La maravillosa imagen de la Madre Santísima de la Luz

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EX L I B RI S
HEMETHERII VALVERDE TELLEZ
Episcopi Leonensis
LA .MARAVILLOSA IMAGEN
MADRE SANTÍSIMA BE LA LDZ
. 1ÍTM.O,
.O'HONACIÓN
K. P. LAUREANO VERES ACISVEDO,
OH LA COMPAÑÍA D1C JKSCS.
Maravillas» Imagen .!<• «T,A MADRE SANTISIMA DE LA LUZ.» qn« vencracn I»
Ctinlral (ir I,.ón (üfósloo). Fue pintada en la primera mitad del Sislo XVH1.ru
Falcrnw (Sicilia ). n.vl'.AH pfrMa.lt la Sauiiiimu Vi,ytn, la.ll.iite .le lii-rni(Miir.iy <le
majestad, y sólo verde mu» turnia religiosa. l¡i mal dahn la? señas v bacía
íu»eouvcmeul©»i>l>serracion?B al artista, cupodirigía de nrni manera inesta-
ble la vUsilal Señora. Terminado el retrato, la Inmaculada fieiun iiiwlró eomplu-
dda. U bendijo y «fe con tifo rl poder de harrr n> Hay/i*.'
Fué eveonada rsia portemos Imanen, «on autorización y cu nombre
del Samo 1'ontíBoe I.KOX XIII, por el lllmo. Sr. I>on Leopoldo Buiz, 01>¡>i*» de León.
<im ¡»i* tnncia do cuíco áiíobísixi* y onwObwpos Mexicano*, en lii Catedral de León,
el 8 deOctuliie de 193-'.
h \ b 'fe O
H-
AL LECTOR.
Una <le las sagradas imágenes de la Inmacula-
da Madre de Dios, que más devoción lian desper-
tado siempre en la piadosa Nación Mexicana, es
la portentosa Pintura de La Madre Santísima de
la l.uz, que desde el año 1732 es venerada en la
ciudad de León. En referir su interesante historia
Se jsvohibe la .eimprestón de e=te libro, cava propiedad queda y en agradecer y cantar las maravillosas gracias
aburada con arreglo á la ley. que por medio de ella se ha dignado dispensar
la amabilísima Virgen María á sus devotos, hánse
empleado con tierno entusiasmo y con acierto y
sabiduría, escritores eminentes y piadosísimos;
y mucha es, sin duda, la honra que á la celestial
Señora proporcionaron con sus celebrados escri-
tos. que cada dia van haciéndose más raros, por
desgracia.
•Acercándose la época, por tanto tiempo suspi-
rada. de la solemne Coronación de esta antigua y
milagrosa Imagen, tan venerada en todo el pue-
blo mexicano; y deseando que en ella sean cada
día más y más conocidas y admiradas- por todas
partes las glorias de nuestra Madre Santísima-dé
la Luz. nos hemos propuesto con su auxilio, es-
cribir brevemente su historia, defender de una
manera razonada la conveniencia, oportunidad y
justicia de su amable título de "Madre Santísima
de la LKS." recordar á grandes rasgos el culto Voy á anunciarla motivos de gozo, y á manifes-
que en diferentes épocas le han tributado agra- tarle este admirable misterio. Llegaré, la saluda-
decidos v entusiastas los pueblos, y proponer a ré, y entonaré esta dulce salutación: "Dios te
la piedad délos fieles algunas prácticas de devo- salve,gózate,alégrate."—Y cierto, que asi convie-
ción. que en ellos conserven y acrecienten en lo ne saludar, dice el Santo, á la Reina amabilísima
posible el ardoroso y filial amor, que cada día los del cielo; porque este es asunto <!e gozo, motivo
una con lazo más estrecho á esta tierna y dulcísi- de tranquilidad y principio de consuelo.
ma Madre. Incomparablemente, mayor razón r.os cabe á
Al proponernos, sin embargo, esta empresa de nosotros para temer, al hablar de esta Inmacu-
tan elevada Importancia, para la cual se necesitan lada y poderosa Reina, cuya santidad y grandeza
más altas dotes y mas probado y encendido amor, están muy por encima de todos los elogios; pues,
confesamos que líos asaltan gravísimos temores, como dice San Pedro -Datnianotodo cuanto de
y esto con tal violencia, que á veces nos sentimos ella pueden decir los mortales, no podrá rnmea
como desfallecer. Anímanos, por otra parte, la igualar los méritos de su grandeza.
inenarrable bondad de esta Madre, sobre toda Cero, si alta é inconcebible es su grandeza, ili-
ponderación amabilísima, y recordamos compla- mitada debe ser también la confianza con que á
cidos aquellas palabras con que .San Andrés de Ella debemos acercarnos, para ofrecerla nuestros
' Creta1 pinta de algún modo la actitud del arcán- pequeños obsequios y suplicarla el remedio de
gel San Gabriel, cuando se disponía á comunicar nuestras miserias. Asunto de gozo es también pa-
a la Virgen purísima de Xazaret la celestial em- ra Ella el que nos mostremos tiernamente agra-
bajada por la cual en nombre del Altísimo se la decidos al recordar sus cariñosos esfuerzos como
invitaba á que prestase su consentimiento para Madre Santísima de la Luz para aliviar nuestros
ser Madre del mismo Dios. dolores y procurar, sobre todo, nuestra salvación
";Cómo ejecutaré, pensaba él. el decreto su- eterna. "Hay una roca tres veces solidísima, dice
premo? ¿Entraré á prisa en la habitación.de Ma- San Bernardo2, sobre la cual se funda la confian-
ría, ó iré con paso lento? ¿Llamaré á la puerta, za de los hijos de esta Madre de amor; descanso
ó abriré sin tocar? ¿Nombraré á la Virgen, ó la que gozan con tanta mayor seguridad, cuanto
.hablaré sin nombrarla? Dirigiré mis pasos según que no puede existir temor alguno que los con-
la inspiración del que me envía. V ¿cómo me turbe. La primera, es la admirable caridad que la
acercaré á Ella? ¿Le anunciaré motivos de gozo, impulsa á recibirlos en el número de sus hijos,
ó le dirc simplemente qué en Ella habita el Se- sin que á ello se sienta atraída por sus méritos ni
ñor-? ¿Le significaré la venida del divino Espíri- obligada por servicios que la hayan prestado. La
tu. y que la virtud del Altísimo le hará sombra?
1 flomil. 16. de Xativit H. Virg. Marine.
2 Serra. III. Deseptem Panibus-
1 Oral, de Almnnlial.
segunda, es la irrevocable promesa que lia empe- Virgen concebirá raí hijo. ¿Cómo, Profeta?—No
lo explico, diceporque esto queda reservado á
ñado de no abandonarlos jamás, sino interesarse
Gabriel. Muchos se empeñan en declarar distin-
por ello» hasta el fin. La tercera, es el poder que tamente los milagros de la Virgen; muchos de
tiene para hacer triunfar sus designios; podpr ellos, sin embargo, han sido omitidos. Por lo de-
que ninguna fuerza extraña puede impedir, ni re más, yo doy testimonio del futuro alumbramien-
tardar." to de una Virgen, Miqueas hablará de la región
He aquí por qué en medio de nuestra peque- y del lugar en que esto ha de verificarse; David
nez é insuficiencia nos sentimos alentados para indicará el tiempo, Gabriel el cómo."—No sin
recordar, en la medida de nuestras fuerzas, las razón dice de la sagrada Esposa el Espíritu San-
glorias V las bondades de nuestra Madre Santísi- to;2 "Tus ojos son como los cristalinas estanques de
ma de la Luz. ; Y pluguiese á Dios nuestro Señor ¡lesebon, situados en ¡a puerta más concurrida de las
que á ello se animasen también, haciendo á un gentes." Bien hubiera podido compararlos á los
lado recelos y temores, todos los que dotados de estanques ó piscina de Betsaida, cuyas aguas ve-
clara inteligencia y de ardoroso corazón pueden nia á agitar un ángel c<>da año 3, y el primero que,
proporcionar sobre la tierra alguna gloria más á después de movida el agua, entraba en la piscina, que-
esta Señora amabilísima, la más tierna y la más daba sano ile cualquiera enfermedad que tuviese."
Pero en esta piscina no sanaba más que uno,
dulce de las madres!
mientras que la piscina de Hescbon hallábase si-
Todos los hombres debieran alabar á María tuada "en la puerta más concurrida de las gentes."
cuanto les fuese dable; todos deberían esforzarse V á las aguas de esta, y no á las de Hesebon, se
en cantar sus grandezas y sus glorias; pues por U> comparan los ojos de María; porque las glorias
mismo que son tantas é inenarrables, ni uno ni de esta celestial Señora no uno ni varios, sino to-
muchos bastan para celebrarlas. Por eso. al vati- dos nosotros debemos empeñarnos en celebrar-
cinar Isaías el gran milagro de la fecundidad de las. Con mucha oportunidad, pues, llama San Ci-
una Virgen, limítase á decir:1 ''Sabed que una rilo4 á María "objeto de las alabanzas de los San-
Virgen concebirá y dará á luz un hijo." No deter- tos Padres y de los Doctores."
mina el tiempo, ni el lugar en que ha de verificar-
se tan gran prodigio, ni el nombre de la Virgen,
Había mandado el Señor á Moisés que cubrie-
ni otras circunstancias que pongan más de relie- se el sagrado tabernáculo, no solos con los velos
ve la singularidad de aquella maravilla. Es tal de oro. plata y seda que con este objeto ofrecían
la grandeza de María, que para ponderarla no
bastan uno ni varios; preciso es que muchos á la 1 Eusebio, hom. II, de Assumpt.
vez se dediquen á cantarla;2 "Sabed que una 2 Cant. VII, 4.
3 Joan,V, 4.
1 Isaiae, VII. 11. 4 Homil. V, ¡n Nestorium.
2 Theologia Mariana jactóte ChnstopboroVega.S.J. T.II. 3 Tht-olog. Mar. Palaestr. Prooem. Cert. II.
I'alaestra Prooemialis, Cert. II.
los ricos, sino también con los que hechos de lée- "Tú. á la verdad. mereces la muerte; perú yo no te
les de animales y tejidos de pelo de cabra rega- quito hoy la vida, por cuanlo llevaste el Area del Se-
laban los pobres; y esto tenia por objeto alentar ñor Dios delante de mi padre David." ¡ Empeño fe-
las esperanzas de todos y hacer que de esa ma- licísimo el de alabar, bendecir y glorificar á Ma-
nera sensible se persuadiesen los desheredados ría, y defender sus prerrogativas y sus glorias!
Con razón decía San Anselmo;1 "Es imposible
de la fortuna de que el Señor se complace en ser
que se salven aquellos de quienes la Virgen Ma-
el Dios de los humildes y de los desvalidos, tan- ría aparta los ojos de su misericordia; por esta
to como en serlo de los potentados y de los reyes. razón, preciso es que se. salven y sean glorifica-
Tabernáculo del di\ino Monarca de los siglos dos aquellos á quienes dirige sus clementes ojos,
es María; y sus gracias, excelencias y privilegios convirtiéndose en su abogada."
no los celebran sólo los doctores y los proceres
de la elocuencia, sino también el puebio humilde Singular distinción merecieron al divino Jesús-
y el más oscuro é ignorante campesino; porque sus tres apóstoles predilectos Pedro, Santiago y
Juan, cuando les permitió fuesen testigos de su
el campo vastísimo é inmenso de las alabanza» y
gloriosa Transfiguración en el monte Tabor; las
grandezas de esta Virgen purísima 110 puede re- razones de tan aprcciable singularidad indícalas
correrle jamás la inteligencia del hombre, ni aun sabiamente San Ambrosio cuando dice:- "Subió
la del ángel, ni alcanzaría nunca á ser medido por Pedro, porque recibió 'las llaves del reino de los
las sublimes investigaciones de todos los celestia- cielos: Santiago, porqué fué el primero á quien
les espíritus. Con elegante profundidad lo decía se concedió la elevación al solio sacerdotal; y
en bellísima composición métrica' el poeta Pe- Juan, porque le fué encomendada la Madre Purísi-
dro Commcstor. Los que á celebrar las glorias ma del mismo Dios." Y por esta última razón fue-
de este animado y bellísimo Tabernáculo dedican ron concedidas también á Señor San José gracias
su actividad y sus talentos, bien pueden esperar, singularísimas, como la de gozar en vida3 algu-
si continúan siendo heles, oír un día de la boca na vez de la visión beatífica y contemplar el cuer-
del Altísimo palabras semejantes á aquellas que el po glorioso de Cristo rmeslro Señor del mismo
rey Salomón dirigió un día al desleal Abiatar modo que en el Tabor le admiraran un día los
tres apóstoles.
.1 Si fieri posset, quod arenae, pulvis et undac,
Uudarum guttae. rosa, gemraae, lilia, flnmmae, Concédanos Su divina Majestad á todos nos-
Aethera, coclicolae, ni*, grando, seyus merque, otros el don precioso de su luz siempre que ha-
Ventornm pennae, volucrum, et pecudum genus omne,
Sylvamm rami, Irondes, avium quoque pennae, yamos de alabar á su Purísima Madre, y espe
C.ramina, ros, steilae, plsccs, angucs el aristae, cialmeirte en esta circunstancia en que con tier-
El lapides, montes, convalles, térra, dracones,
lQO.iluniaageeu stauieta vc sueinlt eqptuaiea tfnaotsra,e nnVeti,cr m gloiit ntReimreage indnceacs cMdriaabbreiitra e;a eptoasss. ent, 231 MIEnno LrSaoaleen.s ,, A cSn. .t9)o. .n Iinn oM. a4 tpth.,. tliilb. 115,, tcraapc.t .1 41., n§ ú7i.n . 14.
2 III Reg. II, 28.
nisima veneración nos proponemos recordar
amantes v, agradecidos los incalculables favores
con que lia regalado á sus devotos en esta mara-
villosa Imagen de "La Madre Santísima de la
Luz."
PARTE PRIMERA.
ORIGEN, TÍTULO Y CULTOS.
CAPÍTULO I.
ORIGEN DE LA PORTENTOSA IMAGEN
LA MADRE SANTÍSIMA DE LA Ll'Z.
PROTESTA DEL AUTOR.
En cumplimiento de los decretos de Urbano VIII, de 13 de Mar Es esta Imagen venerable una de las mas pre-
zo de 1625 y de 8 de Junio de 1634, protesto y declaro que á los ciosas en la católica región del Anáhuac, después
milagros, revelaciones particulares y demás gracias deque se hace mé-
rito en este libro, no inteuco prestar, n: que otros presten, más que de la sobrenatural Imagen de la Santísima Virgen
una fe puramente humana, sometiéndome desde luego en esto y María de (iuadalupe, que con tan tierna devoción
todo a! juicio de la snnta Iglesia Católica, Apostólica. Romana. veneramos en el histórico santuario del Tepeyac.
donde se dignó aparecerse llena de gloria al ven-
turoso neófito Juan Diego.
1.a amorosa piedad, con que en toda la Repú-
blica Mexicana, y especialmente en la religiosa
ciudad de León, es venerada la sagrada Imagen
de la Madre Santísima de la Luz, ha inspirado a
sus devotos, conceptos y epítetos bellísimos, con-
tenidos en unahojita titulada -• Diez minutósea pre-
sencia de ¡a Madre Santísima de ta Luz.* 1 Jan sido
para mí alguna vez ante aquella Imagen preciosí-
sima. de mucho aliento y de suavísimo consuelo: