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De  re  hísíóríca 
Era a  últimos  de febrero del  año  1870,  que  escoltado por dos guardias civiles y  arrestado en 
España  atravesaba  por  una  de  las  épocas  más  la  Residencia  de  PP.  Escolapios  hasta  que  el 
movidas y  más tristes de su historia :  la «época  Gobierno decidiese ... 
progresista».  Vacante el  trono  que recientemen  Los comentarios  que  en toda  España  se  hi 
te  ocupaba doña  Isabel  II,  cada partido o cada  cieron  sobre  tal  detención  fueron  muchos  y  de 
personaje político tenía su candidato a  rey o  su  muy diversa índole. El Clero, en general, estaba 
estatuto republicano con que hacer la ccfelicidadn  animado de  los  mejores  propósitos  para  formu 
del país ; y el pueblo, el pueblo creyente, miraba  lar una protesta sonada contra tales desafueros ; 
con  ojos  esperanzados que  los carlistas se deci  pero no faltaron quienes recomendaron a sus su 
dieran por fin a  barrer de Madrid tanto político  bordinados la mayor prudencia y  discreción,  «a 
desacreditado y tanto badulaque como se habían  fin  de  evitar  mayores  males» ;  y  esta  orden  o 
adueñado  de  los  destinos  de  nuestra  nación  en  consejo fué acatado por el Clero,  no sin que en 
aquellos días nefastos.  algunos puntos de España hubiese  algún  párro 
El Gobierno, compuesto de personajes medio  co  que  desde  el  púlpito arremetiera con más  o 
cres, sin ideales, y sin vergüenza casi todos, vien  menos  suavidad  contra  fos  liberales  que  tales 
do el  descontento del  país y  su inclinación ma  desaguisados cometían contra las  personas ecle 
nifiesta a una solución carlista, especialmente por  siásticas. 
parte de los católicos, empezó a perseguir al cle  Yo  recuerdo  haber  leído,  no  hace  muchos 
ro y a molestar frailes,  embozadamente primero,  meses,  un número de un semanario carlista que 
con desfachatez  después,  creyendo  así  desbara  veía la luz pública en Barcelona en aquella épo 
tar toda conspiración  legitimista,  a  la  sazón en  ca, y en él se reproducía el sermón predicado por 
plena actividad.  un párroco de aquellos de aquella época que no 
Una de  las  víctimas  de  aquella  persecución,  entendían gran cosa  de  « males  mayores»  ni  de 
fué el  entonces Obispo de  Osma,  que se había  ccmales menores», y decía a sus fieles oyentes : 
opuesto a los desmanes de los progresistas de su  ce¿ Os  apesadumbráis  porque  el  venerable 
diócesis que intentaron obligarle a la publicación  Obispo de Osma haya entrado en Madrid entre 
de una Pastoral en que  se excomulgara a  quie  guardia civiles? Hacéis mal.  Y o  siento como el 
nes prestaran su apoyo y su concurso a  los par  que más el vilipendio que han querido echar los 
tidarios de D.  Cnlos VII... Y  un día,  el gober  liberales  sobre  las  investiduras  de  ese  anciano. 
nador civil de la provincia, anunciado como para  Los liberales tienen el don de errar ; ellos mismos 
una visita de atención, se presentó en las habita- se  desacreditan  y  anulan.  Ellos  mismos  provo 
ciones del Palacio Episcopal, acompañado de dos  can  las  antipatías y  las iras  de los hombres de 
funcionarios del Gobierno y un escribano ; y allí  bien.  Quieren  anular  a  los  que  creen  sus  ene 
al  ser  recibidos  por  el  señor  Obispo  de  Osma  migos  (los carlistas) y  no ven que así los robus 
el  gobernador civil  ordenó al  escribano que ex  tecen  y  les  abren  el  camino  de  la  victoria.  El 
tendiese ila  notificación  de  detención del  Prela  Prelado de Osma sabe lo que sufrió Jesucristo por 
do,  que seguidamente fué  trasladado a  Madrid,  la redención del género humano, y sabe además 
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que todo suplicio en la tierra tiene su recompen  tener puestos los ojos en el sol  de la tiara,  que 
sa en  el  cielo...  Amargo es  ver  al  Episcopado  siempre alumbra y nunca ciega. Es por esto que 
conducido  y  custodiado  como  pudiera  hacerse  el  rey  don  Alfonso  de  Aragón  ordenó  en  su 
con un bandido, pero es grato a los ojos de Dios  muerte a  su hijo  político don Fernando,  rey de 
y de los hombres contemplar la fortaleza de áni  Nápoles,  que estimase sobremanera la autoridad 
mo con  que  reciben  los  delegados  de  Dios  los  del  Papa,  y  que excusase con  él  cualquier  dis 
golpes que asesta la impotencia del demonio.  Es  gusto  «aunque tuviese de su parte la razón».  El 
grato,  digo,  contemplar  las  consideraciones  que  respeto  a  los  Pontífices  y  a  sus  delegados  es 
tributan los verdaderos cristianos a  la víctima de  cosa  que  ennoblece  y  levanta.  Por  esto  no  se 
la  impiedad,  y  es  consolador observar,  que  por  interpretó bajeza el haber tomado el  emperador 
entre  los  desacatos  y  la  soberbia  mundana  de  Constantino  un  asiento  bajo  en  un Concilio de 
los  insensatos  gobernantes,  renace  la  virtud  y  Obispos  ni  el  haberse  postrado  en  tierra  en 
el ansia incesante de hundir en los abismos del  otro cel~brado en Toledo,  el rey rEgica.» 
oprobio la iniquidad y la tiranía del liberalismo.  Y o  no  debo  añadir  punto  ni  coma  a  este 
Aun desarmada la dignidad de la Iglesia,  es  sermón,  que  en mí fuera  más que  osadía,  1rre 
más poderosa que los ejércitos, como lo demues  verenc1a. 
tra el  hecho  de  que la sola presencia del  Papa 
Diré  solamente  que  los  atrevimientos  y  osa 
León, vestido con los ornamentos pontificios, ate 
días  contra  las  personas  eclesiásticas  son  pen 
morizó a  Atila y  le  obligó  a  volver  atrás  y  no 
dencias de las que al final no se sale bien libra 
pasar  a  destruir  a  Roma.  El  oficio  pastoral  no 
do,  porque  nunca  han sido  gratas  a  Dios,  sino 
es  de  guerra,  sino  de  paz ;  su cayado es corvo 
todo lo contrario. 
para  guiar,  no afilado corno para herir ;  y  esto 
ABEL 
es lo que deben tener presente los gobernantes : 
lllllllllllllllllllllllllnlllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllnllllllnlllllllllllllllllllllllllllllllllllllllUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIHlllnnnnnlHHfflllllllllllllllln 
Año 1875.  - Don Carlos y su 
Estado Mayor 
De izquierda a derecha. D.  José de Suel 
ves.- D. Rafael Tristany-D. Carlos Vil 
D. José Ponce de León  - D. Isidro de 
lparraguirre.- D. José de Zubiri. 
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CRUZADOS  DE CARLOS  VII 
D.  Teodoro  Rada  (a.)  Radíca 
que tenía a  sus órdenes el innato espíritu militar 
que  a  él  :mismo  le  caraicterizaba,  logró  conver 
tir el Batallón de su digno mando en uno de los 
más brillantes del Ejér!cito carlista,  en un Cuer 
po tan  admirablemente  organizado e  instruído 
como pudiera .estarlo el mejor Batallón de cua'l 
quier otro Ejército europeo; y en cuanto a bravu 
ra, público y  notorio es que en la última guerra 
carlista se hicieron tan famosas como temibles las 
cargas a  la bayoneta del  popular  Radica y  de 
aquél  su aguerrido Batallón 2.º  de  Navarra que 
acabó la campaña sin jefe que lo mandase en pro 
piedad, porque el último que en tal conlcepto tuvo, 
D. Fausto Elío, murió gloriosamente en Peña-Pla 
ta y  a  su frente  auedó,  accidentalmente,  su Co 
mandante y querido amigo nuestro D. Joaquín de 
Montagut. 
D.  Teodoro Rada (a) Radica se distinguió en 
:Ja campaña de la primavera del año '.1872 ; se ba 
tió bravamente en Oroquieta, en Arizala y en Eu 
late, y después del Convenio de Amorevieta emi 
gró a Francia. 
A  fines  de aquel mismo año volvió a  entrar 
Qer,eral de carlistas navarros  en Navarra el Sr.  de Rada;  formó  una partida 
muerto en  la linea de Somorrostro el año 1874  carlista a  la cual \convirtió pronto en un Batallón 
modelo de los cuerpos de su clase. Con él dió ,la 
Era navarro ;  había nacido  hacia el año de  acción de Echagüe, en la cual hizo veinte y  tan 
1823 ; en la  primera guerra civil  fué  Cadete de  tos prisioneros al enemigo ;  realizó una atrevida 
Infantería carlista; después del Convenio de Ver  excursión a V a.ltierra ; sostuvo la acción de Ené 
gara estudió para Maestro de Obras,  y ejerlcien  riz, y  en marzo de  1873  lucía ya los galones de 
do dicha carrera  vivió  tranqui1lamente en Tafa.  Teniente Coronel. 
lla hasta que al ser destronada Doña Isabel, em  En la adción de Monreal mostraron la impe 
pezó a conspirar por Don Carlos, y a prepararse,  tuosidad del carácter navarro Radica y  su  bata 
con el estudio de distintas obras militares, para to  llón,  carganclo,  sin  bayonetas,  sobre  la  Artille 
mar parte,  ventajosamente,  en la guerra que se  ría enemiga; en la victoria carlista de Eraul ganó 
consideraba inevitable, dado el espíritu anti-cató.  la Placa Roja de la Real Orden del Mérito Mi,li 
Eco en que se inspiraban muchos actos de los re  tar;  en la acción  de  Metauten probó la justicia 
volucionarios.  con que era considerado 1como el héroe popular de 
El genio y las aficiones de D. T eodoro Rada  Navarra, y  en la victoria carlista de Udave reci 
(a) Radica eran verdaderamente militares ; no se  bió una herida que le valió el ascenso a Coronel, 
contentó !con los conocimientos técnicos que ad  y de la cual fué curado en una casa de campo in 
quirió en :Jos tiempos de paz, sino que en medio  mediata a  Burdeos,  por la misma Doña Marga 
de las fatigas y penalidades de la campaña, apro  rita de Barbón, en persona, cuya augusta señora 
vechaba sus  descansos en los alojamientos para  le  regaló,  además,  un  hermoso  caballo  tordo, 
dedicarse a la lectura de excelentes obras relacio.,  cuando,  apenas /convaleciente volvió otra vez al 
nadas con los distintos ramos del arte de la gue  Norte para tornar Ja  activa parte que le era ha 
rra,  e  infundiendo en ,}os  oficia~es y  voluntarios  bitual en las operaciones de ,la guerra. 
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El Coronel Radica se batió nuevamente en la  Abanto,  en  las  que  tan  quebrantado  quedó  el 
acción de Burguete,  en la toma de Estella y  en  Ejército liberal del Norte y por ,la primera de las 
la acción de Dicastillo, se apoderó de Sangüesa,  cuales obtuvo ila Gran Cruz Roja del Mérito mi 
haciendo prisionera su guarnición ;  se distinguió  litar. 
notablemente  por su  indecible  valor  y  entusias  El heroico Brigadier lcarlista D. Teodoro Rada 
mo (palabras textuales de la Historia Contempo  (a)  Radica fué  hericto por un casco de  granada 
ránea del Académilco de aa  Real de la Historia  el día 29 de marzo de 1187 4. en la línea de Somo 
D.  Antonio Pi rala)  en  las  v:ictorias  carl istas  de  rrostro,  y  al día siguiente falleció :Cristianamente 
Puente-la-Reina y  de Montejurra;  en la  reñida  en el  hospital de Santurce,  habiendo sido agra 
acción de Velabieta rompió dos sables en otras  ciado en sus últimos instantes con la faja de Ma 
tantas cargas a fa bayoneta ; rué ascendido a Bri  riscal d~ Campo por Don Carílos,  y acompañán 
gadier cuando los carlistas se apoderaron de Por  dole al sepu1cro la consideración que tanto a sus 
tugalete; y, en fin, al mando de ílos batallones 2.C  amigos como a sus adversarios llegó a inspirar por 
y 7.º de Navarra se cubrió de gloria en las memo  su  carácter  s1impát1ico,  su  notable  modestia,  su 
:ables  batalliis  de  So:morrostro y  de  San  Pedro  ilustración militar y  su incomparable bravura. 
El  Marqués de T amarít., su hermano D.  Juan 
de  Suelves  y  su  sobríno  D.  .José 
juntas de Londres (20 de julio d~ 1868) y de Ve 
vey (abrii  de ,1870) ; fué uno de aos testigos que 
firmaron el acta de la renuncia que de todos sus 
derechos hizo Don Juan de Borbón y de Bragan 
za el día 3 de Octubre de 11868 a favor de su au 
gusto  hijo don  Carlos,  ~uya  acta  fué  levantada 
por  el  general  carlista  don  Hermenegildo  Díaz 
de Cevallos y firmada  lcomo testigos,  por el ci 
tado Marqués de Tamarit, por los generales car 
,listas D. Rafael Tristany y D. Carlos de Algarra, 
y por el Conde de Fuentes. 
El  Marqués  de  Tamarit,  asistió  también  al 
bautizo  de  la  Archiduquesa  de  Austria  Doña 
Blanca de Borbón  (hermana mayor de Don Jai 
me) ; tomó activa parte en la negociación de em 
préstitos y  adquisición de fondos para los traba 
jos de conspiración y el sostenimiento de la gue 
rra :  y  figuró  en .el  notable  Consejo provisional 
de Don Carlos del cual formaban parte grandes 
de  España,  generales de  todas  armas,  políticos 
eminentes, títulos del Reino y  otras personalida 
des no menos ilustres por todos conceptos. 
Tanto el :citado Marqués de Tamarit como su 
digno hermano el lltre.  Sr.  D.  Juan  de  Suelves, 
(también Caballero de San Juan) trabajaron acti 
EL  MARQUÉS  DE  TAMARIT  vos, incansables, con el mayor entusiasmo, en pro 
Del Consejo provisional de Carlos VII  de ilos ideales católico-monárquicos en todos aque 
D. Antonio de Suelves y  de Ustariz, caballero  llos  años  de  organización,  porpaganda,  luchas 
::.e San Juan, heredó el título de Marqués de  Ta  electorales y conspiraciones que precedieron a  la 
-¡arit en el año 1865 ; durante el reinado de doña  última guerra !carlista ; desempeñaron arduas co 
:5abel vivió alejado de las luchas políticas ; pero  misiones por el ·extranjero, en unión del Marqués 
::.iando vió amenazado su trono por la Revolución  de Vallecerrato y de los Condes de Orgaz y de Ro 
::reció sus servicios a  D. Carlos de Barbón y de  bres ; sufrieron persecuciones por su lealtad, y se 
---.ustria-Este ;  asistió  a  las  célebres e  históricas  distinguieron  como Comisario Regio  carlista  de 
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las provincias de Tarragona y de Lérida el Mar  mando a  su lado parte en todas las operaciones 
qués, y su hermano D. Juan como Sub-Comisario  de importancia que tuvieron lugar en el teatro de 
Regio de la qe Tarragona, viendo premiados por  operaciones del  Norte,  distinguiéndose  más  par 
Don Carlos sus relevantes servicios con la Gran  ticularmente en la campaña de Somorrostro, con 
Cruz de la Real y distinguida Orden de Carlos III  cuya Medalla honró su pecho y por cuyas jorna 
el primero de ellos, y el segundo con la de la Real  das obtuvo una Cruz Roja de  1.ª clase del  Mé 
y Americana de Isabel la Católica.  rito Militar ; en ,los sitios de Hernani, lrún y Gue 
F alle:cidos ~stos hace ya muchísimos años, he  taria, y en la acción de Monte San Juan, por la 
redó  el  título  del  marquesado de  Tamarit  Don  cual se le concedió otra Cruz Roja del Mérito Mi 
José de Suelves y de Montagut, padre del actual  litar. 
marqués del mismo título.  El  Sr.  de  Suelves  fué  comisionado  por  Don 
D. José de Suelves y de Montagut (que en otra  Carlos para acompañar a Doña Margarita de Bar 
parte de este Album aparece formando parte del  bón !cuando dicha augusta señora hizo su prime 
ra entrada en España ;  fué  ascendido a  Capitán 
a mediados del año 1874; ganó el empleo de Co 
mandante en ,la batalla de Lacar ; fué agraciado 
con la Medalla de plata de Carlos VII, y siguien 
do al lado de éste todas las vicisitudes de la gue 
rra, tuvo la honra de acompañarle al  repasar la 
frontera  con  cuyo  motivo fué  promovido a  Te 
niente  Coronel,  por  gracia  general. 
Prestando siempre e,l  servicio de oficial de ór 
denes de Don Carlos, le acompañó en sus viajes 
por Inglaterra, Méji1co, los Estados Unidos y Ca 
nadá,  siendo agraciado por aquel tiempo con la 
Encomienda de número de la Real y distinguida 
Orden de Carlos III. 
Asistió  también  a  las  inmediatas  órdenes de 
Don Carlos, a toda la guerra de Oriente del año 
D. José de Suelves y  de Montagut  .1877,  distinguiéndose  en  el  paso  del  Danubio, 
(Padre del actual  marqués de Tamarit) ·  con cuya medalla fué condecorado ; estuvo en las 
tres  batallas  de  Plewna,  en  la  primera  de  las 
cuales cargó él\l lado de Don Carlos al frente del 
Estado Mayor de D. Carlos VII) era hijo del Ex 
Regimiento  n.º  34  de  Cosacos,  ganando  ambos 
cmo.  Sr.  D.  Juan de  Suelves.  Había nacido en 
así la Medalla de oro del Valor Mi,litar ; y en el 
T ortosa. el año  1850.  En .1868, ofreció sµs  servi 
ataque  del  gran  reducto  de  Grivitza  se  batió el 
cios a  Don Carlos de Borbón y  de Austria-Este, 
Sr. de Suelves con tal denuedo, que se hizo men 
cuyo augusto señor le  agració con el empleo de 
,ción de su arrojo en la Orden General del Ejér 
Alférez y le nombró oficial de órdenes suyo, cuyc 
cito,  y  Don Carlos,  le concedió entonces el em 
puesto de confianza tuvo la suerte de ocupar antes 
pleo de Coronel. 
que ninguno de los muchos jóvenes distinguidos 
Después de la guerra de Onente siguió largo 
que, como el anterior Duque de Medinaceli, como 
tiempo D. José de Suelves al lado de Don Carlos, 
los maroueses de Valiecerrato y de Bondad-Rea,], 
por quien  fué  agraciado con  la llave de Gentil 
hguraro~ en el  brillante  Estado  Mayor de  Don 
hombre  y  designado  para  asistir  como tal  a  la 
Carlos durante aquella inolvidable época de cons 
boda de Doña Blanca de Borbón y de Borbón con 
ta!lte  conspiració11  o  en los benditos tiempos de 
el  Archiduque Leopoldo Salvador qe Austria. 
campaña. 
Desde 1868 el Sr. de Suelves acompañó siem  En el año 1886 heredó nuestro antiguo amigo 
pre a  Don Carlos, trabajando incesantemente en  D. José de Suelves el título de Marqués de Tama 
Ja  Secretaría de aquel Augusto señor,  a  las  in  rit ; en el de 1893 fué nombrado Presidente de la 
mediatas órdenes de los generales Elío, Cevallos  Junta Provincial carlista de Tarragona, por cuya 
e  lparraguirre;  qesempeñó  comisiones  de  con  capital  fué  elegido  Diputado  a  Cortes  en !l 896, 
fianza  y  de  peligro  viendo  recompensados  por  en 1897, en 1901  y en 1907 ; ostentó además del 
aquella época su celo y su alctividad con el empleo  de  T amarit  los  títulos  de  Vizconde  de  Montse 
de Teniente y  la Cruz ,de primera clase del Mé  rrat y Barón de Altafulla. 
rito  Militar,  destinada a  premiar  servicios espe  Su muerte  fué  sentidísima por cuantos  tuvie 
ciales.  ron  que  tratarle,  y  la Comunión Tradicionalista 
Durante la  campaña siguió prestando e1  ser  perdió a uno de sus prohombres de mayor popu 
viicio de  Oficial de Ordenes  de Don Carlos,  to- laridad y de más brillante historia. 
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Cruzad 
os 
de 
Don 
e 
ar l  V 
os 
11 
Don Antonio de Brea 
Don Nicolás Ollo  Jefe de Estado Meyor del Principe y General Don Alfonso  de 
:::i'!iandante General  de los carlistas navarros,  muerto en  1874,  Barbón y c1e Austria, Conde c!e Caserta. 
sitiando la plaza de  Bilbao. 
Don Juan de Zaratiegul 
Comandante general de los carlistas andaluces En 1870. 
Don Antonio delArjona 
Don Mariano Torres de Navarra 
::,,.andante General de los carlistas andaluces de 1871 a:1873.  Coronel de Artillería carlista de la Costa;Cantcibrica en 1875 y i87b 
Don Leoncio Oonzález de Granda  El Barón de Sangarrén 
Don Joaquín Elio y Ezpeleta 
e de Es~do Mayor de los carlistas vizcaínos en 1875 y 187b,  Coronel del Batallón de Almogávares de la Virgen del Pilar en 1874, 
Generol en Jefe de los "rlislas del Norte en 187 3 
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Don Joaquín de llorens 
Don Romualdo Martínez de Vlñalet  Diputado a Cortes. - Mand6 la 4. ª Batería de Montaña desde  Don Torcuatro Mendiry 
Pre$idente del Consejo Supremo de la Guerra del r;;ornpo carlist.~ 18 74  haita la condusión de la última 9uerra civil,  General Jefe de los c,rlistos del No••• en 187a, 
1 
Don Antonio Llzárra9a  Don Francisco Cavero  Don Antonio Díez de Mo9rovejo 
Defensor de la plaza de Seo de Ur9el en 1875  Comandante General de los carlistas castellanos enl875 y 1876,  Jefe del Cuarto Militar de Don Carlos de Barbón 
y de Austria.E$te 
Don Felipe Sabater  Don Venancio Eyaralar  Don José Ciarcía Albarrán 
Coronel d,I B,t,llón corlisl1 dt Bilb,o en 1874 y 187~.  Coronel de los Guardias Carlistas de Navarra en 1875 y 1876•  Defensor de la plaza de Cantavieja en 18 7 5 
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Don Elicio de Berriz  Don Carlos Calderón  Don Francisco Alemany 
Ministro de la Guerra de Don Carlos de Borbón y de Austria-Este  Mandó una Brigada de c;:arlista$ navarro$ en 187; y 187Q,  Comandante General de lo$ Ingeniero$ carlistas, 
eo 1875 y 187ó, 
Don José Pérula  Don Juan María Maestre  Don Amador del Villar 
:::rrandante General de los <;arlist<)s navarro¡ en 1875 y 187(;>  Comaridante Cieneral de la  Artillería carli$t,a,  Mayor General de los Ingenieros <;arlisla$, 
El Marqués de Cirañina  El Marqués de Segarra  El Marqués de Capmany 
Coronel del Tren de sitio del Ejército carlista del  Coronel de los Batallones 2.0 y 5.0 del Mae$trazgq  Figuró en el Cuartel General de Don Alfonso de Barbón y de 
Norte on 1874 y 1875  en 1873 y 1874  A1.1stria.Este, General en Jefe de los carltStu de Cataluña y del 
Centro eo 1874 
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Don Alejandro Reyero 
:Don 1:ustaqulo Díaz de Rada  Mandó a primera Batería de Montaña del Ejército  c;arlista del  Don Carlos de Vargas 
Comandante General de los carlistas voscon9ados y'n,warros en 1872.  Norte en la Ultima guem1  Presidente del Centro Militar carlista de Madrid, 
Don Ignacio Plana  Don Emilio Marlinez,Vallejos  Don José de Oriol 
Ministro de 14 Gi,,erra de Don Carlos ~9 BorbOn y de AustriaTEste  Coronel del B,tallóo de Guias de Do, Carlos en 1875 y 187ó  Fi9uró en el Cuartel General del General carlista Don 
Antonio Dorregaray. 
Don Fulge, c·o d~ Cirasa  D. R. Cesáreo Sanz  Don Javier Rodríguez de Vera 
Comandante General de los Carlistas vizcaínos en  Segundo Jefe de Estado Mayor del Príncipe y General  Mandó una Brigada de carlistas guipuzcoanos 
1875 y 1876.  Don Alfonso de Barbón y de Austria, Conde de Casarla.  eo 1875 y 187ó 
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Don Antonio Dorregaray  Don León Martínez de Fortún 
:.:ieral en Jefe de los carlistas del Norte en 1874 y .de los  Don José Martínez Tenaquero  Ayo de Don Jaime de Barbón y de Borbón, 
del Centro en 1875.  Jefe de Estado Mayor General de Don Carlos de Barbón y 
de Austria-Este, 
Don Julián García Gutiérrez 
Don Fernando Carnevali 
a.,dó la Baterí de a cabalb del Ejército del Norte en 
Ayudtnte de Campo del Príncipe y General Don Alfonso de 
1875 y 1876. 
Barbón y de Austria, Conde de Caserta. 
El Marquéz de las Hormazas 
Coronel del Batallón carlista 5. u de Navarra da 18 7 3 a 18 7 51 
El Marqués de Vallecerrato  Don Juan Polo  Don Juan l9naclo de Berrlz 
- :~el de la Escoka de don Carlos en 1875 y 187b.  Comandante Ger,eral de los carlistas de Toledo, La  Mancha y  Ultimo Gobernador civil de Madrid por Doña Isabel; luego fui 
Extremadura en en 18bq,  Com1s,rio Regio de M.d,id por Don Ctrlos 
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Description:Ministro de la Guerra de Don Carlos de Borbón y de Austria-Este eo 1875 y  Mandó una Brigada de c;:arlista$ navarro$ en 187; y 187Q,. Don Juan