Table Of ContentAladas palabras
Correos y comunicaciones en el Mediterráneo
A
Aurelio Pérez Jiménez
Gonzalo Cruz Andreotti
(eds.)
3
Ediciones
Clásicas Mediterránea N- 5
Aurelio Pérez Jiménez
Gonzalo Cruz Andreotti
(eds.)
ALADAS PALABRAS
Correos y comunicaciones en el Mediterráneo
Mediten-anea, 5 (1999)
EDICIONES CLASICAS
MADRID
BIBLIOTECA OE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA
0700840195
MEDITERRANEA
Serie dirigida por
Aurelio Pérez Jiménez
Gonzalo Cruz Andreotti
INDICE
Aurelio Pérez Jiménez y Gonzalo Cruz Andreotti,
Introducción. Aladas Palabras^ 1
Primera edición 1999 M" Ángeles Durán López,
Bardos, héroes y mensajeros en los poemas homéricos 9
Helena Guzmán Garaa,
La escena de mensajero en la Tragedia griega 39
Rafael Gallé Cejudo,
Clasificación,f orma y función de la carta erótica inserta en la Novela 57
José Antonio Enríquez González,
Mensaje y mensajero en la Comedia latina 85
Ha colaborado en la publicación de este volumen Aurelio Pérez Jiménez,
la DGESIC (Curso: CO 94-0827 y la DGU de la Consejería de Educación El mensajero Hermes y las propiedades astrológicas de su plane
y Ciencia de la Junta de Andalucía) ta Mercurio. 95
Miguel Peinado Muñoz,
© Aurelio Pérez Jiménez Mensajes y mensajeros en la Biblia 123
Gonzalo Cruz Andreotti (eds.) M® Antonia Martínez Núñez,
© Ediciones Clásicas, S.A. Correos y medios de comunicación y propaganda en Al-Andalus 133
c/ San Máximo 31,4® 8
Inmaculada Pérez Martín,
Edificio 2000
Correos y comunicaciones en Bizancio 173
28041 Madrid
José Enrique Ruiz Doménec,
Restos de tinta: Sobre la comunicación en el Mundo mediterráneo
LS.S.N. 1136-6079
en la Edad Media
LS.B.N. 84-7882-385-9
Depósito Legal: M-36193-1999 M" Nieves Muñoz Martín,
Impreso en España Palabra poética, palabra epistolar: Las artes cómo sistemas de co
municación en el Renacimiento: G Vida, Luis Vives 213
Imprime: EOICLÁS
c/ San Máximo 31,4® 8
28041 Madrid
Encuademación Cayetano
Mateo García, 29. Madrid
ALADAS PALABRAS*
A. PÉREZ JIMÉNEZ
G. CRUZ ANDREOm
Universidad de Málaga
kqI vvv (l)uXáaato Xap.Trá8os tó aúp^PoXov,
aOyfiv TTupó? 4^époi)aav ¿k Tpoías <|)áTLv
"y ahora aguardo la señal de la antorcha,
resplandor de fuego que traiga noticias de Troya"^
Con estos dos versos bastante bien conocidos, al menos entre los
filólogos y lectores de Esquilo, que abren el Agamenón^ el poeta ate
niense pone ante nuestros ojos una de las necesidades básicas del hom
bre en cualquier época: la invención de instrumentos con los que hacer
* En este libro (a cuya financiación ha contribuido la Consejería de Educación y Ciencia
de la junta de Andalucía) se recogen la mayoría de lo trabajos presentados en el IX
Curso-Seminario de Otoño de Estudios sobre el Mediterráneo Antiguo, de la
Universidad de Málaga (16-23 de septiembre de 1996), que fue financiado con ayuda
de la DCESIC (CO94-0827). Faltan, por razones distintas, los trabajos presentados
entonces por los Fríes. José M'L ucas de Dios y Alfonso Martínez Diez, dignamente
suplidos por sendas contribuciones de Helena Guzmán García, discípula del primero,
y del Prof. Rafael Gallé Cejudo, a quien agradecemos que nos haya cedido su estudio
sobre la función de la carta en la Novela griega. Por último ha parecido perdnente
dada la importancia del dios Hermes/Mercurio para'^1 tema que nos ocupa, incluir
además un trabajo del Prof. Aurelio Pérez Jiménez, en el que se relacionan los rasgos
míticos del dios Mermes con las cualidades astrológicas del planeta Mercurio que
tienen en cuenta, aunque no sea de forma exclusiva, la comunicación oral y escrita.
^ A..4g. 8-9.
A. PÉREZjrMÉNEZ& G. CRUZ ANDKEOm,e ás.. Aladas Palabras. Correos y
Comunicaciones en el Mediterráneo, Madrid, Ediciones Clásicas, 1999.
1
aladas Palabras
AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ & GONZALO CRUZ ANDREOTTI
llegar la noticia desde un lugar hasta otro más o menos lejano; instru
mentos visuales, como éste de las antorchas, o sonoros, como el gong
oXK cu tt(09 ol er)u Ptúcai/ri yeycoueiv
con que, según Sexto Empírico, comunicaba el ayudante al astrólo
TÓCCTO? yáp ICTÚTTO? fjei/, áüTT) 8' oúpai/ói/ ixe,
go -subido, lejos del lugar del parto, en una colina desde donde poder
PaXXopévíüv aaK€íi)v re ical iTTTroKÓpcüv Tpu(í)aXeLwu
observar bien el cielo- el momento exacto del nacimiento del niño^. Hoy
KqI TTuXéíüU,..
día, con el desarrollo de la telemática y de tan sofisticados medios de "pero no podía hacerse oír con sus gritos; pues tanto era el
comunicación como esos con que nos sorprende a diario la prensa, el estruendo, y el ruido llegaba al cielo al ser golpeados los escu
dos, los yelmos de crines de caballo y las puertas."'^
problema está resuelto; y, a pesar de ello, se sigue investigando en la mejo
Para Menesteo la solución está en un mensajero. Envía a Tootes -su
ra de esos instrumentos. Grandes inversiones económicas, subidas y
nombre parlante "Rápido" lo dice todo- que en un momento recorre
bajadas de los mercados financieros, el desenlace de conflictos internos o
e l argo trecho entre los dos lugares de la muralla y comunica a
mundiales, el éxito o el fracaso de los políticos, la suerte de las relaciones
Ayante Telamonio los ruegos de Menesteo; gracias al heraldo aquél
entre amigos, familiares, etc., dependen hoy, y siempre ha sido así, de la
puede acudir con otros cuantos guerreros y repeler el peligroso
información, de la llegada en el momento justo y al lugar apropiado de
ataque de los aliados de Troya.
alguna noticia clave. Antes que Esquilo, bastante antes, ya Homero, que
fue quien acuñó el sintagma que nos sirve de título, enea TTTepoePxa, Bastantes siglos después de Homero, casi dos milenios después, los
"aladas palabras", recuerda la oportunidad de esas personas, los men carteros circunstanciales o institucionalizados, siguen siendo el medio
sajeros, tan indispensables en la vida social y guerrera. Los heraldos grie más eficaz para comunicarse. Como hace en este texto, extraído de la
gos hacen de portadores de noticias, de embajadores, tienen sacrosantas selección de leyendas moriscas de GuiUén Robles, el rey de Tanusch, que
funciones en misiones religiosas y gozan de inviolabilidad. Aquiles los envía una carta a Alajdar, para que venga en su ayuda a dar cumplida
saluda con estas comprensivas palabras, cuando acuden a llevarse a respuesta a las exigencias de Mahoma, también naturalmente comuni
Briseida, por orden de Agamenón: cadas por medio de otra carta:
Xaípere, KqpuKes, Aiós ayyeXoL f|6é koiI ávSpoiv, ^
aoaov lt'- oú tl poi up-pes éTraÍTioi, áXX' 'Ayapepfwv, AAliuh em, que era andad^or ; y ca^m inóh ocmobn rlea dcaer tlao sy s duiyóolsa, áq uAel asjed alrl.a Yma baal
b a(j)WL TTpoíei BpiariíSos' e tve xa Koúpris. punto que liyó la carta y lo que vem'a en ella, gritó un grito que se vun-
"Salud, heraldos, mensajeros de Zeus y de los hombres, acer
Tr^me"' ^ y
caos; en modo algunos os considero responsables a vosotros^
sino a Agamenón que os envió en busca de la joven Briseida.
En muchas otras ocasiones se trata de embajadas, de emisarios, que,
Y en el canto XII de la Ilíada, cuando Sarpedón y Glauco con sus
licios atacan el muro de los aqueos, Menesteo se da cuenta y decide ha-
Hom., I/. 12.337-339.
R GUILLEN ROBLES. Uyendas moriscas, t. III, Granada. 1886. pág. 252 (ed fac
símil, preparada por M-P. TORRES PALOMO. Granada. 1994.
Sext. Emp., V 27-28.
Hom.,//. 1.334-336.
w
ALADAS PALABRAS
AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ & GONZALO CRUZ ANDREOTTI
como un término puramente ornamental, sino cargado de sentido, el de
liépoTtes', con que Homero se refiere a los mortales y que en la primera
como los de Darío, pagarán con su vida la petición de "«ra y a^a -es
acepción de Hesiquio ¡significa "de voz articulada"^. Pero atinaron sobre
decir de sumisión- a los atenienses de MUciades ; y a veces rec todo los poetas al fundir todas las funciones de la palabra (transmisión de
sofisticados medios para salvaguardar el secreto de los mensa)es^
la noticia, persuasión, inteligencia, justicia, comercio, astucia, engaño,e tc.)
ejemplo, el papiro enroUado dentro del vientre de un ^
en un solo dios, el dios mensajero, Hermes, a quien los astrólogos -no sin
Hárpago comunica al joven Ciro los planes para vengarse de Cambises .
razón, dada su aparente rapidez, propia de un heraldo- le consagraron el
o la al^TáXn. "escítala" (especie de bastón donde se enrollaba el men
^planeta Mercurio.
saje para ser leído; si estaba desenroUado era Uegible) con que los espa
::Xmunicaban decisiones importantes a- g en"^ Al socaire de esta necesidad intercomunicativa, el espacio mediterrá
neo, al que está limitada nuestra Serie^ se convirtió en campo de experi
orden a Pausanias de regresar a Esparta para ser ^^ ^^ili-
mentación para transmitir noticias y con ello para desarrollar una cultura
Pero todo ello, como dedamos. no es mas que expresio más amplia que la de las tradiciones antiguas encerradas entre los muros
S'hlana.q ue hace imprescindible el uso de med,os mas o menos per
de la pequeña ciudad. Hasta los espartanos de Dcurgo, que guardaban
fectos para comunicarse. ^ celosamente la pureza de sus costumbres, tuvieron que ceder ante la
No sin razón Aristóteles defima al hombre como ¿ojou TroXiTiKOU, fuerza de la comunicación. Heraldos, mensajeros y embajadores, se sin
tieron en todas las épocas tan imprescindibles que gozaban de inmunidad
y andaban libremente por las tierras del Mare Nostrurriy portando la gue
ciudad, en. .l.a «co.m¡uan.id.a.d, y qh .» JZ J;L:nZroTvecZto. c.om aú.n. do-e.
rra, sí, pero también la paz y la justicia, tan estrechamente vinculadas con
vida. Nos ''b Tsko del térmiL troXtTtKÓv y definir al la palabra. Hasta los tem'an los dioses, a quienes -como ya sostem'a
Jenófanes- hicieron los hombres a su imagen y semejanza. Y si no, vean
podríamos tomar un sena comunicarse en el sentido mas
a esa hija de Zeus y Hera, la diosa Iris que preside nuestra portada y que
hombre como ser vivo q exhibir ante otros las necesi-
ha dado su nombre al arco con que el dios de Noé selló la promesa de
amplio de la palabra, no en el conscientes los grie-
que no habría un nuevo Diluvio Universal. O el dios heraldo por exce
dades que a cada especie le dicta su mano cuando percibieron la
lencia, Hermes/Mercurio, cuyas funciones como dios de la inteligencia,
gos de esta especial condición del animal ,ér-
estrecha hermandad entre inteUgencia y palabra e Y de la palabra, de la ciencia, etc. derivan o tienen su expresión máxima en
,uc lo «p». ™hS;..« Z«í.vo^^ el servicio divino de la intercomunicación de Zeus con otros dioses o con
los hombres. A Hermes lo vemos en el mito liberando a lo de la vigilan-
hombre en el intercambio de y ^ndo aplicaron a las
dialéctica. Lo sabían bien aqueUosaedospn y conducta
palabras casi todos los epítetos que en . ^j ^j-g^pretar no liépoTTes' av^piúTToi 8iá tó peji€pia}i6ixTii/ exeiv Tf)i/ oirá fjyouv Tf|v (Jxji/iív*
humana. Y pensaron en ello los eumologos postenores al P ['méropes: los hombres, por que tienen articulada la ops, es decir la voz."]. Hay que
indicar, sin embargo,q ue esta etimología no parece cierta y el sentido del término per
manece oscuro. Q". P. CHANTRAINE, Dictionnaire étymologique de la Langue
Grecque, III, París, 1974.
^ P aus., III 3.7.
Hdt., I 123-124.
® T huc.,1131.
ALADAS PALABRAS
AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ & GONZALO CRUZ ANDREOTTI
üusión de complicadas tramas y gran cantidad de hechos (acción, que es
lo que significa 8pd|ia), masacres, guerras, celebraciones, combates, etc.,
da de Argos, por mandato de su padre, o transmitiendo a Circe y CaUpso
sólo posible gracias a los parlamentos del mensajero. Pero, ante todo, se
la orden divina de dejar marchar a Odiseo/UUses. o induso acompaña
familiarizará con la importancia que tenía el acto de escribir a otras per
do a Príamo, también por decisión suprema, hasta la tienda ae Aq e
sonas, toda una forma de comunicación que, arrinconada mucho tiempo
para recuperar el cadáver de Héctor, en el último canto de la litada, r
cumpliendo con la más alta misión del heraldo, mensajero, embaja or y por el teléfono, va recuperando puntos en el mundo actual con las nuevas
guía, a él le corresponde conducir los muertos (Hermes psicopompo) formas de correo informático.
Hades y entregarlos a Caronte para que éste los cruce d ono lado de 1
Y es que, como testigo elocuente de esa necesidad humana de hacer
Esdgia. La rapidez de movimiento propia del encargado de
partícipes de nuestras inquietudes y vivencias a otras personas y de
das por el uLerso, no nos cansamos de repetirlo es ^nS mÍ
aprovechar cualquier ocasión para transmitir nuestro cariño al ser queri
que a Hermes se asimüe por los astronomos/astrologo P .
do, consolar al amigo, rendir acatamiento al superior, así como para todas
veloz, caprichoso e impredecible, de los que los anuguo
esas otras manifestaciones que impone la distancia, brilló en el mundo
desde la Tierra. Y así Mercurio tomará sobre todo -aunque no excl
tente Jús principales cuaHdades astrológicas de esta person^dad antiguo, medieval y renacentista, como en el de ahora, la carta. Todo un
arte, éste de la epistolografía, con su retórica propia de fórmulas, de salu
heráldica de Hermes, asumiendo el patronazgo ^ j , j.
do y de despedida, pero con las mayores posibilidades para desarrollar el
la nalabra v la noticia. Pero sobre eUo y sobre los demás aspectos del ser
dcií^ost^ enT a historia del Mediterráneo hablarán los disantos autores ingenio, la imaginación y la capacidad literaria del que se comunica a
través de la escritura. Es la carta un documento que después de cientos,
de los capítulos que integran este libro.
de miles de años, provoca el milagro de hacernos sentir nuestra condición
En eUos el lector se informará de los deiaUes de ser humano, de Cwou ttoXltlkóu, en el sentido que dábamos al sin
organizó sus propios medios de comunicación o de la proyecci q tagma aristotélico; y con ella, con la carta, podemos abrir nuestra alma
ZZn distintas Lferas de la cultura la figura de.
ante otros semejantes que experimentan, al fin y al cabo, las mismas
querido que las contribuciones se lo que tarda- inquietudes, los mismos problemas y las mismas alegrías, más o menos,
mensajes o las formas de hacerlos egar, o ^ Mediterráneo para que tenemos nosotros; la carta rompe las barreras del espacio y del tiem
ban en recorrer los heraldos los países ribereños e Hemos po y, por mucho que queramos presumir de hombres superiores, autosu-
traer y Uevar noticias desde Occidente hasta Onente y vicevers . ficientes, por medio de ella, escrita al modo tradicional o en forma de
buscando sobre todo otros aspectos sin duda mensaje electrónico, volvemos a recuperar nuestras aristas de animal
humano, reflexivo por un momento, cuando solos, ante el ordenador,
un lector no especializado, pero que, tratados i,,
científica, resultan útiles también para los sentido de miramos la pantalla del siglo XXI.
páginas de este libro, el lector se 7;Tt,^eación en
Por eso creemos que el mejor resumen de cuanto en este libro se
las palabras con las que se enuncia el mundo de 1 ^ encuentra puede ser, y sirva eUo de rúbrica a estas aladas palabras.um
Homero; y captará la importancia que mvo el ^ ^
teatro (Tragedia griega y Comedia romana) espectadores la
ümitaciones técnicas, el escenario proyectara sobre los p
AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ & GONZALO CRUZ ANDREOTTI
breve carta con la que un hermano se dirige a otro en la Grecia alejandri
na para comunicarle cosas tan cotidianas como una oportunidad de boda,
la petición de productos del país, o el saludo a los familiares. Cosas de
aquellas cartas en papiro que no son del todo ajenas a las nuestras elec
BARDOS, HERALDOS Y MENSAJEROS
trónicas:
EN LOS POEMAS HOMÉRICOS
"Lucio a su hermano Apolinar, salud. Desde la muerte de Zópiro hay
quienes pretenden a Tais, la hija de Anfitales; y como tú me hablaste una
vez sobre ello, te lo hago saber para que, si sigues interesado, te decidas
antes de que te la quiten; pues el hijo de Sebastino ya no tiene madre. M® A. DURÁN LÓPEZ
Universidad de Málaga
Si haces salazón de pescado para tí, envíame una vasija. Saluda a los
niños de mi parte y de Isidorión. Te deseo que sigas bien.
Nuestro siglo se caracteriza, entre otras cosas, por haber alumbrado,
Así pues, mientras Apolinar toma su decisión sobre la viuda de en otros muchos campos y también en el de las comunicaciones, impor
Zópiro, abramos ya las páginas de este libro sobre Correos y Comunica tantes avances técnicos que se hacen triviales en plazos cada vez más bre
ciones y aprendamos un poco más sobre la historia anterior de uno de los ves; pero, paradójicamente, ahora, como quizás nunca, la comunicación
se ha convertido en problema. Y hay, al parecer, relación entre lo uno y
pilares básicos en que se asienta la Sociedad moderna.
lo otro, porque cunde la idea de que el desarrollo de los medios de difu
sión de masas está en el origen de la atención que, desde distintos ángu
los, se presta actualmente a este tema.
En ésta, como en otras cuestiones en las que, a última hora, lo que se
plantea es el lugar del hombre entre los hombres, podríamos encontrar
asombrosos precedentes en los sofistas', especialmente en Gorgias de
Leontinos que anticipa en más de un aspecto nuestros modernos puntos
de vista sobre la lengua y su modo de actuar sobre el oyente y que hace
Precedentes tenemos en las observaciones de Protágoras sobre la modalidad y en
Gorgias, especialmente en el Encomio de Helena y en la Defensa de Palamedes. De
ello me he ocupado en "Funciones gorgianas de la lengua en el discurso de Calicles",
POxv VI 928 ai/in d.C): Ao(ú1kios •AjioXii'apíii) Tip á5€X(()V xaípe^^- 'E"'
10 Actas del Vil Congreso Español de Estudios Clásicos, Madrid, 1989, págs. 155-160,
Taí& ToO -Ap-DceaXéos üaX. oi
A woT. «pl TOÚTOU. *a.epó. ao. mü ea. 5oKcpaa,s "Ecos en Platón de la Defensa de Palamedes", AnMal, 19 (1996) 5-27 y en
"Cuestiones de comunicación", en J. GARCÍA GONZÁLEZ & A. POCIÑAS (eds.),
TTiiíans npii^ 7rpoXr|<)>efÍ>'af oú6é yáp ó tou 2caorT€ii«u pnrepa
Pervivencia y actualidad de la cultura clásica. Granada, 1996, págs. 107-126.
•Eái/ Tapetxta ""Ínfíl ^pol Kcpdpwr Tr€p<|;Jo)r. Ta TraiSia irap
¿poú KOI •laiaojpíüii'OS irpoaaYÓpefule. 'Eppujaeai ae euxopai.
A. PÉREZ JIMÉNEZ, G. CRUZ ANDREOTTI, eds.. Aladas Palabras. Correos y
Comunicaciones en el Mediterráneo, Madrid, Ediciones Clásicas, 1999.
BARDOS, HERALDOS Y MENSAJEROS EN LOS POEMAS HOMÉRICOS
M® ÁNGELES DURÁN LÓPEZ
Polifemo pide ayuda a sus congéneres gritando OÜtls ge Kreívet 6óX(ú
desembocar todas esas reflexiones en una conclusión decepcionante, oúSe 3Lri(|)LP y los demás piensan que debe haber perdido la razón^.
puesto que niega la posibilidad de la comunicación .
Al margen de este caso la eficacia comunicativa se da por supuesta
Con esto Gorgias se sitúa en los antípodas de los poemas homéricos en los poemas homéricos, incluso en situaciones en las que, a pesar de
en los que, casi sin excepción, la eficacia comunicativa se da por supues todos nuestros adelantos, tendríamos dificultad material en asegurarla.
ta. Cumplida prueba de ello tenemos en las fórmulas relativas a las ülü- Estoy apuntando con esto a los casos en los que Homero pone a con
das palabras que se dirigen los héroes. Suponen, en efecto, una conside versar a un griego y un extranjero. En alguna ocasión se podría pensar
ración optimista del fenómeno comunicativo, de acuerdo con la cual la que Homero ignora al intérprete^; en otras es evidente que no lo hubo,
palabra que emite el locutor va hasta el receptor sin sufrir alteraciones o por ejemplo, en el diálogo entre Aquiles y Héctor enfrentados en duelo
singular^ o en la conversación entre Glauco y Diomedes® en la que asis
modificaciones en el recorrido. Esta consideración optimista subsiste
timos a largos discursos sobre temas que no se prestan, en absoluto, a
incluso cuando un personaje se anticipa a la réplica de su interlocutor y
la socorrida mostración deíctica: la morosa exposición de su genealo
da por concluida la conversación. Así, en el canto XVII de la Odisea
gía, sus tristes reflexiones sobre cuestión tan abstracta como es la fuga
dice Homero que Telémaco **le dejó sin alas las palabras a su madre. No
cidad de la vida llegan sin dificultad al interlocutor extranjero. Para
hay interferencias, sino algo parecido al corto y cierro con que los radioa
explicarlo se suele hablar de convención narrativa; otras veces se sugie
ficionados terminan la comunicación. Pero, como decía, mientras ésta se
re que Troya era una ciudad de habla griega, pero el caso es que tam
mantenga, las aladas palabras homéricas van del emisor al receptor sin
bién en la Odisea todos, incluso Polifemo que nunca había oído hablar
sufrir distorsiones en su vuelo. Alguna excepción hay, sin duda. La mas
de Troya o de Agamenón, hablan griego.
conocida es la trampa del nombre falso que utiliza Odiseo ante el
Cíclope' y que, desde el punto de vista de la teoría üngüística, se resuelve La homogeneidad lingüística del mundo en el que se afanan los héro
es no puede, sin embargo, extrapolarse al mundo sin más, porque no falta
en el juego de la distinta alusividad del signo lingüístico para el emisor y
en los poemas alguna que otra alusión a la variedad de las lenguas.
para el o los receptores. Dicho juego tiene especial reUeve cuando
Tenemos un ejemplo llamativo en el avance del ejército troyano, forma
do por hombres de pueblos distintos^. Con los términos KXayyfj y évoirq
^ C f. Gorg. B 3 bis (22) o oíu Tts ün ""P'
érépt, ToO wpdruaTOS ¿ui^rjaet aU ra.
' O d. 9, 408-412.
Sé <^ó4>ou. dKovxras; dpxn.^ r^P oi
' Algo semejante es lo que hace Jenofonte en An. 7, 2,17-18: aunque nos informa de
xpdiixa dUd Xó-yov. Sobre esto, véase F. R. ADRADOS. "Lengua Ontologta y
xpwjia. OAAO y ^ nn orwiQTn 340-365 V 99( 1971) 285-309, reco-
que, cuando fue a entrevistarse con Seutes, el rey de Tracia, lo acompañaba un intér
Lógica en los Sofistas y en Platón , m 96( 1J71) 34U y^ ^ la
prete -prueba, como apunta C. COULET, Commmiquer en Gréce ancienne, París,
gido en Palabra e Ideas. Madrid. 1992. y E. GANGUT.A." Teonas
1996, pág. 212, de que no lo entendía- el diálogo recogido parece desarrollarse direc
Ldgüedad" en E. GANGUTIA (ed.).I ntroducción a la lextcografía
tamente, omitiéndose la mediación del intérprete entre los interlocutores.
1977 págs. 3-60. especialmente pígs. 19-23. Por mi parte pienso que Gorgias solo
II. 22, 249-366.
niega la comunicación racional de los contenidos éucos y axiologicos.
' I I. 6,123-236.
^ O d. 17, 57.
'I I. 3,1-14.
'O d. 9, 364-367.
11
10
Bardos, heraldos y mensajeros en los poemas homéricos
^ ÁNGELES DURAN LÓPEZ rando que incluye instrucciones sobre su propia muerte'^. Aunque el
M
carácter oriental del episodio es evidente para todos^"*, la justificación más
Homero sugiere que en él se mezclaban las lenguas, porque no todos tení
común para esta enigmática presencia de la escritura apuntaba a un eco
an e"r:::sm?acel ni hablaban del mismo -^o ext.emo^^^^^^
mal integrado del pasado micénico. El descubrimiento, a mediados de
este siglo, en un palacio de Sargón II de tablillas dobladas semejantes a
dondrel eptooTapPaPpX°^^^^ "e Ipüca a los carios de MUeto'".
las descritas en este pasaje de la Ilíada ha permitido a R. Bellamy'^ pro
poner que, por el contrario, se trata de la inclusión de un elemento de la
L'zss «s»,v ,í«. srst r; época de la redacción del poema y en ello se apoya para defender el carác
ter, a su juicio, inequivócamente escrito del arte de Homero. No es ésa
la observación que aparece e Hefesto finge marcharse "a cuestión en la que yo pretenda entrar ahora. Lo que me interesa de veras
Afrodita-, para sorprenderlos /n /wgíWí, Finalmente y aunque
en las tablillas de Sargón es que constituyen una colección de impreca
Umnos, junto a los sintias Vctfhav oue concll'í todo el
ciones que el rey debía usar para maldecir a sus enemigos, aspecto que
pueda sospecharse que es una mterpo a ' [gnguas de Creta que
encaja bien con la tablilla de Belerofonte, la primera cartaf atal de la lite
reüeve que merece a la nouc.a sobre tm naú-
nos °^^;;^"3°ImrXservaci se refieren siempre a ratura occidental. Y, en el tirón, recordar que la maldición, sea oral o escri
ta, supone tan plena confianza en la eficacia comunicativa que le atribuye
frago cretense . Coino vem , afectan a los episo-
función mágica.
lo que está en los eontenido nuclear de lo narrado,
Al amparo de la oposición entre oralidad y escritura, la tablilla de
dios comunicaüvos que se sitúan
Unmero es igualmente homogénea en Belerofonte se ha colado hurtando la necesaria distinción entre la comu
La comunicaaón lingüistica sistemas de signos
nicación directa en la que el emisor y el receptor dialogan en presencia^*"
cuanto que uniformemente or . -gro en la medida en que se
y la comunicación indirecta en la que la distancia o el tiempo hacen indis
-signos divinos, como el oral. A eUa se refieren las
pensable la mediación de terceros. En la medida en que las reúne, el pri
trate de comunicación ^ je los contingentes de los alia-
mer verso de la Ilíada -"Canta, diosa, la cólera del Pélida Aquiles"- nos
recién citadas alusiones a la ^jcHnción entre la aú6r), la voz aru-
permite asentar un primer clivage entre niveles comunicativos. En efec-
dos de los troyanos; a eUa '"P°" ,^5 ¿¡oses hacen, a su grado, audi-
culada de los humanos, y la ^ para otros,
hle o no para los hombres, o audible pa uno y" P^ 13 II. 6, 168-169. Como ya notó Aristarco, en 11. 7, 175-177, se trata de signos que no
son letras.
Como es sabido, -a ümca „. y de Licia, igno- 14 Cf. M. LÓPEZ SALVÁ," El tema de Pudfar en la literatura arcaica y clásica griega en
su relación con la del Próximo Oriente", CFC( Gr), 4( 1994) 77-112.
Homero es la carta de Pr q
R. BELLAMY," Bellerophon's tablett", CJ, 8 (1988-1989) 289-307.
^ e staba habitada por griegos
La distancia entre los interlocutores queda naturalmente limitada por el alcance de la
II. 2, 867. Este epíteto plantea KJRK, Iliad: A Commentary, h
10 voz que, como indica O. LONGO,T ecniche della comunicazione nella Grecia antí-
micénicos desde finales de la Mad arcaísmo deliberado.
ca, Herculano, 1981, pág. 15, se convierte en unidad de medida espacial típicamente
Cambridge Universiry Press, 1985, pags. 260-263, p
"humana" y "funcional".
11 Od. 8, 294.
12 Od. 19, 175.
13
12