento acertado y permanente para orientarme en la riqueza
documental que esa institución posee sobre el movimiento obrero ar
gentino.
Al amigo y profesor Dr. José Luis Martín Ramos, director del Depar
tamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad Au
tónoma de Barcelona, a quien desde hace tiempo debo la mayor parte
de mis conocimientos sobre historia social y la metodología de su estu
dio.
y por último, pero no la menos importante, a mi compañera de siem
pre. :'-:ora, quicn posiblemente sea quien mejor aprecie lo que aquí está
escrito, y quien con su amor y paciencia me acompañó en la realización
de este estudio.
Sólo queda decir, como es de rigor en estos casos pero con la misma
sinceridad con que he expresado lo anterior, debo a todos los aciertos de
este trabajo y yo soy el exclusivo responsable de sus carencias y errores.
Alejandro Andreassi Cieri.
1 1
lO
-
Prólogo
Cuando en los años setenta empezó a popularizarse en nuestro país la
historia social ésta lo hizo en términos de historia del movimiento obre
ro. Las razones eran complejas. Mientras que algunas eran de índole
historiográfica -entre ellas el propio peso que la historia del movimien
to obrero había tenido en el conjunto de la historia social en ámbitos
hitoriográficos cercanos como el francés, el italiano y el inglés- otras se
remitían a las circunstancias políticas de nuestro país y a la presencia
hegemónica de la izquierda en el movimiento franquista. Centrar la
historia social en la historia del movimiento obrero fue, en cierta mane
ra, una manera más de subrayar la voluntad de desarrollar una historia
alternativa. Consumada la transición, la historiografía rupturista, sobre
todo si tenía la "debilidad" de aparecer contamjnada por elementos
políticos, pasó a ser objeto de sospecha. De una manera muy particular
la historia del movimiento obrero se convirtió en fácil víctima propicia
toria de crítica académica. Éstas, además, aprovecharon la propia revi
sión crítica que algunos historiadores del movimjento obrero realizaban
en la época -recuérdese, por ejemplo a Hobsbawm- sobre el énfasis
excesivo que en este campo se había dado a las instituciones; en parti
cular a las organizaciones obreras e incluso dentro de ellas a las co
rrientes, a los líderes. Había que superar ese reduccionismo que venía a
copiar los vicios más evidentes de la historia política tradicional. Al
propio tiempo, la difusión de social history" norteamericana erosionó la
vulnerable identidad entre historia social e historia obrera. Para la his
toria del movimiento obrero se postuló una apertura del campo de vi
sión que la transformara en la historia del trabajo y de las clases traba
jadoras. Para la historia social se reclamó un campo que rayó con lo
indefinido; tan amplio que desbordaba el concepto de clases sociales -
puesto también en entredicho- y llegaba a abarcar aspectos del compor
tamiento o simplemente de la naturaleza humana, cuyo estudio se con
sideraba "social", simplemente porque no podía ser enfocado desde
ninguna otra de las perspectivas establecidas. La reacción promovida
por esas nuevas maneras de entender la historia social en la década de
los ochenta, superó de lejos el deseable punto de equilibrio, y no parece
haber producido frutos mejores ni más duraderos que los que nacieron
13
décadas de tránsito entre el siglo XIX y el siglo XX. No se limita a su
de la identificación entre historia social e historia del movimiento obre
relación descriptiva y de dicho análisis extrae conclusiones fundamenta
ro. Los que hemos seguido considerando que en nuestro mundo con
les sobre la peculiar organización del mercado de trabajo y las condi
temporáneo la historia obrera -del trabajo, de las clases trabajadoras y
ciones de trabajo predominantes en el sector urbano de la econollÚa
de sus respuestas, culturales, políticas y económicas- continúa ocupando
argentina. Lo cual constituye una interesante aportación a una historio
un lugar central -¿quién ha dicho que en monopolio?- de la historia
social, tenemos la sensación de haber superado la marea contraria; muy grafía que hasta el presente, en este campo de la historia obrera, ha
lentamente, porque en el mundo académico -mundo propicio para las atendido preferentemente a las relaciones entre el obrerismo y la políti
inercias- no se ha levantado del todo el estigma de subhistoriadores que ca. Las fuentes de su trabajo son tanto las estadísticas oficiales elabora
hace recaer a quienes lo siguen practicando; pero con algún aliento das por el Departamento de Trabajo del gobierno argentino, como las
renovado después de ver el empantanamiento de tantos exegetas y esco informaciones hemerográficas sobre el movimiento huelguístico; ello le
lásticos de la modemidad. permite enriquecer tanto las series cuantitativas disponibles, como el
conocimiento concreto de los conflictos, de su origen y desarrollo. Esa
El trabajo de Alejandro Andreassi, que fue en su origen una tesis
es una de las propuestas metodológica imprescindibles en el estudio
doctoral, es una buena muestra de historia obrera, a la que nadie puede
histórico del movimiento huelguístico. Otra es la que se deriva de las
discutir su valor, al propio tiempo, de historia social. Se sitúa en el
conclusiones de la investigación de Andreassi, que invita al análisis
terreno de la historia del conflicto laboral, de la huelga, uno de los
comparativo entre movimientos obreros como el argentino y los de
temas legitimados por la historiografía, desde los trabajos de Michelle
Europa occidental, físicamente alejados pero unidos por los problemas a
Perrot, más bien descriptivos, a los de Shorter y Tilly (con una carga
que han de hacer frente así como por las respuestas de clase que desa
interpretativa más profunda), pero que sin embargo ha tenido muy
rrollan.
pocos practicantes en España. La huelga es uno de los signos de identi
dad del movimiento obrero, una de sus primeras y más persistentes
manifestaciones -persistencia que no obvia la diferente intensidad con José Luis Martín Ramos
que se ha practicado a lo largo de la historia del movimiento obrero-o
La huelga, a través de sus causas, sus factores desencadenantes, las
reivindicaciones que implica, es un objeto de estudio fundamental para
el conocimiento de los elementos estructurales de la historia del trabajo
y de las condiciones de vida de los trabajadores, etc.; su desarrollo y
desenlace ponen de manifiesto cuestiones tales como la dinámica de
clases o las características del régimen político y su capacidad de inte
gración o represión de la disidencia social. La historia del movimiento
huelguístico va más allá de la historia de las organizaciones obreras,
pero la supone forzosamente, por activa y pasiva. A pesar de todo ello,
el retraso de la historiografía española en el estudio histórico del con
flicto laboral se pone de manifiesto en el hecho de que sigámonos ma
nejándonos fundamentalmente con las estadísticas del Instituto de Re
formas sociales, útil punto de partida -de hecho imprescindible- pero
insuficiente, sobre todo en los momentos de mayor agudización del
conflicto laboral.
Alejandro Andreassi paIte del movimiento huelguístico para analizar
el panorama global de las clases trabajadoras en la Argentina de las
14 15
Introducción
Este libro resume los objetivos y el desarrollo del análisis del fenó
meno huelguístico en Argentina realizados en mi tesis doctoral, leída
en la Universidad Autónoma de Barcelona en noviembre de 1994. En él
considero el análisis del movimiento huelguístico como un eje central
de la constitución de la clase obrera, analizando como las huelgas
constituyeron para los trabajadores argentinos durante el período que se
extiende entre el final del siglo XIX y la primera década de este siglo
no sólo el recurso principal y más utilizado para la negociación de un
nuevo equilibrio en las condiciones de trabajo, sino también la casi
exclusiva herranúenta de expresión política consciente o inconsciente
que utilizaron estos trabajadores para reubicar sus relaciones con el
estado y las otras clases. En cambio, he intentado evitar considerar la
conflictividad laboral como sólo un dato o efecto demostrativo del vigor
del desarrollo de determinadas organizaciones o partidos. El caso ar
gentino es particularmente apropiado para ello ya que el aumento de la
ampl itud y frecuencia del movimiento huelguístico, reflejado en las
varias huelgas generales convocadas en menos de un década, no se vio
acompañado en este período por un progresivo fortalecinúento o unifi
cación de los sindicatos, los que atravesaron períodos de aparente con
solidación seguidos por otros en que parecían próximos a la disgrega
ción. Siguiendo el enfoque propuesto por autores como Michelle Perrot
para las huelgas en Francia, Adriana Lay para el movinúento huelguís
tico en Italia, o José Luis Martín Ramos para las huelgas en la ciudad
de Barcelona, considero que la huelga es una experiencia a través de la
quc los trabajadores aprenden no sólo a resistir la explotación patronal,
\ino a im¡¡!!inar formas alternativas de organización del trabajo y de su
propia \'ida cotidiana.1
Una vez superada la etapa conocida como La Gran Depresión (1873-
1896) y con la fundación de la Segunda Internacional en 1889, se abre
una etapa de crecinúento inusitado de las organizaciones políticas y
sindicales que conforman el movinúento obrero a nivel internacional.
Las dos grandes corrientes que habían surgido de la ruptura de la Pri
mera Internacional en el Congreso de La Haya, -anarquistas y socialis
tas marxistas- consolidaron sus diferencias. Simultáneamente aumenta-
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Description:Hacer colectas o suscripciones si1l previa autorización del .. cer prevalecer hoy la Municipalidad para sus obreros, no es obra solamente de dicha