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LOS DERECHOS HUMANOS
EN UN CONFLICTO DE BAJA INTENSIDAD
Carlos Reynaldo López Nuila
323.409 728 4
L864d López Nuila, Carlos Reynaldo, 1938-
Los derechos humanos en un conflicto de baja intensidad / Carlos
sv Reynaldo López Nuila. - - 1ª. ed. - - San Salvador, El Salv. :
Universidad Tecnológica de El Salvador, UTEC, 2018.
266 p. : il. ; 21 cm.
ISBN 978-99961-48-93-4 (impreso)
1. Derechos humanos-El Salvador-Historia-Congresos conferencias,
etc. 2. Seguridad ciudadana-El Salvador-Aspectos sociales.
I. Titulo.
BINA/jmh
Autoridades Utec
Dr. José Mauricio Loucel
Presidente Utec
Lic. Carlos Reynaldo López Nuila
Vicepresidente Utec
Ing. Nelson Zárate
Rector Utec
Licda. Noris López Guevara
Vicerrectora de Investigación y Proyección Social
Los Derechos Humanos en un conflicto de baja intensidad • Carlos Reynaldo López Nuila
Aracely Pérez de Hernández
Revisión de textos
Guillermo Contreras
Diseño y diagramación
Impreso en El Salvador
PRIMERA EDICIÓN Por Tecnoimpresos, S.A. de C.V.
300 ejemplares 19 Av. Norte, nº. 125, San Salvador
Septiembre 2017 Tel.(503) 2275-8861
DEDICATORIA
En memoria de mis hermanos Ricardo y Roberto asesinados impune-
mente; de los compañeros generales, oficiales, clases, tropa, agentes
y guardias que ofrendaron su vida por la patria. De igual manera con
profundo pesar, por las inocentes víctimas civiles sacrificadas por un
ideal fallido.
PRÓLOGO
El Alto Mando de la Fuerza Armada de 1979 y años siguientes, estaba
constituido por el Señor General Jaime Abdul Gutiérrez, Señor Gene-
ral José Guillermo García y Señor Coronel Nicolás Carranza, quienes
asumieron el cumplimiento de la disposición constitucional establecida,
tomando como criterios de su aplicación los señalamientos de la procla-
ma de la Fuerza Armada, en donde los Derechos Humanos figuraban
como un propósito serio de respeto y vigencia.
De conformidad con ese antecedente, este es un trabajo de recopi-
lación que permite conocer la actitud constante sobre la justa dimensión
del compromiso de la Fuerza Armada, en favor de los Derechos Huma-
nos en sus diferentes aspectos de divulgación, educación, vivencia y
sanción por infracción. Ello requería no solo una expresión de buena
voluntad, sino asumir con entereza profesional, la responsabilidad de
cumplir con lo declarado y hacer efectiva la promesa de construir una
sociedad libre, partiendo del propósito de dar vida al ejercicio pleno de
los Derechos Humanos que son la savia viviente de la democracia. Su
preferente atención fue prueba del interés y cumplimiento de los mis-
mos, por cuanto el compromiso lo era con cada salvadoreño y con el
devenir de nuestra nación.
Los Derechos Humanos son tan antiguos como el hombre; su reco-
nocimiento se remonta a la misma época de su aparición y su observan-
cia ha pasado por una evolución propia de la práctica de la moral en las
diversas civilizaciones que han poblado el mundo.
Debemos entender que la guerra es la negación de la vida, la con-
vivencia y el derecho. Todo conflicto armado como el vivido contra el
FMLN, significa muerte, dolor, daños, miedo, incertidumbre y desespe-
ranza. Cuando el conflicto tiene carácter de total, no hay mayor ni menor
intensidad, lo que hay es lucha armada sin cuartel ni condiciones y las
víctimas no lo son solo los soldados y los terroristas; también lo son
los civiles; mujeres, niños, ancianos, obreros, campesinos, comercian-
tes, empresarios; también implica daños a los bienes, no solo públicos
como hospitales, escuelas, alcaldías, centros de energía y comunica-
ciones; también sufren los efectos dañosos las fábricas, ingenios, be-
neficios, comercios, transporte, las viviendas y hasta las humildes mo-
radas del pueblo en general. Asimismo, las carreteras y puentes sufren
el ataque artero con el fin de provocar destrucción a la vida productiva y
de interelación social del pueblo; el desempleo se agudiza, el desabas-
tecimiento aparece y el espíritu de lucha por una vida próspera pierde
oportunidad y motivación.
Se trata de obligar a la rendición de todos no por la fuerza de la
razón sino por la razón de la fuerza. Nunca han construido nada para el
pueblo, ni jamás han prestado un servicio público de educación, ni un
servicio médico, ni cualquier otro gesto de ayuda solidaria, pero están
dispuestos a matar y a destruir todo lo que puedan; la consigna es eco-
nomía cero, no importan los muertos, ni los daños presentes y futuros,
lo único importante es conseguir el poder e imponer su ideología, sin
derechos, sin garantías y sin esperanza de libertad.
Durante doce años vivimos una situación anormal de privaciones y
temores; el país perdió impulso y dinamismo, se cortó la inversión na-
cional e internacional; el turismo recreativo disminuyó y solo llegaba el
turismo de mercenarios, activistas y periodistas con agenda sesgada;
hasta el carácter amistoso y de servicio de nuestra gente se apagó; apa-
recieron nuevas actitudes de recelo, violencia y ventajismo. El Salvador
cambió para peor; lejos quedaron los tiempos de paz y avance econó-
mico; ahora la confusión, la falsedad, la corrupción, la incompetencia e
ignorancia son los factores concomitantes del ejercicio político para al-
canzar el poder. Las nuevas clases de delitos como narcotráfico, trata de
gentes, lavado de dinero, el abuso sin límites ni compasión, son vivencias
de cada día en todas partes, desde la cumbre hasta el último rincón del
poder. Sufrimos una incrementada delincuencia de ideología diferente
pero con las mismas tácticas de muerte, extorsión, destrucción, control
territorial y temores del pasado; el país pierde su vocación trabajadora
y la pacífica convivencia; cambia la conducta de respeto a la ley y a las
buenas costumbres; todos viven alterados ante la amenaza de la renta
y del ataque alevoso. Hoy, El Salvador es un país sin alma y sin futuro;
se negoció el fin del conflicto por una paz efímera, sin compromiso de
respeto ni voluntad de alcanzarla. Ciertamente tenemos elecciones y al-
ternabilidad en el poder, pero nada nuevo se construye; las instituciones
se degradan y pierden el fin de sus propósitos con la desviación de au-
toridad que conlleva la deshonestidad e incompetencia profesional para
cumplir el servicio público esperado.
Como consecuencia de ese proceso político perverso de entregar
toda la prosperidad a los dirigentes y sus patrocinadores y toda la ad-
versidad para el pueblo, los Derechos Humanos han perdido presencia
a causa de la falta de respeto e interés de la clase política. La vida de
los salvadoreños ha perdido valor; si no se paga la extorsión, si no se
respetan los límites del territorio usurpado; si no se comparten los prin-
cipios de la mara dominante se paga con la vida. La muerte acecha
en cualquier camino o carretera; en cualquier esquina o en cualquier
autobús; es peligroso el día y noche, el desplazamiento solitario o en
grupo. El objetivo puede ser tanto la mujer, como el niño; el anciano,
el humilde trabajador; todos están sometidos a la insidia del facineroso
que arropado en la impunidad del grupo y del miedo de sus víctimas
acumula delitos como hechos heroicos de su maldad. Todos los Dere-
chos Humanos están en crisis de vigencia; no solo los derechos civiles
y los derechos políticos; también los derechos económicos, los dere-
chos sociales y culturales, y asimismo, los derechos vinculados con la
solidaridad como el derecho a la paz, al desarrollo, a una vida digna, a
un mejor ambiente y otros más.
Ante este caos sin fin que carcome nuestra cotidianidad y nuestro
esperado mañana, solo es posible de solucionar con una concertación
nacional de sacrificio, trabajo y voluntad. Necesitamos una clase políti-
ca capaz, responsable y comprometida con la paz social y el progreso
de nuestra nación; necesitamos dirigentes del país con capacidad de
planificación, administración y eficacia de concreción. Necesitamos ins-
tituciones organizadas con voluntad de servicio y objetivos claros. Ne-
cesitamos funcionarios calificados en su formación profesional y com-
petente en su desempeño, que se distingan por su espíritu de trabajo,
honestidad y entrega a la causa del desarrollo; necesitamos líderes de
la sociedad civil con iniciativa ciudadana; necesitamos empresarios
emprendedores para recuperar nuestra capacidad productiva; necesi-
tamos obreros y agricultores dedicados que prosperen con la calidad
e intensidad de su trabajo. Necesitamos un pueblo con un renovado
espíritu de superación que unido por el propósito de salvación nacional
sea capaz de ejercitar la soberanía popular, cuyo máximo poder le per-
mite exigir un liderazgo calificado para constituir un gobierno compe-
tente en el ejercicio del poder; honesto en el manejo de la cosa pública;
comprometido con los objetivos de orden, paz, justicia y prosperidad y
respetuoso de los Derechos Humanos de nuestro pueblo.
Es el momento de que aprendamos del pasado, cuando fuimos el
pueblo líder de Centroamérica, de que recobremos nuestra realidad de
paz y prosperidad a partir de nuestro impulso empresarial, el empeño
laboral y la visión de gobernanza para un país fuerte y próspero, que
debe promocionar la esperanza del bien de todos los salvadoreños,
que afanosamente creen merecer un destino mejor.
CONTENIDO
El Conflicto Armado .............................................................................13
Código de conducta de los miembros de la Policía Nacional
aprobado por el Alto Mando de la Fuerza Armada .............................24
Participación en seminario de Seguridad del Estado,
Derechos Humanos y Derecho Humanitario.
Informe al Señor Ministro de Defensa y de Seguridad Pública ...........27
Toma de Posesión de la Comisión de Derechos Humanos .................40
Palabras de clausura del Seminario sobre Derechos Humanos
impartido en la Policía Nacional ...........................................................45
Propuesta a la Comisión de Derechos Humanos
de Carta Fundacional de Principios .....................................................51
Los Derechos Humanos y el Estado
Conferencia dictada a la Asociación Nacional Indígena .....................56
Proceso del cambio institucional hacia la profesionalización ..............65
Circular No. 001 ...................................................................................70
Circular No. 002 ...................................................................................75
Circular No. 003 ...................................................................................78
Circular No. 004 ...................................................................................80
Circular No. 005. Para todo el personal de la Seguridad Pública .......82
Informe de los integrantes de la Comisión Gubernamental
que estuvo en Ayagualo en el Segundo Encuentro por la Paz ............91
Clausura del Curso de Alfabetización para miembros
de la Seguridad Pública .......................................................................94