Table Of ContentDICCIONARIO DE ELECTR(cid:211)NICA,
INFORM`TICA Y ENERG˝A NUCLEAR
MARIANO MATAIX LORDA
MIGUEL MATAIX HIDALGO
Diccionario de
ELECTR(cid:211)NICA, INFORM`TICA
Y ENERG˝A NUCLEAR
' Mariano Mataix Lorda y Miguel Mataix Hidalgo, 1999
«No estÆ permitida la reproducci(cid:243)n total o parcial de este libro,
ni su tratamiento informÆtico, ni la transmisi(cid:243)n de ninguna
forma o por cualquier medio, ya sea electr(cid:243)nico, mecÆnico,
por fotocopia, por registro u otros mØtodos, sin permiso
previo y por escrito de los titulares del Copyright.»
Ediciones D(cid:237)az de Santos, S.A.
Juan Bravo, 3A. 28006 Madrid
Espaæa
Internet: http://www.diazdesantos.es
e-mail: [email protected]
ISBN: 978-84-7978-411-9
Dep(cid:243)sito legal: M. 32.686-1999
Diseæo de cubierta: `ngel Calvete
Fotocomposici(cid:243)n: Fer, S. A.
Impresi(cid:243)n: Edigrafos, S. A.
Encuadernaci(cid:243)n: Felipe MØndez, S. L.
PR(cid:211)LOGO
Presentar un libro es siempre una oportunidad para discurrir sobre la im-
portancia del campo, en este caso de la Ciencia y de la Tecnolog(cid:237)a, objeto del
tratado que nos ocupa. Cuando ademÆs aparece el valor aæadido de que el
autor es un excelente profesional, bien conocido por sus colegas de la gene-
raci(cid:243)n y utilizaci(cid:243)n de energ(cid:237)a, y un buen amigo desde hace muchos aæos la
tarea es fÆcil y agradable, y sobre todo conveniente e importante.
Hay varias razones para que esta obra, Diccionario de Electr(cid:243)nica, Infor-
mÆtica y Energ(cid:237)a Nuclear, sea considerada como importante. El lØxico cien-
t(cid:237)fico y tØcnico crece de manera acorde con el progreso y es indispensable
disponer de tratados que den, en espaæol, una versi(cid:243)n correcta, digna y veraz
de los tØrminos que en nuestra Øpoca proceden en gran parte del idioma in-
glØs.
El autor, Mariano Mataix, reœne las tres cualidades para escribir bien: in-
teligencia, alma y gusto, y presenta aqu(cid:237) el esfuerzo de toda una vida en estas
tareas. Esta obra es la tercera de una serie que comenz(cid:243) con Diccionario de
Electr(cid:243)nica y Energ(cid:237)a Nuclear publicada en 1969, y fue seguida en 1978 por
una segunda versi(cid:243)n titulada Diccionario de Electr(cid:243)nica, InformÆtica y Cen-
trales Nucleares.
La formaci(cid:243)n cultural de Mataix es concorde con su interØs por el idio-
ma. Ha publicado varias obras sobre la historia de la energ(cid:237)a nuclear que han
recibido una excelente acogida por su fidelidad a lo sucedido y por la aten-
ci(cid:243)n al detalle, tanto en los aspectos cient(cid:237)ficos como en las motivaciones,
objetivos y medios de alcanzarlos y en los esfuerzos coordinados o indivi-
duales que dieron origen a los descubrimientos y aportaciones que describe.
La misma atenci(cid:243)n al matiz, a la correcta interpretaci(cid:243)n de las diversas
acepciones de los tØrminos ingleses, destaca en el trabajo que se presenta,
donde puede apreciarse su apoyo en los Diccionarios de la Real Academia
Espaæola y de la Real Academia de Ciencias.
VII
VIII Pr(cid:243)logo
La incorporaci(cid:243)n de mÆs de un 25 % de nuevas voces, la mejora general
del texto por la inclusi(cid:243)n de gran nœmero de nuevos tØrminos debidos a In-
ternet y al gran auge de la Medicina Nuclear y la Protecci(cid:243)n Radiol(cid:243)gica di-
ferencian esta versi(cid:243)n de las precedentes.
Luis GUTI(cid:201)RREZ JODRA
AcadØmico de nœmero de la Real Academia de Ciencias
Madrid, agosto de 1999
PRESENTACI(cid:211)N
La elaboraci(cid:243)n de nuevos diccionarios tØcnicos, en especial de las ramas
de la tecnolog(cid:237)a mÆs cambiantes, es una necesidad, si no queremos que el
idioma se degrade; pues el inglØs, donde bÆsicamente se generan las nuevas
voces, las crea con una rapidez tal, que si no se mantiene un buen ritmo en
suministrar tØrminos equivalentes a los profesionales, estos se ven forzados
a crear anglicismos, muchas veces espantosos. As(cid:237), por poner un ejemplo,
¿quiØn no ha o(cid:237)do alguna vez emplear comando por orden? Y, sin embargo,
Øste es uno de los menos hirientes.
La labor de hallar expresiones adecuadas resulta ardua y muchas veces
las que se proponen no hacen fortuna; pero por lo general se va produciendo
una realimentaci(cid:243)n entre los usuarios y los autores de lØxicos tØcnicos que, al
fin, suele acabar en un resultado suficientemente bueno. No podemos dejar
de referirnos por tercera vez (cid:151)en las dos primeras versiones del diccionario
ya lo hicimos(cid:151) a los tØrminos hardware y software. Cuando parec(cid:237)a que
nunca se hallar(cid:237)an tØrminos castellanos aceptables, el problema muestra sig-
nos de ir solucionÆndose. Aunque el Diccionario de la Real Academia de
Ciencias da los tØrminos soporte f(cid:237)sico para hardware y equipo l(cid:243)gico, logical
y soporte l(cid:243)gico para software, no parece que la soluci(cid:243)n vaya por estos de-
rroteros, sino que hardware casi ha desaparecido de la literatura en castella-
no porque realmente no se necesitaba para nada, diciØndose hoy d(cid:237)a equipo,
material o sencillamente ordenador cuando es a este equipo al que se hace
referencia, como es el caso normal; pues raramente se habla del hardware de
una lavadora programable, pongamos por caso. Por otra parte software, que
era el tØrmino mÆs conclictivo, aparece cada vez menos, siendo sustituido
por programas, voz que ampl(cid:237)a as(cid:237) su significado sin que por ello produzca
ambig(cid:252)edad alguna. Este es un caso en que el autor sigue al tØcnico y toma
de Øste lo que la prÆctica ha impuesto y que, afortunadamente, es buen cas-
tellano. Al menos es lo que nosotros hemos hecho, dando preferencia a pro-
gramas, pero conservando desde luego las expresiones mÆs cient(cid:237)ficas del
DRAC.
IX