Table Of ContentREFLEXIONES SOBRE LOS ÚLTIMOS GRANDES
REYES HITITAS: TUTHALIYA IV, ANATOLIA Y EL
DESPUNTE FINAL DEL REINO DE HATTI DURANTE
LA SEGUNDA MITAD DEL s.XIII a.C.
PORJUANMANUELGONZÁLEZSALAZAR
Universidad Autónoma de Madrid
BIBLID: [0571-3692 (2002) 249-270]
RESUMEN:El presente trabajo aborda algunos aspectos de considerable significa-
ción de uno de los últimos y más destacados reyes hititas: Tuthaliya IV. La carrera de
Tuthaliya no estuvo, ni mucho menos, exenta de problemas: en los asuntos internos,
su trono estuvo constantemente amenazado por un conflicto entre él y rivales de la
propia familia real; en el ámbito externo, en particular en los territorios imperiales
anatólicos, hubo graves amenazas provenientes del Oeste y Sur de Anatolia. A pesar
de todo, el reino de Hatti alcanzó un período de relativo florecimiento religioso-cultu-
ral previo a la caída y desaparición definitiva del reino hitita (ca.1200 a.C.) como uno
de los grandes poderes del Oriente Próximo antiguo.
PALABRAS CLAVE: Tuthaliya IV, Reino Hitita, Anatolia, Situación Conflictiva.
ABSTRACT: The present work provides some aspects of considerable significance
about one of the last and most important Hittite Great Kings: Tuthaliya IV. The
Tuthaliya's career had many problems: in internal affairs his throne was at constant
risk because of a conflict between him and rival claimants of his own family; more-
over, in external affairs, specially in the anatolian imperial territories, there were
serious threats in the West and South of Anatolia. At the same time, Hatti enjoyed a
relatively flourishing period in religious-cultural matters previously to the Fall of the
Hittite Kingdom (1200 a.C.) as one of the Great powers of the ancient Near East.
KEY WORDS: Tuthaliya IV, Hittite Kingdom, Anatolia, Troubled Situation.
Sin que se pueda elevar a la categoría de los grandes conquistadores
hititas de otros tiempos, Tuthaliya IV se puede destacar como el último de
los grandes monarcas de Hatti que soportó el peso de los cada vez más
acuciantes problemas que asolaban interna y externamente al estado
anatólico.
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Durante su reinado, que se prolongó durante gran parte de la segun-
da mitad del s.XIII a.C., se desarrollaron algunos de los más destacados
logros de la historia hitita. Sin embargo, en su gran mayoría, tuvo que
hacer frente a una profunda crisis estructural que subyacía desde épocas
precedentes y que finalizará tras su fallecimiento con la agonía y fin defi-
nitivo del Imperio de Hatti. El occidente de Anatolia, de una parte, y
Asiria, de la otra, fueron minando a las fuerzas hititas, unido a los
problemas internos familiares que, implicando incluso una nueva guerra
civil con su pariente Kurunta de Tarhuntassa, terminaron por socavar a
un reino hitita que entraba en una profunda decadencia desde estos
momentos.
Se constata a su favor el mantenimiento, aparentemente intacto, del
Imperio de Hatti, a pesar de todas las amenazas mencionadas, con algu-
nos logros exteriores como la conquista de Chipre/Alasiya, además de
las labores de reestructuración interna en el ámbito religioso-cultural,
que han dejado una huella física perdurable. Así, en este último caso, se
presenta el engrandecimiento y embellecimiento de la capital Hattusa –y
su cercano santuario rocoso de Yazilikaya–, cuyos vestigios pueden ser
admirados en la actualidad; junto a la reordenación de sus archivos prin-
cipales de tablillas cuneiformes, que ha permitido que se conserve
mucha de la documentación que los especialistas hititólogos manejan
ahora1.
LOSINICIOSDELACARRERAPOLÍTICADELPRÍNCIPETUTHALIYA: ANATOLIAY
LACUESTIÓNDELOSGASGAS
Dentro de la textos que perviven sobre el soberano Tuthaliya IV, las
referencias a la situación anátolica del Imperio hitita, y en particular a las
regiones septentrionales más conflictivas, son bastante escasas en relación
a los reinados previos. Es como si hubiese existido momentáneamente un
proceso de estabilización, por ejemplo, en el problema con las poblacio-
nes gasgas hostiles a raíz de la reorganización de la zona por parte de su
padre, Hattusili III2. O bien, porque otras acuciantes preocupaciones afec-
taban al reino, y el N de Hatti, aún siendo siempre una constante amena-
za, tenía sus competidores en otros frentes con entidades más desarrolla-
1 Para las abreviaturas y siglas empleadas en este artículo, vid. J. FRIEDRICH-
/A.KAMMENHUBER: Hethitisches Wörterbuch. 2º ed., Heidelberg 1975 ss.; H.G.
GÜTERBOCK/H.A.HOFFNER (eds.): The Hittite Dictionary of the Oriental Institute of
jr
the University of Chicago. Chicago 1980 ss.; así como su publicación periódica en la
Keilschriftbibliographiede la revista Orientalia.
2 Sobre el particular, véase nuestro trabajo: “Los hititas en Anatolia septentrional
durante la primera mitad del s.XIII a.C. (II). La organización político-administrativa de
una región conflictiva del reino de Hatti”. Gerión19, 2001, p.47 ss.
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das y complejas como para que las escaramuzas contra los gasgas fuesen
una materia digna de citarse en los textos3.
Se rastrean, sin embargo, contadas menciones al joven Tuthaliya parti-
cipando en campañas bélicas en el confín del N. Hasta el momento son
las últimas referencias textuales que se poseen sobre el secular conflicto
hitito-gasga. Tuthaliya todavía no era el Gran Rey hitita y gobernaba su
padre Hattusili III cuando ya se le atribuye una destacada participación
militar sobre el área en discordia. Así leemos4:
II 4'5 [k]e-[e]z6-za-ma-as ku-wa-pí i-ya-at-t[a-a]t
3 A pesar de contar con una cierta documentación sobre su reinado, se carece de
algún documento histórico que en forma de analeso crónicaspermita conocer algo sobre
la posible realización de empresas militares del tipo que sea, por ejemplo, a las mencio-
nadas tierras gasgas septentrionales o sus inmediaciones. La atribución en un primer
momento, aunque dudosa, de los textos analísticosCTH 142 y 143 a los reyes Tuthaliya
IV y Arnuwanda III, mencionando campañas hacia diversos frentes, fue descartada poste-
riormente, siendo reasignados a sus ancestros homónimos del Reino Medio, Tuthaliya (II)
y Arnuwanda I (ss.XV-XIV a.C.). Para los textos, vid. O.CARRUBA: “Beiträge zur
mittelhethitischen Geschichte I. Die Tuthalijas und die Arnuwandas”. SMEA18, 1977,
p.137 ss. (cf. P.MERIGGI: “Über einige hethitische Fragmente historischen Inhaltes”.
WZKM58, 1962, p.78 ss.; y G.DEL MONTE: L’Annalistica ittita. Brescia 1993, pp.45 ss.
y 143 ss.). Sobre la errónea atribución a Tuthaliya IV, entre otros, E.von SCHULER: Die
Kaxkäer. Ein Beitrag zur Ethnographie des alten Kleinasien. Berlin 1965, p.60 s.;
Ph.H.J.HOUWINK TEN CATE: The Record of the Early Hittite Empire (c.1450-1380
B.C.). Istanbul 1970, pp.78 y 80; O.CARRUBA: “Die Annalen Tuthalijas und Arnuwan-
das”. En Festschrift Heinrich Otten. Wiesbaden 1973, p.37 ss.; y E.NEU: “Zum mittel-
hethitischen Alter der Tuthalija-Analen (CTH 142)”. En Im Bannkreis des Alten Orients.
Studien… Karl Oberhuber zum 70. Geburtstag gewidmet. Innsbruck 1986, p.181 ss.
4 Se destaca este fragmento, KBo XVI 36 (=363/e) (+ duplicados) II 1’ ss., pertene-
ciente a CTH 83, relacionado con el período en el que Tuthaliya era un joven príncipeque
participaba con su padre en las empresas realizadas por él en el N de Hatti. Para la edición
y comentario, vid. K.K.RIEMSCHNEIDER: “Hethitische Fragmente Historischen Inhalts
aus der zeit Hattuxilis III”. JCS16, 1962, p.111 ss.; S.ALP: “Masçat-Höyük’te Kesçfedilen
Hitit Tabletlerininin Isçigi Altinda Yukari Yesçilirmak Bölgesinin Cografyasi Hakkinda”.
Belleten164, 1977, p.644 s. (en turco); idem: Hethitische Briefe aus Masaç t-Höyük. Anka-
ra 1991, p.32 ss. (cf. R.H.BEAL: The Organisation of Hittite Military. THeth 20, Heidel-
berg 1992, p.337). En general, sobre esta composición, agrupada en CTH 83, que se
podría datar en época de Hattusili III (RIEMSCHNEIDER, p.119 ss.; E.von SCHULER:
Kaxkäer, p.59 s.), y que también narra los acontecimientos de los monarcas precedentes
desde Suppiluliuma, cf. K.A.KITCHEN: Suppiluliuma and the Amarna Pharaohs. A
Study in Relative Chronology. Liverpool 1962, p.3 ss.; A.ÜNAL: Hattuxili III(I). THeth
3, Heidelberg 1974, p.67 ss.; y H.A.HOFFNER : "History and Historious of the Ancient
jr
Near East: the Hittites". Or49, 1980, p.316 s.
5 Sobre las pequeñas discrepancias en la numeración de las líneas y el inicio de la
fragmentaria columna II x+1, vid. K.K.RIEMSCHNEIDER: op.cit., 1962, p.111; S.ALP:
op.cit., 1977, p.644; y HBM, p.33.
6 Más dudosa es la lectura que había propuesto K.K.RIEMSCHNEIDER: [ke?-e]z-
(ibidem, p.111, también la alternativa del comentario II 3: [ku-e]z-za–,p.112). Entre las
líns. II 5’-7’, el inicio de cada una se presenta menos conjetural en la propuesta de ALP
(op.cit., 1977, p.644; y HBM, p.33) que para RIEMSCHNEIDER.
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5' nu-ut-ta ke-ez-za HUR.SAGSa-kad-du-un-wa
6' ku-[r]u-ur e-es-ta ke-ez-za-ma-as-si
7' H[UR.SA]GSi-is-pí-nu-wa-as ku-ru-ur e-es-ta
8' [ke-e]z-za-ma-as-si HUR.SAGSar-pu-un-wa
9' [ku-ru]-ur e-es-ta na-an-kán GIM-an
10' LÚKÚR[MEX?h]u7-u-ma-an-te-es me-na-ah-ha-an-da
11' is-dam8-ma-as-sir nu URUGa-as-gaHI.A
12' hu-u-ma9-an-za an-da a-ar-as
13' nu-us-si A10-NAÍDZu-li-ya pí[-ra-an]
14' GISar-mi-iz-zi e-ep-pir
15' nu GISar-mi-i[z-z]i11ar-ha pí-ip-pí-ir
III 1 ÍDZu-li-ya-as-ma-kán ú-wa-an-za
2 e-es-ta n[u-u]s-si DIstar URUSa-mu-ha
3 pí-ra-an hu-u-wa-a-is
(II 4'–III 3): Sin embargo, hacia donde él marchó desde aquí,
allí, de una parte, le12fue [host]il (la población de) la montaña
Sakaddun(u)wa13; pero de otra parte le fue hostil (la población
7 Más clara que la lectura propuesta por RIEMSCHNEIDER: [ke-e?h]u- (ibidem).
8 RIEMSCHNEIDER: [an-da t]a-(ibidem).
9 Es la alternativa menos conjetural de ALP (ibidem). Se advierte lo mismo para las
líns. II 13’; III 1 y 3.
10 RIEMSCHNEIDER: [nu-za-kán]A- (ibidem).
11 La laguna en la lectura de RIEMSCHNEIDER: […]x.MEX, cobra mayor sentido
con ALP.
12 Sobre la lectura literal de una segunda persona en vez de una tercera, vid.
K.K.RIEMSCHNEIDER: op.cit., 1962, p.112; y S.ALP: HBM, p.34.
13 En cuanto a la montaña de Sakaddunuwa–Sak(u)tunuwa–, ya citada en algún texto
del archivo de textos hititas hallado en de Masçat Höyük (Msçt.75/113, lín.8; Msçt.75/111,
lín.18; o Msçt.75/79, lín.18’), y para ubicar en las inmediaciones de la propia Masçat (la
antigua Tapikkade los hititas), vid. K.K.RIEMSCHNEIDER: op.cit., 1962, p.112; E.von
SCHULER: Kaxkäer, pp.97 y 105; H.GONNET: “Les Montagnes d’Asie Mineure d’aprés
les textes hittites”. RHA26, 1968, p.134 (nº 114); G.DEL MONTE/J.TISCHLER: Die
Orts- und Gewässernamen der hethitischen Texte. RGTC VI, Wiesbaden 1978, p.331;
DEL MONTE: Die Orts-und Gewässernamen der Hethitischen Texte. Supplement. RGTC
VI/2, Wiesbaden 1992, p.133 s.; S.ALP: op.cit., 1977, p. 643 ss.; idem: “Remarches sur la
géographie de la région de Haut Yesçil-Irmak d’après les tablettes hittites de Masçat-
Höyük”. En Florilegium Anatolicum: Mélanges offert à Emmanuel Laroche. Paris 1979,
pp.31, mapa, y 35; idem: “Die hethitischen Tontafelentdeckungen auf dem Masçat-Höyük.
Vorläufiger Bericht”. Belleten173, 1980; p.58 s.; idem: HBM, p.32 ss., Abb.1 (con algu-
nas reticencias sobre la localización, cf. M.FORLANINI: “Appunti di geografia etea”. En
Studia Mediterranea Piero Meriggi dicata. Pavia 1979, p.181 s.; y J.YAKAR: “Recent
Contributions to the Historical Geography of the Hittite Empire”. MDOG 112, 1980,
pp.75 y 91).
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de) la m[ontañ]a Sispinuwa14; (y finalmente), de aquel lado, le
fue [host]il (la población de) la montañaSarpun(u)wa15. Enton-
ces, como todos los enemigos16 tuvieron noticias de él17, todos
los (enemigos) gasgas juntos llegaron allí. Frente a él tomaron el
puente18 sobre el río Zuliya19, y derribaron el puen[te]. El río
Zuliyafue disputado (por ello)20y la diosa Istar de la localidad
de Samuha21caminó delante de él22.
14 En cuanto a la montaña Sispinuwa, que también se podría localizar en las inme-
diaciones de Sakaddunuwa, vid. E.von SCHULER: Kaxkäer, p.60; H.GONNET: op.cit.,
1968, p.113 (nº 39); RGTCVI, p.361; Supplement, p.146 s.; S.ALP: op.cit., 1977, p.643
ss.; Fs.Laroche, 1979, pp.31, mapa, y 35; idem: op.cit., 1980; p.58 s. (cf. M.FORLANINI:
Fs.Meriggi, 1979, p.182; y J.YAKAR: op.cit., 1980, p.91).
15 Por último, para los montes Sarpun(u)wa, en relación con los anteriores mencio-
nados, vid. E.von SCHULER: Kaxkäer, p.60; H.GONNET: op.cit., 1968, p.113 (nº 37);
RGTCVI, p.354 (Supplement, p.143); S.ALP: op.cit., 1977, p.643 ss.; idem: Fs.Laroche,
pp.31, mapa, y 35; idem: op.cit., 1980; p.58 s. (cf. M.FORLANINI: Fs.Meriggi, p.182; y
J.YAKAR: op.cit., 1980, p.91).
16 En suma, parece estar rodeado por todos los gasgas de esta región al NE de la capi-
tal hitita.
17 La lectura propuesta por K.K.RIEMSCHNEIDER era: anda tamassir, con la
traducción: “drängten” (op.cit., 1962, p.112 s.). Frente a ésta la lectura de S.ALP, con:
istamassir, supone modificar el significado del verbo, estableciendo como propuesta:
“hörten, (dass) er (dort ist)”, (HBM, p.34).
18 El término hitita GISarmizzise ha querido relacionar con lo que sería una especie de
puente, vid. J.FRIEDRICH: Hethitisches Wörterbuch. Kurzgefasste kritische Sammlung
der Deutungen hethitischer Wörter. Heidelberg 1952, p.31 (cf. K.K.RIEMSCHNEIDER:
op.cit., 1962, p.112; o ALP: HBM, p.34 y 353, “Brücke”).
19 El río hitita Zuliya, citado también entre los fragmentos que forman CTH 83 (como
KBo XII 44 (=89/s) lín.4), se ha identificado por la mayoría de especialistas, con matices,
con el clásico Scylax –actual Çekerek afluente del Yesçil Irmak (Iris)–, vid.
K.K.RIEMSCHNEIDER: op.cit., 1962, p.113; E.von SCHULER: Kaxkäer, pp.60, 100 y
102; RGTC VI, p.559 s. (Supplement, p.212); S.ALP: op.cit., 1977, p.643 ss.; idem:
Fs.Laroche, pp.31, mapa, y 34; M.FORLANINI: Fs.Meriggi, p.182 s.; ALP: op.cit., 1980;
p.58 s.; J.YAKAR: op.cit., 1980, p.91; y ALP: HBM, p.32 ss.
20 Sobre la interpretación de la forma verbal uwanza esta, en relación con la situación
del contexto, como “war reibend”, en vez de leer uwanza como “gehend”, vid.
K.K.RIEMSCHNEIDER: op.cit., 1962, p.113; y S.ALP: ibidem.
21 Esta localidad anatólica, situada en el País Superior(al NE de Hatti), fue uno de
los centros de culto más importantes del reino hitita, (vid. RGTCVI, p.338 ss.; Supple-
ment, p.137). En cuanto a su carácter religioso, vid. R.LEBRUN: Samuha, foyer religiux
de l’empire hittite. Louvain-La-Neuve 1976, passim.
22 Recurrían a uno de los topoi más usados en los textos históricos hititas, con la
explícita mención al apoyo de las divinidades (vid. G.DEL MONTE: “E gli dei cammina-
no davanti a me…”. EVO9, 1986, p.59 ss.; idem: op.cit., 1993, p.13, et passim). En este
caso era la diosa INANNA sumeria, la Istaracadia o la Sauskahurrita, que tanto había
ayudado a Hattusili III y en este caso al príncipe. No obstante, como rey, Tuthaliya IV
tuvo su propia divinidad tutelar en el dios hurro-kizzuwátneo Sarruma, hijo de la pareja
divina principal del panteón (el dios Tesub y la diosa Hebat), con el que fue representado
este monarca en los relieves del santuario rupestre de Yazilikaya y del que habría sido su
sacerdote, en general, vid. O.R.GURNEY: Some Aspects of Hittite Religion. Oxford 1977,
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Dentro del fragmento sobre las actividades bélicas del príncipe Tutha-
liya son bastante significativas las menciones al río Zuliya, y una serie de
montañas de esta zona septentrional, como Sakaddun(u)wa, Sispinuway
Sarpun(u)wa23. Estas últimas elevaciones, posiblemente en las inmedia-
ciones de la provincia hitita de Tapikka–lugar centrado en la actual Masaç t
Höyük–24, daban la impresión de estar ocupadas por poblaciones gasgas
hostiles y en rebeldía hacia los hititas, teniendo que ser sometidas por
Tuthaliya, como ya venía haciendo su padre Hattusili III. Mientras que el
río Zuliya –clásico Scylax, y actual Çekerek– también se vio amenazado
en alguna parte de su curso por estas turbulencias seculares. De esta
manera, los gasgas no dejaron de actuar demasiado lejos de la capital hiti-
ta Hattusa.
Estas campañas del príncipe Tuthaliya, en definitiva, pudieron desa-
rrollarse en plena actividad de reorganización de los sectores septentrio-
nales por parte de su padre25, y no se corresponderían con sus años de
reinado posteriores ya como Gran Rey hitita, entre los que no se cuenta,
por el momento, con ninguna referencia a un explícito conflicto en los
sectores fronterizos del N de Hatti.
También es significativa y digna de señalar la participación en estos
acontecimientos del joven Tuthaliya con el relevante título de GAL
MEXEDI26. De esta manera, se confirma que había alcanzado una posi-
ción política destacada en la corte, al mismo tiempo que adquiría la expe-
pp 22, 24 y 42; R.LEBRUN: Hymnes et prières hittites. Louvain-La-Neuve 1980, pp.33,
40, 47, 62 s. y 77.; y V.HAAS: Geschichte der hethitischen Religion. Leiden-New York-
Köln 1994, pp.634 y 637, et passim.
23 Las referencias a sus diversas localizaciones, supra. Asimismo, en otro de los frag-
mentos refiriéndose a estas campañas, KUB XIX 8 III (=KUB XIX 9 III) 22 ss., se
mencionaban otros lugares más al N de vital importancia, como la propia ciudad sagrada
de Nerik (RGTC VI, p.286 ss.; Supplement, p.113 ss.) o el territorio de Hante/izuwa
(K.K.RIEMSCHNEIDER: op.cit., 1962, p.117 ss.; RGTCVI, p.102 s.; Supplement, p.36).
24 En general, sobre el yacimiento, vid. T.ÖZGÜÇ: Excavations at Masçat Höyük and
Investigations in its Vicinity. Ankara 1978; idem: Masçat Höyük II. A Hittite Center Nort-
heast of Bogazköy. Ankara 1982; e idem: “Masçathöyük. B. Archäologisch”. RlA7, 1987-
90, p.444 ss. (cf. nuestro estudio: “La ciudad fronteriza de Mashat Höyük. Algunas consi-
deraciones sobre el noreste de Anatolia durante el período hitita”. BAEO30, 1994, p.135
ss.). Para la región de Tapikkay la identificación del lugar con Masçat, entre otros, vid.
S.ALP: Fs.Laroche, 31 ss.; y M.FORLANINI: Fs.Meriggi, p.178 ss. (cf. J.KLINGER:
“Das Corpus der Masaç t-Briefe und seine Beziehungen zu den Texten aus Hattuxa”. ZA85,
1995, p.79, nota 14).
25 Harían referencia a los momentos inmediatamente anteriores a la reorganización
territorial del N de Hatti, comprendiendo Tapikka/Masçat, durante el reinado de Hattusili
III (véase nuestro trabajo citado, 2001, p.47 ss.).
26 Una suerte de Grande o Jefe de la Guardia de Corps o Realque fue llevado por
destacados personajes hititas, vid. S.R.BIN-NUN: “The Offices of GAL MEXEDI and
tuhkanti in the Hittite Kingdom”. RHA31, 1973, p.5 ss.; F.PECCHIOLI DADDI: Mestie-
ri, professioni e dignità nell’Anatolia ittita. Roma 1982, pp.135 ss. y 548 ss.; y R.BEAL:
THeth 20, pp.212 y 327 ss.
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riencia militar necesaria para el futuro27. Ello no fue tan extraño sí se
toma en cuenta que la actividad bélica de un futuro monarca se desarro-
llaba también en sus años como príncipe real –el propio Hattusili III fue
un claro ejemplo–, y la situación en Hatti, sobre todo en las fronteras
septentrionales, había sido muy problemática durante la primera mitad del
s.XIII a.C., como para no forjar militarmente a quién se tenía que encar-
gar en cualquier momento del control de unas complejas y extensas fron-
teras imperiales.
En realidad, es muy llamativo que el joven Tuthaliya, el cual en un
primer momento no parecía estar llamado para la realeza –como también
había ocurrido con su padre28–, ascendiese posiciones de preeminencia y
llegase finalmente a conseguir la púrpura real.
En pocas palabras, por lo que las propias fuentes hititas dejan entre-
ver 29, Tuthaliya parecía seguir cercanamente los pasos de su padre
Hattusili III, e, igual que con él, existió ya un candidato de hecho al trono
de Hatti que llegó a gobernar antes que él –con su padre fue Urhi-
Tesub/Mursili III–. En el caso de Tuthaliya, sin llegar a este extremo, se
encontraba el que parece ser un hermano mayoridentificado con Nerik-
kaili30,que había llegado a ejercer un alta posición en la corte o al menos
27 Su padre Hattusili III ya se había preocupado de nombrarle sacerdote de la diosa
Istar/Sauska (Apología, CTH 81, § 12b IV 76 ss., vid. H.OTTEN: Die Apologie Hattuxi-
lix. Das Bild der Überlieferung. StBoT 24, Wiesbaden, p.28 s., como previamente su
padre Mursili II le había nombrado a él mismo, § 3 I 12 ss., p.4 s. cf. A.ÜNAL: THeth3,
p.29 s., et passim). Ahora el joven Tuthaliya actuaba como GAL MEXEDIlo mismo que
ya había sido su padre, véase nuestro artículo: “Los hititas en Anatolia septentrional
durante la primera mitad del s.XIII a.C. Panorámica geopolítica de un conflicto armado”.
En Homenaje al Prof. D.Angel Garrido Herrero(=Isimu2), Madrid 1999, p.275). Esto
queda reflejado en los fragmentos: KUB XIX 9 IV; KUB XIX 8 III 37 y IV 12; y KBo
XII 44 lín.8 (incluidos en CTH 83), vid. K.K.RIEMSCHNEIDER: op.cit., 1962, pp.116 y
119 ss.; ÜNAL, p.178; O.R.GURNEY: “The Hittite Title tuhkanti-”. AnSt 33, 1983,
p.101; y R.H.BEAL: THeth 20, p.336 s. Un GAL MEXEDIacaso demasiado joven si se
acepta la traducción propuesta por G.DEL MONTE/J.TISCHLER (RGTCVI, p.103) del
fragmento KUB XIX 8 III (=dupl. KUB XIX 9 III) lín.27: nu ITu-ut-ha-li-ya-an XA
MU.12.KAM […], “(mein Sohn) Tuthaliya (im Alter von) 12 Jahren…” (cf. RIEMSCH-
NEIDER, p.117 ss.).
28 En general, véase de nuevo nuestro estudio: Homenaje al Prof.Garrido, 1999,
p.274 ss.
29 La Apologíade Hattusili III es un ejemplo comparativo del proceso (I 22-27, y IV
41-43), vid. H.OTTEN: StBoT24, pp.6 s. y 26 s.
30 Sobre este personaje, hijo de Hattusili III, vid. E.LAROCHE: Les noms des Hitti-
tes. Paris 1966, p.130, nº 887.2 (e idem: “Les noms des Hitittes: supplement”. Hethitica4,
1981, p.29); más recientemente, H.OTTEN: Die Bronzetafel aus Bogazköy: Ein Staats-
vertrag Tuthalijas IV. StBoT Beiheft1, Wiesbaden 1988, p.7 ss.; H.KLENGEL: “Nerik-
kaili. Zum Problem der Homonymie im hethitischen Anatolien”. AoF16, 1989, p.185 ss.;
A.HAGENBUCHNER: “War der LÚtuhkantiNeriqqaili ein Sohn Hattusilis III.?”. SMEA
29, 1992, p.111 ss.; y Ph.H.J.HOUWINK TEN CATE: “The Bronze Tablet of Tudhaliyas
IV and its Geographical and Historical Relations”. ZA82, 1992, p.259 ss.
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256 Juan Manuel González Salazar
había logrado llevar eventualmente el importante título de tuh(u)kanti31.
La carrera de Tuthaliya, por consiguiente, se pudo haber iniciado sin que
supiese que en su futuro le aguardaba ser el sucesor de Hattusili III. De
esta manera, primero fue un comandante militar, con el destacado título
de GAL MEXEDI, luego fue nombrado sacerdote de la divinidad
Istar/Sauska de la localidad anatólica de Samuha y también del dios de la
Tempestad de Nerik, para finalmente ocupar el puesto de su desposeído
hermano Nerikkaili como el nuevo tuh(u)kanti –acontecimiento algo
obscuro– y, además, ser el candidato aceptado a llevar y ejercer con el
título de Gran Reyde Hatti32.
ELREINADODETUTHALIYAIV: ENTRELAESTABILIDADYLOSSIGNOSLATENTES
DEPROFUNDACRISIS
Hacia la mitad del s.XIII a.C., el joven príncipe, tras el largo protago-
nismo como gobernante de Hattusili III, iniciaría su reinado como el
Gran Rey Tuthaliya IV. Numerosos y de amplia extensión fueron los
territorios que bajo este monarca se citaban como pertenecientes al reino
hitita, aunque constatándose siempre la relativa independencia que pose-
yeron los virreinos hititas de Tarhuntassa dentro de Anatolia –hacia el
llamado País Inferior (Kattera Udne) hitita– 33 y Karkamis en Siria
31 Sobre el tuh(u)kanti-en el mundo hitita, para referirse a un príncipe realo segun-
do en el mandotras el reyy la reina, por tanto, como uno de los máximos dignatarios hiti-
tas, entre otros, vid. S.R.BIN-NUN: op.cit., 1973, p.5 ss.; F.PECCHIOLI DADDI: Mestie-
ri, p.502 s.; O.R.GURNEY: op.cit., 1983, p.97 ss.; Ph.H.J.HOUWINK TEN CATE:
op.cit., 1992, p.260 ss.; y R.H.BEAL: THeth 20, pp.319 s. y 527.
32 Un claro resumen de esos prolegómenos por los que Tuthaliya llegó a ser Gran
Rey, comparándolos con la carrera que también había seguido su padre, y los problemas
con otros miembros de la familia real, en Th.P.J.van den HOUT: “Hethitische Thronbes-
teigungsorakel und die Inaguration Tudhaliyas IV”. ZA81, 1991, p.274 ss.; H.KLENGEL:
“Tudhaliya IV von Hatti: Prolegomena zu einer Biographie”. AoF18, 1991, p.224 ss.;
Ph.H.J.HOUWINK TEN CATE: op.cit., 1992, pp.240, 247, 259 ss. y 265 ss., nota 47
(quien piensa que el desposeído del título de tu(h)ukanti- fue Kurunta); F.IMPARATI:
“Apology of Hattuxili III or Designation of his Successor?”. En Studio Historiae Ardens.
Ancient Near Eastern Studies Presented to Ph.H.J.Houwink Ten Cate on Occasion of 65th
Birthday. Istanbul 1995, p.153 s.; van den HOUT: “Tuthalija IV. und die Ikonographie
hethitischer Grosskönige des 13. Jhs.”. BiOr52, 1995, p.545 ss.; T.R.BRYCE: The King-
dom of the Hittites. Oxford 1998, p.326 ss. (hay traducción española en Ed.Cátedra,
Madrid 2001), con breves referencias a la posibilidad incluso de corregencia entre el
padre, Hattusili III, e hijo, Tuthaliya IV; y KLENGEL: Geschichte des Hethitischen
Reiches. Leiden 1999, p.273 ss.
33 Sobre la localización de este territorio al S de Hatti, vid. RGTCVI, pp.405 y 467
ss. (cf. Supplement, p.162); M.FORLANINI: “La regione del Tauro nei testi hittiti”. VO7,
1988, p.147 ss.; H.OTTEN: StBoT Beiheft 1, 1988, p.1 ss.; Ph.H.J.HOUWINK TEN
CATE: op.cit., 1992, p.250 ss.; O.R.GURNEY: “The Treaty with Ulmi-Texub”. AnSt53,
1993, pp.13 ss. y 26 ss.; J.MELLAART: “The Present State of ‘Hittite Geography’”. En
Asociacion Española de Orientalistas, XXXVIII(2002) 249-270
Reflexiones sobre los últimos grandes reyes hititas 257
septentrional34.Hallamos una nítida enumeración de estas zonas geográ-
ficas imperiales en el final de un documento no histórico de ofrendas
rituales perteneciente al culto oficial a un grupo de divinidades protecto-
ras conocidas como DLAMMA y DAla35:
Ro.IV x+1 […]
2'36 [1 NINDAtu-hu-r(a-)]i 1 UZUhar-pí-is HUR.SAGMEXhu-u-ma-
an-te-es
3' [DUTUX(Iku-)]i-e-es si-ya-at-tal-li-is-ki-iz-zi
4' [1 NINDAt(u-h)]u-ra-i 1 UZUhar-pí-is HUR.SAGMEXhu-u-ma-
an-te-es
5' [XAKU(R UR)]UUGU-TI37DUTUXIku-i-e-es
6' [(si-y)a-a]t-ta-al-li-is-ki-iz-zi
7' [1 NINDAt(u-h)]u-ra-i 1 UZUhar-pí-is A-NAÍDMa-a-la
8' [1 NINDAt(u-h)]u-ra-i 1 UZUTI A-NAÍDMa-am-ma-ra-an-da
9' [1 NINDAt(u-h)]u-ra-i 1 UZUTI A-NAÍDGur-ma-li-ya
10' [1 NINDAt(u-h)]u-ra-i 1 UZUhar-pí-is HUR.SAGMEXhu-u-ma-
an-te-es
11' [ÍDMEX] hu-u-ma-an-te-es XAKUR URUHur-ri
Aspects of Art and Iconography: Anatolia and its Neighbors. Studies in Honor of Ninet
Özguç. Ankara 1993, p.416 ss.; y S.ALP: “Zur Lage der Stadt Tarhuntaxxa”. En Atti del IIº
Congresso Internazionale di Hittitologia. Pavia 1995, p.1 ss.
34 El virreino de Karkamissobre el río Éufrates, y controlando la totalidad de los terri-
torios sirios bajo dominio hitita, también estaba en manos de miembros de la familia real
hitita que habían establecido allí una dinastía sólida. Los virreyes de Karkamis fueron los
garantes de los asuntos de Hatti en la región, especialmente frente al poderoso avance de los
asirios desde la ribera oriental del curso del Éufrates. Parte de este tema ya ha sido tratado
por nosotros, por ejemplo, en: “Quelques considèrations sur l’Euphrate comme ligne de
frontière pendant le royaume hittite, XIV-XIII siècles av.J.C.”. En Studies for Ancient Near
Eastern Cultures. Metin Akyurt Bahattin Devam in Memoriam. Istanbul 1995, p.299 ss.;
“Los problemas del control del territorio en el mundo hitita. Reflexiones sobre la frontera
oriental del reino de Hatti”. EnActas delCongreso Español de Antiguo Oriente Próximo:
“El Mediterráneo en la Antigüedad: Oriente y Occidente” (Madrid, 29 de Septiembre-2 de
Octubre 1997), publicado en CD ROM, Madrid 1998; y cf. Ocupación y defensa del terri-
torio durante el período Imperial hitita (ss.XIV-XIII a.C.). El tercio superior y medio del
Éufrates. Universidad Autónoma de Madrid 1996 (Memoria de Licenciatura).
35 El texto KBo XI 40 (+ dupls.) § 43’ Vo.IV x+1 ss. (incluido en CTH 682), perte-
nece a la versión relacionada con las ofrendas individualesa las divinidades protectoras,
bajo la edición crítica de G.McMAHON: The Hittite State Cult of the Tutelary Deities.
Assyriological Studies 25, Chicago 1991, p.130 s. (con este fragmento se puede estable-
cer la restauración del texto principal, KUB II 1 Vo.IV 9 ss., de la versión de ofrendas en
grupoa los mismos dioses, y recomponer la lista de lugares a los que se refiere, ibidem,
p.114 s.).
36 Las líns.2’ hasta la 18’ del documento principal se complementan con el paralelo
D (KUB XL 107) IV 17’-30’.
37 Var.D iv 20’: [XAKU]R URUI-LI-TI.
Asociacion Española de Orientalistas, XXXVIII(2002) 249-270
258 Juan Manuel González Salazar
12' [DUTUXI] ku-i-e-es si-ga!-at-tal-li<(is)>-ki-iz-zi
13' [(1 NINDAt)u-h]u-ra-i 1 UZUpár-ku-i ha-as-ta-i
14' [HUR.SAGMEX] hu-u-ma-an-te-es ÍDMEXhu-u-ma-an-te-es
15' [XAKUR UR]UAr-za-u-wa DUTUXIku-i-e-es
16' [si-ya-ta]l-li-is-ki-iz-zi
17' [1 NINDAtu-hu-r]a-i 1 UZUÉLLAG38HUR.SAGMEXÍDMEX
18' [XAKUR UR]UMa-a-sa DUTUXIku-i-e-es
19' [si-ya-a]t-tal-li-is-ki-iz-zi
20' [1 NINDAtu-h]u-ra-i 1 UZUZAG.UDU HUR.SAGMEXÍDMEX
21' [XAKUR UR]ULu-uq-qa-a DUTUXIku-i-e-es
22' [si-ya-tal-l]e-es-ki-iz-zi
23' [1 NINDAtu-hu-r]a-i 1 UZUhar-pí-is
24' [HUR.SAGMEXÍ]DMEXXAKUR URUGa-as-ga
25' [DUTUXI] ku-i-e-es si-ya-tal-le-es-ki-iz-zi
26' [1 NINDAtu-h]u-ra-i UZUÉLLAG.GÙN.A HUR.SAGMEXÍDMEX
27' [XAKUR URUH]a-at-ti A-NADLAMMA ku-i-e-es
28' [KUR.KURMEXhu-u-ma-]an-te-es 1 GISBANSUR
(x+1 B28'): [Un(a ofrenda de) pan tuhur]ai39, (y) un(a ofrenda
de carne (?)) karpi40 para todas41 las montañas [a las cual]es
[mi Majestad (Tuthaliya IV)] continuamenteva a cazar42. [Un(a
ofrenda de) pan tuh]urai, (y) un(a ofrenda de carne (?)) karpi
para todas las montañas[del territorio]delPaís Superior43a las
38 Var.D iv 29’: UZUÉLLAG.GÙN.A.
39 Sobre este tipo de pan tuhurai–, vid. H.A.HOFFNER : Alimenta Hethaeorum.
jr
Food Production in Hittite Asia Minor. New Haven, Connecticut 1974, p.187.
40 Como el resto de ofrendas presentadas aquí, éstas están precedidas del sumerogra-
ma determinativo de carne UZU (E.NEU/Ch.RÜSTER: Hethitisches Zeichenlexikon.
Inventar und Interpretation der Keilschriftzeichen aus den Bogazköy-Texten. StBoT
Beiheft 2, Wiesbaden 1989, p.193, nº 203), que haría pensar en sacrificios previos de
animales. Sin embargo, el significado, en este caso, es obscuro, quedando sin traducir por
el propio G.McMAHON: op.cit., 1991, pp.116, 121 y 131.
41 Sobre la posible confusión del escriba hitita al usar el nominativo plural humantes
por el más preciso dativo-locativo humantas, líns.4’, 10’ s., 14’ ó 28’, vid. G.McMAHON,
ibidem, p.115, nota 160.
42 Para una discusión sobre la compleja forma verbal iterativa siyatalliskizzi, que
también tendría una traducción completamente diferente en relación con “sellar” (siyata-
lliya), vid. G.McMAHON, ibidem, p.115, nota 159. Las referencias al verbo en el contex-
to que aparecen en este documento se podrían interpretar y traducir conjeturalmente,
según él establece, como: “hunt”, y nosotros la mantendremos también con dudas. El
significado del verbo, en cualquier caso, podría estar en relación con alguna acción que
permitiese al monarca moverse con libertad y sin preocupación en los citados territorios.
43 Para KUR UGUTI(en hitita Udne Sarazzi), hacia el NE de Hatti, vid. RGTCVI,
p.293 ss.; Supplement, p.117.
Asociacion Española de Orientalistas, XXXVIII(2002) 249-270
Description:RESUMEN: El presente trabajo aborda algunos aspectos de considerable significa- ción de uno de los últimos y más destacados reyes hititas: