Table Of ContentUniversidad Católica Andrés Bello
Dirección General de Estudios de Postgrado
Maestría de Historia de Venezuela
Trabajo de Grado
El Licenciado Agustín Aveledo, “Prócer de la Paz”
Una visión de dos facetas de su vida: La de educador y la de
filántropo
Autor: Luis Eduardo Aveledo Morasso
Tutor: Doctor Tomás Polanco Alcántara
Caracas, marzo de 2001
1
CAPITULO PRIMERO
CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS
A partir de nuestra separación de Colombia,
nuestra historiografía se ha ido desenvolviendo, puesta la
vista en los presidentes, gobiernos, movimientos
revolucionarios y caudillos; es decir, se ha dado énfasis a la
visión política de la historia, a los sables que nos han
dirigido o que han tenido alguna influencia en nuestro devenir
histórico.
Lamentablemente, escasos han sido los
escritos en nuestra Patria acerca de los civilizadores,
aquellos venezolanos que en épocas de extrema traba han puesto
su corazón y lo mejor de sí, en procura de lograr educación
para la juventud que formaba parte de aquel presente, cuando
ellos ejercieron su labor. Casi nada se sabe de aquellos que
han ayudado al prójimo, desarrollando actividades a su favor o
han sido mantenedores y propulsores de buenas obras.
En épocas de dificultades han existido, en
ésta y en cualquier República, hombres de buena voluntad, de
bien, de principios. Sí, Aveledo fue uno de ellos, ustedes
obtendrán sus propias conclusiones, pero una argumento que sí
puedo aseverarles, y que es imperativo en nuestra Venezuela de
hoy, tan convulsa, es la necesidad e importancia de escribir
2
sobre los “Próceres de La Paz”, y allí a nuestro país le
sobran personajes: Egidio Montesinos, J. M. De Los Ríos,
Amenodoro Rangel Lamus, Agustín Valarino, Jesús Muñoz Tebar,
Juan Esteban Linares, J M Nuñez Ponte, Críspulo Uzcátegui,
Juan Bautista Castro, Angel Urdaneta, Eduardo Calcaño, Vicente
López Aveledo y muchos otros que harían interminable este
escrito.
Sirva también este trabajo para significar
que en las obras históricas hay que envainar de vez en cuando
el alfanje para sacar a relucir la pluma, el intelecto y las
buenas obras del pretérito, para que ello sirva de ejemplo
vivificante, innovador y capaz de insuflar vigor moralizante a
una sociedad que ha perdido su razón ética.
Al iniciar este trabajo para optar al título
de Magister en Historia de Venezuela por la Universidad
Católica Andrés Bello, tuve una primera reunión con quien
aspiraba fuese mi tutor, el Doctor Tomás Polanco Alcántara,
abogado e historiador, miembro de las dos Academias que dan
lustre a sus dos oficios: La Academia de Ciencias Políticas y
Sociales y la Academia de la Historia.
Para cualquier estudiante constituye un gran
distinción que una persona de la capacidad intelectual del
Doctor Polanco Alcántara, con sus dotes personales y morales,
guíe un trabajo como el que pretendía acometer, máxime si se
trata de una biografía, pues en nuestro país, no hay
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historiador que en ese género, con él se parangone. Bastaría
con un ligero vistazo a nuestra historiografía y ver sus
obras: Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Antonio Guzmán
Blanco, Juan Vicente Gómez, Eleazar López Contreras, José
Antonio Páez, entre otras.
El Dr. Tomás Polanco Alcántara, me obsequió
en aquella oportunidad con los siguientes consejos:
1. “Busca y di la verdad, para lo cual tienes
que ser objetivo; en ti hay un evidente riesgo de
perderla y hacer emerger la subjetividad, pues tú
eres biznieto del biografiado y podrías exponerte
a identificarte con el personaje que vas a
trabajar.”
2.“En mi concepto hay dos clases de
biografías, la llamada integral, que abarca toda
la vida y facetas del biografiado, o aquella que
se traduce en desarrollar algunas de las facetas
del personaje. Creo que es ésta, por el tiempo
que tienes y el tipo de trabajo, la que debes
acometer,” y esa fue la que primordialmente
realicé al desarrollar las facetas de educador y
filántropo del Licenciado Aveledo.
Sus indicaciones, Profesor Polanco, fueron
seguidas al pie de la letra. Ahora bien, en cuanto a la
obtención de datos en los archivos y en las diversas
publicaciones aparecidas durante la vida del Licenciado, pude
observar que su devenir fue útil, en beneficio de la
educación, de la infancia desamparada, y de cualquier
iniciativa del gobernante de turno que pudiese aportar algo
positivo al país.
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No leí, en la documentación investigada,
palabra alguna que pudiese ser considerada inadecuada para
Aveledo; todo lo contrario, se le llama “Profesor de la
Caridad”, “El Vicente de Paúl Seglar Venezolano”; por sus
alumnos: “Segundo Padre”, ”Insigne Educador”, “Prócer de la
Enseñanza”, “Prócer de la Paz”, lo cual, lejos de envanecerme
me obliga a estar más ligado con mi patria, y así creo piensan
sus demás descendientes.
Al doctor Agustín Aveledo Tovar, llamado el
“Licenciado” por antonomasia, lo definen sus obras en el largo
lapso (89 años) que estuvo por este tránsito perentorio, “¡Él
es sin duda alguna un hombre predestinado!. Cuántas veces
hemos oído decir, en el tono de la mas profunda conviccion;
¡Que felices serian nuestras poblaciones, si en todas ellas
hubiera varios hombres como Aveledo¡”1
Con relación a la actividad de Aveledo que se
expresara en beneficio al prójimo, se dijo: “...Casi no hay,
por otra parte, noble acción en la tierra de Bolívar, entre
los hechos contemporáneos, que no vayan unida, de cerca ó de
lejos, más o menos directamente á la distinguida
individualidad que celebramos. Y no se nos arguya de
exageracion; porque baste abrir los libros publicados en esta
1 Basalo Eduardo, en Hojas de Laurel De La Corona Del Doctor Agustín Aveledo. Dedicadas a la
Sociedad Santa María. Caracas Alfredo Rothe. 1884. Pág. 6. Libro Homenaje con motivo de cumplir
25 años el Colegio de Santa María
5
época, leer los periódicos, hojear las actas de toda sociedad
benéfica ó literaria, registrar los apuntes estadísticos, para
encontrar, si no la mano, por lo menos la huella de algo que
se relacione con Agustin Aveledo”2
Una de las características del Maestro
Aveledo era su sencillez y modestia. Cuando se celebraron los
veinticinco primeros años de su querido Colegio de “Santa
María”, por mediación de uno de sus alumnos, el Dr. Alberto
Smith, quien luego fuera Rector de la Universidad Central y
Ministro en varios Gabinetes, le fue a imponer una presea, y
el acto se desarrollo así: “...el doctor Smith á nombre de sus
compañeros, hace vibrar las cuerdas más nobles del
sentimiento, porque habla del corazón; Enternecido tiembla y
sus palabras forman un idilio lleno de ternura encantadora á
cuyos acordes lleva al maestro amado la joya... pero éste
vivamente impresionado yace casi postrado, desfigurado el
semblante, inundados de lágrimas los ojos, conmovido
profundamente su ser, y solo puede ponerse en pié porque los
sustentan el presbítero doctor Uzcátegui y el doctor Martín
Sanavria que están a su lado. Y ¿porque te perturba, alma
fuerte, tributo tan justo de tus merecimientos? ¿Creéis que en
vano sembráis en los niños que educáis nobles sentimientos y
que la gratitud que infundís es con exclusión de vuestra
acreedora persona? Nó recojeis parte de fruto que da la
2 BASALO, Eduardo. ob. cit. Pág 7.
6
simiente que sembráis en nobles corazones, pero vuestra
modestia y sentimientos te hacen olvidar el temple mismo que
es poseedor vuestra alma riquisima...”3
Y si hablamos del sentimiento religioso del
educador, tenemos: “...el Colegio que ha hecho tanto por
Venezuela, y en cuyo local se ve en lugar principal aquella
imagen de la Virgen Santa María, á quien por mucho tiempo
presentamos nuestras oraciones al caer el sol, presididos por
Aveledo y que él por 25 años ha hecho la misma cosa con niños
que se reponen todos los años cuando a él nadie lo repone?...”4
También cabría señalar los valores que él
mismo ostentaba y que constituían el lema de su Colegio que se
traduce, como se verá en el desarrollo de este trabajo, en los
principios rectores de su acción con miras a realzar a su
Patria, la cual se encontraba en la mayor postración, cuando
abre su colegio a escasos meses de estallar la Guerra Larga;
ese lema era: “ante él (sus discípulos) ratifican el solemne
juramento de ser fieles á la consigna que recibieron de su
sabio maestro: moral, órden, estudio, constancia, progreso y
por sobre todo, Dios”5 (paréntesis y subrayado nuestro)
La vida del biografiado, como puede empezar a
discernirse, estaba plagada de ejecuciones tales como su
3 CASAÑAS BURGUILLOS, Diego. La Fiesta de Gratitud, en Hojas de Laurel...ob. cit. pág 17
4 YBARRA. A. Discurso de Instalación de la Sociedad Santa María, en Hojas... ob. cit. pág 20
7
actividad educativa, la cual se centró principalmente en el
Colegio de Santa María que fundó el 2 de octubre de 1859 y que
dejó de funcionar el 9 de junio de 1917. Ese Colegio no solo
tuvo importancia desde el punto de vista educativo, sino
también fue centro de la cultura. Allí se funda el Colegio de
Ingenieros6 y también se celebrarán las reuniones periódicas de
este centro profesional.
Analizar la labor del Licenciado como
Presidente de la asociación gremial que agrupa a los
ingenieros no es materia de esta Tesis, pero señalo que él fue
Presidente del Colegio de Ingenieros durante los períodos
comprendidos entre 1869-1881; 1888-1895; 1899-1922, por lo
cual, ha sido el Presidente de esa institución profesional que
más ha desempeñado el señalado cargo.
Además, en el Colegio de “Santa María”
existía una Clínica que prestaba atención gratuita a niños
pobres y funcionaba adscrita a la institución denominada “El
Tributo de los Pobres”, y allí existía un laboratorio de
observación meteorológica de mucha importancia en el país,
desde donde metódicamente se tomaban mediciones del tiempo,
las cuales eran publicadas en los diarios La Opinión Nacional,
El Tiempo y más tarde en La Religión. A partir de 1868,
5 CASAÑAS BURGUILLOS, Diego. La Fiesta..., en Hojas de Laurel...ob. cit. Pág 15.
6 Así como también muchas veces sesionaba, la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales de la cual el
Licenciado era Bibliotecario
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Aveledo tomó a cargo las observaciones de meteorología,
anotadas diariamente en el “Santa María” mediante lecturas del
barómetro, termómetro, pluviómetro y del nefóscopo; dichas
observaciones se mantuvieron hasta 1910.
No serán aspectos por desarrollar en esta
Tesis su participación en la Junta del Centenario del
Libertador, que estuvo integrada por “el Ilústre Prócer A.L.
Guzmán, Pablo S Clemente, Fernando Bolívar, Andrés A Level,
Doctor Arístides Rojas, Doctor Manuel Vicente Díaz y Doctor
Agustín Aveledo”7.
Tampoco se analizará, la actividad del
personaje, en las actuaciones de la Junta del Centenario de
Don Andrés Bello, constituida en Caracas, compuesta por los
doctores Angel M. Alamo, Arístides Rójas y Agustín Aveledo. A
propósito, ésta compiló una serie de cartas que le cursaban a
la Junta y que expresaban lo que pensaban las personalidades
que remitían las epístolas, las mismas están contenidas en un
texto sin editor donde Aveledo también formuló su pensamiento
con relación a Bello:
7 Decreto de 3 de Setiembre de 1881, dado por el Gral. Guzmán Blanco, en Leyes y Decretos de
Venezuela. 1880-1882. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Caracas 1989, pág 401. Con
posterioridad fueron designados como quedaría organizada dicha junta la cual quedó así:
”Presidente, el Ilustre Prócer Antonio L. Guzmán; Vicepresidente, Dr.Arístides Rojas y Secretarios, de
Actas Dr. Agustín Aveledo y de Correspondencia Andrés A Level,” Idem pág 406.
9
“La vida cristiana de Bello prueba una vez mas la
concordancia perfecta que existe entre la Fé í la
Razón alaben otros al Filólogo í al Sabio, yo rindo
homenaje reverente, en este dia al poeta del
sentimiento i la piedad. Carácas, nov 29/881 Agn
Aveledo”8
Igualmente no es propósito de este trabajo
hacer referencia sobre su participación en la Junta del
Centenario del Mariscal Antonio José de Sucre9 y la llamada
coronación de Don Eduardo Blanco de la cual fue Presidente.10
No se tratará en este trabajo su
participación como Miembro de la Comisión Venezolana en la
Exposición Universal de Chicago (1892); Presidente de la
8 Litig. de Félix Rasco. Calle De San Juan. Caracas 1881, sin editorial, pág 23
9 “ Ayer felicitamos á la Junta Directiva del Centenario por el éxito completo que ha alcanzado en la
realización de su programa, pero es el caso que muchas personas olvidan quienes componen dicho
cuerpo y nos apresuramos hoy á publicar sus nombres: Doctor Agustín Aveledo, General Pedro
Arismendi Brito, Luis Alberto Sucre, doctor Lucio Pulido, Tomás Michelena, Henrique L Boulton,
Juan E. Linares, Agustín Valarino, doctor A. Ernst, doctor Jorge Nevett, Jacinto Gutiérrez Coll, José
Antonio Mosquera, Carlos Santana y doctor Teófilo Rodríguez. El Secretario es Luis R. Guzmán. Se
ha manejado con tanto acierto que no ha hecho una erogación que pase de lo que ha presupuestado el
Ejecutivo al efecto, lo cual prueba que, con orden y buena administración, mucho puede hacerse con
lucimiento y acierto. Cuando se invoca la ley y la buena administración, se invoca algo semejante a la
varita mágica de Moisés que hacía brotar agua de la roca estéril. El símbolo bíblico es tan elocuente
como sencillo.¡ Cuántos hay que con elementos sobrados para vivir holgadamente, pasan angustias y
caen en un tropel de confusiones, porque olvidan lo preceptos de la economía y el orden!” El Tiempo.
Diario de Intereses Generales Año II, Mes XII, 6 de febrero de 1895, pág 5.
10 La Coronación de Don Eduardo Blanco tuvo lugar en Caracas el 28 de julio de 1911. Se señala que
el de la iniciativa fue Emilio Constantino Guerrero, quien al ocupar el solio presidencial, en carta
pública confió su iniciativa a una Junta compuesta por los Dres. Agustín Aveledo-Presidente-, Rafael
Acevedo-Secretario-,Victor M.Ovalles-Tesorero-, y Vocales J.M. Nuñez Ponte y Miguel Páez
Pumar.VILLALBA VILLALBA, Luis. Luis Ezpelosin Ediciones del Ministerio de Educación-
Biblioteca Popular Venezolana- N° 72. Caracas 1960. Pág. 133.
Description:En tal sentido tenemos: Ingeniería Civil, duración cuatro años. Materias: “álgebra superior, geometría analítica, cálculo diferencial e integral, cálculo de las diferencias, cálculo de las variaciones, cálculos de las probabilidades, mecánica analítica, sinemática, mecánica industri