Table Of ContentARTURO GAETE
LA LÓGICA DE HEGEL
Iniciación a su lectura
EDICIAL
La #oéocoplia naa-ta
allliltro • ••
Pero el lliltro caro
y cos-toso ma-ta al
ltolslillo ll. .e su y
-tralta;ador ;)
Diseño de cubierta: Julio Scutari
Primera Edición
· © EDICIAL S.A.
Rivadavia 739 -Buenos Aires
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
ISBN 950-506-230-3
IMPRESO EN LA ARGENTINA- PRINTED IN ARGENTINA
AGRADECIMIENTOS
Son muchas las personas que han colaborado de cerca para hacer este
libn) posible: colegas, alumnos, amigos que me han ayudado con su estí
mulo o bien económicamente. Quiero destacar algunos cuya colaboración
ha sido más decisiva. Por de pronto Pierre-Jean Laharricre (College Inter
national <.le Philosophie y CeQtre Sevres, París), que me ha acompañado
por años en el periplo de la Ciencia de la Lúgica. A nadie le debo mús
que a él. Lorenz Puntel (Universidad de Munich) me ayudó mucho en los
duros comienzos. Henrique de Lima Vaz (Universidad de Minas Geraes.
Bel o Horizonte) me brindó en la etapa de redacción consejos certeros, que
me aholl'aron u·abajo inútil y me permitieron terminar este libro en el pla
zo previsto. La calidad editorial del libro se debe a la colaboración inteli
gente y minuciosa de Ernesto Espíndola.
INTRODUCCIÓN
Este Hbro es una iniciación a la lectura de la Ciencia de La Lógica y
más exactamente a la primera lectura. La Introducción y los tres primeros
capítulos petmitirán al Jector con formación filosófica hacerse una idea de
lo que Hegel pretende en este libro. Los otros capítulos son para el que
quiere leer o, más exactamente. descifrar el texto de Hegel. Por i:azones
que se explicarán en la segunda parte de esta Introducción, la Lógica
ofrece una dificultad mayor que muchas grandes obras filosóficas. Pero
una vez salvadas estas dificultades, en las siguientes lecturas el lector se
acerca con sus propias claves hermenéuticas ..
¿Para qué sirve la Lógica'? Es claro que sirve, como Jo muestra la his
toria de los casi doscientos anos u·anscurridos desde su publicación. Pero
no es posible decir a priori para qué. En ella encontró Karl Marx las ca-
r: ; tegorías que le sirvieron para analizar el modo de producción capitalista.
Y en ella encontró Gastón Fessard cien ai'los después, las categorías que
le permitieron formular filosóficamente la experiencia de la libertad que
despliega Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales.
No es posible decir cuál sel'á el impacto de un g~nio filosófico cien o
dos mil trescientos anos después. Es lo que sucede, por ejemplo, con Aris
tóteles. Leído por Averrocs quince sjglos más tarde, le ayuda a este autor
a fonnular su visión de la vida en el contexto-del Islam. Y cien al1os des
pu~s ayuda a Tomás de Aquino a concebir la Suma Teológica, la mayor
obra filosófica que ha producido el mundo cristiano. Sin embargo, esto no
es relativismo. ~!l. J:;~. obra de un maestro no se encuentra de todo y Para
Jpdos los gustos. Hay que distinguir lo que él ha pensado y lo q.ue él ha
inspirado. Aristóteles pertenece a una familia espiritual distinta de la de
Platón. Pero no es acertado contraponerlos sobremanera. No por nada
Aristóteles pasó veinte años al lado de Platón. Se puede disentir sobre lo
que él pensó; pero dentro de ciertos límites. Otra cosa es lo que Aristóte
les ha inspirado a otms. Ahí el margen de diferencia es enorme, porque es
enorme la diferencia de contextos. Piénsese en el IV a.C., en el xn d.t . ·
y en los finales del siglo XX Distintos son también los interlocutores bá
sicos. Y ·distinta es también la creatividad del pensador.
JO LA LÓGICA DE llECEL
]j.n la vida el pensador elige sus interlocutores sólo hltsta cierro punto.
En buena medida le vienen dados. En el caso de Hegel hay uno que le es
dado: el gran Kant. Los elogios que le prodiga a lo largo de su obra sólo
se comparan con los que le dedica a Platón y a Aristóteles. (Estos do.~ no
se los impone su época, se los ha elegido él). El gmn pensador no hace
obra de filólogo con sus predecesores. A menudo encuentra lo que quiere
encontrar en ellos y que le ayuda a expresar mejor su discrepancia.
En la primera parte de esta Introducción nos acercaremos a Hegel a
partir de sus interlocutores. Por lo demás, Hegel se ha ocupatlo de hacer
lo: a ellos les dedica·casi todo el ··concepto Preliminar" de la Enciclope
dia (1830).
En la segunda parte voy a exponer la in luición central de la Ciencia
de la Lógica. Cuando un pensador comienza a escribir una gran obra sis
temática tiene delante de sf el núcleo de su pensar. El sahe desde la pri
mera página cuándo y cómo va a caer el telón. Esto ayuda mucho al lec
tor para saber, aunque sea en esbozo, hacia dónde enfila la proa el barco.
Finalmente daré unas ind1caciones prácticas sobre cómo compone He
gel. Una de las mayores· dificultades para la comprensión de un autor es
que uno espera que su pensamiento se mueva de manera semejante al pro
pio. Cuando leer a otro significa ponerse a la escucha de un modo de_pen
sar que no es el mío. Si uno lo s¡¡be desdc-ia.' pa~iiua. .s e dé.'l:._;ancccn mu
cha<; dificultades. La buena actitud de escucha puede compararse al radar,
que gira en 360 grados. Las señales pueden venir de cualquier lado: del
lado del contenido o deJ modo de cxposici6n de ese contenido. Esto no es
propio del mundo de la teoría. En todas las esfems de la vida ocurre algo
semejan re: en la guerra, en la terapia psiquiátrica, en la política, en la no
vela policial. En todo.
::--·~· 1
'Pero, antes de entrar en este desarrollo introductorio, quiero deshacer
un cqÜív.oco fundamental: la. Ciencia de la Lógica no trata de los concep
tos. Lo que en el lenguaje natural y en toda la tradición filosófica se Ba
rna conceptos Hegel lo llama representaciones (Vorstellungen). En ale
el
mán stellen designa dinamismo de poner algo delante, y la paitícula
vor refuerza este significado. En alemán concepto se dice Begriff. En la
prehistoria etimológica de esta palabra está la raíz germánica ghreib que
lt:· significa agarrar. De ahí_der Griff, la garra, y greifeo, agarrar. Lo que a
Hegel le interesa destacar no son los infinitos manojos de realidades que
amarran los conceptos universales empíricos y dispersos, sino el aga!Te
fundamental que genera sus propios conceptos, los que jalónim su recorri
do1. Sobre esto versará la L(lgica:~Por supuesto que el alemán corriente
1. Grnndsaígnes, p. 64.
.A/".
~
•\,'.'
INTRODUCCIÓN 11
no sospecha los rlos subterráneos que van por debajo de las palabras. Esa.
es tarea del filólogo y del filósofo ... alemán. En esta lengua no es raro que
.u na misma raíz tenga dos significaciones opuestas. Esto lo ilustraré con
el caso de apariencia (Schein) en el capítulo V.
Ya desde el primer párrafo de la Introducción a la Enciclo~edia de
1830 plantea Hegel la relación entre el concepto y la representación. Y lo
hace de manera muy matizada. Por una parte "la filosofía está privada de
la ventaja de que gozan las otras ciencias, de poder presuponer sus obje
tos, como concedidos inmediatamente por la representación, así como el
método ... " Pero no todo es "desventaja'' de la ftlosofía. "En verdad, ella
tiene sus objetos en común· con la religión. Ambas tienen por objeto la
verdad, y esto en el sentido más elevado, -en aquél según el cual Dios es
la verdad y él sólo-. En seguida, ambas tratan del ámbito de lo finito, de
la Naturaleza y del espíritu humano, de su relación mutua y de su relación
a Dios como a su verdad". Finalmente, desde el punto de vista del méto
do, la filosofía cuenta con el hecho de que la conciencia se hace primero
"¡·epresentaciones de los objetos antes de hacerse conceptos de ellos, e in
cluso que un espíritu pensante no accede al conocimiento y a la concep
ción pensante más que a través de la representación y volviéndose hacia
ella''. Desde ya se va perfilando la diferencia: la representación es algo
más simple que el concepto, es primero en el tiempo; pero las claves úl
timas de la. verdad de las cosns está en esta actividad que viene después,
la filosofía.
El contenido que llena nuestra conciencia. de cualquiera espe
cie que sen. constituye Jo determinidad de los sentimientos, iÓtui
ciones, im~gcncs, finc8, deberes, etc., pensamientos y conceptos.
Sentimiento, intuición, imagen, etc .. son en esta medida las formas
de tal contenido, que permanece unQ y el mismo. ya sea que sea
sentido, intuicionado, reprcsenUIC!o, querido, ya sea solamente sen
tido, o bien sentido. intuicionado. etc., con mezcla de pensamiento
o pensado totalmente sin mezcla. En cualquiera de-estas formns o
en la mezcla de muchas. el contenido e.~ el Qbjeto de la conciencia.
Pero en esta objetividad ·las d.etermlnldodes de estas formas se
juntan al contenido; de tal manera que scgón cada una de estas
fonnas un objeto particular parece surgir y lo que es en sí la misma
cosa puede aparecer como un contenido divcrso2. ·
Lo que aquí me interesa es mostrar la distancia que va de Kant a He
gel en lo que toca a las formas y al contenido. Según Kant las categorías
ordenan un ¡natelialsensibJe desde afuera. Querer ir más adentro es un
viaje sin retorno, hacia puertos envueltos en la bruma. -¿Y qué se gana
2. Ene. &3. El sentido de.términos como sentimiento, intuición, representAciÓn,
tendencia, voluntad, etc. se explicará en el c. VIII.
12 LA LÓGIC!I DE HEDEL
con ordenar extrínsecamente el material sensible?-. Se gana qur;,: se lo
puede manejar: ya hemos ido a la Luna y estamos explorando el sistema
solar con miras a su explotación índustrial._¡,l.e p:u·cce poco?
Para Hegel los contenidos son penetrables por el entendimiento y la
razón y lo son de múltiples maneras. Por eso se impone un discurso a va
rios niveles sobre las formas. Esto Jo hace de diversa manera en la Feno
menología del Espíritu, en la Ciencia de la Lúgica y en la Enciclope
dia. Aquí nos referiremos a la diferencia entn~ la rcprcscntaciún y el con
cepto. En el capítulo Ylll .. La teleología" expongo de manera abreviada
el análisis que Hegd hace en la Enciclopedia, en el Espíritu Subjetivo. de
categorías como intuición, sentimiento, rcprescnlación. tendencia, volun
tad. cte. Aquí engloba todns estas formm> bajo el nombre de representa
ción, entendido en sentido :.1mplio.
·'La filosofía pone en lug<tr de lns representaciones pensamientos} ca·
tegorías y, más precisamente, conl~eptos·•3. En las categorías hay ya un
comienzo de elaboración filosóficn. A veces entiende éstas en el sentido
de ''dctenninidades (Bcst.immtheit.en): scr-nhí, ser-para sí, cantidad,
mcdidn, cte .... O sea las distintas etapas de la Lógü.:a. Pero otras veces cn
tíendc las categorías en el sentido de K¡mt: ¡¡hí son obrns del cntcndimicn·
to, no de la ra;:ón: hay categorílls como causa y efecto. sustancia y acci
dente. cte. ¡,Y por qué las hay? Porque así las encontramos en la doce ma
neras de juzgar que tenemos. Otra cosa sucede en la Lógica. ¿Por qué las
hay?. pot:que así las deducimos. Y a ellas se llega a través de un proceso:
no da lo mismo empezar por la cantidad como Kant, a la cantidad se lle
ga cuando la razón ha agotado todas las posibilidades de la cualidad. Y el
actor de todo este proceso es el Concepto. Es lo que voy a configurar en
líneas generales en la pane segun<hl de esta lntmduccíón.
6.
l. HEGEL Y SUS lNTERLOCUTORES
En tiempos de Hegel había varins historias de la lilosofía: la de Ruh·
le, la de Tenncmann, la de Ticdmann, ctc4. Estas son lo que él llam~t hís
torins rwrrativas (Historie). A ellas se contrapone la historia del scntido
(Geschicbte). La primera se limitn a nnrrar lo que ot•:os han hecho o pen
sado: Tales pensó esto. Ockham esto otro y Kant esto otro. Es una histo- .
ria escrita n nivel de la rcprcscmación: el cronista cuema desde fuera lo
3. Ene. &3.
4. Brucker. Johan J. . Histcu·ia critica philosophiae. Lcipzig, 1767.
Tiedemann, Díetrích, Geist de1· spekulativen Philosophic, Marburg. 1797.
Buhk. Jolwnn. Gescbichte dea· l)hilosophie. Güuingcn. 1804.
Tennenmnn, Wílhclm, Gescltíchte deJ' Phitosot}hic, Ldpzig. 1798 .. 1819.
f:'VTRODUCCJÓN
que ve en tal filósofo y en tal otro. Distinto ocurre en la historia especu
lmivn. "E.-;ta no es sólo la historia de los pensadores individuales, sino del
pensar humano como tnl, del cual éstos son los portavoces má~ ni•toliza
dos. L:i.Crítka de la Razón l,ura no podí<J haberse escrito en el siglo
XUL sino sólo en el XVUl. Pm·n que ella pudiera surgir en la mente de un
hombre de genio, se requería que otros genios (Galileo y Ncwlon) hubie
ran inventado la mecánica clásica. que la humanidad h.ubicra vivitlo la ex
periencia de la libertad en las Cruzadas5, en la Reforma de Lutero6. cte.
Kant puede venir sólo después de Hume y Leibniz, y Hegel sólo después
de Wolff, Kanr y Jacobi. Por eso no es casualidad que de las trescientas
novcma y dos páginas de la Enciclopedia 1830, ed. Suhrkamp, ciento
cuarenta estén dcdicad.as ¡¡una lntroc;lucción y un Concepto Prelimi.nai. Y
en ell:-~s lo más ín)p(Jrtante es exponer las tres ¡x>sícioncs del pensar fren
te a In objetividad. Eso lo necesita para decir lo suyo. En términos mús ge
nerales Hegel no puede desplegar su propio pensamiento sin contar la his
toria especulativa que lo precede y ln que le sigue. Asf ocurre en la Feno
menología en las secciones "Espíritu'' y "Religión''. De la Lúgic¡¡ nos va
mos a ocopur en las páginas que vienen a conlinuación. Por último. la Fi
losofí:t del Derecho, la Filosofía de la Historia, la Historia de la Filo
.siJfía y la Filosofía de la Religión son parte integrante de la Filosofía del
Espíritu. Qué han pensndo los otros sobre la objet.iyidad lo sabremos al
término del ·'Concepto Preliminar" y qué piensa él lo sabremos al final de
la idea absoluta y del espíritu absoluto.
Con estos antecedentes podemos pasar a la presentación especulativa.
''X: •
~A. Primera posición del pensar con respecto a la objetividad
"La primera posición es el proceder iugcnuo qu,~ '~ucicrrn ... la
crecnc:.:ia de que, gracias a la rell<ixión (Nathdcnken). la vet·dad
es conocida, y que lo que los objcr<>s verdadcraJHcntc ~on, es lle
v~tlo·· de la concil~ncin"7. Esra es "la antigua metafísica
(vonnalige Metnphysik}. tal C(imo se constituytí entre no,;otros
nntcs de la.lilosoffa kantiana"8. En la Enciclopedia no da HCun
brc~; se dedica más l>it:n a configurar las cnmctcrísticas de cslc ·
modo de pensar. Pero los da ~~n la Historia de la Filosofía. No
son, como alguít~n podría pensar, Plal6n y Aristótdes, sino Chris··
)
5. l<'ilosuría TI. pp. 330~3:lR.
6. op. cit. rr. pp. Jsg-377.
7. Ene. &26.
8. Ene. &'27.
; .; [,:1 LÓGICA DE IIEGEL
ii:.:·; \Nüli'i v ~w: dtvulgadon;~ (Hauu:gartner. Crusius y
!Vwt,(:d:·;sdmP. ''Est¡¡ mctafísic¡; (ir. de Wolff) ~01\!:a:•t:. m>lahlc-
¡;¡,:;.k ,.,_,n !u filc.sofía antigua. ;;on la filosofía •:k UH Plat6n n de
iill Ari,;t5td·~s. A. t~sta filosofía antiguo; pod<~nios Jelomar constan-·
ü:.i\:(·.nli.'. comprendiéndola y reconocíéncloi<J; es una filosofía sa
ti~fa·~~"' ¡~<, situada en su propi" fas•.~ d~· ,.",,;,_,1;¡,:ín, un punto c.,n
\rnl cvncreto que da satisftu::..ióu <l la núúün dd pcnsamit~nto. tnl
y u:rno !>C l.a enfoca, En !:ambif,, e~!i! metafísica llhl<k~rna a que
11::.~ estamos rcfiriendn ::,r• lwn:. dr:: ·:;os!• que desarrollar los anta. .
gnnisn;os has!•1 cnnverlirhs <.:n crmtradir.;cion~s absolutas·· lO.
_·;' !Lrc t:~ ,:o.tterüün de esta H!~~t:Jfisit:a vcr~a:n los párrafos 33-36, con
; '·; >rrc;:-;;a_¡n;b:nle~¡ IlOtas y odi¡,;l<,: ,~ ;; ~~u. !•:;:~a:, •.un las ~ategoríus fun
d;;:rttcnwic';;; ...-¡ .dn1a ,,;; L!um:.h y 1>::;; b.t u:, píu! ;;_:;_,de la Historia de ht
iF~i;¡;.¡;düa pm::t ;,¡_¡¡ H!l (;ueh rcsum•:\' j~ esta ft.tosoha
Fil ,,¡ . ¡[<,t~;oh' h:úrk;:, Vv Gi n· ~!·:;!_¡\ ,,,; prilli<~i' lllgar <Jc la lflgl
ca. . üq,·•il:.b. d.: todo desmwl.!o l::·;<:•Jlástiro: es l:t lógica del enten
dimicnln ;,, '¡m' él sisrcaJ;lli:¡:¡¡_ 'lü:1w !ucgc la metaflsica, que
<:ornprt~n(l¡: <:ualm partes: la primera e~ la ontología, el estudio de
l:1s categorías ab:>lrat:tas. wmplctamente generales de la filosofía,
por cjcmrlo del ser (óv), que es lo uno, lo bueno; en esta metafí
sica abstracta esludia también el accidcnlc. la sustancia, la causa y
t'l efecto. el r~~nómcno, etc. :/iene inmediatamente la doctrina de
la cosmolog(a, o sea la teoría general de los cuerpos, la teoría del
universo; trátase a<tllí de los principios abstractos aceren del mun (
do. de que no existe el azar, de que en la naturaleza no hay saltos,
la ley de la continuidad, etc. La teoría de la naturaleza y la histo
ria nilturalno tienen cabida en Wolff. La tercera parte de la meta
flsica es la psicología racional o neumatología, la filosofía del al
ma, qu_c trata de la naturaleza simple, la inmortalidad y la inmate
rialidad del alma. Finalment~ la parte cuarta trata de la teologla
natural. que ofrece las pruebas de la existencia de Díosll.
Para lo que Hegel pretende aquí no hace falta entrar en el detalle del
contenido. En este ''Concepto Preliminar" se caracterizan varias actitudes
del pensar respecto a la objetividad. A Hegel le interesa configurar su pro
pia postura especulativa y pru·a eso le ayuda contrastarla con otras postu
ras ..
¡ ,n primero que hay que decir es que se trata de una metafísica inge
,;.:;;,;., l.os ot.-os modos de pensar que vienen en esta Introducción son de
;;,;;· !' :·Jnl J>Hmc.-a ¡;.rílicos y comportan distintos tipos de mediación. Los
. ,,; '~¡,i;g; •.te Him;, d ulmn, el mundo los recibe el hombre de la reprc-
'; ;.~ k;;_, ; Ui. l'· :~6'i.
·.. :-:: .. <:H.;~- :H)6 ..
! i. :·;;..: .. ·~:t·f pp, :~6'2 ...~ :;3,
l;VfRODUC."ClÓN !5
s~ntación: Dios es ... lo que todo cí mundo cnti~ll(lC por Di%, prcgrnwr
n1á!S es rcfinnirliento enfcnni!.r/Z Y Jr¡ p1.·npio cabe fJccir ele los pr;;;h:~l
clos: simple y compuesto. finito r~ infínit<i. ~~te. es lo que todo el mt~H(\) en·
tiende. l.a pregunra que cabe es: ¿e~ Dios ·s-imple?; ¿es el rnund•) .~: 1¡;;,;.'
Pero sí uno quiere saber antes de come-;tar ia pregunta qué es lD qw~ :;e
cnlicnde p(lr simple o por compuesto o por fit~Í!"'· se dirá que cst:l hacit:n
do preguntas ociosas y enrt:darHio lo que de suyo es simple l3.
Lo ~e~uodo ~uc hay q~~~ de.:ir_ e.~ que ~e :r:~ta de n~1a mc~~físk<l !~<:.~
cntcndJmJentol y de la fuutud l.'í. En J.a lmto.na de la hlosolia no se dlS ·
lingue bien el ente.n<limicnto (Verstand.) y ia razón (VernunfO hns:a
. Kant. Y éstt~, que percibe la difere~lCia, la percibe mal. Pw:a '!-f<:gc! el en
tendimiento es 1:1 facultaü de pcrcibil' la identidad tic las co~!S y e1 mt:-
ñicnto de la St.!p:.tracióu entre é:\1:1s; t~s por .lo mismo la facultml qm: pcr('!-
l)~ las cosas en su momento de rijezal6. Est1.: es un tWltlh~tito cscn<;i::! :.k:
la vida del esprritu. Fl ni~o cmx)ie¡p;u.por ahí: perc.ihc los ob_ictos ccm:1
. unos al lado de \Hros. En llll momento nlterior percibirá. el movimi~~n;o
que recorre las cosas y que la~ lleva a constituir forma$ m:'i:; y más fina:;
de identidad v diferencia. La razón cs.~·ta facultad totalizadora. Pero ne se
empieza por ·¡a razó.n~ ni en Ju infaf;'~il.l. ni Ctl las CÍellCias. n.j Ctl b vida
i)ráctica. E::l cnrendímknto e;-; una racnltad clasificatori:t: J·;:w. esto. y lo
..
otro. y lo otro. De hecho, todas las ciencias pasan por el momento clasi-
'i ficatPrio; pero algunas se quedan ahJ pma sicmrre. El momcn!o de la nt
zón irá apareciendo gradualmente ya t}ll este ·'Concepto Prellmil>at --.Por
eso no conviene anticipm·.
B. Segunda posición del pensar con respecto ?l la objetívk!ad
.. L, l'ilos<Jfíu ,.ritica tien<~ en C<HJ,l(m con el empirismo d admi-
tir la cxpcrit~ncia <:omo e-l únieo te.rrcno (Boden) ·de los <:on<J<:i ..
h)icntos. que nos los loma. sin ~~mbargü. por verdades. ~ino sólo
por conocimie.nto de fcnóm~~nos··l7
Esto es lo que lleva a Hegel a poner en una misma posicjún filosofías
tan distintas como las de Hume y Kant. Lo que había predominado hasta
entonces en el quehacer filosófico es quü lo real nos es dado. Pero, ¡,nos
es verdaderamente dado? Desearles es el primero llliC duda, pero come> :Sl!
1~. Ene. &31.
13. Ene. &28. ).
14. Ene. &28 Ad .. 29, }(,,_3 6 Ad.
15. Ene. && ?.7. ?.8. 32. 33. 35 r\d.
ló. l~nc. &80 Ad.
L7. Ene. &110.