Table Of ContentTesina Máster Globalización, Desarrollo y Cooperación
Papel del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH-SIDA) en
los conflictos bélicos. Estudio de caso: República Democrática
del Congo.
Montserrat Sala
Fundació Món 3.
Observatori Solidaritat
Universitat de Barcelona
Juliol, 2007
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INTRODUCCIÓN
Desde el principio de la historia el objetivo de las guerras ha sido conquistar los
territorios pertenecientes a otros con el fin de asegurar la supervivencia o mejorar las
condiciones de vida de la población -más tierra, más agua y más alimentos-, o
simplemente defenderse de los grupos humanos enemigos.
Con el paso de los siglos estos objetivos se han ido sofisticando y alejando de la
satisfacción de las necesidades básicas, y han ido emergiendo en el panorama
mundial otros fines más complejos. Las guerras se emprenden para mantener el
poder, para controlar los recursos naturales o por intereses geoestratégicos, que en el
contexto de la globalización, frecuentemente están físicamente alejados del país que
inicia el conflicto. En la base de estos procesos violentos, en la gran mayoría de
ocasiones, subyacen claros motivos económicos.
Algo persiste inmutable en las guerras. Indefectiblemente hay violencia, vencedores y
vencidos. Sin embargo algunas cosas son nuevas, el patrón de las víctimas, -
población civil- y el uso de armas no convencionales, -gérmenes y material biológico-
como armas de destrucción masiva, emergen en la escena de los conflictos bélicos
mundiales a partir de la segunda mitad del siglo XX.
El objetivo de este estudio es doble. En primer lugar analizar el papel que un virus
letal, como es el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH-SIDA), tiene como arma
de guerra y su influencia tanto en los supervivientes de un conflicto como en la
desestructuración social de un país, a la vez que conocer como la propia guerra
modifica la historia natural de la diseminación de la pandemia; y en segundo lugar
reflexionar acerca de la interrelación entre la violencia de género en la guerra y el uso
voluntario del virus como arma letal.
Se contextualiza el análisis en el África subsahariana central, en la zona de los
Grandes Lagos, y más concretamente en la República Democrática del Congo (Congo
Kinshasa, RDC), país con una tasa de infección por VIH relativamente baja, en
comparación con los países de su entorno, antes del estallido de sus recientes
conflictos armados.
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GUIÓN
INTRODUCCIÓN.
• Capítulo 1 -Patrón de las nuevas guerras
• Capítulo 2 -Violencia de género en la guerra. Violación como arma.
• Capítulo 3 -Uso de la infección por VIH-SIDA como arma de guerra
.Papel del propio virus (3.1)
.Factores de los conflictos (3.2)
.Influencia del SIDA en la desestructuración social (3.3)
ESTUDIO DE CASO
• Capitulo 4 -Patrón de las nuevas guerras en África Subsahariana
• Capitulo 5 -Contextualización en la República Democrática del Congo (RDC)
.Historia reciente y descripción de las facciones en conflicto (5.1)
.Descripción de la violencia sexual y los crímenes de guerra (5.2)
.Situación actual de la pandemia del SIDA en RDC (5.3)
SOLUCIONES
* Capítulo 6. -Soluciones: papel de la sociedad civil, sobre todo mujeres en la
solución del conflicto
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA Y ANEJOS
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ABREVIATURAS:
ACNUR/UNHCR: Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados y
desplazados
AFDL: Alianza Democrática para el Congo-Zaire
AI: Amnistía Internacional
ARV: Antiretroviral (Tratamiento)
CEDAW: Convención para la eliminación de las formas de discriminación contra las
mujeres.
CD4: Linfocitos responsables de la inmunidad celular
CNR: Consejo Nacional de Resistencia
CRC: Convención de los Derechos de los Niños
CRFs: Formas circulantes recombinantes
DNA: Ácido desoxiribonucleico
RDC: República Democrática del Congo
FMI: Fondo Monetario Internacional
FNI: Frente Nacionalista Integracionista
HRW: Human Rights Watch
ICCPR: Convenio sobre Derechos Civiles y Políticos
MSF: Médicos sin Fronteras
ONG/ONGDs: Organizaciones no Gubernamentales/de Desarrollo
RNA: Ácido ribonucleico
SADC: Comunidad Sudafricana para el Desarrollo
SIDA: Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida
Siglas de los combatientes: Ver Anexo 3
UE: Unión Europea
UN: Naciones Unidas
UNAIDS/ONUSIDA: Asociación de las Naciones Unidas para el control del SIDA
UNITAS: Rebeldes de Angola
VIH: Virus de la inmunodeficiencia humana
WB: Banco Mundial
WCASV: Coalición de Mujeres contra la Violencia Sexual
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Capitulo 1
PATRÓN DE LAS NUEVAS GUERRAS (1)
Hoy día existen pocos conflictos armados en los que luchen ejércitos profesionales de
dos naciones. La mayoría de las guerras ocurren en un mismo país y están
provocadas por el control del poder político o de los recursos naturales. A veces, hay
más de una disputa activa en la que participan gran variedad de actores con objetivos
diferentes. Frecuentemente son grupos armados, milicias, o grupos paramilitares
enfrentados a las fuerzas del gobierno del Estado o combatiendo entre ellos. También
hay “Señores de la guerra”, bandas criminales organizadas, fuerzas policiales,
mercenarios, ejércitos privados de seguridad e incluso sicarios. Son también
determinantes en estos conflictos empresas transnacionales con intereses en la zona,
traficantes de armas, fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz,
organizaciones humanitarias (integradas principalmente por ONGs y Agencias de
Naciones Unidas-UN), medios de comunicación, mediadores internacionales y países
donantes. Por esto, las actuales guerras son una auténtica telaraña en la que se
intrincan intereses y responsabilidades, y en las cuales es fácil alimentar el ciclo de la
violencia desde los despachos. En algunos países, además, las guerras coinciden con
la desintegración del Estado lo que permite la creación de estructuras político-
administrativas-económicas de carácter paralelo.
Otra característica de los conflictos modernos es que la población civil se ha
convertido en el principal objetivo a eliminar, por ser la base social del adversario o
simplemente para causar la mayor destrucción posible. De este modo, el respeto al
Derecho Internacional Humanitario brilla por su ausencia. La violación sistemática de
los Derechos Humanos se ha erigido como una auténtica “arma de guerra”, y las
mujeres y los niños son las principales víctimas. Torturas, minas antipersona, saqueo
y quema de poblados, creación deliberada de hambrunas para forzar el
desplazamiento o la inanición de las poblaciones, abusos sexuales de todo tipo, de
forma predominante -aunque no exclusiva-, sobre la población femenina, secuestro y
asesinato indiscriminados, suelen ser prácticas habituales de los beligerantes.
La utilización de armas ligeras más manejables, que acercan la violencia de todo tipo
al ámbito doméstico y el reclutamiento de menores de ambos sexos para el combate y
la esclavitud sexual, son dos características añadidas, así como la explotación de las
diferencias raciales, étnicas, religiosas, culturales o políticas con la intención de
enfrentar comunidades.
En este contexto la violencia sexual es particularmente útil como arma de guerra. Las
mujeres de un grupo particular pueden ser identificadas para ser violadas,
comprometer su integridad y capacidad reproductiva, y para aterrorizar y diezmar a
poblaciones enteras. Un dramático efecto secundario de estas violaciones en los
países del África subsahariana, es la alta probabilidad de que las víctimas
supervivientes acaben infectadas por enfermedades de transmisión sexual y entre
ellas por el VIH. Esta circunstancia, en muchas regiones africanas supone una lenta
sentencia de muerte para la población atacada y su descendencia, al mismo tiempo
que conduce a un incremento en la diseminación de una enfermedad mortal.
RESUMEN. Características de las guerras: Intereses y objetivos diversificados.
Múltiples actores. Ataque a la población civil. Armas ligeras y proximidad de la
violencia. Efecto letal de las infecciones en la población.
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Niños víctimas de la guerra
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Capítulo 2
VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA GUERRA
“La paz esta indisolublemente unida a la igualdad entre las mujeres y los hombres” (1)
Declaración y Plataforma de Acción de Beijing
“Las condiciones de vida de las mujeres en los ámbitos de la educación, la salud, la
alimentación, son con frecuencia ya en tiempos de paz, muy inferiores a las de los
hombres. Por lo demás las mujeres son muy a menudo objeto de violencia en el seno
de su propia familia o sociedad, o por parte del Estado. Cuando estalla la guerra se
exacerba el clima de tensión, se deterioran las condiciones de vida y las mujeres se
vuelven especialmente vulnerables sobre todo si están embarazadas o tienen niños de
corta edad.” (2) Comité Internacional de la Cruz Roja, “Las Mujeres y la Guerra”.
Causas de la violencia:
La evidencia más devastadora de la agresividad humana, se da en el plano colectivo.
Las guerras entre grupos han sido siempre manifestaciones habituales de la conducta
de nuestra especie. Frecuentemente nos preguntamos cómo sujetos aparentemente
normales pueden ser capaces de las mayores atrocidades durante una guerra. Una
posible explicación de base psicológica es que los humanos establecemos vínculos
con “el extraño” primero con los individuos que sentimos biológicamente próximos, y
después por afiliación “al grupo”. En este contexto, el mensaje: “hay que defenderse
de los enemigos” desencadena mecanismos automáticos de alarma en nuestro
cerebro. Entonces el individuo se anula y se actúa en nombre del grupo propio. El ser
humano puede eliminar las respuestas de empatía con los individuos de la misma
especie cuando percibe que está en juego la supervivencia grupal. Pero, en la
mayoría de ocasiones esta supervivencia no está realmente amenazada, sino que la
información ha sido voluntariamente manipulada con fines diversos, la cohesión del
propio grupo o fines espurios. Es en este entorno cuando cobra especial importancia la
propaganda, pudiéndose emitir mensajes de alarma que calan rápidamente en
cerebros especialmente diseñados para recibirlos. Lo que podría ser sólo una
conducta inadecuada individual con una falsa percepción de peligro –paranoia-, pasa a
ser, si se transmite con habilidad por los dirigentes, una paranoia colectiva. En la
época actual la gran cantidad y diversidad de formas de comunicación multiplica
exponencialmente la difusión de las alarmas, muchas de ellas falsas, en la sociedad
(3). La violencia entonces puede ser dirigida de forma indiscriminada a toda la
sociedad, o seleccionada específicamente contra grupos humanos más débiles,
minorías o mujeres.
Violencia de género/violencia de género en las guerras:
La violencia contra las mujeres en tiempo de guerra está relacionada con la violencia
contra ellas en tiempo de paz. Raramente las mujeres tienen las mismas posibilidades
económicas, derechos políticos, autoridad y control sobre sus vidas que los hombres
de su entorno. Cada día y en todas partes, algunas mujeres son asesinadas por el
mero hecho de serlo. En los últimos años movimientos de mujeres de distintos países
vienen denunciando los “feminicidios”, un concepto que pretende dar cuenta de su
especificidad, del hecho de ser crímenes sexistas.
"Al igual que el concepto de violencia hacia las mujeres, se trata de un concepto
acuñado como resultado de nuevos enfoques, de una nueva comprensión de prácticas
que no resultan nuevas. Mientras que el concepto de violencia sexista tiene ya varias
décadas, el de feminicidio es más reciente: cuestiona los argumentos que tienden a
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disculpar y a representar a los agresores como 'locos' o a concebir estas muertes
como 'crímenes pasionales', o bien, a atenuar su importancia en el caso de situaciones
de conflicto o guerra, como si estos contextos justificasen por sí solos la trasgresión a
las más elementales normas sociales." (4) (Silvia Chejter, "Feminicidios e impunidad",
2005)
Los conflictos armados exacerban el status de desigualdad dando alas a unas
condiciones de mayor discriminación y violencia. La militarización refuerza el
estereotipo sexista y una diferenciación rígida entre los roles. Los conflictos producen
además una deprivación económica severa, situación en la cual la población civil –y
especialmente las mujeres- se pueden volver totalmente dependientes para su
supervivencia, de las autoridades, las fuerzas de ocupación, los guardianes de la paz
o los trabajadores humanitarios, resultando por tanto muy vulnerables a todo tipo de
explotaciones incluida la sexual. En estas situaciones los derechos civiles
desaparecen conduciendo aún a una situación de mayor desamparo.
En todas las culturas la violencia de género se manifiesta en la retórica de los
gobiernos y de los líderes religiosos o comunitarios. Esta retórica puede contribuir a la
escalada de violencia durante el conflicto. La violencia contra las mujeres en la guerra
es generalizada y a menudo sistemática (5) y se comete antes, durante y después de
los conflictos. Antes, el aumento de las presiones sociales puede hacer que se
incremente la violencia contra los más débiles. Esto podría servir como un mecanismo
de alerta para objetivar que probablemente va a estallar un conflicto en una zona
determinada. Durante el conflicto, los abusos basados en el género son la violación y
otras agresiones sexuales, la infección deliberada por el VIH-SIDA, la mutilación
genital, la esclavitud sexual, el embarazo o aborto forzados, los abusos cometidos
delante de otras personas o para coaccionar a familiares varones, los secuestros o
daños efectuados a los hijos o el reclutamiento de niñas soldado. También la
denegación de ayuda, la carencia de alimentos o de asistencia médica, y la esclavitud
doméstica. Post-conflicto, destaca la percepción de las víctimas como seres
deshonrados, y los homicidios o suicidios por asuntos del honor “mancillado”.
Algunas categorías de mujeres corren riesgos especiales: niñas, mujeres desplazadas,
mujeres en edad fértil o discapacitadas, minorías étnicas, mujeres pobres, activistas,
inmigrantes, prisioneras de guerra, o madres de niños nacidos como consecuencias
de violaciones previas. Las mujeres, a nivel individual, pueden ser asimismo atacadas
por ser líderes comunitarias o por las actividades de sus parientes varones. Por ser
activistas por la paz, mediadoras en los conflictos, defensoras de los derechos
humanos o trabajadoras sociales. Todos estos ataques están ligados al género.
Los perpetradores de estos atropellos son un amplio abanico de personas: soldados
gubernamentales, milicias armadas o facciones rivales que se van turnando en la
violación masiva, jefes de los ejércitos, delincuentes, miembros de la propia familia o
incluso personal de ONGs o de los cuerpos de paz de las UN.
La discriminación y la violencia basadas en el género no son sin embargo incidentales
o casuales sino que están impregnadas en todo el funcionamiento de la guerra. No
nacen espontáneamente sino que son actos ordenados, perdonados o tolerados como
resultado de un cálculo político. Muchas veces los crímenes son cometidos por
individuos que saben que no serán castigados, y que actúan con total impunidad. Pero
esta violencia que ha sido endémica en todos los conflictos bélicos a través de la
historia, no debe ser intratable o considerada como un efecto inmodificable del
destino.
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A pesar de su ubicuidad, la naturaleza de la violencia de género en el contexto de
militarización y conflicto, ha sido ignorada por historiadores y público en general. Las
experiencias de las mujeres clásicamente se han marginalizado de la agenda política y
de los derechos humanos. Se ha considerado mayoritariamente que es un asunto de
la esfera privada. De hecho muchas mujeres no han denunciado ni denuncian los
hechos por tener poca confianza en la justicia, o por vergüenza y miedo al rechazo y a
la estigmatización social.
Violencia contra las mujeres como violación de los derechos humanos:
Los feminicidios en las guerras, son en muchas ocasiones asociados a violaciones
masivas, como los ocurridos en la ex Yugoslavia, Rwanda y República Democrática
del Congo, por citar sólo algunas situaciones de las últimas décadas. La violencia
contra las mujeres está reconocida como una violación de los derechos humanos en
muchos acuerdos y tratados internacionales, regionales, y compromisos nacionales,
que deberían servir como herramientas y garantías reales para trabajar hacia la
prevención de estos crímenes.
1. Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra
las mujeres. CEDAW. Protocolo original 1979-99 (6)
2. Declaración de la UN sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres.
1993 (7)
3. Plataforma de la Conferencia Mundial de la ONU sobre las mujeres. Beijing
1995 (1)
4. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (entró en vigor en el 2002).
Define la esclavitud sexual y la violación como crímenes de guerra. En una
revisión posterior se incluyen los crímenes contra el honor (8) .
5. Declaración del Milenio de UN (2000). Plantea combatir todas las formas de
violencia contra las mujeres (9).
VIOLACIÓN COMO ARMA DE GUERRA. Documento de AI (5)
A veces todas las partes en conflicto cometen violaciones, pero a veces lo hace más
una parte que la otra. La violación se utiliza para alcanzar objetivos específicos,
conquistar, expulsar y controlar a las mujeres y sus comunidades en tiempos de
guerra. Como forma de tortura se usa para conseguir información, castigar y humillar.
Para despojar a las mujeres de dignidad y destruir su identidad, para aterrorizar y
destruir comunidades enteras y para demostrar a los varones que han sido incapaces
de defender la comunidad y obligar a la población a desplazarse. Mujeres y niños son
el 80% de las víctimas de estos desplazamientos quedando expuestos a grandes
privaciones y a la violencia sexual. Para vaciar las tierras de una población, a los
hombres se les mata y a las mujeres se las viola. Y se las ataca por ser portadoras de
la siguiente generación. Se destruye su capacidad reproductora o se las embaraza de
los hijos de los enemigos. La violación puede ser un elemento de genocidio.
La violación y otras formas de violencia sexual suelen permanecer ocultos durante
décadas. Los efectos y el trauma de la violación van más allá de la propia agresión.
Las sobrevivientes padecen sufrimiento emocional, daños psicológicos, lesiones
físicas, enfermedades, y ostracismo. Las actitudes que soportan impregnan la
sociedad entera, ya que no sólo son escarnecidas y abandonadas por los varones sino
que pueden ser despreciadas por otras mujeres. Pueden ser consideradas no aptas
para el matrimonio en países donde su bienestar depende directamente de su relación
con los hombres. Aparte de la posibilidad de morir, las consecuencias físicas de la
agresión sexual, que suele ser brutal, deja múltiples secuelas, mutilaciones, desgarros
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o lesiones genitales que dejan fístulas e incontinencias, embarazos no deseados,
infecciones venéreas o SIDA. Además, en muchos países donde se ha utilizado la
violación como arma de guerra, como en la zona de los Grandes Lagos incluyendo la
República Democrática del Congo (RDC), los servicios médicos no son gratuitos y
están lejos de los poblados y a las mujeres les cuesta acceder a ellos. La negación de
estos servicios agrava severamente la vulneración de los derechos humanos que han
sufrido previamente. El riesgo de la propagación rápida del VIH aumenta de forma
dramática, dado que el carácter violento de las agresiones sexuales hace que sea más
fácil la infección viral.
Las mujeres no deberían ser vulnerables por su condición de mujeres. El uso de la
violación en un conflicto refleja las diferencias que las mujeres afrontan en su vida
diaria en tiempos de paz. Mientras los gobiernos no tomen la responsabilidad de sus
obligaciones para asegurar la igualdad, y terminen la discriminación en contra de las
mujeres, la violación continua siendo una de las armas favoritas del agresor.
”El tema de la violencia contra las mujeres sigue marcado por dos aspectos
importantes: el tema de la impunidad y el de la implementación de los mecanismos,
que en última instancia deberían ser parte de una nueva visión que incorpore, junto al
marco de los derechos humanos, las conexiones con los temas y las organizaciones
que trabajan por la paz, la justicia económica y la seguridad”. “El estatus de las
mujeres de todas las regiones y las diversas violaciones a sus derechos humanos que
antes estaban ocultas y silenciadas han salido a la luz, ligando los movimientos locales
a un movimiento de mujeres global que sigue creciendo. Es momento de cerrar el ciclo
de la victimización para abrir el del empoderamiento y permitir que las mujeres se
sientan sujetas de derechos capaces de enfrentar un sistema de justicia altamente
sexista, racista, clasista y homófobo.
("Humanidades, derechos y violencia de género", Ana Elena Obando) (10)
RESUMEN: Violencia en la guerra nace de violencia en época de paz. Feminicidios:
crímenes sexistas. Exacerbación de la desigualdad y de la dependencia. Mayor
radicalización de roles. Violación como destrucción psicológica y física del enemigo y
su descendencia.
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Description:Su tragedia es la cara femenina de 10 años de guerra en el Congo. 39 Keele BF, Van Heuverswyn F, Li Y et al. Science, 2006; 313: 523-6. 4.