Table Of Content1977a / 1979
Khitïpxtansa:
¿Quiénes somos?
Identidad localista,
étnica y clasista en
los aymaras de hoy
CONTEXTO
E
s uno de los primeros intentos de trabajar la identidad de los
“campesinos” aymaras. Se presentó inicialmente en Lima, en
un encuentro organizado por el Instituto de Estudios Peruanos.
Analiza la situación de los indios aymaras en Bolivia, los lazos que los
ligan a los otros grupos étnicos y la manera en que se sitúan dentro
de la división de clases de la estructura social boliviana contempo-
ránea. Muestra cómo se ven los aymaras a sí mismos, el grado de
conciencia étnica que poseen y compara este grado de conciencia
con su situación real.
Se publicó por primera vez en 1977 como N° 13 de la serie Cuader-
nos de Investigación CIPCA, pero alcanzó mucha mayor difusión
en una “2a. edición actualizada” publicada en 1979 por el Instituto
Indigenista Interamericano (América Indígena n. 39/3, pp. 477-
528, México D.F.).
Esta versión más completa es la que se reproduce aquí. Posteriormente,
en 1986, apareció nuevamente como parte del volumen BRIGGS,
Lucy...[et al.]; NECKER, Louis, ed. Identidades andinas y lógicas del
campesinado. Ginebra: Mosca Azul (pp. 147-199).
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 639
1. LA BASE ECONÓMICA DEL MUNDO AYMARA ACTUAL 641
2. SOMOS LOS DE ÉSTE O AQUEL LUGAR 645
3. SOMOS INDIOS AYMARAS 647
SOMOS INDIOS 649
SOMOS CAMPESINOS 653
SOMOS AYMARAS 654
¿Y EL CHOLO? 657
4. ¿QUE PIENSA CADA GRUPO AYMARA SOBRE SI MISMO? 659
EL AYMARA ALTIPLÁNICO QUE SIGUE
EN ECONOMÍA DE SUBSISTENCIA 659
EL AYMARA QUE PRODUCE PARA EL MERCADO 663
EL AYMARA MINERO 664
EL AYMARA PROFESOR 668
EL AYMARA RESIDENTE EN LA CIUDAD 669
A) EL QUE SE OLVIDA DE SU ORIGEN 670
B) LA NUEVA SUBCULTURA AYMARA URBANA 670
C) LOS GRUPOS ORGANIZADOS DE “RESIDENTES” 672
D) LOS RESIDENTES DE OTROS LUGARES 676
LA NUEVA INTELIGENCIA AYMARA 677
5. CONCIENCIA DE CLASE 683
LOS TRIÁNGULOS CRUZADOS 683
CATEGORÍAS SUBJETIVAS Y CONCIENCIA
DE CLASE HORIZONTAL 686
CATEGORÍAS SUBJETIVAS, CATEGORÍAS
OBJETIVAS Y DEPENDENCIA VERTICAL 689
EL VALOR FINAL DE LAS CATEGORÍAS SUBJETIVAS 690
BIBLIOGRAFIA 693
“Nosotros tomamos ese nombre de Tupaj Katari, porque
no necesitamos héroes prestados. Los aymaras, quechuas
y otros hemos luchado por nuestra liberación y en esta lu-
cha hemos forjado a grandes líderes, obreros, campesinos
e intelectuales. Tenemos que levantar sus nombres por-
que la revolución nacional tiene que vestirse de lluch’u,
poncho, martillo, taladro y machete. Debemos estar or-
gullosos de lo que somos. Nuestra ideología y nuestros
líderes deben nacer de nuestra lucha. Tupaj Katari no so-
lamente es un mártir campesino. Es la muestra más alta
y sacrificada de la resistencia del pueblo a ser dominado.
Este país, está construido sobre la sangre y los huesos del
pueblo. Pero el pueblo nunca ha gozado del poder. El go-
bierno debe ser de los pobres, de los explotados de ahora,
los mineros, campesinos, fabriles. Nuestra consigna es:
El pueblo al poder”
(Jenaro Flores)
INTRODUCCIÓN
Desde muchos años atrás he estado familiarizado con la problemáti-
ca del campesinado quechua en la región de Cochabamba. Ésta se ca-
racteriza por la fuerte movilidad social y cultural hacia ocupaciones y
actividades no-campesinas, por la fuerte inter-relación campo/pueblo/
ciudad, sin que surjan fuertes contradicciones, y por una larga tradición
de luchas sociales: Cochabamba es la cuna del sindicalismo campesino
que presionó la Reforma Agraria de 1953. Desde 1970 entré en contacto
con un mundo que parecía muy contrastante: el campesinado aymara
del Altiplano. Por una parte estaba toda una tradición escrita, de antro-
pólogos, literatos y otros, que pintaban al aymara como un enigma im-
penetrable, y con una serie de atributos de tonos más bien negativos.1
Por otra parte el aymara que yo empecé a conocer era muy distinto del
que pintaban esos escritos: mostraba una constelación de cualidades
que podrían sintetizarse en su tenacidad y en un aferramiento a su
propia cultura y modo de ser mucho más fuerte que en el caso de los co-
chabambinos, a pesar de que este pueblo aymara está al lado mismo de
la ciudad más importante de Bolivia: La Paz –la única capital nacional
latinoamericana cuyo nombre indígena (diferenciado del castellano)
1 Ver el resumen de toda esta literatura peyorativa en Bolton (1973). Barnadas tiene también
recogido un rico material antológico aún inédito sobre la imagen que novelistas y políticos
bolivianos han ido presentando a lo largo de los años acerca del aymara y del indio en
general.
640 XAVIER ALBÓ | OBRAS SELECTAS | TOMO I: 1966 - 1974
sigue siendo comúnmente utilizado hasta hoy: Chukiyaw Marka– y a
pesar de que vive repartido entre dos estados soberanos: Bolivia y Perú.
Este trabajo quiere ser una reflexión en voz alta después de más de
cinco años en constante contacto y acción con este mundo aymara, uno
de los componentes más importantes del país boliviano. Me fijo prin-
cipalmente en una pregunta que estaba latente en los contrastes men-
cionados en las líneas que preceden: ¿qué identidad tiene el aymara de
hoy sobre sí mismo? ¿con quiénes se identifica como parte del mismo
grupo social básico? Cuando dice jiwasaw jaqinakax (nosotros, la “gen-
te”), ¿a quiénes se refiere exactamente? Al mismo tiempo que trato de
esclarecer estos puntos, miraré de insertarlos dentro de nuestras con-
cepciones más occidentales y “científicas”, por las que consideramos
que una de las divisiones más fundamentales de la sociedad es sus cla-
ses sociales: al fin y al cabo, el aymara no vive aislado sino inserto den-
tro de una sociedad más amplia boliviana, que está a su vez metida de
lleno dentro de las estructuras económicas y socio-políticas mundiales.
¿Cómo se encuadra la imagen social que el aymara tiene de sí mismo
dentro de las clases sociales de nuestra sociedad más global?
Las ideas de este trabajo reflejan en primer lugar los numerosos viajes
y convivencias en el campo aymara como parte de la acción general de
promoción rural realizada por CIPCA. Reflejan también una serie de
investigaciones específicas a que me iré refiriendo a lo largo del tra-
bajo y que, en buena parte, iban directamente orientadas a responder
las preguntas anteriores.2 Finalmente reflejan numerosas discusiones
con amigos y colegas. Quiero referirme específicamente a tres tipos de
discusiones: las realizadas con aymaras del campo y de la ciudad; las
realizadas con el resto del equipo de CIPCA; y dos sesiones específicas
realizadas sobre este tema concreto de la identidad aymara con un etno-
historiador (Thierry Saignes), dos sociólogos (Salvador Romero y Franz
Barrios), y otro antropólogo (Ramiro Molina).
2 Realizadas con la colaboración de Godofredo Sandoval, Silvia Rivera, Thomas Greaves,
Olivia Harris y otros.