Table Of ContentLa	obra	de	Hegel	constituye	un	hito	singular	en	el
pensamiento	 occidental,	 puesto	 que	 aporta	 un
novedoso	 enfoque	 sobre	 el	 devenir	 de	 las
civilizaciones,	 las	 sociedades	 y	 sus	 producciones
culturales.	 Autor	 del	 último	 gran	 sistema	 filosófico
omniabarcador,	Hegel	presenta	su	idealismo	como	un
medio	 capaz	 no	 sólo	 de	 dar	 cuenta	 racional	 de	 los
acontecimientos	 pasados,	 sino	 de	 determinar	 qué	 es
relevante	y	sustancial	y	qué	no	lo	es	en	la	infinita	serie
de	 los	 hechos.	 Porque	 concibe	 la	 realidad	 como	 un
organismo	 de	 contrarios	 dialécticos,	 y	 como
manifestación	y	desarrollo	del	«Espíritu	absoluto»,	que
alcanza	su	maduración	y	autoconocimiento	a	través	de
la	historia	y	la	cultura	humanas.	Este	volumen	contiene
dos	 obras	 fundamentales	 en	 el	 sistema	 hegeliano:
Diferencia	 entre	 los	 sistemas	 de	 Fichte	 y	 Schelling
(análisis	 de	 las	 doctrinas	 de	 dos	 contemporáneos	 y
pensadores	 afines	 en	 la	 línea	 del	 idealismo
postkantiano)	 y	 Fenomenología	 del	 espíritu,	 que
expone	los	conceptos	hegelianos	esenciales	acerca	de
la	 objetivación	 del	 espíritu	 absoluto	 en	 la	 historia
universal	y,	por	tanto,	la	estructura	lógica	y	racional	de
ésta.
Georg	Wilhelm	Friedrich	Hegel
Hegel	I
Biblioteca	Grandes	Pensadores	Gredos	-	24.1
ePub	r1.0
Titivillus	31.01.2018
EDICIÓN DIGITAL
3
Georg	Wilhelm	Friedrich	Hegel,	2010
Traducción:	María	del	Carmen	Paredes	Martín	&	Antonio	Gómez
Ramos
Editor	digital:	Titivillus
ePub	base	r1.2
Edición	digital:	epublibre	(EPL),	2018
Conversión	a	pdf:	FS,	2020
4
GEORG	WILHELM	FRIEDRICH	HEGEL
I
5
GEORG	WILHELM	FRIEDRICH	HEGEL
DIFERENCIA	ENTRE	LOS	SISTEMAS	DE
FILOSOFÍA	DE	FICHTE	Y	SCHELLING
FENOMENOLOGÍA	DEL	ESPÍRITU
ESTUDIO	INTRODUCTORIO
por
VOLKER	RÜHLE
Traducción	del	alemán	de
JOAQUÍN	CHAMORRO	MIELKE
6
Las	abreviaturas	de	las	obras	principales	y	de	las	citadas
con	mayor	frecuencia	son	las	siguientes:
Briefe Briefe	von	und	an	Hegel,	5	vols.	[ed.	de	J.	Hoffmeister],	Hamburgo,	F.
Meiner,	1969.
DFS Diferencia	 entre	 los	 sistemas	 de	 filosofía	 de	 Fichte	 y	 Schelling
(Unterschied	der	Philosophischen	Systeme	Fichtes	und	Schellings).
FE Fenomenología	del	espíritu	(Phänomenologie	des	Geistes).
FW FICHTE,	J.	G.,	Sämmtliche	Werke	[ed.	de	I.	H.	Fichte],	Bonn,	1834-
1846,	reimpr.	1971.
GA FICHTE,	 J.	 G.,	 Gesamtausgabe	 der	 Bayerischen	 Akademie	 der
Wissenschaften	[ed.	de	R.	Lauth,	E.	Fuchs	y	H.	Gliwitzky],	Stuttgart-Bad
Cannstatt,	Frommann-Holzboog,	1962	y	sigs.
GW Gesammelte	 Werke	 [ed.	 de	 H.	 Buchner	 y	 O.	 Pöggeler],	 edición
histórico-crítica	 de	 la	 Rheinisch-Westfälischen	 Akademie	 der
Wissenschaften,	Hamburgo,	F.	Meiner,	1968	y	sigs.
LFD Líneas	 fundamentales	 de	 la	 filosofía	 del	 derecho	 (Grundlinien	 der
Philosophie	des	Rechts).
LFH Lecciones	de	filosofía	de	la	historia	(Vorlesungen	über	die	Philosophie	der
Geschichte).
S Werke.	Vollständige	Ausgabe	durch	einen	Verein	von	Freunden	des
Verewigten	[ed.	de	J.	Schulze],	Berlín,	1832-1845,	vol.	II.
SW SCHELLING,	F.	W.	J.,	Sämmtliche	Werke	[ed.	de	K.	F.	A.	Schelling],
Stuttgart	(J.	G.	Cotta)	y	Augsburgo,	1856	y	1857.
ThW Werke	in	zwanzig	Bänden	[ed.	de	E.	Mollenhauer	y	K.	M.	Michel],
Frankfurt,	Suhrkamp,	1971-1983.
7
G.	W.	F.	HEGEL,
LA	TRANSFORMACIÓN	DE	LA
METAFÍSICA
La	filosofía	de	Georg	Wilhelm	Friedrich	Hegel	constituyó
el	 último	 gran	 intento	 de	 convertir	 en	 unidad	 sistemática
todas	las	formas	del	saber	de	una	época,	así	como	la	totalidad
de	los	órdenes	de	la	experiencia	humana.	En	unos	años	en
que	 las	 ciencias	 modernas	 comenzaban	 a	 diferenciarse	 y
separarse	de	la	filosofía,	dicha	aspiración	enlazaba	con	la	gran
tradición	 de	 la	 metafísica	 occidental,	 cuya	 herencia	 Hegel
quiso	salvar	para	la	modernidad.
A	la	vez,	su	dialéctica	especulativa	pretendía	dar	cuenta	de
las	transformaciones	provocadas	por	la	Revolución	francesa,
acontecimiento	crucial	que	sacudió	a	la	Europa	de	comienzos
del	siglo	XIX.	Asimismo,	el	pensador	de	lo	absoluto	se	propuso
repensar	 el	 concepto	 de	 «experiencia»	 en	 el	 orden	 de	 las
transformaciones	históricas;	a	dicho	concepto,	Kant	acababa
de	otorgarle	un	nuevo	fundamento	desde	el	supuesto	de	la
radical	finitud	del	conocimiento	humano,	y	esto	sería	muy
bien	 aprovechado	 por	 Hegel,	 cuya	 filosofía	 analizó	 la
modernidad	desde	el	punto	de	vista	de	dicho	propósito.	Hasta
hoy,	ninguna	corriente	señera	ni	de	la	época	moderna	y	ni
siquiera	 de	 la	 actual	 podrá	 entenderse	 al	 margen	 de	 este
pensamiento,	ya	sea	porque	lo	desarrolle,	ya	sea	porque	se	le
enfrente	 o	 porque	 asuma	 de	 forma	 implícita	 sus
concepciones.	 Esto	 es	 válido	 tanto	 para	 las	 corrientes
8
materialistas	y	marxistas	como	para	el	existencialismo	que	se
inició	 con	 Kierkegaard;	 y	 también	 para	 la	 filosofía	 de
Nietzsche,	el	pensamiento	teológico	del	siglo	XX,	Heidegger,	la
hermenéutica,	 la	 fenomenología,	 la	 teoría	 crítica	 y	 los
desarrollos	 del	 estructuralismo	 y	 del	 postestructuralismo.
Hasta	 en	 la	 filosofía	 analítica	 anglosajona,	 decididamente
antimetafísica,	 emerge	 desde	 hace	 unos	 años	 una	 seria
discusión	de	la	idea	hegeliana	de	que	el	lenguaje	no	se	puede
pensar	 con	 independencia	 de	 los	 procesos	 históricos	 y
sociales	de	su	evolución.
Después	de	todos	los	intentos	de	interpretar	cada	aspecto
del	pensamiento	de	Hegel,	de	superarlo,	de	«destruirlo»,	de
«desconstruirlo»	o	de	olvidarlo,	las	filosofías	actuales	vuelven
a	encontrarse,	bajo	las	condiciones	de	la	modernidad	tardía,
frente	al	problema	de	la	relación	entre	las	dos	caras	de	la	idea
hegeliana	 de	 la	 verdad,	 que	 en	 las	 discusiones	 habían
permanecido	 separadas:	 la	 de	 la	 radical	 historicidad	 de	 la
verdad,	que	no	puede	apelar	a	ninguna	instancia	exterior	que
no	sea	ella	misma,	a	su	vez	modificable,	y	la	de	su	pretensión
de	 ser	 comprehensiva,	 «sistemática»,	 lo	 cual	 le	 permitiría
entender	 sus	 distintas	 formaciones	 históricas	 y	 culturales
como	diferenciaciones	de	un	contexto	inmanente.
En	una	época	en	que	la	civilización	científico-técnica	de	la
última	modernidad	se	ha	«globalizado»	y	somete	el	conjunto
de	 la	 variedad	 de	 experiencias	 culturales	 e	 históricas	 a	 su
tendencia	 unificadora,	 y	 en	 la	 que	 los	 horizontes	 de
experiencia	 y	 los	 mundos	 tradicionales	 se	 disuelven	 y	 el
propio	 concepto	 de	 experiencia	 se	 ha	 escindido	 y
fragmentado	 merced	 a	 la	 ciencia	 en	 inmensos	 campos
especializados,	 la	 lectura	 de	 Hegel	 confronta	 nuestras
vivencias,	 expectativas	 y	 hábitos	 de	 recepción	 con	 desafíos
incalculables	que	son	todo	menos	«cosa	del	pasado».
9
VIDA
La	 vida	 de	 Hegel	 estuvo	 profundamente	 ligada	 a	 la
evolución	de	su	pensamiento.	Vista	desde	fuera	transcurrió
sin	 demasiadas	 tensiones,	 y	 los	 escasos	 testimonios
biográficos	que	el	propio	Hegel	dejó	escritos,	muy	parcos	en
lo	que	se	refiere	a	su	persona,	apenas	permiten	entrever	las
tensiones	 interiores	 que	 el	 filósofo	 exteriorizó	 no	 en
comunicaciones	 personales,	 sino	 en	 su	 filosofía.	 Ésta	 se
desarrolló,	 a	 diferencia	 de	 la	 de	 Friedrich	 Schelling,	 sin
rupturas	 ni	 autocorrecciones	 decisivas,	 con	 la	 inagotable
paciencia	que	requerían	los	continuos	nuevos	enfoques	y	un
sistema	 en	 incesante	 proceso	 de	 diferenciación.	 Karl
Rosenkranz,	discípulo	y	primer	biógrafo	de	Hegel,	dice	en	el
«Prólogo»	a	su	biografía	del	maestro:
La	mayor	dificultad	de	mi	trabajo	radicaba	en	la	peculiaridad	del	modo	de
pensar	hegeliano,	la	de	tener	que	desarrollarlo	todo	científicamente	en	todos
los	respectos	y	en	todos	los	pasos.	Su	producción	fue	una	tranquila	procesión
de	su	inteligencia,	una	continua	actividad	de	su	persona	entera.	Por	eso	su
biografía	 carece	 del	 atractivo	 de	 los	 grandes	 contrastes	 y	 los	 impulsos
pasionales,	y	sólo	la	significación	intensiva	del	hombre	que	la	protagoniza	la
preserva	de	la	excesiva	monotonía[1].
Así	pues,	la	descripción	de	la	vida	de	Hegel	ha	de	orientarse
ante	todo	hacia	su	pensamiento.
Primeros	pasos
Georg	Wilhelm	Friedrich	Hegel	nació	el	27	de	agosto	de
1770	en	Stuttgart.	Tras	asistir	al	instituto	de	dicha	ciudad,	en
1788	se	matriculó	en	la	Universidad	de	Tubinga,	al	tiempo
que	era	admitido	en	el	Seminario	de	Tubinga,	una	institución
ducal	 en	 la	 que	 convivían	 en	 comunidad	 estrictamente
reglamentada	estudiantes	que	cursaban	la	carrera	de	pastor
protestante.	Los	estudios	constaban	de	dos	años	de	filosofía	y
tres	 de	 teología;	 Hegel	 los	 concluyó	 en	 1790	 y	 en	 1793,
respectivamente,	 y	 obtuvo	 el	 correspondiente	 diploma	 de
10